Hombre lobo xviii - el rey Alfonso
El rey Alfonso tendrá una sorpresa que nunca olvidará. Darío le pedirá algo a Italec. Cirlo recurrirá a una táctica de los hombres lobo para controlar a su hijo. #ÚLTIMOSCAPÍTULOS #Incluye un link con una galería de fotos de los personaje actualizado hasta el rey Alfonso.
HOMBRE LOBO XVIII - EL REY ALFONSO
Partieron en un pequeño barco a una ciudad cercana a Volkscarden, ese lugar era conocido por su zona de caza, siempre los fines de semana acudía gente ahí, pero esta vez estaban casi completamente solo pues era un día normal.
El emperador Philip se había encargado de que todo sea muy discreto para la comodidad de todos. Entraron a una cabaña de esas típicas decoradas con una cabeza de ciervo encima de la chimenea, sofás, un espacio para tragos, en fin, el lugar era lujoso.
Para amenizar el momento y descargar tensiones, se sirvieron todos unos tragos.
R. Alfonso: _ Bien, ya estamos aquí.
E. Philip: _ ¿qué pasa Alfonso? ¿Nervioso?
R. Alfonso: _ Nervioso no, ansioso por empezar, que es distinto.
E. Philip: _ Pero tranquilo, que tenemos todo el día, ¿Por qué mejor no entramos más en confianza? Bueno, conmigo ya la tienes, y con Tomy ni que hablar, pero con Dariel como que no has cruzado mucha palabra.
R. Alfonso: _ Es verdad con Dariel apenas he cruzado palabra, espero que desde hoy nazca almenos una amistad.
Dariel: _ Lo mismo digo señor, espero esta noche conocernos muy bien.
Tomy: _ Disculpen que interrumpa, pero ¿Por qué no nos podemos más cómodos?
R. Alfonso: _ Seria mucho mejor. Y Dariel por favor llámame Alfonso, si vamos a ser amigos lo mejor será que me llames por mi nombre.
Dariel: _ Como tú quieras Alfonso.
Todos se quitaron los zapatos y las camisas que traían puesto, dejándose solamente el pantalón.
E. Philip: _ Por el momento será mejor que nos dejemos los pantalones.
R. Alfonso: _ Lo voy a terminar rompiendo con la erección que tengo en este preciso momento.
Dariel: _ Tendrás que aguantar.
R. Alfonso: _ Esta bien y díganme ¿sobre qué quieren platicar?
E. Philip: _ ¿Qué te parece sobre cómo te empezaron a gustar los chicos?
Tomy: _ Muy buena pregunta, tú nunca me lo has contado Alfonso.
Dariel: _ Sería muy interesante saberlo.
R. Alfonso: _ mmm A ver creo que desde que estaba estudiando al extranjero, cuando tenía 25 años conocí a un joven que recién ingresaba a estudiar, fui como su tutor, y un día de casualidad se sucedió, ni bien lo pensé él ya me la estaba chupando.
Dariel: _ Pero queremos detalles.
Alfonso sonrió.
R. Alfonso: _ Bueno si quieren detalles tendrán que sacarse los pantalones y quedar en calzoncillos.
Todos se miraron y sonrieron.
Tomy: _ Eres un tramposo.
R. Alfonso: _ Pero no me van a negar que les gusta.
E. Philip: _ Entonces no te lo negamos.
Todos rieron esta vez a una carcajada y se quitaron los pantalones marcando sus erecciones debajo de los calzoncillos pues ya estaban excitados.
Dariel: _ Bueno continua.
R. Alfonso: _ En ese entonces tenía una novia, manteníamos una conversación mediante cartas, muchas de las cuales eran eróticas, muy sexuales diría yo, en ella hablaba de cómo me iba a chupar la polla, y de la manera en que iba a mover cuando me la estuviera follando, pero a las finales cuando llegaba de vacaciones, no me daba nada, todo fue solamente en cartas.
_ Al siguiente año que volví a estudiar llegó este alumno nuevo del cual yo fui su tutor estudiantil, era un chico muy introvertido, por eso siempre lo molestaban en la universidad.
E. Philip: _ ¿Incluso tú?
R. Alfonso: _ Si, incluso yo, y bueno es algo lo cual me arrepiento. Pero déjenme continuar.
_ Resulta que un día que él tenía asesoría conmigo, no llegó a la biblioteca, lo fui a buscar a su habitación en el campus, y lo encontré intentado colgarse, obviamente lo detuve, y estuve a punto de golpearlo, pero él se acurrucó en su cama y comenzó a llorar.
_ Estaba harto de todo el acoso que sufría, y había decidido acabar con su vida, yo me sentí un miserable, había contribuido a que una persona se sienta infeliz y no reparé en el daño que le causaba, pero en ese momento me di cuenta y le pedí que me perdonara por todo.
_ Él en ese momento me miró fijamente a los ojos y me besó, no me dio tiempo a reaccionar y cuando me di cuenta estaba moviendo mis labios, sin embargo, lo empujé contra la pared y le grité que no volviera hacer eso.
_ Ese día salí muy molesto, pero con una erección, lo que más me molestaba es que cuerpo reaccionó, yo no era un marica, sin embargo, en ese momento no me pude contener, mi novia me había estado excitando con sus cartas y nunca me daba nada, así que simplemente me bajé los pantalones y comencé a masturbarme, pero necesitaba un estímulo, busqué la carta de mi novia que estaba en mi bolsillo, pero no estaba, se me había caído en la habitación de ese muchacho, que por cierto su nombre era Alonso.
_ Cuando legué tenía en sus manos la carta, yo me puse furioso y el trató de excusarse, no le hacía caso, lo tomé con fuerza y lo estampe contra la pared, lo insulté, y lo luego lo tiré al piso, verlo ahí tirado en el piso rogándome que no le pegara, hizo que se confunda mi mente, lo relacioné a como si estuviera ahí para hacerme una mamada, no miraba si era hombre o mujer, eso en mi mente se había esfumado, solo por mi mente pasó la palabra coger y así lo hice.
_ Me saqué la verga ya parada y se la puse en la cara, él me rogaba que no le hiciera nada, pero en una de esas que abrió la boca, se la metí hasta el fondo, no me importaba nada, luego lo tiré contra su cama y de manera violenta le bajé el pantalón, él me rogaba que no, pero, incluso lloraba, pero no le hice caso, lo inmovilicé con mi fuerza y me avergüenza mucho decirlo, pero lo violé.
