Hombre lobo xi - celos

HOMBRE LOBO XI - CELOS

Cirlo acercó bruscamente su boca a la de Dariel y lo besó con fuerza, el omega recibió el beso, moviendo sus lenguas dentro de sus cavidades, era un beso con mucha carga de lujuria haciendo erectar los penes de ambos.

En ese momento en el bosque, el macho alfa, regresaba de su casería, cuando estuvo cerca de la casa dejo caer al gran ciervo que traía en sus hombros, y entró como un rayo a la cabaña; había percibido por medio de su olfato la esencia de Cirlo.

No vio a nadie y se preocupó, pensaba que Cirlo había llegado para buscar problemas, pero descarto la idea pues empezó a rastrear las esencias de ambos y se dio cuenta que habían marchado juntos, corría rápidamente siguiendo el rastro.

El beso fue bastante largo y agresivo, el general, hacía ejercía fuerza en la acción evitando que Dariel despegara la cabeza de la pared.

El macho omega con una de sus manos tomándolo también por el cuello; apartó a Cirlo.

_Detente o te dejo sin respiración-

Sangre brotaba por la comisura de los labios ya que ambos se habían mordido en el beso, pero por su condición de licántropos las heridas cerraron automáticamente.

_ ¿Seguro que quieres que me detenga? Porque estoy convencido que tu verga y sobre todo tu culo, dicen otra cosa.

Cirlo tomó la mano libre de Dariel y la llevo hacía su verga erecta, haciéndolo recorrer por todo el tronco descapullándolo, hasta llegar a los huevos peludos, los vellos púbicos del hombre se sentían ásperos en la mano de omega.

_ Sabes que es pura lujuria – dijo Dariel.

_Tienes suerte, nunca se me ha levantado con nadie mayor.

Cirlo tras eso intentó besarlo otra vez, pero Dariel, se liberó, y con una llave arrojo al suelo al general, manteniéndolo ahí.

_ Vaya eso no me lo esperaba.

Pero Cirlo era un poco más hábil en lucha, y raudamente se liberó de la llave y se la aplicó a Dariel, ahora era el quien ocupado el puesto en el suelo.

_ Me las estas poniendo difícil, y no sé, pero me está gustando, te violaré con ganas.

Dariel se liberó también dándole un puñete en el rostro haciéndolo perder el equilibrio, Cirlo, lo tomo del brazo y lo arrojo contra la pared nuevamente, lo tomó de los brazos extendiéndolo por a lo largo en el muro, y sujetándolo siguió besándolo, primero los labios con mucha más fuerza que antes, luego el cuello con mucha dureza.

_ Cirlo ya basta, detente – decía Dariel con poca credibilidad .

_ Si quieres que pare ¿Por qué no haces nada por detenerme? – respondió Cirlo dejando el cuello y mirándolo a los ojos.

Volvió a lo suyo en el cuello, mientras Dariel ladeaba la cabeza.

_ ¿Pensé que nos odiabas?

_ Los sigo haciendo, sobre todo a tu sobrino, pero a ti de odio menos, y eres el que menos mal me cae.

_ Cirlo enserio ya para.

Precisamente en el instante que Dariel decía esas últimas palabras, Dariel aparece en la entrada de la sala, viendo con mucha furia la escena, presurosamente toma a Cirlo y lo arroja estampándose con la pared del frente.

_ ¿Estás bien amor? – preguntó Roderick.

_ Sí, no me hizo nada.

Cirlo se levantó.

_ Hijo de puta – le dijo Cirlo y se lanzó a atacar.

Roderick lo interceptó, pero no lo redujo, esta vez fue Cirlo quien lo arrojó al suelo y luego intentó plantarle un puñete, pero el alfa se movió estampando el general su puño en el piso haciendo un hueco leve.

Roderick le tiró un puntapié a la altura del rostro que desestabilizo a Cirlo, sin embargo, este contraatacó golpeando en el rostro al alfa.

El macho alfa tomó una de las espadas de decoración de la sala, con su propia fuerza acorraló a Cirlo, literalmente hablando lo puso contra la espada y la pared.

_ ¿Cómo te atreves a tocar a mi omega?

_ ¿Tocando? Imbécil, lo estaba besando – dijo Cirlo con autosuficiencia.

_ Maldito miserable, él estaba diciendo que no, y si te dice que no, tú no lo tocas – le recriminaba Roderick molesto.

_ Me decía que no, pero bien que se dejaba.

Roderick acercaba cada vez más la espada en el cuello de Cirlo.

Dariel se acercó por la espalda y le puso la mano en el hombro como forma para calmarlo.

Roderick apaciguó un poco su ira y retiro el filo de la espada del cuello del general.

