Imagina i
El diario de Sinfin y mundo paralelo donde todo es posible
Hola a todos, me llamo Sinfin y esto es Imagina. Tengo 20 años y ya casi soy un brujo. No, no soy Harry Potter ni voy a Hogwarts. Mi vida es totalmente normal, o casi normal. Actualmente vivo en Imagina, una dimensión más o menos paralela a la vuestra en la que la magia es el día a día y casi todo es posible. Este es mi diario y aquí comienza mi historia.
Mierda, mierda, mierda. Como todos los lunes me había vuelto a dormir, la profesora Endina me había avisado, a la próxima falta llamaría a mi madre y era algo que mejor no pasara. Mi paja de cada mañana tendría que esperar, ya me escaparía a la hora del recreo jejeje me vestí con lo primero que cogí y salí corriendo. Sabía de sobra que no llegaría a tiempo para coger el autobús, así que mas daba una bronca que dos, me fui al estanque que había en la puerta de casa y esperando no desaparecer para siempre en la zona húmeda salté “traslación”. Vaya estaba en el instituto pero no donde yo esperaba. Estaba en la piscina. Si pasaba por el secante no llegaría a tiempo a clase. La profesora Endina ya estaba dentro de clase de espaldas a la pizarra. Tanto esfuerzo no había servido de nada, si entraba ahora se daría cuenta, casi hubiera sido mejor perderme en la zona húmeda.
Justo cuando me estaba dando la vuelta una de las persianas de la clase cayó a plomo, haciendo que la profesora se girase a ver qué había pasado. Momento en el que entre corriendo a la clase y me senté en mi pupitre como si llevase allí toda la mañana.
- Me debes una- me dijo Kiros, mi compañero. - ummm y viendo como se te pega el pantalón vaquero al cuerpo ya creo que se lo que quiero.
-Tío me has salvado la vida, joder no me mires así que no hace falta ser telepata para saber en lo que estas pensado- Kiros tenía poderes mentales y si no fuera porque en la casa de acogida habían drenado su magia sería capaz de mover todo el instituto hasta su propia calle por no moverse.
-Señores Sinfin y Kiros- dijo la profesora Endina siguiendo el rastro de agua hasta mi sitio – Se que esto es cosa vuestra, así que cuando acaben las clases os vais a quedar para arreglar la persiana y limpiar los cristales, por dentro y por fuera. Ahora empecemos con la química.
No sé qué esperabais ¿artes oscuras? En Imagina las clases son como en todos los institutos del mundo solo que un par de veces por semana damos clases de que somos capaces de hacer y de cómo controlar nuestros poderes.
Al terminar las tres primeras clases ya estaba casi seco aun así que decidí ir a los vestuarios de la piscina a terminar de secarla. Entre en uno de los secantes y me desnude, vaya con las prisas no me había puesto ropa interior, normal que Kiros se hubiera dado cuenta del bulto que marcaba.
Tengo que reconocer que pese a que no voy mucho al gimnasio tengo un buen cuerpo gracias al futbol, a la natación y algunos de los hechizos de maquillaje de la bruja de mi hermana, que hacen q me resalten los músculos y no tenga vello en el cuerpo. Mido 1.77m peso 70 kilos mis ojos son tan verdes como las hojas que brotan nuevas y mi pelo negro y muy liso, tanto que es indomable, tanto que ni con los hechizos he conseguido hacer nunca nada con él.