Todos escuchaban a Alfonso como narraba su historia.
_ Cuando terminé, lo dejé tirado, en su cama, llorando, yo salí de ese lugar, en un principio me sentí saciado, pero luego cuando se me pasó la ira y la excitación volví en mí, y me reproché lo que hice.
_ No pude dormir esa noche, me sentía muy mal, por lo que le hice, incluso no porque me había sentido bien follando con un hombre, sino porque le hice daño a alguien, y yo no era así. –
_Entonces salí de mi habitación y fui a la suya, al entrar lo vi colgando de una soga, me asusté mucho, pero actué rápido, lo bajé, y traté de reanimarlo como pude mientras pedía ayuda, felizmente me escucharon y personal médico llegó para ayudar, afortunadamente aun contaba con signos vitales y se lo llevaron.
_ Luego todos volvieron a sus dormitorios, pero yo me quedé en su cuarto, miré todo alrededor tenía muchos libros, Alonso verdaderamente era muy estudioso, tenía las mejores calificaciones de su carrera. Vi un cuaderno sobre el escritorio y me senté a revisarlo, era como un diario, pasé rápidamente las hojas y llegué casi a las ultimas, había un escrito, pero estaba húmedo y la tinta estaba corrida, eran sus lágrimas, comencé a leer y en ese momento me sentí el ser más miserable del planeta.
_ En él decía que se sentía muy triste y deprimido, que con las justas había soportado la muerte de la persona que más amaba, pero él acoso que sufría y lo último que le pasó, no, y claro lo decía por la violación, aunque no lo escribía textualmente, por eso había intentado suicidarse.
_ Arranqué esa hoja, y me la llevé conmigo, la leí, lloré, y me quedé dormido, al día siguiente las clases con normalidad, y hubo un evento en el auditorio, me felicitaron por la acción heroica que había hecho, me sentí mucho más miserable, y me dieron una medalla incluso.
_ Terminado el horario de clases, fui a verlo al hospital de la universidad, ya estaba consciente y lo primero que hice fue pedirle perdón, incluso de rodillas, él comenzó a llorar conmigo, cuando nos calmamos le comenté que había leído su carta, y fue en ese momento que me contó todo.
_ Que le gustaban los hombres, y que su padre lo había encontrado teniendo relaciones con un chico que era su novio, lo mató y luego lo envió a estudiar aquí. Sentí compasión porque encima que estaba superando lo de su novio, yo lo violé.
_ Luego por cosas de la vida, nos hicimos amigos, su animó mejoró, ya no se sentía triste, dejaron de molestarlo, porque yo lo defendía, de alguna u otra manera me sentía responsable de su bienestar, pero un día me di cuenta de algo, estaba comenzando a desarrollar sentimientos hacía él.
_ Después de mucho pensarlo, y cuestionarlo, y al final aceptarlo, se lo confesé, él me dijo que también sentía lo mismo que yo, ahí si le pregunté si quería hacer el amor conmigo, y él encantado dijo que sí, fue maravilloso, nunca había sentido tanto amor en un acto que yo solo pensaba era para solo dar placer.
_ Nos hicimos novios, pero en secreto, nadie podía descubrir nada, todo iba bien, a veces peleábamos, pero lo normal, luego nos amistábamos, terminé la universidad, y él se quedó, yo volví a mi país, pero hablamos por cartas y en vacaciones siempre volvíamos a vernos, pero un día no volvió, lo busque y fui hasta su país, y me encontré con una noticia que me rompería el corazón, su padre me había dicho que él había muerto me explicó razones muy confusas, no pedí más explicaciones y me fui.
Todos los presentes se quedaron mudos con la historia de Alfonso.
R. Alfonso: _ Esa es mi historia, la mitad es un poco triste.
E. Philip: _ gracias por contarlo Alfonso, aunque no debía.
R. Alfonso: _ No te preocupes Philip, al contrario, gracias por escucharme y no juzgarme. Lo bueno que ya pasó mucho tiempo y no duele, solo guardo un bonito recuerdo.
Tomy: _ Eso es lo mejor Alfonso, también te agradezco que nos hayas contado.
Dariel: _ Algo similar le paso a Roderick, antes de estar conmigo tenía un novio que murió.
Philip: _ Yo no sé qué haría en tu lugar, amo tanto a Italec que no lo soportaría creo.
R. Alfonso: _ ¿Espera que has dicho?
E. Philip: _ Lo siento, creo que nunca te lo dije, Italec es mi esposo, estamos casados.
Alfonso no daba crédito.
R. Alfonso: _ ¿y Sofía qué?
E. Philip: _ Bueno ella es mi esposa también, me case con ella después que Italec, pero ella al igual que yo ama a otra persona, y ese es Darío.
R. Alfonso: _ Joder menuda sorpresa me estoy llevando. ¿Y Roderick es tu novio, Dariel?
Dariel: _ Tal y como lo escuchas.
R. Alfonso: _ Esta ha sido una tarde de las revelaciones.
Dariel: _ Yo también me sorprendí cuando el emperador me propuso hacer esto contigo.
R. Alfonso: _ Bueno, no te voy a negar que todos estamos llenos de sorpresas. Pero es curioso Philip, todos tus leales hombres tienen este tipo de secretos, ahora no me vayas a decir, que tu general se coge a su hijo.
Alfonso rio a carcajadas.
Tomy: _ ¿Me creerías si te digo que es verdad?
R. Alfonso: _ Madre mía, lo que me faltaba – dijo tomándose un trago.
Tomy: _ ¿Por qué? Tiene algo de malo.
R. Alfonso: _ No que va, solo que es raro, absolutamente todo lo que me habéis contado, sobre todo tú Philip, mira que yo teniendo una esposa me cuesta entenderla, y tú tienes esposa y esposo, o sea dos cónyuges. Tú eres el más raro de todo esto.
Todo echaron a reír, la situación se había vuelto divertida por las bromas que se hacían al respecto.
R. Alfonso: _ No me han contado ¿desde cuándo a ustedes les gustan los hombres?
E. Philip: _ Bueno en mi caso desde que tengo uso de razón, nunca me atrajeron las chicas.
Tomy: _ Igual yo, desde muy pequeño.
Dariel: _ Lo mismo digo, siempre lo supe.
R. Alfonso: _ Wao, ¿o sea solo les gustan los hombres?
Todos respondieron afirmativamente.
