Hombre lobo xx-la única esperanza - final parte 1
Catarina hará un pacto con satanás para tener el poder. Nuestros protagonistas serán capturados. #PrimeraParteÚltimoCapítulo
AVISO : Queridos lectores quería subir esta última parte completa y aun la estaba redactando pero en vista que me ha vuelto a dar covid y los sintomas no me dejan seguir, me veo obligado a subir este pedazo, espero que les guste. Escribanme a mi correo si quieren el link de las fotos de los personajes.
HOMBRE LOBO XX - LA ÚNICA ESPERANZA - FINAL PARTE 1
La muerte de Tomy conmocionó a todos, una semana entera los ánimos en palacio estuvieron bajos, pero poco a poco todo comenzó a volver a la normalidad, incluso Darío se había recuperado, cuando le explicaron que cosa sucedió, no lo podía creer, sin embargo, aún no había descubierto la forma de transformarse por más que entrenaba con Alexander.
Italec: _ ¿ Alexander podemos hablar?
Alexander: _ Si claro, que me quieres decir.
Italec: _ Es que la otra vez, entendí que conocías a mi padre, y quería saber más.
Alexander: _ Pero ¿Roderick no te ha contado ya?
Italec: _ Pero quiero saber tu versión.
Alexander: _ Bueno tu padre…
Italec: _ Pero no aquí, vayamos a otro lugar.
Alexander: _ Darío, iré con Italec un momento, ¿te molesta si sigues practicando solo por un rato?
Italec: _ Hermano, solo un momento por favor.
Darío: _ Claro, no hay problema hermano.
Italec llevó a Alexander por el bosque, como dando un paseo, pero se detuvieron en el lago.
Alexander: _ Bueno ya que nos detuvimos dime ¿Qué quieres saber sobre Ítalo?
Italec: _ ¿Cómo lo conociste? ¿Cuando? No sé, descríbemelo, tantas cosas que quiero saber – dijo entusiasmado como un niño.
Alexander: _ Pues ahora sin temor, ni prejuicios, te puedo decir que Ítalo fue el gran amor de mi vida.
Italec: _ ¿ Tú y mi padre, estaban enamorados?
Alexander: _ Si, pero yo fui un tonto que no supo aceptarlo.
Italec: _ Entiendo, por todo lo que conlleva en la sociedad estar enamorado de un hombre.
Alexander: _ Así es, tenía mucha vergüenza a que nos descubrieran, sin embargo, moría de amor por tu padre.
Italec: _ Cuéntame cómo fue su historia.
Alexander: _ Sucedió hace mucho, tal vez, 500 años o tal vez un poco menos.
Italec: _ Waooo, eso es demasiado tiempo.
Los dos se sentaron con los pies en el agua.
Alexander: _ Ítalo y yo nos conocimos por medio de mi novia en ese entonces, ella era su prima, el no siempre fue un hombre lobo, fue un humano común y corriente, yo ya era un hombre tigre en esa época, él tendría 18 años, yo era mayor por dos años más.
_ He de decirte que desde un inicio me pareció atractivo, pero terminé tratándolo mal, como a todos los que me gustaban, pese a ello, con él fue algo diferente, era tan bueno, que mientras yo lo trataba mal, él me trataba bien, no le daba importancia a los malos tratos, y eso me irritaba aún más.
_ Quería lograr que me odiara, sin embargo, no pude hacerlo, me llegué a enamorar, y toda esa cólera que sentía hacía él, se esfumó, con su personalidad logró cambiarme, me comencé a acercar más, y nos hicimos amigos, claro que yo no sabía que a él también le gustaban los hombres.
_ Un día mientras conversábamos y hacíamos juegos por el bosque, tropezamos y caímos por una pequeña colina, quedamos mirándonos a los ojos uno encima del otro y nos besamos, nos confesamos el amor que sentíamos y decidimos iniciar una relación clandestina, él no estaba conforme con eso, quería irse conmigo a otro lado, pero yo no podía hacerlo, lo condicioné a que solamente él estaría conmigo de esa manera o se terminaba todo, pensé que lo aceptaría, pero no fue así, terminó con la relación que teníamos.