Cirlo no se quedó conforme, y con cierto frenesí tomó el filo de la espada que aun tenia Roderick en sus manos y se la puso a la altura del abdomen.

_ Si vas a emplear algún arma en una pelea, asegúrate de usarla – dijo clavándose el mismo con la filuda arma.

Luego con un golpe rompió a la altura del mango y con bastente rapidez atravesó también a Roderick, quedando los dos frente a frente, el dolor era evidente pero no lo demostraban.

Dariel quiso intervenir, pero Roderick con un gesto lo detuvo.

_ Las espadas no son juguetes, si las tomas, las usas – dijo Cirlo y rompió la espada por el medio, quedando separados.

Roderick retrocedió y se sacó el pedazo de espada de su cuerpo arrojándola al piso, la herida cerro ahí mismo.

_Aun no peleas al 100% conmigo, cuídate, no me provoques – dijo Roderick – Vámonos Dariel.

Ambos salieron del lugar, dejando a Cirlo con una sonrisa maliciosa, sacándose la espada y regenerándose su herida de inmediato.

Una vez llegaron a casa, Roderick cierra la puerta azotándola.

_ Si te vuelve a tocar te juro que lo mato.

_ Amor, lo siento, yo debí detenerlo de alguna forma.

_ Entonces ¿Por qué no lo hiciste?

_ Si lo hice, pero de verdad no sé qué me pasó.

_ Te entiendo, siempre nos sucede a nosotros al más mínimo provocamiento sexual.

_ Lo Siento.

_ No estoy molesto contigo, es por el que se atrevió a faltarme el respeto y sobre todo a ti. Yo soy tu alfa, y en la manada se siguen reglas y una de las cuales es que si otro lobo quiere tener sexo con el omega tiene que informar su deseo al alfa y luego ver si el omega acepta; si el omega no quiere, entonces no se hace nada.

_ Pero Cirlo no lo sabía, no es de la manada.

_ Claro defiéndelo, joder.

_ ¿Qué más te molesta? Qué no haya pedido el permiso O que sea precisamente Cirlo el que haya hecho eso.

_Mierda, las dos cosas, Cirlo no es de fiar, es una mala persona, no quisiera que te involucraras sexualmente con una persona así, pero es tu maldita decisión.

Dariel aprovechó el enojo de Roderick para hacer algo.

El omega se acercó lentamente a su macho, y lujuriosamente le dijo en el oído.

_ Viólame.

Roderick ni bien escucho esas palabras tomó a Dariel y lo arrojo con violencia sobre una mesa, quedando con el torso pagado al tablero y sacando muy bien el culo.

Roderick se colocó en su tras, escupió sobre su mano y se embarró el pene, y de una sola estocada se la clavó su novio hasta el fondo, Dariel gritó muy fuerte.

El hombre arrancó con una penetración violenta, la mesa caminaba por las fuertes arremetidas.

_ Si amor, méteme tu verga, destrózame el culo – le decía Dariel jadeante.

Roderick tomó del cabello a Dariel y lo atrajo hacia el arqueando hacía atrás el torso.

-Cállate perra, aquí mando yo – dijo lanzándole un escupitajo en el rostro y estampando su cara contra la mesa.

Lo embestía y lo nalgueaba, luego, Roderick lo arrojó al suelo quedando a cuatro patas, el ano de Dariel estaba rojo e hinchado, un líquido en forma de hilo, caía desde el ano por el perineo y se perdía en los huevos del pasivo, era su lubricación.

Roderick tomó esa lubricación con la lengua y se la tragó, luego volvió a meter su pene con mucha agresividad.

El hombre estaba poseído y Dariel pedía más y más, verdaderamente amaban el juego de roles.

Posteriormente hizo que Dariel se acostaba en el piso, colocando sus piernas en los hombros, acelero mucho más la penetración, y finalmente eyaculó dentro, acostándose sobre su novio, haciendo movimientos en círculos con su pelvis a su vez que estimulaba también el pene del omega, eyaculando entre el abdomen del alfa y el suyo propio.

Roderick después de la furia, besó tiernamente a Dariel, como si nada hubiese pasado.

_ ¿Ya estás más tranquilo?

_ Si amor, gracias.

_ Me encanta cuando te enojas y luego follas de esa manera.

El sol ya se había ocultado, el príncipe e Italec se habían quedado dormidos después de tener sexo, tapados con una sábana los dos enamorados estaban abrazados de costado.

El Rey Ulises buscaba con urgencia a su hijo, no sabía se había metido, subió al área de las habitaciones, intentó entrar al cuarto de Philip, pero estaba con seguro, el rey tocó fuertemente.

_ Philip ábreme la puerta.

Italec se despertó primero escuchando el llamado del Rey despertó al príncipe.

Italec: _ ¿Ahora qué hacemos?

