Historietas encantadoras de una nenita inocente 4

Susana cumple sus propósitos de venganza en una isla paradisiaca.

HISTORIETAS ENCANTADORAS DE UNA NENITA INOCENTE 4

DEL PLACER DE LA VENGANZA

Tres meses después del sepelio y la lectura del testamento, que por supuesto declaraba a Serena como única heredera y dueña de la fortuna y de la empresa, luego de tomar posición en la junta y botar a la calle de inmediato a la peliteñida, aun quedaba pendiente la venganza de Susana con su novio y su nueva hembrita de la farándula.

De común acuerdo decidieron armar paseo para las islas, sin que nadie tuviera la más mínima idea de lo que tenían Serena super agradecida y Susana… en mente.

Invitaron a Alberto, a su presentadora de T.V., a Natalia su amiga del colegio, la prima de Susana y obviamente al negro como único apoyo para que las ayudaran.

El plan había sido diseñado de tal manera como para que nadie sospechara nada. Susanita y sus amigos sabían de qué se trataba, pero disimularon para lograr el objetivo trazado, sin levantar… sospechas.

Contaban de ocho días para ejecutar… el plan trazado.

A las ocho de la mañana de un lunes lluvioso se citaron todos en la terminal de aviones ejecutivos y Jets privados del aeropuerto El Dorado.

Puntuales llegaron y muy amables se saludaron, Susanita, con su ex novio Alberto, acompañado de su recién adquirido trofeo farandulero recién bañados.

Susana, el negro y su amiga Nattie, junto con su prima llegaron por aparte cuando Serena quien fue la primera en llegar, se hallaba conversando con el piloto de su avión particular: Un Turbo Comander 1.000 de ala superior con capacidad para ocho pasajeros bien acomodados en medio de una carlinga repleta de lujos.

En fila india fueron entregando sus cédulas a los inspectores de policía mientras que los encargados de las maletas, las entraban en las pequeñas bodegas.

Poniéndose cómodos, en sus respectivos lugares, Alberto se ubico de copiloto, invitando a su noviecita la Diva a conocer la cabina descrestándola con sus precarios conocimientos de piloto frustrado, pues nunca había acabado los cursos de pilotaje que sus padres le pagaron.

Salieron de inmediato en medio de un aguacero por el que tuvieron que volar por instrumentos en dirección a la ciudad de Cartagena a donde llegaron sin ningún problema dos horas y cuarto de vuelo más tarde.

En el camino, Tania la prima de Susana saco una botella de brandy de una pimpina de plata distribuyéndola entre todos, lo que sumando a la altura y a la felicidad de emprender la aventura, los puso muy contentos.

En el aeropuerto de Crespo todo esta dispuesto para que los recogieran en una buseta de full aire acondicionado y llevaron al piloto a l hotel el Dorado, con instrucciones precisas de estar atento al momento en que lo llamaran para iniciar el regreso, que podía ser en siete u ocho días, de acuerdo a lo bien, como la estuvieren pasando.

Se dirigieron a los muelles del club náutico en donde los esperaba, ya preparada para el viaje, una cigarreta roja, la más grande, larga y lujosa de todas, con dos motores dentro de borda, aire acondicionado central en la cabina y una pieza con una cama redonda en cuero blanco, que cualquiera, desearía tener en su alcoba principal.

Se acomodaron alrededor del piloto y algunos adelante; subieron lo que habían traído de la Capital y además de las cosas personales el mercado, viandas, licores y juegos, partiendo raudos hacia la isla del pirata.

Con buen sol y buena mar al pasar por Boca Chica, con mucha prudencia por los pelaos que allí se atravesaban a recoger monedas de las profundidades que los turistas les tiraban a su paso, los motores rugieron y formaron detrás de ellos una columna de agua parecida a la parte trasera de un jet, hasta que una hora después divisaron las casas que a simple vista flotaban en las islas.

Después de ser bien venidos por criados acostumbrados a tratar muy bien a sus patronos, lo primero que hicieron fue decidir el orden en el cual se acomodarían en los cuartos.

Por su puesto y sin lugar a dudas, el principal en el segundo piso para la dueña de casa, sola. Pero los otros disponibles, al contrario a lo que aspiraban Alberto y su bella acompañante, por democracia participativa, fueron divididos en uno para mujeres y otro para hombres, poniendo a dormir al negro con Ricardo y a su novia farandulera con las demás hembras.