_ Para ese entonces por el pueblo habían llegado, tu tío Roderick, y Alec, tu otro papá. Alec se fijó rápidamente en Ítalo, y lo pretendía, e Ítalo se dejaba pretender, eso me llenó de mucha ira, y anuncié mi compromiso con su prima, sabía que eso le dolería, y sí que le dolió, pues se habían escuchado rumores que Ítalo se iba del pueblo.
_ Cuando me enteré fui a detenerlo, le prometí, que me iría con él la semana siguiente, incluso pactamos el día, pero, no todo iba a salir de acuerdo al plan, por esos días, mi novia me comentó que estaba embarazada y nos tuvimos que casar lo antes posible, y en un acto cobarde, me casé, el día que habíamos acordado escaparnos, ese día Ítalo se quedó esperando, nunca llegué.
_ Esa misma noche en la madrugada, Alec me visitó, primero me reclamó el daño que le había hecho a Ítalo, quien lo había rechazado porque se iba a ir conmigo, yo traté de hablar, pero no me dejó, me tomó del cuello y comenzó a crecer, hasta convertirse en un bestia, ahí supe que era un hombre lobo, lo que él no tenía conocimiento es que yo era un hombre tigre y me transformé también, peleando casi a muerte
_ En ese momento llegó Roderick, y detuvo a su hermano, lo convenció de que dejara pasar todo, pero me dijo que Ítalo se iba a ir con él, yo solo atiné a decir, que lo haga feliz, después, de eso, ya no supe más de ellos, hasta que Julissa hace tiempo, me comentó que todos habían muerto.
Italec: _ Una historia un tanto amarga, supongo que tú castigo fue el no tener a mi padre.
Alexander: _ Efectivamente, y no hay día que no me haya arrepentido. Por cierto, tú eres casi idéntico a él, tienes parte de sus facciones, el cabello rubio y los ojos dorados.
Italec: _ Sí, tío Roderick me lo comentó.
Alexander: _ Estás igual de hermoso.
Se miraron a los ojos en complicidad y acercaron sus cabezas para besarse.
Italec: _ ¿no te parece extraño?
Alexander: _ ¿qué cosa?
Italec: _ Besar al hijo de tu novio de hace 500 años.
Alexander: _ Para nada, es excitante, estás igual de bueno que tu padre.
Italec: _ Gracias, pero tú no te quedas atrás.
Alexander: _ Me encantaría follar contigo.
Italec se rio.
Italec: _ No soy pasivo, lo siento – dijo.
Alexander: _ Eso ya lo sé, pero ¿no quisieras intentar?
Italec: _ ¿ No te gustaría intentar a ti?
Alexander: _ Mi culo no lo toca nadie – dijo sonriendo.
Italec: _ Jajaja, el mio tampoco.
Alexander: _ Entonces que ¿Una paja? O ¿un oral?
Italec: _ Ambos podría ser.
Se sacaron lo que llevaban encima quedando completamente desnudos y besándose a la orilla del lago, y cogieron sus penes erectos, Alexander el de Italec e Italec el de Alexander, sus manos duras y fuertes subían y bajaban acompañados del sonido que hace la piel al impregnase del líquido preseminal.
Se frotaban uno encima del otro, intercambiado sus posiciones todo el tiempo, dos hombres machos y viriles se revolcaban en el suelo, dando rienda suelta a sus instintos más salvajes, jalándose la polla mutuamente.
Hicieron una 69, se chupaban la polla con firmeza, pero sin hacerse daño, se succionaban sus dos ricas vergas como dos colegas machos, sus webos uno por uno entraban en sus bocas, los dos tenían tamaños considerables.
Por momentos se masturbaban mientras sus bocas descansaban, y luego volvían a lo que estaban haciendo, después de unos minutos, ambos eyaculaban, acumulándose el semen en sus cavidades orales, para finalmente besarse y compartir su rica leche caliente recién ordeñada, embarrándose los labios y luego tragándosela.
Alexander: _ Esto fue súper excitante.
Italec: _ Aunque me hubiese encantado follarte el culo.
Alexander: _ Y a mí el tuyo.
Darío solo en alguna parte del bosque intentaba concentrarse para poder transformarse, pero no lo conseguía aún. De la nada apareció Terry escapándose de su padre.
