Hola tía

Aquella era una tarde de agosto como otra cualquiera...

Aquella era una tarde de agosto como otra cualquiera, aun me quedaban unas cuatro horas de trabajo, lo cual era realmente agobiante, pues todos mis amigos estarían en la piscina tranquilamente, y yo como un cabrón arreglando enchufes. Nunca había tenido problemas para ligar, con 24 años tenia novia hacia dos, eso sí, nunca había renunciado a tener algún que otro lío. Uno de ellos, el más habitual, era mi prima Alicia, una veinte añera calentona que disfrutaba tirandose cada fin de semana a alguno, y por suerte la mayoría de veces era yo. Alicia tenía un buen cuerpo, no era ni mucho menos una chica espectacular, pero sabia explotar al máximo sus posibilidades. Tenia un bonito culo, de esos respingones que disfrutas tocando, además ella se encargaba de que todo el mundo se fijase en él pues siempre llevaba ropa muy ajustada que permitía deleitarse con los minúsculos tangas que lucia. Un buen par de pechos, no muy grandes, preciosos en su consistencia y coronados por unos grandes pezones morenos, poderosos, que ante cualquier estimulo se erguían desafiantes. En fin, era un cuerpo dotado para el sexo y una mente muy imaginativa a la hora de follar, es decir una mezcla irresistible, incluso para mí que era su primo.

Hacia las 5 de la tarde me llego un mensaje al busca, la dirección me sonaba pero no me percate de donde era, hasta que llegue, era la casa donde más de una vez había ido a follar con Alicia, la casa de mi tía Claudia, el corazón me dio un vuelco al pensar lo que pasaría si mi tía supiera lo que hago con su hija en su casa, no le di mayor importancia y sin mas llame al timbre, me respondió Claudia:

-Ah, eres tu, sube me tienes que arreglar la lámpara de mi habitación.

Solo pensaba en terminar y poder irme a casa a descansar. Cuando Claudia, mi tía, me abrió la puerta me quede de hielo:

-No te esperaba tan pronto, pasa, que calor hace verdad sobrino, aquí estarás mejor que en tu furgoneta, tengo el aire acondicionado al mínimo, ¿no lo notas?

Si que lo notaba, sobre todo por el calenton que me dio al verla casi en ropa interior. Nunca me había fijado de esa forma en ella, era una mujer de 52 años que por la calle vestía como todas las mujeres de su edad, nunca hubiera imaginado que tenia ese cuerpazo. Tras la pequeña blusa, que llevaba a juego con un pantaloncito, pude observar como sus dos grandes pechos luchaban por salir de un sujetador blanco con encajes más propio de una puta de película porno que de una mujer de su edad, lo del aire acondicionado era cierto, sino como explicar el tamaño de sus pezones, lo que es cierto es que se cuidaba, tenia una piel morena, como de rayos uva muy cuidada, unas preciosas piernas y unas caderas ensanchadas por el paso de los años y por las muchas cabalgadas que habría tenido con mi tío Luis, supongo. Su pelo moreno hasta los hombros, cubría su hermoso cuello. También me sorprendió que fuera tan cómoda y sin embargo llevaba los labios pintados de un color rojo fuerte, que reforzaban mas su aspecto de prostituta porno, pensé que tal vez iba a salir de casa.

Cuando me estaba indicando donde estaba la habitación que yo conocía mas que sobradamente, pues en varias ocasiones había estado allí con Alicia, no podía quitar los ojos de su gran trasero, creo que debajo del pequeño pantalón no llevaba ropa interior, pues la costura de este se introducía entre sus dos nalgas, marcando perfectamente las preciosas redondeces de su culo, no podía negar que era la madre de Alicia pues las dos tenían el culo muy parecido, con la salvedad de que entre ambas había mas de 30 años de diferencia. Siempre me habían gustado las mujeres maduras, pero no de tanta edad, supongo que el calor y la idea de que fuera la madre de mi rollo preferido me había puesto caliente.

Después de unos minutos de charla estúpida sobre la familia y el trabajo, comencé a arreglar la dichosa lámpara, por supuesto con un empalme descomunal, creo que hasta mi tía se dio cuenta, aunque no dijo nada. Ella mientras tanto me observaba, yo subido en la escalera tenia una visión privilegiada de su escote y del fenomenal canal que formaba el sujetador al apretar de una forma tan exagerada sus dos pechos, el uno contra el otro. La estupenda vista lo único que me proporciono fue una incomoda erección que me impedía trabajar, pues mi tía no me quitaba ojo.

