Hotelero 1x01: Piloto

Un poco de suerte que acompaña al protagonista de la historia y arranca el ciclo.

Era un viernes, feriado. Comienzo de un fin de semana largo. Agustina le dijo a Marcelo que se podían ir al tigre para consolidar su reconciliación. Luego de discusiones formales sobre como se repartirían los gastos, que ambos querían afrontar como para demostrar su predisposición a que todo marche bien, salieron en un catamarán.

El moderado viento que entraba por las ventanas del catamarán que hacía las veces de colectivo, sacudía con un ritmo frenético el oscuro y lasio pelo de Agus, que se empecinaba en acomodarlo una y otra vez con sus delicadas manos. Solía reírse seguido, casi tantas veces como las que se acomodaba el pelo. Este viernes de otoño la encontró vestida discretamente, confiando en su belleza natural, sin extravagancias pero sin descuidos tampoco. Aunque para Gerardo siempre llevaba un escote demasiado generoso, y esa tarde no fué la excepción. Agus desborda energía, lo que confunde e incita a todo hombre que se le acerca a tener momentos intensos.

Luego de unos 30 o 40 minutos de viaje, llegaron al hotel que los albergaría el fin de semana. Varias parejas también bajaron en este lugar. Luego de atravesar unos 50 metros entre puerto, playa y jardín, entraron al hotel donde encontraron una mesa de pool, unos sillones, una barra y comedor, y la recepción más al fondo. Llegó el momento para ellos de hacer el check in. Nico los atendió, y los hizo firmar el registro y abonar por adelantado, atendiendolos amablemente. Nico era el encargado del hotel, llevaba una vida desestresada aunque debido al trabajo socialmente activa. Vivía allí mismo, en una cabaña a unos metros del hotel.

Nico los acompañó a la habitación. Marcelo creyó que el precio era un poco elevado para la calidad de las cosas. De todas formas no se detuvieron mucho en ello y no tardaron en hacer un primer acercamiento sexual. Marcelo y Agustina tuvieron varias peleas, ya no tenían el mismo fuego que antes. Igualmente el sexo era aceptable y se entendían muy bien. Lo hicieron, descansaron, y luego bajaron a disfrutar de las instalaciones del hotel. Descubrieron que también había una mesa de ping pong, y no dudaron en usarla. Marcelo nunca se dejaba perder. En el medio del partido pasó Nico a preguntar como la estaban pasando, fué muy amable y Agustina también le respondió amablemente en medio de risas ocasionadas por el partido que estaba disputando. Ahora Agustina se había puesto más cómoda, tenía una calza negra con una línea blanca en el costado, y una remera blanca. Lucía muy linda, con un look deportivo que gustaba a muchos hombres, entre ellos Marcelo. Aunque a Nico también parecía gustarle ya que la miró sin pudor al saludar. Marcelo también notó que al entrar Nico a la habitación, Agus desvió su atención ante este evento, y no pudo dejar de ver esa expresión de sorpresa. El sabía que a Agus le gustaba Nico. Son esas cosas implícitas que en todo noviazgo deben soportarse basados en la confianza. En definitiva a Marcelo le gustaban muchísimas mujeres, el lo reconocía, y con eso trataba de consolarse.

Tanto tiempo estuvo pensando en esto que hasta empezó a gustarle la idea que el sexo debería ser libre y aparte del amor. Aunque no veía como plasmarlo y siempre se echaba atrás y todo quedaba en volátiles pensamientos.

Después del ping pong, subieron a bañarse, para luego bajar a cenar. Cenaron con velas y conversaron de cosas poco importantes pero divertidas. Después decidieron comprar cerveza y salir a la playa a tomar. Dos horas habrán pasado, fumaron marihuana también. En un momento la llama empezó a encenderse. Ambos son muy fogozos y nada los detiene una vez que arrancan. Decidieron subir de inmediato a la habitación.

Una vez allí, Marcelo la tiró un poco bruscamente a la cama, y empezó a besarla, desnudandola muy rápidamente, y también el mismo, como queriendo tener sexo totalmente natural. Estas cosas fueron demasiado para Marcelo. Terminó antes de lo que él esperaba. Agus no hizo ningún reproche porque no tenían problemas en ese ámbito. Marcelo casi instantáneamente se quedó dormido. Agus no porque no había logrado el orgasmo. Trató de hablar un poco pero finalmente el silencio de la situación la llevó también al sueño al poco tiempo.

