Iakob, Viviane y Lidy.

Una relación entre un hetero, una bi y una lesbi

Iakob, Lidy y Viviane

Es la primera vez que escribo en esta página web, pero creo que mi historia tiene algo que no se encuentra fácilmente. Actualmente estoy en una relación un tanto peculiar y original, pero es algo que me resulta extraordinario. Nunca se me podía pasar por la cabeza que vivía, experimentaría y sentiría algo como esto.

Bien, empecemos por partes. Me llamo Iakob, tengo 34 años y son griego de nacimiento, pero madrileño de corazón, pues desde que tengo 4 años resido en Madrid. No soy muy bueno en esto de describirme pero intentaré hacer al lector una idea clara: soy alto ( 1.92) peso alrededor de los 95 kilos, cuerpo más bien atlético gracias a mis horas de entrenamiento, practico atletismo. Mi cabello es rubio oscuro, ahora mismo lo llevo rapado al 1, mis ojos son azules muy brillantes y tengo unos labios que según las mujeres con las que he estado son irresistibles, jugosos.

Mi novia, Viviane y yo nos conocimos hace más de 10 años. Ella es 9 años menor que yo pero siempre fuimos muy unidos. Ella es la hermana menor de uno de mis mejores amigos. Cuando ella aún era adolescente fue cuando empezamos a tontear, pero realmente esa es otra historia que ya contaré en otra ocasión. Llevamos juntos unos 7 años casi, si ya casi 7 años. Pero desde hace dos nuestra relación dio un giro inesperado. Resulta que le propuse a Viviane que hiciéramos un trío con una compañera del trabajo. Fue verdaderamente una experiencia extraordinaria y alucinante porque desde ese momento, sin embargo Viviane comenzó a cambiar. A raíz de este encuentro ella se empezó a distanciarse de mi sin motivo alguno y fue tan brusco su cambio que nos dimos un tiempo. Durante esa "libertad condicional" yo apenas tuve relaciones con otras chicas, a pesar que hubiera tenido la oportunidad, pues yo amaba y de hecho amo a Viviane con locura.

Dos meses después de haber dejado en un descanso nuestra relación, Viviane me mandó un mensaje al móvil y me dijo que quería verme y hablar conmigo, que me debía una disculpa. Nos vimos en el Starbucks de Plaza de España. Estaba en aquella mañana de sábado nuboso de Noviembre espléndida, con su 1.70 aproximadamente, sus ojos marrones vivos y grandes y esa sonrisa que me hipnotiza. Ese cuerpo bello, con esa piel suave y bien olorosa... así me recibió con unos vaqueros, unos zapatos de sport y un jersey deportivo. Aún en ropa casual se veía deliciosa, tan natural, tan auténtica, sin conservantes ni colorantes... Me dio dos besos como si entre nosotros nunca hubiera pasado nada. Se sentó, pedimos y mientras degustábamos nuestros cafés yo la miraba como suplicando que volviera conmigo. Pero sin anestesia me soltó:

  • Iago- tal como me llama- soy bisexual.

Debí de quedarme como pálido ante aquella confesión.

  • ¿Recuerdas cuando lo hicimos con Marta?
  • Si, claro que lo recuerdo.
  • Pues ahí confirmé mis dudas. Me gustan también las mujeres.

Realmente no sabía cómo llevar la conversación.

  • ¿Por eso estabas tan rara conmigo?
  • Si, y lo siento, Iago. Yo realmente te amo, pero no quería que esto nos perjudicara, por eso necesitaba tiempo para aclararme.
  • ¿Entonces...querrías que lo volviéramos a intentar?

Ella se quedó un poco seria y contestó:

  • Si, pero hay un problema.
  • ¿Cuál?
  • Estoy también empezando a pillarme por otra persona.

Mi mundo creí que se iba a extinguir.

  • ¿Conozco a esa persona?
  • No, pero te encantará. Quiero que la conozcas.

A mi mente me llegó la chispa y le pregunté:

  • ¿Es una chica o un chico?
  • Es una mujer, se llama Lidia.

A mi mente me llegó el momento en el que vi por primera vez como Viviane besaba a Marta, la compañera con la que hicimos el trío. Sentí como mi pene reaccionaba ante tal recuerdo y lo que me provocaba era agarrar a Viviane y llevarla a casa para volver a follar con ella. Llevaba más de dos meses sin sexo y eso para mi es una condena.