Aceptando a regañadientes y como para no ser problemáticos, el primer día cansados del viaje así durmieron cada uno en sus respectivas camas y…. separados.

En la tarde a eso de las dos P.M. todos salieron a asolearse, encontrándose con que Susana y Natalia estaban acostadas completamente desnudas dejando que los rayos solares entrando por todas partes, hicieran de las suyas.

A Albetro casi se le pierde un ojo entre los pelitos rubios de Natie, que a esas horas tenía su cosita abierta de tal manera, que el sol calentándola la tenía sudando, mientras en cambio Susanita asoleaba sus redondas y perfectas nalgas debajo de las cuales se podía vislumbrar una rajita coqueta que de igual manera sudaba como si se tratara de una florecita rosada lloviznada con góticas de rocio mañanero.

Ricardo y su pareja de t.v. y novelas, haciéndose los que no vieron nada, se acostaron al lado, muy dignos, ella con su tanga y el con su pantaloneta de New yorker puestas.

Ella no pudo dejar de suspirar al ver semejantes bellezas, la rubia y la morena de 20 añitos; sin cirugías, ni defectos, pero se hizo la muy recatada y disimuló lo que estaba sintiendo tal cual se lo habían enseñado en la escuela de teatro.

Se quito el sostén dejando ver sus redondas tetas de silicona, dejándose los panties que a la vuelta de media hora, estaba mojados por la acción del sol y la simple excitación de ver a tremendas mamacitas.

Preparadas y de común acuerdo, Natie y Sussie, que como estrategia para la venganza habían decidido comportarse odiosas con Alberto, pero amorosísimas con la Diva, inmediatamente se le vinieron a esta encima y cada una por su lado, cariñosamente le refregaron Hawaian tropics por todo el cuerpo.

En forma descarada, pero disfrazada de amistad y de inocencia, a cuatro manos, suave y firmemente, le fueron untando el aceite, por la espalda arqueada, las redondas tetas y por la mitad de los muslos y las nalgas hasta llegar a sus tobillos.

Al instante sus pezones sin sospechar aún que esa frotada era mal intencionada se pararon al máximo y sintió sensaciones inesperadas que le gustaron a pesar de que no dijo nada.

Así pasaron el día hablando de todo y nada hasta que llegado el atardecer entre Blodie Marys y tequilas decidieron regresar, a sus respectivas habitaciones para prepararse para la cena.

A las duchas se metieron las tres juntas, prestándose los champús de esencias florales y enjuagues de cabello; sin pretender ser evidentes, dejaron entrever a la invitada que entre ellas había miradas y actitudes picaronas que indicaban mayores intimidades, y como si se tratara de un juego le pidieron que les dejara tocar las tetas con el ánimo de saber como se sentía la silicona, lo que ella permitió sin ningún misterio.

Al terminar el baño, las tres se arreglaron y se pusieron absolutamente divinas alistándose para lo que viniera.

Después de cenar, magníficamente atendidas, langosta y frutos del mar, acompañados de patacones pisados, pusieron música y bailaron hasta el amanecer. El negro a petición de Serena, le hizo un masaje en frente de todos para quitarle tensiones en cuello y espalda, a lo que ella se mostró encantada.

Natie y Susana, junto con Tania su prima, bailaban las tres solas, mientras que acababan unas tras otras, las copas de Margaritas que a todos los presentes les servían.

Alberto de cuando en vez se robaba a su nuevo tesoro, y se la llevaba a la vuelta de en donde los otros estaban, para darle besos de lengua, chuparle afanosamente las tetas, diciéndole acaloradas frases de pasión, mientras le metía sus dedos por entre los panties, pidiéndole que por favor se perdieran de una, que estaba demasiado arrecho, como para quedarse toda la noche solo... con el negro.

Ella, cerrando los ojos y haciéndole más fácil el camino a sus dedos, entre abriendo un poco sus piernas mientras lo apretaba contra sus tetas, se dejaba masajear complacida , y le daba su lengua por unos segundos, diciéndole que se moría de la pena, de perderse con él, por lo que su suegra y los demás fueran a pensar, pues era la primera vez que se encontraban reunidos y seria demasiado evidente y de entrada, no la quería embarrar.

Así se la pasaron toda la noche, hasta que Alberto enojado y muerto del sueño, no aguanto más y solitario se fue a dormir al cuarto de los hombres.

