Hoy no necesitas eso

Después de un rato jugando con mi lengua en su culo acerque mi dedo derecho a su boca y la dije que lo chupase. Estaba cachonda como una perra en celo y lo chupo y mordió un ratito mientras restregaba mi polla que babeaba por su coño pero sin metérsela.

Hoy no necesitas eso.

A Elena prácticamente solo la podía ver los fines de semana. Vivíamos en ciudades diferentes aunque apenas separadas 50km, los dos trabajábamos y casi siempre andábamos ocupados, pero no perdíamos una oportunidad para vernos y pasar un rato juntos. Nos conocimos un día, bueno mas bien una noche que termino pasando a convertirse en una mañana en un local de la zona centro de Madrid.

Allí estaba ella hablando con una amiga, se reían y bebían lo que en la distancia parecía algo sin alcohol. Chicas sanas, mira tu que mala suerte pensé. ¿Qué la dices? Te invito a un zumo... Si ya de por si yo era tímido con las mujeres y encima me quitaban el alcohol como excusa malamente iba a hacer otra cosa que mirarla como muchas otras veces me había pasado con alguna otra chica. El caso es que sin enterarme muy bien como termine hablando con ella. En un momento en el que uno de mis amigos con el que estaba hablando un poco retirado del resto se marcho ella se me planto al lado y con todo el descaro del mundo me dijo:

-Ya te has cansado de mirarnos? - Soy tímido, pero a borde y chulo no me gana nadie, y como decimos por aquí de perdidos al río.

-De miraros? No... de mirarte, pero no me he cansado estaba esperando a que cambiases de perfil que ese ya lo tengo muy estudiado.

-Mira el niño va de gracioso – Parecía un poco molesta la verdad.

-Niño? Tienes ya nietos? Y en al residencia la gelatina esta buena?

-Tengo 29 años para mi eres un niño – Ahora parecía que se divertía intentando humillarme.

-29 que? - Me eche a reír – No me mientas si tu tienes 29 como me de por buscar jovencitas voy a ir acosando niñas de 16, no los tienes, no los aparentas y no te creo.

-A ver cuantos crees que tengo?

-Pues no se, así sin mirarte el DNI yo diría que unos 24 o 25. - Era más baja que yo, tenia el pelo negro, con mechas rojas, un culito muy bien puesto y unos pechos bien sujetos y no muy grandes, sabia que decía la verdad pero como decirla que me sacaba 8 años así de repente, iba a salir corriendo.

Al final termino amaneciendo, yo marchándome con ellas a desayunar y a comprar algunas cosas ya que estaban en Madrid querían aprovechar. Al medio día y destrozado no solo por no dormir sino por el cansancio del día anterior decline decentemente una invitación de ir a la piscina. El fin de semana siguiente habíamos quedado para ir al cine. Ella y yo solos, su amiga tenia cosas que hacer, mejor. Así es como empezamos a salir.

Una semana después estábamos en su casa, hablando, riéndonos y ella enseñándome tangas. Cosa que al final termino como tenia que terminar. Tenia unas ganas increíbles de follar con esa mujer, de hacerla disfrutar y de pasármelo increíble. "Me vas a dejar escocida" decía después de dos horas sin apenas parar lo justo para cambiar de postura y la verdad es que comenzaba a necesitar descansar pero no podía parar de seguir mordiéndola, besándola y oírla gemir. Me encataba ponerla a cuatro patas y empujarla con la cadera hasta el fondo. Después de todo esto seguía sin creer que tuviese 21 años y me toco sacar el DNI.

-Bueno pues para ser tan yogurin no ha estado mal.

-¿No ha estado mal? - Pregunte entre carcajadas – A mi me ha parecido que te has quedado bastante entusiasmada sobre todo por como gemías cuando te lo comía y por el arañazo del cuello...

-Bueno si, pero no te lo iba a decir que sino te lo crees y luego no das la talla – Sonreía picarona lo que la hizo ganarse un bocado en el cuello y que se me pusiera dura otra vez. Con sus uñas acariciaba mis huevos y yo recorría con mi dedo índice sus curvas. Se inclino sobre mi polla y comenzó a lamerla. A mi su coño y su culo me quedaron a la altura de la cara y sin cortarme comencé a besar primero su húmedo coño para luego pasar a su culo. No la gusto y dijo que parase, que simplemente disfrutara.

Pasaron pocas semanas y conocí a sus hermanas. A las cuales parecía haber caído bien, dos de ellas eran casi de mi edad, muy majas y la tercera era la mayor de todas, muy guapa por cierto. No se como se las apañaban pero siempre se las arreglaban para estar por allí. Siempre me gastaban bromas y nos reíamos bastante. Elena después de pasar toda la noche follando mientras pasábamos horas hablando, cada vez que me presentaba a una de ellas me decía que le había caído bien. Y ellas a mi también la verdad. Un día me toco conocer al hermano. Era el pequeño de todas, y pequeño era un decir. Yo no soy bajo mido casi 1,80, peso 80kg y entreno a diario muay thai pero ese tipo era grande, muy grande que no gordo y tenia unos brazos como vigas. Trabajaba en una fundición según me contó. Al final el susto se quedo en nada, era un tipo muy majo y divertido y parecía ser que yo ya le caía bien antes de conocerme.

Esa noche cenando en casa del hermano terminamos bien borrachos por unas cuantas rondas de mojitos que nos bebimos. A eso de las dos de la madrugada Elena tenia ganas de irse y nos marchamos. Típicas bromas de no se te va a levantar con el pedo que llevas antes de irnos y unas risas.

