Hombre lobo xv – rescate y despedida

Historia gay de ciencia ficción con criaturas y bestias de leyenda. Contenido explícito de sexo, acción, incesto, aventura y más. #ÚLTIMOSCAPÍTULOS

HOMBRE LOBO XV – RESCATE Y DESPEDIDA


_ Y bien cuéntame Cirlo ¿Cómo te fue en Inglaterra? – le preguntaba Philip sentado en su oficina.

_ Tengo muy malas noticias.

_ Me lo temía. ¿está muerto verdad?

_ No señor, no está muerto, pero dentro de poco lo estará.

_ ¿A qué te refieres Cirlo? Vamos ve al grano sin rodeos.

_ Es que el muchacho está preso.

_ ¿Presó y eso por qué?

_ Lo acusan de violar de secuestrar e intento de violación a Lady Sofía.

_ Pero eso es inaudito.

_ No lo es cuando es el Duque de Rodlein quien lo acusa.

_ Pensé que el padre de mi esposa era una mejor persona.

_ Y eso no es todo.

_ ¿cuéntame? ¿Qué más averiguaste?

_ El muchacho fue llevado a juicio privado y se le condenó a muerte.

_ ¿O sea nadie en Inglaterra sabe sobre el tema?

_ Exacto señor, el duque ha creado toda esta artimaña.

_ No puede ser, que farsa para más horrible – comentó el príncipe exaltado.

_ Así es señor, además la ejecución será en cinco días.

_ Eso es dentro de poco.

_ ¿Se lo dirá a la princesa?

_ Tengo que hacerlo.

El príncipe Philip mandó a llamar a su esposa al despacho con una de las criadas de palacio.

_ Me mandó a llamar señor – preguntó Sofía entrando.

Cirlo se puso de pie y le cedió su asiento.

_ Así es Sofía y no son buenas noticias.

El semblante de Sofía cambio y su rostro lucía preocupado.

_ Quiero que tomes esto con calma – sugirió el príncipe.

_ Por favor su majestad, dígame que está pasando. ¿descubrió algo malo?

_ Se trata sobre tu novio, Darío.

Sofía se alarmó’ aún más.

_ ¿Qué le pasó?

_ Todavía nada, pero está a punto de suceder.

_ No entiendo, explíquese Señor.

_ Tú padre acusó a Darío de secuestrarte el intentar violarte, y fue juzgado en secreto y condenado a pena de muerte.

Los ojos de la princesa se llenaron de lágrimas.

_ Es una mentira, él nunca me secuestró, yo me iba escapar con él, pero mi padre nos encontró y nos detuvo. Prometió que lo dejaría libre si me casaba con usted, pero no cumplió su promesa, es un maldito.

_ Calma Sofía, aún hay tiempo para hacer algo, la sentencia se llevará a cabo dentro de cinco días aún.

_ Por favor su majestad, sálvelo – le pidió tomando las manos de Philip.

_ No te preocupes, te doy mi palabra que Darío será rescatado con vida.

Sofía se calmó al escuchar eso.

_ Cirlo por favor, busca a Italec y tráelo.

El general salió a buscar a su enemigo.

_ Hey tú, el príncipe te llama – le dijo Cirlo secamente.

Italec no le hacía caso.

_ Te voy a clavar la espada por las orejas para que escuches.

_ Inténtalo y con esa misma espada yo te la clavo en el trasero. ¿Qué quieres?

_ Su majestad te está llamando.

_ ¿Qué desea?

_ Ve y pregúntaselo tú – contestó Cirlo dejando al lobo.

Italec salió en su tras.

_ Am… ¿Señor me mando a llamar? – preguntó Italec.

_ Si Italec.

_ Lo escucho su majestad.

_ Ya localizamos a Darío, y tenemos que organizar una misión de rescate.

_ Con gustó yo mismo puedo ir y cumplir la misión señor – dijo Cirlo.

_ Gracias Cirlo, pero no te puedes involucrar, por eso mandé a llamar a Italec.

Italec sonrió levemente.

_ Bien Italec, el plan es muy simple, vas Inglaterra ubicas a Darío y lo sacas de donde este, tiene que ser con máxima discreción posible.

_ No se preocupe su majestad así lo hare. Solo dígame cuando partir.

_ Esta misma tarde, cuanto antes llegues mucho mejor.

_ Así será señor.

_ Cirlo dile la ubicación exacta de donde tienen encerrado a Darío.

_ El muchacho está en el ala este del Palacio de Buckingham. Tiene extrema vigilancia y esta encadenado – contó Cirlo.

_ Tanta seguridad para un simple condenado – preguntó extrañado Italec.

_ Mi padre se ha ensañado con él – dijo Sofía.

_ Dentro de muy poco Darío estará contigo princesa – dijo Philip.

_ No se preocupe señora, traeré a su novio sano y salvo – prometió Italec.

_ Muchas gracias su majestad, le estaré eternamente agradecida.

Italec partió esa misma tarde a Inglaterra en un barco del reino, la princesa Sofía elevaba sus plegarias para que la misión tenga buenos resultados.


_ Buenos días amor – le dacia Roderick a Dariel dándole un beso.

_ Buenos días – le respondió sin ganas Dariel.

Roderick se encontraba con el pene parado.

_ Amor alguien también quiere entrar a saludarte.

Roderick se levantó y dirigió su verga directo a la boca de Dariel quien la abrió para que el pene entre hasta el fondo. El alfa le follaba la boca muy excitado.

Se detuvo y dejo de follarle la boca, Dariel entendió y se dio la vuelta dejando su trasero a disposición de su marido para que lo cogiera como todas las mañanas.