Ella, que ya se encontraba mareada por los efecto de los tragos, lo intento persuadir para que se quedara, pero al percatarse que su suegra los miraba, decidió que no podía acompañarlo, cosa que muy hábilmente aprovecharon Susana y Natie, quienes le dijeron tranquila dejara que su novio se fuera, que mañana se reconciliaban en cualquier playa solitaria, animándola a quedarse bebiendo las mujeres solas hasta el amanecer, pues según ellas la iban a pasar mejor sin la presencia de ningún macho.

En un abrir y cerrar de ojos, el negro, Tania y Serena, se perdieron, del lugar sin que nadie se diera cuenta para donde cogieron. Entonces Natie y Susana, aprovecharon el momento mientras muy cariñosas y muy sensuales bailaban canciones de ( ) abrazando a su visitante, haciéndola sentir tan bien que se le olvido su novio y cualquier otra cosa.

Llenando de nuevo sus copas de Margaritas, llevando más, en una coctelera helada y limón y sal suficientes, la invitaron a ver el amanecer en una playa hermosa de la isla, a lo que ella mareada no le vio problema y por el contrario le encantó la idea.

Felices y absolutamente borrachas, las tres hembras llegaron a la playa blanca, cuando ya clareaba lo suficiente como para verse a sus rostros y ojos, deseosos de que pasara lo que fuera. Sin pensarlo dos veces, Natie y Susanita, tomando cada una por las manos a (xxx) se metieron vestidas y muy divertidas al agua, jugando entre todas, a mojarse completamente, lo que las revivió de su borrachera y les permitió ver que sus vestidos se pegaban a sus tetas dejando ver los pezones parados por el frió de cada una de ellas.

Para este momento la invitada, por los juegos eróticos de toda la noche con su novio, y la belleza invitadora de sus acompañantes, andaba ya en una arrechera tal, que le hubiera abierto las piernas a cualquiera que atrevidamente le hubiera mandado la mano a su sexo negro y peludo.

Susanita y Nattie, mas que por venganza, con verdaderas ganas al ver medio desnuda y en trasparencias, a una de las más divinas divas de la televisión nacional, que se acostaba empapada y sonriente después de dar muchas vueltas en la arena, no esperaron un instante y acercándosele decididas, iniciaron su ataque total y definitivo, desnudándose por completo, la desvistieron sin ningún problema dejándole solamente, sus pequeños calzoncitos empapados que dejaban ver el abultado vellaje que se salía por la parte de encima y por todos los lados,

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Sin más prevenciones, Nattie, fue directamente a besarle los labios y darle su lengua de diez y siete centímetros, que se la introdujo hasta tocarle la campanilla, mientras sus hábiles dedos por encima de los panties le recorría aquella abultada y peluda, chimba.

La mujer no pudo más que cerrar los ojos y abrir las piernas.

Como Susana quería participar, sin pensarlo un segundo más, le lamió, la oreja derecha, masajeándole el pezón izquierdo que gustoso se sintió aludido de inmediato y cuando Nattie termino su beso de lengua prolongado, ella se acerco a tomar el turno, lo que la actriz famosa agradeció, sacando la lengua, lo que permitió que las tres hicieran lo mismo iniciando un duelo de espadas calientes enfrentadas.

Susana se unió a los dedos de Nattie en la exploración de aquel encantador paquete y apartando el pantie se le fueron metiendo, suave, y rápidamente, con muchas ganas, lo que ella agradeció de inmediato apretando las nalgas y ofreciéndoles como regalo su vagina dispuesta, echándose hacia delante, como buscando que aquellas manos no se fueran a separar de ella ni un segundo, mientras que dejaba escapar un sonoro suspiro.

Deteniéndose por un momento y cayendo en cuenta de lo que estaba haciendo, se levantó y les dijo, con la respiración entrecortada, suplicante: Muchachas, por favor, no me hagan esto, yo no soy gay y tengo a mi novio que es todo un hembro. Esta es la primera vez en mi vida que me dejo acariciar de hembras en vez de machos. Ustedes son divinas y yo no puedo aguantar más..

Ellas, como si estas palabras fueran una invitación urgente y necesitada, le respondieron, sacándole el pantie y metiéndole sus lenguas adentro del coño y de la raja del culo, respectivamente, mientras que cada una se apoderaba de su respectiva teta de silicona.

La chuparon con tal ganas que se tomaron todo el agua de mar y los jugos vaginales mezclados que les supieron mejor que los margaritas que traían preparados. La hembra no pudo más que dejarse hacer por unos cuantos minutos y antes de sentir su primer orgasmo, les pidió que se detuvieran por un instante que ella también quería probar a que sabe.