R. Alfonso: _ Oigan y ¿sus novios sabes de esto?
E. Philip: _ Descuida, lo saben, igual ellos también se acuestan con otros hombres.
Dariel: _ Si no se preocupe, que seguramente ellos deben estar en una situación similar en este momento.
R. Alfonso: _ Ya bueno, hay que dejar ese tema a un lado, ya habrá tiempo para conversar mucho más, ahora porque mejor no hacemos lo que vinimos a hacer.
Los cuatro se miraron y sonrieron, se acercaron al sofá donde estaba sentado Alfonso, pero este con una seña les indicó que se quitaran la ropa interior, viéndolos desnudos y hermosos de los muchachos.
_ Gírense – ordenó.
Los chicos de dieron la vuelta quedando enfrente de él, a la Izquierda Dariel, en medio Philip y a la derecha Tomy.
Alfonso se arrodilló y les beso levemente las nalgas, luego volvió a su lugar sacándose el calzoncillo y tirándolo a un lado, su pene ya estaba completamente erecto y botando hilos de líquido.
Los tres muchachos se acercaron a él uno a cada lado y Philip sentado en sus piernas, todos los besaban en distintas partes del cuerpo, uno en la boca, otro en el cuello, el otro en el tórax y luego intercambiaban, brazos, axilas, pectorales, piernas, etc.; excitándolo en gran manera.
_ Joder que ricos están, sus cuerpos, su piel, dios, siento que estoy en el paraíso – decía lujuriosamente tocando los cuerpos de los muchachos.
_ Te gusta Alfonso – preguntó Philip.
_ No me digas Alfonso, hoy soy tu papi – le dijo dándole una nalgada leve .
_ ¿Te gusta papi? - volvió a preguntar Philip aceptando el juego.
A Alfonso le gustaba que un chico lo llamara así en la intimidad.
_Si bebé, me encanta, hoy seré su papito.
_Si está bien, nos gusta que sean nuestro papito – le dijo Dariel en el oído.
_ ¿Qué quieres que te hagamos papi? – preguntó Tomy.
_ Chúpenme la verga – ordenó.
Los chicos cada uno se arrodillo ante Alfonso que abrió muy bien las piernas de lado a lado para que los tres puedan entrar ofreciéndoles la verga, Dariel que estaba en medio primero chupó el glande como un chupetín, el hombre daba bufidos de placer mientras lo hacía, los otros dos de lado a lado chupaban el tronco del pene, y también un huevo cada uno. Alfonso se sentía en la gloria, no quería despertar de ese magnífico sueño que creía estaba teniendo.
Intercambiaron posiciones, y ahora hacia mamar pinga a cada uno hasta atorarse, la saliva chorreaba por el tronco y los webos peludos, mientras los otros dos lo recogían en los webos. Cada uno de los presentes la chupaba muy rico de distinta manera.
_ Joder nenes, me encantan, son tan entregados, uffff.
Pasado un rato, Alfonso les ordenó subir al sofá uno al lado del otro con el culo en pompa, y así lo hicieron exponiendo sus anos listos para ser devorados por el rey.
Alfonso comenzó por Philip, se arrodillo, y primero olio su cola, el olor era limpio, y empezó a comer su ano, lo chupaba, lo mordía un poco y lo escupía, para luego volver a chuparlo, obviamente por el trabajo la saliva que salía era abundante dejando muy húmeda y dilataba la entrada.
Le siguió Dariel, que al contacto con la lengua se estremeció, eso le invitó a abrirse las nalgas para que el rey hiciera mejor su trabajo, su agujero era pequeñito, pero cuando sintió la boca, tomó vida pues comenzó a palpitar pidiendo de una vez que le metan pene, sin embargo, Alfonso por el momento solo le daba lengua.
Luego fue hacía el culo de Tomy, culo que ya conocía muy bien pero que aún lo seguía volviendo loco, su lengua se reencontró con un viejo amigo y ya sabía dónde hurgar, primero comenzó recorriendo el perineo, por toda la raja, hasta centrarse en el ano, el cual primero succionó hasta dejarlo rojito, y luego chupó como si de una pequeña tetita se tratase, al mismo tiempo, le metía el dedo a quienes estaban a los costados, ya que se encontraba en el medio con Tomy.
_ Que culos y anos más ricos – decía Alfonso cada vez que intercambiaba.
Después volvió con Philip, y Tomy y Dariel se chupaban las vergas mutuamente. Estuvieron por más rato haciendo eso, hasta que Alfonso no aguantó más, necesitaba follarlos.
El primero elegido fue Dariel, le indicó que se acostara en la alfombra alzando las piernas y abriéndolas dejando expuesto su ano dilatado, Alfonso ubicó la punta de su pene en la entrada y se la dejo ir hasta la mitad, el muchacho gritó de placer, pero fue callado por la verga de Philip, mientras que Tomy le chupaba la verga a Dariel.
Alfonso ponía cara de vicioso empotrador mientras que Dariel ponía los ojos en blanco y gimiendo con mucha libertad, Philip y Tomy a los lados besaban al activo, turnándose sus labios, luego el cuello deteniéndose en las axilas que excitaban mucho al rey.
Si bien es cierto el rey era maduro, pero tenía mucho aguante follando, y se movía muy bien, tan rico cogía que Dariel con ayuda de unos movimientos de su mano comenzó a eyacular sobre su abdomen estrechando más el ano, y apretando la verga de Alfonso.
_ Coges muy rico – dijo Dariel.
_ Para que veas que a pesar de mi edad aun puedo – respondió sacándole la verga.
_ Ahora quien será el siguiente – preguntó Tomy.
Alfonso con una sonrisa pícara jalo suavemente a Philip y le indicó a que se arrodillara para chupar su verga. Philip se la comió saboreando los jugos de Dariel. El hombre se inclinó besándole la oreja.
_ Ponte en cuatro – le dijo al oído.
El emperador obedeció, se giró, y puso sus manos al suelo quebrando la cintura y parando el culito, Alfonso tomó el semen del cuerpo de Dariel y se lo puso en el culo como lubricante, luego dio a chupar los dedos a Tomy, colocó su pene en el ano y empujó, el hueco se abrió inmediatamente recibiendo la rica pinga del hombre maduro, Philip se aguantó un grito.
Tomy aprovecho para hacer que el emperador chupe su verga mientras Alfonso le estaba dando duro en el culo.
El hombre bufaba y emanaba sonidos de placer de un macho bien masculinos, se puso de pie con las rodillas semiflexionadas, y sosteniéndose de la cintura de su pasivo, lo taladraba como si no hubiese un mañana.
