Hola soy Mirely

Como una sexi y cachonda chica de Michoacan Mexico conocio el sexo grato.

Hola soy Mirely.

Maldita incertidumbre, de si me amas con la fuerza que lo hago yo.

(Quiero decirles que este relato no es mió lo escribo a petición de la dueña del mismo.)

Hola soy Mirely, una chica de 19 años recién cumplidos, mi estatura es petit-sise, pues mido 1.55 metros de altura, Pero con problemas de proporción, tengo un busto demasiado grande y unas nalgas de campeonato (jijiji).Una carita risueña con hoyuelos en ambas mejillas, unos labios gorditos, mordibles dicen mis admiradores, tengo una pancita plana y un pubis prominente, diría yo muy prominente, que cuando uso pantalones ajustados se me nota una raja enorme, lo cual me causa orgullo de poseerla, cuando camino, mis nalgas y labios vaginales se comen literalmente el pantano, siendo esto una acicate para que mi sexualidad aflore, causando que camine en forma por demás sexy, cachonda, como mordiendo a cada paso mi pantalón por delante y por detrás. Esto causa admiración a mí alrededor pero que puedo hacer si así soy yo de sangre muy caliente.

Les quiero decir que soy la niña sándwich, por que tengo una hermana mayor que yo y un hermano menor, el cual nos hace la vida imposible a las dos, pero esa es otra historia.

Por mi carácter alegre y alocado, siempre fui objeto de miradas libidinosas por los hombres que asistían a la tienda de abarrotes de la cual eran propietarios mis padres. Ya que desde pequeña empecé a mostrar las características físicas que en este momento tengo. No faltaba el que me invitaba al cine, o al parque, todo con el fin de querer tocar mis melones o mí apretado culito, déjenme decirles que soy de un pueblo michoacano en México. En el cual se conoce toda la gente que en el vive.

Con mi vecino Ricardo un muchacho de mi misma edad, teníamos una especie de relación, la cual no pasaba de sobarnos mutuamente nuestras "cosas" que era el nombre que le dábamos a nuestros sexos.

El masajeaba mis tetas y mi pelona conchita ya que como les digo soy de figura exuberante desde muy chica, lo que no pasaba desapercibido por los chicos y hombres. Estos calentones hacían que mi panochita siempre estuviera caliente, vibrando, palpitando lo que causaba cierta desazón en mí.

No falto el día en que acompañe a mi padre a surtir la tienda a la ciudad vecina en nuestro camioncito, pero al regreso ya casi cerca de donde somos, fallo el mugre camión dejándonos parados en el camino, mi padre temeroso de que nos robaran la mercancía me dejo al cuidado de la misma, ya estando sola paso en ese momento Saúl un vecino del pueblo que venia de estudiar la preparatoria,

*¿Hola Muñeca, porque tan solita?

*El camión se descompuso

*¿Quieres que te acompañe, en lo que regresa tu papá?

*Hay si

Dimos comienzo a una plática sin trascendencia, que si la escuela que si las próximas vacaciones, mirando de reojo a mi interlocutor que se sobaba la entrepierna no le di mayor importancia.

El aire dentro del camioncito se lleno de un olor a macho que me erizo los bellos de la nuca, e hizo que mis gordezuelos pezones se me pararan siendo un martirio, por lo demás agradable.

Comencé a respirar con dificultad, siendo notorio para mi acompañante. Preguntándome si me pasaba algo.

*No como crees, lo que pasa es que estoy acalorada.

*si te vez coloradita, como con mucho calor. ¿Quiere que abanique para que se te pase el calor?

*haay si.

Uniendo la acción a la palabra comenzó a soplar con un trozo de cartón que tenia

Y eso refresco mi cara pero no mi cuerpo Que continuaba. Caliente,

*quieres que te diga algo. Me dijo

*si dime

*¿Sabes que me gustas desde que te veía en la primaria?

*¿Y porque me lo dices en este momento?

*Porque estamos solos y te tengo serquita de mí, tomando mi brazo lo sobo con delicadeza, siendo esta acción un interruptor de inicio a mi cachondes.

El como al descuido toco uno de mis pezones, lo que se reflejo en mi estado de animo, me éxito en gran forma, sentía el calor en todo el cuerpo principalmente en la zona de mi pubis, soltaba jadeos que no sabia como pararlos, sentía nublada la vista por la extraña sensación en mi cuerpo, sentía algo caliente que intentaba salir por mi entrepierna pensaba yo que me estaba por orinar, pero esto era distinto se sentía riquísimo, mmmmmmhhhh era el cielo en la tierra. Saúl no soltaba mi pezón y lo torcía con delicadeza, ponía pequeños besos como al descuido en mi cuello, hoooooo sentía que me desgranaba por dentro.

Para mi maldita suerte llego mi papa con una grúa para remolcar el camioncito, Saúl se despidió de mi diciéndome que nos veríamos en la escuela mañana, a lo que conteste con un lastimero si.

Al día siguiente, me encontré a mi amigo Saúl en la escuela.

*¿Qué tienes?

*nada ¿por?

*porque te noto distante, no mes has dirigido la palabra. Me dijo

*Lo que pasa es que me quede con algo de inquietud por lo de ayer, continuaremos el día de hoy o fue todo le dije.

*nos vemos en la salida de la escuela y te contesto. Me dijo y se fue dejándome más perpleja, sin saber que acción tomar.

A la salida del Colegio nos encontramos como quedamos grande fue mi sorpresa el traía conduciendo un bocho.

*sube te llevo a tu casa.

Tomando mis cosas, me subí en el destartalado carro, enfilando hacia nuestro pueblo que no estaba distante de la escuela más que 10 minutos en el carro.

