Historias de tres, Cap 2: Erik, sueños y promesas

Continuación de la historia de Lucas en los vestuarios en la que vemos parte de lo sucedido desde la perspectiva más calenturienta de Erik, y como éste se une a la "fiesta"

Lo último que recuerdo es haber llegado al piso de Nico después de una noche de juerga, pero todo me resultaba muy confuso.

El estaba muy borracho y tuve que ayudarlo a subir por las escaleras cargando con el peso de su cuerpo ya que no se tenía en pié de lo mal que iba.

Una vez vez dentro lo llevé a su habitación y lo tumbé en su cama, lo único que hizo fué soltar un resoplido.

Al menos respira, es buena señal - pensé.

Empecé a desvestirlo empezando por las zapatillas y los calcetines, luego le desabroché el botón del vaquero y con bastante dificultad conseguí bajárselos un poco hasta ver el enorme bulto que marcaba su paquete en esos boxers blancos que llevaba, no pude evitar tocarsela por encima, y joder, esto prometía.

Con mucho cuidado seguí quitándole los pantalones sin hacer movimientos demasiado bruscos para que no se despertase, aunque bueno, en el estado en el que estaba tampoco creo que se diera cuenta.

Y ahí lo tenía, espatarrado en cama, con su vistoso moreno de playa y vestido únicamente con su mejor camisa y esos CK blancos tan sexis.

Lo siguiente que recuerdo es verme desabrochando esa camisa, botón por botón para acabar viendo ese torso esculpido en el gimnasio que tanto me ponía.

Nico estaba bastante fuerte, pero sin ser de esos tios en forma de cruasán que sólo viven para sus músculos, él estaba en un punto intermedio, tenía los brazos y los pectorales bastante musculados y los abdominales duros como una roca, y para mi sorpresa se depilaba el pecho, pero desde el ombligo se le dibujaba una poblada línea de vello que se perdía en sus boxers.

Con mucho cuidado pasé mis manos por todo su torso disfrutando de cada centímetro de piel bronceada y tersa que ese momento me estaba regalando.

Estaba muerto de miedo por si se despertaba y me cruzaba la cara, imagínate, pero el caso es que no parecía responder, y a estas alturas yo ya estaba muy caliente y dispuesto a llegar al final del asunto.

No lo dudé ni por un momento y llevé mi mano a su paquete, después de estar un rato magreando su cuerpo estaba empezando a ponérsele medio morcillona y se notaba, así que con delicadeza saqué su polla por un lateral del bóxer sin llegar a quitárselo y quedó ante mí esa tranca que tantas veces le había visto en las duchas pero que tan inaccesible me resultaba, a fin de cuentas Nico es hetero hasta la médula.

Empecé a bajarle el capullo de la polla despacito, me fijé que no estaba circuncidado ni nada por el estilo como es mi caso, no llegaba a bajarsele del todo, pero también porque tenía un glande bastante grande y gordo.

Esta vez ya sin dudar me eché un buen escupitajo en la mano para evitar la fricción innecesaria y empecé a hacerle una paja, me llevó un rato conseguirlo, pero la cosa empezaba a ponerse dura.

Tenía una polla bastante bonita la verdad, sin depilar, debía medirle al menos dieciocho céntimos y era bastante gorda, rodeé sus huevos con mi mano y comprobé que tenía unos buenos huevos, como a mi me gustan.

Ver semejante pollón así de duro me puso ya tan caliente que no me importaba nada, acerqué mi boca a su ingle y empecé a comerle los huevos, pasé mi lengua por todo el tronco de su cada vez mas inchada polla y finalmente me la metí en la boca como pude, sólo alcanzaba a entrarme la mitad, pero lo disfruté todo lo que pude.

En ese momento le oí dar un respingo, pero seguía inmóbil y completamente dormido, así que yo seguí a lo mío dispuesto a terminar lo que había empezado.

A estas alturas la tenía ya durísima, y yo seguí chupándolsea lo mejor que sabía, jugando con mi lengua alrededor de su cabeza y masajeándole los huevos al mismo tiempo.

Yo en ese momento estaba empalmadísimo y con ganas de hacerme una paja también, pero me aguanté las ganas y seguí con Nico.

Después de unos minutos de mamada empecé a notar como se le aceleraba la respiración, así que empecé a ir un poco más rápido y a la vez que se la chupaba empecé a pajearlo con la mano que tenía libre, apenas al rato de hacer esto empezó a correrse en mi boca de una manera brutal, noté como sus lechazos me golpeaban la garganta, de hecho tuve que quitármela de la boca para no atragantarme, y aún seguía escupiendo semen sobre su abdomen y pecho.

Me incorporé un poco para limpiarlo bien con mi lengua y no dejar ningún rincón sin lamer y desaprovechar esa pedazo corrida, y al dejarlo bien limpio le cerré la camisa, volví a darle una última chupada a su polla que ahora descansaba babeante, y la metí para dentro de sus CK.

Lo último que recuerdo es escuchar de repente un ruído agudo muy molesto.

Pipipipi- Pipipipi- Pipipipi- Pipipipi...