El omega levanto un poco el culo, y su alfa se acostó sobre su espalda, besándolo por detrás, llevó un poco de saliva a su verga y solo con eso se la metió. El glande se abría paso dejando por el recto de Dariel hasta que llegó a su tope.

Roderick se detuvo solo unos segundos para después comenzar a bombear a su omega, el pene salía y entraba hasta el fondo, el alfa de movía de manera brusca intentando meter más de su pene chocando con la vejiga del pasivo.

Se incorporaron quedando de perrito, en ningún momento sacó el pene de adentro, esta vez las embestidas era más fuertes que antes, en esta posición el golpe era más sonoro.

Con una mano en la cintura y la otra jalándole el cabello, Roderick se volvió loco cogiéndose a Dariel, este aguantaba la follada.

Roderick luego de varios minutos eyaculó dentro, perdieron estabilidad y se dejaron caer sobre la cama, quedándose en silencio, solo se escuchaban los jadeos del alfa.

El macho besaba la nuca y parte del rostro de su pasivo, pero este se mostraba un tanto irritado.

_ ¿Qué te sucede? – preguntó Roderick.

_ Nada.

_ Vamos dímelo.

Dariel se sentó sobre la cama.

_ Es que anoche soñé con mi hermano, y se sintió tan real, sé que murió hace muchos años, pero en el sueño lo sentí vivo, y al despertar tuve esa sensación.

_ Ya veo amor, sabes, suele suceder, también he pasado por lo mismo.

_ Extraño tanto a mi hermano y a mi padre, quisiera volver a verlos almenos una vez.

_ Sé que posiblemente no te sirva de nada a lo que estas sintiendo ahorita, pero recuerda, nos tenemos el uno al otro, nunca estaremos solos – le dijo abrazándolo.

_ Gracias por darme fuerzas mi amor.

Al mismo tiempo que la pareja tenía esa conversación, en Gardeno, el cuerpo de Daniel se movía, el muchacho no había despertado desde aquella vez que lo poseyó el demonio, había entrado en un sueño muy profundo desde ese entonces.

Las relaciones diplomáticas del Rey con otros estados, se hacían cada vez más tensas, es por ello que se vio en la necesidad de mandar a reclutar más soldados, que serían entrenados por los lobos.

Como era de costumbre la resistencia se media en combate de cuerpo a cuerpo, en esta ocasión Cirlo y Dariel daban la demostración.

Golpes iban y venían, pero uno impactó precisamente en el rostro de Dariel desestabilizándolo y cayendo en el suelo, todos esperaban a que se levantara, pero no lo hizo se quedó tendido mirando al cielo con los ojos abiertos.

En ese preciso instante se le vino a los ojos la imagen de su hermano, pidiendo ayuda, su alma se encontraba encerrada en algún lugar, y por eso no había despertado.

Luego de un rato en ese trance, reacciono y Roderick lo ayudo a levantarse.

_ ¿Qué te pasó? Nunca te había visto caer de esa manera en un combate.

_ No lo sé, pero me paso algo extraño.

_ Te quedaste como en shock en el suelo – agregó Cirlo.

_ Creo que mi hermano está vivo – dijo Dariel

_ Pero Dariel tu hermano falleció hace mucho.

_ Lo sé, por eso es extraño, esta vez no fue un sueño, lo vi.

_ Supongo que sus amigas las hechiceras podrían ayudar – comentó Cirlo.

_ Muy bien Cirlo por primera vez estoy de acuerdo contigo – dijo Roderick.

_ ¿Quieres acompañarnos? – preguntó Dariel.

_ Bueno, solo por salir de la rutina – respondió Cirlo.

El general dejo a cargo a un subordinado, y los tres fueron a un lugar apartado para que nadie los viera, y usando las piedras que le dio Julissa, se tele transportaron hasta Gardeno.

Al llegar a la ciudad jardín, Cirlo quedó sorprendido, pero no lo demostró, nunca había visto un castillo como ese, rodeado de las más hermosas y raras flores.

Julissa: _ ¡Qué sorpresa! A que debemos su visita.

Roderick: _ Julissa lamentamos venir así, pero necesitamos resolver una duda, bueno Dariel es el que lo necesita.

Julissa: _ No se molesten, puedo suponer por qué.

Dariel: _ No entiendo, ¿ya nos esperabas?

Julissa: _ Bueno algo así, sabía que en cualquier momento vendrían.

Cirlo: _ Vaya, aparte de hermosa es inteligente – dijo intentando coquetear.

La mujer solo lo ignoró.

Julissa: _ Bueno síganme

La hechicera de inmediato los trasladó a una habitación con una luz muy tenue, a su alrededor había flores adornando el sitio, parecía una extensión el jardín.

Nada más al llegar Dariel reconoció a su hermano y se acercó velozmente a él quien se encontraba inerte acostado en una especie de roca plana, completamente desnudo y con el cuerpo aun con unas marcas visibles del incidente anterior.

_ Daniel, hermano ¿me escuchas? – le preguntó Dariel.

_ No te va a escuchar – dijo Julissa.

_ ¿Qué le sucede?

_ Está en una especie de sueño profundo después que lo poseyó ese demonio. Fue un milagro que no muriera.

_ ¿Pero ustedes no pueden hacer algo?

_ Lo hemos intentado, pero su alma está atrapada en algún lugar de la otra dimensión.

_ Joder, todo este tiempo pensando que mi hermano estaba muerto y ustedes nunca me dijeron nada. ¡Necesito hablar con Melissa!

Melissa hizo acto de presencia en ese lugar. Dariel le habló molesto.

_ ¿Por qué no me dijiste nada sobre mi hermano y como es que apareció en este lugar?

_ Te pido disculpas, pero era necesario que no sepas en ese momento, queríamos que te concentres en tu preparación – respondió Melissa.

