Huracán

Llevo un huracán entre las piernas.

la pasión me desespera y me tortura

y suplico que entres en él.

El deseo me domina

necesito sentirte vivo dentro de mí,

envuélveme con tu dulzura

que desespero por estar entre tus brazos,

y que tus manos me exploren,

que tu boca me bese,

que me poseas entera.

Llevo un huracán entre las piernas,

y la agonía de tu silencio me tortura

en el rítmico mover de tus caderas.

La premura de las caricias escondidas

desenfrena mi deseo,

y hacen que mi lengua se mueva trémula

sobre el terciopelo de tu piel,

buscando lujuriosa el néctar de tu ser.

Llevo un huracán entre las piernas

que tiene ganas de ti,

de tu mano temblorosa

que lo hace llegar al fin.