Imaginación para el confinamiento

Como este momento tan complicado nos hizo revivir nuestra sexualidad y la de nuestros vecinos!!!

Hola a tod@s!!!

Antes de nada desearos mucha salud en estos complicados momentos y si con este relato contribuyo a que alguien pueda sentirse por un rato un poco mejor, me doy por satisfecho.

Somos una pareja rozando los 50, los dos divorciados y con hijos, de nuestras anteriores relaciones, que ya se han independizado. Ana, es una mujer que se conserva bien para su edad, de pelo castaño, ojos verdes y un cuerpo que a pesar de sobrarle unos Kgs, aparenta menos edad que su cara, aunque sigue siendo muy guapa. Por mi parte, yo, no me conservo tan bien como ella, me sobran también unos Kgs, pero sin llegar a estar obeso, la típica tripita de la edad, tal vez con más ejercicio y alguna que otra cerveza menos, estaría mejor.

Bastante activos en nuestra vida cotidiana, nos encanta salir y hasta ahora lo hacíamos prácticamente cada fin de semana, playa, montaña, escapadas a ciudades europeas, etc. No sabíamos estar en casa el fin de semana y mucho menos en vacaciones. Trabajamos mucho y cada escapada es como un merecido descanso.

En el tema del sexo, habíamos ido perdiendo intensidad con los años, supongo que el estrés del día a día. Nuestras relaciones sexuales hasta este momento, habían sido siempre buenas, follábamos intensamente, disfrutábamos, pero yo siempre he sido un poco más morboso y "guarrillo" que ella, Ana es más tradicional y ante todo la respeto, nunca la he obligado a hacer nada que no le guste. En momentos de excitación le he invitado a que hagamos determinadas cosas, pero ella no las ha hecho y yo no he insistido, entiendo que sino las hace es que no le gustan, así que... ante todo respeto. A ella tampoco le gusta hablar de sexo fuera del momento de la relación, por lo tanto tampoco le he comentado nada de todo esto.

Ante el estado de alarma y la imposibilidad de salir, matamos el tiempo con juegos de mesa, cocinando, y por supuesto follando. Me encanta verla sexy, le he regalado desde siempre mucha lencería y algún que otro vestido corto que marca cada una de sus pronunciadas curvas, zapatos de tacón... Nunca he conseguido que se ponga ninguno de esos vestidos sexys para salir, aunque si en casa o en la habitación de algún hotel. Me encanta verla así, me pone a mil.

Un lunes... o martes... no lo se, con esta mierda no sabe uno ni el día en que vive, después de comer, por cierto me encargué de preparar una exquisita comida, me puse a fregar los platos dejando que Ana descansara ya que no había pasado muy buena noche, se había despertado varias veces con pesadillas. No quería pensar en todo lo que se está viviendo, en desgracias, etc, así que me puse a dejar volar mi imaginación con el polvo que pegaríamos cuándo se despertase, si se encontraba bien, claro. Acabé de limpiar la cocina, Ana dormida en el sofá, así que subí al piso de arriba de nuestro dúplex, donde se encontraba la habitación de matrimonio. Busqué un body completo de lencería que había comprado en un sexshop online y que ella aún no había visto, era como un mono, de malla y encanges  sobre los pechos, con una apertura en la entrepierna, cubriendo las piernas enteras de una fina malla. También preparé unos zapatos de tacón de aguja, negros, cerrados de la parte delantera. Me la imaginaba con el body y esos zapatos puestos... me ponía a mil yo solo.

Me di una ducha y depilé mis zonas íntimas, me puse body milk, me gusta tener la polla suave y sin pelos, me encanta sentirla así cuando me la toco y sobre todo cuando lo hace Ana.

Sobre las 17:30 se despertó.

  • Oooooooohhhhhh!!! - Salió de su boca mientras se estiraba levantando sus brazos como el que se despierta un domingo a las 12 después de una larga noche de juerga.