-Cielo no se te va a levantar esta noche por los mojitos? - Elena ponía cara de fingida decepción.

-Reina en cuando te quite el tanga con los dientes se van a poner tiesos hasta los geranios del balcón!

-Mejor porque tengo una sorpresa para ti. -El ascensor como el pantalon se me quedaba pequeño en ese momento.

Entre las tonterías que íbamos diciendo por el camino con las que nos reíamos, la borrachera y algún que otro calentón entre dos coches tardamos casi media hora en hacer un camino de 5 minutos andando.

Lo cierto es que me tenia a mil y cada vez que se hacia la borracha y me restregaba el culo me la ponía más dura, y eso la gustaba. Y a mi también.

Cuando llegamos a casa dijo que se iba a duchar, yo mientras me acople en el sofá y me puse a ver la televisión por cable. No tardo mucho en salir del baño completamente desnuda lo que me animo más aun.

-Eh morena ven aquí que vas a coger frio! - Su piel a contraluz parecía mas sedosa de lo que era. Su coñito casi sin pelos me tenia loco al verlo recién salido de la ducha.

Sin demasiados preámbulos se sentó encima mia en el sillón y mientras me mordía los labios se restregaba en mis piernas. Yo me dejaba hacer mientras acariciaba sus piernas. No tardo demasiado en empezar a quitarme la camiseta y los pantalones. Me encantaba cuando me mordía los pezones y me miraba a los ojos. Yo acariciaba todo su cuerpo caliente. Mi polla como es lógico y necesario estaba ya como un clavo. La agarre con la mano y comencé a restregarla por los labios de su coñito, eso la encantaba y a mi también me encantaba notar lo húmeda que estaba. No paraba de besarme y morderme, de vez en cuando con el pulgar masajeaba sus pezones duros. Estaba tremenda y de buena gana se la hubiera metido hasta el fondo en el momento en que dijo "Follame" pero sonriendo la dije que no, la acomode en el sillón a cuatro patas apoyada en el respaldo para mostrarme entero su culo y su coño.

-Primero te lo voy a comer.

Y allí estaba yo de rodillas en el suelo con ese coño en la cara, saboreándolo, rozándolo con la punta de la lengua, jugando con mis dedos dentro de el. Me lo estaba pasando en grande, tanto que al final se corrió y no perdí nada, lamiéndolo entero.

-Voy a por un condón.

-No! - Me dejo un poco sorprendido la reacción – No me vas a dejar así ahora. Hoy no te hace falta eso. Follame el culo. Vamos!

En un primer momento estaba un poco descolocado con la situación pero que ostias. Mientras la estaba comiendo el coño en esa posición había estado mirando su culo. Tenia dos nalgas juntitas y prietas y entre medias había un precioso hoyito.

Con un azote volvió a poner su culo en pompa, agarre las dos cachetes separandolos un poco para mostrar su precioso hoyito.

No tardo en empezar a gemir cuando con mi lengua hacia círculos a su alrededor y apretaba para meterla dentro. Con la mano seguía jugando en su coño que estaba muy húmedo, aprovechando sus jugos pasaba mi dedo húmedo por su culo sin meterlo. Después de un rato jugando con mi lengua en su culo acerque mi dedo derecho a su boca y la dije que lo chupase. Estaba cachonda como una perra en celo y lo chupo y mordió un ratito mientras restregaba mi polla que babeaba por su coño pero sin metérsela. Comencé a meter despacio el dedo índice de la mano derecha mientras con el de la mano izquierda seguía en su coño. No tardo mucho en abrirse para que entrase un segundo. Los suaves mordiscos en las nalgas hacían que se cerrase un poco pero se volvía a dilatar rápidamente con un poco de trabajo de lengua y dedo. No podía esperar mas la verdad e intente meter el tercero. Yo era novato en esto del sexo anal y aunque sabiendo la teoría la practica es otro tema.

No entro muy bien así que me levante, fui al baño y cogí un bote de aceite corporal. Elena seguía esperando con una cara de vicio increíble en la misma posición que la deje apenas unos segundos antes.

Me unte los tres dedos con aceite para que entrasen mejor, sus gemidos eran rápidos y me las arregle como pude para irme untando la polla de aceite.

La saque los dedos, subí una pierna en el sillón, apunte y agarrándola por la cadera comencé a meter la punta de mi polla dentro.

-Por fin me follas como a una perrita.

-Cielo yo te follo como tu quieras, jajaja.

Después de meterla despacio hasta dentro, cuando mis huevos tocaban con su coño comencé a retirarla despacio. Así unas cuantas veces hasta que los dos estábamos totalmente cómodos y nos empezamos a mover al unisono.

Gemíamos como animales, yo la agarraba de la cadera, del cuello, del pelo, de los hombros y ella se retorcía y me arañaba las piernas.

-Correte dentro – Me dijo.

-Aun no cielo.

Aun me quedaba para un rato y quería disfrutarlo con envestidas largas, sacándola entera para ver como su culo dilatado se cerraba y abría al volverla a meter hasta dentro.

Se la saque, me tumbe en el sillón, la tumbe de espaldas encima mía, se la volvi a meter hasta el fondo y mordiendo suavemente su oreja y sus labios acariciaba su clítoris.

-Correte conmigo zorrita...

-Si si si....

No tardo mucho en empezar a retorcerse, y apretar mi polla con su culito lo que hizo que me corriese dentro unas cuantas veces. Con la polla aun dura no podía dejar de moverme debajo de ella y tocarla.

Espero que les haya gustado, es el primer relato que escribo, real, yo al menos me lo pase bien recordándolo. Me gustaría recibir opiniones, nextyo@hotmail.com