-Quieres que te haga algo, ¿te sujeto algo?, ¿Te apetece una cervecita?.

Yo casi no podía ni hablar, mientras seguía a lo mío con el pensamiento distraído, intentando que aquel empalme no fuera a mas, pise un escalón mal y me tambalee, mi tía instintivamente me agarro, para que no me cayera al suelo, pero al amarrarme no pudo evitar poner su mano encima de mi paquete, avergonzada dijo:

-Perdón, no era mi intención. ¿En que estarás pensando?, ¿Tengo algo que ver yo en eso?, lo siento nunca voy así vestida pero hoy hace un calor que no es normal y por eso me puse algo más cómodo.

-No te preocupes, es culpa mía, dije yo. Termino en 5 minutos y no te molesto más.

-No seas crió, no me molesta, es mas incluso me agrada que mi sobrino preferido se ponga así al ver a su tía, ¿crees que aparento 52 años?, siempre he intentado cuidarme y sé que tu vas a ser sincero conmigo, vamos no te avergüences de decirme lo que piensas, me gusta que me digan que estoy bonita, tu tío esta acostumbrado a verme y nunca me dice nada.

-Creo que no los aparentas, pero eres la hermana de mi madre, pienso que la conversación no es muy apropiada.

-Creía que eras mas adulto supongo que habrás visto a mujeres desnudas, no sé ¿qué te parecen mis pechos son bonitos?, ¿Mi trasero, piensas que esta bien, para mi edad?

-Nunca te había visto así, tengo que reconocer que tu cuerpo esta para cometer una locura, si no fuera tu sobrino...ya ves como estoy.

-Aunque sea tu tía también soy una mujer, y no me negaras que te gusto. He visto como me miras el escote, verdad que mis lolas son hermosas me gusta llevarlas así, apretadas me hace sentirme más sexy, ¿no piensas que a tu tía aun se le puede hacer algún favor?, te has fijado que hoy no llevo bragas, seguro que piensas que tu tía es una vieja cachonda.

-No digas eso, es verdad me he fijado en tus pechos, son hermosos y no he podido evitar excitarme.

-Voy a hacer algo de lo cual espero no arrepentirme, pero si tú en algún momento crees que no lo deberíamos hacer me lo dices y ya esta, haremos como que no ha pasado nada y nunca hablaremos de esto, por supuesto nadie se enterara.

Al decir esto coloco su mano sobre mi pene, que estaba totalmente erecto, yo no dije nada, ella empezó a mover la mano muy despacio, yo miraba su cara, tenia los ojos cerrados y la boca entreabierta, su cara era evidente, estaba muy cachonda y no iba a ser yo quien dijera que no. Sus movimientos eran cada vez más rápidos, entonces yo sin bajarme de la escalera baje la bragueta de mi mono y al intentar bajar mi calzón ella agarro mi mano, creí por un momento que se había echado atrás.

-Deja a tu tía, sé bien lo que os gusta a los tíos.

Yo me quede de una pieza, Claudia con un hábil movimiento saco mi polla del calzón y empezó a masajearla, arriba y abajo, creí que me iba a correr en ese momento, para evitarlo me senté en la escalera, además así sus pechos quedarían a mi altura, mi tía seguía pajeandome, yo con su ayuda conseguí sacarle la blusa, ante mis ojos aparecieron sus cautivos pechos, eran hermosos, casi maternales, aprisionados en aquel sujetador de fulana barata. Metí una de mis manos dentro de aquella prisión de encaje y de un golpe hice que salieran propulsadas hacia arriba aquellas dos jugosas frutas, prohibidas para mí hasta entonces, que belleza, era una imagen increíble, mi tía me estaba haciendo una paja mientras yo podía saborear sus estupendas lolas. Así en esa posición mi tía se aproximo y me dio un profundo beso, a mí al principio me dio mucho corte, pero he de reconocer que pocas veces me habían besado así, con mucha habilidad ella incrustaba su lengua hasta mi garganta y recorría cada rincón de mí, después me dijo acercándose hasta mi oreja, -¿qué creías que solo lo sabia hacer mi hija?-, yo no dije nada era evidente que sabia lo de Alicia, es mas creo que lo de la lámpara era una simple disculpa para llevarme a su casa, de todas formas la escena no era el momento de hacerse reproches, yo pensaba disfrutar de ella y ella pensaba lo mismo.