Mientras mi ropa se secaba oí que las puertas de los secantes se abrían, cosa bastante rara pues el equipo de natación estaba fuera en una competición además de que no se oía a nadie hablando. El pasador de mi secador se corrió y la puerta se abrió de par en par a la vez que todas las demás se cerraban y antes de que me pudiera girar note que unas manos me cogían de la cintura y unos fuertes pectorales se pegaban a mi espalda, Kiros. Si había algo que le gustaba al telepata era montar entradas triunfales y los hombres, entre todos los hombres yo era uno de sus preferidos
Sus manos pasaron de mi cintura a mi rabo que sabiendo lo que le esperaba ya estaba apuntando hacia arriba en su pleno esplendor. Kiros acariciaba ligeramente mis pelotas depiladas con una mano mientras que con la otra masturbaba mis 18cm de polla lentamente, Kiros decía que aunque no era de las más grandes que había visto le encantaba por lo dura que se me ponía y lo que se pegaba a mi estomago cuando tenía una erección. Le hice notar a Kiros que estábamos en un secante y mi rabo estaba demasiado seco, Kiros capto la indirecta y me hizo girar a la vez que se ponía de rodillas, solo se detuvo unos segundo para olerme el rabo antes de metérselo en la boca. Yo siempre decía que lo más impresionante del telépata no eran sus poderes. Kiros continuaba con su labor de mamármela sin usar las manos, las cuales iban de mis pelotas a mi culo. Mire hacia abajo para ver a mi compañero de mesa comiéndome el rabo. Era un hermoso ejemplar de 1.90 totalmente lampiño de piel blanca y cuerpo fibrado de forma natural con el pelo rubio que le caía por debajo de los hombros y que siempre llevaba recogido en una coleta. Como no tenía padres nadie en el instituto sabía a que raza pertenecía, ni siquiera él. Pero eso es otra historia
Mientras Kiros continuaba con su felación vi como su cinturón se despasaba, la cremallera bajaba y sus pantalones se bajaban, follar con un telépata era todo ventajas. Deje mi mente en blanco porque me gustaba sorprenderlo y me deje llevar por el instinto. Después de más de 15 minutos de comerme la polla era hora de correrme o pasar a la siguiente fase pues el recreo estaba a punto de terminar. Cogí a Kiros de los hombros, lo levante y le di la vuelta. Esta vez era él quien estaba de espaldas y no hacía falta leer la mente para saber qué es lo que quería hacerle
Lo siento, pero no tenemos tiempo para ser románticos- le dije al oído.
Cállate y fóllame, que es para lo que he venido- fue su contestación.
Mi polla estaba tan húmeda por su saliva, que no me costó apenas entrar dentro de él. Una vez toda mi polla estuvo dentro de su culo este se cerró apretando mi polla de tal forma que solo estando así me podría haber corrido pero quería que Kiros disfrutara y empecé a moverme. A los 5 minutos le estaba dando unas embestidas que si no hubiera estado sujetando la puerta mentalmente, se hubiera abierto y habríamos caído al suelo, aun así habría continuado follandomelo. Kiros gemina a pleno pulmón pues si bien mi polla no es de las más largas si es tremendamente gorda y sabia que le estaba dando todo el placer que él quería. Se la sacaba completamente, le dejaba coger aire y se la volvía a meter hasta dentro. La sirena que marcaba el final del recreo, también marcaba la hora de terminar con el polvo, le di un último empujón y me corrí abundantemente dentro de él, a la vez que Kiros se corría sobre la puerta del secante.
25 minutos, no ha estado mal pero esto no compensa el marrón de esta mañana ¿Vamos a tu casa a la salida de clase?- me dijo aun con mi rabo dentro del culo.
Está bien, pero solo porque te debo una- el sabia que me molaba follar juntos, pero me encantaba picarlo- retención , esto mantendrá mi leche dentro de ti, así no necesitare lubricarte cuando te folle en la alfombra de casa- le dije mientras sacaba mi rabo y encantaba si culo
Una vez pasada la excitación nos dimos cuenta de que o nos dábamos prisa o llegaríamos tarde a clase y yo con un casi retraso al día ya tenía bastante. Nos vestimos deprisa, mi ropa estaba más que seca y salimos corriendo hacia clase. Milagrosamente llegamos bastante antes que el profesor de matemáticas (si aunque seamos sobrenaturales también necesitamos saber matemáticas) por alguna extraña razón cuando Kiros tenía prisa el tiempo pasaba más despacio. Al ir hasta nuestro sitio pasamos por delante de Sargo, el increíble capitán del equipo de baloncesto además de un buen ejemplar de hombre lobo.
- Oléis a sexo, dais asco, la próxima vez podríais lavaros después de follar. O invitarme por lo menos, eso haría más llevadero vuestro olor.
Las siguientes 3 horas se me hicieron eternas, Kiros no ayudaba a que me concentrara en las clases y no paraba de bombardear mi mente con imágenes de lo que podía pasar cuando llegáramos a casa. Ya me dolían las pelotas y tenía una mancha de preseminal cuando sonó la sirena.
