Húmeda tarde cine

Quedo con un animo en el cine y acabamos follando en la sala

Esto es una historia completamente real y empezaré poniendo un poco el contexto. Mi amigo Jose y yo no siempre hemos estado muy unidos, éramos amigos de la universidad, pero no solíamos hablar demasiado los dos solos. Él sabía perfectamente que yo era gay, pero él siempre decía que era hetero, además es bastante conservador.

En tercero de carrera, en una fiesta de la universidad empezó a decirme que él no era tan conservador y que para demostrarlo me iba a besar, porque éramos amigos y eso no significaba nada, en ese momento se lanzó. Empezó suave, con picos, hasta que poco a poco me iba metiendo la lengua; mi polla estaba durísima pero no quería que él la notara así que me alejé un poco, pero él me agarró y siguió comiéndome el cuello, yo no podía más, estaba empapando mi calzoncillo y decidí rozarle con mi rabo. En ese momento Jose se apartó con una sonrisa pícara y me dijo que no esperaba esa respuesta y que era mejor dejarlo.

Un año después, se repitió la situación, pero no llegó a durar tanto ni yo me atreví a restregarme. Pero meses después de esta segunda vez me dijo de ir al cine a ver una película que ambo teníamos muchas ganas de ver. Para ese momento mi confianza con él había aumentado, y no especialmente por los acontecimientos en las discotecas, sino porque el empezó a abrirse más al grupo e general. Yo accedí al plan del cine sin plantearme en ningún momento alguna situación parecida a la de las discotecas, al fin y al cabo, esos días estaba borracho, y dudaba que pudiera hacer algo así estando sobrio.

Para cuando estrenaron la película estábamos de vacaciones de verano así que decidimos ir un martes ya que habría menos gente en el centro comercial y en el cine también. Cogimos los asientos en la última fila (algo que yo siempre hago) y nos metimos en la sala. Estaba prácticamente vacía, había un par de parejas y un grupo de jóvenes sentados hacia la mitad de la sala.

En la sala hacía algo de calor y a los 15 minutos del comienzo de la película Jose me preguntó si podía quitarse la camiseta, ya que no aguantaba la temperatura, a mi no me importaba de modo que se la quitó dejándome ver su cuerpo bien definido con buenos pectorales y unos abdominales algo tímidos, pero igual de bonitos. En ese momento mi polla empezó a palpitar, aunque no llegó a ponerse dura.

Después de media hora empezó a quejarse de que le aburría la película, la verdad es que estaba siendo peor de lo que esperábamos, al igual que del calor que hacía, algo que yo no percibía del todo, pero me puso algo cachondo dado que pensé que se quitaría los pantalones, y solo de imaginármelo me salía precum por la polla. Para mi sorpresa, esa no fue su reacción, fue mucho mejor. Me dijo que del calor le estaba sudando muchísimo la polla y acto seguido se metió la mano en los calzoncillos y al sacarla la puso en mi cara par que la oliera, todo esto mientras se contenía la risa para que nadie se diera cuenta. Era un olor intenso a la par que agradable, pero no quise respirar muy hondo por si se molestaba.

-          Yo: si que te está sudando la polla, con ese olor…

-          Jose: ya ves, ¿te gusta o qué?

-          Y: no sabría decirte, no he podido olerlo mucho

-          J: (metió de nuevo su mano en los pantalones para volvérmela a poner en la cara) ¿qué dices?

-          Y: (esta vez respiré todo lo que pude, mi polla estaba soltando mucho precum y yo estaba empezando a empapar el calzoncillo) la verdad es que huele bien, pero deberías airearla pronto que sino va a oler a rancio.

Ya me daba igual lo que pensara, yo deseaba que se la sacara y no sabía cómo hacerlo. Su respuesta fue bastante simple: “sí, debería”. Y acto seguido se bajo los pantalones junto con los calzoncillos dejando al aire una polla que estaba empezando a ponerse dura de unos 18cm y que dejaba asomar un glande rosado con una gotita de precum; sus huevos de un tamaño normal estaban algo peludos mientras que su pubis estaba bien recortado. Yo no podía creer lo que estaba viendo.

-          Y: wow, normal que te sudara tanto con lo grande que es. Aunque ahora se irá yendo el olor.

-          J: Bueno, puedes seguir oliéndola hasta que se vaya (cogió su polla que cada vez se iba poniendo mas dura y me miró con intención de que acercara la cara)

En ese momento, me acerqué y sin pensarlo me la metí en la boca, noté cómo el cuerpo de Jose se estremecía y cómo su polla se endurecía del todo hasta alcanzar los 20cm e iba expulsando precum. Él no paraba de resoplar del placer a la vez que empujaba mi cabeza para que siguiera mamando hasta que de repente me apartó la cabeza y empezó a comerme la boca y sobarme el pantalón con la intención de sacar mi polla. Des pues de un rato, me quité por completo los pantalones y se agachó para mamarme. Se notaba que era su primera vez con una polla, pero aun así se sentía muy rico.

Después de un rato me dijo que quería follarme y yo sin dudarlo me puse a cuatro patas en el suelo y empecé a notar como se chupaba los dedos y escupía en mi culo para lubricarlo, se le notaba un poco cortado, pero poco después pegó su cara a mi culo y me lo empezó a comer y a meterme la lengua para abrirme el culo. Nosotros habíamos perdido la noción del tiempo y justo en ese momento acabó la película, y nos dio el tiempo justo a vestirnos antes de que encendieran las luces.

Salimos de la sala y sin pensarlo y casi sin hablar nos metimos corriendo en los baños, nos encerramos en una cabina, nos bajamos los pantalones, se escupió en la polla y me la metió sin pensarlo, yo gemí un poco del gusto, pero me tapó la boca rápidamente para que nadie nos pillara. Mi polla chorreaba del gusto de cómo me follaba, notaba cada centímetro de su polla entrando y mi culo dilatándose, hasta tal punto que no aguanté más y me corrí sin apenas haberme pajeado. Jose, por otra parte, seguía follándome, pero al notar como me corría me preguntó si podía correrse dentro, yo ni lo pensé y accedí. Y a continuación empezó a follarme con mas fuerza y rapidez mientras yo contenía mis gemidos, y al cabo de un par de minutos me dijo “me corro, me corro” y note cómo le palpitaba la polla a la vez que salían de ella chorros de semen.

Al sacarla, todavía dura, me dio la vuelta y siguió comiéndome la boca, pero yo le aparté y bajé mi cara hasta su polla para volvérmela a meter en mi boca y limpiársela bien del semen restante.

Cuando acabamos y salimos del baño me pidió que no se lo contara a nadie y que aunque había estado bien, prefería que no se repitiera, yo asentí y hasta el día de hoy (dos años después) no hemos vuelto a habla del tema ni a repetirlo.