Iluminación
Que breve, que sencillo, que perfecto. ¿Escaso? Tal vez ... pero maravilloso en cualquier caso. No lo cambiaría por nada. (No erótico)
Siempre he creído que el nombre propio que nos asignan desde que nacemos tiene, en cierta forma, repercusiones, en nuestro carácter, y en nuestros patrones de comportamiento. En tu caso, Aurora, y sin apenas conocerte, no podía ser más acertado, pues en los escasos minutos que nuestro amor duró, iluminaste mi vida para siempre.
Es la nuestra una historia extraña, hermosa como una promesa, breve, tan breve, que deja todo a la imaginación. Perfección. Agridulce, pues sabedor de que no volveré a verte, disfruto como real de lo que ciertamente tuve de ti. Breve, pero sincera, intensa, inesperada, radiante tu sonrisa. Directa y abierta, descarada, clara, no escondida. En el brillo de tus ojos, en lo espontáneo del gesto, en la amplitud de tu sonrisa, mi sonrisa, esa sonrisa que dedicaste solo a mi, en silencio. Solo para mi. Delante de todo el mundo, tu alma viajó hasta la mía.
Mis ancianas tinieblas, mi gris existencia, mi triste adiós a una infancia que nunca tuve, todo eso disolviste con tu alegría, mi niña, muchacha bellísima, bella. No lo esperaba (¿cómo podría?) Hace tiempo que aprendí a no desear. A no esperar. A no anhelar. Los budistas creen firmemente que la felicidad se encuentra en la carencia de deseo. Yo pienso que es provechoso apreciar el presente ... pero cuando la esperanza desaparece, desaparece la angustia, pero también una parte importante de nuestra energía vital.
Y así estaba yo, con mi esperanza hace mucho tiempo perdida y mermada mi energía, ni soñando que una muchacha tan hermosa y joven pudiera aceptarme en su bondad, en su paz. ¡DIOSSS!! ¡Que dulce expresión! Que ojos negros tan abiertos y radiantes. ¡Que sonrisa llena de amor que nuestros ojos intercambiaron durante segundos eternos que no debieron terminar ...
Ese instante, Aurora, sellaste un tesoro que pienso conservar intacto durante los años que me queden por vivir. No me creerás si te digo que fue el momento más hermoso que he vivido hasta ahora, preciosa Aurora. Por eso no te lo digo a ti, por eso lo proclamo al Mundo. Gracias por tu regalo, Aurora. Lástima que no nos volveremos a encontrar .. al fin y al cabo, también a decir adiós aprendí, amargamente, hace mucho, mucho tiempo. Pero de Ti, siempre, siempre, me quedará el más bello de los recuerdos.
Mi amor,
Mi tesoro,
Tu sonrisa,
Tu recuerdo.