Historias excitantes (1: follada)

Por fin cumplí mi deseo de hacerlo con mi mejor amiga, ambos la misma edad, ella mide uno sesenta y cinco aproximadamente, tiene las tetas pequeñas pero muy apetecibles, y un coño rasurado al cien por cien ya que es una obsesiva de los pelos.

Por fin cumplí mi deseo de hacerlo con mi mejor amiga, ambos tenemos la misma edad, ella mide uno sesenta y cinco aproximadamente, tiene las tetas pequeñas pero muy apetecibles, y un coño rasurado al cien por cien ya que es una obsesiva de los pelos.

Un día de no hace mucho tiempo en este año 2007, yo organicé una fiesta en mi casa puesto que mis padres se habían ido de viaje todo el finde semana y yo soy hijo único. Telefoneé uno a uno a cada uno de mis amigos y quede con ellos en mi casa a las seis de la tarde de ese sábado; pero a mi amiga le dije una hora antes.

A las cinco de la tarde de ese sábado, sonó el timbre de mi casa, yo me levante del sofá y fui a abrir, era ella, vestía una camiseta de color violeta que dejaba ver parte de sus apetecibles tetas y parte del sujetador, también vestía una falda de color negro que apenas le llegaba por las rodillas; La invité a pasar, pasó, me dio dos besos y me preguntó:

-¿no ha llegado nadie todavía?-

-No.-

Le respondí yo; Ella pasó al salón con su espectacular movimiento de culo que tanto la caracteriza; Derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda

La invite a sentarse en el sofá, y ella me lo agradeció con una de sus espectaculares sonrisas; Yo me senté a su lado y le dije:

-Deben de estar al caer.-

Aunque yo sabía que todavía les quedaba una hora para que viniesen.

-¿Me das un baso de agua?-

Me preguntó ella.

-Por supuesto.-

Le respondí yo muy amablemente. Ella se levantó y me acompaño a la cocina; saqué una botella de agua del frigorífico y le serví un buen vaso de agua fría. Cuando terminó me lo dio y me rozó la mano muy descaradamente; yo me sonrojé y vi como ella sonreía, dejé el vaso encima del mostrador y me dirigí al salón por delante de ella. Cuando pasé la puerta del salón, ella me cogió del brazo, yo me paré en seco y me di la vuelta; entonces, ella se acercó a mi y me plantó un beso en los morros; primero yo estaba rígido y solo era un pico, pero a los dos segundos yo me ablandé un poco y fui torciendo la cabeza hasta que se convirtió en un morreo incesable y con lengua; mientras seguíamos besándonos, yo me puse mas cerca de ella y la abracé por la cintura, y poco a poco, fui bajando mi mano mi mano derecha hasta que la pose completamente en su culo sobre su falda; Ella no hizo ningún signo de rechazo mientras nos seguíamos besando sin cesar; por lo que yo apreté un poco mas mi mano sobre su culo perfecto y pude notar que no llevaba bragas, subí un poco mi mano y pude notar el hilo de su tanga. Después de eso, paramos de besarnos y nos separamos uno del otro.

Yo me fui y me senté, entonces ella se movió también, y se sentó en el sofá cerca de mí; Me besó la mejilla, yo me estaba volviendo a poner rojo, y ella me pregunto:

-¿Por qué te pones rojo?, ¿es que no te ha gustado?-

-Si, mucho.-

Dije yo con vergüenza y rojo como un tomate. Entonces me cogió la cabeza con dulzura y la giró hacia ella y me volvió a plantar un morreo con lengua en la boca; Esta vez estaba un poco mas flexible y me gire hacia ella para estar un poco mas cómodo; Entonces ella me empujo y sin dejar de besarme, me tumbó en el sofá y se sentó encima mío; Paró de morrearme y empezó a darme besitos en el cuello, y fue bajando hasta que llegó al cuello de la camisa; Entonces paró, me levantó un poco y me quito la camisa; continuó dándome besitos y bajando hasta que llegó a un pezón; ella lo chupó y le dio besitos hasta que se puso duro, y se fue al otro pezón, que también estaba duro, lo chupo unas cuantas veces y se puso sentada recta justo encima de mi polla que aun no estaba dura; se quitó la camiseta dejando al descubierto su sujetador de color rojo en el que se insinuaba sus pezones; Entonces empezó un movimiento de cintura encima de mi polla, y esta empezó a ponérseme dura; Cuando se hubo puesto rígida por completo, y ella lo notó, paró, y se llevó las manos a la espalda, hizo un giro rápido de muñecas y desabrocho el sujetador; y con sensualidad se lo terminó de quitar, y dejó al descubierto sus tetas que yo tanto deseaba ver; sus tetas eran perfectas, redonditas, con los pezones en su sitio y lo suficientemente grandes para poder tocarlas y mamarlas; aunque en ese momento no lo hice;