Vámonos que no aguanto más, si hace falta te llevo con la traslación, terminemos donde terminemos- le dije mientras le cogía de la mano y tiraba de él para que se levantase, estaba ansioso por volvérmelo a follar.
Está bien, está bien jejeje pero vamos en la moto que no me fio ni de ti ni de tu magia cuando estas tan… ¿nervioso?.
Kiros era de las pocas personas que tenía un vehículo que no funcionara con magia en Imagina y que no fuera un animal por supuesto, de donde la había sacado y quien había pagado la fortuna que costaba introducir un objeto así en Imagina era todo un misterio. Tampoco se sabía como había conseguido el permiso para circular pues no se tenían referencias claras de la edad de Kiros y si era mayor de edad.
Me puse el casco y me subí a la moto tan pronto como Kiros la tuvo encendida y lista para irnos a casa, era mi oportunidad de devolverle el favor que su tortura mental había provocado en mí durante las horas de clase. Pegué a su trasero todo lo que pude mi paquete, que seguía tan duro como antes, en lugar de apoyar mis manos en el depósito lo hice en su entrepierna y esta vez no fue la moto lo único que ronroneo, estuve todo el trayecto acariciándolo, su verga ya se encontraba tan dura como la mía, solo que era mucho más gorda y larga. Quien diga que los altos no la tienen grande es que no conocen a Kiros. Se notaba que tenía tantas ganas como yo de llegar, pues nunca lo había visto conducir así de rápido.
Una vez más que el tiempo se adaptaba a las necesidades de Kiros y en tan solo 5 minutos habíamos completado un trayecto que con el autobús llevaba más de media hora.
Levanta las protecciones de tu casa, no quiero que nos detecte como un objeto extraño la barrera mágica.
Ya está, no sé qué pretendes pero como pises el jardín con la moto mi madre nos mata.
Cuando solo faltaban unos veinte metros para llegar a casa vi que la puerta del jardín se abría, como si yo mismo estuviese entrando, con la puerta de casa paso lo mismo. El muy cabrón pensaba entrar con la moto dentro de casa. Definitivamente mi madre me mataba, varias veces. Antes de que pudiera decirle que no lo hiciera ya estaba derrapando en el comedor de casa. Mire el parquet para ver si costaría cubrir mucho las frenadas con magia. Era increíble estaba intacto. Kiros había hecho levitar la moto desde la entrada de casa hasta el comedor sin ni siquiera parar el motor, yo no era capaz de doblar ni una cuchara y era uno de los mejores brujos de mi promoción, vale solo había tres en clase pero yo era casi el mejor.
Kiros dejo la moto flotando a un centímetro del suelo, cuando me di cuenta el ya había bajado se había quitado el casco y había abierto mentalmente el sofá cama del salón, definitivamente no íbamos a llegar a mi cuarto y la verdad tampoco me importaba mucho.
Avise a Kiros que no era el único que sabía algo de magia, le di un empujón y lo tire al sofá, cadenas , antes de que pudiera moverse, había hecho un hechizo de presa sobre sus muñecas y tobillos de forma que lo tenía inmovilizado formando un aspa en el sofá de mi casa. Me quite el casco y lo mire a los ojos, desnudos, toda nuestra ropa había desaparecido y formaba un montón sobre la moto.
La visión era increíble, un guerrero rubio que haría temblar al mismísimo Thor completamente desnudo en el sofá de mi casa y con una polla de casi 22 centímetros completamente tiesa. Era el momento de compensarle por el polvo del secante.