Darío: _ Hey Terry, ¿Qué haces por acá tú solo?
Terry: _ Vine con mi padre, me estaba enseñando a casar, pero me aburrí y me escapé.
Darío: _ No debiste hacer eso, se pondrá furioso.
Terry: _ Lo se Darío, pero todo el tiempo quiere que esté a su lado, no me deja hacer nada por mi cuenta, yo lo obedezco, pero ya me cansa.
Darío: _ Tienes que entenderlo, esa es la manera de decirte que te quiere y se preocupa por ti, desde que murió tu hermano el seguro tiene miedo de perderte.
Terry: _ Tío ¿tú también me vas a decir eso?
Darío: _ Es la verdad, quiere protegerte de los peligros que ahora nos rodean.
Terry: _ Ya como que pareces un papá regañón, pero pensándolo bien ¿Tú no serás mi padre?; mira que tenemos el mismo cabello pelirrojo.
Darío se rio por la ocurrencia del niño.
Darío: _ No Terry no soy tu padre.
En ese momento llegó Cirlo, muy furioso y por dentro asustado, había pensado lo peor.
Cirlo: _ Terry cuantas veces te he dicho no te apartes de mí – le gritó muy molesto.
Terry no tuvo tiempo de responder y su padre le tiró una cachetada arrojándolo al suelo. Darío se interpuso.
Darío: _ Cirlo, no tienes por qué reaccionar así, es solo un niño.
Cirlo: _ Tú no te metas, no es contigo.
El general intentó una vez más tirarle otra cachetada a su hijo al verlo ponerse de pie como si nada, sin embargo, Darío se interpuso.
Darío: _ Ya fue suficiente, no seas tan duro con tu hijo.
Cirlo: _ Quítate de en medio.
Darío: _ Entiendo que fue duro lo que pasó con Tomy pero…
Cirlo se llenó de cólera al escuchar el nombre de su hijo, y tomó del cuello a Darío.
Cirlo: _ No vuelvas a mencionar el nombre de Tomy nunca más.
Diciéndole esas palabras, lo arrojó cayendo al suelo, agarró a Terry de la muñeca e intentó llevarlo a rastras, pero fue detenido por Darío quien se levantó casi de inmediato.
Darío apretó fuertemente la muñeca de Cirlo y la levantó haciendo que soltara al niño.
Darío: _ No vuelvas a hacer eso jamás.
Y fue esta vez Darío quien lanzó a Cirlo.
El general se sorprendió al sentir una fuerza en Darío que jamás había sentido antes.
Cirlo se recompone y se transforma acercándose amenazantemente; Darío se sonríe y con una fuerza interior muy grande empieza a transformarse por primera vez.
Hizo sus brazos hacía atrás sacando el pecho y flexionando las rodillas, a su vez pegando un grito que poco a poco se iba convirtiendo en un rugido, sus extremidades crecían desproporcionadamente, elevando su estatura, su torso se ensanchaba y pelo comenzaba a aparecer, finalmente la cabeza tomó la forma felina con colmillos bastante pronunciado, hasta que completó su transformación, apareciendo por primera vez un hombre tigre pero el color era distinto, pues su pelaje era blanco con rayas negras.
Ni bien se miraron sus fuerzas colisionaron comenzando a pelear.
Terry: _ Waooo tío Darío ¿eres tú?
El niño miraba muy atento la batalla sin ningún temor.
Las fuerzas de ambos se equiparaban, aunque Darío al estar recién transformado era un poquito superior.
Italec y Alexander que ya regresaban se percataron de lo sucedido.
Italec: _ ¿Ese es…?
Alexander: _ Darío – dijo completando la pregunta.
Italec propuso que los dejaran pelear un poco más para ver la fuerza de su amigo, y Alexander aceptó, dejando un tiempo prudencial que al finalizar decidieron entrometerse, primero en forma humana, pero al ver que no hacían caso, decidieron transformarse también, Italec agarró fuertemente a Darío y Alexander a Cirlo, y no los soltaron, hasta que se calmaran las cosas.
Poco a poco se comenzaron a tranquilizar hasta que todos volvieron a su forma humana.
Cirlo: _ Menuda sorpresa me has dado.