_ ¿y cómo lo trajeron si aquella noche fue brutalmente atacado por Yanick? No tenía manera de sobrevivir – preguntó Roderick.

_ Esa noche una de mis hermanas lo encontró y lo trajo ya que aquel demonio lo había poseído.

_ Genial y yo recién me entero – dijo Dariel.

_ Lo siento mucho Dariel, pero era necesario.

_ Ahora lo importante es que sabes que está vivo y que tienes familia aun – dijo Julissa intentando apaciguar la situación.

_ Solo espero que despierte pronto.

Después de estar un rato volvieron al gran salón.

Mientras Julissa, Dariel y Roderick conversaban; Cirlo coqueteaba con Melissa.

_ Es un placer volverla a ver por segunda vez.

_ Gracias, pero no puedo decir lo mismo.

_ No te preocupes, no importa, suelo causar ese revuelo en muchas mujeres, pero una vez que me conocen, la situación cambio.

_ Tenlo por seguro que no tengo el más mínimo interés en conocerte.

_ Me encantan las mujeres rudas como tú. Vamos pruébame y no te arrepentirás.

_ Te has equivocado. Nosotras no tenemos sexo por placer, solo para reproducirnos con ustedes.

_ Entonces qué te parece si tenemos un hijo en este momento, debe ser más divertido reproducirse contigo que con una mortal común y corriente. Hace poco lo hice con una, ahora quiero comparar.

_ ¿Espera que dijiste? ¿Te has reproducido con una humana común?

_ Si de hecho esta embaraza.

_ Es el peor error que has podido cometer – dijo Melissa levantando la voz.

Los demás dejaron de conversar para prestarle atención a lo que estaba pasando.

_ ¿Qué pasa Melissa? – preguntó su hermana.

_ Este idiota a embarazado a una mujer.

Roderick y Dariel se quedaron sorprendidos pues ellos aún no sabían sobre esa noticia.

_ Cirlo eso es un delito para nuestra raza – dijo Roderick.

_ Acaso no recordaste lo que dije aquel día en el castillo. Las mujeres que se embaracen de hombres lobo morían en el parto – agregó Julissa.

El general empezó a recordar y efectivamente eso fue lo que dijo la hechicera ese día.

_ Mierda lo había olvidado por completo – respondió Cirlo.

_ ¿Se puede hacer algo para evitar la muerte de la chica? – preguntó Roderick.

_ Lamentablemente no se puede hacer nada – respondió Melissa.

A Cirlo le cambio el semblante, su rostro se mostraba preocupado.

_ Ustedes tienen que poder hacer algo – dijo esta vez Cirlo.

_ Ya no hay nada que hacer, si hubieses pensado con la cabeza de arriba y no con la de abajo – respondió Melissa – Ahora largo de aquí.

_ Chicos será mejor que se vayan. – dijo Julissa – Y cuidado te acerques a otra muchacha.

_ Por favor Julissa, cualquier cosa sobre mi hermano, avísame.

_ No te preocupes Dariel, así lo haré.


Luego de tres días Italec llegó a Inglaterra para cumplir con la misión encomendada, para pasar desapercibido se vistió como un típico joven inglés; ubico el palacio de Buckingham donde se encontraba preso Darío y se escabullo hasta encontrarlo.

La noche fue el momento perfecto para realizar el escape, redujo a uno de los guardias que lo vigilaba, poniéndose la ropa para que no lo descubrieran.

Camino entre por las mazmorras frías, sucias y húmedas, llegando a la último, en la cual se encontraba el objetivo. Darío dormía encadenado en el piso frio y mal oliente además eran evidentes las marcas de tortura.

El muchacho se despertó abruptamente, pero se mantuvo sentado en su sitio, estaba desaseado, su cabello no había sido cortado en varios meses por lo que estaba muy largo.

Italec y él se miraron fijamente, sus ojos emanaban tristeza y desesperanza, sintió una profunda lastima por el chico. Darío agachó un poco la mirada, solo pensaba que quien estaba en su frente era un guardia que lo vigilaba.

El hombre lobo abrió la cerradura con su fuerza sobrehumana, llamando la atención inmediatamente del muchacho quien levantó la mirada.

Italec entró.

_ Levántate – le dijo.

_ ¿Qué pasa? – preguntó el chico asustado.

_ No hay tiempo has lo que te digo.

_ ¿Me van a ejecutar? Pero aún faltan dos días.

_ Vengo departe de Lady Sofía.

Al escuchar el nombre de su amada Darío se emocionó y un golpe de esperanza volvió a su alma.

_ ¿Sofía? ¿Mi Sofía? ¿Dónde está ella?

_ Escúchame, no hay tiempo para preguntas ahora, ponte pie que primero te voy a sacar de este lugar y luego te respondo las preguntas que tú quieras.

Darío confió casi de inmediato en Italec y se puso de pie.

_ Pero estoy encadenado, tienes que traer las llaves.

_ Eso no es problema para mí.

Italec arrancó las cadenas con su fuerza y también los grilletes que de sus muñecas y tobillos.  Darío quedó muy sorprendido por la gran fuerza de Italec.

_Ahora sígueme en silencio.

Darío y él, caminaron topándose con un guardia dormido.

_ Maldito hijo de puta – dijo entre sí Darío.

_ ¿Lo conoces?  - preguntó Italec.

_ Era uno de los que me torturaba siempre.

_ Ya que estas libre puedes vengarte.

Darío esbozo una sonrisa y se acercó al guardia quien despertó intempestivamente por la presencia del muchacho queriendo sacar su arma, pero no se lo permitió.

_ Quítale la ropa para que te la pongas – sugirió Italec

Darío le hizo caso y con amenazas logró que el guardia se desnudara.