Al otro día las opciones de hacer cosas distinta eran mucho menores. El ping pong ya no era tan divertido. Había una canoa de kayak, pero no se animaron a usarla. Desayunaron, luego tuvieron sexo. Esta vez Marcelo logró durar sin problemas. De todas formas Agus era insaciable sexualmente hablando, ella podía hacerlo todo el tiempo, con un poco de preparación, ya estaba de vuelta dispuesta. Entre ping pong y pool fué anocheciendo, para volver a repetir casi la misma historia. Bajaron a cenar luego de bañarse, y en el medio de la ingesta, Nico pasó a ver como estaban y les dijo que habría una fiesta en el jardín un poco después de la cena. Habría música y una barra habilitada. A Marcelo no le gustan mucho estas cosas pero decidió ir dado el clima, la cercanía para volver luego de la fiesta (ya que serían unos pocos metros) y el hecho de que al otro día no se trabajaba.

Nuevamente tomaron, esta vez mezclaron. Marcelo tomó más y fumó marihuana también. Agus estaba más tranquila. Marcelo era duro bailando, así que estuvieron sentados un rato largo. De tanto en tanto Agus hacía un baile personal a Marcelo para provocar un poco y de paso sacarse las ganas que acumulaba de bailar.

Nico estaba recorriendo la fiesta y pasaba seguido, socializando con todos muy amablemente. Con el correr de la noche fué entrando en confianza con todos prácticamente. Bailaba con las parejas. Invitó a Agustina a hacerlo. Le dijo que no con cierto deje de decepción. Marcelo vió esto y basado en su confianza le insistió hacerlo.Ella se negó varias veces. Marcelo, que estaba convencido, le dijo que si ella bailaba con Nico, después el bailaría con ella también. Le cambió la cara a Agus. Una sonrisa se dibujó en su cara y bailó con Nico. Claramente Nico aprovechó para demostrar sus dotes de bailarín. Bailaban una especie de cumbia sin demasiado contacto pero con movimientos muy sugerentes sobre todo por parte de la mujer. Agus no tenía inhibiciones con esto. Le gustaba bailar. Luego de unos minutos, casi de compromiso, Agus le pidió de bailar a Marcelo, quién sólo para cumplir la promesa lo hizo, aunque de una forma muy limitada ya que nunca lo practica ni lo siente. Luego Agus aprovechó su liberación y volvió a buscar a Nico para bailar. No era lo que Marcelo había planeado, pero no parecía tener importancia.

La fiesta terminó no muy tarde, alrededor de las 3 de la mañana. Marcelo estuvo hablando con otras parejas mientras Agus bailaba. Al finalizar, ambos estaban muy alcoholizados y con ganas de tener sexo.

Subieron a la habitación. Agus le mostró un nuevo conjunto que había comprado. Marcelo estaba muy excitado. Pero tenía una rara excitación. Sentía la necesidad de sexo animal. De ver como un macho posee a una hembra más allá de todo sentimiento. Agus tenía una pollerita negra y roja muy corta, con una tanga debajo de los mismos colores. Arriba tenía una remera blanca muy holgada, sin corpiño. Tenía unos senos de un tamaño muy aceptable.

Marcelo fué besándola lentamente por todos los lugares donde se le imaginó hacerlo, y durante mucho tiempo, con el objetivo de hacer que ella desee sólo ser penetrada. Ese momento llegó. Fue ahí donde Marcelo respiró hondo y con la lujuría comiendole las neuronas le dijo "querés coger no? porque no bajamos y cogemos abajo así exhibimos un poco de lo nuestro". El sabía que Agus era muy fogoza y dificilmente rechace en ese estado esa propuesta. Se acomodaron un poco y bajaron, se acostaron en un sillón del lobby y siguieron con los besos íntimos.

