Humo
NO ES ERÓTICA, ES UNA PARANOIA. Una vela produce poco humo porque la misma llama lo quema, pero cuando un soplo de viento inclina la llama, la vela producirá humo, que es la parte que se escapa del fuego y no arde.
HUMO
Vas. Vienes. Estás
Cortina de humo que envuelve mi razón,
niebla que flota en mis delirios.
Y los eleva, y los sacude y los ahuyenta.
Humo de fósforo,
sutil, ligero, traslúcido,
que apenas creado se pierde en un hálito
aún carente forma, tamaño y color.
De contornos difuminados,
pensamiento huidizo,
deseo espantado.
Discreto humo de fogata nocturna,
que cobijado por la luz de su llama
deambula caldeando la bruma,
hasta filtrarse con el aire que respiro
para dejar rastro en mis pulmones.
Humo transitorio, pasajero,
desvanecido a la luz del día.
Humo de quema de rastrojos, paja seca y trapos viejos.
Desmedido, singular por su olor,
envolvente en su espesura.
Humo inevitable y predecible,
paraninfo de esperadas cosechas,
hipótesis de una nueva estación.
Eres contaminante humo de industria,
crecido, enroscado, replegado sobre sí,
cual larva en estado latente.
Perturbador, amenazante en lo alto.
Perezosa columna densa y opaca
partiendo en dos el paisaje,
ennegreciendo un pedazo para resaltar más el azul.
Humo dañino que ansío aspirar,
como adicta convicta al tabaco que nunca fumamos.
Angustioso, asfixiante,
inextinguible humo que flota,
que está, que viene y que va
que trago a bocanadas,
y en besos huecos me fatiga.
Maldito humo que se estanca en la garganta,
molesto antifaz cubriéndome los ojos,
absorbiendo lágrimas escocidas
incapaces de sofocar este incendio provocado.
El humo que anuncia cenizas,
el que danza entre ascuas inertes
hasta que lo desparrama la brisa.
El que pasea entre ramas abrasadas,
consumidas, devoradas
Humo
vapor aromático que se encarama a mi piel,
complemento etéreo que decora mi alma.
Espir4l,
Noviembre 2005