Ía

Un poco de imaginación basta

Imagínate que de repente abres los ojos y apareces en una habitación de hotel. Por la ventana entra el atardecer que colorea de naranja todo el cuarto. Imagínate que estoy ahí contigo. No es díficil. Mido 1.81 aproximadamente, ojos marrones y el pelo también. Tengo el cuerpo fibrado por el deporte que hago: buenas piernas y buenos glúteos. Llevo una camisa lisa y unos vaqueros Levi's, mis favoritos.

Si estuviera ahí, para empezar te ataría con mi cinturón. Por ser un niño malo. Porque te ato con el cinturón las manos y te pongo boca abajo sobre mis rodillas. Como cuando pegan a los niños que se han portado mal. Y con el culo bien en pompa, te pego por malo. Veo que como no es suficiente y que parece que lo disfrutas te voy a tener que castigar más fuerte y darte más fuerte. Así que mejor te bajo el pantalón y los calzoncillos y te doy directamente en el culo. Y como no puedes evitar soltar unls grititos de dolor y placer, aprovecho para mojar mis dedos en tu boca y después pasarlos por tu ano.

Ahora estoy jugando con tu ano. Doy vueltas y vueltas. Viendo como jadeas deseando que te meta un dedo. Y te lo meto. Poco a poco. Y luego dos. Y luego très. Cuando considero que ya he jugado bien con tu ano, te suelto las manos y te obligo a desnudarte delante de mí. Lentamente. Para apreciar cada detalle. Entonces me levantaría y, enfrente de ti, te ataría el cinturón al cuello, a modo de collar como buena perra. Y te obligaría tirando de él a arrodillarte y a quitarme el pantalón. Te acerco a mi polla con el cinturón y empiezas a comertela

Al principio te dejo pensar que llevas el control de la situación. Pero al cabo de un rato empezarás a darte cuenta de que ya no lo controlas tanto. Empiezo a llevarlo todo a mi ritmo. Fuerte y rápido. Tendrás varias arcadas pero es lo que me pone cachondo. Te levanto del suelo y te tiro en la cama. Te coloco boca arriba, con la cabeza sobresaliendo de la cama. Y te meto la polla en la boca para empezar a follartela tan fuerte que mis huevos no pararán de chocarse contra tu nariz y ojos.

Después de follarte bien la boca, haciendo que te corriera tu saliva por la cara porque te es imposible tragarla, me tiraría encima de ti para hacer un 69. Empezaríamos a comernos el uno al otro. A ritmos sincronizados. Te la mamaria intensamente. Entonces me levantaré y me pondré entre tus piernas mirándote y tú tumbado. Y seguiré chupandote. Mamandote, comiéndote, devorandote. Y con las dos manos te giraria para ponerte boca abajo. Te abriría bien las nalgas e introduciría mi lengua lentamente después de chuparte todo el exterior de ano. Empezaría lentamente y después subiría el ritmo hasta llevarte a un estado de excitación casi increíble. Y cuando considere que estás listo para que te meta mi polla, te cogería del cuello con una mano, y violentamente te acercaría a mi boca para darte un beso que te haga explotar.

Después de obligaría a bajar a mi polla porque la tendría seca después de ocuparme de tu ano, te giraria, te pondría a cuatro y lentamente empezaría a metertela. Poco a poco. Pero sin parar. Y una vez dentro, no habría freno. Empezaría a darte sin parar. Agarrandote de las caderas, azontandote en el culo. Te cogería del cuello y te obligaría a mirar el espejo. Y ahí se nos ve. Follando cómo animales sudorosos. Te preguntaría "Es esto lo que te gusta zorra?" y tú me dirías "Sí, amo". Y te daría durante horas. De diferentes formas y posturas. Cambiando de ritmo. Cambiando de herramienta. Pero siempre velando por hacerte sentir satisfecha y sucia.

Pero claro, esto no es más que una imaginación que usa el condicional de cómo te follaría.