Así lo hicieron, y así las cosas, las tres se levantaron, preparándose tres margaritas más, para luego, meterse nuevamente en el mar.

Sabiendo ya que todas estaban dispuestas a hacer lo que fuera, y sin necesidad de tener que convencer de nada a su invitada, dejaron las copas y ella muy ilusionada con aprovechar el momento y aprender lo que mas pudiera de aquella experiencia con aquellas hermosas niñas, de pie las tres, y muy cerquita, bajo el agua metió ambas manos en los respectivos coñitos, que la habían tenido mojándose todo el día. Frotándolos y metiendo sus dedos más largos, hasta el final de cada túnel, como levantándolas del piso, mientras que cada de una de ellas dejaban escapar grititos de placer, que eran como miel a sus oídos mientras cada una le chupaban sus tetas, sintió verdadera necesidad de arrodillarse en el lecho marino y tragarse el mar entero apretando su boca al clítoris de Susana primero y de Nattie después. Con tantas ganas lo hizo que las dos empezaron a sentir orgasmos apretando su cabeza, contra sus respectivos coños.

Antes de terminar la dicha, les pidió que se fueran para la habitación, porque no quería que fueran vistas.

Abandonando las copas vacías y las prendas tiradas por todas partes, las amantes se fueron desnudas directamente a sus habitaciones a las que el aire acondicionado central de la casa mantenía bien frío y llegaron a bañarse de nuevo en las duchas, lo que todas aprovecharon con muchas ganas para quitarse la arena de mar que se les había metido por todos los resquicios, utilizando champús y bálsamos restregándolos rápidamente, por todas partes y a seis manos, que por su puesto les permitieron a todas sentir oleadas interminables de orgasmos.

Al terminar, la ducha se secaron y la tres se metieron en la misma cama dispuestas a cerrar con broche de oro la faena de aquella jornada.

Cerradas puertas y ventanas, ahora quedaba, regalarle la oportunidad de gozarse a la invitada, aquellos cuerpos torneados y magníficos.

Lo primero que ella pidió, fue que le dejaran chuparles los senos, cosa que felices aceptaron, para luego de media hora mordiendo, chupando y sintiendo, Natie se recostó en la cabecera de la cama y se dispuso de tal manera, que sus piernas se abrieron de par en par ofreciéndole a su invitada una magnifica oportunidad de entrar en su coñito delicioso.

Esta no se hizo esperar y explorándolo con gran necesidad, lo recorrió palmo a palmo, por todas partes, sintiendo su textura y sobre todo su sabor. Le supo delicioso.

Mientras tanto y viendo a esta hermosa hembra en "cuatro" tendida atendiendo a su amiga, a su vez ofreciendo su vagina y nalgas, Susana, se dedico a lamerle, el hoyo del culo metiéndole tres dedos en la vagina, y la lengua toda penetrando como taladro, ano adentro.

La mujer sentía orgasmos repetidos como nunca en su vida, unos por lo que estaba viendo, otros por lo que estaba oliendo, aquellos por lo que estaba degustando y estos por lo que a ella le estaban haciendo.

Agradecida con Susana por lo que esta le hizo, se voltio hacia ella pidiéndola en turno y con sinceras ganas de hacerle sentir lo mismo, se introdujo con su lengua en las nalgas de aquella hasta probar el dulce sabor de la mierda junto con el salado agridulce de aquella deliciosa almeja.

Mientras esto sucedía Nattie no se quedaba quieta, introduciéndole al mismo tiempo dos dedos de su mano derecha por el culo y tres de su mano izquierda por la vagina, apretando a su paso el clítoris de esta entre sus dientes y labios, lo que termino en un sonoro orgasmo que a esta mujer en su vida jamás le había hecho sentir macho alguno.

Hipersensible por la cantidad infinita de orgasmos y temblores, que ya no le permitían aguantar ninguna clase de toque por aquella noche, les imploro que no hicieran nada más y cayendo desmadejada en la cama las invito a dormirse, asegurando de introducir sus manos en los coños rosaditos que satisfechos ya, deseaban relajarse.

Cuando despertó como a las dos P.M de su cansancio bien ganado, se encontró, desnuda y sola, en su agradable habitación a la que a través de magnificas y blancas cortinas penetraba el cálido sol.

