Hombria (VI)

Ser mas fuerte que las barreras sociales, que el tiempo imperdonable, que el rencor dentro de uno mismo, ser hombre.

Hombría VI

Alo? Si? Habla Eduardo! - contestando el teléfono celular...- Qué sucede?

Acababan de cenar y eran alrededor de las 7 de la noche.

Pero para cuando necesitan los componentes? - con expresión seria - 48 horas?

Eduardo se mostraba visiblemente frustrado de que lo llamaran del trabajo cuando eran sus dias libres.

Mira...realmente dudo que los discos duros sean el problema. Son totalmente nuevos y yo mismo los instalé. Estoy seguro que el problema debe ser causado por uno o varios archivos erróneos en el programa que estan utilizando. De hecho yo les advertí que habian diversos reportes al respecto. Pero se empecinaron en usar ese programa por ser mas barato. Y ya ves...

OK...OK...no te desesperes. Se que son uno de los clientes mas grandes que tenemos, y no nos conviene que piensen que no respaldamos nuestro trabajo.

Eduardo guardó silencio por un momento para oir la voz del otro lado de la línea telefónica.

Esta noche? Estas loco! - haciendo una pausa - Ya no te desesperes. Pero eso si te digo, que no voy a ser el unico que sacrifique algo. Asi que diles que lo haremos, pero que necesitamos a su supervisor de Redes e Informatica para que me ayude...por lo menos unas 4-5 horas de trabajo...

Esta bien...te vere allí en mas o menos 3 horas... Ciao!

Se podía ver cierta incomodidad en el rostro de Eduardo. La situación no necesitaba mayor explicación.

Sandra... - empezó él...

Anda! No te preocupes... - sonrió ella, tranquilizadora - mi chiquito y yo estaremos bien...

De veras? - algo inquieto...

Siiii! De veras... - animándolo - anda de una vez para que puedas regresar pronto y descansar...

OK! pero si el asunto está tan malo como lo pintan estaré llegando recién mañana temprano...

Entiendo - siguió ella - solo no te preocupes. Me sé cuidar solita!

Jajajaja...si eso lo sé! - respondió él, mientras agarraba un sueter del closet y las llaves de la camioneta.

Sandra estaba de pie, al lado de la puerta, cuando él estaba por salir y se quedaron mirandose por un segundo. Ambos sonrieron y él se inclinó un poco para darle un beso en la mejilla. Sandra dirigió levemente el rostro para corresponderle igual, haciendo que los labios de él rozaran ligeramente los suyos. Una deliciosa sensación electrica la recorrió de pies a cabeza. Si él hubiera tenido la intención de besarla realmente en los labios, no habria habido ninguna queja...

Se separaron y mirandolo a los ojos se encontró con la sonrisa que tanto le gustaba...

Nos vemos pronto, entonces...

Si, maneja con cuidado...

Y lo vió alejarse y montar en el vehículo, desde el carro en movimiento lo vió despedirse y ella hizo lo mismo. Sonrió al pensar que debía parecer una esposa despidiendose de su marido al irse a trabajar.

Cerró la puerta cuando la camioneta se perdió de vista y se dirigió nuevamente a la sala donde habían estado viendo una película. Se sentó en el mullido sofá y levantando los pies descalzos recogió las piernas quedando echada un poco de costado con el brazo apoyado en el apoyabrazo del mueble.

Caramba! - exclamó ella al darse cuenta de que el teléfono celular de Eduardo yacía sobre la mesa de centro. En todo el apuro lo había olvidado...

Ojalá que no tenga una emergencia y lo necesite...

Era cerca de medianoche y la programación daba mucho que desear. Aburrida, se puso de pie y apagó el televisor. Se le ocurrió que un poquito de música sería sumamente agradable y se dirigió al estereo. Como ya habia una selección de discos compactos colocados, simplemente dejó que tocaran al azar. Luego notó que había un control maestro para los parlantes y jugando con él bajó el volúmen para no despertar a su hijo y se puso a probar hacia donde sonaban.

De pronto el sonido parecía haber desaparecido, pero cuando estaba a punto de apretar otro botón oyó levemente la musica venir de otro lado...y siguió con curiosidad el origen del sonido...

Sus pasos la llevaron hacia la piscina, por lo que encendió las luces.

Es una noche bonita y la música no esta nada mal...-se dijo ella.