Philip: _ Salta por la ventana

Philip: _ Ya voy papá dame un momento.

Rey: _ Te doy 3 minutos, ya sé que estas con Italec ahí dentro, así que apresúrate.

Los novios se vistieron y el príncipe abrió la puerta a su padre, el rey vio los cabellos alborotados y supo lo que había hecho.

El rey Ulises entró y cerró la puerta.

_ Su majestad, permítame explica…– dijo Italec sin terminar la frase.

_ Diablos muchachos, como se les ocurre, el castillo está lleno de movimiento todo el día, ojalá nadie los haya visto.

_ Descuida papá nadie nos vio.

_ Menos mal que esta vez sí cerraron la puerta.

Todos rieron.

_ Bueno padre, para que me buscabas con tanta desesperación.

_Creo que yo mejor me retiro – sugirió Italec.

_ Buenas noches muchacho, ya luego hablaré contigo – respondió el rey.

_ No Italec, quédate – dijo el príncipe.

_ Hijo lo que te voy a comentar solo le conciernen a la corona – hizo énfasis el rey – Lo siento Italec.

_ No su majestad, descuide tiene razón.

Philip no quiso contradecir a su padre y aceptó sin ganas la decisión. Ambos se despidieron, Italec quiso ser prudente y solo le dio un beso en la frente al príncipe, el rey se sintió un poco incómodo, no por el hecho del beso, sino que no sabía dónde meterse.

El rey Ulises aclaró la garganta.

Italec fue directo a la ventana y se tiró cayendo de pie al suelo, luego se fue.

_ Y bien papá ¿qué pasa?

_ Bueno hijo, me llegó un mensaje.

_ ¿De quién?

_ Del Duque de Rodlein

_ ¿Qué quiere ahora?

_ Presentarte a su hija, y dártela en matrimonio como se había acordado.

_ Qué bueno que no se quedó Italec.

_ Por eso no quise decirte nada.

_ Malditos protocolos, ¿Por qué tengo que pasar por esto? No estoy enamorado de la hija del duque, ni siquiera me gustan las chicas – dijo Philip apesadumbrado.

_ Siento mucho esto hijo perooo

_ ¿Quiero casarme con Italec?

_ ¿Qué? – dijo sin creerlo el rey.

El rey no daba crédito a lo que escuchaba.

_Si padre tal y como lo escuchas

_ Pero hijo, tú ya te vas a casar, ¿No me digas que piensas renunciar?

_ No padre, no pienso renunciar, solo que quiero casarme con Italec primero, él es mi único amor, y si me voy a casar que sea con él, el otro matrimonio lo tomaré como algo simbólico nada más.

_ Aun sea así, es algo imposible, nadie querrá casarlos son hombres recuérdalo.

_ Si padre, pero no es necesario casarnos por la iglesia, tú también puedes hacerlo, y no hay nadie mejor que la mayor autoridad de todo el imperio.

_Hijo, pero ¿cómo el rey oficializara una boda de dos hombres?

_ No padre, nadie se tiene porque enterar, no lo anunciaremos, será en secreto.

_ Hijo aun así si yo accediera, Italec no es un noble, no puedes casarte con alguien que no tiene sangre real.

_ Sabes que esas son puras estupideces padre, cuando hay amor y voluntad eso no importa.

_Entonces dale el estatus.

_¿Crees que uno puede ir dando títulos de nobleza a diestra y siniestra?

_ Hazlo caballero.

_ Hijo los caballeros son de épocas medievales, en las monarquías actuales casi no se estila.

_Conviértelo en un caballero.

_ Hijo lo que me pides es mucho.

_ ¿Mucho? Mucho estoy arriesgando yo de no poder estar con el hombre que amo. Estoy cumpliendo lo que a ti te hace feliz, y tú no puedes hacer lo que a mí me hace feliz, a pesar de que estaré con alguien que me hará infeliz toda la maldita vida.

El rey Ulises quedó muy pensativo.

_ Hijo mio, yo te amo, pero aquello no estoy seguro que decisión tomar.

_Padre por favor, solo te pido eso.

_ Déjame pensarlo – dijo el padre dirigiéndose a la puerta.

Philip se sintió muy frustrado por la forma de actuar de su padre.

_ Y mañana quiero que te pongas tu mejor traje y que trates muy bien a tu futura esposa.

El rey salió por la puerta y Philip se quedó pensando en que decisión tomar, después de uno minutos alguien entro por la ventana.

_ Italec pensé ¿por qué volviste?

_ Nunca me fui.

_ ¿Eso quiere decir qué?

_ Si escuche todo.

Philip directamente abrazó a Italec.

_ Me siento muy frustrado por todo.

_ No te preocupes amor, yo entiendo perfectamente todo, pase lo que pase estaré a tu lado.

