Ilusiones 4
Los mejores días de la vida...
4 Cuarta
Los siguientes días fueron, como podría decirse, los más hermosos se la vida de Laura. A pesar de que su antiguo grupo había empezado a molestarle e insultarle más por cada día que pasaba, se sentía realmente feliz siendo amiga de Alison, ella le alegraba los días, los llenaba de tanta luz. Y cada día le tenía mucha más confianza que antes. Ya jugaban, reían y nunca les faltaba tema de plática.
El mes yacía pasando en esa situación: molestias, amistad de Alison, más molestias, felicidad con Alison. Podía decir, que cada día que pasaba, a pesar de que no tenían ninguna relación amorosa, se enamoraba más de ella, le gustaban más sus ojos, tenía más ganas de tenerla siempre en sus brazos.
Un día cualquiera, luego de dos semanas de “vida casi perfecta” Alison invitó a Laura a su casa, más que todo para explicarle unas cuantas cosas sobre la materia de Matemáticas, una materia que supuestamente Laura no entendía (en realidad sí la entendía, sólo era un pretexto para pasar más tiempo al lado de su amiga).
Llegaron a casa de Alison luego de las clases de esa mañana.
-Siéntete como en tu casa – sonrió la chica, dejando su mochila a un lado del sillón. Laura fue corriendo a botarse al sillón con toda la confianza del mundo. La otra le miró extrañada y casi molesta – hey…
-Dijiste que me sintiera como en casa – sonrió Laura de manera traviesa, subiendo los pies al sillón.
-Noo – negó Alison bajando sus pies con sus manos – no hagas eso! - Laura sólo rió mirándole radiante.
Aquella tarde simplemente se dedicaron a reír y bromear. Fueron a la habitación de Alison y cuando ésta quería hacer alguno de los deberes que les habían encargado en la escuela, Laura prefería no hacerlos y le contagiaba esa pereza y relajación.
-Hey, que el trabajo de Filosofía es largo – se quejaba la muchacha intentando concentrarse en los deberes.
-¿Filosofía? – Resopló Laura, echada en la cama de la chica, con los brazos apoyados bajo su cuello – mira que… odio a la maestra esa…
-¿En serio? ¿Y eso por qué? – se extrañó la otra volviendo a sus deberes mientras su amiga hablaba.
-¿No lo viste? Ella también me odia – rió – además me molestó desde un inicio…
-Ummm… se odian mutuamente… - observó Alison acomodándose las gafas y observándole fijamente, luego bromeó - ¿sabías que del odio al amor hay un solo paso?
Por un momento el ambiente quedó en completo silencio y la expresión de Laura era de completo horror… mientras Alison se aguantaba las ganas de partirse de la risa por lo que había dicho.
-¿Qué dijiste Alison? – decía la chica, incrédula.
-Sabía que pondrías esa cara – rió la muchachita volviendo a sus deberes – no lo dije en serio – rió; pero luego levantó la vista y le miró fijamente a los ojos. Laura por un momento sintió esa mirada, era extraña… no sabía qué significaba; pero le gustaba, todo lo que viniera de Alison le gustaba… se perdió en sus ojos durante un momento. Sin embargo, la muchacha del cabello castaño bajó la vista de nuevo a su cuaderno – te ves bonita Laura… - musitó.
Fue una sensación indescriptible, la chica por poco se lanzaba por la ventana de la felicidad, oír esas palabras fueron como una bendición que no se esperaba; pero no dijo nada, simplemente se quedó estática con las mariposas revoloteando por su estómago y su corazón latiendo a mil por segundo, no podía ser!! Rayos!! Por fin había notado todo el esfuerzo que Laura hacía para verse bonita para ella y lo hacía sólo por ella!! Una fiesta interior se hacía presente en su ser y a pesar de que no quería demostrar su “triunfo” no podía evitar tener una sonrisa de oreja a oreja.
-Hablas en serio? – preguntó para asegurarse de que no sería una simple ilusión.
-Nunca digo cosas de mentira – rió Alison observándole de nuevo, con esa mirada… Dios… esa mirada. La tenía dominada por completo.
-Gracias – se limitó a decir mientras le observaba y se conformaba con observarla, sólo observarla… Hasta que Ali lo notó.
-Deja de mirarme – rió algo incómoda.