  • ¿Estás mejor cariño? ¿Se te ha pasado el dolor de cabeza? - Le dije mientras me sentaba a su lado en el sofá y le daba un cariñoso beso.

  • Sí, sí, mucho mejor, gracias por dejarme descansar, lo necesitaba, esta noche he dormido fatal y me he ido poniendo nerviosa.

  • Es normal, todos tenemos malos momentos con esta situación. ¿Que te parece si te das un baño y te acabas de relajar? - Dije yo.

  • Vale, si me lo preparas mientras hago la perezosa 10 minutos, más. - Dijo Ana mientras le ordenaba a Siri que puesiera música.

Subí al cuarto de baño de la suite y abrí el grifo de la bañera, eché sales minerales y encendí una velas aromáticas. Como ella ya se había encargado de poner música, la que le gustaba, en el altavoz del lavabo ya se oía también.

Oculté el body y los zapatos para que no los viera al subir. Al momento llegó Ana.

  • No está tan mal esto de estar en casa si te cuidan así... - Dijo mientras se desnudaba.

  • Jejeje, no te creas que va a ser todos los días, es hoy porque estás malita. - Dije yo.

  • Creo que lo estaré mas a menudo. - Dijo mientras se encaminaba desnuda hacia la bañera.

Volví a sacar el body, lo coloqué sobre la cama con los zapatos en el suelo, justo debajo. Bajé por un Martini blanco y se lo llevé para que se lo tomase en su relajante baño. Había accionado el mando del hidromasaje y ya sonaban las burbujas.

  • Te dejo que te relajes cariño. - Yo

  • No te metes conmigo... - Ana

  • Me he duchado mientras dormías y voy a aprovechar para hacer un tema del trabajo, son 15 minutos, tú relájate. - Yo

  • Prefieres trabajar que meterte aquí conmigo, eh!!!!!! - Ana

  • Sabes que no, pero me reservo para cuando salgas. - Dije yo mientras me alejaba del cuarto de baño.

Estaba en el piso inferior, en el despacho, deseando dejar de oír el hidromasaje. Aproximadamente a los 20 minutos se paró, lo cual indicaba que iba a salir de la bañera. Entonces oí el secador, espere a que se detuviera y tras unos minutos salí al comedor y escuché sus pasos de zapatos con tacones, bajando la escalera...

Uffff.... Que imagen, que buena estaba, increíble, marcaba todas sus curvas, la apertura en la entrepierna dejaba ver todo su vello púbico (no le gusta depilarse, pero sí se lo recorta), sus tetas se dejaban ver entre la malla, sus piernas largas, con esos zapatos... uffff!!!! De infarto.

  • Que te pasa cariño, ¿no te gusta? - Ana

  • Joder... me encanta, joder, te queda espectacular! - Yo

  • Me gusta mucho a mi también. Decía mientras acababa de bajar las escaleras.

Empezamos a besarnos con pasión, yo agarraba sus nalgas, abriéndolas,... Tras unos minutos de intercambiar nuestras salivas y entrelazar nuestras lenguas, bajé mi boca hasta sus tetas, sus pezones duros como piedras asomaban a través de la malla del body, lo cual me excitaba aún más, me recreé el lamerlos, mordisquearlos y saborearlos al máximo mientras mis manos apretaban sus pechos.

  • Como me gustan tus tetas!!! mmmm!!!! me encantannn!!! - Yo

  • Pues no dejes de chuparlas, que estoy muy excitada con este body, me pongo a cien!!! - Ana

  • ¿El body solo? - Yo

  • Tú también, pero desnúdate ya!!!

Me estaba desabrochando la camisa mientras Ana se había apresurado a desabrocharme el pantalón y sacar mi polla, que para ese momento ya estaba dura como una piedra. Acabé de quitarme como pude los pantalones sin que ella dejara de mamármela.

  • Que suave que está, me encanta!!! - Decía mientras se la metía en la boca.