Todos estaban entregados al vicio y al placer. Pasaron varios minutos en esa posición y las piernas del hombre ya comenzaban a tambalear, Philip se masturbaba con ganas, derramó su semen en la alfombra entre alaridos.
El rey Alfonso sacó su verga húmeda y se dirigió a Tomy.
_ ¿Hora de saludar a un viejo amigo? – preguntó
Tomy inmediatamente se arrodilló y metió a la boca el pene para lubricarlo más con su saliva, Alfonso lo tomaba de la cabeza y presionaba para no dejarlo escapar y se atorara con su verga, luego de una arcada lo soltó y tomó aire.
Alfonso se puso de rodillas detrás de Tomy, y le clavó la verga abriéndose paso rudamente, Tomy también gritó, el hombre pasó una mano por el cuello del joven, y otra a la altura de su vientre, aprisionándolo de tal manera que la espalda del chico quedé bien pegada al torso del maduro, y así lo comenzó a clavar sin piedad, claro que Tomy disfrutaba.
Los sonidos del choque de la pelvis con las nalgas del chico resonaban en toda la habitación, por su lado Dariel y Philip se besaban y chupaban mutuamente sus vergas que nuevamente estaban erectas. Luego de un rato Tomy eyaculó, pero Alfonso no se vació.
_ Tienes muy buena resistencia – dijo Philip.
_ Y no sabes qué más puedo hacer.
Luego Alfonso les dijo que se colocaran encima del sofá más grande, los tres se pusieron en cuatro parando muy bien el culo, mientras sus manos reposaban en el respaldar del mueble. El rey parado en su tras los iba a penetrar otra vez de a uno, pero antes les volvió a chupar sus anos dilatados y rojos, que palpitaban al contacto con la lengua.
Una vez bien ensalivados subió una pierna al sofá y primero le ensarto la verga en el culo de Philip, penetrándolo de manera salvaje, el emperador mordía la tela del sofá, Alfonso lo tenía por el cabello como si de una yegua se tratase.
Luego retiró la verga y se la clavó a Dariel, metiendo y luego sacándola toda para volver a meterla de golpe. Dariel giraba la cabeza para ver a Alfonso, quien estaba con las venas de su frente marcadas.
Finalmente llegó el turno de Tomy, el hombre se subió por completo al mueble, y flexionando un poco las piernas lo empotraba con más potencia que antes, ahora si estaba a punto de terminar, su cuerpo ya estaba un poco cansado, y mientras más duro le daba sus venas se hinchaban a tal punto de marcarse por todo su cuerpo.
Avisó que ya se venía y sacó la verga para no hacerlo, le ordeno a los tres que se pusieran de rodillas ante él, y relajando la pelvis eyaculó grandes cantidades de semen en la cara de los muchachos, quienes abriendo sus bocas recibían la rica leche caliente del macho recién ordeñado.
Fueron varios disparos de semen que cayeron en la boca, cara y parte el pecho de todos, al mismo tiempo que Alfonso acababa con varios alaridos de macho que acababa de tener un inmenso placer. Los demás volvieron a eyacular también.
La respiración del rey volvía a la normalidad, mientras que su cuerpo se relajaba, los muchachos se besaban compartiendo el semen en sus bocas, se lamian por todos lados para que no se desperdicie ninguna gota, limpiaron la verga que estaba ya flácida y la dejaron reluciente después se pusieron de pie y se besaron todos en un beso compartido.
El aroma a sexo combinado con sudor era fenomenal.
_ Ha sido el mejor polvo de mi vida – les decía acariciándoles las mejillas a todos .
_ Qué bueno que te haya gustado Alfonso – dijo Philip.
_No me ha gustado, me ha encantado, ha sido lo mejor que hecho.
_ Ha sido súper excitante, gracias – dijo Dariel.
_ No chicos gracias a ustedes, son estupendos, y lo que le sigue.
_ Gracias Alfonso, tú también eres genial – respondió Tomy.
_ Saben que es lo mejor después del sexo – preguntó Alfonso.
_ Fumar un cigarro – contestó Tomy.
_ Exacto campeón.
Alfonso sacó un cigarro, lo encendió y comenzó a fumar, acompañado de un trago, el resto lo acompañó sentados todos en los sofás, conversando muchas más cosas y conociendo más a Alfonso.
Mientras el emperador se divertía junto con los demás, Cirlo tenía problemas para controlar a su hijo Terry que ya tenía diez años.
_ Mierda si tan solo estuviera Tomy – pensó él.
El aroma de Terry se esparcía por todo el bosque por lo que Cirlo no sabía en qué dirección ir.
_ ¡Terry! – gritaba.
Ese niño sí que es escurridizo, no lo encuentro por ningún lado – dijo Darío apareciendo.
_ Terry, mocoso idiota, sal ahora en este mismo instante – gritó Cirlo enojado .
Cirlo a pesar del carácter que tenía se preocupaba por sus hijos y los amaba por eso buscaba con tanta insistencia a Terry, ya que el bosque era muy peligroso para él.
Roderick que estaba por el lugar lo escuchó y se acercó.
_ ¿Qué quieres? – preguntó Cirlo de mala gana.
_ Cirlo no empieces, solo quiero ayuda, no vine a tener problemas.
_ Entonces si no quieres tener problemas vete, que Daría ya me está ayudando.
_ Hey calma, mientras más seamos buscando es mejor – dijo Darío.
_ Concuerdo con Darío.
_ Además es mejor otro hombre lobo que un simple humano como yo – comentó Darío.
Cirlo aceptó de mala gana.
_ Cuando lo encuentre le voy a dar una paliza para que comience a obedecer – dijo con cólera el general.
_ No Cirlo, con golpes no lograras nada, así no se controla a un hijo de hombre lobo – soltó Roderick.
_Joder tú qué sabes si no eres padre.
_ Pero me crie en una manada de hombres lobo. Solo escucha por una vez en tu vida.
_ a ver que tienes que decir.
_Pues la única forma de controlar un niño lobo es por el semen.
_ ¿A qué te refieres?
_ Que le des tu semen a tu hijo.
_ ¿O sea que me lo tengo que coger? – preguntó incrédulamente.
_ No precisamente, pero eso no es nuevo para ti, sino preguntémosle a Tomy.
_ Joder no es eso, pero no que Terry es un alfa.
_ Si, de eso no te preocupes solo estaba siendo sarcástico, pero la única manera en los alfas sería que se traguen tu semen. Solo así tendrán total obediencia a su líder.