-Que deje de mirarte?? – se burló Laura levantándose de la cama y acercándose a ella mirándole fijamente a modo de molestarle; pero se dio cuenta en menos de un segundo de lo cerca que se había puesto de Alison, quien simplemente le observaba fijamente, como si el tiempo se hubiera detenido. “Es ahora o nunca” , se decía Laura, mientras de nuevo, su instinto temerario se apoderaba de ella y un increíble valor y decisión para besar a Alison se hacía presente.
-Laura – musitó la otra casi sin voz, la chica no lo entendía; pero parecía que ese “Laura” que había oído era complaciente.
-¡¡Alison!! ¡Ya llegué! – se oyó la voz de Oscar, el hermano de Alison, entrando a la casa y subiendo las gradas casi corriendo, mientras Laura se alejaba de Alison abruptamente – estoy muy atrasado!! – decía el muchacho, apurado –Hola!! – saludó en la puerta del cuarto y se pasó a su propia habitación para alistarse para el trabajo. Mientras por alguna razón, Laura se sentía demasiado avergonzada como para mirar a Alison a los ojos.
Cuando el muchacho salió, se despidió de igual forma, muy apurado.
-Bueno… ya debo irme – musitó Laura – ya es tarde Alison…
-Laura – oyó la voz de la muchachita de gafas – gracias por acompañarme esta tarde – se levantó de la silla y le sonrió dulcemente – estoy comenzando a confiar en ti… - le abrazó cálidamente.
Realmente, eso que estaba viviendo era un sueño, Alison allí, abrazándole, diciéndole que ya le tenía más confianza, hablándole bien, riendo con ella. Laura no podía esperar algo mejor, incluso, había estado a punto de besarla!! No necesitaba más señales, sólo iba a esperar el mejor momento para decirle sobre sus sentimientos.
Cuando volvió a su casa, estaba inundaba por un mar de ilusiones, imaginando cómo sería el que Alison acepte estar con ella como algo más… tan sólo la idea le hacía suspirar y se sentía casi loca y tonta de amor. Tomó su celular y le envió un mensaje a Alison.
“Hola! ^^ como estas? Yo aburrida… terminaste esa tarea de Filosofía??”
Esperó unos minutos y vibró su celular.
“-.- Laura… no me digas que aún no hiciste la tarea, yo ya estoy por acabarla ^^”
“Bueno, yo no la haré, mis exámenes están excelentes, no necesito 5 puntos de trabajo ^^”
“Perezosa… -.-“
“Qué fría :S”
“Fría quién?”
“Tú O.O”
“Ah… no… ve a hacer tu tarea... jeje… ”
Y era así como había terminado la conversación. Alison aún parecía un poco tímida; pero no le importaba, haría de todo para que confiara en ella. Y estaba ahora más que nunca, decidida a ganarse su amor.
Dos meses después…
-Oye Natalia – decía Laura, un día en que una vez más, se habían reunido en el departamento de soltera de la maestra.
-¿Qué sucede? – le preguntó ésta, volteándose a mirarle, yacían las dos echadas en la cama, como siempre, desnudas.
-Deberíamos hacer algo más… es decir – era la quinta vez que quería hablar sobre ese tema, ya no le gustaba tanto el hecho de sólo “acostarse” con su maestra, pues comenzó a sentir que sólo la querían para eso y nada más.
-¿Algo más? ¿Cómo qué? – preguntó Natalia, mirándole fijamente con esos hermosos ojos azules, que le intimidaban.
-Es decir… deberíamos salir… deberíamos… caminar juntas… compartir cosas…
-Laura ante todo – comenzó la maestra – ya lo hemos hablado miles de veces, para el mundo yo soy tu maestra y tú eres mi alumna, nada más.
-Es decir que sólo me consideras una alumna más? – su corazón comenzó a romperse.
-Otra vez con eso – resopló la mujer, levantándose de la cama y comenzando a vestirse rápidamente.
-Entonces sí es verdad? – decía la muchachita casi con lágrimas en los ojos.
-¿Cómo quieres que tenga algo más serio contigo si me reclamas por todo? No podemos tener una bonita tarde sin tus berrinches… - se quejó al tiempo que terminaba de ponerse una playera ajustada para salir.
