Hombre lobo ix - cabo suelto parte 2

Historia gay de ciencia ficción con criaturas y bestias de leyenda. Contenido explícito de sexo, acción, incesto, aventura y más

HOMBRE LOBO IX - CABO SUELTO PARTE 2


Era de madrugada, el cuerpo inerte de Cirlo yacía tirado en el suelo en medio de un charco de sangre inmenso, como es natural en el proceso de transformación el cuerpo lucía irreconocible parecía haber sufrido la peor de las palizas, los animales carroñeros del bosque se estaban acercando a husmear.

Al cabo de unas horas las células de Cirlo por fin se comenzaban a regenerar y casi al amanecer el hombre abrió los ojos con su cuerpo de un hombre de 30 años otra vez, su aspecto rejuvenecido le daba un mayor atractivo, las canas de su cabello ya no estaban, las arrugas producto de la edad tampoco, pero aun así estaba muy débil, tanto que no se pudo levantar.

Al intentar ponerse de pie tuvo un potente mareo que lo tiro nuevamente al suelo, así que solo se arrastró hasta donde su instinto de supervivencia le dijera que estaba a salvo pero aun así cayendo por una pendiente sumergiéndose en el rio que afortunadamente estaba tranquilo, la corriente no era tan fuerte como para ser arrastrado, Cirlo sintió un gran alivio puesto que presentaba mucho malestar.


Los primeros rayos del sol salieron y la pareja de enamorados que se encontraba en la cabaña daba indicios de no querer despertar.

Como es parte de la biología humana la primera parte del cuerpo que se nos despierta en la mañana es la verga, y mucho más aún si se tiene un estímulo al lado, los muchachos se habían quedado dormidos de costado muy abrazados y empiernados, Italec con su pierna encima de Philip tenía su pene erecto medido dentro de su ano, pues no la saco después de haber tenido sexo en la madrugada.

Ambos sintiendo el estímulo de sus cuerpos despertaron adormitados y comenzaron a besarse, Italec se comenzó a mover lentamente con los ojos cerrados, aferrado al cuerpo de Philip.

El príncipe solo se dejaba hacer pues aún no estaba despierto del todo, pero el placer que sentía en su ano terminó por convencerlo y empezó a masajear su verga y a dar pequeños gemidos.

El lobo arrojó las sabanas a un lado y ya completamente del todo comenzó a embestir como se debe a su novio.

El príncipe arqueaba muy bien la cintura y su macho aferrado con sus manos le daba a una velocidad moderada por el culo, mientras emanaban sonidos de placer.

Italec como buen mano en un movimiento rápido cambio de posición a su príncipe y lo puso de perrito, quebrando muy bien toda su cintura y dejando un culo bien rico para ser devorado. El macho lamio y chupo el pequeño e hinchado ano de su novio haciéndolo estremecerse de placer, dio un último escupitajo y lo ensarto fuerte, el príncipe solo grito, pero la aguantó.

La penetración comenzó hacerse muy fuerte, Philip aguantaba muy bien pero hubo un momento en que necesitaba darse un descanso y se lo pidió a su novio, quien amorosamente accedió.

Italec se acostó encima de él frotándose con sus erecciones, que por cierto era algo que les encantaba hacer, mientras se besaban, los cabellos dorados y largos del lobo estorbaban así que cogió algo y se recogió el cabello de manera muy masculina y continuaron.

Philip voluntariamente levantó las piernas y las puso en los hombros del macho, este sin esperar palabra alguna, lo volvió a penetrar.


Eran casi las ocho de la mañana y un caballo a toda velocidad iba atravesando el bosque, era nada más ni nada menos que el rey, quien al percatarse de la ausencia de su hijo decidió salir a buscarlo.

Ya sabía a donde dirigirse, cabalgo por un tiempo más y llegó a la cabaña de los lobos, el caballo de su hijo estaba amarrado afuera de la casa.

Dentro de esa misma cabaña a que faltaban segundos para que el rey entre, Italec como todo un joven semental estaba haciendo que el príncipe se retuerza de placer haciéndolo gemir de manera muy aguda.

El rey entró y desde la sala ya se escuchaban los sonidos, incluso los de la cama.

_ Mierda, hijo no creo que seas tú – pensó para sí mismo el rey.

El rey no quería creer lo que escuchaba y pensaba, pero era más que evidente, meditaba si entrar a esa habitación o esperar a que terminen lo que estaban haciendo, pero los gemidos no lo dejaban pensar, por ese motivo, de manera impulsiva entro a la habitación, justo en el momento en que los muchachos comenzaban a eyacular, el lobo con un bufido fuerte de macho inyecto su semen en el ano por tercera vez ese día, Philip acabó en su abdomen.

_ Papá – exclamó el príncipe sorprendido.

_ Philip – respondió el rey.

_ Su majestad, permítame explicarle – dijo Italec sacando la verga flácida del ano.

El lobo imagino lo peor con su cuerpo protegió a su novio pensando que su padre en cualquier momento lo golpearía, pero Italec se adelantó diciendo:

_ Señor si va a castigar a alguien, castígueme a mí, el príncipe no tiene la culpa de nada.

El rey estaba enfadado por lo que había visto, si bien es cierto amaba a su hijo y no era homofóbico el ver a dos hombres teniendo relaciones sexuales, era algo nuevo para él, y en cierto modo un poco grotesco pues no era lo que desde niño le habían inculcado.

_ ¿Qué me vas a explicar? La manera en que utilizas a mi hijo solo para saciar tus ganas de sexo.