Me tumbe sobre él y aunque si hubiese querido me podría haber parado en el aire, Kiros se dejó hacer. Nos besamos como si fuera un trámite para pasar a la siguiente fase, rápido, mordiéndonos los labios y con tanta pasión que no teníamos tiempo para respirar. Fui bajando por su cuello con mis labios mientras notaba su verga palpitar en mi abdomen, estaba realmente bueno y me dejaría hacer con él todo lo que quisiera. Mordí uno de sus pezones algo más fuerte de lo normal, le encantaba pero no pudo evitar que el ligero dolor le hiciera arquear la espalda pegando aun más a mí su rabo. Kiros era versátil aunque siempre me dejaba que lo penetrara yo a él, sino no fuera porque podía leer mi rechazo absoluto a ser pasivo en momentos como aquellos me habría lanzado sobre su polla y me habría follado brutalmente, podía leerlo en sus ojos. Por fin llegue a su polla, la cogí notando lo dura que estaba, por mucho que apretase era incapaz de cerrar completamente la mano, al contrario que la mía la suya era completamente recta, tan blanca como el resto de su piel y tan suave como la piel de un bebe. Me hubiera gustado torturarlo un poco mas pero estaba deseoso de comerme aquel pollón así que sin pensarlo me lo lleve a la boca y me trague todo lo que pude, que era bastante, lo que yo no me pude tragar lo clavó Kiros con un golpe de pelvis, a la vez que mentalmente me decía que aguantara así un rato, hice lo que pude y cuando notaba que me ahogaba me la tuve que sacar dejando un hilo de abundante saliva que iba de su rabo a mi boca. Cuando estuve recuperado continúe con la mamada llevando esta vez yo el ritmo, Kiros que estaba inmóvil aun, no paraba de gemir y de mandarme mensajes mentales de lo mucho que le gustaba lo que estaba haciendo pero que ya no podía aguantar las ganas de follar.
Arriba , las cadenas mágicas tiraron de Kiros elevándolo unos centímetros sobre el sofá de forma que su culo quedo a la altura justa de mi polla estando yo de rodillas sobre la improvisada cama. Apoye mi polla en su culo y a la vez que liberaba el hechizo de retención, de forma que todo el semen de polvo anterior actuó de lubricante natural y de un solo empujón ya estaba toda dentro, Kiros soltó un grito ahogado a la vez que se mordía los labios al sentir mi envite dentro de él, no se cuando estuve follándomelo lentamente esperando que me pidiera mas, sabía que podía leer mi mente y hasta que no lo dijera continuaría así, además de un polvo era un pulso de voluntades. Estaba a punto de ceder cuando Kiros sonriendo me dijo que le diera más fuerte, sabía que había podido ganar de haber querido pero le daba lo mismo, los dos sabíamos que su voluntad podía ser de piedra.
Empecé a follármelo con todas mis fuerzas, sacando mi polla completamente para volvérsela a meter mientras mi amigo flotaba en el aire, como no se podía tocar por estar encadenado yo le pajeaba a la vez que me lo follaba, lo único que se oían eran nuestros gemidos y mis pelotas golpeando su culo. Me pidió que lo liberara y yo solté las cadenas. Antes de caer al sofá y sin sacarse mi polla del culo se giro en el aire cayendo a 4 patas. Era la señal de que no iba a tardar en correrse así que acelere el ritmo aun mas si era posible notando como Kiros hacia fuerza con el esfínter para darme el mayor placer posible mientras se masturbaba. Me aviso de que se corría y yo hice lo mismo, dando un último empujón me corrí en su culo por segunda vez en un día. A la vez que nos corríamos oí un golpe seco. Había perdido la concentración y la moto había caído al suelo. Mierda.
Kiros se levanto sacándose mi polla del culo, mi semen resbalo por su ojete y antes de caer al suelo se formo una pequeña esfera que subió flotando para unirse con otra mayor que flotaba a la altura de su pecho, aquel chico se corría como un verdadero toro. Las dos esferas se fusionaron y ya formando una sola, subieron hasta la boca de Kiros que con gusto paladeo nuestras dos corridas juntas. Me encantaba ver como lo hacía. Se acerco a mí y sin darme posibilidad alguna me beso, pasándome parte del semen que le quedaba en la boca, aquello ya me gustaba menos. Afortunadamente los seres sobrenaturales no podíamos tener ets.
- ¿Qué tal si me vistes enano? Si no me doy prisa me cerraran el hogar de acogida y viendo la marca de la pata de cabra en el parquet prefiero no tener que dormir en tu casa hoy
Nos vestí usando otro encanta y Kiros se marcho con su moto flotando a unos centímetros del suelo y cerrando las puestas a su paso. Lancé un conjuro al suelo esperando que mi madre no notara el desperfecto, si lo hacía desde luego había merecido la pena.