-Pero Natalia…
-Me voy… ya sabes dónde queda la puerta de salida, saldré un momento, adiós – y era así cómo la maestra se iba y la dejaba sola una vez más, se preguntó si Alison sería así con ella de haber tenido una relación.
Llegó a casa y no quiso hablar con nadie, estaba de mal humor y simplemente se tiró a su cama, alzó su celular y revisó sus mensajes antiguos.
“-.- Laura… no me digas que aún no hiciste la tarea, yo ya estoy por acabarla ^^”
Alison, tan tierna que había sido con ella, se preguntaba si sería como con Natalia si al final hubieran podido tener una relación.
Dos meses antes…
Una vez más, fue a la escuela, podría haber pensado que su vida era monótona; pero no lo era, desde que se había vuelto amiga de Alison, todo era diferente y divertido. Aunque a decir verdad, aún peleaba con su antiguo grupo de amigas porque siempre querían molestarla y burlarse de ella, quien, con su orgullo aún muy en alto, no daba lugar a que no la molesten ni a ella y menos a Alison.
Fue un día que parecía ser normal, como cualquier otro de aquella semana que ya estaba por acabar, pues era jueves por la mañana y Laura se disponía a prepararse para el largo fin de semana, largo porque no podría ver a Alison; pero disfrutaría de su compañía lo más que pudiera.
Era así, cómo en toda aquélla mañana antes del receso, le escribía papelitos diciéndole lo aburrida que estaba, lo pronto que deseaba que llegara la hora del descanso. En eso pasó la mañana muy rápidamente y se hizo menos pesada de lo que esperaba.
-Laura debes comenzar a atender a las clases – decía Alison mientras iban a sentarse a su lugar de siempre, alejado de todo el resto del mundo.
-Están aburridas… - se quejaba su amiga mientras se arrojaba en la banquita en la que siempre se sentaban. Alison ya no insistió y simplemente rió con suavidad, observando a su alrededor y suspirando con tranquilidad.
Laura le miró atentamente, cada uno de sus movimientos. Rayos! Era tan hermosa… Y ese momento era como un sueño. No resistió y por un instante, alzó su mano y acarició el brazo de la muchacha, con mucha delicadeza, imaginaba cómo sería poder estar con ella de manera formal, como su pareja. Alison se dio cuenta de ello y volteó rápidamente.
-¿Qué sucede? – le preguntó; pero su voz era suave y la sonrisa que esbozaba era muy tierna. Tomó la mano de Laura y la puso entre las suyas; pero más como una actitud de juego, pues le daba suaves palmadas, como si aplaudiera sobre ella. La muchacha rió.
-¿Qué haces Alison? – preguntó sintiendo una vez más esas mariposas en el estómago.
-No lo sé – rió ella dejando su mano a un lado y mirándole… con esa mirada… el silencio desde hace unos días… se había convertido en casi una melodía que acompañaba lo mucho que le gustaba admirarle. Laura no lo aguantó y se acercó un poco a ella, no sabía realmente si lo que haría era una locura o una valiente acción…
-Alison… - llamó suavemente, estaba a una distancia de al menos quince centímetros de ella. Sin querer mojó sus labios.
-¿Sí? – respondió suavemente ella; pero su voz era diferente… hasta parecía complaciente.
-Me gustas… - musitó finalmente Laura, sintiendo ella misma un balde de agua fría y una sensación de “Dios mío!!! Ya lo dije!!!” y una especie de ganas de correr lejos de allí; pero su instinto y necesidad pudieron más que ello y rápidamente se acercó a ella y le besó, tomándole de la cintura y pegándose más a ella.
Realmente, no sabía lo que Alison sentía o estaba sintiendo o si recibiría una cachetada por lo que estaba haciendo; pero ese momento nunca lo olvidaría. De repente, con toda la alegría del mundo, sintió cómo la muchacha comenzaba a corresponderle. Se separó de ella suavemente.
-Alison… siempre me has gustado – le dijo con más confianza, mientras la chica le miraba a los ojos.
-Laura… - decía, como embelesada; pero… de repente todo cambió – espera… - se levantó – esto no está bien, no…
-¿Alison qué pasa? ¿Yo no te gusto? – le preguntó como si fuera algo natural.
-No lo sé – dudó Alison casi horrorizada – tengo mucho en qué pensar… lo siento… - la chica casi huyó de allí.
