Humillada en mi juventud (1/introducción)

una chica de 17 se ve con la obligación de complacer a tres compañeros que la tienen en una situación delicada, vermos como evoluciona esta relaicon de dominacion.

Humillada en mi juventud

Hola a todos, la historia que les voy a contar ocurrió hace unos años, eran mis años mozos cuando mi vida cambió por un seguido de casualidades. A partir de ese momento me convertí en el hazme reír de la clase, y poco a poco en la perrita de gran parte de los chicos de la clase, pero eso os lo cantare a lo largo de este relato.

Primero me voy a presentar, me llamo Laura, en esos tiempos tendría un tipo similar al que tengo ahora, mediría 160 o 165cm, pesaría alrededor de 50 kilogramos, con un talla de pecho que debería ser la 85 o la 90, mi talla la 36 o 38 depende del sitio, tenia el pelo castaño, y un culito que me encantaba mirar, siento a veces una debe amarse un poco.

A mis años yo era una chica muy tímida, aunque por la noche, cuando salía de fiesta, me volvía muy extrovertida, en parte ayudada por el alcohol, y en parte también por ambiente. Una de esas noches en las que salía, me encontré con unos compañeros de clase, que primero se rieron un poco de mi por el echo de encontrarme en una discoteca, a esas horas, cuando yo tenia fama de estudiosa y de que a las 9 ya estaba en la cama. Yo quería ir al baño que la ultima vez que fui havia mucha cola y espere que fuera un poco mas tarde para encontrar menos cola, pero ellos no me dejaban marchar diciendo que si me daban miedo, o que si tenia algún chico esperándome, a lo que ellos cada vez se reían mas. Luego me empezaron a insinuarse pero al instante empezaron a hacerme cosquillas, con lo que casi al instante me mee encima. Fue un acto involuntario, pero que cambió mi vida.

Los chicos pararon de golpe, y luego empezaron a reírse como locos:

-pero si a la niña le gusta que le hagan cosquillas, o es que hoy se ha dejado los pañales en casa?-dijo Eric uno de los compañeros.

Así estuvieron riéndose de mi un largo rato, hasta que me pude ir rápidamente a un rincón a llorar... El lunes cuando me los encontré en clase me miraban con cara rara, y a la hora del recreo me llamaron y me dijeron que querían hablar conmigo.

Juan era un chico morenito, de media estatura y hacia mucho deportista, tenia unos ojos marrones muy bonitos, Alberto era rubio, alto, con los ojos verdes, pero no era muy delgado, aunque tampoco era gordo del todo, pero si corpulento, era muy buen chico, aunque hacia siempre hacia caso a los demás y no tenia iniciativa. Eric, era un tipo muy alto y delgado, llevaba el pelo muy corto (los demás lo llevaban corto pero no tanto), tenia los ojos muy oscuros, y era el gamberro de la clase, por decirlo de algún modo.

Nuestra reunión improvisada fue de la siguiente manera:

-bueno bonita, supongo que no te gustará que todo el instituto sepa que te meas encima verdad?- dijo Juan

-no se de que me habláis- dije yo un poco desconcertada, ya que lo de esa noche lo tenia un poco borroso y no sabia del cierto si era un sueño, aunque por como trascurría el día cada vez mas pensaba que era real.

-o sea que la niña tiene amnesia, entonces supongo que no le importara que pasemos a todo el mundo el video que te hicimos el sábado, con tu gran mancha en los pantalones.

-no tenéis ninguna grabación!!- dije yo indignada

-ya lo creo que si –respondió Alberto, con una sonrisa maliciosa, a lo que acto seguido saco su móvil y me mostró un video, donde salía tumbada en un sillón de la discoteca, con dos chicos encima mío haciéndome cosquillas y una gran mancha en medio de mis pantalones.

-le intente robar el móvil, pero primero se lo pasaron mientras se reían de mi, y cuando lo cogí, me dijeron que los tres tenían una copia, por lo que no serviría de nada borrarlo, aunque lo borre por si acaso.

-pero no podéis demostrar que sea pis, me podía haber caído el cubata encima...!!!

-si hay muchas cosas que pueden significar tener esa zona mojada, pero seguro que no pensaran en la que tu has dicho...

así estuvimos discutiendo un buen rato... hasta que dije:

-no podéis dejarlo, no os he echo nada.

-podríamos, pero preferimos usarlo

-que puedo hacer para que no los mostréis!!! –dije yo al borde del llanto.

-que te parece si la noche del próximo sábado la pasas en casa de Alberto, con nuestra compañía, y nos complaces. Entonces borraríamos los videos.

-sois unos degenerados!! Cerdos!!! – me cuando me iba a ir, me pusieron el video de nuevo, y con el ruido pare, me gire, y dije que allí estaría el sábado.

-aun ay una cosa mas- dijo Juan- yo entre indignada y muerta de miedo dije:

-el sábado lo arreglamos y ya esta, no tenéis suficiente, que queréis ahora!?

-como no vengas el sábado vas a sufrir un infierno, por tu bien espero que vengas, y ven arreglada, y con unos pantalones gruesos, que Alberto no querrá que te mees en medio de su salón.

Yo me fui indignada, soñando para que fuera una pesadilla, sin embargo no era así, y esa semana se me hizo eterna, ya que a todas horas los tres chicos me hacían insinuaciones sobre mi accidente, a solas o cuando estaba con mis amigas y amigos, que aun podía salvar para que no se enteraran los demás.

Además cada vez que me cruzaba con ellos me miraban con esa sonrisa maliciosa que me corroía por dentro, y me provoca entre ira y miedo. Por si fuera poco Eric cada vez que se cruzaba conmigo me daba un azote en mi culito, o me lo sobaba.

La primera vez que lo hizo pensé que era un accidente, pero a la segundo o tercera, me giré y le dije:

-tu de que vas! No puedes ir por ahí sobándome como si fuera una cualquiera, así que deja de sóbarme de una maldita vez!!!!

Con calma Eric dijo: -tu sabrás que haces, yo solo te daba ánimos dándote palmaditas en tu calo de meona, pero si prefieres sufrir el sábado todos los castigos posibles, o lo que es peor, si prefieres que todo el instituto te llame meona, y te mire con cara de asco, solo me lo dices dejo de tocarte, y el sábado no apareces, y ya esta todos contentos, o eso parece que es lo que quieres.

Iba a responder indignada, subí mi brazo para amenazarlo, aunque fuera mas alto que yo... pero luego lo baje de golpe y me fui al pensar en el infierno que sufriría de no complacer a Eric y sus amigos.

Transcurrió la semana con esos puntos molestos pero sin nada más, el viernes me recordaron lo del sábado, me dijeron que no fallara, y que fuera vestida como si fuera de fiesta, me amenazaron de nuevo, y se fueron riendo y hablando.

Yo me fui a casa abatida pensado en lo que me esperaba el día siguiente, que me tenia de presentar a las 5 de la tarde en casa de Alberto, con minifalda i con un top, o con algo similar, no sabia si ir, sufría una pelea en mi interior, entra una humillación (ir a casa de Alberto así), o otra (que todo el mundo viera que me meé encima.)

Con esos problemas llegó el sábado, y a las 3 de la tarde empecé a arreglarme, pero con miedo en el cuerpo.

Saludos,

Angelss

Este es la primera parte de un largo relato sobre la dominación de esta chica, perdonar esta introducción, pero era necesaria.

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