Historias de jovencitas 4: martha y el productor
Las jovencitas regresan intente guiarme por la idea de un amigo llamado dudu espero les guste y comenten
HISTORIAS DE JOVENCITAS: MARTHA Y EL PRODUCTOR
Don Esteban y Doña Cintia, eran un matrimonio de clase media, que tenían tres hijos, Esteban el mayor, Felipe el mediano y Martha la mas pequeña, esta familia aunque sin lujos y privados de algunas comodidades vivían felices, Esteban padre trabajaba en una fabrica, al sur de donde vivían, mientras que Esteban hijo se había ido a los estados unidos (de ilegal) y trabajaba de lava loza en un restaurant, entre los dos mantenían el hogar, Esteban había dejado la escuela sacrificándose, para que sus hermanos pudieran sacar al menos el colegio bachiller.
Como pasa en algunas familias, los dos hijos hombres tenían la libertad de salir a donde se les pegara la gana, de tener novia y divertirse con sus amigos, sin embargo, estas reglas no eran las mismas para la pequeña Martha, que tenia que llegar a su casa de la escuela ,antes de las dos ya que salía a la una y el autobús tardaba una hora en llegar, no tenia permitido tener novio, es mas ni siquiera tenia permitido, tener amigos hombres o salir a pasear con sus pocas amigas, los fines de semana siempre se quedaba haciendo la tarea y cuando salía, siempre lo hacia con su madre o sus tías, eso era porque sus padres eran muy sobreprotectores, y mas con ella que al ser la única mujer y la mas pequeña todos, la cuidaban como si estuviera echa de cristal o como si estuviera destinada a pasarle algo malo.
en la primaria y secundaria, su madre siempre iba por ella a la hora de salir, pero en el bachiller ya no sucedió lo mismo, esto porque la escuela quedaba un poco lejos y los pasajes en autobús eran muy caros, así que le encargaron a Felipe ocuparse de esa tarea, pero claro que no debía permitir que Martha se alejara mucho o que hablara con alguien extraño, Doña Cintia le había mandado utilizar el suéter, que anteriormente utilizo Felipe y una falda del uniforme mas grande, ya que esta le había quedado en las rodillas y la señora se la bajo unos diez centímetros mas.
esto fue orden de Don Esteban, que al ver que su hija florecía convirtiéndose en una señorita, con un cuerpo hermoso, tenia miedo que los hombres se fijaran mas de la cuenta en ella, también Doña Cintia que la miraba cada vez mas bella, le prohibió usar maquillaje, los rasgos de su rostro juvenil era delicados, finos, sus ojos azul turquesa, quedaban perfectamente bien combinados con su cabello color negro intenso, sus labios carnosos color rojo, incitaban a los compañeritos de la escuela a querer probarlos, y si sumamos que todo esto era acompañado por su piel blanca, la hacían tener una belleza sin igual, que a su madre preocupo, de la misma manera que a su padre le preocupo su cuerpo, que parecía no dejar de crecer, desde que tenia 15 años, la chica ya tenia senos macizos, bien puestos en su lugar, que reventaban todos los sujetadores que su madre le compraba, su trasero no era la excepción, creció al parejo de sus senos carnosos y duros, sin rastros de estrías o cualquier otra anormalidad, su vientre plano con una cinturita angosta, no era normal en una chica tan voluptuosa, como seguro seria Martha, que era la única que sabia (junto con su madre), que era poseedora de ese cuerpazo.
los años del bachiller se fueron rápido, Felipe se graduaba dejando sola a Martha por un año mas, algo que preocupo enseguida a sus dos progenitores, ya que ahora era mas difícil que la señora se trasladara para ir a recogerla, pensaron en cambiarla de bachiller a uno mas cerca, pero la chiquilla no quería dejar a sus pocos amigos, y pidiendo un poco de confianza les dijo que ella se podría viajar sola, que no había problema, de ninguna manera sus padres estaban de acuerdo, el señor dijo que solo seria un año, que el le daría dinero a su madre, para que la chiquilla estuviera bien cuidada, y así paso empezó el año escolar y la señora Cintia, estaba puntualita en la entrada del bachiller, para recoger a su adorada hija.
por esos días, Esteban el hijo mayor de la familia a sus 27 años, comenzaba una familia con una chica que al quedar embarazada, le exigía mas al joven y hablando con su padre, se disculpaba por ya no poder mandarle dinero, la situación el la casa no era del todo buena, porque a Don Esteban tampoco le iba muy bien en la textil, habían paros laborales por parte de los empleados, que exigían mas sueldo y mas prestaciones, haciendo que las huelgas se extendieran a mas de una semana, y ya cuando pensaban que se arreglarían las cosas y regresarían a trabajar, había inconvenientes y de vuelta habían paros laborales, una semana estaban bien y dos no, incluso a veces eran días los que trabajaban, para después volver a huelga, Esteban padre estaba desesperado, el dinero que habían ahorrado se terminaba, la única solución fue mandar, a su hijo Felipe a los estados unidos con su hermano, para que el mandara dinero, como antes lo hiciera el mayor. -papa deberás no puedo alojar a mi hermano aquí, ya somos tres y con el bebe, la casa estará llena lo siento, pero tendrá que esperar-le decía el joven por teléfono, el señor Esteban estaba muy molesto por la actitud hacia con su hermano.