Darío: _ Ni me lo digas, yo también me he sorprendido.
Italec: _ Te veías genial hermano.
Alexander: _ Felicitaciones, al fin lograste tu transformación.
Cirlo: _ Vaya, vaya así que tenemos a un hombre tigre.
Alexander: _ Y blanco por si no te habías dado cuenta Darío.
Darío: _ ¿Blanco? ¿No soy del color común?
Italec: _ ¿Y eso lo hace especial?
Alexander: _ No tan especial que digamos, pero sí muy raro, tengo entendido que rara vez se ve a un hombre tigre de color blanco.
Darío: _ Eso ¿suena genial no?
Después de todo lo acontecido el último año con la guerra y los cambios que se dieron en el reino, la princesa Catarina aprovechó la oportunidad y buscó al arzobispo quien no se quedó satisfecho la última vez. A pesar de ser un hombre viejo y probablemente con pocos años de vida, no se quería quedar con los brazos cruzados.
El arzobispo y ella se entrevistaron para formar una alianza.
Catarina: _ Es lamentable lo que hizo mi hermano con la iglesia.
Arzobispo: _ Así es princesa, su hermano ha afrentado a Dios.
Catarina: _ Y como no va hacerlo, si dios es quien le da de su poder divino para que pueda gobernar al pueblo, y ahora el con esa acción lo está negando.
Arzobispo: _ Es lo mismo que yo pienso princesa; su hermano ha pasado encima del señor, y ha hecho del reino un burdel, donde ahora hasta los homosexuales pueden hacer lo que le dé la gana.
Catarina: _ No podemos permitir eso, tenemos que hacer algo.
Arzobispo: _ ¿ Que sugiere usted princesa?
Catarina: _ Quiero proponerle que nos unamos para expulsar del trono a mi hermano y así yo ser la nueva emperatriz.
Arzobispo: _ ¿ Y yo que ganaría con eso?
Catarina: _ Le devolvería todo el poder y gloria a la iglesia.
Arzobispo: _ Me agrada la idea, pero
Catarina: _ Pero ¿qué?
Arzobispo: _ Yo ya estoy viejo, y dudo mucho que viva para cuando ese momento llegué, pero me gustaría que cuando yo muera, usted continúe el plan con otra persona.
Catarina: _ ¿Quién sería esa persona?
Arzobispo: _ El obispo West, el será mi sucesor en el cargo cuando yo me vaya.
Catarina: _ Yo necesito alguien de confianza y que me sea leal ¿El obispo lo es?
Arzobispo: _ Yo personalmente entrené al obispo, me es leal y por consiguiente lo será con usted.
Catarina: _ Muy bien, entonces quiero conocerlo.
El arzobispo mandó a llamar al obispo West, este fue puesto al tanto, y confirmó su lealtad a la princesa Catarina.
Obispo: _ Tenga por seguro princesa que mi lealtad esta con usted, hoy y hasta cuando ocupe el cargo de mi maestro.
Arzobispo: _ Disculpen un momento, tengo que ir al baño.
Catarina: _ Siga Arzobispo, yo me quedaré hablando con el obispo West.
El arzobispo salió lentamente de la sala donde se encontraban.
Obispo: _ Princesa ahora que ya no está mi maestro, quisiera preguntarle algo.
Catarina: _ Adelante obispo, haga su pregunta.
Obispo: _ ¿Qué sería capaz de hacer usted por obtener el trono?
Catarina: _ A estas alturas, estoy dispuesta a hacer lo que sea.
Obispo: _ ¿Está segura?
Catarina: _ Si, lo que sea.
Obispo: _ ¿Hasta entregar su alma a satanás?
Catarina se intrigó con esa pregunta.
Catarina: _ ¿ Usted, un hombre de dios, hablándome de esa manera del diablo?
Obispo: _ Por favor princesa, solo responda.
Catarina: _ Está bien, si, sería capaz hasta de vender mi alma al mismísimo demonio.
Obispo: _ Entonces, que así sea.
El arzobispo volvió a entrar por la puerta.
Obispo: _ Que bueno que llega arzobispo. ¿Sabe? La princesa y yo estuvimos hablando de lo que estaría dispuesta a hacer para obtener el trono.
Arzobispo: _ ¿que respondió?