_ Quien eres tú – preguntó el hombre a Italec.

_ No es necesario que lo sepas, al fin y al cabo, no creo que sobrevivas – respondió Italec.

_ Un día te dije que saldría de aquí y pagarías por todas las torturas – dijo Darío.

El hombre rogó por su vida, pero Darío estaba enojado y decidido que lo degolló sin piedad sintiendo gran satisfacción.

_ No perdamos tiempo, ahora vístete – le habló Italec.

Darío se quitó la única prenda que llevaba puesto, unos pantalones viejos y rotos, quedando completamente desnudo y dejando ver su anatomía, la cual Italec apreció; cuerpo marcado, espalda ancha y cintura estrecha, aunque los meses de encierro habían hecho que la musculatura del muchacho se redujera.

_ Listo – dijo Darío.

_ Andando – respondió Italec.

Siguieron su camino saliendo de las celdas con la finalidad de dirigirse a la salida del castillo, que estaba muy bien resguardada de noche al igual que en el día.

Para mala suerte el cambio de guardia ocurrió pocos segundos después que ellos abandonaron las mazmorras y dándose cuenta de la ausencia del prisionero, alertando a los demás que comenzaron a buscarlos.

Un grupo de guardias los rodeó, pero ambos mostraron sus habilidades en combate y sin ningún problema los vencieron.

Salieron del castillo y ahora solo faltaba regresar al muelle para subir al barco que los llevaría de regreso a casa.

Llegaron al barco, Italec ordeno que lo pusieran en marcha.

Darío miraba desde la popa, nostálgico, mirando como se alejaba de su patria, a la había servido con amor y orgullo, no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas.

_ ¿Por qué lloras? Deberías alegrarte, has dejado ese horrible lugar y se has librado de una muerte segura – le dijo Italec.

_ Lo sé, y estoy muy alegre por eso, pero no soy de piedra, y sé que voy a extrañar mi nación.

_ Entiendo, de todos modos, a donde vamos te sentirás como en casa, porque alguien te espera.

_ Sofía – menciono sonriendo Darío.

_ Cuéntame ¿Cómo esta ella? ¿Dónde está?

_ Calma, todo a su debido tiempo, primero anda báñate que hueles terriblemente mal y ponte ropa limpia, yo haré lo mismo.

Italec lo condujo a una habitación la cual contaba con una especie de baño privado.

Una vez lo dos hombres limpios, fueron al comedor, Darío comía como desesperado, y era comprensible ya que casi no le daban de comer en su encierro.

Luego de comer Darío comenzó con el interrogatorio.

_ ¿Comó esta Sofía?

_ Ella está muy bien.

_ ¿En dónde está?

_ Está en mi país y es ahí a donde vamos.

_ ¿Comó la conoces?

_ La conozco por el príncipe Philip Flaming- White.

_ ¿El príncipe Philip? ¿Él no era con quien su padre la estaba obligando a casarse?

_Si

_ ¿Entonces si se casó con él?

_ Si, se casaron hace menos de dos meses.

El rostro de Darío se tornó triste y cabizbajo.

_ Supongo que era lo mejor para ella.

_ Tengo entendido que lo hizo para salvarte, su padre la amenazó que si no se casaba, te iba a matar.

_ El bastardo no pretendía dejarme vivo de ninguna manera.

_ Afortunadamente llegué a tiempo.

_ Espera, pero ¿cómo es que vienes tu a rescatarme? ¿Comó sabías donde me tenían?

_ Bueno, días antes el príncipe mando a uno de sus hombres a un servicio de inteligencia, el descubrió lo que pretendían hacer contigo.

_ ¿Y porque tu príncipe haría algo así?

_ La princesa Sofía se lo pidió.

_ Pero ella ya está casada, no tiene caso que yo esté ahí, igual no podríamos estar juntos.

_ Espera a que lleguemos y todas tus dudas serán respondidas por ella. Hay una muy buena razón para todo esto.

_ Aunque estoy muy ansioso por verla, ahora no estoy seguro sabiendo que ella ya está en brazos de otro hombre.

_ No te desanimes, que te puedes llevar una gran sorpresa. Ahora anda a dormir debes estar muy cansado.

Darío no puso objeción alguna y fue a su habitación, se acostó a la cama y lloró, no pudo aguantar el llanto.

Al cabo de un par de horas casi a las 4 de la mañana, Italec entró a la habitación, llevaba consigo una botella de vino.

_ Qué bueno que aún no estás dormido

_ No puedo dormir – respondió Darío sentándose en la cama.

_ Bien entonces me puedes acompañar con un poco de vino.

Darío un poco más animado contesto afirmativamente, tomando la botella de vino y bebiendo directamente del pico.

_ Veo que no necesitaremos esto – dijo Italec dejando las copas a un lado .

Darío le pasó la botella al lobo y bebió también.

_ ¿Cuántos años tienes? – le preguntó Darío.

_ 19 y ¿tú?

_ Enserio tienes 19, te calculé un poco más. Yo tengo 25 años.

_ Bueno si los aparentas.

Ya iban tomando buena parte de la botella cuando Darío quedó mirándolo fijamente.

_ ¿Qué me miras? Te pongo acaso – preguntó Italec de manera inocente y en son de broma.

El efecto del vino hizo que Darío no repara en su respuesta.

_ Si – respondió.

Inmediatamente el muchacho se acercó a Italec y lo comenzó a besar con desesperación. Italec tiró la botella a un lado y correspondió el beso, sacándose la camisa que llevaba puesta, Darío hizo lo mismo quedando con sus torsos desnudos.

Ambos se acostaron en la cama acariciándose y besándose.