Y asi se sentó en una de las camillas para disfrutar el momento...

Aunque ella era una muchacha bastante activa, tenía que admitir que estar ahí, relajada, sin hacer absolutamente nada, solo gozar de la calida brisa nocturna, las brillantes estrellas cintilando en la noche, las luces provenientes del agua, era en conjunto sumamente agradable...y cerró los ojos...

Por un momento se puso a meditar acerca de los dias pasados allí, en compañia de Eduardo, de los momentos que compartían juntos, de los juegos con el niño, los paseos, las divertidas conversaciones...todo eso hizo que su rostro esbozara una amplia sonrisa...luego vinieron a su mente aquellas imagenes inquietantes de ese cuerpo desnudo, de su imponente virilidad, su control y no pudo evitar sentirse estremecida...excitada. Realmente hubiera preferido que hubiera sido Eduardo el que la hizo mujer. Estaba segura que él nunca hubiera hecho que se arrepintiera de entregarse. Al contrario, sabía que se habria sentido hasta orgullosa de ser su mujer.

No gano nada lamentandome... - pensó ella - al fin de cuentas, Dios me regaló un hermoso hijo, resultado del amor...aunque sólo fuera de mi parte...

Esta reflexión trajo a su mente la imagen de su bebé jugando...en los brazos de Eduardo.

Las circunstancias que los reunieron nuevamente pusieron frente a él una responsabilidad que aunque nadie le impuso, él asumió gustosamente. Practicamente había hecho el papel de pareja, que compartió al lado de ella ese momento tan valioso como fué su parto, fué él quien la animó a pujar más fuerte, fué el quien cortó el cordón umbilical, fué el quien tomó a esa criatura por primera vez en brazos, quien cuidó de ambos durante su convalescencia. Había hecho más de lo que se hubiera esperado de nadie, y en ningún momento se quejó por ello...ni tampoco, pidió nada en retribución...

Le parecía increíble que un hombre pudiera reunir tanto. Ser capaz de gestos de tal entrega, tal compasión y a la vez, ser capaz de hacer que su cuerpo se estremeciera tanto con tan solo su cercanía...

Sandra apretó los muslos con un suspiro...

Uhhmmm... - la evidente humedad que se apoderaba de su cálido sexo le hacía dificil estar quieta...

Por un instante pensó en ir y recostarse en la cama de él, para sentir su olor, la textura de las sabanas que envolvían ese cuerpo que tando deseaba. Quería sentir que su joven cuerpo desnudo era acariciado por las mismas fibras. Estar cerca de él...

Sin darse cuenta, se había despojado de la ligera blusa, dejando que el calor de la noche acariciara sus rotundos pechos. Poniendose de pie, se deslizó por las doradas piernas la breve minifalda. Sintió que su inundada vulva clamaba alivio. La pequeñisima tanga siguió el mismo destino y así, deliciosamente desnuda, sabiendose sola, deseosa, temblando, se dirigió lentamente hacia la puerta...

No...! - dejó escapar, a la vez que ambas manos se posaban en el marco del umbral que iba a cruzar...el paso se detuvo a la mitad...

Se quedó mirando desde allí la puerta de ese cuarto.

El se detuvo anoche...se controló en lugar de dejarse llevar... - pensó ella.

Se irguió orgullosa y girando, dirigió sus pasos hacia el trampolín, mientras que su perfecta y cautivante desnudez era reflejada por los ventanales. Trepó las breves escalinatas, mientras que sus caderas se contoneaban con felina feminidad y caminó por la plataforma con resolución hasta detenerse con los dedos de los pies asiendo el borde...flexionó sus torneados muslos como un resorte, y se impulsó para ganar altura. Alineó su grácil figura en el aire para hacer contacto nuevamente con el trampolín y rebotar con más fuerza y elevación. Elevando sus piernas y el torso, su cuerpo formó un sensualmente angulo perfecto, haciendo resaltar la belleza de sus curvas aún más y estirandose hacia atras y abajo sus imponentes pechos resaltaron mientras que toda su figura se alineaba en forma perfecta antes de ingresar al agua

Splash!

Bajo el agua su rostro mostraba una amplia sonrisa de satisfacción.

Ahhh! - en una inhalación que más parecía una celebración a estar viva...

Ahora entiendo por que te gusta nadar desnudo...- pensó, para seguidamente reir animadamente...