-tienes que ayudarnos, Felipe se quiere ir para allá y quien mas que tu, para recibirlo y buscarle empleo, cuento contigo-el señor se lo dijo como si estuviera ordenando, el debía ayudar a su hermano y no le importaban los pretextos, que pusiera su primogénito.
Los días pasaban y el señor Esteban, le exigía a su hijo ya era insoportable, por las noches el señor le hablaba todos los días, en busca de respuestas, Esteban hijo ya no quería contestar el teléfono, su novia y ahora esposa Lucia pensaba en como ayudarle a su amado, que lo veía muy cabizbajo, y recordando algo se lo comunico.
-Esteban mi amor ya tengo la solución, escúchame, mira mi primo Iván quiere ir a tu país, por un tiempo, desde hace mucho que lo desea, para arreglar sus negocios por allá, el problema es que no quiere gastar en hoteles, si quieres hacemos un cambio, el que se baya para allá y tu hermano, que venga a quedarse aquí con nosotros, ¿que te parece?-dijo la mujer que trataba de ayudar y a ella le parecía un buen plan.
-eso seria una opción ¿pero crees que tu primo quiera ir ahora? y por otro lado, no creo que mi padre lo apruebe, pero de todas maneras se lo hará saber, gracias mi vida-Esteban se puso feliz, por tener una posibilidad de ayudar a su hermano, ya eran unos cuantos años, que no veía a ninguno de sus familiares y tenerlo de cerca una vez mas, lo entusiasmaba.
Una vez mas, el señor se negaba a recibir en su casa a un desconocido, su hijo lo trataba de convencer, pero era duro como una roca, Esteban desesperado le dio un ultimátum o era así o su hermano se tendría que quedar, Doña Cintia un poco mas accesible, le dijo a su esposo que aceptara, la falta de dinero cada vez era mas frecuente y por su edad, al señor ya no le daban trabajo o era mas difícil conseguirlo, y no habiendo de otra y de muy mala manera termino aceptando.
y así fue como dos semanas después, la familia despedía a Felipe en la frontera, todos habían ido a dejarlo, para también recibir al primo desconocido, de la novia de Esteban, ellos crían que seria un joven, Felipe partió de indocumentado escondiéndose de la migra, dejando a su mama y hermana muy preocupadas, su padre le daba instrucciones para que en cuanto llegara, se pusiera a trabajar para mandar todo el dinero que pudiera, y el chico muy obediente la decía que se esforzaría lo máximo para ayudarlo.
ese mismo día a las siete de la noche, bajaba del avión que venia de estados unidos, un tipo de 57 años llamado Iván Menchaca, este señor era un mastodonte, con la cabeza rapada, unos cachetotes, bigotes y barba de candado llena de canas, alto como de 1.85, con unos brazotes musculosos, que no se llevaban con la barriga que se cargaba, con el cuerpo lleno de tatuajes, los mejores eran uno de la santa muerte, que tenia en el brazo derecho, uno de la lengua de los rolling stones, que tenia en el izquierdo, en su espalda tenia una cadena bien tatuada, que iba de su cuello a su zona baja de la espalda, a un lado de esta tenia a Quetzalcóatl, el gran dios azteca y del otro, nombres de unas veinticinco mujeres, estos tatuajes no se le veían, ya que por llegar bien trajeado, se escondían dentro de la ropa, dando un aspecto distinto, al que realmente era, la familia lo esperaba afuera del aeropuerto, con un anuncio con su nombre, este al verlo se dirigió a ellos saludando, muy educadamente.
-buenas noches, ustedes deben ser la familia de mi gran amigo Esteban, la familia Barrientos, yo soy Iván Menchaca, mucho gusto en conocerlos-les dijo estirando la mano, para saludar al jefe de la familia.
-si somos nosotros, ella es mi esposa Cintia y mi hija Martha, bienvenido señor-respondía Esteban con un apretón de manos, Iván después saludo a la mama, para después saludar a la jovencita, mirándole la cara detalladamente, pensando que era muy hermosa, esto no lo noto el papa, pues había ido a conseguir un taxi, para partir al hotel donde se hospedaban, para por la mañana salir a su ciudad.
por la mañana salieron, el señor Esteban subió al autobús sentándose con su hija, no quería que la chica, tuviera ningún contacto con ese tipo desconocido, y prefirió que su esposa fuera con el, la señora le hacia preguntas sobre que negocios venia a tratar, y el le respondía lo que quería saber sin pensar ni ponerse a la defensiva, al contrario de eso termino por ganarse en ese corto tiempo a la señora, por que según ella tenia los mismos gustos en moralidad y decencia, la señora quedo encantada por ese señor desconocido.
llegaron al hogar, donde situaron a Iván en el cuarto de Felipe, que ahora que ya no estaba, no lo ocuparía mas, para después sentarse a comer, lo mismo sucedió como había pasado en el autobús, el señor sentó a su hija lejos de Iván, que se había dado cuenta que Don Esteban, hacia todo lo posible por alejar a su hija de el, todos comían en silencio, Iván se las ingeniaba para mirarla sin que nadie se diera cuenta, pensando en porque el señor actuaba así, -acaso la chiquilla era una de esas chicas fáciles, que se van con el primero que les propone coger, o será que la cuida demasiado- pensaba el, terminaron de comer la chica se levanto de su lugar despidiéndose, para meterse a su alcoba, que era la que estaba enfrente de la de Iván, las dos estaban al fondo.
