Huyendo de la monotonía, hice algo arriesgado

Me quede de piedra cuando un desconocido apareció, no dijo palabra alguna… solo apareció con sus pantalones bajados y su miembro enfundado en un condón, entrándome con facilidad.

Huyendo de la monotonía, hice algo distinto y arriesgado

Los que me conocen saben que soy de esos que buscan sexo esporádicos… sin compromiso, cuando estoy a gusto me entrego al máximo, no me hace falta una cama… no la pido para que me puedan preñar. Desde siempre he buscado hombres mayores… maduros que rondan los cincuenta en adelante, me ponen los abueletes sin importarme el tamaño de su miembro. No me molesta que en pleno fregado estos les den por invitar a más de uno a participar, hecho que aprovecho aunque a veces sean muchos a satisfacer. Bueno dicho esto, comenzare…

Hace años de esto… habrá pasado ya diez al menos, lugar que me llevaron en un primer momento para consumar una relación, lugar donde he llevado hasta a mis propias novias. Este no es otro que tras el muro de la Hacienda Villa Carmen, lugar que para entonces estaba toda esa zona abandonada, zona que era una gran explanada que las noches se llenaba de coches, yo solía irme allí… detengo mi coche paralelo al muro trasero, claro está a cerca de cincuenta metros pues entre este y mi vehículo hay maleza donde te podrías ocultar.

La primera vez que me llevaron por esa zona, fuimos directamente al grano… no perdimos el tiempo, me introdujo en la parte trasero del coche y como una pareja primeriza, entre besos y caricias acabo por desnudarme. Su ímpetu iba ligado con su fuerza muscular, ya que mis negativas o mis no… nunca fueron escuchado y acababa por doblegarme. Le iba mandar… le iba ejercer la fuerza, me cogía y me levantaba mis piernas… sodomizándome… aaahhh. Decía que de esa manera era más placer para ambos, me afirmaba que de esa postura no sentiría dolor alguno, cosa que se equivoca pues prefiero una penetración dura… mmm.

Como es costumbre por estos sitios los mirones abundan, pero al ser este más oscuro y apartado son más pesados y directos, sabiendo que a lo que vas y con lo que vas poco puede protestar, asumiendo su presencia o invitándolos a participar. Muchos de los que he estado esto último les pone mucho, les pone hacer un trió e incluso un cuarteto, les pone verme mamar una polla mientras me penetran e incluso si son a dos son los que chupo… mmm.

He incluso cuando iba con mis amigas o novias, no hubo momento en que no notase que éramos siendo observados, no hubo relación en que sintiera sus miradas. Dejándolos mirar en la mayoría de las ocasiones cuando las penetraba desde atrás, cuando ellas ni sabía de las existencias de estos, llegado incluso a dejar que les meta mano simulando a ella que era yo… uuuffff (joder, eso me ponía hecho un burro).

Pero me toco de que perdí a mis amantes o follamigos fijos, pues por una causa o por otra lo tuvimos que dejar, fue esos meses que comencé a buscar algo distinto que me sacara de la monotonía e hice algo distinto… mmm. Caliente perdido conducía hasta dicha zona, miraba a mí alrededor y no se me ocurre otra cosa que bajarme los pantalones y calzoncillos hasta los tobillos, pero viéndome que de esa forma me sentía sujeto y sin posibilidad a separar mis piernas, acabe por mis prendas inferiores y sin más preámbulos comenzar a masturbarme… ooohhh.

Hubo días en que ni Dios aparecía… días en que incluso colocaba mis pies a ambos lados del volante, aprovechando para dilatarme… mmm, introduciendo un juguete que me sirve no solo para darme placer sino para futuras penetraciones… mmm. Pero un día que no recuerdo bien, pues solía aparecer por allí entre el lunes y el jueves sobre las 20:00 horas en adelante. Cuyo atardecer me ayudaba a cobijarme y de paso ocultarme, me ponía cómodo y me puse a juguetear conmigo mismo… aaahhh.

Estaba en lo mío cuando apareció un hombre… os juro que no le vi venir… mmm, esa persona que apareció se quedo a un metro aproximadamente pero según parece paso por el otro lado y pudo ser testigo de lo que hago… ooohhh. Este hombre de cabellos blancos con bigote del mismo color y gafas, cuya delgadez para nada era una enfermedad se quedo mirándome como disfrutaba y emitió un sonido a modo de darse a conocer. Me quede inmóvil sin saber qué hacer, pues taparme ya era tarde y ya me había visto… todo. Le salude y este acercándose, me soltó…

-     “Menudo calentón tienes”.

-     “Tienes una buena polla, me dejas acercarme más y poderla mirar mejor”.