Catarina dirigía su mirada entre el obispo y el arzobispo.
Obispo: _ Que sería capaz de vender su alma hasta al mismísimo diablo.
Arzobispo: _ Princesa que cosas dice, pero es en sentido figurado ¿verdad?
La princesa no respondió y se quedó callada.
Obispo: _ No arzobispo ella lo decía de verdad.
El semblante del viejo cambió y del obispo de tornó sombrío.
El obispo en un idioma antiguo recitó unas palabras y la luz de la habitación de fue, para luego iluminarse con una luz roja incandescente.
Arzobispo: _ ¿Qué está pasando?
Obispo: _ Pasa, que estoy invocando a mi señor satanás.
El arzobispo se aterrorizo con lo que escuchó, de pronto una figura como de un hombre de color negro comenzó a tomar forma.
La princesa miraba nerviosa y sorprendida, el arzobispo asustado y el obispo se arrodillo a hacerle reverencia.
Diablo: _ Para que me has llamado.
Obispo: _ Mi señor, le traigo un alma que quiere hacer un trato con usted.
Catarina comenzaba a entender lo que sucedía, temor y curiosidad invadieron su ser, mientras el arzobispo quería salir de ese lugar, pero no podía.
Diablo: _ ¿Y qué quieres a cambio? – dijo dirigiéndose a Catarina.
Catarina: _ Quiero el trono de este reino.
Diablo: _ Eso es muy fácil de hacer, pero ¿estás dispuesta a entregarme tu alma?
Catarina: _ Si, haré lo que sea.
La princesa no titubeaba ningún segundo, estaba decidida.
Diablo: _ Entonces, para cerrar el trato necesito tu sangre y un sacrificio humano.
El diablo le entregó un cuchillo completamente negro.
Catarina miró el cuchillo detenidamente.
Catarina: _ ¿de dónde saco una persona en este momento?
Obispo: _ Princesa, yo creo que alguien en esta sala puede ayudar – dijo refiriéndose al arzobispo.
Catarina: _ Lo siento arzobispo, usted ya vivió demasiado tiempo.
La princesa se acercó al viejo quien estaba petrificado del terror y le clavó la daga en el corazón.
Diablo: _ Quítale el corazón y bebe su sangre, luego hasta un corte en la mano.
Catarina hizo lo que el diablo le ordenó, completando el pacto.
Diablo: _ De ahora en adelante tu alma me pertenece, serás una de mis sirvientes y a cambio te daré lo que más deseas.
Catarina: _ Gracias, le serviré fielmente de ahora en adelante.
Diablo: _ Por medio de mi sirviente te diré que es lo que tienes que hacer para ascender a tu trono.
Catarina: _ Pero….
Diablo: _ Silencio – dijo con una voz infernal. – Tú ahora escuchas y obedeces.
Catarina se asustó al escuchar esa horrible voz.
Diablo: _ Cuando sea el momento adecuado te diré que hacer.
Satanás desapareció y la sala volvió a la normalidad, pero el cuerpo del obispo se esfumó.
Catarina: _ ¿no se supone que me iba a ser la emperatriz de inmediato?
Obispo: _ En ningún momento dije eso señora, además, eso no funciona así.
Catarina: _ ¿Entonces cómo?
Obispo: _ Si nuestro señor, ha aceptado el trato con usted es porque tienen propósitos en comunes, así que para que usted llegué al poder, primero tiene que cumplir los deseos de satanás y el cumplirá los suyos.
Catarina: _ ¿Y ahora qué?
Obispo: _ Solo queda esperar, en algún momento él le dirá que hacer.
El emperador y los demás no se imaginaban lo que Catarina había hecho con tal de quedarse con el trono, su ambición por el poder hizo que perdiera su alma para siempre.
Diez años pasaron sin mucha demora, durante ese tiempo los hombres lobo y los hombres tigre adoptaron la costumbre de luchar día a día en el bosque en forma de práctica, cada día mejoraban sus tácticas, preparándose para algún ataque, el cual presentían pronto iba a suceder.
El nuevo arzobispo West quien era sirviente del mismo diablo recibió una orden, y para cumplirla llevó a la princesa Catarina al bosque, justo en el campo donde los licántropos y los dos hombres tigre practicaban.