los días siguientes, se la pasaron conociéndose, por las mañanas el Esteban se iba a trabajar, cuando la fabrica llegaba a acuerdos que enseguida se destruían, la señora se iba al mercado a comprar la comida, para después ir por Martha a la escuela, mientras que Iván se salía y ninguno de la familia sabia a donde, solamente sabían que siempre cargaba una buena cantidad de dinero, dos meses habían pasado y la situación del señor Esteban empeoraba, y no alcanzaba con lo que Felipe mandaba de los estados unidos, Iván les ofrecía ayuda, pero Esteban se reusaba a recibirla.
asta que lo inevitable llego, el despido del jefe de la casa de la fabrica textil y lo peor, es que fue sin sueldo y sin retribuciones económicas, la empresa serraba dejando en la calle a cientos de empleados, desesperado buscaba y buscaba empleo pero al tener ya 50 años, era difícil encontrar, el único que encontró fue uno de vigilante, en una plaza de tiendas muy lujosas, lo malo es que trabajaba 24 por 24, (o sea un día si y un día no) , y aunque ya le tenia algo confianza a Iván, le seguía pareciendo mal dejar solas a su esposa e hija, así que le dejo instrucciones a Cintia, que por ningún motivo dejara sola en la casa a Martha, con ese hombre.
para Iván le era extraño que la chica, siempre vistiera ropa una o dos tallas mas grandes de lo que realmente se debiera comprar, en estos dos meses también había notado que todos sus calzoncitos, (esto lo vio de casualidad) eran de paracaídas o sea muy grandes, pero lo que mas llamo su atención fue que los sujetadores, que encontraba colgados en el tendedero de la azotea cuando subía a fumar, eran muy grandes pero dedujo que eran de la señora -una chica de su edad no los tiene de esas dimensiones-pensaba el viejo.
Don Esteban segado por los problemas laborales y por llegar cansado, bajaba la guardia de cuidar de su hija, mientras que la señora había echo buena amistad Iván, y ya casi le permitía todo en los días que no se encontraba su esposo, el cual ni de eso se daba cuenta, mientras para Martha todo seguía igual, era tan inocente y bien portada como siempre, de la escuela a su casa y viceversa.
Una tarde que la señora estaba apurada haciendo la comida, no se dio cuenta de la hora que marcaba una y media de la tarde, sobresaltada se veía ansiosa quería salir a recoger a su hija, pero no encontraba las llaves, típico en alguien que se le hace tarde, en esas estaba cuando llego Iván feliz miro a Cintia viendo que tenia prisa.
-mire, señora mire, lo que me acabo de comprar-le dijo Iván sacándola de la casa, para que viera que se había comprado un carro de la marca jetta negro, que brillaba con la luz del sol, la señora por las apuraciones, ni siquiera le tomo importancia.
-es bonito Don Iván, pero por favor présteme sus llaves de la casa, es que se me hizo tarde para recoger a mi hija y ya salió de la escuela- a Iván rápidamente se le vino a la mente, la oportunidad de estar a solas con la chica y le dijo.
-si quiere yo voy por ella en el carro, llego en quince minutos, ya se el camino-esto lo sabia por que en algunas ocasiones, había acompañado a la señora.
-no como cree, mi esposo se enojaría si lo sabe y no quiero molestarlo a usted con eso, mejor vamos los dos-a lo que el viejo respondió.
-le diré que no es ninguna molestia, solo será por hoy y su esposo no tiene porque enterarse, así usted vigila los frijoles, si yo me quedo se me podrían quemar jajaja-esto lo dijo subiendo al auto, inmediatamente lo arranco, dejando a la señora parada en la banqueta, sin opción de seguir resistiéndose, Iván solo escucho el grito de la señora, diciendo que no se tardaran.
Don Iván llego a la escuela y antes de estacionar el carro, miro que una jovencita estaba parada sola en la entrada, mientras que un grupo de chicos, platicaban alegremente casi junto a ella sin siquiera mirarla, esto le extraño ya que pensaba que la chiquilla era otra fuera de la casa, pero al parecer era la misma solitaria, que nunca salía del hogar, estaciono el carro bajo y camino hacia ella parándose al frente, ella que tenia la vista abajo, se sorprendió al ver al viejo solo.
-Don Iván que susto me acaba de dar, que hace usted aquí ¿y mi mama?-pregunto la jovencita, reponiéndose de la impresión.
-a tu mami se le hizo tarde, y no pudo venir, me pidió de favor que yo te recogiera, pequeña Martha ¿esa es tu mochila?-el viejo le pregunto levantando la mochila del suelo, para colgársela en el hombro, para la chica era muy pesada, pero para el solo se trataba de algo normal.
-Don Iván yo la llevo, no se preocupe-dijo la jovencita, algo apenada tratando de quitársela.
-no pequeña Martha, de ninguna manera te vez muy cansada, además solo será asta la esquina-el viejo la tomo de la mano entrelazando los dedos, como si de una niña de primaria se tratara, Martha se sintió extraña, al caminar así por la calle, con un hombre que no era de su familia, sintiendo una mano de gruesos dedos, apretándole la suya sin hacerle daño, mas bien era como tratándola de proteger, asta llegar al carro.
-que te parece mi nuevo carro, me lo acabo de comprar-le dijo el viejo sonriéndole, pero a Martha no le importo, total era de el no de su padre y fingió gustarle la sorpresa.