_ No su majestad, lo que dice no es verdad, yo amo a su hijo, y jamás lo utilizaría de la manera que usted dice – le replicó Italec firmemente.

El rey pudo ver sinceridad en las palabras del lobo y el gesto que hizo al interponerse entre él y su hijo, se dio cuenta que verdaderamente lo quería.

_ Si papá, Italec y yo nos amamos, nunca me haría algo así – dijo Philip.

El rey disminuyó un poco su cólera.

_ ¿Philip acaso estas son las costumbres que te hemos enseñado en el reino?

_ No papá, pero no lo puedo evitar, esto es más fuerte que cualquier cosa, ya te lo he explicado.

_ Hijo tu sabes que te amo con toda el alma, pero ver esto fue demasiado para mí, ¿Qué tal si no hubiese sido yo? Si hubiese sido otra persona que lo denunciaba, tu morirías no importa si eres el príncipe.

Italec comprendió por donde iba el asunto.

_ Papá te entiendo, pero compréndeme, ¿acaso tu nunca has hecho una locura de estas cuando estabas enamorado?

_ Sí, pero nunca algo que pueda traer mi muerte.

_ Señor, reitero mis disculpas, todo esto es mi culpa le prometo que no volverá a suceder.

_ Sí, no volverá a suceder, ustedes ya no se verán más.

El príncipe no creía lo que escuchaba.

_ Padre pensé que me entendías, sabes que Italec y yo nos amamos.

_ Yo entiendo hijo, y como sabes te amo no importa como seas, pero si esto conlleva algún peligro para ti, mi deber es protegerte, además su relación nunca podrá realizarse, no en estos tiempos, y además tu estas comprometido con una mujer.

_ Su majestad, se lo ruego, no me separe de su hijo, yo lo amo – dijo Italec acercándose al rey para suplicarle.

_ Lo siento Italec, pero elegiste a la persona menos indicada para enamorarte, el futuro rey que además está comprometido.

_ Eso no me importa, Philip no la ama, el me ama a mí y mientras ese amor exista lo demás me tiene sin cuidado, pero por favor no me separe de él.

_ Papá, por favor, no hagas esto, yo no amo a esa mujer, yo amo a Italec, yo acepto casarme con la chica que hayan escogido y ser rey, solo a cambio te pido, que dejes a Italec conmigo, y si es más seguro para ti, el vendrá a vivir al castillo, y mantendremos lo nuestro en total discreción, de lo contrario nunca más me vuelves a ver y te quedas sin hijo y sin rey.

Había tanta firmeza en las palabras de Philip, que por el amor a su hijo que no estaba dispuesto a perder y en parte a los intereses políticos, el rey no tuvo más remedio que aceptar.

_ ¿Ya le has preguntado a Italec si es eso lo que él quiere?

_ Si su majestad, yo estoy dispuesto a aceptar cualquier condición con tal de estar con él siempre.

_ ¿Incluso solo a ser el amante de mi hijo? Como bien sabes dos hombres no se pueden casar.

_ Señor con todo respecto, el príncipe me ama a mí, si su amor está conmigo, la amante en este caso sería su prometida pues él no la ama, solo la utilizara para tener hijos en su debido momento y saciar sus ganas.

_ Bien muchacho si así lo quieres, así será, solo manténganlo oculto.

_ Gracias padre.

_ Muchas gracias su majestad – dijo Italec haciéndole una reverencia arrodillado .

_ Ahora es tiempo de irnos, cámbiate y te espero afuera – le ordenó el padre a su hijo.

Philip le dio la espalda a su padre para buscar su ropa.

_ Tu ropa está afuera amor – le dijo Italec.

Philip salió de la habitación desnudo pasando al lado de su padre quien no pudo evitar mirar su trasero, pero no en un sentido morboso, sino porque estaba dentro de su rango de visión.

_ Tienes algo escurriendo entre las piernas límpiate antes de salir – le recomendó el padre quien sabía que era semen.

Philip se detuvo en seco y se tocó las piernas recogiendo algunos rastros de la espesa leche, ruborizándose al acto.

_ Te espero afuera de la casa – dijo el rey y salió.

_ ¡Qué vergüenza! – exclamó el príncipe tomando su ropa.

_ pero lo bueno es que tu padre nos acepta – respondió Italec.

_ Es que se dio cuenta que verdaderamente nos amamos – dijo el príncipe.

_ Y sobre todo que fuiste tan valiente al jugártela por mí – le comentó el lobo. – Gracias.

Los dos novios nuevamente se besaron.

Mientras el rey impacientemente esperaba afuera, Roderick y Dariel aparecían después de pasar toda la noche afuera, y como llegaron desnudos con sus genitales balanceándose, se cubrieron con las manos al ver al rey.

Roderick: _ Su majestad, que sorpresa.

Dariel: _ Señor es un honor tenerlo por este lugar, solo discúlpenos estar así.

Rey: _ Descuiden amigos, yo ya me iba.

Roderick: _ ¿señor ocurrió algo?

Rey: _ Solo un pequeño inconveniente.

Roderick: _ Talvez estará relacionado con el príncipe y mi sobrino.

Rey: _ Efectivamente.

Dariel: _ ¿Que ocurre su majestad?

Rey: _ Y se encargara su sobrino de contarles.

El rey Ulises gritó desde afuera a su hijo para que se apresurara, este salió con el cabello aun alborotado.

Roderick y Dariel lo miraron sonriente. El rey ya estaba montado en el caballo.

_ Arréglate el cabello – sugirió el rey a su hijo – Los espero en el castillo para que sigan con sus labores – dijo a los lobos.