_ ¿Quisieras hacerlo conmigo? – preguntó Italec.

_ Si – respondió Darío.

Los dos se quitaron los pantalones liberando sus penes grandes y peludos. Darío se puso encima de él y mientras lo besaba frotaba su pene con el de Italec mojándolos con el líquido preseminal.

Darío dejo los labios del hombre lobo, y muy despacio en el oído le dijo:

_ ¡Quiero follarte!

Italec lo detuvo en seco y lo tendió en la cama, quedando encima de él.

_ Pensé que el que iba a follarte era yo- dijo Italec.

_ No, a mí nadie me coge – respondió Darío.

_ A mí tampoco – respondió el lobo.

Italec salió de encima de Darío y se acostó al lado, se miraron y se echaron a reír.

_ Joder, hubo una enorme confusión – dijo Darío.

_ Creo que fue producto del vino – respondió Italec.

_ Pero ¿podemos hacernos una paja, ¿no? – preguntó Darío con una sonrisa.

Ambos hombres se volvieron a besar, sus penes se endurecieron nuevamente.

Mientras se besaban se masturbaban sus penes, Darío a Italec y viceversa, sin despegar sus bocas. Los besos no eran suaves ni románticos, era fuertes y agresivos, besos de machos con mucha carga sexual.

Italec se montó encima, separándole los brazos de lado a lado, le besaba el cuello, luego los pectorales y posteriormente el abdomen, pero se detenía en el pubis, no se atrevía a seguir más allá.

Luego Darío hizo lo mismo, separándole los brazos besaba todo su cuerpo y se detuvo también en el pubis, ambos no se atrevían a ir más allá.

Los dos machos querían llevar el control, pero ninguno cedía, se volvieron a acostar lado con lado y con una se masturbaban y con la otra se tocaron partes del cuerpo entre si.

Italec volvió a subirse encima su pene se acomodó en la ingle y comenzó a simular una penetración, al principio Darío se sintió un poco incómodo, pero después se dejó llevar, al fin y al cabo, no lo estaba penetrando.

El pene de Italec chocaba contra la cama sintiendo mucho placer al roce, en esa posición besaba los pectorales del muchacho y se alternaban con las bocas, posteriormente se acomodaron de una manera que sus penes se frotaban entre ellos, pareciera que sus glandes se besaban.

Ambos se movían haciendo que sus vergas rosaran, estimulándolas para llegar al tan deseado orgasmo a la par que seguían besándose y finalmente después de tanta fricción, los dos terminaron de eyacular con bufidos de machos.

Se quedaron en silenció por un rato, sintiendo los latidos de sus corazones, Italec se acostó a un lado otra vez, su abdomen se había manchado de ambos fluidos. Darío en un arranque final de calentura recorre su lengua por todo el abdomen y besa al hombre lobo compartiendo los sabores de su semen por primera vez.

_ Joder, hace mucho que necesitaba el calor de un cuerpo como el tuyo – comentó Darío

_ Estuvo bueno – dijo Italec.

_ Muy bueno diría yo.

_ ¿A poco te gustan los hombres? – preguntó Italec.

La pregunta parecía incoherente después de lo que acababa de pasar, pero era importante que preguntara.

_ Bueno, se podría decir solo atracción sexual, no rechazó un buen polvo, o una buena paja como esta, pero creo que esto ha sido más que una simple paja, sin embargo fue genial.

_ Ya veo, ¿y las mujeres?

_ Bueno por ellas si siento atracción sentimental y sexual, como te comenté aún sigo enamorado de Sofía.

_Interesante, nunca había conocido alguien como tú – confesó Italec.

_ ¿Y que hay respecto a ti? – preguntó curioso Darío.

_ Sinceramente a mi si me gustan los hombres, me enamoro, y tengo sexo con ellos, de hecho, estoy casado con un chico, pero también he estado con solo una mujer de manera sexual.

_ Wao ¿enserio? He de suponer que tú eres el activo en la relación.

_ Si claro, estás en lo cierto.

_ Curioso, a ti te pasa al revés que, a mí, yo he estado con muchas más mujeres que hombres.

_ Y ¿cómo es que te gusta el sexo con hombres? – preguntó Italec.

_ Comenzó cuando entre al ejército, el internamiento y no ver a mujeres casi nunca hace que el cuerpo se adapte.

_ Pero ¿exactamente cómo pasó?

_ Una vez hace algunos años, iba yo dirigiéndome a los baños del cuartel, muy de noche para hacerme una paja, al estar acercándome escuché unos quejidos, y cuando me acerqué más pude ver a un superior cogiéndose a un cadete, mi pene reacciono súper rápido y me imaginé quien se follaba al cadete era yo, y me hice una paja. Días posteriores después de tanto pensarlo, busqué al mismo cadete, y me lo cogí con gusto.

_ y ¿cuándo conociste a Sofía?

_ A ella la conocí hace tres años, ella aún era menor de edad en esa época, pero no fue impedimento para nuestro amor. Le fui fiel hasta hace unos minutos.

_ Puedo notar que estás muy enamorado de ella.

_ Demasiado, por favor te pido que esto se quede aquí.

_ Eso está de más.

Platicaron hasta que comenzó a salir el sol, quedándose profundamente dormidos en la misma cama.


_ ¿Padre, pero es seguro que vaya? – preguntaba Philip.

_ Si hijo, de alguna u otra manera tengo que ir a cumplir con el protocolo diplomático.

_ Pero ahora que hay conflicto entre países, ¿no lo pondrá a usted en peligro?

_ Por eso estoy haciendo esto hijo, quiero dejar muy en claro nuestra neutralidad, para que nadie nos vea como potencial enemigo.