Las hermosas curvas se deslizaban fluidamente bajo el agua. Le era fácil, natural, como si fuera una más de las criaturas del mar, sonrió al notar como las luces de la piscina creaban caprichosos reflejos en su desnudez. Su cabello rubio ondeaba y sus deliciosas formas femeninas eran adornadas por la inusual iluminacion bajo el agua. Habia estado sumergida un buen rato y sus pulmones le pedian ya una tregua. Buscó la superficie cuya calma rompió primero con su rostro, los ojos cerrados, la boca abierta buscando la bocanada de aire, los cabellos, mojados, brillantes, totalmente alizados hacia atras por la rapidez al emerger. El pecho, que debido a la velocidad del ascenso tambien alcanzó a revelarse por encima de la superficie del agua, se exhibió en todo su esplendor, hinchandose orgullosamente, al inhalar Sandra una senda bocanada de aire, elevando aun más irguiendo los redondos senos plenos, perfectos, cubiertos de gotas de agua, coronados por esos pequeños pezones, erguidos, desafiantes. La espalda arqueada, femenina, perfecta. Sin prestar atención a su alrededor, segura de su soledad...casi saltó por encima del agua, para sumergirse nuevamente, dejando ver la hermosura de sus redondas nalgas y sus muslos torneados. Realmente parecía una sirena nadando solitariamente bajo la luna llena...

Ella, braceando con calma, con el rostro bajo el agua, se deslizó hasta la orilla más próxima a la puerta y apoyandose con las manos en el borde, se impulsó para salir del agua.

Pero no estaba sola...él estaba ahí, viéndola desnuda, haciendole sentir la noche aún más cálida. Eduardo mostraba una embelezada expresión, contemplando simplemente la hermosura de una mujer sintiendose libre, haciendo lo que le gusta, dejandose llevar simplemente por el instinto, el cuerpo, la naturaleza...

Sandra elevó la mirada y se encontró con la mirada de él, clavada en sus ojos. Sitiendo una calor que abrazaba sus mejillas, se vió si misma en una posición bastante reveladora, con el torso expuesto, los pechos proyectados hacia adelante aprisionados entre sus brazos, sus pezones endurecidos...

Avergonzada se dejó caer inmediatamente en el agua, tratando de ocultarse de la mirada de él. Sintió como la adrenalina fluía velozmente por sus venas...

Lo siento, Eduardo, yo...-balbuceaba ella. - creí que llegarías mañana...

Bueno...el problema fué resuelto sin mayor problema - respondió él - y decidí darte las buenas nuevas, pero me olvidé del celular...

Ella se mantenía en silencio, mientras seguía oculta bajo el agua, pero a la vez, sin poder explicarselo, no entendía por que no le pedía que se fuera para poder salir o siquiera que le pasara una toalla que yacía en la silla al lado de él.

No te preocupes, Sandra, puedes hacer lo que tu quieras aquí, - dijo él calmadamente - Es más, a mi tambien me gusta nadar desnudo...

Si, lo recuerdo...- se oyó diciendo, para darse cuenta de que se acababa de delatar, se tapó la boca en inconciente ademán...

El sonrió ante el sutíl comentario. Sandra no podria ruborizarse más de lo que ya estaba...

Te incomodaría que compartiera el agua contigo? - preguntó, para luego añadir... - No te preocupes, no me aprovecharé de ti...

Ella sintió su pulso iniciar una carrera violenta, con ganas de salir corriendo de allí, sin importarte si él la veía tal como vino al mundo, pero sintió el comentario como un reto -

No...no me molesta - respondió ella sin saber cómo.

Y lo vió abriendo su bata. Estaba desnudo y lo veía magnifico vistiendo solo su piel bronceada, los músculos se definian con sensual claridad. Era evidente que se ejercitaba mucho. Lo tenía completamente expuesto ante ella. Ni siquiera habia visto una desnudez parcial de su novio. Todo sucedió tan rapida e improvisadamente en ese entonces. Pero ahora, que lo tenía de pie ante ella, lo veía imponente, hermoso, como una estatua de David de Miguel Angel. En una rapida reflexión recordó que él ha sido el único hombre desnudo que ella ha visto...

El sonreía y en un movimiento felino, saltó casi sobre ella para zambullirse en ágil movimiento. Giró para verlo y lo vió emergiendo del agua a varios metros de ella...