Asentí a su propuesta con un gesto de cabeza, abrí mi puerta a modo de podérsela enseñar mejor, quedándome en silencio y mirándole… mmm.

Sonreí y se acerca, mira e introduce su mano dentro de mi coche (acción que muy dentro de mí suplicaba que lo hiciera), hasta posarla sobre mi tronco y sin permiso alguno acaba por agarrármela… uuummm.

Comenzó a masturbarme mientras me miraba… clavaba sus ojos en los míos, cosa que ni yo mismo puedo explicar pero me avergonzó… ooohhh, acabando yo por bajar la vista. Este se inclino al tiempo que tiraba de mi polla hacia arriba hasta que se introdujo mi glande dentro de su boca… aaahhh, comenzó a darme lametones e incluso morreos… aaahhh (yo solo gemía y acabe por posar mi mano derecha sobre su nuca, comenzando a acariciarle sus blancos cabellos).

Comenzando este a dejarse caer y de paso darme tal atraganta a mi polla que llegue a sentir sus amígdalas coronar mi glande, creo que en ese momento pegue tal grito de placer que para aquellos que no supieran de nuestra existencia allí… ahora lo sabían. Continúo follándose la boca con mi miembro al tiempo que con su mano derecha se ayudaba a pajearme… ooohhh… uuuffff… aaahhh, soltándome…

-     “Te gusta eeehhh, estas disfrutando… verdad”.

Nuevamente asentí y me deje hacer… aaahhh, yo no podía hacer otra cosa que sujetarme a mi asiento, acariciar su nuca y disfrutar… aaahhh, este hombre canoso dejo de masturbarme con su mano derecha y tras tomar mi suéter… tiro de él hacia arriba. Acción que entendí que me lo quitara e hice eso… quedándome desnudo a excepción de los náuticos, saco mi polla de su boca y la condujo ahora a mi pecho, babeo y lo lamio, soltando…

-     “Qué bueno estas jodido”.

-     “No tienes cama joder, no tienes donde podamos estar más cómodo”.

-     “Yo tengo un piso en el Aljarafe donde podríamos ir si tu quieres, no te conozco de nada pero me da algo que tu eres de confianza. Podríamos irnos a mi piso y disfrutar sin pegas”.

-     “Qué me dices”.

Negué, haciéndole entender que no tenía tiempo para desplazamientos. Dejando este de lamer y besar para comenzar ahora a morder mis pezones hasta hacerme gritar de dolor… ooohhh. No dejando de masturbarme con su mano derecha… mmm, cerré mis parpados más llevados por el placer y por otro lado… evitar mirarlo… mmm. En minutos sentí como con dos de sus dedos de su mano izquierda comenzaba a presionar mi orificio anal… aaahhh, no dejaba de empujarlos con fuerza… ooohhh, soltaba…

-     “Joder, que estrecho eres”.

-     “Que buena que estas”.

No dejaba de chupármela… su cabeza bajaba y subía una vez tras otra… ooohhh… aaahhh… ooohhh, consiguiendo por fin introducírmelo… ooohhh… uuuffff, soltándome por primera vez…

-     “Despacio… ooohhh, me duele… aaahhh”.

Mientras me penetraba con sus dedos… aaahhh, dejo mí pecho para volver a comerme mi polla… uuuffff. Sacándosela de la boca y echando mi tronco hacia mi vientre, continuando por chupar mis testículos… uuummm, dedicándose a lamérmelos e introducírselo dentro de su boca… cada uno… uuuffff. Sentía escalofríos, entre espasmos gemía y me convulsionaba por el placer… aaahhh… uuummm… aaahhh. No quería correrme aun y así se lo hice saber, cosa que este me pidió…

-     “Me dejarías follarte”.

Respondiéndole…

-     “Tienes preservativo”.

Comencé a moverme, colocándome de manera que este pudiera introducírmela, me senté al borde del asiento echándome hacia atrás, abriendo mis piernas… la izquierda descansando sobre mi apoyacabeza y la derecha sobre la puerta… mmm. Este viejo canoso con su polla erecta dentro de un condón… se me acerco, tomando de mis caderas tiro de mí hacia afuera… mmm. Coloco su glande en mi orificio anal, soltándome…

-     “Joder, menudo coñito tienes… mmm”.

Comenzó a presionar y poco a poco su glande fue introduciéndose dentro de mí… aaahhh… uuummm… ooohhh… uuuffff, deteniéndose… no más de un eterno minuto a modo de adaptarme a su miembro, comenzando a embestirme… primero despacio y después, comenzó poco a poco comenzó a acelerar haciendo que sus testículos cargados de su leche chocaran contra mis nalgas… aaahhh… uuuffff… uuummm… ooohhh.