Italec salió a despedirse a la puerta, y tras esto el rey y su hijo partieron.

Entrando a la casa; Roderick pregunto qué pasaba.

Italec le contó con detalle todo lo que había ocurrido, desde que salvó a Philip de ser violado hasta lo que se acordó con el rey en estos momentos.

_ ¿Entonces mataste a Cirlo? – preguntó Roderick.

_ Bueno, creo que si – respondió.

_ A ver Italec, es si o crees que sí, tu sabes lo que pasa si la persona que mordiste no muere.

_ ¿Sobrino dinos donde lo mordiste? – preguntó Dariel.

_ Le mordí y arranqué un pesado de su garganta, supongo que es suficiente, ¿no?

_ No Italec, así le hayas arrancados parte de la garganta, el veneno entra por los demás vasos sanguíneos que dejas abiertos producto del ataque.

_ Entonces, ¿eso quiere decir que …

_ Si, Cirlo a estas horas ya se habrá convertido en un hombre lobo – le dijo bien claro Roderick.

_ Mierda, no puede ser, como olvide algo tan importante.

_ ¿entonces que vamos hacer? – preguntó Dariel.

_ Tendremos que matarlo, no podemos dejar ese cabo suelto, Cirlo ha demostrado no ser buena persona, es un riesgo para el príncipe, y en su condición de hombre lobo es más peligroso aun para el reino – respondió el alfa.

Dariel: _ Creo que no va a ser fácil de encontrarlo.

Roderick: _ En estado no debe haber ido lejos, aún está débil.

Italec: _ No sería justo matarlo mientras este débil, yo quiero acabar con él, pero tiene que estar con toda su energía, así que esperaremos por lo menos hasta la noche, ahora tenemos que ir a palacio.

Roderick: _ Pero creo que primero convendría asearnos.

Los tres afirmaron, se metieron al lago y mientras se bañaban seguían conversando.

Italec: _ ¿Y ustedes tortolos porque no durmieron aquí anoche?

Roderick _ ¿Por qué anoche fue luna llena?

Italec: _ ¿y?

Roderick: _ ¡Creo que te he explicado ya, que cosa hacemos nosotros los lobos cuando hay luna llena!

Italec: _ Enserio tío, ¿ustedes dos tuvieron sexo transformados?

_ Italec ya deja de hacer esas preguntas – sugirió Dariel rojo de vergüenza .

_ Si hijo, eso ya lo sabes – respondió Roderick.

_ Tío Dariel, y ¿no te dolió?, pobre trasero como habrá quedado – dijo riendo el muchacho .

_ No tan abierto como tu gran bocata – le contestó Dariel sumergiéndolo en el agua.

La familia rio a carcajadas por un momento, y después de un rato ya estaban siguiendo con sus labores diarias dentro de las murallas de palacio.

Ese día Italec y el príncipe no se volvieron a ver, pues el rey lo tenía en una extensa y larga conversación que después ya le contaría a su novio.

Caída la noche, nuestros lobos salieron de cabaña en bolas para ir a buscar a Cirlo por el bosque, se separaron para así poder encontrarlo mejor, buscaron durante horas y finalmente Roderick encontró al hombre desnudo, en una pequeña cueva, estaba alimentándose de un animal.

El alfa telepáticamente aviso a los demás para que llegaran al lugar.

La cueva estaba totalmente oscura, pero sin embargo al ser hombres lobo si podían ver perfectamente en la oscuridad.

Cirlo sentado ni se inmutó de la presencia que Roderick.

_ ¿A qué has venido? – preguntó

_ Sabes perfectamente a que – respondió el alfa.

_ Creo que eso no será tan fácil, tu sobrino me compartió algo del poder que ustedes escondían – dijo Cirlo parándose y caminando con dirección a la salida de la cueva.

Ni bien Cirlo puso un pie fuera, comenzó la pelea, sus fuerzas eran iguales, incluso un lobo recién transformado tiene una fuerza descomunal, pero como Cirlo no tenía al 100% su energía.

Ninguno de los dos retrocedió.

_ Tío déjame a ese mal nacido a mí – dijo Italec llegando.

_ ¿Pero miren a quien tenemos aquí? ¿Cómo quieres que te llame?, ¿papá?, ¿creador? – dijo Cirlo burlándose.

_ Lo siento, no vamos a tener tiempo de fraternizar, porque te voy a matar, por lo que le intentaste hacer a Philip – le contestó Italec.

_ Creo que eso no se va a poder, porque que el único que vas a morir serás tú, me voy a cobrar la humillación que me hiciste frente a los soldados .

El general se comenzó a transformar, su cuerpo crecía desproporcionadamente y la piel se le abría por todo el cuerpo, dejando salir un lobo de color gris muy oscuro. Rápidamente Italec se transformó también mostrándonos por segunda vez al hermoso lobo dorado.

¡Dominó la transformación muy rápido! - exclamó Roderick alejándose junto con Dariel

Los lobos recién transformados empezaron a pelear, sin que los otros dos se entrometieran, se desgarraban la piel, se embestían con cada cosa que encontraban, pero no se cansaban, de un momento a otro Italec hizo retroceder considerables metros a Cirlo, pero este inmediatamente se recuperó contraatacando y arrojando al suelo a Italec derribando un árbol a su paso.

Cirlo volvió a su forma humana.

_ ¿Qué bien se siente toda esa fuerza, no creen? – dijo Cirlo.

Italec también volvió a su forma humana levantándose del suelo.

_ Gracias por el regalo, aunque no niego que al principio me asuste, pero luego simplemente me calme, dejé que fluya y he aquí el resultado.

