Imagina ...

Imagina que te levantas y vas hasta allí andando despacito, contoneándote suavemente mientras tus tetas desnudas se bambolean. Imagina que entras en el agua delante de ellos, entre sus dos cañas, y cuando apenas te llega a las rodillas te agachas lentamente para mojarte las manos, ofreciendo a su vista tu culito redondo y atlético en el que queda sumergida la mínima tela de tu mínimo tanga.

Imagina

El pasado fin de semana aprovechamos el buen tiempo y nos fuimos a la playa. Hacía un día estupendo, soleado sin apenas brisa pero sin el calor agobiante de pleno verano. Además había poca gente. Nos echamos en las tumbonas y nos dejamos atontar por el solecito, curioseando a nuestro alrededor ... "Mira aquellos de allí" te dije señalando a dos tipos que estaban a unos quince metros de nosotros con sus cañas de pescar clavadas en la arena y pintas de aburridos.

.... Imagina que te levantas y vas hasta allí andando despacito, contoneándote suavemente mientras tus tetas desnudas se bambolean. Imagina que entras en el agua delante de ellos, entre sus dos cañas, y cuando apenas te llega a las rodillas te agachas lentamente para mojarte las manos, ofreciendo a su vista tu culito redondo y atlético en el que queda sumergida la mínima tela de tu mínimo tanga. Ahí te recreas un ratito echándote agua en la cara y el pecho, satisfecha ante la seguridad de haber llamado su atención.  Te lanzas de cabeza y nadas mar adentro, te sumerges y vuelves atrás nadando hasta casi llegar a la orilla

Imagina que entonces te levantas, con el agua chorreando desde tu pelo, las gotas deslizándose sobre tu piel, los pezones tiesos por la frialdad del agua y el calor que tú desprendes, la carne de gallina, la poca tela del tanga blanco pegada a tu pubis mostrando a todo el que quiera saberlo que allí no hay pelo que estorbe el camino hacia tu dulce rajita, que se insinúa golosa sorbiendo la telita que apenas la cubre

Imagina que te diriges a ellos, que te miran boquiabiertos e intentando disimular su excitación, y les preguntas con voz suave que si tienen protector solar, que a ti se te ha olvidado y no quisieras quemarte por culpa de tu mala memoria

Imagina que una vez que, nerviosos, te ofrecen sus botes de crema te los vuelcas en las manos y comienzas a extenderla por una de tus piernas que levantas y apoyas sobre la nevera en la que guardan las cervezas. Te masajeas la pantorrilla, el muslo, la ingle... cambias de pierna y repites los movimientos suaves, relajados, calidos, provocadores. De ahí tus manos pasan a tu vientre, untan tus pechos embadurnándolos con la leche blanca y tibia

Imagina que te das la vuelta y, ofreciéndoles el tarro, les pides que si te pueden ayudar y darte cremita por la espalda, que tú no te llegas. El más atrevido te dice que claro que sí. Al otro le pides que te muestre las manos, se las llenas de leche solar y le ordenas que se agache y te de en las piernas por detrás, sin olvidarse del culito, que lo tienes muy delicado….

Te oigo respirar y sé que lo estás imaginando. Te miro de reojo y no me cabe duda. Tus manos picotean tus pezones, tus labios entreabiertos están húmedos y brillantes.

Imagina que mientras que el que está agachado pasea las manos sobre tu culo, tú te apartas el hilito posterior del tanga y le dices ingenuamente que así podrá extender mejor la crema, que no quieres que quede ni un milímetro de tu sensible piel sin protección. Te inclinas un poco hacia delante liberando así ante sus ojos, ante su boca, tu agujerito pequeño y redondito. Sus dedos lo masajean, lo cubren de crema, abren camino en él. Primero uno, luego otro, luego dos a la vez

Vaya que si imaginas. A tu respiración se unen pequeños ronroneos, tus manos bajan desde las tetas hacia el sur. Doblas las rodillas, levantas la pelvis y, apartando el tanga hacia un lado, empiezas a acariciarte los labios, la entrada de la vagina, el clítoris….