El lobo se separó un poco de su novio y luego se arrodillo.

_ Me hubiese encantado que fuera yo el que se case contigo ese día, pero no me importa, yo soy capaz de soportar todo por ti, solo importa el amor que nos tenemos, y si bien es cierto que ante la ley no podemos estar casados, en nuestros corazones ya somos uno solo.

Philip miraba conmovido por las palabras de su novio.

_Philip ¿aceptas casarte conmigo? – le preguntó sacando un anillo.

_ Si Italec, acepto – le dijo aceptando el anillo .

Italec en el momento que termino de escuchar la conversación del príncipe y su padre, el lobo fue a Gardeno activando el poder de la piedra de su collar, le pidió de favor a Julissa que le creara un anillo protector para su novio, la hechicera lo hizo sin ningún problema.

_Te amo mi amor – dijo Italec poniéndose de pie y tomándolo en brazos.

Los dos se besaron tiernamente cayendo a la cama, ambos se miraron fijamente, y el lobo comenzó a sacar los botones de la camisa de Philip.

_ quédate conmigo esta noche – le dijo Philip

_ Esta y todas las noches que tú quieras – respondió Italec.

Los dos enamorados hicieron el amor toda la noche.

A la mañana siguiente Tomy despertaba un poco mareado pero restablecido de lo sucedido.

_¿Cómo te sientes hijo?

_ Ya mucho mejor papá, pero aun siento algo de mareo.

_ Qué bueno, estuve muy preocupado por ti.

_ ¿Qué me paso? No recuerdo mucho.

_ Bueno anoche después de tener sexo, te pusiste mal, fue porque yo no sabía que el semen podría hacer que te transformes en un hombre lobo.

_¿Enserio papá? Pero entonces ¿ahora ya soy como tú?

_ No bebe, es que tuve que pedir ayuda para evitar que sucediera.

_ Papá debiste dejar que pasara, tú sabes que yo quería también eso.

_ Lo se mi amor pero ayer no estabas consciente de ello, y no era lo correcto.

_ Si te vas a transformar tiene que ser cuando tú lo decidas, el día que tú quieras, no de improviso.

Tomy escuchó las palabras de su padre, aunque aceptaba lo que su padre le decía sin rechistar él se quedó inconforme con la decisión tomada.

_ ¿Cuéntame a quien le pediste ayuda?

Cirlo comenzó a contarle detalle a detalle lo sucedido ayer.

Pasó algún tiempo y llegó el mes de octubre, mes en que Dariel entraba en su celo, atrayendo nuevos conflictos personales

En la raza de los hombres lobo al igual que los lobos comunes y corriente, los licántropos omegas entran en celo una vez a al año y este dura cinco días, en los cuales todos los alfas de la manada se vuelven locos oliendo las feromonas que expulsa el omega, incluso se llegan a pelear con el alfa supremo.

Aquella mañana Dariel se levantó muy temprano, el calor de su cuerpo a pesar de que el ambiente estaba frio, no lo dejaba seguir durmiendo, su celo había llegado, sus pezones estaban erizado, su pene erectado y su ano rojo y palpitando.

Dariel entro al agua intentando refrescarse, pero no lo conseguía, el primer día del estado de celo, el omega se muestra irritado, y no receptivo, muchas veces la desesperación del macho activo y el estado del macho pasivo terminan en peleas.

Por sobre las ocho de la mañana los machos que se encontraban dentro de la cabaña se despertaron, lo primero que sintieron fue el olor de las feromonas que les cambio su estado por completo, sus penes se levantaron al máximo, también sintieron arder su cuerpo.

Roderick e Italec se juntaron en la sala.

_ Tío ¿qué es ese olor?

_ Hijo tu tío ha entrado en su celo.

_Pero porque antes no lo sentía.

_ Porque ahora ya eres un adulto.

_ Joder tío esto es demasiado fuerte, siento hasta ganas de cogermelo – dijo Italec dando un paso al frente.

Roderick lo detuvo de un brazo, su rostro se había tornado serio.

_ Ni lo pienses, él es mio.

Italec se liberó bruscamente.

_ Lo siento tío, pero no sé que me pasa.

_ Ya sabes que se tiene que hacer si quieres alguna oportunidad.

Roderick se refería a que, si Italec quería tener sexo con su tío, tendría que pelear con el alfa para que le otorgue el permiso.

Salieron de la cabaña, y se enfrascaron en una lucha cuerpo a cuerpo, sus erecciones chocaban, pero no había nada sexual, esto también servía como una demostración a Dariel, para que vea quien era el más fuerte de la manada.

Era más que obvio que Roderick era el más fuerte, pero Italec no se quedaba atrás, los dos eran poseedores de una increíble fuerza.

Tuvieron que parar, a pesar de no estar cansados.