Le cogí la cabeza por detrás y empecé a follarle la boca, su saliva se escapaba entre sus labios, cayendo al suelo, uffff... Tras unos minutos, la levanté, me puse detrás de ella y encarando mi berga entre sus nalgas, empecé a masajear su coño, su clítoris, su botoncito del placer... estaba empapado como nunca, corrían sus flujos por las piernas, no se quién estaba más cachondo, nunca la había notado tan "perra".

Me sentó de un empujón en el sofá y se colocó sobre mí, metiendose la polla en su chorreante agujero. Empezó a cabalgarme como una jineta a lomos de un purasangre...

  • Joder!!!! joderr!!! me voy a correrrrrr, me voy a correrrrrr, no puedo másssss!!! - Decía mientras su cabeza apuntaba hacía el techo y con los ojos cerrados.

  • Me corroooooo!!!!! me corrroooooooo!!!!! Ahhhhhhhh!!!!! Ahhhhhh!!! Ahhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!! Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! uffff!!!! ufffff!!!!!

Nunca habían salido de su boca semejantes palabras, tan solo gemidos, pero nunca un "me corro", ni nada por el estilo. Me quedé muy sorprendido y encantado ya que le había insinuado en varias ocasiones de que cuando follábamos me gustaría que me dijera palabras sucias y poder decírselas yo, pero nunca habían llegado. No es que fuese nada de otro mundo, pero para mí ya era un pequeño paso.

  • Vamos a seguir arriba. - Le dije

  • Estoy empapada, ufffff, mira como te he dejado. - Decía mientras me miraba la polla.

  • Límpiame la polla, mira como me la has dejado. - Aproveché para incluir la palabra "polla" en nuestro vocabulario sexual, en este momento que parecía que estaba más dispuesta a obscenidades.

Sin decir una palabre se puso a comérmela otra vez, la polla, los huevos... mmmmmm!!!!!

  • ¿Te gusta le sabor de tu coño? - Otra palabra que metí en situación.

  • Mmmmmmm, me encanta, me encanta chuparte la polla con el sabor de mi corrida!!!! - Joder, esto era demasiado para mí, me ponía cachondísimo.

Se levando tras unos minutos y se fue escalera arriba, yo detrás de ella recreándome con su hermoso culo que se veía en todo su esplendor a través de la apertura del mono.

Fui dándole unos cachetes en el culo...

  • Mmmmmmmm, hoy me gusta todo, dame, dame más fuerte. - Decía mientras se tumbaba boca abajo en la cama.

y le di, tres más, ella seguía gimiendo, y...

  • Dame más fuerte...

  • Si mas fuerte? - Le respondía mientras le daba...

Plassssshhhh!!!!!! sonaba... tenía el culo rojo, con mis manos marcadas... seguía igual de cachonda y yo cada vez más.

Se puso a cuatro patas dejando todo el coño y el culo a mi disposición. Empecé a comerle el culo, sus nalgas estaban calientes de los azotes, mi lengua giraba alrededor de su agujero mientras metí un par de dedos en su empapado coño. Después de unos minutos la empecé a follar, primero a un ritmo lento que iba aumentando al oír sun gemidos, ahora un dedo en su trasero, que entraba y salía al mismo tiempo que mi depilado miembro en su jugoso tesoro. Apoyó las manos sobre el cabezal de la cama con lo cual empezó a golpear la pared en cada embestida, sus gemidos se convirtieron en gritos de placer, yo cada vez estaba más sorprendido, ella era discreta y pensar que al otro lado de la pared estaba la habitación de nuestros vecinos...

Seguí bombeando hasta que explotó de placer una vez más...

  • Me corro otra vez, me corro!!!!!! me corro!!!!! joder, joder, no pares, no pares!!!!!!! Ahhhhhhhhhhhh!!!!! Ahhhhhhhhh!!!!!!