  • Joder, la puta alarma! No me digas que no era más que un sueño!

Nunca en mis diecisiete años de vida había tenido un sueño tan vívido, mi subconsciente debió relacionar la salida del sábado con mi falta de sexo y buff, menudo cóctel...

Como era de esperar me levanté super empalmado, y la punta de mi polla había empapado el bóxer de líquido preseminal.

Madre mía, voy a darme una ducha fría, que esto ya no es normal, necesito echar un polvo pero ya - me dije a mi mismo mientras buscaba la ropa limpia en el armario y preparaba la muda para la clase de gimnasia.

Una vez duchado me acerqué al espejo para secarme bien y mientras tanto atarme el pelo como dios manda, y echarme un poco de colonia.

  • Venga Erik, mírate, con lo bueno que estás no puede ser que lleves tanta sequía - le dije a mi reflejo con el ceño fruncido.

Nunca había tenido problemas de autoestima ni para ligar, en absoluto, de hecho siempre he disfrutado de mi bisexualidad plenamente, aunque últimamente me llaman mucho más la atención los chicos, pero llevo ya unos meses sin suerte, ni con tías ni con tíos.

Una vez me hube duchado me tomé un colacao fresquito para terminar de aliviar un poco el calentón que llevaba encima.

Al rato de acabar cogí mis cosas y salí de casa para irme al insti.

(...)

El día de hoy había sido insufrible, un tostón de clases acompañadas de un calor sofocante, y para rematar aún faltaban los entrenamientos de las pruebas de gimnasia.

La sudada que nos habíamos pegado todos corriendo había sido considerable, y no me llegaba el momento de entrar a las duchas, así que me fuí para allí nada más pude.

Dentro ya estaba Nico, haciendo el tonto con los demás chicos de clase para variar.

Me dí una ducha rápida y me salí, lo último que quería ahora era quedarme por allí a ver el panorama de rabos, como para que me dé el calentón otra vez...

Al salir aún quedaba algún chico terminando de vestirse, me senté en uno de los bancos del vestuario y aparté mi ropa sucia a un lado mientras me secaba.

Al rato salió Nico de la ducha, con ese pedazo rabo colgado alegremente, estaba igual de bueno o más todavía de lo que lo había visto en mi sueño.

  • Hey Erik! - me dijo - hoy has estado muy serio todo el día, va todo bien?

  • Que mono - pensé - Es que este calor me reblandece el cerebro tío - acabé diciéndole.

  • Ya ves tío, hoy el calor ha sido demasiado, y más con la clase de gimnasia a esta hora - dijo el un poco por seguirme el rollo.

  • Mira, esto igual te anima un poco - dijo sacando el móbil y poniéndome un vídeo.

  • Es Carla, la de la clase de enfrente, he estado trabajándomela estos días y me ha mandado este vídeo - Explicó.

En el vídeo podía verse claramente a esta chica tocándose las tetas sugerentemente mientras ponía morritos.

  • Tiene buenas peras eh? - comentó echando una carcajada.

  • Joder, vaya que sí - le dije yo entre risas - Ya me contarás si te la haces al final.

  • Muy mal se me tiene que dar para que eso no pase - dijo guiñándome un ojo.

Seguimos charlando un rato más hasta que entró en escena el chico nuevo de la clase, Lucas creo que se llamaba.

Salía de las duchas con la toalla atada en la cintura y se quedó en pié mirandonos un poco cortado hasta que Nico le soltó una de las suyas.

  • Y a ti que te pasa atontao? Llevas un rato mirando, te gusta lo que ves o que? - le espetó.

  • Nada, no te lo creas tanto, si levantas el culo verás que estás sentado en mis cosas, sólo quiero vestirme - le contestó.

En ese momento no pude evitar reirme, me hizo bastante gracia como le plantó cara teniendo en cuenta que Nico es un armario empotrado.

  • Ya bueno, pues menos bromitas conmigo, no te conviene tenerme de enemigo - dijo Nico más chulo que un ocho.

  • Venga déjalo estar que tiene razón, nos hemos puesto aquí de charleta y ni nos hemos fijado en sus cosas - dije para calmar el ambiente.

Nos terminamos de vestir y metí mi ropa sucia en la mochila para no hacer esperar más al chico.

  • Va, date vida Nico que quiero pasarme por la cafetería antes de que cierren que me muero de sed - le dije.

  • Ya cansino, que pareces mi vieja con tantas prisas, estoy acabando - me contestó.

Una vez con todo recogido salimos de los vestuarios y nos dirigimos a la cafetería, pero Nico se para en el pasillo de la salida.

  • Oye tío, me acabo de acordar que tengo que pasarme a buscar algo de comer al súper antes de que cierren, ya nos veremos.

  • Ah vale, no te preocupes, luego hablamos - le contesté.

Estaba a punto de dirigirme a la cafetería cuando me dió la impresión que al recoger mi ropa me dejé algo atrás.

  • Pues nada, a la porra la bebida, es más importante mi ropa - me dije a mi mismo mientras me daba la vuelta.

