Horny en el cine

Me llamo Valentina. Para cuándo ocurrió está historia tenía 21 años. Soy colombiana, mido 1.60 m, tengo la piel clara, ojos y cabello negro, tengo un lindo cuerpo porque me gusta hacer ejercicio. Boobis grandess y cintura marcada.

Juan y yo nos conocimos en la universidad. Desde el primer semestre, porque en las actividades que se hacen para la inducción nos tocó juntos en un grupo. Desde entonces, él me hablaba por WhatsApp. Siempre sentí que hubo un interés más allá de la amistad por parte de él, sin embargo yo nunca lo ví como algo más. Con el pasar de los semestre seguíamos hablando y el me invitó a salir. Fue una cita como cualquier otra, comer helado, caminar un rato. No hubo nada más. Sin embargo, el me invitó a salir de nuevo. A pesar de que yo no tenía un interés en construir una relación seria con él, sus insinuaciones por chat me ponían horny. A veces hablábamos de sexo, él me proponía que jugaramos a fantasear y yo le seguía la cuerda. Me decía que me imaginaba a mi en lencería negra en cima de él, besándome el cuello y apretándome las nalgas. Conversaciones de este estilo, me hacían poner cachonda y a menudo fantaseaba con él metiéndome los dedos en la vagina mientras me chupaba los pezones. Esto me hacía mojar muchísimo.

Así qué llegó el día de nuestra segunda salida. Nos vimos en un centro comercial para ir a cine. Yo llevaba una faldita corta, por encima de la rodilla, que dejaba ver mis hermosas piernas recién depiladas, una blusa de tirantes pegadita que resaltaba mis tetas y mi cintura. Por debajo, llevaba un conjunto de ropa de interior de encaje negro muy sexy. Al ponermelo pensé en la vez que tuvimos ese chat caliente en el que me decía que me imagina encima de él con lencería negra. Pensé, quiero que esté man se corra dentro mi. Me había depilado completamente y estaba lista para la acción.  Nos quedamos de ver en la entrada del cine. Nos saludamos de beso en la mejilla, el puso su mano en mi cintura y alcanzó a rosar mi culo. Me dijo al oído, que bien hueles. Entramos a la sala de cine. Teníamos los boletos en la última fila, en un rincón. En la fila en la que estabamos no había nadie más. De por sí el cine estaba casi vacío, ya que era una hora inusual para ir. Eran cerca de las 11 am, un martes. Mientras empezaba la película, tuvimos una conversación convencional. Pasaron los minutos y él puso su mano sobre una de mis piernas y empezó a acariciarla. Yo pensaba, que rico sería que subiera un poco más. Me dijo al oído, que rica estas Valentina, quiero meterte tres dedos. Esto me encendió muchísimo. Le dije hazlo ya me tienes mojadita. Sentí como su mano empezó a subir por mi ente pierna, hasta llegar a mi ropa interior que era de fácil acceso debido a que traía puesta una falda. Llegó a mi sexo y empezó a acariciarme por encima. Yo sentía como me iba humedeciendo más y más. Así duró unos 3 minutos. Ya no aguanté más y de repente cogí su mano y yo misma le introduje los sus dedos en mi vagina. Le susurré así, quiero que me masajes así, que rico sigue. De repente sentí como su mano empezó a subir por mi torzo hasta llegar a mis tetas. Si algo que me enciende es que me toquen los pezones. Para ese punto yo ya estaba a mil. Empezó a acariciarme las tetas por encima de la blusa mientras me decía, ya te tengo bien mojadita como para cogerte mamacita. Te quiero dar en cuatro mientras te una mano te toco el clítoris y con la otra los pezones. No se en qué momento fue capaz de decirme todo esto, pero yo ya lo quería dentro de mi. Estaba muy exitada. Tenía los pezones super duros. Luego, empezó a meter sus manos por debajo de mi blusa y de mi sujetador. Y el mismo pudo notar esto. Empezó a tocarme el pezón izquierdo como jalandolo suavemente. Yo ya estaba a mil. Le dije, vamos de acá. Vamos a tu carro. Quiero tu verga en los más profundo de mi garganta. (Hay que destacar que podíamos hablarnos así de guarro en persona porque ya lo habíamos hecho por chat y eso aligeraba la situación).  Así que salimos del cine como a la mitad de la película, en el pasillo había una caneca dónde vote el cubo de palomitas ya vacío. Mientras hice esto, el se me acercó por detrás y me dió un abrazo. Pude sentir su verga súper dura en mi culo. Solo pensaba, que rico todo eso que me voy a comer.

Luego nos dirigimos rápidamente al estacionamiento. El había dejado su carro en una esquina, no había nadie cerca. Era perfecto. Los vidrios de su auto eran oscuros. Así que podíamos coger tranquilamente adentro. Al llegar al auto, antes de entrar, me empezó a besar apasionadamente afuera, yo estaba recostada sobre la parte lateral. El me also poniendo sus manos en mi culo y mis tetas quedaron casi a la altura de su boca. Empezó a besarme las tetas mientras con sus manos me tocaba por encima de la tanga. Le dije no aguanto más, entremos, quiero que me lo metas completico.

Abrimos la puerta trasera del auto. El estaba encima mío. Me quito la blusa y la falda. Me dijo que rica estas, así te quería ver con esa lencería negra. Me tienes con la verga súper dura Valentina. Me besó el cuello y luego me quito el sujetador y tomo mis dos tetas en sus manos de tal forma que mis dos pezones quedaran juntos y el se los pudiera meter al mismos tiempo en la boca. Yo estaba como una perra en celo. Casi sentía que me iba a correrer. Le dije quítate el pantalón. Se lo quito y pude ver una enorme y erecta verga encima mío. Le dije me la quiero comer. Le hice una buena mamada. Me dijo ponte encima mío Valentina y culeame. El se recostó sobre el asiento y yo me puse en encima. Mis tetas estaban sobre su cara y el tomó su verga y empezó a pasar la puntita por toda mi vagina sin metermela. Me dijo que rica estas, estás súper mojada. Le dije mételo ya, eso hizo. Puede sentir como toda mi vagina se llenaba de él. Empecé a moverme un poco leí tras el juagaba con mis tetas. De repente empecé a sentir algo calientito ahí abajo, se había venido adentro y yo al mismo tiempo que el. Nos corrimos al tiempo. Fue el mejor sexo de mi vida hasta ahora.