_ A pesar de ser muy joven, tienes coraje para enfrentarte a tu alfa.

_ Gracias tío, no sé qué pasa, pero ese aroma me estimuló.

_Te has ganado el permiso Italec.

_ Entonces vamos.

Ambos hombres caminaron hacía donde estaba Dariel acostado, se arrodillaron para besarlo, pero no se dejó esquivo los besos, los dos machos estaban haciendo de todo, para estimularlo, pero Dariel era reacio, el primer día no estaba receptivo, los hizo retroceder de mala gana, sin embargo, eso no era impedimento para que sea follado.

Dariel se puso de pie, dejando a los machos alborotados, pero estos no serían rechazados tan fácilmente, Roderick tomó a su macho omega e intento hacer que vuelva al suelo, pero Dariel se mantuvo firme y golpeo a su alfa, Italec también lo intento, pero cayó sentado al suelo.

Roderick se acercó otra vez, y con un solo movimiento arrojo al suelo a Dariel

_ Sujétalo bien – le dijo Roderick a su sobrino.

Italec hizo caso a su tío, Dariel se encontraba boca abajo en la tierra.

Roderick abrió las nalgas y metió su cabeza para chupar el culo, aquel sabor del líquido que emanaba era exquisito, tanto que Italec no quiso esperar más.

Dariel se intentaba liberarse, pero era sometido por la fuerza de ambos.

_Tío, yo también quiero.

Roderick no hacía caso, Italec desesperado se enojó y se acercó el mismo, hundiendo la cabeza también y peleando con la boca de su tío para succionar todo el jugo de su ano.

Dariel intentó zafarse nuevamente, pero Italec lo detuvo con fuerza.

Lo hicieron ponerse en cuatro, y el alfa se la metió de un solo golpe completamente seca. Ni bien el pasivo gritó, Italec aprovechó para meterla la verga hasta la garganta ahogándolo en el acto.

La resistencia del pasivo fue vencida, siempre tenían este comportamiento, al inició todo parece simular una violación, pero eso es normal entre los licántropos.

Dariel era violado con violencia y lujuria, si bien es cierto el primer día no es receptivo y tampoco lo disfruta pero no hay nada que pueda hacer, los dos machos ya lo tenían reducido.

No se movieron se esa posición todo el rato que estuvieron follando, Roderick eyaculó sacó su verga que aún seguía tiesa y cambió de lugar con su sobrino, ahora Italec se la refundía hasta el fondo y el alfa se la metía por la garganta.

Así transcurrieron el día, los tres no dejaban de follar, y a pesar de haber eyaculado, sus erecciones se mantenían muy firmes, esto duraría cinco días.

Aquella mañana habían arribado, el duque de Rodlein y su hija Lady Sofía, la jovencita de quince años estaba encantada con el príncipe, aunque Philip si bien es cierto era un chico muy amable, no se sentía a gusto puesto que su amor estaba con otra persona, solo tenía la esperanza de que su padre acepte casarlos antes.

Curiosamente la visita del duque y su hijo duro cinco días, la promesa era que ni bien ambos cumplan los 18 años, se tendrían que casar, aunque el príncipe ya sabía sobre esto, igual era algo que no le agradaba escuchar.

La visita se fue y Philip aprovechando el descuido tomó un caballo y fue directo a la cabaña, casi cerca para anochecer.

Al llegar encontró la vegetación un poco destruida por la pelea del tío y el sobrino, entro a la cabaña y todo estaba fuera de lugar.

_ Algo habrá pasado – pensó él.

Caminó por la casa y se percató de unos gemidos, entró a la habitación que era de Roderick, ni bien abrió la puerta todo lo que vio lo entristeció completamente.

Italec y Roderick le hacían a Dariel una doble penetración, el primero estaba de rodillas sobre la cama, el segundo acostado y el tercero en medio de ellos, recibiendo verga por el mismo hueco.

_ ¡Italec! – exclamó el príncipe.

Italec giró, pero no hizo ningún gesto de sorpresa, no se inmutó ante la presencia de su novio, estaba tan dominado por la lujuria, el placer y el deseo, que su única concentración era Dariel, parecía poseído.

_ No me vas a decir nada – dijo indignado Philip.

Italec no dirigió palabra alguna al príncipe y seguía en lo suyo.

Cuando los hombres lobo pasaban por esta fase, era imposible que prestaran mayor atención a otras cosas, para ellos solo era el sexo, incluso se encerraban y no salían evitando contacto con el exterior, a excepción si se encontraban en peligro.

El príncipe se retiró del lugar frustrado.

Italec se agachó pegando su torso a la espalda sudada de Dariel, y comenzaron a besarse los tres, los tíos y su sobrino, al mismo tiempo que con quejidos de por medio todos se corrieron, el semen salía del culo del pasivo que aún seguía con las dos pingas adentro.