-es muy bonito señor, a mi me hubiera gustado mas, si fuera rosa- dijo sacándole una sonrisa al señor.
-jajaja pero se ve que los gustos de las mujeres son otros, anda súbete que tu madre nos espera para comer-el viejo Iván, le abrió la puerta de adelante y echo la mochila en la parte de atrás, para luego el subir y partir al hogar, ya en el carro el señor miro a la chica que solo tenia la vista al frente, y aprovechando su primera vez a solas con ella, comenzó una conversación para conocerla mejor.
-dime pequeña Martha ¿tienes novio?-la chica no contesto, le incomodo un poco la pregunta, quedándose en silencio.
-perdón pequeña, a lo mejor es un secreto, no debí preguntar-dijo el viejo por la actitud que tubo Martha, con esa pregunta.
-no se preocupe y no, no tengo novio, mi padre dice que no debo tenerlo, y yo le obedezco-Martha platicaba como si en realidad tuviera 12 o 13 años, no aparentaba los 17 o casi 18 que iba a cumplir en un mes.
-pero a lo mejor, traes muertos a muchos amiguitos tuyos, de la escuela ¿no crees?-la chica lo miro triste, no quería seguir con la platica, pero era muy educada para decirle el viejo.
-pues yo… la verdad yo…. no tengo amigos, solo tengo una amiga, pero casi no platico con ella, mis papas no me dejan salir, pero usted ya se habrá dado cuenta de eso-el viejo si la noto un poco inconforme hacia con sus padres.
-si los jovencitos deben tener muchos amigos, si tu quieres yo puedo ser tu amigo, se que soy muy viejo, pero te aria bien platicar de vez en cuando, con alguien que no sea de tu familia ¿no crees?-el viejo le sonrió, la jovencita devolvió la sonrisa, pensando que tener al menos un amigo, aunque este fuera un señor de edad, era bueno y mas en su caso que la mayoría del tiempo estaba sola, no se permitiría despreciar una amistad.
-señor Iván, me gustaría mucho ser su amiga, solo que no se den cuenta mis padres o si no, se enojaran-la chica seguía sonriendo, sintió que su padre lo había juzgado mal, este señor era muy amable, aunque su aspecto a veces era el de un maleante, la chica sentía que por dentro tenia buen corazón, llegaron a una calle donde había mucho trafico, haciendo que los carros fueran a vuelta de rueda, y en ocasiones asta detenerse por unos segundos, hacia calor y el viejo se acordó que en la parte de atrás, debajo de los asientos, había puesto una botella de agua, así que le dijo a Martha.
-bueno entonces será nuestro secreto, pequeña Martha hazme el favor de pasarme la botella de agua, que esta atrás en el asiento y te comparto de ella, hace mucho calor aquí-dijo el viejo que no tenia ninguna mala intención, pero en unos segundos todo cambiaria, gracias a la chiquilla ingenua he inocente.
-si don Iván yo se la paso- diciendo esto, la jovencita se volteo subiendo las rodillas al asiento, tratando de alcanzar la botella, pero no podía así que se estiro mas, quedando sus nalgas bien paradas justo en la cara del viejo, que se sorprendió al ver dibujadas en la falda escolar, las tremendas caderas de las cuales era poseedora la jovencita, y que por usar ropa holgada no se le notaban.
-que caderona estas chamaca-dijo sin pensar que lo podían escuchar.
-¿Que, que dijo Don Iván?-pregunto Martha que pensó oír algo, que no entendió.
-nada, nada ¿ya la alcanzaste?-al viejo se le metió el diablo enseguida, quería tocar y comprobar si era verdad lo que veía.
-no esta muy lejos ¡aaaahhh!- la chica se esforzaba por obtener la botella, pero estaba un poco lejos y ella se comenzó a atorar entre el asiento y el techo del carro, haciendo la tarea mas difícil, el viejo no aguantando mas, quería tocarla pero sabia que la chica se molestaría, y mejor intento ver, en un paro momentáneo por el trafico, tomo de abajo la falda de Martha y la levanto lo mas que pudo, al ver que la chica toda empinada no se daba cuenta, la levanto mas y ante su mirada, llegaron las imágenes que se estaba imaginando, un par de nalgas blancas, redondas, carnosas, sin rastros de estrías o celulitis, enfundadas en unos grandes calzones rosas, que de un lado los tenia incrustados en su raya, dejando libre su nalga izquierda, a su nariz le llego un aroma a vagina sudada, que le enervo la sangre.
Tomo su celular y le tomo un corto video a su trasero, después bajo la falda poco a poco para que la chica no se diera cuenta, a tiempo por que la chica había alcanzado la botella, y ya se volteaba para regresar a sentarse.
-aquí tiene señor Iván- dijo la chica, que por el esfuerzo y el calor de la tarde, termino acalorada y ya quería que Iván, le compartiera del liquido, el viejo le lo abrió y le dio un trago, ofreciéndole lo demás, a la vez que los carros volvían a avanzar.
- no tienes calor pequeña Martha ¿si quieres te puedes quitar el suéter?-le pregunto el viejo, la chica lo dudo un momento y pensando que al llegar solo se lo pondría, (esto por que tenia prohibido quitárselo) no vio por que no hacerlo, total ya era amiga del señor que la acompañaba y el no la acusaría.