_ ¿De dónde habéis sacado eso? ¿De la antigua crecía?
_ ¿De dónde crees que ellos aprendieron esas prácticas?
_ Lo escucho y no lo creo ¿es enserio? – preguntó Darío.
_ Así, y tienes que dárselo directo de la fuente.
_ O sea que me la tiene que mamar y tragárselo todo. Ya me está gustando – dijo - ¿No me lo puedo coger?
_ No Cirlo, no te lo puedes coger, inténtalo y veras como se arranca la verga, además es un alfa.
_ Entonces, solo una mamada, se traga mi semen y listo.
_ Si así es.
_ Me parece una muy buena idea.
_ Suéltame, suéltame – se escuchó a Terry decir.
Italec lo traía en sus hombres perfectamente sujetado para que no se escape.
Cirlo: _ ¿Hey porque tienes a mi hijo?
Italec: _ ¿Por qué se me pega la gana?
Cirlo se acercó enojado a querer golpearlo, pero Darío se interpuso.
Darío: _ Ya muchachos tranquilos. Italec donde lo encontraste llevábamos varias horas buscando.
Italec: _ Lo encontré a matando a un puma, lo estaba desmembrando a propósito.
Cirlo: _ ¿Es cierto eso?
Terry: _ Si
Roderick: _ ¿Por qué lo hiciste, Terry?
Terry: _ Porque estaba enojado con mi padre, y quise matar a alguien.
Roderick: _ No hay duda eres digno hijo de Cirlo.
Cirlo: _ Dámelo.
Italec soltó a Terry sin cuidado en el suelo, cayendo boca abajo, el niño se levantó y con fuerza le tiró una patada en la pierna, yendo al lado de su padre.
Roderick: _ Cirlo llévatelo y ya saber qué hacer.
Cirlo: _ Cirlo asintió y se lo llevó, desapareciendo por el bosque.
Italec: _ No se cómo le prometí a Philip que no pelearía más con ese idiota.
Roderick: _ Italec ya déjalo, trata de llevar la fiesta en paz.
Darío: _ Si hermano, no puedes agarrarte a golpes con el todo el tiempo.
Italec: _ Joder, no entiendo cómo siendo mi mejor amigo, te cae tan bien Cirlo.
Darío: _ A ver Italec, yo no me puedo adjudicar los problemas que tú tengas con otras personas.
Italec: _ Lo sé, solo fue un decir, pero no hay problema descuida.
Darío: _ Por cierto no he visto a Philip, Dariel y Tomy.
Roderick: _ Se fueron está tarde con el rey Alfonso.
Darío: _ Y ¿no saben dónde se fueron?
Italec: _ Pues a follar. Ese rey es un viejo, pero muy le encanta el culo – dijo riendo.
Roderick: _ Con tres culos para el solo debe estar en la gloria.
Darío: _ Ya decía yo, ese rey en varias ocasiones lo descubrí mirándome el trasero.
Italec: _ Es que tienes un bonito culo, ¿verdad tío?
Roderick: _ La verdad es que sí.
Darío: _ Graciosos, pero no me va eso.
Roderick: _ Lastima porque necesitaba un culo donde descargar.
Italec: _ Ya tío no seas pesado con Darío.
Roderick: _ Descuida, solo era una broma.
Darío: _ Bueno, y ¿ahora qué hacemos?
Roderick: _ Yo iba a ir al castillo antes de encontrarme a Cirlo.
Darío: _ Ya veo, ¿y tú Italec?
Italec: _ Yo no sé, estaba dando una vuelta por el bosque hasta que me topé con el mocoso.
Darío: _ ¿Qué te parece si nos vamos a nadar?
Italec: _ Suenabien. ¿tío te vienes?
Roderick: _ Lo siento, pero alguien tiene que estar en el castillo, la reina, ni el príncipe pueden estar solos.
Italec: _ Dale, nos vemos más tarde.
Todos siguieron su camino perdiéndose por el espeso bosque.
Cirlo una vez en casa regañaba a su hijo, pero el niño se le enfrentaba y no escuchaba nada de lo que decía su padre.
Cirlo: _ Joder, Terry he sido muy condescendiente contigo he evitado darte el tipo de crianza que mi padre me dio, y que yo le di a tu hermano cuando era niño, pero contigo no se puede.
Terry: _ Avísame cuando termines tu sermón.
El niño era rebelde y casi incontrolable, no se callaba ante nada que su papá le dijera.
Cirlo le aventó una cachetada.
Cirlo: _ A mí me respetas.
Terry: _ No me dolió, me voy a mi cuarto.
El niño intentó irse, pero su padre lo detuvo fuertemente del brazo.
Cirlo: _ Ni creas que te vas a salir con la tuya.
Terry hacía fuerza en el brazo para soltarse, pero evidentemente su padre era más fuerte.
Cirlo: _ Arrodíllate.
Terry: _ No.
Cirlo: _ Que te arrodilles te digo.
Terry: _ Oblígame.
Cirlo: _ Con esto dejaras de retarme de esa manera.
El general fuertemente hizo su hijo de arrodillara, sus rodillas golpearon el suelo.
Terry: _ ¿ Que vas a hacer?
Cirlo: _ Corregirte.
El hombre se sacó la verga del pantalón y se la puso en la cara a su hijo
Terry: _ ¿ Me vas a hacer chuparte la polla? – rio.
Cirlo: _ Abre la boca que te va a gustar.
Terry se mostraba reacio a colaborar así que Cirlo lo tomó de la cabeza y le restregó la verga en la cara.
Terry: _ Espera a que venga Tomy y déjame en paz.
Cirlo apretó un poco la nariz de su hijo, pero el aguanto la respiración sin embargo no pudo más y abrió la boca para tomar aire, en ese momento su padre aprovecho para meterle la verga en la boca.
Terry intentaba liberarse, pero Cirlo no liberaba su cabeza, pero automáticamente el cerebro de Terry al ser un hombre lobo reconoció a Cirlo como su lider, y ya no forcejeo más.
El niño apretó la gran verga de su padre con la mano y la mamaba como un chupetín. Cirlo se dio cuenta que estaba funcionando.
El sabor del pene era realmente exquisito. Terry también estaba comenzando a tener su primera erección.
_ Te gusta –preguntó Cirlo.
Terry asintió con la cabeza.
La mamada era con un poco de torpeza, sentía mucho los dientes ya que la boca del niño era pequeña aún.
_ Intenta comértela toda – dijo Cirlo.