  • Estaré encantado de conocerla. Si quieres pásate por casa esta tarde y charlamos- dije de forma ingenua.

Viviane tomó el último sorbo de su café y se levantó. Me besó con la dulzura que tanto añoraba y sin querer yo me acerqué para besar sus labios cautivadores. Ella no se apartó y me correspondió el beso tiernamente.

  • Te veo esta tarde. Iremos como a las 8 o así, ¿te parece bien?
  • De acuerdo.

Aquella tarde de sábado se me hizo eterna. Pero llegaron las ocho y como un clavo ahí estaba Viviane, impresionantemente bella y acompañado de una chica que quitaba el hipo.

Viviane llevaba doble camiseta de tiras una roja y una negra bajo una chaqueta de pana forrada y unos pantalones a juego. Ella no tiene mucha delantera, pero sus senos son realmente especiales, sensibles, sensuales y bonitos, como los de una niña a punto de ser mujer. Lidia, su acompañante, todo lo contrario, tenía una delantera generosa, sin caer en ser vulgar. Senos firmes, piel morenita canela, y en un escote divino al que mis ojos se dirigieron nada más verla. Lidia es de la altura de Viviane, un poco más corpulenta, curvas marcadas, como Viviane, pero más generosa en su trasero, senos y piernas. Me fijé bien en sus muslos pues llevaba una falta un tanto corta para el frío que hacía en la calle y una hermosa blusa que le favorecía escote. Ambas entraron y amablemente así conocí a Lidy, la novia de mi novia.

Aquella reunión no era simplemente para hablar y conocer a Lidia, no, eso lo sabía yo desde un principio que no se quedaría en la plática. Pero no imaginé lo que Viviane me propondría.

  • Sé que sonará extraño, Iago, pero me gusta mucho Lidy y siento que ella siente lo mismo por mi. Pero sigo amándote a ti también, Iago. No quiero perderte. Estoy hecha un lío y por eso le conté a Lidy en estos meses cómo ha sido nuestra relación.

Lidy empezó a hablar, tan dulce como lo es Vivien, quizá más madura en aspecto, pues ella es como un par de años menor que yo.

  • Yo nunca he estado con un hombre. De hecho no me atraen, aunque viéndote a ti, comprendo la devoción de "Vivi" por ti. Me ha contado que el sexo contigo es extraordinario y sinceramente me remueve la curiosidad por probarlo- terminó diciendo mientras se mordía esos labios sexys color rojo cereza.

  • ¿Queréis hacer un trío?- pregunté con total normalidad

  • Algo más que eso, Iago. Queremos tener una relación de tres.

Yo me había perdido... ¿una relación de tres? No sabía bien si había comprendido el punto de vista de Viviane.

  • Yo adoro a Viviane y creo que tú también lo haces... entonces ¿por qué no compartirla?- me explicó tan sutilmente Lidy.

  • ¿Tú estarías dispuesta a eso?- pregunté a Lidy

  • Si, claro que si... puede que entre los tres experimentemos cosas que nadie antes hubiera experimentado... Las cosas cambian y ahora las relaciones no tienen que ser de a dos...

En mi mente se me hacía la idea de tener ¿dos novias? ¿Una bisexual y otra lesbiana? Era algo realmente retorcido pero me estaba calentando sobremanera.

No medié palabra. Miré a los ojos a Viviane y luego a Lidy y me acerqué a ésta y le sonreí suavemente y acto seguido comencé a besarla ante la mirada atenta de Viviane. Ella al principio no sabía como seguir el ritmo a mis labios, era cierto que nunca había estado con un hombre.

Viviane se puso en pie observándonos como la intensidad subía y subía entre Lidy y yo. Ni corto ni perezoso acaricié con energía uno de sus senos y comencé a percibir sus gemidos. Podía ver a Viviane sonriéndome desde el otro sillón con una de esas sonrisas pícaras que me hacían estremecerme entero. Paré de besar y manosear a Lidy para ir hacia Viviane y poder volver a besarla, con esos besos que tanto me apasionan con ella y esa sintonía que surge entre los dos. Mientras, Lidy no tardó en desvestirse y en enseñarme su cuerpo desnudo. Las miré a las dos y nos fuimos a la cama de mi habitación. Lidy se echó sobre la cama mientras que Viviane y yo nos seguíamos comiendo a besos. Pude sentir el gemido de Vivi y de Lidy al mismo tiempo, ésta sobre la cama ya masturbándose. Viviane me hizo recostarme al lado de Lidy mientras que me desvestía. Llevé mi mano hacia el coño ya empapado de Lidy y me susurró al oído...