_ Créeme que te va a durar muy poco, pagaras por lo que le quisiste hacer a Philip – amenazó firmemente Italec y se transformó.

Italec dio un salto alto para atacar y Cirlo transformado hizo lo miso y colisionaron lastimándose ambos.

La pelea era a muerte, pero ni uno de los dos caía, estaban tan concentrados en lo suyo que no se dieron cuenta del ataque inminente de los Anuk Criatus.

Mientras Italec estaba luchando una se esas criaturas se le fue encima saliendo disparado alejándose de Cirlo.

Roderick por su lado estaba luchando aun sin transformase con uno de ellos, pero era Dariel quien estaba en apuros pues a él lo habían acorralado dos de esos demonios.

Cirlo nunca había visto nada parecido y retrocedió un poco, pensó en retirarse, pues no tenía porque ayudarlos ya que no eran amigos suyos, pero entre tanta rudeza, una sensación de querer ayudar le nació, miro por todos lados y vio a Dariel quien no se podía liberar de esas criaturas, los otros dos lobos estaban muy ocupados como para ir en su auxilio.

El general apresuradamente arrojo a uno al suelo logrando liberar carga a Dariel, luego Cirlo tomó de la garganta al otro que atacaba aplastándola con todas sus fuerzas y terminando con su vida, pero por su detrás llegó el otro demonio que segundo antes había sido reducido por el general, y le clavo sus garras por un costado de la espalda atravesándolo por el abdomen. Cirlo gritó de dolor y cayó al suelo.

Dariel quien ya se había logrado transformar asesinó a quien había atacado a Cirlo quien estaba en el suelo en su forma humano y ensangrentado muy adolorido. Dariel se destranformó también.

_ Mierda, Cirlo – dijo Dariel.

_ No me toques – habló agresivamente Cirlo

_ Joder, que quiero ayudar, déjate de resentimientos.

_ ¿Después que me quisieron matar? – respondió Cirlo con la respiración entrecortada.

_ Pero ahora estamos del mismo lado, deja el orgullo.

_ Mejor deja tu esto y anda ayúdalos porque no se pueden deshacer de ellos.

Dariel volteó y vio que su alfa y su sobrino tenían problemas pues otra de las criaturas había aparecido.

_ Dale, pero quédate aquí.

Dariel fue a ayudar y Cirlo aprovechando ese descuido, malherido se fue del lugar.

Una vez que los lobos terminaron con los Anuk, se dieron cuenta de la ausencia de Cirlo.

_ ¿Amor estas bien? – preguntó Roderick.

_ Si amor, si no fuera por Cirlo, ellos me hubiesen matado.

_ Y por cierto, ¿Dónde está?

_Mierda ese hijo de puta se escapó – gritó molesto Italec – En mala hora aparecieron los Anuk.

_Creo que será mejor dejar las cosas con él así por el momento – dijo Dariel.

_ No tío, tengo que vengar a mi novio.

_ Hijo, Cirlo ayudó a tu tío – dijo Roderick

_ Además está mal herido, precisamente por ayudarme – agregó Dariel.

_ ¡Mierda! – exclamó molesto Italec – Eso quiere decir que ahora lo tenemos que perdonar.

_ Lo que quiero decir es que por ahora dejemos las cosas así, ya luego arreglaras diferencias con él – sugirió Roderick.

Italec enfurecido y disconforme arranco un árbol con todas sus fuerzas.

_ Ahora tenemos que buscarlo, no debe estar lejos – dijo Roderick.

Italec aceptó a regañadientes, buscaron por largo rato siguiendo los rastros de sangre, pero no lo hallaron en el bosque, más por su lado, Cirlo, todo herido como estaba, había atravesado las murallas del reino sin ser visto por nadie y con mucho esfuerzo para entrar ir a su casa.

Los ruidos que hizo al entrar fueron escuchados por su hijo quien se encontraba despierto ya que no podía dormir pues su padre no aparecía por ningún lado.

_ ¡Papá, que pasó! – exclamó asustado y muy preocupado el chico.

_ Nada hijo, nada.

_Pero, estás herido – dijo llorando por su padre

_ No es nada serio.

_ Como de que no, tienes mucha sangre.

_ Por favor hijo no te preocupes, deja de llorar nene y baja la voz, que vas a despertar a tu madre – dijo Cirlo haciendo un esfuerzo para no asustar más a su hijo.

_ Mamá no está, salió en la noche y no ha vuelto.

_ Mucho mejor aún, mira bebe, mírame bien, sé que estas preocupado, pero tienes que ser fuerte para que ayudes a papá. ¿Está bien?

_ Si papá – contestó Tomy limpiándose las lagrimas

Tomy ayudó a su padre a levantarse del sofá, y fueron a limpiarse, frotándole paños húmedos por todo el cuerpo, incluso en los genitales.

La sangre ya estaba comenzando a parar, pero aun la herida de Cirlo estaba abierta, felizmente no había sido destrozado ningún órgano.

_ Siento haberme desaparecido.

_ Descuida papá – respondió Tom – Mira la sangre ya paró, pero aun tienes la herida abierta

_ Te lo dije, no tienes por qué preocuparte, ahora busca unas vendas y tráelas.

_ Está bien.

El hijo volvió con el vendaje y nuevamente ayudó a su padre, pero cuando lo estaba haciendo se percató que había algo raro que tenía que ver con su aspecto, lucía más joven, sin embargo, no hizo ninguna pregunta pues pensó se trataba de alguna imaginación suya.