Sin embargo, comprobó que la agradable temperatura, que le proporcionaba el aire acondicionado central, la tenía toda "arrozuda" por el frió que emanaba, a pesar del calor que seguramente hacía afuera desde tempranas horas de la mañana.

Boca arriba miró, como, dos redondos pezones rozagantes, de tamaño mediano y parados como puñales, sobresalían de sus tetas puestas en el quirófano y observándolas se dijo, " Que bien me quedaron, potentes y grandes como todos los hombres las prefieren" agarrandoselas por un instante de inmediato recordó el empeño, los contrastes de suavidad y pasión en los momentos precisos, como sus anfitrionas las trataron tan sólo hacía pocas horas.

"Como nunca" – mentalmente se habló – "Esta claro que lo que sabemos las mujeres respecto de nosotras mismas, muy pocos hombres lo descubren; y algunos muy tarde, generalmente con el pasar de los años, cuando la energía de su juventud ya se les ha escapado." "Nada es perfecto en esta vida" – en voz alta concluyó.–

Estirando sus extremidades y desperezando el cuerpo, arqueando su espalda al máximo, lo recorrió lentamente con sus manos, mientras recordaba lo que le habían regalado aquellas hermosísimas niñas con quien a bien tuvo la primera experiencia homosexual de toda su vida.

Al llegar al monte de venus, abriendo de par en par sus piernas sintió como, sin tocarla, su vagina se expandía como si tuviera memoria propia sintiendo de nuevo, por el simple recuerdo, exactamente lo mismo que en ella le habían hecho. Un calambre repetido le contrajo el abdomen por un instante, placentero e involuntario temblor que le hizo soltar un sonoro suspiro al tiempo que apretaba suavemente su labio inferior e indistintamente repasaba su lengua húmeda otra vez por los alrededores de su boca.

Sonrió recordando todas y cada una de las escenas vividas con sus divinas amigas mientras oprimía suave pero firmemente su vagina, sin pretender masturbarse, sintió más bien por encontrarse felizmente segura, que era su vagina dispuesta, la que le oprimía sus dedos, hasta que un pensamiento oscuro y pesado se le atravesó por la mente:

" La Cagué" - dijo en voz alta mientras de un solo brinco salió de la de la cama y empezó a recorrer de extremo a extremo el cuarto.

"Cómo se me ocurre venir a dar semejante espectáculo, con la exnovia de mi novio y con su mejor amiga, en la casa de mi suegra? Ahora ellas tienen en sus manos información privilegiada que para nada me conviene que se haga pública.

Y si me hacen quedar como un zapato?; y si no se quedan calladas y comienzan a decir que entre las dos se comieron a la presentadora más popular de estos momentos? Y si lo hicieron para hacerme quedar mal frente a todos y sobre todo para dañar mi futuro matrimonio con el soltero más codiciado y si....?. –Se llenó de pensamientos negativos y confusos, inquietudes dolorosas y dudas en sólo unos segundos.

Sintiendo una enorme necesidad de aclarar, resolver y conocer de inmediato la realidad de la situación, se bañó rápidamente en agua helada y al terminar se puso un vestido de baño entero y señorero como con afán de ocultar visualmente todas las partes que el día anterior quedaron totalmente descubiertas para sus descubridoras, salió en busca de la verdad que le esperaba.

Llegando al sitio donde sus dos camaradas igual de frescas , felices y asoleándose desnudas, se encontraban, acompañadas de la suegra y la prima sin que por ninguna parte se viera en donde estaban el negro y su novio que por supuesto, era con quien ella más deseaba conversar, saludo amablemente, midiéndose hipócritamente para tantear la situación sin levantar sospechas del enorme desasosiego que para ese entonces ya estaba sintiendo.

Sin embargo, su mente, dominada por la inseguridad de un sentimiento de culpa cada vez más grande, no le permitió ser verdaderamente espontánea, ni mucho menos disimular.

De entrada se mostró intranquila y nada le salió como se había ordenado a sí misma cuando en su mente escribió el libreto que quería frente a todos actuar.

Insistió en preguntar sobre el paradero de su novio, mientras que rechazaba los cariños y atenciones de sus amantes, que le querían untar bloqueador en el rostro y Hawaian Tropic en el resto del cuerpo, al tiempo que le ofrecían un Blodie Mary que sin darse cuenta, casi, de mala manera rechazó, cómo queriendo poner distancia y dejar constancia que lo que había pasado era únicamente cosa de tragos y no se volvería a repetir.