  • Estoy ansiosa por sentir una polla de verdad dentro de mi.

Sonreí pícaramente mientras que Viviane me terminaba de quitar la camisa y los zapatos. Me quedé un rato en ropa interior mientras que le hacía sexo oral a Lidy y sentía como mi boca se llenaba de exquisito jugo vaginal. Viviane seguía vestida, mirando como su novio se comía el coño de su novia. Lidy no podía más y gritó como una loca. Primer orgasmo para Lidy. La tuve que poner una almohada para que no hiciera tanto alboroto y ahí fue cuando Viviane entró en acción. Totalmente vestida aún, Lidia desnuda y yo sólo con mi ropa interior, Viviane comenzó a tocarme de esa manera que sólo ella podía hacerlo. Mi polla ya estaba en su máximo nivel y a punto de comenzar el trabajo... No es por fardar, pero estoy bien dotado y algo que en mi juventud me resultaba perturbador hoy es algo de lo que doy gracias: mi polla tiene una cierta curvatura, pero que al parecer da más placer nada más penetrar. Así lo han descrito varias mujeres con las que he tenido sexo.

Viviane ya tenía en su mano mi polla y la agitaba con energía... Estaba a punto de correrme, pero le hice que parara, quería aguantar más. Me quité mi ropa interior y le dije a Lidy que desnudáramos a Vivi. Ella con una sonrisa se me dijo al oído que la atáramos en la cama. Así lo hicimos y nos pusimos a desnudarla. Cuando ya estaba pareja con nosotros Lidy se dirigió a comerse su boca e ir lentamente bajando hasta los pequeños pero divinos senos de Vivi y comérselos de una manera que jamás lo había presenciado en vivo. Viviane comenzó a chillar, de esa forma que siempre hacía. Yo quería actuar pero me quise quedar a ver cómo las dos amantes follaban. Lidy se puso sobre Vivian, coño con coño y empezó a frotarse. Vivi quería desprenderse de las tiras con las que la habíamos inmovilizado, pero no podía. Mientras que Lidy follaba a mi novia, le seguía comiendo los pechos. Vi que el escándalo subía y quise acallarla metiendo mi polla y así follarme su boca. Qué gusto sentir como se la tragaba enterita. A veces simulaba que le daban arcadas y eso me enloquece demasiado. Otra vez estaba a punto de venirme y tuve que parar. Demasiado tiempo sin sexo se nota.

Lidy se despegó del coñito ya mojado de Vivi y volvió a besarme. Parece que le gustó. Y me rogó que la penetrara el culo. Vivi y yo nos miramos. Realmente me sorprendió que quisiera que lo primero fuera el culo.

  • Quiero ver si de verdad duele como dicen- dijo Lidy dejándome estupefacto.

Desaté a Vivi y le pedí que se recostara. Sobre su boca se puso a cuatro patas Lidy, lista para que mi novia se comiera su coño mientras que yo empezaba a preparar su ano para la embestida. "¡Ufff!" pensé, esto es un gran regalo de la vida.

Con su culito bien parado y sintiendo el sexo oral de Viviane, que si lo hace tan bien como me come la polla debía estar en las estrellas, puse mi capullo en su orificio anal y empecé a hundirlo. Lidy se aquejó bastante. Realmente no quería hacerle daño alguno aquella musa, y Viviane agilizó su comida de coño para estimular la penetración por mi parte. Le dije que viera como Vivi le comía entera, como se le llenaba la cara de su flujo y se quedara tranquila. Poco a poco fue entrando y cuando a penas llevaba un cuarto de mi pene dentro de su culo volvió a quejarse. Despacito apliqué más lubricante y conseguí pegar su culo a mi pelvis y empezar a moverme rítmicamente mientras que ella chillaba. Cuando empecé a alarmarme por sus quejidos y quise sacarla poco a poco ella me dijo que ni se me ocurriera y le diera duro como a una zorra. Y así la di... duro... sentí yo incluso que la iba a romper de lo fuerte que la daba... pero ella ahora chillaba de placer... sentía que se iba a desmayar del placer que sentía de tener la lengua y los dedos de Vivi en su coño y mi polla grande en su culo.... Otra vez tuve que detenerme. Aunque me hubiera encantado llenar ese culo con mi leche caliente y en exceso.