Entré al vestuario para ver si era verdad que me había dejado algo y nada más cruzar la puerta escucho como alguien se mete apresuradamente en uno de los baños.

  • Aquí hay gato encerrado - me dije - voy a ver que pasa.

Me dí una vuelta por los vestuarios e hice como que me iba, incluso cerré la puerta un poco fuerte para que se escuchase bien.

Luego con todo el cuidado del mundo fuí acercándome a uno de los baños que estaban pegados al que estaba cerrado, y sin hacer el más mínimo ruído al caminar entré y cerré detrás de mí.

  • Menos mal que no ha chirriado la puerta, si no adiós al plan - pensé.

Con sumo cuidado bajé la tapa del retrete y me subí encima, y al asomarme ví algo que no me esperaba, era Lucas.

Estaba sentado en el retrete, oliendo con lujuria mis bóxers.

Acto seguido veo como se baja los pantalones y empieza a pajearse.

  • Esto es oro puro - pensé - tengo que grabarlo.

Saqué mi smartphone, y con cuidado de no hacer ruído lo puse en silencio para que no me delatase el propio teléfono al empezar a grabar.

La escena no tenía desperdicio, Lucas, el chico nuevo de la clase machacándosela a base de bien a mi salud, para ser tan tímido como parecía parece que le iba la marcha...

Me puse a grabar con el móvil asomando sólo el objetivo para que no se notase y mientras tanto yo lo iba viendo directamente desde la pantalla.

Después del sueño de esta mañana y de ver ahora esta situación ya no podía más con el calentón, me había puesto burrísimo ver así a Lucas, la verdad es que nunca había pensado en el de esa forma, pero el chico tenía su punto con esa cara de niño inocente, ese pelo rebelde con flequillo y esos ojazos café tan intensos...

Sin pensarlo mucho me saqué la polla por encima del pantalón corto y empecé a pajearme viendo el espectáculo.

Pude ver como se le desencajaba la cara de placer mientras seguía aspirando mis gayumbos, y se subió la camiseta por detrás de la cabeza mientras aceleraba el ritmo.

Después de un rato pajeandose y aspirando mi ropa interior le escuché decir:

  • Joder Erik como me pones...

Y acabó corriendose de una forma descomunal, tanto que llenó su pecho de lefada y hasta le llegaron chorros a la mejilla y al pelo, debía estar realmente caliente para correrse de esa forma.

Estaba encantado con lo que estaba viendo, tanto que la tenía como una roca y a punto de correrme también.

Bajé la camara y oí como se guardaba mis boxers en su mochila y como salía rápidamente del baño, al rato oí también como abría un grifo, para limpiarse ese estropicio que había hecho y acabó saliendo a toda prisa del vestuario.

Seguí pajeándome subido al retrete y enfocándome ahora a mí mismo con el móvil, ya no tenía sentido seguir allí de pié apoyado en la pared, pero de lo caliente que estaba la comodidad ahora mismo era lo de menos y continué a buen ritmo para terminar corriéndome contra la pared del baño.

Yo por mi parte también me había lucido la verdad, entre la sequía y el calentón que llevaba dejé la pared bonita de corrida.

  • Ufff... Vaya mañana loca la de hoy... - me dije por lo bajo.

Cogí un poco de papel para limpiarme a mi y a la pared y salí de allí con una sonrisa de satisfacción.

  • Tengo que conseguir el número Lucas - pensé mientras me iba a casa.

(...)

Al llegar me las arreglé para conseguir su número de una de las amigas que teníamos en común en clase, tuve que inventarme una milonga, pero sin mayor problema, cosas más difíciles había hecho hoy ya.

Estaba decidido a escribirle, pero no sabía muy bien como empezar, así que me dejé de historias y fuí al grano.

  • Lucas, soy Erik, no m pregunts como he conseguido tu numero, pero tiens algo q m pertenece.

No pasó ni medio minuto cuando me llegó su respuesta.

  • Que dices? Que voy a tener yo nada tuyo - respondió apresuradamente.

  • Venga va pistolero, q he visto lo que hacias con mis gayumbos en el baño de ls vestuarios, menudo pajote bueno te has pegado :P

Esta vez sí tardó bastante en contestar.

  • Me quiero morir... - escribió al rato.

  • Por lo que más quieras, no le cuentes esto a nadie o estoy acabado...

  • Tranqui, la verdad es q tengo otros planes - le contesté.

  • Y eso debería tranquilizarme? :S - dijo el.

  • Mira, d no ser por la pillada probablemente no me habría fijado en ti, pero el caso es que ahora me esta interesando bastante "conocerte" mejor, y de eso no te preocupes, queda entre tu y yo, lo prometo ; ) - le dije tratando de tranquilizarlo.

  • Vaya, pues no sé que decir, me has dejalo helado con todo esto - respondió.

  • Perdona por lo repentino de la situacion, pero verte asi me ha puesto muy caliente y tenia que hablarlo contigo :P - le dije.

  • Hmm, y que podemos hacer para remediarlo? :3 - contestó el finalmente.

Continuará...