A que te atrapo....- y sin dar tiempo a nada se sumergió nuevamente en dirección a donde ella estaba.

Ella sin pensarlo dos veces se lanzó hacia un lado tambien dando un alarido divertido. Buscó un poco de profundidad y se deslizó velozmente tratando de alejarse de él. Lo veía moviendose como un pez, ondulandose y lo vió bello, y a la vez como un chiquillo traviezo, y ella se sintió asi tambien...

Subitamente ella sintió la mano de él apoderandose de su tobillo, y empezó a forcejear, tratando de liberarse. Lo consiguió. Y continuó buceando con energia. El empeño en evitar que la pudiera atrapar, la hizo olvidar la desnudez de ambos. Si hubiera sido posible escuchar bajo el agua se podrían haber oído las risas de ambos en este juego...

Ella sintió como él atrapaba nuevamente su pie, lo que la desconcertó por una fracción de segundo. Tiempo suficiente para abrazarla por los muslos. Desde atrás la envolvió por la cintura y ambos emergieron riendo a carcajadas. Al tratar de liberarse, ella pegó su trasero a él y sintió una inquietante textura rozando su nalga izquierda, parecia que palpitara y le pareció perturbadoramente familiar. Se quedó quieta, sintiéndolo respirar en su oido. El la soltó y se alejó nadando...

Ahora yo te atraparé a ti... - gritó ella y se lanzó tras de él riendo...

El nadaba energicamente, pero ella tambien era veloz asi que en unos segundos lo arrinconó. Haciendo un vano intento Eduardo se lanza hacia un lado y ella lo atrapa abrazandolo de las piernas. El deja de resistirse y asciende. Ella lo hace tambien sin soltar el abrazo. El cuerpo de ella asciende frente al de él. Sintiendo como sus pezones rozan sus muslos. Ella trata de apartarse levemente, pero ya no puede evitar el sendo contacto del inhiesto pene con sus pechos, su abdomen, sus muslos. Sandra sintió un fuerte estremecimiento recorriendo toda su piel...

Quedaron frente a frente, con las gotas de agua descendiendo por la piel, sintiendo mutuamente el aire caliente al tratar de recuperar el aliento.

El la miraba sonriendo, mirándola de esa manera en que siempre lo hacia y ella, sentia que temblaba a pesar de la tibieza del agua, de la brisa cálida.

Sandra, no pudiendo evitarlo, se acercó a él, sintiendo todo su cuerpo fuerte y atlético pegado al suyo, su virilidad en evidente presencia, rozando sus muslos estremecidos, las manos de él, inactivas, estaban una apoyada en el borde de la piscina y la otra colgaba al lado de su cuerpo. Sandra cerrando los ojos se aproximó a su rostro y acerco sus labios a los de él, rogando que él no rechazara el beso...

Sentía como su corazón palpitaba alocadamente, como queriendose salir del pecho. Tenía miedo de abrir los ojos y no verlo ahí. Tenia miedo de que sus labios se encontraran con el vacío. Temía que el abrirse asi y ser rechazada fuera insoportable...pero en esas fracciones de segundo que pasaron no le importó saltar al vacio...sin importar que pasara

No me rechazes, por favor...- rogó ella en silencio.

Y sintió como sus labios tiernos tocaron los de él. Sandra casi gimió al sentirlo aún ahí. Lo besó con muchisima suavidad, casi con temor...

Una vez, no hubo respuesta...

Por favor...- se repitio ella misma

Dos veces, y siguió sin sentir siquiera un leve movimiento en los labios de él ...

Por favor...- intentó ella

Tres veces ...pero no hubo respuesta.