Philip con lágrimas en los ojos, subió a su caballo y regresó al castillo, y se encerró en su cuarto, a llorar, en eso estaba cuando tocaron la puerta de su habitación.

_ Príncipe ¿está usted ahí? – preguntó Cirlo.

Philip guardó silencio con la intensión de que Cirlo se fuera.

_ Señor sé que está ahí, puedo percibir su presencia.

Philip se secó las lágrimas y abrió la puerta.

_ Ahora que sucede Cirlo.

_ Señor su padre se preocupó después que se fue sin avisar.

_ Ya ves estoy aquí, ¿contento? – respondió de mala gana .

_ El rey solo se preocupa por usted.

_ El rey, el rey, todo es el rey, y ¿Quién diablos se preocupa por mí?

_ ¿Se siente mal señor?

_ ¿Si me siento mal? Acaso no eres un hombre lobo para “percibir”.

_ De hecho su majestad si lo percibo, pero por respeto tengo que preguntar.

Philip se dio cuenta que se estaba desquitando con quien no tenía la culpa.

_ Lo siento Cirlo, no quise hablarte así, es que me siento tan mal.

_ Me encantaría poder ayudarlo, si usted me lo permite.

_ No que va Cirlo, no creo que te importen los problemas de un mocoso como yo, descuida, puedes retirarte.

_ No señor, a mí me gustaría ayudarlo – dijo Cirlo cerrando la puerta.

Philip vio la insistencia del general y comenzó a desahogarse.

_ ¿Tú perdonarías a alguien una traición? – preguntó El príncipe.

Cirlo inmediatamente había captado a donde quería llegar Cirlo.

_ Definitivamente no señor, la persona que ama no traiciona.

Philip le contó todo lo que había visto.

_ Ahora entiendo todo, su majestad, lamento lo que le sucedió, pero Italec ha demostrado no tener la suficiente madurez como para sobrellevar una relación, no es un hombre digno de usted.

Cirlo aprovecho lo que acababa de saber para seducir al príncipe, después de todo, podrá haberse arrepentido, pero sus deseos sexuales por Philip aún seguían intactos.

El príncipe comenzaba a caer en el juego.

_ Entonces ¿Qué debo hacer Cirlo?

_ Señor no le podría decir si terminara su relación o no, pero lo que sí es cierto es que usted debe permitirse conocer a otra persona, tengo bien sabido que la raza de hombres lobo es polígama sexualmente, es normal para ellos, supongo que usted también debe adecuarse.

_ ¿A que te refieres con eso Cirlo?

Cirlo se acercó al príncipe y le acarició la mejilla.

_ Qué usted haga lo mismo, pero con un hombre de verdad – dijo Cirlo.

Philip se intimido y ruborizó.

_ No Cirlo eso jamás, primero hablaré con Italec – dijo el príncipe apartándose.

Cirlo lo tomó del brazo, pero esta vez muy suave, tan diferente a la anterior.

_ Señor permítase probar otro hombre, verá que le va a gustar mucho – le dijo haciendo que el príncipe se acerqué.

Philip no oponía resistencia alguna, Cirlo había conseguido lavarle un poco la cabeza.

El general se acercó muy despacio y le dio un beso al príncipe, al ver que este no se apartó siguió besándolo, después de unos segundos Philip movía también su boca la ritmo que la del hombre.

Cirlo se quitó la camisa dejando su pecho velludo, haciendo que el príncipe pose sus manos en sus pectorales.

Philip estaba completamente entregado a la situación.

_ Cirlo, que buen cuerpo tienes, muy duro y fuerte.

_ Este cuerpo es suyo su majestad.

EL general, lentamente extrajo la camisa de Philip y la tiró a un lado.

_ Su majestad tiene un cuerpo hermoso, delgado y suave.

_ Solo por hoy será tuyo - contestó jadeando.

Cirlo lo tomó en brazos y lo acostó en la cama, posteriormente el colocándose sobre el príncipe y comenzó a besarlo por todo el cuerpo hasta llega a su pubis el pantalón no permitió seguir más, luego de unos segundos también salió despedido.

El hombre siguió besando las ingles y luego hizo que levantara las piernas, hundiendo su cabeza chupaba y lamia el ano mientras masturbaba su gran pene, luego ofreció su verga a su príncipe.

_ Su majestad, cuando tiempo he deseado esto – decía mientras Philip le hacia una mamada.

El príncipe no contestaba.

Cirlo le hundía hasta el fondo su verga en la garganta y la sacaba cuando el muchacho se quedaba sin respiración.

Una vez los dos se quedaron sin ropa, Cirlo le pidió al príncipe que se acostara boca abajo, el chico obedeció, ya sabía lo que venía.