Recuerdo que incluso llevado por el placer al compa de las penetraciones me soltó más de una nalgada… aaahhh, bombeando al tiempo que suspiraba… ooohhh… uuuffff. Mientras disfrutaba pude contar hasta tres mirones, hombres de edad en torno a este que no dejaba de mirar hacia nosotros, hombres que pude ver por el espejo a dos de ellos bastante cerca como para poder coger la batuta en cualquier momento… mmm, cuyas pollas no daría asco alguno… uuummm.

El viejo canoso entre alaridos acabo por sacar su polla de mi culo, sacándose el preservativo manchado y tras posarla sobre mi miembro, acabo por lanzar los chorros de su leche contra mi polla, vientre e incluso pecho… ooohhh… uuummm, dejándome totalmente pringado por su leche… ooohhh. Estuvo conmigo no más de diez minutos, diez minutos que me parecieron horas y que me dio mucho placer.

Y es a partir de aquí, estos recuerdos más imborrables por lo que acontecieron… mmm.

El viejo canoso continuaba con su ya flácida polla encima de mi miembro, sujetando mis piernas en alza con sus manos, no dejándome bajarlas… no dejándome ponerme derecho. No comprendiendo en esos momentos que coño le pasaba a este cabrón, no pidiendo ayuda porque no era aconsejable y sin poder reaccionar apareció otro hombre.

Sí… otro hombre, corpulento de grandes dimensiones… barrigón y velludo, cuyos escasos cabellos blancos tenía y con un mostachón del mismo color. Este apareció con su camisa abierta… por eso el recuerdo de vello, apareció con su pantalón puesto y su bragueta bajada, cuyo miembro colgaba con sus enormes genitales.

No dijo nada… solo le basto un gesto, quitarse el pantalón y colocarse un preservativo… mmm, puso su miembro en la entrada de mi coñito y presiono… aaahhh, entrando con cierta facilidad… aaahhh… ooohhh… aaahhh… uuuffff. Comenzando a moverse… comenzando a follarme… aaahhh, no decíamos nada solo gemíamos… ooohhh.

Aun recuerdo a este personaje, cuyo miembro de largas dimensiones y de una dureza de admirar. Hombre que a pesar de su edad aguanta todo lo que le eche, maduro que no solo lo he buscado yo… sino el mismo me buscaba a mí, follándome dónde y cuantas veces quieres, pues de él… él mayor de mis recuerdos es que llegaba a echarme hasta cuatro polvos, dejándome exhausto y dolorido… mmm (Uuuffff, no era para menos).

Ignoro cómo se llamaba pero no hacía falta presentaciones, desde esa noche en que me cogió y mediante sus embestidas me enseñaba quien mandaba… aaahhh. No dejaba de decirme…

-     “Te veo a enseñar lo que es un hombre de verdad”.

-     “Te voy a convertir en mi putita… aaahhh”.

Tras correrse continuo embistiéndome y busco su segundo orgasmo… aaahhh, acabando y sacándola de mi dolorido orificio no me dejo ni reponerme. Me hizo salir de mi coche a la fuerza y arrodillado en el suelo, me obligo entre amenazas de hacerme conocer que se la chupara hasta que se corriera, cosa que hice y que por mi buen trabajo este volvió a correrse, no pudiendo hacer otra cosa que tragar los escasos chorros que salían… mmm, sorprendiéndome que aun continuaba erecta. Acabado por hacerme tumbar y soltarme…

-     “Yo no te compartiré, al manos de momento antes debo conocerte mejor”.

Como para olvida las maneras en que me cogió y me penetro desde atrás, suerte la mía que para entonces mi orificio estaba mas que acostumbrado a su grosor… aaahhh. Y como estoy acostumbrado a que las palabras se las lleve el viento, digo esto pues en el momento que apareció otro hombre con su polla en mano… ooohhh. Este no se molesto ni en preguntarme, ni me aviso de ese nuevo acosador cuando tomo mi aveza con ambas manos y me obligo a chupársela… aaahhh. Me vi siendo follado oral y anal… mmm, orificios que acabaron por llenar pasado para suerte la mía poco minutos, llenando uno más que otros… aaahhh.

Como verdad es que desde ese día y durante al menos un año, nuestros encuentros han sido totalmente satisfactorios… mmm. Primero se saciaba él y después me compartía para su mayor placer… mmm, mientras se la chupaba… dejaba a otros poderme follar… uuuffff. O cuando me penetraba… también dejaba que se las chupara a otros, pero como para olvidar cuando el muy cabrón dejo que un hombre de color me sodomizara… ooohhh, bueno mejor dejo esa confesión para un mejor momento… mmm.

Bueno lo dicho… os dejo, ya me contáis que os aparecido, espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque me deje hacer y como una buena putita que dicen que soy. Mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com