Ella se echó para atrás, me desabrochó el botón del pantalón baquero y tiró de el para abajo, dejando al aire libre mis bóxer de color gris con el bulto de mi polla erecta. Ella pasó unas cuantas veces sus manos por mi bulto, y acto seguido terminó de quitarme los pantalones por completo; después de eso, se volvió e hizo lo mismo con los bóxer; Eso dejó al descubierto mi polla, que a pesar de no tener prácticamente pelos en el cuerpo, toda mi parte noble estaba repleta de ellos; mi polla medía once centímetros y medio de largo, y unos tres centímetros y medio de grosor.

Ella se dirigió a mi polla y la metió por completo en su boca; la mantuvo así unos pocos segundos, y después empezó a mover la cabeza de arriba abajo haciéndome una mamada perfecta, dándome golpecitos en la polla con su lengua; Ella paró y me dijo:

-Cuando te venga la eyaculación, no te separes, que quiero tener toda tu leche en mi boca y saborearla bien.-

Y volvió a mamarme la polla. Al par de minutos:

-aaaaaah, aaaaaah, ya vieneeee, ya vieneeee…..-

Y una mediana cantidad de lefa, salió de mi polla y se introdujo en su boca; ella se la tragó, y aceleró su movimiento de arriba abajo para sacarme hasta la última gota;

Cuando hubo terminado, se acostó encima de mí y volvió a morrearme dejando caer dentro de mi boca un poco de lefa para que la saborease;

Con cuidado la tumbé a ella boca abajo y empecé a darle besitos en el cuello; poco a poco fui bajando hasta que pose mi boca sobre una de sus tetas; con el primer lametón a su pezón, ella soltó un pequeño gemido; Entonces yo empecé lamerle el pezón, y poco a poco fui tocando con mis manos y chupando sus dos tetas. Ella empezó a gemir cada vez un poco más fuerte hasta que dejé de besarle las tetas y fui bajando hasta que llegué al ombligo, donde se lo lamí unas pocas veces y continué bajando; cuando llegué a la falda, paré, se la remangué hacia arriba y pude ver su tanga de color rosa cuya tela era traspasable ya que podía ver su coño completamente excitado; eso me excitó muchísimo ya que era el primer coño que veía. Acerqué mi boca y empecé a chuparlo por encima del tanga; cuando empezó a gemir, le aparté el tanga para chupárselo directamente; ella gimió aún mas fuerte, y yo entonces le metí la lengua todo lo que pude y ella dio un gritito de placer y yo empecé a lamérselo dándole golpecitos en el clítoris; ella no paraba de dar gritos de placer, y yo de chupárselo y de tragarme sus jugos vaginales. Al cabo de un par de minutos, me separé, me acosté encima de ella y empecé a besarla.

Ella me dijo:

-Ponte de pie.-

Yo obedecí y lo hice mientras ella se quitaba la falda y el tanga.

-Tómame.-

Me dijo a continuación y saltó sobre mi y por poco no me caí. Cuando la tuve tomada, ella se deslizó hacia abajo, introdujo mi polla en su coño y empezó a botar; ambos empezamos a gemir, cuando ella hubo llegado al orgasmo, se separó y me sentó en el sofá; acto seguido volvió de nuevo a botar, y los dos empezamos a gemir; a cabo de un par de minutos, ambos llegamos al orgasmo. Yo decía:

-ooooohhh, yaaaaa, yaaaaa, ya me viene.-

Ella se separo de mí y se introdujo mi polla de once centímetros y medio por tres y medio en su boca, y empezó a succionarla de arriba abajo; De mi polla empezó a salirme grandes cantidades de leche, y ella se la trago y continuó mamándomela para sacarme toda mi leche. A los cinco minutos ya nos estábamos vistiendo porque eran cerca de las cinco.