El general puso mucha saliva en su pene y en el hoyo que iba a penetrar, colocó la punta logrando hacerse paso, el príncipe gimió levemente.

_ No se contenga señor, gima todo lo que quiera.

Cirlo dijo eso y le metió toda la cabeza, el príncipe gimió más fuerte. Luego el hombre siguió hasta conseguir meter todo su pene.

El príncipe giró un poco la cabeza encontrándose con la mirada de deseo del hombre, se besaron, Cirlo comenzó la penetración levemente.

AL cabo de un rato las embestidas eran más firmes, el golpeteo de las nalgas era más sonoro, el general estaba haciendo gozar a su príncipe.

Metía y sacaba la verga sin descanso, Philip se aferraba al brazo de Cirlo dejándole marca con los dedos.

El príncipe tenía mucho aguante, pues soportaba con mucho placer todas las posturas que a Cirlo le gustaba hacer.

Se pusieron de costado, Philip exponiendo muy bien el culo, y Cirlo dándole duro mientras lo besaba y con su mano masturbaba el pene de Philip.

El príncipe muy bien estimulado por atrás y por delante, comenzó a eyacular sobre la mano del general, este al sentir más la presión del ano de Philip eyaculó también dejando su semilla adentro. Esta vez el hombre lobo ya controlaba el veneno de su cuerpo, para evitar convertir al príncipe.

Se quedaron un momento en silencio, aun unidos por el pene y el ano, Cirlo besaba el cuello de su majestad.

Philip volvió a la realidad, y no sabía cómo sentirse, por un lado, aún seguía triste por lo que vio en la cabaña, pero por otro le había encantado lo que hizo con el general, si bien es cierto sintió a un macho en la cama, pero sentía que su novio le ganaba en todos los aspectos.

Philip dejó de pensar y decidió disfrutar el momento que había pasado ya luego hablaría con Italec. Cirlo y él se quedaron acostados en la cama, el hombre aun no sacaba su pene del interior del príncipe y se acurrucaron.

El momento no les iba a dudar porque para su mala suerte entro el Rey Ulises a la habitación y se encontró con la escena que lo enfadó mucho.

_ ¿Para eso querías el perdón? para abusar otra vez de mi hijo.

_ Su majestad permítame explicarle.

Cirlo se levantó de la cama muy rápido extrayendo su pene y saliendo un poco de los jugos, el rey volteó la cara con desagrado.

_ Que me vas a explicar, si todo está claro. ¡Mereces la muerte!

_ Padre, esta vez fui yo quien quiso. Yo di mi consentimiento.

La cólera del padre se intensificó mucho más con su hijo.

_ Pero como es posible que te estés comportando de esta manera. ¿Acaso eres un cualquiera?

Cirlo y el príncipe se quedaron callados escuchando los regaños del rey.

_ Tú que decías tanto amar a Italec y luego te acuestas con Cirlo

_ Padre las cosas no son como tú crees.

_ ¿Entonces como son?

_ Señor con todo respeto creo que usted está exagerando un poco, con todo esto.

_ Si padre, solo fue producto de la calentura del momento, no veo a Italec hace muchos días y pues Cirlo vino, y me pareció muy atractivo y pues solo pasó – dijo Philip mirando a Cirlo.

_ Mierda, lo que me faltaba que mi hijo me hablara como si fuera todo esto correcto.

_ Señor, de verdad lo siento mucho, no quise ofenderlo de esa manera.

_ Cállate, ya hablaremos de eso, ahora vístanse que los espero en mi despacho.

El rey salió de la habitación azotando la puerta.

_ Joder con esta ya van dos veces – dijo Italec .

_ enserio.

_ Si, la primera me encontró con Italec y ahora contigo – decía el muchacho poniéndose ropa.

_ Lamento ponerlo en esa situación príncipe.

_ Descuida, ambos nos pusimos en esta situación.

Ambos de terminaron de vestir y antes de salir Philip conversó con el general.

_ Cirlo lo que pasó aquí, solo fue un desliz, no se debe volver a repetir.

_ Lo sé perfectamente señor, pero ¿Está seguro que no quiere que se repita?

_ Cirlo no empieces otra vez.

_ Diga que no le gustó y yo olvido todo esto – dijo mirándolo a los ojos – Y no trate de mentirme porque lo sabré.

Philip no le quedaba de otra que decir la verdad, le había gustado mucho, casi igual de lo que le gustaba hacerlo con Italec.

_No te voy a mentir Cirlo, fue genial, pero no puedo seguir haciendo esto.

_ ¿Por qué no? ¿Por Italec? Usted mismo no dice que cuando lo vio ni siquiera le dijo nada, no le importó su presencia ahí.