_ Está bien, si no queda de otra, por lo menos deja que Cirlo y Roderick te acompañen para más seguridad.

_ No hijo, aquí los vas a necesitar, para defender el castillo de posibles ataques.

_ Con Dariel e Italec nos arreglamos.

_ No hijo, solo iré con tu madre, ella me acompañara, solo es un viaje de índole diplomático.

Philip no se quedó tranquilo con la decisión de su padre. El rey y la reina iban a viajar por los tres continentes, el príncipe tenía miedo que pasara algún inconveniente, pero su padre no quiso escucharlo.

_ Bueno padre, espero todo te vaya bien.

_ Muchas gracias, hijo, veras que sí, y en cuanto menos te lo esperes estaremos de regreso.

El rey Ulises y su esposa partieron esa misma mañana.


Darío en la proa miraba como la costa del Imperio, el barco se estaba acercado, y la emoción lo embargaba al saber que dentro de poco estará con Sofía.

_ Ya es hora, dentro de poco llegaremos, ve a vestirte – le recomendó Italec.

Darío le agradeció con la mirada y fue de inmediato a hacer lo que le dijo Italec.

Entro a la habitación y sacó un traje de caballería propia del reino, pero primero debía hacer algo con ese cabello largo y la barba, estaba impresentable, así que tomo unas tijeras y frente a un espejo el mismo se empezó a cortar el pelo dejándoselo un poco largo y medianamente alborotado con ondas por todos lados, posteriormente se arregló la barba, finalmente se dio un baño y se vistió.

Italec quien también se había vestido primero, fue a buscar a Darío a su camarote.

_ Vaya ahora pareces un caballero – dijo Italec sonriendo.

_ Me hacía falta un cambio de look – respondió Darío.

_ Vamos te espero a fuera – dijo Italec.

_ Espera un momento – le pidió Darío.

_ ¿Pasa algo?

_ Solo quiero agradecerte una vez más, de no ser por ti, estaría muerto.

_ No te preocupes, pero a quien deberías agradecer principalmente es al príncipe.

_ Lo sé, eso tenlo por seguro.

Los dos se quedaron sonriendo y la tensión sexual volvió, se tomaron de los brazos para atraerse entre sí, y se besaron nuevamente con rudeza.

_ ¿estás seguro que no te gusta que te follen? – preguntó Italec.

_ Tan seguro como tú – respondió Darío.

Ambos se rieron y se soltaron saliendo de la habitación, pocos minutos después desembarcaron en el puerto donde los esperaba un auto para llevarlos directamente al castillo.

Al llegar al castillo Italec lo condujo a una habitación privada para no ser interrumpidos por nadie, lo dejo esperando allí unos momentos mientras iba a buscar al príncipe.

El príncipe y la princesa se encontraban en la sala del trono, sentados en la silla del rey y la reina, ni bien Italec entró, los dos esposos se pusieron de pie. Philip de la emoción mandó a que todos salieron quedando los tres completamente solos, salió del asiento y fue directamente a abrazar a su esposo dándose un beso muy tierno.

Sofía sabía lo que su llegada significaba y comenzó a ponerse muy nerviosa.

_ ¿Y entonces? – preguntó Philip.

_ La misión fue todo un éxito, él está en el castillo.

_ Lo ves Sofía, te lo dije.

La princesa empezó a llorar de la emoción y no dejaba de abrazar a Italec agradeciéndole.

_ Ve con él en este momento y cuéntale todo – le dijo Philip.

Italec le dio indicaciones para que vaya al encuentro de Darío; la princesa dejo inmediatamente la sala, dejando a los esposos conversando. Al llegar a la puerta Sofía tomó aire y entro cerrando la puerta.

_ ¡Darío! – exclamó ella.

Un frio recorrió el cuerpo del muchacho y volteo lentamente la cabeza.

_ ¡Sofía! – exclamó alegremente él.

Los dos corrieron a su encuentro, la princesa ataviada con sus vestimentas lujosas y una hermosa tiara, y Darío con su traje de militar, se abrazaron ni bien tuvieron contacto.

_ Oh mi hermosa Sofía – repetía Darío con lágrimas en sus ojos.

_ Darío, mi amado – decía Sofía.

_ Cuanto tiempo sin verte mi vida – le decía el hombre mientras la besaba.

_ Para mí fue como una eternidad – replicaba la chica.

Se abrazaron, besaron y acariciaron cuando pudieron, diciéndose lo mucho que se amaban y extrañaban, luego se sentaron cómodamente.

Sofía: _ Lamento todo lo que has pasado.

Darío: _ No te preocupes, ya no tiene caso.

Sofía: _ Pero es por mí que estabas en esa situación.

Darío: _ Te equivocas, es gracias a ti que estoy vivo.

Sofía: _ Fue la benevolencia del príncipe.

Darío: _ A las finales te casaste con él.

Sofía: _ Sí pero no lo amo, a quien amo es a ti.

Darío: _ Lo se mi amor, pero ahora eres de otro.

Sofía: _ No mi amor, mi corazón esta solo contigo, el príncipe sabe que no lo amo.

Darío: _ ¿ No te entiendo?

Sofía: _ Si mi vida, el príncipe lo sabe porque él tampoco me ama, el ama a otra persona.

Darío: _ ¿Estás hablando enserio?

Sofía: _ Sí, una noche me lo contó y yo también hice lo mismo, luego el mismo se ofreció a buscarte.

Darío: _ El príncipe Philip tiene un corazón muy noble.

Sofía: _ Sí amor, es muy bueno y me ha tratado muy bien como si fuese una hermana para él.

Darío: _ Y entonces ¿De quién está enamorado él?

Sofía: _ A él le gustan los chicos.

Darío puso cara de sorpresa.