Escucharon de repente unos ruidos. De todas maneras no había chance que los vieran porque era un sillón muy amplio y los ruidos lejanos. Simplemente se quedaron casi quietos. Marcelo aprovechó y apuntó sus besos al sexo de Agustina. Allí estuvo dedicandose intensamente. Repentinamente cortó con los besos, subió en busca de su cara y le dijo "quiero verte como coqueteás con Nico", al mismo tiempo puso su mano en su sexo, lo que propinó un suspiro en Agus y retrasó la respuesta. Acompaño el suspiro lamiéndose el labio superior y apretandose un seno. Abrió levemente los ojos y le propinó una mirada salvaje a Marcelo, como asintiendo. El se paro e la incitó a caminar hacia donde obviamente estaba Nico. Marcelo se ubicó destrás de una pared oscura desde donde podía asomarse y mirar.

Agustina fué caminando casi sin titubear, y le dijo "hola Nico que hacés despierto todavía, no te cansaste?". Nico no esperaba esta situación pero entró en confianza rápidamente viendo la realidad, eran casi las 4 am, Agustina con una pollerita que dejaba ver sus glúteos con una tanga finísima y una remera sin corpiño no era una casualidad. Respondió "no me canso fácilmente", se acercó y la besó. Agus se sobresaltó levemente al ver dicha reacción, pero enseguida cayó en la cuenta de lo que le gustaba estar ahí. Se besaron como quienes se besan por primera vez luego de un chispazo sexual. Fueron a otro sillón que había por ahí. Nico lo hizo muy lentamente, besando sus partes con mucha dedicación. Hacía mucho que el no tenía sexo, y era bastante adicto al mismo. Agus, que era muy activa también comenzó a desabrochar su pantalón para sacar un pene de un tamaño considerable. Bastante más imponente que el de Marcelo. Lo cuál íntimamente la hizo mojarse más. Sin dudar comensó a chuparlo con muchas ganas. Ella sabía hacerlo muy bien y lo disfrutaba mucho. Nico tomó nuevamente la iniciativa después de unos cuantos minutos, ya que Agus no quería dejar de chupar ese pene. Comenzó entonces su turno, hizo con su lengua un trabajo que provocaba toda clase de gestos corporales en Agus que ya no pudo resistir los gemidos, y una vez que los liberó ya no tuvo pudor en ocultarlos. Agus luego de unos minutos y ya poseída por un deseo sexual incontrolable, le dijo "cogeme ya, ponemela toda". Nico extasiado la dio vuelta, con un escupitajo mojó la entrada de su ano, y la penetró directamente por allí. Agus soltó un grito de dolor, que al cabo de unos segundos empezó a disfrutar. El ritmo se volvió frenético. Agus gemía sin pudor y se tocaba su vagina para aumentar el placer. Se contrajo teniendo un gran orgasmo, y dejó que Nico siga penetrándola. Luego de un minuto volvió a entrar en extasis para tener un segundo orgasmo. Ella pidió de parar un poco. Lo hicieron, pero Nico que no había acabado quería seguir. Agus comenzó a chuparsela nuevamente. Finalmente Nico no aguantó y se corrió en su boca. Agus siempre se traga el semen y esta no fué la excepción.

Marcelo en su cobijo se había masturbado y ahora esta llorando en la pieza. Finalmente se quedó dormido.

Agus fué con Nico a su cabaña y allí durmieron. Nico se levantaba temprano. Al levantarse, estando Agus dormida, la despertó con besos en su sexo. Esta vez primero la penetró por la vagina durante unos 15 minutos, después pasó nuevamente a su colita y allí acabó. Nico le dijo que suba a la pieza. Agus hizo eso, Marcelo seguía durmiendo.

Luego se despertaron y desayunaron casi sin hablar. Salían al mediodía. Marcelo le dijo de ir a la habitación. Fueron y tuvieron sexo donde Marcelo estaba muy extasiado y no tardó mucho en acabar. Agus sin embargo sabía que iba a extrañar el sexo anal que jamás había tenido de esa forma. Marcelo quedó medio dormido. Agus bajó al lobby, lo buscó a Nico y le dijo que quería tener sexo por última vez.

Nico se lo hizo analmente en el pasillo, muy salvajemente y tirandole del pelo. A Agus le encantaba eso. Nico le dijo mientras estaban por acabar "Si la querés de vuelta vas a tener que volver, pero siempre con un novio, sola no te quiero."

Agus subió, y se bañó. Marcelo también y se tomaron el catamarán de vuelta.