Ambos nos pusimos de pie para quedarnos desnudos en unos segundos, mi polla, a punto de reventar, rozo ligeramente su chochito arreglado, lo tenia casi rapadito, tan solo tenia una estrecha franja de vello en el medio, sobre su húmeda abertura, sé que estaba húmeda porque la luz de la ventana hacia que el interior de sus piernas brillara, pues un autentico rió de flujos corría por sus torneados muslos. Deslice una de mis manos hacia su conejito, al tocarlo note un indescriptible chapoteo, estaba inundada, con la otra mano amarre uno de sus estupendos cachetes del culo, ella soltó un pequeño suspiro cuando mis dedos rozaron la comisura de su pringosa rajita, note como su espalda se arqueaba como invitándome a que introdujera por completo mis dedos, aun no era el momento, retire mis dedos y se los acerque a la boca, ella los chupo como que fueran un helado y estuviera en el medio del desierto. Abrí totalmente sus piernas con mis manos y apoye su pierna derecha sobre el cuarto escalón de la escalera, de esta manera su conejito quedo a mi entera disposición. Bese sus pezones, que ya estaban duros como mísiles, saboree sus ricos botones que culminaban aquellas hermosas tetas, poco a poco me deslice hacia su vientre y por fin llegue a su conchita, de un solo lametón recorrí toda su raja, mi boca se lleno de sus fluidos, estaba tan cachondo que los succioné pasando mi lengua por sus muslos, su conejo y el diminuto espacio que separa la vagina de la entrada del ano. Claudia se retorcía de gusto, mientras que con una mano me tiraba del pelo, para hundir aun más mi cara en su conejo, con la otra mano comenzó a frotar insistentemente su clítoris. Mi lengua seguía recorriendo incansablemente su vagina y de vez en cuando hacia una pequeña excursión en su clítoris, que ya estaba erecto como que fuera una pequeña polla deseando follar, entonces ella me dio un tirón de pelo e hizo que me pusiera de pie y sin mediar palabra, se agacho hacia mi rabo y de un solo envite se lo metió por completo en la boca, nunca había visto chupar de una forma tan salvaje, amarre su cabeza he intente regular el ritmo de sus envestidas, podía tocar su campanilla con la punta de mi polla, pues se la introducía entera sin dificultad. Era tal el ritmo de la mamada que un tremendo latigazo en mi columna vertebral me aviso que el orgasmo era inminente, avise a Claudia pero ella siguió chupando y con la polla metida en la boca balbuceo unas palabras que a mí me parecieron de aprobación, un gran chorro de leche salió de mis testículos y se deslizo hasta la garganta de Claudia, incluso unas gotas de semen se escaparon por un lateral de su boca.

-Cariño estas delicioso, hacia mucho que no probaba un trago así de leche, te das cuenta de lo que sabe hacer la putita de tu tía Claudia, y no pienses que esto ha acabado, pienso disfrutarte como nunca nadie lo ha hecho, dijo Claudia.

Cuando mi polla empezaba a ponerse flácida de nuevo una de sus manos comenzó a pajearme, sus labios recorrían todo mi pecho, poniendo especial interés en mis pezones. Cuando me beso aun pude notar el sabor de mi semen en su boca, esto izo que mi excitación fuera en aumento, yo por mi parte acariciaba su culo con esmero y dedicación, mi polla estaba otra vez como una roca lista para una nueva travesía por aquel experimentado cuerpo, que quien sabe la cantidad de batallas que podría contar.

Gire a Claudia de forma que yo quedaba detrás de ella y acariciaba sus lolas sin problema, eran bastante más grandes que las de su hija Alicia, por unos instantes disfrute de sus tetas. Bese su nuca, ella giro la cabeza para besarme en los labios sacando su lengua igual que una serpiente, después bese su preciosa y morena espalda, ella para facilitar la postura abrió las piernas y así mi polla quedaba atrapada entre sus dos fenomenales y blancas nalgas. Con la punta de mi polla podía notar su conejito húmedo que desprendía un gran calor. Amarre su cabeza e hice que se doblara hacia delante, todo su trasero quedo a la vista para mí, su perfecto agujerito del ano era un premio que yo estaba dispuesto a disfrutar. Ella se apoyo en el borde de la cama y con una de sus manos seguía trabajando su clítoris, lo que yo tenia pensado no creo que coincidiera con sus deseos, pues cuando moje uno de mis dedos y lo acerque a la entrada de su ano note un movimiento de rechazo por parte de Claudia, aun así a los pocos segundos pude meter la punta de mi dedo en su culo, sentí como todo su cuerpo daba un brinco como de sorpresa, su esfínter estaba realmente rígido, prueba de que aquel agujero, para mi sorpresa aun era virgen:

-No estarás pensando lo que creo, nunca me lo han hecho por el culo no sé si estaré preparada.