Qué horrible sensación, se le había declarado malinterpretando todos los gestos que Alison siempre le había hecho. ¿Qué pasaría ahora? Se sentía horrible, rechazada y por alguna razón, sentía que la amistad con la chica se había arruinado por completo. Tenía una presión en el pecho demasiado molesta, el beso había sido hermoso; pero el nudo que tenía en la garganta y lo temblantes que yacían sus extremidades le hacían tener ganas de vomitar. Se preguntaba si sentiría aquello si Alison hubiera reaccionado de otra manera.
Dos meses después…
Sonó su celular en la habitación, resopló y lo levantó, aún seguía recostada y de mal humor, sin ganas de nada y con esa horrible presión en el pecho.
-Hola… - respondió torpemente.
-Laura, soy Natalia…
-Ah… hola… - saludó sin ánimo.
-¿Podemos vernos? Quiero decirte algo… Estaré esperándote en la plaza del parque…
-Pero…
Se escuchó el sonido de la línea. Laura pensó un momento, se levantó pesadamente, se puso un pantalón, una playera adecuada, tennis y salió sin decir nada, esperando que sus padres no se hayan dado cuenta de su llegada ni de su reciente salida. No creía cómo, a pesar de que estaba enojada con Natalia, aún así salía a verla con sólo una llamada. Suspiró de nuevo y bajó la vista.
Al llegar al parque, no vio a la chica, volteó alrededor buscándole y nada. Se sentó en una banquita, resoplando y sintiendo el viento de verano.
-Buuu!! - oyó detrás de ella mientras sentía cómo le jalaban hacia atrás.
-Ayyy – a pesar de su falta de ánimo, sí se sobresaltó, cuando volteó, vio a Natalia sonriéndole. No tenía ningún traje formal de maestra, vestía pura ropa casual, con ello se veía más bonita y más joven – hola – saludó intentando mantener su tono frío y desanimado.
-Laura – la chica se sentó a su lado y puso un brazo alrededor de sus hombros y observó su expresión - ¿estás enojada conmigo? – le preguntó, con una sonrisa.
-Sí… - respondió la chica mirando hacia otro lado.
-Perdona por lo que te dije esta tarde… - se disculpó acariciando suavemente su mejilla – lo siento de verdad, para eso te llamé… pensé mucho en lo que dijiste…
-¿De verdad?
-Quiero estar contigo – sonrió Natalia. Laura no se lo podía creer – sé que sientes que estoy utilizándote; pero no es así… todo va a cambiar… no me importa si soy tu maestra, yo te quiero Laura… - con esto le abrazó y por primera vez en tanto tiempo, la muchachita sentía felicidad sincera, sonrió y se acurrucó en los brazos de aquella chica.
-Gracias…
Dos meses antes…
Por alguna razón no quería volver a su salón, le inundaba un pánico horrendo sabiendo que allí vería de nuevo a Alison, quien tal vez ya no querría hablarle. Con las piernas temblantes, volvió luego de que acabó el receso, vio que su amiga ya estaba sentada en el lugar de siempre; pero no volteó a mirarle, como siempre. Resopló y se sentó casi con miedo.
Las clases comenzaron a pasar y no se sentía con la capacidad de siquiera darse la vuelta y mirar a Alison; pero a la vez, tenía demasiadas ganas de verle y la ansiedad le carcomía las entrañas. Hasta que recibió un papelito de ella… doblado en cuatro. Lo abrió casi con desesperación, esperando que dijera que sí le quería, que sí sentía lo mismo. Pero lo que leyó… le rompió el corazón en mil pedazos…
“…Ya no podemos ser amigas… por favor, ya no me hables ni me busques…”
Continuará :3
Ese fue el capítulo!! Ya llevaba tiempo esta historia... :O... como siempre, agradecer por sus comentarios a...
Ana Maria, Artwork, aurora la diosa, karina, Eli, ross2712, braguitas, HombreFX, Zoe, WindsAngel, macarena20, zahory, Ninix3
Con esto, ya vamos llegando a la unión de ambas historias, Suspiros e Ilusiones, claro que, ésta tiene su propio final... Por cierto, pronto Wind se cambiará de hogar... pues hicimos un blog propio... O.O pero de eso ya les hablaré luego
Gracias por leerme, valorarme y comentarme. Con cariño. WIND