Se dejó caer sobre la cama, sacando mi polla de sus adentros. Estaba extasiada, cuando sonó el famoso timbre que indicaba que alguien estaba tocando los cojones en ese preciso momento enviando un puñetero WhatsApp.

No hicimos caso, ella seguía tumbada en la cama, ahora boca arriba, yo estaba de rodillas junto a ella, con la polla como un baté de baseball, apuntando hacía Ana. Empezó a hacerme una paja, mientras me comía los huevos, yo tocaba sus tetas a través del body. Me encanta que me pajee, ufff, por cierto mi polla no es gran cosa, unos 16 cm, pero se pone muy dura y es bonita, porque hay pollas muy feas!!! rosadita, suave, sin operar de fimosis, me gusta y a Ana creo que también, aunque reconozco que hubiera preferido que fuese más grande. Estaba a punto de correrme, siempre había querido hacerlo en su cara o en su boca, pero a ella no le gustaba, así que solía hacerlo en sus tetas. Pocos segundos antes de correrme solía decirle que si me dejaba correrme en sus tetas y que después las limpiaría con mi boca, pero siempre me quedaba en la primera parte, en la de correrme en sus pechos, pero luego se las limpiaba en la ducha...

Aparté su mano de mi berga y la cogí con la mía, ella aparto su boca de mis huevos, se quedó tumbada, tocándose las tetas y...

  • Vamos, vamos correte en mis tetas, correteeeee, venga, correteeeeeee!!!!!!!!!!

Al oír eso no pude aguantar más y empecé a soltar chorros de leche sobre sus tetas, sobre el body que las cubría que al ser negro resaltaba aún más mi semen.

  • Uffffffff, joderrrr que cachondo me tienes hoy, ufffff mira como te he puesto de leche. - Dije yo

  • Pues ahora me tienes que limpiar las tetas!!! las quiero sin gota de leche, déjamelas sin gota de tu leche.

Al oír esas palabras me puse aún más cachondo nunca había probado mi corrida, pero siempre me había dado mucho morbo pensarlo y en el momento antes de correrme lo hubiera hecho mil veces, pero después de correrme me venía el bajón y ya no era lo mismo. Pero hoy seguía excitado y empecé a recorrer mi lengua por sus pezones llenos de mi semen, chupándolas, recorriendo cada uno de mis chorros, dejándole las tetas limpias...

  • ¿Te gusta lu lefa? Me está poniendo muy cachonda que me las limpies. - Ana

Sin decirle una palabra me acerqué a darle un beso, mis labios estaban humedecidos, en mi boca cumulado todo el semen que había recogido de sus pechos... y justo en ese momento otro WhatsApp... pensé que sería la excusa perfecta para que apartara su boca, pero al contrario me agarró por la nuca y me besó compartiendo todos mis fluidos en nuestras bocas, estuvimos así cerca de 1 minuto, besándonos, pasando de una boca a otra el elixir de la vida...

  • ¿Qué te ha pasado hoy? No parecías la misma. - Yo

  • Lo dices como sino te hubiese gustado. - Ana

  • Que no!!!!! Me ha encantado, me has hecho el más feliz del mundo confinado!!! - Yo

  • Ayer decidí que tenemos que aprovechar la vida, fíjate lo que está pasando, ninguno de nosotros sabe si seguirá aquí mañana, que mañana, dentro de un rato... Así que si tenías tantas ganas de hacer estas cosas, igual no estaban tan mal, pero para saberlo había que probarlo. - Ana

  • ¿Y qué te ha parecido? - Yo

  • Que seguiremos practicándolas y añadiendo nuevas cositas!!! - Ana

  • Gracias cariño!!! Esto es lo ÚNICO que voy a tener que agradecer a esta situación de confinamiento!!! - Yo

Nos dimos una ducha, nos pusimos cómodos y bajamos al sofá. Ana miró su móvil, puso cara de sorpresa e incluso se puso un poco roja...