Saúl tomando la carretera se desvió hacia el paradero del rió, yo excitada y temerosa lo deje que condujera hacia el lugar que me suponía iríamos. Una vez llegado al lugar me dijo que descendiéramos para charlar con más tranquilidad. Nos bajamos del carrito, y caminamos por la orilla del río como 50 metros, llegando a una arboleda, el me tomo por sorpresa y me dio un beso de esos que dejan huella, yo sin saber que hacer me quede un poco helada, pero al calor de las caricias que subían de tono respondí con la fogosidad necesaria, le besaba en el cuello sobaba su pecho, me repegaba en el tronco de un árbol, esto hacía que me pegara su enorme paquete que ya se sentía enorme, me dejaba sin aliento, mis piernas fallaban, sentía el calor en mi entrepierna, de tener su "cosa" pegada en mi.

Tomo en sus manos mis dos nalgas y las masajeaba con vehemencia, a la vez que las jalaba hacia si, siendo esto un martirio, hooooooo me moje la tanga que traía, no se como empecé a sentir una dejason en mi cuerpo que me desmadejaba, me faltaba el aliento, suspiraba por algo que se iba, fue divino.

*¿Te gusto, me pregunto el?

*¿Qué fue eso que me paso?, no se que tengo mi cuerpo arde todo, tengo las piernas flácidas como de chicle. Le dije a mi amigo.

*lo que paso muñeca fue que te corriste como una perrita caliente.

*¿Hay mas de eso?

*solo es el principio. Regresemos al auto me dijo mi amigo

Regresamos y nos sentamos en la parte de atrás del carrito, comenzamos a besarnos de nueva cuenta, el levanto muy despacio mi blusa, que dejo ver mi bra, de florcitas, como de una niña buena. El se pego a mi pezón como un recién nacido siendo esto, una delicia ya que era la primera vez que me lo hacían, se cambiaba de una teta a la otra, lo que hacia que se pusieran coloradas y duras, mmmmmmmmh me estaba dejando llevar por esta oleada de pasión, el tomando mi mano la dirigió a su paquete que estaba por demás grande, era una amenaza solo sentirla, la saque de su encierro al verla me quede mirándola como cabeceaba, parecía que tenia vida propia, el me dirigió despacio arriba , abajo arriba, abajo, ufffff, podía sentir el latido de esa amoratada verga que hoy se que así se le llama, el tomando mi cabeza despacio me llevo a darle una pequeño beso en la puntita según me dijo, se sentía esponjosa, pero dura, sentía como latía en mis labios, abrí un poco la boca para saber a que sabia, mmmmmmmmmmh era saladita, era un sabor tierno no se como describirlo, la sacaba lentamente de mi boca, la introducía de nueva cuenta con mas ímpetu, sentía como vibraba en mi boca, el empezó a tener contracciones que sentía yo muy fuerte, tomo con mas fuerza mi cabeza, y soltó unos chorros calientes que me asfixiaban, chorros de leche que se deshacían en mi boca como si fueran grandes grumos de leche cuajada, al calor de mi boca se deshacían dejando una sabor nunca antes sentido por mi. Explote en otro orgasmo avasallador, grande, que me dejo sin aliento.

Saúl tomando mi panochita en su mano, dio rienda suelta a la pasión que el tenia, metió un dedito de apoco en mi gruta caliente, tomo mi clítoris en sus dedos lo que hacía que arqueara el cuerpo tratando de llegar al encuentro de ese agradable invasor, bajo por completo mi empapada tanga aprovechando que estaba cerca de mi vagina, me dio un agradable beso en los labios de me panochita, despacio solo rozándolos, aaaaaahyy me quejaba yo. Metió poquito su lengua en mi conchita, se sentía tibia, durita, húmeda, suave, todo al mismo tiempo. Yo sentía una descarga eléctrica al tener otro orgasmo.

Se puso un condón, en el pene, para que no hubiera ningún peligro me dijo, ya la verga con su funda puesta la apoyo en la entrada de mi vaginita, la empezó a meter despacio, yo sentía el calor de ese intruso en mi cuevita la cual palpitaba de sentirlo entrar, se detuvo un momento al contacto con mi himen aun virgen, lo cual no fue suficiente para detenerlo, dio otro empujón u me metió toda esa cosota en mi interior, dolió, sentí que se me salían las lagrimas , por el dolor calma chiquita pasara rápido me dijo no se movió en un rato, yo al intentar moverme clave un poco mas esa daga del amor en mis entrañas, pero hoo, ya no dolía sentía a cada limada que daba esa sensación de bienestar, esa sensación de calor encenderse cada vez mas, dimos rienda suelta a nuestra pasión contenida, subió mis piernas a sus hombros lo que hacia que quedara toda expuesta a sus ataques que se intensificaban cada vez mas. No dejaba nada de verga fuera ya que a cada embestida que daba la metía toda como si quisiera entrar con todo y sus bolas, era divino, este martirio no duro mucho ya que era muy excitante, el termino en un gran grito de placer, yo lo acompañe con un rugido mucho mas fuerte sudando a mares por la gran cogida que estábamos dando.

Una vez que terminamos nos sentamos a darnos unas pocas caricias de tiernos enamorados, le dije que era un malo.

*¿Por qué chiquita?

porque no me habías enseñado esto desde antes

pero prometo que será mas la educación sexual que tendremos si es que quieres seguir aprendiendo me dijo el ingrato. Lo cual se cumplió en otras oportunidades.

Espero les haya gustado este pequeño relato, en otras oportunidades si es que me decido les contare mas de otros cogidones ya que este no fue el ultimo.

Saludos.

Mirely.-