El hijo se engulló un poco más de verga llegando a tener dentro las tres cuartas partes.
_ Joder hijo, que rico.
Terry solo se concentraba en lo que estaba haciendo.
Cirlo lo llevó hacía la pared y empezó a follarle la boca con un poco de fuerza, su hijo no se quejaba al contrario estaba disfrutando de mamarle la verga a su padre como si fuese un cachorro; su frágil garganta cedió y la pinga traspasó la campanilla.
El hombre se dio cuenta de la fuerza con que le estaba penetrando la boca y se detuvo, dejando que su hijo siguiera su ritmo por un rato más.
Luego de unos minutos Cirlo le sacó la verga de su cavidad oral, y se masturbó fuertemente hasta sentir que ya se corría, puso nuevamente la punta de su verga en la boca del chico y soltó toda la leche caliente, el sabor del semen no le desagrado para nada a Terry, la composición química del semen creaba una sensación de subordinación ante su padre creándose así la noción de que estaba ante su alfa.
Terry saboreaba el líquido viscoso y se lo tragó.
_ Ahora con esto sabrás que soy tu alfa y me mostraras respeto y obediencia.
_ Está bien papá.
El pene de Terry aún estaba erecto, y al chico también le provocó que le mamen la verga.
_ ¿Papá me la chupas también? – preguntó Terry inocentemente.
Cirlo se rio.
_ Lo siento hijo, pero yo no hago eso.
Terry se sintió desilusionado.
_ Pero te puedo ayudar en algo – le dijo Cirlo
EL hombre lo sentó en el mueble, y sacando el pequeño pene de su hijo lo ayudaba masturbándolo, solo bastaron unas cuantas sacudidas y Terry expulsó dos chorritos de semen, pero aun transparente, sintiéndose liberado aún.
Cirlo lo beso en los labios y Terry correspondió el beso.
_ Ya eres todo un hombre campeón.
_ Gracias papá, me gusto lo que hicimos.
_ Gracias a ti hijo me sacaste un poco de leche acumulada.
_ Pero papá por favor no me vayas hacer lo que le haces a Tomy, no quiero por el culo
_ No te preocupes hijo, no pensaba hacerlo.
_ ¿Cómo es? – preguntó Darío mientras nadaban.
_ ¿Cómo es que? – interrogó Italec.
_ Tú sabes, la transformación y como ser hombre lobo.
_ Ah eso, pues no te sabría decir, yo nací siendo así, no hubo un antes y un después que me haga comparar, pero en general siento fuerza.
_ Ah vaya entiendo, debe ser genial.
_ No sé si yo diría eso.
_ ¿Por qué?
_ Porque ahora puede parecer maravilloso, pero no así cuando me toque ver morir a la gente que quiero, Philip, el príncipe Richard que casi es como mi hijo, y en los últimos años, a ti, Sofía. Recuerda que el tiempo no pasa por nosotros, seremos y nos sentiremos jóvenes siempre, mientras que el resto envejecerá y morirá.
_En ese aspecto tienes razón. Aunque sabes, algunas veces me ha entrado curiosidad, es decir, si convertirme o no. Si algún día me decidiera, ¿tú me convertirías?
_ El día que estés completamente seguro, dímelo, lo haría con mucho gusto.
Daría sonrió de alegría y se acercó a Italec.
_ Sabes Italec, he tenido muy pocos amigos, pero como tú ninguno, eres casi como un hermano, y me alegro de haberte conocido.
Italec le dio un fuerte abrazo a Darío.
_ A mí también me alegra eso, nunca antes tuve un amigo, las únicas personas que conocía eran mis tíos y Philip, pero no alguien que poder conversar de absolutamente todo.
Después del abrazo se besaron.
_ Seremos como dos hermanos incestuosos porque no creo que los hermanos normales se besen.
Los dos rieron por ese comentario y después de guardar silencio se miraron a los ojos.
_ Darío siento que me quieres decir algo.
_ ¿A qué te refieres?
_ No sé, tus ojos, tus gestos de hoy, tu voz, presiento que quieres decirme algo, solo que no te atreves.
Darío se quedó callado por un momento, sentía que Italec lo había descubierto. Tomó aire.
_ Está bien Italec, es verdad, pero no sé cómo decirlo.
_ Solo dímelo si es algo que consideras malo, no te voy a juzgar.
_ Es que no es malo, solo que para mí fue algo difícil de aceptar.
_ Dale solo dilo que para eso estamos los amigos.
Darío dio un suspiro profundo y se decidió a hablar.
_ Para empezar tú sabes que me pones sexualmente y que de besos y pajas no hemos pasado, también te encuentro muy atractivo, pero con él tiempo he notado que no solo me pones para las pajas, sino que quisiera ir algo más allá.
_ Y eso significa.
_ Te lo voy a decir, pero prométeme que no le vas a decir a nadie, y que, si me dices que no, lo vas a olvidar por completo.
_ Prometido.
_ Quiero que me cojas – dijo de una vez.
Italec se quedó en silencio como meditando.
_ Lo se sabía que no tenía que decirlo, mierda olvídalo.
_ Hey espera, solo que me tomó por sorpresa, créeme que para mí sería todo un placer, pero necesito preguntarte algo.
_ ¿Qué cosa?
_ ¿Estás completamente seguro de lo que me pides?
_ Completamente, lo deseo desde hace algún tiempo, y necesito ahora tener tu polla en mi culo.
_ Perfecto, entonces vamos.
_ ¿A dónde?
_ Al castillo, tienes que estar cómodo.
_ No al castillo, no, no te preocupes por eso.
_ Bueno, entonces ¿aquí mismo?
_ No podríamos buscar algo más privado.
_ ¿Ves esa torre que está ahí? – dijo señalando Italec una vieja torre.
_ Esa que dicen que esta embrujada.
_ Si, pero es mentira, no hay nada ahí.
_ ¿Qué hay con ella?
_ Podemos ir ahí, Philip y yo lo acondicionamos cuando nos escapábamos por el bosque.
_ Me parece buena idea. Pero como vamos a entrar si las puertas están selladas.
_ ¿te olvidas que soy un hombre lobo?
Italec salió del agua y se transformó en el lobo dorado.
_ Wao, eres increíble – dijo Darío.
Italec haciéndole un gesto para que subiera en él, ya que en la transformación los lobos no podían hablar.