_Ahora, ve a tu habitación y trata de dormir, yo haré lo mismo.

_ No te quiero dejar solo papi ¿Puedo cuidarte esta noche?

_ Está bien chiquito, pero mejor vamos a tu cama.

_ Si ven, vamos.

Entraron a la habitación y aseguraron bien la puerta.

_ Buenas noches papi.

_ Buenas noches mi vida – respondió Cirlo, dándole un tierno beso en los labios.


¿Lo encontraron? – preguntó Dariel reuniéndose con los demás lobos.

Ni rastro – respondió Roderick.

Ojalá y haya muerto, tal vez con algún órgano perforado – comentó Italec .

Bueno venga ya vamos a casa, mañana seguro tendremos noticias de él – agregó el alfa.


Cirlo despertó esa mañana muy adolorido y con mucha fiebre imposibilitándolo a ponerse de pie, pero lo peor ya había pasado, aunque las heridas provocadas por los Anuk a los hombres lobo curan más lento que una herida normal, está ya se veía mucho mejor pues no había dañado ningún órgano y además era una sola, así que el hombre en cuestión de pocos días iba a estar bien, gracias al proceso de recuperación acelerado que poseen los licántropos.

A su lado se encontraba su hijo que no se había dormido toda la noche vigilando el sueño de su padre.

_ Papá, ¿Cómo te sientes? – Preguntó Tom de inmediato.

_ Ya mejor, hijo – mintió Cirlo.

_ Papito por favor no me mientas, puedo notar que no estás bien, ¿dime qué te pasó?

_ Hijo por favor no te preocupes, estaré bien.

_ ¿Cómo quieres que no me preocupe? ¡Necesitas un médico!

_ No hijo, un médico no.

_Pero papá, yo sé que eres un hombre muy fuerte, pero por favor.

_ Tomy, mírame bien – dijo Cirlo.

Tomy lo miro fijamente.

_ Te prometo que estaré muy bien en unos días, no te preocupes, hijo, enserio.

El muchacho dudo.

_Está bien papi – respondió.

Tom salió de la habitación y regresó con una fuente de agua y vendajes nuevos, quitó los viejos y los desechó, tomó una toalla limpia y la mojo en el agua para luego pasar por el cuerpo de su padre limpiándolo muy bien, primero en el rostro, brazos, torso, pasando por sus genitales peludos, lo mismo hizo por la espalda y su trasero, al finalizar vendó otra vez a su padre y lo dejo acostar nuevamente.

_ Gracias, Tomy, eres un buen hijo.

_ Ni lo digas papá, sabes que lo hago con mucho cariño.

_ Tu madre, no tendría esa dedicación.

_ Lo se papá, no la tiene conmigo que soy su único hijo.

A pesar de que Cirlo es un hombre rudo, le partió el corazón escuchar decir eso a su hijo, pero desgraciadamente era verdad, la esposa del general, era una mujer muy poco cariñosa con su hijo, incluso con Cirlo mismo, pero tantos años de conocerla eso lo tenía sin cuidado.

_ Tomy ven acércate.

El chico obedeció.

_ Nadie se puede enterar que estoy aquí, ni siquiera tu madre.

_ ¿Pero por qué?

_Por favor Tomy, no hagas preguntas ahora, te prometo que te diré todo lo que quieras, cuando este mejor.

Tomy era un chico tan bueno e inocente y amaba tanto a su padre que obedeció sin rechistar.

_ Pero entonces, ¿estarás oculto aquí todo el tiempo?

_ Si así es.

_ ¿Y si alguien te ve?

_ Tú solo confía en mí.

Cirlo siguió dándole instrucciones para que su hijo siguiera al pie de la letra.

Todo el tema de Cirlo se mantuvo en secreto, ni siquiera Italec se lo comentó a Philip para no atemorizarlo. Eventualmente el rey se enteró de la situación, pero evitaron contar el episodio con el príncipe.

Los lobos percibieron su esencia dentro del reino por lo que concordaron que se encontraba en casa, pero decidieron no hacer nada por el momento, así que lo dejaron.

Pasados tres días, el general aún seguía un poco débil pero ya se encontraba mucho más restablecido, la herida comenzaba a cerrar, y el susto inicial ya había pasado. Mantenían el secreto tan bien que Adela, la esposa de Cirlo, nunca se enteró de lo que había sucedido, es más parecía que no le importaba la desaparición de su esposo, pero era algo que el hombre se esperaba pues nunca fue una mujer preocupada, incluso escuchaba como su esposa trataba un poco mal a su hijo, todo por el hecho de que el niño era un tanto delicado, y su madre se sentía decepcionada por eso.

Esta situación le había permitido a Cirlo estrechar mucho más los lazos con Tomy, no solo como padre e hijo, o amantes, sino también como cómplices.

Una vez sintiéndose más recuperado, Cirlo comenzaba a salir sin ser visto, volvía a sus antiguas costumbres cuando no podía dormir, y regresaba casi al amanecer sin hacer el más mínimo ruido y acostarse al lado de su hijo.

En una de las salidas nocturnas de Cirlo, una figura masculina se acercaba a casa, sabía perfectamente como entrar pues la puerta había sido dejada sin asegurar a propósito, subió las escaleras hasta llegar a la habitación principal, donde se encontraba Adela esperando.

Emérico era el hombre en cuestión, se desnudó y entró en la cama, la mujer lo recibió muy a gusto pues se trataba de un viejo conocido, no bastó nada más para comenzar a tener sexo sin preocuparse.

_ Entonces, ¿Qué quieres que haga con tu hijo?