Sin ser vistos se acercaron.
Catarina: _ ¿Para que me has traído hasta acá?
A. West: _ Mi señor me lo ha pedido.
Se acercaron más y la princesa no salía de su asombro.
Catarina: _ ¿ Qué son esas bestias?
A. West: _ Espere un momento y se dará cuenta.
Catarina esperó impacientemente, hasta que todos volvieron a su forma humana.
Catarina: _ Pero si ellos son….. Ese es Cirlo ¿Qué está pasando aquí?
A. West: _ Majestad ellos son hombres lobo y los dos pelirrojos de allá son hombres tigre.
Catarina: _ Esas criaturas solo existen en los mitos y leyendas.
A. West: _ No princesa, ellos son reales y son enemigos de nuestro señor, y su deber es eliminarlos.
Catarina: _ ¿Yo? Pero ¿cómo? Acaso no ves que son más fuertes que todo un ejército entero.
A. West: _ No se preocupe, nuestro amo nos proveerá de los medios para destruirlos, y usted tiene que dirigir ese plan, si es que quiere obtener el poder, claro está.
Catarina: _ Haré lo que sea y eso ya lo sabes.
A. West: _ Perfecto, por ahora regresemos.
Los malvados se fueron sin ser vistos, llegando al palacio de la princesa en donde satanás se les volvió a presentar.
Satanás: _ Ahora que ya sabes de la existencia de esas criaturas, seguirás paso a paso lo que yo te diga para que los aniquiles en mi nombre.
Catarina: _ Dígame que es lo que tengo que hacer.
El diablo hizo aparecer una extraña caja.
Satanás: _ En esa caja te brindo las herramientas para que ejecutes el plan.
Catarina: _ ¿ Cuando?
Satanás: _ En la próxima luna llena uno de ellos entrará en celo. Ellos llevan a cabo orgías donde los machos alfa se turnan para copular con los omega, perdiendo la noción de lo que está pasando a su alrededor, ahí es donde tu personalmente soltaras una bomba de gas, que los dejará inconscientes, luego ordenaras a tus hombres llevarlos al castillo y los ejecutaras.
Catarina: _ ¿Y mi hermano? ¿Cuándo lo asesinaré?
Satanás: _ Tu hermano, también estará ahí con ellos, así que tendrás oportunidad para que hagas con él, lo que tú quieras, pero tu misión principal son los demás.
Catarina: _ Se hará como usted ordene – dijo sonriendo.
El diablo se retiró, y Catarina revisó la caja, ahí encontró una esfera y adentro contenía un gas negro que se movía, también vio proyectiles muy extraños con un arma especial para ser utilizado.
Catarina: _ Así que esas basuras mantienen relaciones homosexuales entre ellos.
A. West: _ Si princesa, incluido su hermano.
Catarina: _ Vaya sorpresa, jamás lo imagine.
La princesa ardía en rabia por dentro pues sentía repulsión de haber follado con Cirlo después de lo que se enteró.
Catarina: _ Ahora más que nunca estoy decidida de aniquilarlos.
La luna llena que esperaban había llegado, los licántropos atraído por el último día de celo de Dariel se dieron cita en una colina, los acompañaban, el emperador Philip, Darío y Alexander, estos dos últimos no sentían la excitación del resto puesto que no eran de la misma especie por ello, se cogerían a Philip entre los dos.
Dariel completamente transformado en hombre lobo, se encontraba de patas en el suelo, Roderick, Italec, Alfonso, Cirlo y Terry -que ya tenía 21 años-, formaban un circulo esperando su turno para meterle la verga, a unos metros Philip, Alexander y Darío, se besaban preparándose para follar.
Alexander por atrás besaba el cuello del emperador mientras Darío parado en frente besaba sus labios; el que estaba en su tras lo punteaba con su verga provocando que su ano se abriera a su invasor que entraba de a pocos.
Philip se sostenía de Darío haciendo el culo hacía atrás, el pene de Alexander estaba entrando por la mitad, duro y caliente, expandía el esfínter de su receptor, provocando en él gemidos muy fuertes de placer.