Darío entendió la seña y sujetándose muy bien emprendieron la marcha, subieron por los muros de la vieja torre y llegaron a una gran ventana, entraron y efectivamente todo estaba abandonado, viejo y sucio, pero llegaron a una gran habitación que estaba perfectamente acondicionada con una cama grande y limpia, y bien ventilada.
_ Con que aquí venían tú y Philip cuando querían estar solos – comentó Darío .
_ Si, aquí nadie nos interrumpía y se relajaba de todos los asuntos de gobierno.
_ Se ve genial
Italec se acercó a Darío.
_ Estás convencido ¿qué quieres hacerlo?
_ Si, muy seguro – respondió Darío.
_ Y ¿por qué precisamente yo? Roderick o Cirlo también hubieran accedido si les hubieses dicho.
_ La respuesta es más que obvia, tú me pones, y además tú y yo somos más amigos.
Después de decir eso, Italec se acercó mucho más a Darío y lo besó como siempre, apasionado y lujurioso, fuerte y firme.
De sus bocas pasaron a sus cuellos, Darío quien esta vez haría de pasivo, cerraba los ojos, sintiendo la boca de su amigo recorrer su cuerpo.
Se tumbaron a la cama y las caricias continuaron.
_ Voltéate – dijo Italec.
Darío hizo caso, se volteó acostándose boca abajo, recorría su espalda con la lengua y dándole pequeños besos, deteniéndose en las nalgas, comenzó a besar la raja y cuando estaba a punto de abrirlas, Darío lo detuvo como si fuese un acto reflejo de cuidar que nadie entre a hurgar en su zona más íntima.
_ Tranquilo, no te haré daño, todo es parte de lo que vamos hacer.
Darío confió y retiró la mano; Italec continuó abriendo suavemente las nalgas de su primerizo amigo, viendo por primera vez su ano rosadito y perfectamente cerrado, nunca nadie había entrado por ahí, y él iba a ser el primero, y tal vez el único que lo conocería.
Lo besó despacio, una electricidad recorrió todo el cuerpo de Darío, a medida que el rubio besaba el agujerito, el pelirrojo sentía millones de sensaciones que nunca antes había sentido, apretaba las manos en las sabanas y exhalaba masculinamente muy excitado.
Italec hacía un gran trabajo, no era brusco, era bastante cuidadoso para hacerlo sentir lo mejor posible, y prepararlo para lo que se venía.
_ Quiero verte mientras me chupas el culo – dijo Darío.
Se volvió a girar, y alzó las piernas abriéndolas de par en par, Italec se acomodó y realizó lo suyo está vez bajo la atenta mirada de Darío, punteaba con su lengua, sintiendo la resistencia de ese ano virgen, el chico se masturbaba mientras le trabajaban el agujero, Italec lo miraba disfrutar.
_ No sabía que se sentía tan genial – comentó Darío.
_ Espera a lo que se viene, vas a disfrutar mucho.
Italec continuó en su trabajo por lamer y dilatar el culo, Darío le tocaba la cabeza pegándolo un poco más para que siga mamando el ano.
Luego comenzó a recorrer con su lengua por toda la raja, pasando por el perineo y detuvo en los webos, dándole besitos suaves, siguió recorriéndolo con la lengua, también el falo de su compañero, llegándole a hacer una buena mamada, cosa que Darío agradeció y disfruto.
_ Joder, macho que rico – decía con su voz muy varonil.
Darío se incorporó y tendió en la cama a Italec, este con los brazos extendidos por debajo de su cabeza se dejó hacer por su amigo.
El pelirrojo bajaba pasando su lengua por todos lados, pero se concentró un momento en las axilas rubias del hombre lobo, luego siguió bajando hasta toparse con el pene, no lo pensó dos minutos y mirándolo comenzó a engullirlo, aunque un poco torpe ya que no tenía experiencia en eso, pero lo logró, Italec estaba recibiendo la mejor de las mamadas de un primerizo.
_ Mierda Darío, lo haces de maravilla.
_ Qué bueno que te guste – dijo sacándose la verga y volviéndola a meter.
Así estuvo por lo menos un rato.
_ Ya es hora – dijo Italec.
Darío se puso un poco nervioso y se le notaba en el rostro.
_ Si ya te desanimaste, no te preocupes – dijo Italec.
_ No, no es eso, si quiero. ¿Pero cómo me pongo?
_ Acuéstate boca abajo, del resto me encargo yo. – respondió Italec.
Darío hizo caso a la indicación que recibió, se acostó boca abajo, Italec por última vez le chupo el ano, concentrándose en dilatarlo con bastante saliva, al terminar se colocó encima de su amigo, situando tu pene en entre las nalgas, aquella sensación de tener un pene por primera vez en ese lugar, le gustó a Darío.
Primero el hombre lobo besaba todo su cuello con la finalidad de relajarlo ya que lo sentía un poco tenso.
_ Darío, esto dolerá un poco, es normal en la primera vez, pero si sientes que te duele más de la cuenta dímelo y me detendré.
_ De acuerdo.
Italec aplicó más saliva a su pene y dirigió la punta de su grande y gruesa verga al ano, haciendo una leve presión, Darío si bien sintió un ligero dolor, pero lo soportó, el pene siguió entrando de a poquitos. Al ser la primera vez de Darío, el dolor iba en aumento ya que su ano estaba muy cerrado, sin embargo, ese dolor iba acompañado de una sensación placentera, decidió aguantar como un verdadero hombre.
Darío emitía sonidos como aguantándose el dolor.
_ Si te duele, la sacó.
_ No Italec, no la saques, si me duele, pero es algo que puedo y quiero soportar, sé que al principio es así, solo sigue, pero con cuidado.
_ No esperaba menos de ti, eres muy valiente Darío.
Italec acercó sus labios a los de su amigo y lo besaba, mientras hacía un movimiento de caderas en forma circular, para que entrara lentamente y sin dolor, así mismo también retiraba un poquito de verga que había entrado y volvía a introducirlo, para que vaya cediendo.
La sensación era indescriptible para Darío, era un punto intermedio entre placer y dolor, amor y odio, pero en definitiva no quería que se la sacaran.
Hasta que después de 30 largo minutos, Italec pudo introducir todo su pene hasta la base.
_ Ya está, te entró toda.
_ Joder, pensé no ibas a terminar nunca.
_ ¿La sientes?
_ Siento toda tu maldita verga ahí dentro.
Italec rio.
_ Ahora la voy a dejar ahí un momento.
Italec esperó un tiempo prudente para que el dolor y el ardor disminuyeran, mientras tanto se movía en círculos para agrandar un poco el esfínter anal.
