Horas extra en el trabajo

Y quien dice que hacer horas extra en el trabajo no se paga?

Hola soy Laura y espero que os guste ya que soy novata en esto. =)

En el termómetro marcaban cerca de 40ºC y solo eran las diez de la mañana,así era el calor en Sevilla. Me acababa de levantar y solo llevaba puesto un tanga negro de encaje, debido al calor intenso que hacía, quedando prácticamente desnuda : 1,74, morena y tostada por el sol, ojos verdes, unas caderas bastantes sugerentes y unos pechos redondos y grandes con unos pezones rosados que hacían de estos un manjar para todo hombre.

Me dispuse a darme una ducha de agua fría antes de ir a trabajar. Una vez dentro de la ducha empecé a notar como las gotas de agua recorrían mi cuerpo haciendo que mis pezones se pusieran duritos a causa del contraste con el agua fría. Empecé a acariciarlos y a lamerlos con mi lengua mientras que mi otra mano iba lentamente hacia mi sexo. Empecé sobarlo lentamente haciendo que fuera más excitante. Lo unico que conseguí es que tuviese un calentón mayor y tuve que recurrir a un vibrador. Salí de la ducha y, mojada, rebusqué en mi armario hasta conseguir aquel pene metálico que tantas noches me había satisfecho. Me puse sobre la cama y empecé a meter aquel pene y cerré los ojos para disfrutar de mi placer al máximo. Comencé con un mete-saca lento y luego me dispuse a aumentar el ritmo haciendo que mi espalda se arqueara y diera gemidos de placer. Mientras que una mano estaba con el vibrador la otra iba pasando de mis tetas y mis pezones a mi coñito que estaba húmedo.Pronto pude sentir como una oleada de placer me invadía y me vine en un orgasmo increible dejandome totalmente sin fuerzas.

Me limpié y me vestí con un vestido de lino que dejaba transparentar muchas más cosas de las que la imaginación dejaba y unos tacones altos remarcando mis largas piernas.Tuve que darme prisa ya que llegaba a una importante reunión y no podía faltar.

Cogí el coche y en 20 minutos estaba en la puerta del trabajo. Entre en la sala de conferencias y saludé a todos los presentes. Pude sentir la mirada de más de un hombre e incluso más de una mujer recorriendome de arriba a abajo, lo cual no me disgustó en absoluto, ya que me considero una mujer bastante liberal.

Entró el jefe y dijo: - Buenos días, como verán estamos aquí para….

Yo solo pensaba en el calentón de esta mañana, sentía que había quedado insatisfecha y necesitaba más. Necesitaba una polla de verdad enculandome o una lengua hábil recorriendo mi humedo coño.De repente salí de mi ensimismamiento con la voz del jefe diciendo:

-Entonces, esa será la nueva estrategia de la empresa de acuerdo? – dijo mirándome.

Todos asintieron y salieron de la sala de juntas. Miguel – que era como se llamaba el jefe – dijo:

-Laura , puedes esperar un momento por favor?

-Claro, dije yo con voz nerviosa.

Miguel cerró la puerta y luego cerró las persianas y tomó asiento .Me miró con aspecto serio entornando sus ojos azules. Estaba bastante nerviosa ya que estaba distraída en la reunión y no presté atención de lo que decía. De repente sentí su potente y varonil voz diciéndome

-Laura, querría que me prestaras un poco más de tu tiempo. Ya que para dentro de unos días tenemos un gran proyecto y necesito de tu ayuda para que todo salga bien. Te importaria si esta noche te quedas en la oficina a ayudarme?

Me sorprendí al ver la proposición que me hacía ya que jamás había confiado en mi para algún otro proyecto pero yo encantada asentí.

-Por supuesto, no tendré ningún problema en ayudarle. No tengo ningún plan.

-Perfecto entonces. Pues esta noche la espero en mi despacho.

Me levanté de la silla y pude percatarme como me desnudaba con la mirada y miraba los pezones que tenía bastante erectos. Salí meneando mi culo para hacer que su disfrute fuera mayor y sonreí de forma pícara. Sentí que esa noche iba a ser muy especial.

Acercandose la hora de la salida llegué al despacho del jefe y había otro hombre acompañandolo. Era bastante parecido a el solo que con un aspecto más juvenil. Era alto con un cuerpo modelado por el gimnasio, ojos azules y sonrisa pícara.