-si hace un poco de calor-Martha tomo el suéter y lo retiro de su cuerpo, una vez mas a sus ojos del viejo, le llegaron la imágenes de un par de tetas, que se mostraban grandes por debajo de la camisa escolar blanca, el viejo comprobó que los sujetadores colgados en la azotea, eran de ella y otra diablura le llegaba a la mente.
-toma te doy de mi agua, para el calor ¡hay perdón!-Iván pedía disculpas fingidas, al derramar en la camisa de la chica el liquido, que al contacto le trasparento y le pego la camisa a las tetas, dejando ver un poco de piel y parte del sujetador, que también era rosa, el viejo quedo maravillado, mientras la chica reía por la torpe acción de Iván, que comenzó a reír también.
-¡jajaja mira como me dejaste! se va a dar cuenta mi mama, mejor me pongo el suéter -dijo riendo a carcajadas, el viejo no perdió detalle de esas montañas de carne que se cargaba la chica, y observo que parecía que era muy inocente o muy estúpida, para no darse cuenta que le estaba mostrando, buena parte de su anatomía tetaría.
-¡jajaja! no te lo vayas a poner si no lo mojaras, además con este calor, es mas fácil que la camisa se te seque mas rápido-Iván reía para que Martha no se sintiera mal, ella accedió y se coloco mas cerca de la ventana, al rayo del sol, siguieron platicando, mientras el viejo no paraba de ver la camisa mojada de la chica, que no se daba cuenta de ello y efectivamente cuando llegaron, la camisa se había secado por completo, Martha se volvió a colocar el suéter y entraron, ese día a Esteban le toco trabajar así que no estaba, en cuanto llegaron, comieron y al terminar, Cintia e Iván se sentaron en la sala a ver la televisión, mientras que Martha se fue a su cuarto a hacer la tarea.
Después de ese día la chica y el viejo, tenían mas confianza, la señora que siempre estaba al pendiente, algunas veces se sentía feliz, de que su hija tuviera a alguien a parte de ella, con quien pasar un rato agradable, su actitud cambio un poco dejando incluso que platicaran a solas, sin perder detalle de lo que el viejo le decía, y para ella todo lo que platicaban, que en su mayoría eran vivencias de Iván, y cosas escolares de Martha estaban bien.
Lo que no sospechaban, es que por dentro Iván, quería ver toda desnuda a la chiquilla, todo el tiempo trataba de ver sus senos o el triangulito de su calzón, cuando la chica usaba falda, pero la ropa que usaba ella no le ayudaba, desesperado en algunas ocasiones, iba al cesto de la ropa sucia a buscar calzones de ella, para poderlos oler o para masturbarse con ellos, acompañándose también el corto video, tomado ese día en el carro.
el cumpleaños de Martha se aproximaba, y el sacaría provecho de la situación, compro un marco para cuadros, un poster de Juan Pablo II, un reloj de pared y una mini cámara espía, que era tan pequeña, que cabía en un dedo, y sin que nadie se diera cuenta, comenzó a construir un cuadro reloj para la habitación de Martha, el reloj quedo al lado inferior izquierdo del cuadro y el centro de las manecillas era la mini cámara, que no necesitaba cargarse, ya que se activaba con pilas doble AA y el mismo reloj le daría energía, la cámara venia con un programa de computadora, para ser manipulada desde ahí para mayor comodidad, terminando todo la probo en su cuarto, viendo que funcionaba bien para sus propósitos.
-¡feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños Martita! ¡Feliz cumpleaños a ti!-cantaban los padres he Iván, con un pastel en la mesa con el numero 18 como velitas, le dijeron a la chica que soplara y ella apago todas, entre aplausos se dispusieron a entregar los regalos, el primero fue el papa, este le regalo el nuevo disco de one direction, que era el grupo favorito de ella, su mama le regalo una cadenita de oro con su nombre, pero el regalo de Iván, fue el que puso a saltar de emoción a Martha cuando lo abrió, pues este le regalaba una laptop hp, el señor Esteban estuvo a punto, de no permitir que la chica aceptara el regalo, pero pensó que era su cumpleaños y no quiso hacer un escándalo.
-esperen, esperen por favor, falta un regalo mas y es el mas importante para mi-Iván saco el cuadro con la imagen del papa fallecido, a Esteban y a Cintia les pareció el mejor regalo de todos, y no es que fueran fieles creyentes, si no que seguían mucho a Juan Pablo II cuando vivía, a Martha no le gusto mucho, pensó que era un cuadro de su grupo favorito, pero no importaba estaba feliz de que le regalaran una computadora, ya que nunca había tenido una.
-Hija se va a ver muy bonito tu cuadro en tu cuarto, anda ve a colgarlo-decía su madre emocionada.
-no debió haberse molestado Don Iván, pero debo aceptar que este regalo si me pareció de muy buen gusto, y el reloj quedo perfecto ahí, donde lo compro para yo poder comprar uno-decía el señor Esteban, que se veía que le agradaba mucho ese regalo.
-esto no lo venden en ninguna tienda, yo compre todo separado y lo hice, espero que te guste pequeña Martha-la chica se acerco y le dio un beso en la mejilla, parándose de puntas justo enfrente de sus padres, dejando al viejo con la boca abierta, ella nunca se acercaba tanto, estaba emocionada por la laptop, pero al recordar que sus padres estaban ahí, rápidamente volteo a verlos esperando el regaño, pero los dos miraban el cuadro admirándolo y no se dieron cuenta, de lo que acababa de hacer su bien portada hija.
