Huelga en el tren
Lo que me paso un día por culpa de una huelga en los trenes... una maravilla de tarde-noche que me gustaría repetir.
Hola, soy nuevo en esto de escribir relatos así que me gustaría mucho que me dijerais lo que penséis.
Me llamo Jorge tengo 24 años, y la historia que os voy a contar me paso volviendo de la universidad con una compañera de clase una belleza con una delantera de escándalo que me deja boquiabierto siempre que la veo, charlando tranquilamente de nuestras cosas, parejas, estudios, vacaciones, etc. escuchamos por megafonía que en el tren donde viajamos iba a sufrir un ligero retraso ya que en ese momento había una huelga del sindicato y que nos afectaba de lleno.
En una parada se subió mucha gente así que cada vez estábamos más apretados y hacía mucho calor, por lo tanto me quite el abrigo dejándolo encima de mis piernas, la chica cuyo nombre es Alicia tiene mi misma edad, se le veía un poco agobiada por la cantidad de gente que tenía alrededor y se quito también su abrigo y se desabrocho un par de botones de la camisa que lleva los cuales dejaba ver el principio de sus pechos que estaban sudorosos, eso me hizo ponerme a tono pero con el abrigo intente disimularlo, cuando ya llevábamos unos 20 minutos parados el calor era cada vez peor, Alicia se desabrocho otro par de botones de la camisa y ya era insoportable aguantar a su lado, mi polla iba a estallar si seguía así, ella sin querer se dio cuenta de que estaba con la polla tiesa y se rió, y al oído me dijo que quería jugar un rato y me puso el abrigo bien encima de las piernas, me desabrocho el cinturón y luego el botón del pantalón, empezó a acariciarme la punta de la polla por encima del calzoncillo y eso me hacía ver las estrellas, cada vez era casi imposible que la gente se diera cuenta de lo que estaba pasando, con el movimiento del tren una chica puso sus manos encima de mi entrepierna y se quedo con la boca abierta y a nuestro oído nos dijo que si queríamos nos podríamos bajar en la siguiente parada ya que era la suya e ir a su casa que en esos momentos no habría nadie, después de comentarlo con Alicia aceptamos ya que todavía tardaríamos mucho en llegar a casa y el calor en el tren era sofocante, al bajarnos del tren hicimos la presentación, la nueva chica se llama Laura nos dijo que tenía 25 años y ahora que la veía bien tenía un cuerpazo, nos dirigimos hacia su casa, era muy amplia.
Nos enseño toda la casa y vimos que había una piscina climatizada, con el calor que habíamos pasado en el tren a Alicia y a mí nos apeteció darnos un baño, el problema era que no teníamos ni bañador ni ropa de recambio ni nada, así que Laura nos dijo que si nos queríamos meter en la piscina la única regla era que tenía que ser en pelotas, a mi la idea me encantó, nada raro, y a Alicia después de pensarlo unos minutos aceptó la invitación, así que sin pensarlo más se desnudó, los pechos que tenia eran impresionantes y el culito era muy hermoso de una forma respingona que me vuelve loco, Laura también se desnudo y se metió en la piscina ahora se quedaba yo, ellas esperaban impacientes que me desnudará pero con la polla tan tiesa como la tenia me daba vergüenza, ellas empezaron a jugar entre ellas y eso ya hizo que mi vergüenza se pasará me desnudé y me metí con las dos bellezas en la piscina, Alicia se acercó a mí y en el oído me comento que quería empezar con lo que había empezado en el tren y se metió bajo el agua y me empezó a hacer una mamada impresionante, Laura se empezó a acercar a donde estábamos nosotros y también se sumergió entre las dos me estaban haciendo disfrutar de una manera impresionante, salimos del agua y en las butacas Alicia me hizo una cubana mientras Laura me ponía su coñito depilado en la boca y se lo empecé a comer a una velocidad impresionante.
Alicia se metió mi polla en su coñito y empezó a follarme salvajemente, Laura se quitó de encima de mí y le empezó a comer las tetas a Alicia, al rato intercambiaron las posturas me follaba a Laura y Alicia se tumbó en una butaca que estaba al lado y se empezó a tocar, al verla hizo que estallará, Laura se quitó de encima y me corrí en su boquita. Al terminar se tumbó con Alicia en la butaca y se empezaron a pasar la leche entre ellas, eso hizo que me pusiera a tono de nuevo y seguimos jugando hasta la madrugada, nos quedamos a dormir en casa de Laura y al día siguiente marchamos a la universidad Alicia y yo, Laura se fue a trabajar y nos dimos nuestros teléfonos para repetir la experiencia más veces, ese mismo día Alicia me llevo a los lavabos de la facultad y allí follamos pensando en la noche anterior que ha sido unas de las mejores noches de mi vida, y por primera vez me alegre que los trenes estuvieran en huelga.