Por su suegra se enteró, que ni el negro ni su hijo, se habían despertado aún y que por el volumen de la música, que apagaron a las doce del día, suponían que ambos hacía poco se habían dormido, por lo que estaban muy seguras que hasta muy entrada la tarde, volverían aparecer.

Las dos anfitrionas de la noche anterior, en poco tiempo se dieron cuenta de la mala energía que esta mujer traía y dejaron de insistir en atenderla, cambiando del todo la película y poniéndose de acuerdo, ahora sí, para acelerar entonces y ejecutar de una vez por todas, su bien trazado plan de venganza, que iba a pedir de boca, olvidándose ya, por la pura solidaridad que existe entre las grandes amigas, de lo delicioso que la habían pasado con esta "apetecida Diva " a la que ellas, siendo las únicas y las primeras, se habían gozado ya, a más no poder.

Como se comunican sólo con miradas las que entre ellas no necesitan hablar, para incomodarla con el ánimo de hacerla colapsar, Nattie se levantó decidida, pasando muy lentamente, sus nalgas y vagina sudorosas muy cerca de su cara, de manera que la invitada volvió a observar con ganas y a la vez, culpas mezcladas, la delicia de mujer a quien se le había entregado ayer.

Miró como por instinto hacia donde se encontraba su suegra sin sostenerle la mirada, como preguntándose, si aquel movimiento descarado, la haría sospechar algo de lo que entre ellas había pasado, pero de su suegra tan sólo obtuvo una cortes sonrisa que no le quitó ninguna inquietud.

A Nattie, de inmediato la siguió Susanita, que al levantarse cómo en cámara lenta, le tiró un candoroso besito acompañado con una mirada lasciva a la Diva, quien al ver esto, acostada en el suelo, quiso que se la tragara la tierra mientras que rogaba cielo que su suegra no se hubiera dado cuenta de semejante demostración de confianza absoluta.

Sintió que su estrategia lejos de ayudarla, la estaba metiendo en graves problemas y deseando seriamente que su suegra no hubiera sospechado de ella, por lo que sus anfitrionas habían hecho, bastante asustada, no pudo hacer más nada que quedarse quieta, sin sospechar siquiera lo que a continuación se descubriría.

Las hembras que detrás de ella se encontraban, su suegra y la prima de Susana, desnudándose entraron agarradas de sus manos al agua, para irse a juntar con las dos niñas que al tenerlas cerca, cada una de ellas, se aferraron a sus cuellos en un prolongado abrazo, mientras que al tiempo, como siempre sincronizadas, introdujeron sus respectivas lenguas, Susanita en la de su amor y amante, ex suegra y suegra actual de la diva y Natalia en los de la prima de su amiga con quien muchas veces había estado en el pasado, reunida.

Todo enfrente de la invitada que boquiabierta miraba como si sus ojos se le salieran, levantando su cuerpo hasta sentarse, sin poder creer lo que en realidad el espectáculo al que estaba asistiendo.

La lujuriosa manera en que su suegra chupaba la lengua de Susana mientras que con el dedo anular le refregaba el sexo, y le lanzaban a ella, directas miradas de invitación a poner de una vez las cartas sobre la mesa, la dejó atónita y en vez de ganas de participar, sintió asco, verdadero rechazo.

Se levantó y corrió hacia la habitación de su novio, dándose perfecta cuenta de que había caído en una orquestada celada, como buscando refugio para atemperar en su amor todo lo que estaba ocurriendo, entrando agitada y descompuesta, olvidando y negándose a sí misma lo que le había proporcionado tanta dicha hacía tan sólo unas pocas horas.

Lo que vio tan sólo al abrir la puerta, la hizo devolverse de inmediato y correr cayendo, vomitando y dando tumbos hasta donde el conductor de la lancha la esperaba, sin ella saberlo, sospechosamente listo y con el equipaje de la Diva a bordo, a quien afanosamente le rogó que la sacara como fuera de aquella isla:

Su rubio novio, se encontraba de medio lado en la cama dormido y en posición de cucharita, abrazado por su espalda de aquel enorme negro, quien le tenía su enorme y gruesa verga, introducida, muy adentro del culo.

Al ver que la lancha se alejaba, las mujeres que quedaron en la isla aplaudieron al unísono y levantando copas, celebraron entusiasmadas, el final de aquella concertada... Venganza.