-Disculpa Miguel, te he interrumpido?

-No para nada, te presento a mi hermano Paul. Ha venido a ayudarme con las finanzas asi que nos acompañará esta noche. No te importa verdad?

-No, en absoluto – dije – Encantada Paul, yo soy Laura.

Después de las presentaciones y los besos de rigor tomé asiento y empezamos a realizar estrategias y cuentas. Me encontraba sumida leyendo un papeleo cuando noté la mirada clavada en mis pechos. Paul y Miguel estaban mirandome con descaro y yo sonreí. Se acercaron y me levantaron. A pesar de que no sabía que iban a hacer conmigo ya mi tanguita blanco estaba empapado. El calentón iba en aumento cuando sentí a esos dos hombretones bajandome mi liso vestido y empezando a mamar mis tetas con los pezones erectos. Gemí de placer y Paul se acerco a mi oido y dijo – te vamos a dar gustito perrita – Lo miré y me relamí de la excitación dando mi aprobación para que me hicieran todas las guarradas que quisieran.

No esperaron e inmediatamente me vi despojada de mi ropa y siendo sobada por estos tios. Miguel iba recorriendo mis muslos mientras que Paul recorria mi cuello mis orejas, y mi boca, hasta llegar a mis pezones donde empezó a mordisquear y a lamer haciendo circulos alrededor de mi pezón. Yo gemía de placer al ver que Miguel había llegado a mi coñito y había descubierto lo mojadito que estaba. Empezó a sobarmelo y a meterme lenguetazos profundos y con pasión.

Aquellos hombres me estaban dando un placer inmenso y pronto sentí como me vine en la boca de Miguel.

-Mira Paul la putita esta disfrutando de las guarradas.

Sonrió y dijo

-Zorra ya es hora de que te den tu medicina.

Acto seguido se bajo los pantalones y el boxer y dejó a plena luz una polla empalmada que miraba al techo dejando las leyes de la gravedad a un lado. Sin piedad me puso de rodillas y me cogió la cabeza y la empujó a su polla y empezó a follarme oralmente. Yo solo tragaba como una puta y relamía esa barra de carne que se estaba hinchando. Pude oir como gritaba de placer. Mientras hacía mis labores de mamar pollita Miguel seguía comiendo coño y de repente sentí como algo se metía en mi culo, era un consolador que Miguel tenía en la mesa. Empecé a gritar de placer pero fue en vano ya que seguía con la polla de Paul el la boca. Me estaban dando durisimo por el culo, sin piedad mientras yo chupaba los huevos de Paul. Este soltó un grito y me dijo

-Métetela en la boca puta que quiero que te tragues todita mi leche!

Haciendo caso segui mamando y pronto sentí como un flujo de lechita caliente bajaba por mi garganta.

-Bueno putita ahora nos toca taparte esos agujeritos- dijo Miguel con un brillo lascivo en sus ojos.

Miguel se puso en el suelo boca arriba y me echo encima y me metió la polla en el coño húmedo por las lamidas de Miguel y el anterior orgasmo. Empecé a gemir y a sentir las embestidas de sus huevos en mi culo. De repente vi que otra polla me estaba enculando por detrás. Dos pollas a la vez!, me dije a mi misma. Sentia un placer inigualable los gritos eran fuertes y se vieron acallados al meterme el consolador por la boca haciendomelo mamar y chupar. No tardé en venirme en un orgasmo colosal y dando alaridos de placer mientras ellos seguían gimiendo y dandome embestidas como animales.

-Puta que nos venimos dentro de ti.- dijeron Miguel y Paul –AAAHHHHGGG- Sentí su leche en mi conchita y mi culo dilatado. Sin sacar las pollas siguieron dando con menor intensidad y una vez las sacaron sentí mi coño lleno de leche de los dos hombres y de mi orgasmo.

-Zorra de tres al cuarto me ha gustado como follas – dijo Miguel,mientras le lamía la polla

-Trabaja como una autentica puta – dijo Paul lamiendome la concha y el culo que aún estaba dilatado.

Estuvimos largo rato bebiendo y fumando mientras ellos seguían magreandome las tetas y yo sus enormes pollas. Aquella noche fue una noche llena de lujuria y supe que aquella empresa me iba a enseñar mucho más.