_ Ya voy a comenzar con las embestidas ¿Quieres?
_ Si por favor, pero con cuidado.
_ No te preocupes.
Comenzó a meter y sacar lentamente la verga, primero de a pocos, y luego fue aumentando.
Darío bufaba como todo un macho al recibir la verga, apretaba los dientes y las manos, el dolor se fue y dio paso al inmenso placer, se dejó llevar tanto que se concentró en la penetración y la sensación que percibía cuando la portentosa verga de Italec chocaba su vejiga.
Como si su cuerpo se manejara por si solo, levantó más el culito, haciendo que entre más verga, y chocando directamente con su vejiga, que si bien es cierto al chocar le producía un dolor interno, sin embargo, ese dolor provocaba que su pene diera un espasmo con si quisiera eyacular, por ese motivo le pidió a Italec que aumente un poco la velocidad.
_ Italec aumenta un poco la velocidad.
_ Pero te va a doler.
_ No importa, cuando chocas tu pene choca adentro, provoca un cosquilleo en el mio, parecido a como si quiera venirse. Hazlo por favor, yo aguanto.
El hombre lobo le hizo caso a su amigo y aumento un poco más la velocidad, y tal como lo esperaba Darío ese dolorcito en la vejiga, le provocaba espasmos en su pene, y gemía como un toro cuando esos sucedía.
Al plas, plas, plas – sonido que hacía la pelvis y las bolas al chocar con las nalgas- le seguía “Ahh, ahhh, uffff – muy masculino de inmenso placer.
_ ¿Quieres intentar otra pose?
_ ¿Cual?
_ Ponte en cuatro.
Darío ensartado como estaba se acomodó para quedar a cuatro patas en la cama, Italec le indicó que quebrara más la cintura y así lo hizo.
En esta posición el pene entraba más directo y el choque con la vejiga ahora era más como un rose.
Darío hacía gestos en el rostro, muchos sonidos, y su verga se balanceaba con hilos de liquido preseminal colgando.
_ Wao esto es fantástico – dijo Darío.
_ ¿Te gusta?
_ Como no tienes idea.
_ ¿Quieres que aumente un poco la velocidad?
_ Si, dame duro.
Las arremetidas más fuertes comenzaron, nunca pensó que eso le iba a gustar tanto.
Su pene erecto sentía una corriente eléctrica mientras era penetrado, luego comenzó a arderle un poquito hasta que finalmente eyaculó sobre la cama, varios chorros de semen acompañado de un bufido final.
Italec sintió como ese ano, le apretaba fuertemente su verga provocándole que se corra y dejando su semen adentro, gimiendo como todo un hombre también.
Se quedaron quietos por un rato, las piernas se Darío tambalearon cayeron de golpe en la cama, el pelirrojo escuchaba el jadeo de Italec.
Los dos buscaron sus bocas para unirlas y finalizar el acto con un beso cargado de pasión.
_ Voy a salir, y posiblemente te duela.
Italec sacó lentamente su pene mojado y chorreando, con rastros de sangre. Darío sintió un poco de ardor y dolor, pero nada grave. Se quedaron acostado de lado en silencio.
_ ¿Qué te ha parecido?
Darío sintió un poco de vergüenza.
_ ¿Entonces? ¿Lo tomo como un no? – preguntó Italec.
_ No es eso, solo que tengo un poco de vergüenza en decirlo.
_ Descuida, conmigo no tienes por que.
_ Bueno, la verdad es que si me gusto, fue una sensación distinta y placentera.
_ Eso me alegra, estaba preocupado en no hacerte daño.
_ Gracias Italec, eres genial, el amigo y hermano que nunca tuve.
_ Recuerda, el hermano incestuoso que nunca tuvimos.
Ambos se rieron.
_Pero ¿si tuvieras que elegir, entre follar o ser follado?
_ Definitivamente el follar, esta experiencia me gustó mucho, pero el follar culos me gusta mucho más.
_ Ya veo, ¿entonces esto no se va a repetir?
_ Supongo que sí, cuando tenga muchas ganas de ser follado otra vez, te lo diré, pero no será pronto.
_ Me tocara esperar entonces.
_ Así es, pero Italec por favor, que esto quede como un secreto, te lo pido.
_ Tranquilo hermano, nunca traicionaría esa confianza que me has dado, si tú me dices no se lo cuentes a nadie, ni a Philip, no lo haré, este será nuestro secreto.
_ Gracias, Italec eres genial – dijo montándose en su encima.
_ Pero ojalá quieras pronto que te folle, porque me encantaría hacerlo nuevamente y las veces que tú quieras – dijo Italec riendo.
Luego de ello se siguieron besando.
Pasado un año, los campos de ganado se comenzaban a teñir de sangre, los animales aparecían muertos, medio devorados, al principio se pensó era algún animal salvaje, problema que los mismos granjeros ya solucionarían, sin embargo, todo se complicó cuando cadáveres de personas aparecían desgarrados, la única pista que se tenía era una herida en forma de garra en uno de los cuerpos hallados.
E. Philip: _ Podrían tratarse de esas criaturas que nos atacaron aquella vez.
Roderick: _ Tal vez, pero las marcas que refieren son distintas, de todos modos, tendría que ver el cuerpo.
E. Philip: _ Hagan lo que tengan que hacer Roderick, pero ya no puede seguir muriendo más gente. Los súbditos están aterrados.
Cirlo: _ Su majestad a opinión propia, sería adecuado que decrete un toque de queda antes de que oscurezca, así se evitaría que más personas sean atacadas.
Roderick: _ Estoy de acuerdo con Cirlo, su majestad, es más peligroso de noche.
E. Philip: _ Me parece buena idea, pero por favor solucionen eso lo más pronto posible, no podemos mantener encerrados mucho tiempo a la gente.
Cirlo: _ Descuide su majestad, será una medida provisional, hasta que descubramos que cosa esta atacando a las personas.
E. Philip: _ Entonces Roderick, Cirlo, trabajen juntos en eso y vayan a Zelzego a investigar, el rey Alfonso ordenó conservar el cadáver. Por favor sean discretos con él, no mencionen nada sobre Zigor y sus demonios.
Roderick: _ Como usted ordene su majestad.
E. Philip: _ Muy bien entonces vayan a investigar.
MUCHAS GRACIAS POR SEGUIR LEYENDOME, ME INSPIRA MUCHO. NO SE PIERDAN LOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS.
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