_ Si es verdad, pero tú dices que así son ustedes los lobos, que son bien sexuales, entonces es normal para ustedes y contra eso no puedo hacer nada.

_Ya ve, entonces ¿por qué usted no hace lo mismo? Si, él lo hace no es justo que usted no pueda hacerlo.

_ Cirlo, pero yo lo amo.

_ ¿y quién está diciendo lo contrario? Yo no le estoy pidiendo tener una relación.

Cirlo, tomó por la cintura a Philip.

_ Cirlo, no quisiera crear una pelea entre ustedes, eso no me agradaría.

_ Pero si ya existe desde el día en que ellos llegaron aquí, nada va a cambiar porque nos seguimos odiando.

El príncipe quería por todos los medios rehuir a la propuesta de Cirlo.

_ Además señor, usted es un chico tan lindo, sería una pena desperdiciar su juventud y su belleza viendo que su novio toda la vida se acostará con quien le dé su regalada gana y usted ni siquiera se atreva a mirar a otro hombre.

Con ese argumento y con la barba de Cirlo rosándole por el cuello al príncipe, Philip estaba a punto de aceptar.

_ Pero Cirlo soy mucho menor que tú, podría ser tu hijo

_ No me importa señor, es más, me excitan los niños bonitos como usted, disfruto cada centímetro de su piel sin vellos.

_ Está bien Cirlo, pero por favor ahora que no se entere Italec, evita eso.

El general sonrió al ver que logró su cometido.

_ Lo que usted diga mi señor.

Cirlo besó otra vez al príncipe y este le correspondió el beso sin ningún miedo, la boca del hombre recorría todo su cuello, picándole con la barba.

_ Bueno Cirlo, nos están esperando, será mejor que no vayamos.

_ Lo que usted diga su majestad.

Esperaron a que sus erecciones disminuyeran y después fueron a ver que quería el Rey.

La noche trascurrió muy amena por el palacio, pero otra cosa sería en la cabaña de los lobos.

Era luna llena y durante el último día de celo de los hombres lobo, estos se adentran en el bosque para seguir follando de la manera convencional.

Transformados los tres hombres lobo corrían velozmente entre los árboles, era sumamente maravilloso poder ver a los tres, con sus increíbles formas, uno completamente negro, el otro blanco y por el último el lobo dorado.

Llegaron a una zona muy alejada donde ni un humano podría verlos.

Los penes de los hombres lobo cuando están transformados son enormes, las puntas rojas de los penes de los lobos sobresalían de su piel, el lobo blanco se arrodilló y comenzó a lamer con su gran legua aquellos penes, mientras que los dos machos se lamian los rostros mutuamente.

Los bulbos del pene de los lobos se estaban hinchando, haciéndose un bulto muy notorio en la base del pene, el omega, tomó los dos penes con ambas manos y se los metió a sus fauces por varios minutos.

Luego de ellos el lobo blanco se puso a cuatro patas sobre el suelo, exponiendo bien su ano que se encontraba muy rojo e hinchado por todos los días que llevaba follando.

El lobo negro se puso detrás de él metiéndole toda la verga roja hasta el fondo, la piel de su pene se corrió hasta la base exponiendo el bulbo del glande que también entró, así mismo, Italec detrás también metió su pene dentro del ano del lobo blanco, puesto que estaban en una posición muy cómoda para hacer doble penetración.

El ano lucía muy grande y lleno, los penes entraban y salían, los tres emitían sonidos como rugidos.

La penetración era frenética con el único fin de vaciar los grandes huevos en el interior del macho pasivo, el lobo negro mordía al blanco por la nuca muy fuerte provocándole sangrado.

Luego de varios minutos los tres eyacularon, el semen era tanto que solo Dariel formó un gran charco en el piso. Del ano del lobo se choreaba salía a borbotones la leche.

Como era de esperarse el bulbo de los glandes se agrando quedando “pegados” de manera incomoda, y por instinto se acomodaron de una manera en que los tres estuvieran más cómodos.

Italec se giró y quedó a espalda de Dariel único solo con su pene, Roderick hizo lo propio, pero quedando a un costado, todos con los brazos y pies al suelo, como si de lobos comunes y corrientes se tratase, la diferencia que esos median más de dos menos.

La escena era un tanto cómica.

Pasados treinta minutos los tres se despegaron, sus penes rojos quedaron desinflados y poco a poco volvieron a la normalidad, el celo ya había pasado, así que volvieron a su forma humano.

_ Esta ha sido la experiencia más excitante de mi vida – dijo Italec.

_ Y se va a volver a repetir cada año - dijo Roderick.

_ ¿Cómo te sientes amor? – preguntó el alfa.

_ Súper cansado – contestó riendo.

_ Es hora de ir a casa – dijo Roderick y partieron.

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