Darío: _ ¿Enserio?

Justo cuando la princesa iba a responder entran Italec y Philip a la habitación tomados de la mano.

Darío al ver de la mano a Italec y Philip dedujo todo.

_ Su majestad – dijo Sofía poniéndose de pie.

Darío hizo la reverencia correspondiente poniendo una rodilla en el suelo y agachando la mirada.

_ Príncipe Philip, es un honor para mí estar en su presencia.

_ Ponte de pie – dijo Philip.

_ Que gusto tenerte aquí – respondió Philip estrechándole la mano.

_ Señor, no me alcanzara la vida para agradecerle, sin embargo, desde hoy le serviré fielmente.

_ Gracias, veo que tus palabras son sinceras, y no te preocupes, lo hice con mucho gusto.

_ Señor quiero agradecerle una vez más por la alegría tan grande que me está dando – dijo Sofía.

_ No tienes nada que agradecer Sofía.

_ Entonces señor, ustedes dos son….

_ Esposos, Darío, no tengas miedo en decirlo; ¿acaso eso causa una molestia para ti?

_ No señor en lo absoluto – respondió rápidamente.

_ Muy bien, ahora tenemos que poner muy en claro todo.

_ Como usted diga majestad.

_ Bien a partir de ahora vivirás aquí en el palacio, vivirás bajo mi techo como primo de Sofía, solo en cuatro paredes tendrán vida de pareja, fuera de ellas, la princesa es mi esposa bajo los ojos de la gente. La pregunta es ¿Aceptas esas condiciones para estar con ella?

Darío se quedó callado unos momentos.

_ Por amor ella, si señor acepto totalmente las condiciones.

_ Excelente, otra cuestión, es que llegará el momento en que tendrá que venir un heredero, un bebe, y naturalmente Sofía lo cargará en su vientre ¿Te opondrías?

_ Sofía es ahora su esposa señor, sin embargo, ya que me pregunta, no me opondría, tenga por seguro que de llegar el momento querré a su hijo como si fuese mio.

_ Entonces no hay más que decir, desde hoy tienes la nacionalidad del país y a partir de mañana te integraras al ejército.

Darío hizo reverencia una vez más en forma de agradecimiento.


Habían pasado 15 días desde la partida del rey y la reina, las ultimas noticias que había recibido Italec eran de hace diez días y ya se estaba comenzando a preocupar.

Siguiendo con su recorrido, los reyes se dirigían de un lugar a otro por el océano atlántico, pero algo no andaba bien, el rey se sentía preocupado y ansioso, y la reina ni que hablar, aquella sensación no era normal.

De pronto el barco donde iban comenzó a sufrir un percance, una explosión en la popa desataba todas las alarmas, pues desde otra nave más pequeña los comenzaban a atacar.

_Ulises que sucede – preguntaba la reina preocupada.

_ Nos están atacando cariño.

El rey a pesar de la preocupación que sentía se mostraba calmado para no asustar a la reina.

_ Mi reina, quédese aquí un momento iré a ver que sucede.

Ulises salió de la habitación, la reina no hizo más que tomar entre sus cosas la foto de su hijo.

El rey se quedó impactado por lo que vio. La popa estaba destrozada.

_ Señor nos atacan, regresen a su camarote – alertó tripulante.

El rey Ulises se había confiado tanto que en el barco no había el armamento necesario para repeler el ataque. Regreso a la cabina y se encontró a la reina tendida en la cama llorando.

_ ¿Es el fin verdad? – preguntó ella.

_ Desde la cabina se está enviando un telegrama, esperemos que alguien responda.

Julissa hizo su aparición en el acto. El rey se alegró, pero no por mucho tiempo.

_ Julissa que bueno que llegas – dijo el rey – Nos están atacando por favor ayudamos.

_ Lamentablemente no puedo Rey Ulises.

_ Como que no puedes, tú tienes el poder para hacerlo – dijo la reina – Por favor.

_ Tú sabes porque no puedo hacer Ulises, ¿verdad?

La reina miraba confundida a su esposo.

_ Alterarías el curso del tiempo.

_ Así es, y los eventos posteriores podrían ser peor que estos.

_ Entonces ¿Qué podemos hacer? – pregunto EL rey.

_ Desafortunadamente, nada.

La desesperación comenzó a invadir a la reina Isabela.

_ Por favor, por nuestro hijo, por el príncipe, sálvanos – pidió la reina.

_ Reina Isabela, es por el que no intervengo, si yo los salvara a ustedes, es muy probable que en el futuro su hijo sufra las consecuencias, él tendría un destino peor.

El rey no hizo nada más que abrazar a su esposa.

_ Entonces, es ¿nuestro fin? – preguntó Ulises atemorizado.

_ Así es.

_ Que será de nuestro hijo – preguntó entre lágrimas la madre.

_ El príncipe Philip está destinado a ser un gran rey, el hará grandes cosas, él hará grande al impero, mucho más de lo que es ahora.

_ Pero estará solo, sin nosotros – dijo la reina.

_ No Isabela, no estaba solo, a su lado tiene a muy buenas personas que lo ayudarán y protegerán en todo momento, su lealtad es incondicional e inquebrantable.

_Incluso Cirlo – cuestionó el rey.

_ Así es, incluso Cirlo, aunque es muy cruel y se comporta como un tirano, es muy leal al reino y sobre todo al príncipe.

EL rey se quedó tranquilo por lo que escuchó.

_ Pero para que todo eso suceda, yo no puedo intervenir en este momento, lamentablemente ustedes tienen que morir.

Isabela rompió en llanto.

_ ¿Entonces a que has venido? – preguntó el rey.

_ Vine a que por medio de mí, ustedes se puedan despedir de él.