  • ¿Qué pasa cariño? - Yo

  • Hostia... que los vecino nos han oído... - Ana

  • ¿Y se quejan? - Yo

  • Nooo, mira que dice Marta, "vaya fiestecita os estáis pegando vecinos!!! nos estáis poniendo como motos!!!" - Ana

Marta y Roberto, son nuestros vecinos, alrededor de 5 años más jóvenes que nosotros, de buen ver, pero tampoco de pasarse el día en el gimnasio. Marta tiene un culo increíble y unas tetitas pequeñas pero que parecen estar aún en su sitio, tal vez las tenga operadas porque parecen demasiado firmes para su edad. Roberto por su parte es un tío normal, menos barriga que yo, y de aproximadamente la misma estatura.

  • Jajaja. - Yo

  • El otro WhatsApp también es de ella, "por vuestra culpa, tarde de sombrassss". Mira la foto que ha enviado. - Ana.

Había enviado una foto suya hecha frente al espejo, de medio cuerpo, con una máscara, al más puro estilo de las 50 sombras de Grey, con un corpiño negro bien apretado.

  • Joder con la vecinita!!! - Yo

  • Está muy sexy... después de la foto ya no me da tanta vergüenza mis gritos. - Ana

  • Vamos a arriba, a ver si se les oye. - Yo

  • Eyyy!!! cerdo!!! - Dijo Ana mientras corría escaleras arriba riéndose.

  • ¿Cerdo yo? eso tú, guarrilla que te ha faltado tiempo. - Yo

Llegamos arriba y pusimos cada uno su oreja pegada a la pared...

  • Sigue, sigueeee, sigueee, no paresss, no paressss!!!! - Se oía decir a Marta.

Se escuchaba como le estaba cacheando en el trasero.

  • AAAhhhhhh!!! más fuerte, pégame más fuerte!!! - Marta

Nos mirábamos y soneíamos sin apartar nuestros oídos de la pared. Ana cogío su móvil y se puso a escribir,

"Parece que no os ha faltado mucho para poneros en acción!!! Muy buena la foto, estás muy, pero que muy sexy!!! Podéis seguir enviando las que queráis!!!"

  • Déjalos, no les toques las pelotas ahora que están entretenidos!!! - Yo

  • No creo que lo lean ahora. - Ana

Seguiamos oyendo las palabras y los gemidos de la pareja durante un buen rato. Iban subiendo de tono.

  • Te gusta zorra, te gusta que te folle así!!! - Roberto

  • Siii, siii, sigue, sigue que me voy a correr- - Marta

Al momento se escucho a Marta como si la estuvieran matando, gritaba como una loca, creo que incluso algo exagerado, mientras llegaba al momento máximo de su placer.

Tras un par de minutos de silencio:

  • Dame tu leche, correte, correte, la quiero beber toda!!! - Marta

A lo que era en ese momento quien Roberto gemía de placer, ni mucho menos tanto como Ana, pero también en un tono elevado.

Pasarón varios minutos hasta que volvió a sonar otro WhatsApp...

  • Hostiaaaa!!!!! "Final de fiesta... con mucho sabor.". Mira, mira la foto de final de fiesta!!! - Ana

Me enseño el móvil, una foto de Marta, con la máscara aún puesta y con la cara llena de chorretones de semen...

  • Joder con los vecinos, parece que en el confinamiento nos estamos volviendo todos muy marranos!!!. - Yo

  • Que fuerte!!! Igual se han pasado un poco, ¿no? - Ana

  • ¿Te molesta? Creo que lo han hecho en un momento que estaban muy cachondos, como nosotros antes que no nos importaba que nos oyeran.

Al cabo de aproximadamente una hora, recibimos otro mensaje de nuestros vecinos, "perdonar pero es que estábamos muy excitados y como nos estamos volviendo medio locos todos no lo hemos pensado demasiado. Mil disculpas."

Continuará..... si vosotr@s quereis, si os ha gustado o si he conseguido distraeros de esta situación que estamos viviendo.