_ No sé, desaparécelo, mátalo, has lo que quieras.

_ Adela, enserio, ¿ni un poco lo quieres?

_ Lo quisiera si no fuera como es, todo delicado, miedoso, ni siquiera se asemeja un poco a su padre.

_ Viéndolo desde ese punto, tienes razón, nadie quiere un hijo así, sería una completa burla.

_Lo ves, además es algo que ya hemos venido conversando, y me debes ese favor, no te hagas para atrás.

_Si Cirlo se entera.

_ Mi marido no se va a enterar, porque ya tiene días que no está aquí

_Tal vez fue a una misión secreta encomendada por el rey.

_ Bueno entonces por irse a su misioncita, cuando regrese, no encontrara a su hijo.

_ ¿Y qué le dirás?

_ Pues, que se escapó. Además, Cirlo tampoco lo quiere, una vez me dijo que era su más grande falla, y nunca más quiso volver a tener hijos.

Lo que decía Adela era verdad en una ocasión antes de que Cirlo tuviera la relación que tiene con Tomy, él le confesó lo que Adela le estaba contando a su amante, pero el tiempo se encargaría de hacer que se arrepintiera de esas palabras.

Tan concentrados estaban fraguando su plan que no se dieron cuenta que Tomy lo escuchaba claramente a través de la puerta.

El pequeño Tom lloraba, no podía creer que su padre, la persona que más quería en el mundo hubiera dicho eso, por otro lado, nunca pensó que su madre fuera tan cruel como para querer matarlo, estaba muy destrozado.

_ De acuerdo, lo haré en estos días – dijo Emérico.

_ Mientras tan pronto lo hagas, mejor – respondió ella.

_ Bueno me retiro, no quiero que mi mujer se dé cuenta que salí de casa.

Tom no tuvo tiempo de regresar a su cuarto y Emérico al salir se lo encuentra frente a frente, Tomy se asustó e intentó huir, pero el soldado fue más rápido y lo atrapó.

_ Suéltame, suéltame – decía el niño intentando liberarse.

Adela al escuchar el escandalo salió de la cama.

_ ¿Mira a quien tenemos aquí? – habló Emérico.

_ No podemos dejar esto así, seguro ya escuchó todo – dijo Adela

_ No diré nada, lo juro, me quedaré callado – decía Tomy.

_ Tienes que hacerlo ahora mismo – recalcó Adela.

_ Pero ¿Cómo?

Tomy forcejeaba para intentar soltarse, pero era inútil.

_ Llévalo a punto más alto de la casa – surgió la mujer

_ Mamá, que me van hacer, no por favor, mamita.

Ni las suplicas de su hijo ablandaban el corazón de la mujer, ella estaba decidida a seguir con él plan.

_ Señor, por favor, usted es amigo de mi padre, si me suelta no diré, lo prometo, no me mate.

_ Lo siento chico, no es nada personal – respondió.

Consiguieron llegar al punto más alto de la casa para cometer su crimen.

_ Mamá ¿Por qué me haces esto?

_ ¿Todavía lo preguntas? Mírate, eres débil, frágil, delicado, nada masculino, y todavía preguntas.

_ Pero no es mi culpa ser así, mamá, por favor.

_ Hazlo, arrójalo, así parecerá un accidente – ordenó Adela

Emérico llevaba a rastras a Tomy hacía el gran ventanal, pero el chico resistía.

Para este punto, Cirlo ya había regresado, estaba entrando por la puerta, cuando se percató que algo andaba mal, percibió la desesperación de su hijo, así como también la esencia de una persona ajena a la casa, fue directamente hacía donde se concentraba todo el ajetreo.

_ Vamos apúrate, arrójalo – insistía Adela.

El niño seguía implorando, y justo en el instante que Emérico arroja a Tomy, Cirlo entra en escena y sin pensarlo dos veces corre hacia la ventana para lanzarse transformándose en el lobo gris oscuro en el trayecto y afortunadamente logró atrapar a su hijo en el aire, cayendo de pie al suelo.

Adela y Emérico observaron incrédulos la situación.

Sus miradas se cruzaron pues mientras los malos estaban mirando desde el borde de la ventana, Cirlo con su hijo en brazos levantó la vista encontrándose con una mirada llena de ira.

Tomó impulso y de un solo brinco volvió a entrar por donde había saltado.

Los que estaban adentro se asustaron y salieron corriendo. Cirlo volvió a su forma humana y dejo a su hijo a buen recaudo.

_ Espera aquí – le dijo.

Tomy no respondió absolutamente nada, solo miraba a su padre mientras caminaba.

Adela y su amante corrían desesperados por bajar las escaleras, pero Cirlo fue más rápido alcanzándolos en la sala y tomándolos por el cuello, primero arrojo a su esposa a un lado golpeándola en la cabeza, pero no perdió el conocimiento, a Emérico lo tenía fuertemente agarrado y poco a poco se le iba la respiración.

_ ¿Cómo te atreves a tocar a mi hijo? – interrogaba enojado Cirlo .

El hombre intentaba responder, pero con dificultad.

Adela, Adela me dijo que lo hiciera – dijo ahogándose.

Cirlo no quiso escuchar más y con un poco de fuerza rompió la tráquea del hombre y murió.

Adela golpeo con una vara de hierro a su marido, no con el afán de ayudar a Emérico, sino con el fin de lastimarlo para poder escapar porque sabía que de ahí no saldría con vida.

_ ¿Qué eres? – le gritó ella tirándole el objeto con el que lo golpeo

Adela en un intento frustrado volvió a intentar escapar, pero nuevamente su marido la detuvo tomándola por el cabello.