Con lentitud y casi resignación. Sintió como un lágrima quería abrirse paso hacia su mejilla. Y muy lentamente empezó a aligerar la presión de sus labios sobre los de Eduardo. Inesperadamente sintió la mano de él, posándose suavemente sobre su nuca, reteniendola para que no se separara de él. Sandra no podía describir lo que sentía en ese momento. Pero solo se quedó ahí, expectante, y sintió como los labios de Eduardo se presionaron con suavidad contra los suyos, y ella se los ofreció, con ansia pobremente disimulada. Percibió el enardecedor contacto de la otra mano de él en la parte baja de su cintura, justo encima de las nalgas. Sintió como él suavemente succionaba la llenura de sus labios, como queriendo hacerlos parte suya y se sintió a si misma rodeando el fuerte torso con sus brazos, pegandose a él. Los firmes senos, se presionaban sin disimulo contra el pecho de Eduardo. Los labios se abrian, se acariciaban. Las lenguas necesitaban el contacto, la caricia, y asi lo hacian, con ansia creciente. La respiracion de ella denotaba el esfuerzo emocional que habia tras esa entrega. Podia sentir todo el cuerpo de él contra el suyo. Sentía como su pierna se enrrollaba alrededor de la de él, permitiendo que el rigido falo rozara tentadoramente la cara interna de sus muslos. Se apretó más hacia él, con ansias, con deseo. No habia apariencias que guardar ahora. Lo deseaba, lo necesitaba, sin importar nada, aunque él no sintiera lo mismo.

Te amo, Eduardo, te amo...-gritaba ella por dentro mientras sentía los besos y las manos de él enloqueciendola más a cada segundo.

Mmmmmmm...uhhhhh...-pero solo un gemido lograba escapar de su garganta...

El contacto de sus manos fuertes pero acariciantes era enloquecedor, sentia que el hervor en sus entrañas se hacia intolerable. Necesitaba desahogar toda esa hambre de amor fisico y emocional que su cuerpo de hembra le reclamaba. La sensación de hinchazón palpitante en su vulva caliente se exacerbaba con cada roce que el tronco viril le daba. Ella misma empezaba a querer atraparlo entre sus muslos tersos, aplicando un delicioso movimiento de vaiven. Los labios eran frotados plenamente con la endurecida carne de Eduardo que no menguaba sus caricias a ese delicioso cuerpo con las manos. La boca, parecia estar en todas partes a la vez, recorriendola toda, haciendola desear más.

Mmmmmmm, Diosssss.....!!! - exclamó ella al sentir la boca de él apoderandose de su pezón endurecido..

Ohhhhhhh!! - al sentir el desquiciante roce de sus dientes alrededor de la aureola...

El movimiento del cuerpo de ella causaba en el agua un chapoteo ritmico que acompañaba a la forzada respiracion al sentir que un imparable torbellino se acumulaba en su bajo vientre. El ritmico vaiven de su vulva contra el grueso falo, atrapado entre los muslos, los besos atormentando su piel estremecida, las manos recortandole la respiracion estaban causando el irremediable efecto orgasmico...si, sentia la inminente proximidad de esa descomunal oleada de placer,

Siii.....ohhhhh, mmmmmmpppffffff!!!!- jadeaba ella...

Ahhhhhhhh, ahhhh,mmmmmmmmmm,, ohhhhhhh,,huuuuuhuhuuhuhhh. - casi ahogandose...

Las brazos de ella se enroscaron alrededor de su cuello. Sintió las fuertes manos apoderandose de sus caderas y sus piernas tersas y fuertes a la vez rodearon el cuerpo masculino. El glande amoratado, coronando ese tronco durisimo, se proyectaba plenamente contra la vulva hambrienta, moviendose de atras para adelante, en ritmico vaiven, separando ritmicamente los labios profusamente lubricados, torturando el clitoris hinchado...

Penétrame...damelo ya...por favor!! - rogó ella

El siguió moviendo las caderas de ella, jugando con la cabeza viril, desesperandola, pero aun asi, con suficiente intensidad como para hacerla alcanzar el climax por segunda vez...

Diossssss, Eduardooooooo!!! - sintiendo el rostro de él al lado del suyo. Sentia deseos de morder su cuello, de hacerlo suyo. Y mordió el labio inferior de él. No habia marcha atras, el orgasmo no parecia cesar...

Ohhhhh....ohhhhhh, ohhmmmmm....-sintiendo que se desvanecía, todo le daba vueltas alrededor...

Sintió los brazos de él, sosteniendola, cuidandola. Sandra sentia que flotaba.