_ Enserio, pero ¿cómo? – increpó la reina.

_ Por medio de los sueños, en este momento el príncipe está tomando su siesta, puedo implantar en su mente cualquier mensaje, como un sueño.

_ Gracias por eso, Julissa.

_ Muy bien, límpiense las lágrimas.

_ Philip mi amado hijo, te amé desde que supe que venías en camino y cuando naciste, te amé mucho más. Aún recuerdo el día en que tu madre y yo te tuvimos en brazos, pesabas mucho porque eras bien gordito, pero al fin tenía a mi hijo amado, a mi heredero. Te amo con mi vida entera – habló el rey.

_ Mi amor, mi niño, que ahora ya es un hombre, jamás imagine despedirme de ti de esta manera, pero quiero que sepas, que fui la mujer más feliz de mundo al tenerte como hijo, me hiciste muy feliz, y me voy en paz al saber que tienes gente maravillosa a tu lado tan leal que te protegerá siempre, eso es lo que desea toda madre, que sus hijos no se queden solos. Te amo con toda mi alma mi rey.

_ Hijo mio, quiero que sepas una vez más, que no importa si te gustan los chicos, nunca me importó, no te niego que me sorprendiste pero el amor que siento por ti no me hizo cambiar ni un poco, es más eso hizo que quiera protegerte más y te amara el doble, lo siento si te sentiste obligado a casarte con alguien que no querías, sé que solo quisiste pasar tu vida entera con el hombre que amas, al cual tu madre y yo queremos mucho también, pero ahora creo que era necesario, en el futuro las relaciones que dejé establecidas con los gobiernos, y las que tu hagas como rey, te serán de mucha ayuda. Solo recuerda, que te amo, tu madre te ama, y que, a pesar de todo, siempre te hemos amado y estoy seguro que nuestras almas al lugar donde vayamos también te seguirán amando. Espero que en el futuro las leyes cambien y las personas del mismo sexo puedan amarse sin ser castigadas ni perseguidas. Te cedo mi trono, sé muy bien que serás el mejor rey que nuestro imperio haya tenido. GRACIAS POR TODO MI AMOR – finalizó con la voz entrecortada el rey.

_ Mi lindo hijo, solo me queda decirte, te amo y siempre te amaremos – finalizó también la reina.

_ En este mismo instante está Philip está soñándolo todo – comentó Julissa.

_ Y ahora ¿qué? – preguntó el rey.

_ Es la despedida. Muchas gracias Ulises por reinar con justicia y bondad, tú serás recordado como un buen rey, y tu reinado como uno de los mejores. Fue un placer conocerlos.

_ Ayuda a nuestro hijo por favor, no lo dejes solo – pidió La reina.

_ No se preocupe así lo haré.

Julissa lanzó un hechizo antes de irse, por lo cual el rey y la reina cayeron dormidos en la cama, luego de eso desapareció y un misil impacto en el barco destrozándolo por completo. Todos y cada uno de los tripulantes murieron, y de sus cuerpos no quedó absolutamente nada.

Los atacantes inmediatamente enviaron un telegrama, que fue recibido en Austria-Hungría, el conde de Rodlein y el archiduque celebraban el cumplimiento de la misión.

_ Misión cumplida primo – dijo el conde de Rodlein.

_ Excelente ahora solo es cuestión de tiempo para lavarle el cerebro al nuevo rey Philip y su imperio será manejado por nosotros a nuestro antojo – dijo el archiduque.

_ Salud por eso – brindó el duque.

Julissa quien estaba en el aire, miro con cólera a los asesinos y con sus poderes mágicos destruyo la nave, reduciéndolo a cenizas, después regresó al castillo.

Julissa apareció en valle de reyes y se dirigió a los lobos y a Darío, causando la sorpresa de este último.

_ Hoy más que nunca tienen que apoyar al príncipe.

_ ¿Por qué? – que le pasa al príncipe preguntó Roderick.

_ Ocurrió una tragedia, ya se enterarán dentro de poco.

Philip se levantó gritando y llorando, aquel sueño lo sintió tan real, que pegó un gritó desgarrador.

_ ¿Oyeron eso? Philip es Philip – menciono Italec.

Los demás agudizaron más los oídos.

_ Tenemos que ir de inmediato – afirmó Cirlo.

Todos fueron corriendo dentro del castillo directo a la habitación de Philip.

_ Yo no escuche nada – comentó Darío confundido.

_ Tu solo ve - le dijo Julissa.

Los hombres lobo y Darío llegaron a la habitación, Sofía había llegado primero y estaba consolando a un desolado príncipe.

Los brazos de Sofía fueron reemplazados por lo de Italec.

_ ¿Qué pasa mi amor? ¿Qué sucede? – preguntó Italec muy preocupado.

_ Mis padres, han muerto, tuve una especia de sueño, fue muy real – lloraba desesperado.

_Julissa por favor explícanos – preguntó Roderick confundido.

_ Es verdad, los reyes han muerto.

Sofía también rompió en llando y abrazó a Darío.

_ Pero como es posible – Cirlo estaba completamente impactado.

_ Su barco fue atacado, y no llevó armamento para repeler el ataque.

_ Joder, maldita sea, yo le dije a papá que te llevara a ti Cirlo y a Roderick, pero no me escuchó.

_ Lo siento mucho mi amor – repetía Italec.

Tan desconsolado estaba el príncipe que Julissa lo puso a dormir.

Todos los presentes guardaron silencio.


MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS Y POR SEGUIR LEYENDO MIS RELATOS, EN VERDAD APRECIO MUCHO ESO. GRACIAS A LOS QUE ME ESCRIBEN PREGUNTANDOME COSAS SOBRE MIS HISTORIAS.

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