_Ni en tus peores pesadillas te hubieras imaginado esto – dijo arrojándola al piso.

Adela lo miraba de pies a cabeza.

_ Sabía que tu desprecio por Tomy era enorme, pero no hasta el punto de querer matarlo.

_ Hasta donde yo sé tú tampoco no te sentías contento con la forma de ser de tu hijo.

_ Si es verdad, pero con el tiempo comprendí.

_ ¿Comprender qué?

_ Que amo a mi hijo.

Adela rio a carcajadas

_ Es un afeminado, hemos sido la burla de todos por su culpa, sino que no te dicen nada por el cargo que tienes.

_ Mi hijo podrá ser como sea, pero aun así lo amo, si bien es cierto antes no estaba contento, pero el amor que siento por el me hizo aceptarlo tal y como es.

_ Escúchate como hablas. Donde quedó el Cirlo cruel que conozco, el hombre fuerte y macho, que no se dejaba dominar por lo sentimientos.

_ Nunca debiste meterte con Tomy.

_ ¿Ahora te volviste bueno de la noche a la mañana? No te acuerdas a cuanta gente has asesinado para tu propio beneficio. Te imaginas cuando se enteren todos en el reino que Cirlo el gran general es una hermanita.

_ Eso nadie se va a enterar – dijo arrojándola al piso boca abajo.

Le puso un pie en la nuca.

_ Nunca te debiste meter con mi hijo – dijo.

Hizo una fuerte presión y le rompió el cuello.

Tomy presenció toda la escena, cuando su padre levanto la mirada, el muchacho quiso escapar, pero Cirlo lo llamo.

_ Tomy, hijo, ven.

Tomy se detuvo y volteo.

_ Ven amor, no me tengas miedo.

El muchacho bajo temerosamente las escaleras y se acercó a su padre, quien lo cargó y lo abrazo profundamente.

_ Mi niño lindo, no le tengas miedo a tu papi, sé que estas sorprendido y asustado por lo que viste hoy, pero yo a ti no te voy hacer nada.

Tomy se puso a llorar en el hombro de su padre.

_ Enserio no te importa tener un hizo como yo.

_ No bebe, enserio, siempre te he amado, solo que nunca me preocupe por demostrarte cariño hasta hace unos años ¿recuerdas?

_ Si papi.

_ Cuando ibas creciendo tu madre y yo notamos tus gestos y tu manera de ser, y pensé que la mejor idea era ser muy duro contigo y no tener ninguna muestra de afecto, pero estaba muy equivocado.

Tomy dejo de llorar.

_ Te prometo que siempre seré muy bueno contigo, ahora que no está tu madre, yo te voy a cuidar.

_ Esta bien papi

_ Ese es mi nene, ahora anda a tu habitación y espera a que yo regrese, tengo que limpiar todo esto.

Nota de autor:Cirlo es de esas personas que son frías y crueles, pero que aman y tienen corazón, y solo lo demuestran con una sola persona, algo así como un antihéroe.

El lobo tomó los dos cuerpos y se los llevó para desaparecerlos en el bosque, donde seguramente los animales carroñeros los devoraría.

Al volver a casa encontró a su hijo aun despierto, explicándole con detalle lo que le había sucedido, el inocente Tomy escuchaba la historia de su padre con tanta emoción que se la hizo repetir una y otra vez.

_ Por eso no debes de decir nada de esto a nadie, de acuerdo

_ No te preocupes papi, así lo hare.

_perfecto campeón

_ ¿Papi algún día entonces tú me transformaras?

_ Si tú quieres sí.

_ Si papi, quiero ser fuerte como tú, y ya no seguir siendo un debilucho.

_ Descuida hijo cuando llegue el momento se hará.

Padre e hijo se besaron y aunque la verga de Cirlo reaccionó no intentó hacer nada con su hijo pues Tomy había tenido suficiente con lo que había sucedido.

Cumplida una semana desde que el general había sido transformado, Cirlo se presentó a primera hora ante el monarca. El rey Ulises se encontraba en la sala del trono con el príncipe Philip discutiendo ciertos asuntos referentes a su futuro cuando fueron interrumpidos.

_ Su majestad – dijo Cirlo llamando la atención del padre e hijo.

_ Cirlo - dijo el príncipe sorprendido.

_ Príncipe Philip – Dijo dirigiéndose la mirada al príncipe.

El príncipe Philip no dejaba de ver al general, no esperaba verlo con vida después que aquella noche, inevitablemente se sintió amenazado, pero lo más intrigante aún era que lucía una apariencia mucho más joven, y de inmediato se le vino a la cabeza, la posibilidad de que Cirlo se haya convertido en un hombre lobo.

_ Señor disculpe el atrevimiento con el que me dirijo a usted después de todo este tiempo de ausencia.

_ Descuide General, estoy enterado de todo.

Cirlo y el príncipe se miraron.

_ ¿Cómo así señor?

_Por favor Cirlo no se haga el tonto, o acaso como pretendía explicar su desaparición y su repentina juventud.

_ ¿Entonces usted sabía de la condición de los forasteros?

_ Así es Cirlo, ¿yo los traje al reino al palacio no?

_ No sé qué decir señor.

_ Pero lo que no me queda claro cómo es que llegaron a esa situación, la idea era que ellos protegieran al reino, no que transformaran a la gente a su paso.

Cirlo dedujo por las palabras del rey que no sabía absolutamente toda la verdad.

_ Bueno señor verá.