Sintió como él suavemente la volteaba y depositaba boca abajo sobre la gruesa bata de felpa en la orilla de la piscina. Quedó así con el torso sobre la tela, mientras que sus piernas seguian en el agua y el hermoso trasero al aire exponiendose a él, creando una divina vision. Sandra aún sentia los deliciosos espasmos del apabullante orgasmo que acaba de disfrutar, pero al darse cuenta de la postura en que se encontraba, expuesta a él, a su mirada, sintió como nuevamente su pulso se aceleraba, sus engurgitados labios mayores parecieron palpitar más fuertemente. Sintió las manos recorriendo la breve cintura, acariciando con suavidad pero deseo intenso. Sintió como sus redondas nalgas eran recorridas por unos dedos, unos labios, unos dientes que mordian suavemente, haciendola gemir sin control. Sus tobillos buscaron situarse alrededor del macho que la hacia desear mas. Sintió sus muslos recorridos con lujuria, sus nalgas separadas por esas manos fuertes, exponiendo esa húmeda flor de feminidad ante los ojos varoniles. Los fluidos que surgian de su vagina daban un tentador brillo a sus labios vaginales, haciendolos mas invitantes.

Ahhhhhhhh......-gimió profundamente ella al empezar a sentir una sabia lengua descendiendo lentamente por el surco entre sus temblorosas nalgas.

Adivinaba el destino que esa serpiente de deseo estaba buscando. El descenso que sólo tomo unos segundos le pareció eterno, desesperante,...divino. Casi se desmayó cuando sintió como hacia circulos alrededor del ano virginal, nunca antes tocado por un hombre. Sintió como jugueteaba con los labios entumecidos y aún hambrientos de placer...de ese hombre. Creyó que no podría sentir nada más intenso, hasta que la lengua rozó el clitoris enrojecido.

Uhhhhhhhhhhhhh - dejó escapar, al sentir como la nariz se situaba entre los labios vaginales, casi penetrandola deliciosamente...

Los circulos que la lengua hacia alrededor de ese botoncito de carne se le antojaron demasiado intensos para soportar más, pero a cada nueva caricia, le seguía una sensación aún más intensa, mas fuerte, como un eco de placer que en lugar de disminuir con el tiempo, retornaba con mas poder.

Sintió las manos agarrando las nalgas con afan posesivo y eso la enloqueció aún más. Sentir su quemante aliento en su chorreante intimidad, como la tocaba, la poseía, la hacia su hembra, era delicioso...

Uuuuuffffff!!! - jadeó ella con fuerza...

Sandra arqueó la espalda en un espasmo violento pero placentero al sentir sorpresivamente como el rostro se enterraba más entre sus nalgas jugosas, arrancandole gritos de goce, sonidos casi animales. Sintió como sus caderas se movian solas... en círculos... buscando las caricias enloquecedoramente deliciosas que él le daba. Nunca habia sentido algo asi, tanta dedicacion a su goce como mujer, como hembra de verdad...

Que rico me haces sentir Eduardo..... - gemía ella.

Solo se oia el sonido incitante de la boca de él comiendose su raja jugosa, sintiendo como sus labios vaginales era tiernamente traccionados por los labios inquietos de él, sintiendo como su lengua travieza saboreaba su tierno conejito como el más delicioso manjar que pudiera existir...

Que riiiiiiicccccoooooooooo.....! -gritó ella al sentir nuevamente como otro orgasmo que iniciaba bajo los delirantes labios de Eduardo estremecia todo su cuerpo.

No supo cuanto orgasmos más él le siguió procurando. Solo sabia que no podía moverse más. Sintió las manos de Eduardo, cogiendola por la cintura, girandola y recostandola sobre la bata. Sentía un gran agotamiento...el cuerpo mojado por el agua y sudoroso a la vez...

Saliendo del agua, Eduardo se arrodilló a su costado admirando en ese esplendor post-orgasmico se ve tan cautivante en una mujer y la dejó recuperar su aliento por unos minutos. Luego, deslizando las manos bajo su cuerpo desnudo y mojado por gotas de agua y sudor, la levantó en vilo, con gran facilidad.

Parece que fué ayer... - dijo ella quedamente recordando como él la llevó en brazos a su cuarto, cuando adolescentes. Ahora, él desnudo, la tenía a su merced, podía hacer con ella lo que quisiera, lo que le viniera en gana, y ella sabía perfectamente que no podría resistirse...

Con la cabeza apoyada sobre el hombro, notó como la llevaba hacia la habitación de ella, y suavemente la depositaba sobre la suave cama. El silencio que había permitia que pudieran oir la suave respiración del bebe que yacia en su cuna, un poco mas allá.

La dejó ahí, mirandola y luego girando sobre sus talones se alejó...ella se sorprendió...sin saber que decir...que hacer...

Continuara

Autor: Shogun

the_shogun55@hotmail.com