Hola amiga

El amor prohibido.

Hola amiga.

¿Es así como quieres que te llame?

Pasa, estás en tu casa.

Ya no me extraña que vuelvas. Siempre dices que es la última vez, pero no puedes evitarlo.

Ni yo tampoco.

Sé que tu marido es amigo mío desde la infancia , y que lo quieres con locura. No me importa compartirte porque siempre das lo mejor de ti cuando estás conmigo.

Entras con miedo, con vergüenza.

No temas, te trataré con dulzura.

No sientas vergüenza, sólo estamos tú y yo. Nadie más nos molestará.

Me lanzo a por ti y te beso en los labios. Tú no te escondes, lo deseas y empiezas a desnudarme. Una vez que has terminado conmigo, te desvistes tú.

Eres preciosa.

Te tumbas en la cama, desnuda, invitándome a saborearte. Y yo no puedo rechazarte, lo deseo. Deseo comerte entera. Me dirijo a tu sexo y pongo mi cara entre tus piernas.

Te gusta como lamo cada rincón de tu bonita vulva. Esa vulva que se humedece sólo con mirarte a los ojos.

Y a mí me gusta chuparla, me gusta su sabor dulce y amargo. Me gusta sacarte varios orgasmos mientras veo como te pellizcas los pezones que se tornan duros como si fueran piedras.

Lo mejor de todo es tenerte entregada. No hablas, no hace falta. Tus gemidos indican cuanto estás disfrutando. Y te sientes liberada.

Libre al fin.

Y te ríes, como si estuvieras cometiendo una travesura. Eres como una niña que juega a ser mujer.

Me incorporo y me acerco a tu cara. Vuelvo a besarte. Mientras te beso comenzamos un juego de manos. Jugamos a descubrirnos el cuerpo.

¡Lo conozco tanto!. Lo he repasado en mi cabeza miles de veces. Tus senos, grandes y fofos me encantan. Tu vientre estriado y liso es una delicia. Son las cicatrices de ser madre. Las conozco de sobra.

Empiezo a frotarme contra ti. Resbala mucho. Se siente bien, está caliente y húmedo. Me rozo sin pudor, es puro placer.

Y explotamos en un maravilloso orgasmo.

Después de corrernos vienen los remordimientos.

Saltas de la cama y te vistes corriendo.

“Esto está mal” dices mientras recoges tus bragas del suelo. Y yo lloro de pena. No puede terminar otra vez así.

Te marchas con tu marido y me quedo en casa sin ti.

Me visto y preparo la cena.

Mi marido esta a punto de llegar.

Te amo amiga.

¿Es así como quieres que te llame?