En lo más profundo del bosque y bajo la luz de la luna no preocupaba el ser escuchador ya que no había nadie cerca, Alexander hacía de las suyas cogiéndose deliciosamente el culo del emperador que gozaba con cada embestida que recibía, emitiendo gemidos ahogados pues tenía la boca ocupada con la verga de Darío.
Los dos machos activos, tenían en cuatro a Philip y no lo dejaban descansar, se sentían poseídos por el sexo, como si el pasivo estuviese en celo y ellos no se pudieran contener, tal cual pasaba con los lobos.
_ Fóllame, Fóllame más fuerte Alexander – decía sacándose la verga de Darío de la boca
El hombre recibió la orden y empezó a taladrar el culo de manera violenta, eso hacía que Philip vaya un poco hacia adelante tragando el sable que estaba chupando hasta el fondo.
Luego llegó el turno de Darío que cambió de puesto con Alexander, y rápidamente llenó el vacío aplicando el mismo ritmo y la misma fuerza en la cogida que Philip pedía.
_ Penétrenme al mismo tiempo – sugirió el emperador.
Ambos hombres lujuriosos aceptaron Darío se acostó en el suelo, Philip se montó encima metiéndose la pinga hasta el fondo y Alexander por su tras la introducía lentamente para no hacerle daño.
Los hombres lobos por otro tanto también hacían de las suyas.
Mientras que se llevaba a cabo la orgía, la princesa Catarina personalmente escoltada por varios soldados, se acercaba al lugar.
_ Espérenme aquí – ordenó la princesa.
_ Princesa a ¿Dónde va? – preguntó un soldado .
_ No preguntes, ahora regreso.
Catarina caminó sigilosamente muy cerca de ellos, era de esperar que tan entretenidos estaban que no fue escuchada, sacó la esfera de gas de un bolso y la soltó en medio de todos ellos, nadie se percató hasta que explotó inundando de gas todo el ambiente, para cuando se dieron cuenta ya todos involuntariamente volvían a su forma humana.
¿Qué está pasando? – se preguntaron antes de caer.
Un intenso dolor, y ardor recorrió todos sus cuerpos y cayeron paralizados hasta perder el conocimiento.
Catarina volvió, con los soldados y les ordenó que la sigan, los hombres quedaron atónitos al ver a todos desnudos.
Soldado: _ Señora, pero es el emperador y el rey Alfonso, el general y …
Catarina: _ Si, se quiénes son y no me tienes porque decir sus nombres.
Soldado: _ Están todos desnudos.
Catarina: _ Si, desnudos y teniendo relaciones entre ellos – dijo con asco.
Soldado: _ Pero ¿qué piensa hacer con ellos señora?
Catarina: _ Matarlos por pecadores.
Soldado: _ Princesa ¿está segura? Es su hermano, su majestad.
Catarina: _ Me importa un comino quienes sean, no podemos permitir esas prácticas en el reino y debes ir considerando a quien le das tu lealtad, a partir de hoy, yo soy la nueva emperatriz.
El soldado sentía la frialdad y maldad en la mirada de Catarina.
Catarina: _ Ahora encádenlos y llévenlos a los calabozos del castillo, serán ejecutados a la brevedad posible.
Soldado: _ Como usted diga señora.
Esa misma noche, en alguna parte del extenso Imperio Unido, un anciano sabio recibió una especie de señal, como un llamado. Estaba sentado alrededor de una fogata con su discípulo.
_ ¿Maestro qué sucede?
_ El momento ha llegado.
_ ¿Después de tantos años?
_ Yo te dije que te iba a suceder en cualquier momento, y ahora tienes que ir.
_ ¿Ahora? ¿Así, nada más?
_ Sí y solo tienes una oportunidad, ve, eres su única esperanza.
El discípulo tomó lo necesario y emprendió su marcha.
MUCHAS GRACIAS POR LEERME, ESPERO LES AGRADE ESTA PARTE, YA FALTA MUY POCO PARA QUE LA HISTORIA TERMINE, ALMENOS ESTA PRIMERA TEMPORADA.
NO DUDEN EN DEJAR SU COMENTARIO RESPECTO A LA HISTORIA.
CUALQUIER COSA, COMENTARIO O DUDA, ETC ESCRIBIR A sexualesr@gmail.com