Antes de que Cirlo continuara, el rey mando a llamar a los lobos, quienes llegaron al instante a la sala donde se llevaba a cabo la reunión.

Nada más entrar Italec sintió como su sangre hervía, aún tenía que arreglar cuentas con Cirlo.

_ Ahora no Italec, contrólate – le dijo el alfa a su sobrino.

_ Le arrancaría la cabeza ahora mismo tío – respondió.

_ Respeta la presencia del rey – sugirió Italec.

_Bueno muchachos, los mandé a llamar porque como verán nuestro general por fin apareció y con unos cuantos años menos, y como repito aun no me queda claro cómo es que llegaron a tanto, cuando su misión era protegernos, no transformarnos en uno de ustedes – dijo el rey Ulises

Nadie hablaba, no se esperaron a que el rey tratara el tema de esa manera.

_ Todo fue mi culpa, su majestad – habló Cirlo.

Todos se quedaron sorprendidos por lo que habían escuchado.

_ Su alteza, como muestra de mi lealtad y sobre todo de mi arrepentimiento le contaré lo sucedido – comenzó diciendo Cirlo.

El hombre narró cómo habían sucedido las cosas, lo cual hizo enfurecer al rey enormemente y alzando la voz se acercó y amenazó con una espada al lobo.

Cirlo se arrodillo ante el rey, de más está decir que el rey al ser un simple humano no hubiese podido hacer nada contra del lobo, pero Cirlo verdaderamente estaba arrepentido.

_ Ustedes por qué no me dijeron – les gritó a todos los que estaban presentes.

_ Queríamos evitar un disgusto para usted señor – contestó el alfa .

_ Su alteza si usted lo ordena ahora mismo puedo acabar con él – sugirió Italec.

_ Nadie va a matar a nadie aquí – respondió.

El rey miro a Cirlo en el piso y respiró profundamente.

_Cirlo te consideraba el más fiel de mis hombres, pero evidentemente estaba equivocado, intentar hacerle esa atrocidad a mi hijo es imperdonable- dijo – Si aún fueras humano créeme que no dudaría en mandarte a cortar en pedacitos por esto, pero evidentemente tú solo acabarías con un ejército entero debido a tu nueva fuerza – agregó – Podría entregarte a tus iguales para que te ejecuten, pero un soldado con tu experiencia y más aun teniendo el poder que tienes, podría darles pelea. La decisión la tiene el príncipe – finalizó.

_ Joven príncipe, verdadero lamento lo sucedido, es por ello que como muestra de mi arrepentimiento estoy aquí arrodillado, quiero que sepa que a pesar de todo le soy fiel a su casa, y decida lo que decida, ya sea ejecutarme, o desterrarme, acataré la orden sin oponer ninguna resistencia – terminó diciendo Cirlo.

Italec miraba a Philip esperando a que diera la orden de ejecutarlo.

_ Nada de lo sucedido ese día podrá olvidarse, pero te concederé una segunda oportunidad – respondió el príncipe .

_ Muchas gracias sus majestades, con profundo pesar tengo que aceptar su desconfianza hacia mi persona, pero agradezco la nueva oportunidad que me están dando, espero que las acciones que haga en adelante eliminen esa desconfianza.

_ Solo de ti depende, Cirlo – dijo Philip.

_ Cirlo, ahora que eres un hombre lobo necesitaremos de tu fuerza para proteger al reino, si lo ves de esa forma, en buena hora te transformaste.

_ Así será mi rey, todo este poder que me ha sido otorgado será para defender su casa y los miembros que habiten en ella.

_ Siendo así pueden retirarse todos.

A Italec no le hizo nada de gracia escuchar todo eso.

Cirlo le sonrió jocosamente a Italec y este no pudo contener su molestia golpeando a Cirlo y lanzándolo a suelo de la sala.

_ Italec, no – dijo Roderick.

Cirlo se levantó y respondió también, lanzó un puñete que Italec esquivó golpeando una columna rompiendo un pedazo ella.

Las ropas del general comenzaron a romperse, y su cuerpo crecía saliéndole pelo por todos lados, Italec no se quedó atrás. Por primera vez el rey veía las transformaciones de aquellos lobos y era majestuosa, por suerte la sala era inmensa, pudiendo contener el tamaño de aquellas dos bestias.

Al rey en lugar de molestarle, le pareció asombroso lo que estaba presenciando.

Cirlo e Italec midieron sus fuerzas una vez más.

_ Italec, suficiente – le dijo fuertemente Philip.

Italec volteó a mirarlo y lentamente volvió a su forma humana, Cirlo hizo lo mismo, su anatomía quedó en evidencia en delante del rey.

_ Si ya limaron sus asperezas, retírense, pero por la otra puerta, y que nadie los vea así – ordenó el rey.

Todos salieron, Cirlo aún tenía dibujada su sonrisa de victoria en el rostro, al contrario de Italec quien estaba muy enfurecido.


No puedes ser un maldito lobo más, hasta cuándo van a seguir existiendo – gritaba Zigor molesto

Lo siento señor no sabíamos de él, seguro fue transformado hace no mucho – le contestó Yanick.

Cuanto quisiera exterminarlos de una vez por todas, pero comprendo que todo debe ser a su debido tiempo, y cuando llegue ese momento no voy a tener piedad con ninguno de ellos – exclamó expulsando una bola de fuego de su mano y destruyendo las paredes de su castillo.


MUCHAS GRACIAS POR LEERME Y ESCRIBIR.

MI CORREO ES sexualesr@gmail.com. SI ALGUIEN DESEA ESCRIBIR ENCANTADO LES RESPONDERÉ