La saqué con cuidado y le pedí que me limpiara y así lo hizo... "ummm, qué rico se siente que una lesbi te coma la polla" pensé...Viviane empezó a besarme mientras su novia me comía entera la verga y le dije:

  • Vete preparando que yo te voy a dar duro también, pero por el coño.

Madre mía, qué rica es Viviane en la cama; nada más decirle eso, se recostó y se abrió las piernas. Ese coño se veía brillante de lo húmedo que estaba. Le pedí a Lidy que le comiera una vez más las tetas a Vivi y mientras que observara cómo un hombre y una mujer follan.

Sin preámbulos metí todo mi trozo de carne vivo en Viviane y empecé a sacudirla, como siempre. Qué gritos, ahora era yo el que no se controlaba por hacer un escándalo... sólo ver la cara de gusto de Vivi mientras yo me la cogía y mientras su chica le comía las tetas, me enloquecía. Sentí una subida de calor intensa tan intensa que hubo un instante que me costó tomar aire. Estaba sintiendo que mi corrida venía en camino y le dije a Viviane que quería marcala, como era usual hacerlo. Ella me dijo que fuera, que no estaba tomando la píldora... pero aún así yo acabé dentro de ella... Descargué tanto que se salió el semen con mi polla totalmente dentro. Lidy contemplaba la escena de mi corrida atónita, era la primera vez que presenciaba en vivo y en directo una eyaculación.

  • No sabía que echaras tanto semen- dijo ingenua Lidy.
  • Quiero que limpies a mi chica y te comas mi simiente.

No le puso peros ni malas caras y una vez que saqué mi polla de Viviane toda empapada de mi gran corrida, Lidy empezó a beber el semen que empezaba a resbalar por los muslos de Viviane. Vivi me miró sin aliento y sentí eso que siempre sentía cada vez que hacíamos el amor. Me detuve después a mirar a Lidy como succionaba mi leche del coño de Viviane y se la tragaba. Al principio puso una cara extraña pero después vino hacia mi y me dijo que ella también quería que le marcara. Viviane no tardó entonces en venir a mi y comerme la polla hasta parármela de nuevo. Increíble, en breves minutos estaba listo para un polvo más. Toda tiesa la tenía y me senté en el borde de la cama. Le pedí a Lidy que se sentara sobre mi despacio. Sentí en mi cara el roce de sus senos y cómo ella se aquejaba más suavemente que cuando la penetré el culo. Cuando pensé que estaba lista la hice sentarse por completo y ella chilló fuertemente que nos dejó paralizados a Viviane y a mi. Yo pensaba que ella había probado la penetración, y la realidad es que ¡¡¡¡era virgen!!! No podía creerlo hasta que noté que la sangre me cubría la polla. Acababa de desvirgarla del todo. Ella me besó y me dijo que lo hiciera despacio. Fui subiéndola con mis brazos y luego la bajaba para que volviera a entrar mi polla dentro de ella. Viviane comenzó a besarla mientras que seguía clavada por mi. Ahora volví a sentir esos gemidos de placer... no podía creer que en un mismo día hubiera desvirgado a una mujer increíble de más de 30 años en sus tres orificios. Subimos el ritmo, mientras que Viviane se masturbaba mirándonos. Esta vez no quise posponer mi eyaculación y aunque no fue tan cuantiosa como la primera, Lidy pudo sentir el calor de mi leche en sus entrañas. Me besó con amor y me dijo al oído "Gracias, Iakob".

Le miré y le sonreí con dulzura. Esa mirada de agradecimiento me hicieron amar a esa mujer tanto como amo a Viviane.

Como hizo Lidy nada más correrme en el coño de Vivi, ésta hizo lo mismo con su novia: le succionó con fuerza para beberse mi semen.

Acabamos la noche los tres en la cama, tomando helado, y hablando sin ponernos la ropa, sobre nuestros gustos... vamos lo que una pareja suele hacer fuera de las horas de sexo. Y ahí surgió nuestro gran amor de tres. Ahora nos vamos a todos los lados juntos, vivimos de hecho los tres juntos y dormimos los tres juntos. Nos amamos sopesar que cada uno tiene una orientación distinta y una perspectiva de vida diferente.

Es tal nuestro amor, que en tres meses conoceremos a nuestro primer hijo, Viviane lleva en su interior el fruto de mi simiente y el óvulo de Lidy. Y esa es quizá la mayor aventura que podremos tener.

Gracias por leer, espero que les haya gustado.