-¿Quién es el crío ahora?, lo intentare y si no te gusta o te hace daño, no lo haremos, pero tienes un culo precioso, nunca he visto nada tan apetitoso.

-Esta bien, supongo que si alguien lo tiene que hacer me gustaría que fueras tu, vamos follate por el culo a la zorrita de tu tía, seguro que con la putita de mi hija no lo pasas tan bien como con tu tiita la cachonda- dijo Claudia con el rostro sudoroso y totalmente desencajado por la excitación- a que estas esperando maldito niñato, que pensaría tu mama si te viera follandote a su hermanita pequeña.

Estas palabras y otra serie de barbaridades que salían por la boca de Claudia, aumentaron de tal forma mi excitación que cogiendo del pelo a Claudia la tumbe sobre la cama y abrí aun más si se podía sus piernas. Su culo se mostró en todo su esplendor, coloque mi polla sobre el agujero de su culo y empuje, pero la polla era demasiado grande para aquel agujerito, así que empape bien uno de mis dedos con un poco de crema hidratante que había sobre la mesita de noche y se lo introduje en el culo para ir poco a poco dilatando su ano, pareció gustarle así que me dispuse a meter otro dedo mas eran dos, al poco entraban sin problemas, su agujerito se iba haciendo mas grande y Claudia parecía muy cachonda, los movimientos de su cuerpo intentaban facilitarme la operación y al tiempo seguía soltando obscenidades. Cuando su culito estuvo preparado coloque de nuevo mi polla en el agujero, también me aplique un poquito de crema, esta vez conseguí meter la punta de mi rabo.

-Joder, me vas a romper el culo, no me puedo abrir mas de piernas, será mejor que lo dejemos no creo que este preparada para meterme algo así en el culo, venga déjalo me hace mucho daño, farfullo Claudia, pero antes de que se pudiera levantar con un rápido movimiento de mi pelvis y agarrando a mi tía fuertemente por las caderas conseguí colocar todo aquel trozo de carne caliente dentro de su cueva, el grito que soltó creo que llamo la atención de mas de un vecino, Claudia gritaba y decía barbaridades, con sus manos intentaba separarme de ella empujándome hacia atrás, creo que incluso soltó alguna lagrima, pero a los pocos segundos el dolor se trasformo en placer porque sus grandes nalgas blancas se movían hacia delante y hacia atrás buscando que mi verga llegara mas profunda aun. Era increíble como las paredes de aquel oscuro agujero apretaban mi polla, pero tras una docena de embestidas mi rabo entraba y salía con total libertad, yo veía mi polla lubricada por la crema entrar y salir, estuvimos así durante unos minutos, mientras yo seguía percutiendo sobre su culo podía observar el vaivén de sus enormes pechos, que debido a la postura en la que estábamos se arrastraban sobre la cama en un ir y venir maravilloso, todo esto provoco que Claudia tuviera un enorme orgasmo, que recorrió sus muslos, con una de mis manos masturbaba a Claudia que seguía gritando de una forma exagerada, por lo que puse la otra mano sobre su boca para evitar que alguien nos oyera. Mi tía que estaba a cien me chupaba los dedos y no dejaba de gemir de gusto. Cuando yo note que mi segunda eyaculacion estaba al llegar pare, di la vuelta a Claudia y me tumbe sobre ella, ahora si pude notar sus enormes tetas en mi pecho, sus pezones estaban tan tiesos que pude sentirlos rozando sobre los míos, a mí esto me encanto y a Claudia por su cara de golfa supongo que también.

-Te aseguro que nunca había gozado así en mi vida, jamás creí que un rabo así pudiera... creo que no voy a poder sentarme en una semana, he disfrutado como una autentica zorra, con la cachonda de mi hija haces lo mismo se la metes toda en el culo y te la follas así.