- no lo puedo creer, le quedo perfecto, vamos hija vamos a colgarlo todos de una vez, tiene razón tu madre se va a ver muy bien el tu habitación-dijo el señor, que enseguida se fue por un clavo y un martillo, para empotrar en la pared el dichoso cuadro, que no sabia que seria la perdición para su hija.
el cuadro quedo colgado enfrente de su cama, para que la chica lo viera cada que se levantara según el papa, para Iván quedo en perfecta posición, de ahí tomaría todo, salieron rumbo a la sala para seguir la fiesta de cumpleaños, una hora mas tarde todos satisfechos por el pastel, se fueron a dormir, primero la chica y enseguida el viejo apurado, diciendo que había sido un día muy cansado para el, llego a su cuarto prendió su computadora y corrió el programa que hacia funcionar la cámara, desde ahí podía moverla a todas direcciones, y también podía manipular el zoom, que no era muy potente pero el cuarto al ser un poco pequeño, casi no lo necesitaría se veía bien.
miro que la chica estaba sentada tratando de formatear la computadora, y tardo una media hora en hacerlo, después se puso contenta de haberlo logrado y se puso a bailar como niña chiquita, festejando su logro, para Iván fue gracioso ver a la chica haciendo piruetas, lo esperado por el viejo llego, la chica se acerco al cajón donde guardaba su pijama, y se comenzó a quitar la camisa que traía, para después sentarse en la cama y zafarse sus tenis, se levanto un poco y retiro su pantalón, dejando ver unos grandes calzones nada sexys, que al viejo no le gustaron, mientras esto sucedía, Don Iván se daba cuenta que la chica era un encanto, su cuerpo ya en ropa interior y sin toda esa ropa holgada, era de lo mejor, Martha era dueña de unas tetasas, un culazo y una piernotas dignas de concurso, como era posible que no lo mostrara, pensaba el hombre que se sobaba la verga por encima del pantalón, mientras la chiquilla buscaba lo que se iba a poner para dormir.
Martha saco un pijama de algodón, que parecía de hombre, cubriendo su cuerpo con la camisa a cuadros rosa, que inmediatamente le tapo todo lo que el viejo quería ver frustrándolo, no podía creer que no usara camisones sexys, ella tomo el pantalón que al igual que toda su ropa, era dos tallas mas grande, y se tiro a la cama quedando casi al instante dormida.
pasaron unos días, donde la chica hacia lo mismo, al viejo e le agotaba la paciencia, no podía creer que toda esa carne era desperdiciada, por otro lado se había ganado ya por completo a la señora Cintia, y no le importaba tanto el señor porque no estaba todo el tiempo, unos días mas adelante ya enojado, por hacer un gasto innecesario con el cuadro regalado, se decidió a ir mas allá, pero debía ser cuidadoso, si no seguro lo echarían y no ganaría nada, ya que entre mas cerca de la jovencita mejor, el viejo Iván se encontraba en su cuarto, pensando muy seriamente y a su mente llego una idea.
-pero como soy pendejo, si a esto me dedico, pinche chamaca ya valiste madres, te voy a ver encuerada, es mas te voy a vestir como a mi me gusta jajaja - reía el viejo solo, por lo que iba a hacer.
a la mañana siguiente, el señor Iván abordo a Cintia que estaba cocinando, para comenzar el plan que ingenio la noche anterior.
-¡señora que rico huele! dígame, como se encuentra hoy-pregunto el viejo
-muy bien señor Iván, aquí apurándome para darles de comer, ya ve que es sábado y mi esposo trabajara todo el día -decía la señora, que seguía cocinando sin voltear
-de eso le quería hablar ¿Por qué no sale usted y su hija a algún lado? así no se aburrirán, este sábado tan bonito-dijo el viejo sorprendiendo a la señora.
-hay no se puede, no tenemos dinero, ya ve que mi Esteban no gana mucho y Felipe dejo de mandar dinero, creo que esta muy enfermo el pobre de mi hijo- decía despreocupada la señora, por que sabia que su hijo solo tenia un resfriado fuerte.
-que tal si nos vamos usted y yo, dejamos a Martita sola total ya es una señorita y nos vamos al centro de la ciudad, que todavía no conozco bien-la señora se volteo rápido, pensando que lo que decía Iván era una broma, pero al ver su cara seria se ruborizo no creía que le pidiera eso, ella era algo gordita a su mente, llego la idea de que el viejo la quería seducir y se negó rápidamente.
-hay no como cree Don Iván, que diría mi esposo y mi hija, si yo saliera a solas con otro hombre, no ni pensarlo-dijo algo colorada, por la pena y es que no podía negar que se sentía un poco atraída por el viejo, que a veces se paseaba sin camisa por la casa, cuando estaba a solas con la señora.
-entonces déjeme ir con Martha, le prometo que la cuidare bien-le dijo el viejo acercándose para tomarle el mentón, a una señora que por estar en la cocina estaba toda sudada y llena de grasa, que por obvias razones suelta la comida.
-este…yo…yo, no se Iván su papa podría enojarse si….-de pronto entro Martha a la cocina, preguntando si ya estaba la comida, la chica ingenua aunque vio muy cerca a los dos señores, no sospecho nada pero la señora si se exalto, sabia que estaba haciendo mal y casi la sorprenden.