. Imagina que mirando de reojo ves como se abulta el bañador del que permanece en pie, con su polla luchando por liberarse de la tela. Te compadeces y le pasas la mano por encima como si fuera un perrito juguetón. Acaricias su polla dura y palpitante a través de la tela para después, mientras él te acaricia las tetas, meter tu mano por la cinturilla agarrando la polla entre tus dedos y liberándola de su encierro.  La miras y observas como le gotea por la puntita un aviso de lo que no tardará en llegar

Tus manos continúan acariciando tus zonas erótico-festivas, aprisionando el clítoris entre el pulgar y el índice de una mano mientras los dedos de la otra entran y salen de tu coño

Imagina que te arrodillas y te llevas a la boca la polla que acabas de liberar mientras el otro pescador sigue jugando con tu culo. Lo besa, lo lame, lo mordisquea, mete su lengua, mete sus dedos…. Mete su polla, poquito a poco, con delicadeza. Aunque tú sabes que es innecesario. La excitación te dilata, te abre, y la crema derretida por el calor de tu cuerpo se convierte en un río que fluye y acompaña a su polla en el camino hacia tu interior. Te dejas llevar por el ritmo de sus acometidas para llevar el compás con la mamada que le haces al otro

Te vuelvo a mirar y veo tus piernas húmedas, la tumbona empapada, tus dedos aumentando el ritmo, cada vez más rápidos, cada vez más hondos, como si tu chochito quisiera tragarse tu mano, tu brazo, todo lo que se ponga a su alcance….

Imagina que imaginas que si tragas la polla de uno lo suficientemente honda y el otro te penetra lo suficientemente profundo, quedarías ensartada entre dos pollas que se buscan como animales salvajes en tu interior. Notas en tu garganta como palpita la polla de uno deseando explotar, notas en tu culo como la polla del otro comienza a vibrar

No necesito mirarte. Oigo como jadeas, oigo el chof chof de tu coño al ser follado por tus manos

Imagina que en ese momento te sacas la polla de la boca y le ordenas al otro parar en sus arremetidas. Lo haces tumbarse boca arriba y te sientas sobre él, metiéndote la polla en el, hasta ahora, abandonado coño. Te inclinas hacia delante sobre su pecho y ofreciéndole tu culo al otro le ordenas que se encargue de él. Su polla entra y te rellena como si hubiera sido creada para ti….

Vuelvo a echarle una miradita a tu boca entreabierta con los labios hinchados de los que gotea saliva, a tus ojos cerrados, tus pezones intentando escapar de tu cuerpo….

. Imagina que ordenas al de abajo que se quede quietecito, su pene inflamado dentro de ti, mientras que  te aprietas contra su pelvis restregándole el clítoris y buscas que su polla llegue hondo, muy hondo, y la aprisionas allí presionándote, a punto de estallar

Tu respiración hace rato que se convirtió en jadeos incontrolados y ahora pasa a ser un gemido continuo que sigue el ritmo que tus manos marcan sobre tu coño

. Imagina que le dices al otro que no piense en nada, que cabalgue sin control, que haga hervir tu culo con las embestidas de su polla. Te obedece, claro que te obedece, y su polla entra y sale de ti una y otra vez, cada vez más adentro como si quisiera traspasarte, cada vez que sale haciendo que sientas que explotas….

La tumbona cruje bajo los movimientos de tu cuerpo, tu chochito es un río que se desborda, tus manos vuelan solas, empiezas a gritar

. Imagina que te sientes  emparedada entre dos pollas a punto de reventar, sabes que vas a correrte de un momento a otro y disfrutas de la sensación de estar llena y del poder que tienes sobre esos dos tipos. Notas como sus pollas casi se tocan dentro de ti, sus gruñidos llenan el aire

Gruñes, gritas, tu cuerpo se descontrola, las piernas te tiemblan convulsas, caen a la arena….

. Imagina que explotan dentro de ti, que te llenan el coño y el culo con su esperma caliente. Se corren sin fin, colmándote, desbordándote

Llega el momento, todo tu cuerpo es un puro espasmo

. Imagina que te corres salvaje, descontrolada, que explotas, arañas, muerdes, aullas entre espasmos

Te corres sin control, estallas, casi te caes de la tumbona…. Mientras los temblores van pasando te ríes, babeas, relajas tu cuerpo hasta hace un momento agitado y tenso. Desde lejos los dos pescadores te miran sin saber lo que sucede… si pudieran imaginar