-Claro que si, tu hija es una verdadera experta, le encanta tener algo metido en el culo, aun te falta mucho para hacerlo como lo hace Alicia, es una verdadera guarra

-Esta bien túmbate sobre la cama ahora le toca a tu tía hacer que disfrutes, nunca te has follado un conejito como el mío, fíjate bien, sé que Alicia no lo tiene tan arregladito, la he visto duchándose.

Con mi picha apuntando hacia el cielo, Claudia se tumbo sobre mí, se puso en cuclillas y así colocando mi polla en su húmedo coño, hizo un par de amagos metiendose solo la cabeza de la polla para acomodarse, después dejo caer todo su peso sobre mí, creí que me iba a romper el pene, jamás se la he metido tan profundamente a una mujer, tras un par de subidas y bajadas mis testículos estaban empapados por la mezcla de nuestros eróticos líquidos, yo intentaba ayudar acompasando mi movimiento al suyo, realmente era una zorra cachonda, ninguna de las chicas de mi edad que conocía, ni su hija, me habían follado de esa manera, que forma de moverse.

-Venga que te parece, la zorrita de mi hija te folla así, ahhhhhhhh...cabron no te corras aun, quiero disfrutar de ti, siiiiii...vamos metemela toda, tiene mi hija un coñito así de caliente cuando vuelva a casa la voy a castigar sin salir un mes, tú eres solo para mi cabron, ¿quién lo hace mejor?, vamos dímelo, la guarra de tu tía o la putita de mi hija Alicia, vamos follame marica...

Era imposible seguir el ritmo, Claudia estaba como loca, cambie de posición para alargar mas el polvo, así que la tumbe sobre mí. Con las dos manos la cogí por la cintura para ralentizar el ritmo, comencé a darle pequeños azotes en las nalgas, esto puso más cachonda aun a Claudia, que a cada uno de mis azotes soltaba un pequeño grito, como pidiéndome más. Yo aumentaba progresivamente la fuerza de mis azotes en su trasero y ella me embestía con mas fuerza a cada golpe.

-Siiii, así, así, así, no pares, me encanta, mas fuerte, mas fuerte, sigue, sigue, me voy a correr, maaaaassss, fóllame, fóllame, no pares, si, si, siiii...

Claudia me clavaba las uñas en la espalda y de repente note como se apretaba a mí, había tenido otro orgasmo, lo sentí porque los músculos de su vagina se contrajeron, apretando mi polla dentro de Claudia, unos segundos después ella se levanto y su boca busco mi polla, que en aquellos momentos estaba a punto de estallar, se la metió la en la boca y me la siguió mamando hasta que yo la separe con mi mano, entonces otra gran corrida salió de mi tiesa verga, esta vez acabo parte en su boca y otra sobre su cara, os aseguro que era una imagen pornográfica, Claudia intentando tragarse todo el semen, con el maquillaje corrido, los labios desdibujados, sus enormes tetas cubiertas de leche. Seguimos un rato tumbados sin decir nada, exhaustos, abrazados, besándonos, disfrutando de nuestras lenguas, acariciándonos, hasta que Claudia se atrevió a hablar:

-Ves lo que soy capaz de hacer, ahora dime, ¿aparento 52 años?, ja, ja, ja...te das cuenta de lo que es follar, hace unas semanas volví a casa y os vi a Alicia y a ti follando, estuve detrás de la puerta masturbándome y en mas de una ocasión a punto de unirme a la fiesta, he de reconocer que la visión de mi hija follando fue terriblemente morbosa para mi, siempre que me quedo sola me pongo su ropa interior y me masturbo pensando en sus hermosos senos y su precioso conejito, pero creo que lo de hoy es bastante locura como para ir mas allá.

Estuvimos hablando otra media hora, desnudos los dos, besándonos y sobandonos, especulamos con la posibilidad de hacer un trío Alicia, ella y yo, y nos pusimos muy cachondos otra vez los dos con esa idea, pero a las nueve me marche por miedo a que Alicia llegara a casa.

Ahora la pregunta era la contraria, ¿qué pensaría Alicia si supiera que me follo a su madre?, lo cierto es que de esto hace unos 2 meses y desde entonces todas las semanas voy un par de veces a esa casa, unas veces con la hija y la mayoría con la madre, nuestra degeneración a llegado a tal nivel que en un par de ocasiones nos hemos grabado follando, para verlo después y varias veces hemos grabado a Alicia también, Claudia dice que le gusta masturbarse viendo a su hija follar conmigo, aunque cada vez es mas celosa y posesiva.

Amante_perfecto45@hotmail.com