-hija estaba platicando con Iván, me decía si querías ir al centro con el, a dar una vuelta- a la señora se le olvido asta que no debía dejar a su hija salir, pensaba que había sido descubierta por su niña, en una situación comprometedora y no pensó bien las cosas.
-de veras me das permiso, si, si me gustaría ir Don Iván, a que hora nos vamos-dijo emocionada, ella nunca salía con nadie el fin de semana y cualquier escape de su casa, era lo mejor.
-pues ya ahorita son las tres, es buena hora-dijo el viejo apresurado, la chica subió corriendo a su cuarto a traer su bolsa, no importándole nada.
-¡no espera hija!, ¡primero coman! – grito la señora, que no sabia lo que realmente había pasado, subiendo rápidamente atrás de Martha.
-jejeje que estúpida señora, tan rápido cayo en la trampa, se ve que le gusto sacare provecho de eso también-pensó Iván, que su plan había salido a la perfección, en la alcoba de Martha, Cintia le decía que fue un error decirle que podía ir, pero como se trataba de Iván la dejaría, también le dijo que tuviera cuidado, por si el se le acercaba mucho o la trataba de llevar a otro lado, nunca le había hablado sobre los hombres y sus intenciones, pero ahora tenia el tiempo encima y la chica no le entendía ni media palabra, para ella era como salir con su mama y su papa.
-tranquila mama, el señor Iván es muy bueno conmigo, es como si fuera mi abuelito-dijo la chica tomando su bolso.
-si hija si tienes razón, que tonta soy solo que no le digas a tu padre que te deje ir, ya sabes como es y se molestaría mucho-decía la señora, dándole la bendición, pesado en no preocuparla y que disfrutara de su salida.
Salieron de la casa, los dos se despidieron de la señora, que les decía que se quedaran a comer, pero Iván le dijo que le invitaría una pizza o una hamburguesa, haciendo que la chica se emocionara más.
Iván manejaba emocionado, su primera parte del plan le había resultado y estando a solas con la chamaca inocente, seria muy fácil convencerla de hacer cosas que nunca hacia, Martha le platicaba cosas que al viejo le parecía que no tenían sentido, pero aun así le ponía atención, tal vez diría algo comprometedor de su vida y sacaría provecho de ello, pero la señorita solo platicaba de música y de la escuela, así llegaron al centro, bajaron del auto y caminaron viendo las tiendas que había cerca, la chica de vez en vez se adelantaba para mirar los aparadores, o a veces tomaba la mano del viejo y lo jalaba para apresurarlo y los viera con ella, Iván noto que a la chica todo se le antojaba, esto era por que al salir sin comer, sentía hambre y ya quería hacerlo, pero le daba pena decirle al viejo que le invitara algo, para la gente en su alrededor no eran mas que un abuelo y su nieta que paseaban, y para los que ponían atención, era muy lindo ver que el señor, se dejara jalar sin protestar de una niña traviesa de 15 años, todos no podían estar mas equivocados.
-¿tienes hambre? ¿Seguro quieres comer algo pequeña Martha?- el viejo pregunto y la chica, volteándolo a ver y tomándose el vientre le dijo rápido.
-si, si tengo mucha hambre, vámonos a la casa para comer – ella no se quería ir, sabia que seria el fin de un día lindo, pero no quería pedirle nada al señor.
-y no te gustaría mejor comer en ese restaurant-le dijo a la jovencita, volteándola de los hombros y mostrándole un lugar que decía “pizzería panuchis,” que el puro nombre decía que es lo que iban a comer, alegrando a Martha que no comía pizza desde hace mas de dos años.
-si, si me gustaría pero….es que yo…no quiero que gaste, ahí es muy caro mejor vamos a la casa- la chica quiso caminar para otro lado, pero el viejo que la tenia de los hombros, la encamino hacia la puerta de la pizzería, este era tan fuerte que no le costo llevarla y meterla al lugar diciéndole.
-si mi niña quiere comer ahí, ahí es donde comeremos, no faltaba mas, no te sientas mal, para mi ese lugar no es nada caro, pide lo que quieras chamaca-la jovencita entro al lugar, pensando que estaría lleno, por la hora y por ser pizzas pero no, este estaba casi vacio, solo habían dos parejas de jovencitos como de su edad, que disfrutaban de la comida, el viejo la condujo a una mesa que estaba esquinada y solo tenia un sillón como en curva, sentándose muy cerca de ella, que solo pensaba en que ingredientes, debía tener el dichoso alimento.
pidieron la pizza mitad hawaiana, mitad chori-queso, la chiquilla la devoraba como si de su ultima cena se tratara, mientras que el viejo pensaba en el comportamiento poco inusual de ella, al compararla con los jóvenes que se encontraban alejados, pero justo enfrente de ellos, estaban comiendo cuando una de las chicas, se levanto del lugar y se sentó en las piernas del que parecía su novio, para comenzar a besarse de una manera sin igual, a lo que Martha dejo de comer, para mirar el espectáculo que los dos jovencitos le estaban dando.
-se antojan esos besos ¿verdad pequeña Martha? mira como ella lo devora con su boca-dijo el viejo, que miro como Martha agacho la mirada sin contestar nada, incluso pareció algo avergonzada.
-que no te de pena, todos hemos besado así alguna vez, asta tu te has de meter tus buenos besos-Martha termino de tragar el bocado de pizza que tenia en la boca, y contesto muy levemente.
-no…no quiero hablar…de eso- ella lo decía un poco triste y apenada, como si nunca hubiera echo algo así.
-¿nunca as besado en la boca a alguien Martha? dime es verdad eso, por qué a una chica tan linda, no la han besado, que pasa con estos jóvenes, que no ven lo linda que eres-pregunto el viejo que ya sabia la respuesta.
-yo…nunca he…yo no soy linda soy fea ¡nadie me hace caso en la escuela nadie!-ella se volteo dándole un poco la espalda, triste por lo que a su edad nunca había echo eso, y apenada de contarle a un señor esa confidencia, el viejo entonces la volteo y tomándola del hombro, la abrazo poniendo la otra mano delicadamente en las caderas de la chica, para después atraerla hacia el apretándola contra su pecho, la otra mano también apretó la cadera, el viejo mañoso levanto un poco esa parte, para tocar un poco mas abajo, logrando posar su mano en la nalga de la chica, que inocente como era no le dio importancia.
-tu no eres fea, apuesto que eres mas hermosa que las jovencitas que están ahí, solo que no te vistes como debieras, ven te llevare a un lugar, donde probare que lo que te digo es verdad-el viejo la tomo levantándola del lugar, ya le urgía empezar la segunda parte del plan que había formulado para Martha, que se dejo llevar a la salida del restaurant.
en el auto, Iván manejaba saliendo del centro, donde Martha nunca había estado, ella estaba algo distraída y no se dio cuenta, por donde se la llevaba el viejo que manejo cerca de media hora, la jovencita dándose cuenta que se alejaban, no se decidía a protestar y cuando lo hizo, ya era demasiado tarde.
-señor Iván adonde vamos, yo…yo no quiero ir, vámonos a la casa por favor-le dijo pero el viejo se detenía en frente de una gran tienda de ropa.
-pero si ya llegamos hermosura, ahora quiero que me prometas, que te probaras, todo lo que te pida si amorcito-Iván ya le empezaba a hablar algo mas avanzado a una Martha, demasiado confundida por el tono y las palabras de el.
-hermosura, amorcito, por que me habla así –pensaba la chiquilla que afirmaba con la cabeza prometiendo lo que Iván le decía, Iván le habría la puerta para que ella bajara, la tomo de la mano y llego a la tienda, donde ella vio que estaba cerrada, pasaron unos segundos donde abrió una señora güera, alta casi de la estatura de Iván, de unos 48 años, también llena de tatuajes, muy delgada con un cigarro en la mano.
-como estas Iván mi amor, ella es la chica del cambio de look, hola soy Carolina mucho gusto princesa-lo primero que noto Martha, es que la señora le hablaba bonito a Iván, como con respeto pensando que ella era su novia.
-yo soy Martha, como esta usted- le dijo mientras la hacían pasar el lugar estaba lleno de ropa, caminaron asta los probadores que estaban al fondo, todo parecía como si fuera que los estaban esperando.
has lo que tengas que hacer con ella, apúrate por que solo tenemos poco tiempo-Martha escucho a sus espaldas, que Iván le daba instrucciones, Carolina la metió a un cuarto contiguo, ella solo se dejaba llevar.
-quedaras mas bonita de lo que ya estas, tienes un rostro perfecto, casi angelical-le dijo la señora, que trataba de calmar a una Martha, muy tensa y que se le reflejaba en el rostro.
Carolina comenzó sentándola en un sillón, que estaba justo enfrente de un espejo, que tenia en todo el contorno focos prendidos, mojo su cabello que siempre estaba sujeto en una coleta, lo lavo y cepillo para peinarlo de lado, dejándole un pequeño copete y después lo seco, abrió el cajón y saco todo tipo de maquillajes, que empezó a ponerle en la cara, ella al principio se quejaba, pero al ver como iba cambiando su cara, se tranquilizo total estaba con la novia de Iván no podía hacerle nada.
-eres una belleza jovencita mírate-la señora volteo la silla y Martha quedo impresionada, por lo hermosa que se veía, giraba la cabeza, se miraba el cabello, había quedado como una muñeca.
-aquí esta tu ropa, cámbiate esperare afuera-Martha extrañada, vio que la señora salía del cuarto, cerrando la puerta y aun lado estaba la ropa.
la chica tomo el sujetador, que era muy parecido a los que usaba grande, nada mas que este era a media copa muy sexy de encaje transparente, se quito su playera y el sujetador que traía, dejando ver sus senos con pezones de un color café fuerte y muy grandes, de esos que parecen estar solamente manchados, se puso el que le habían dejado tratándoselo de acomodar, dejándole los pechos bien parados, después tomo el calzón que era un cachetero blanco igual de transparente, dudo un poco que fuera de su talla, por que los vio muy pequeños, se quito su pantalón y el calzón de algodón que traía y se coloco los nuevos, que fueron absorbidos al instante por su par de nalgas, metiéndose bien adentro incomodándola, tomo la playera esta era rosa de cuello en v, que terminaba en los pechos, la miro un momento pensando que no le cabria, en frente tenia un estampado con la palabra SEXY y por atrás tenia dos alitas como de ángel, esto le gusto y se la puso notando que la playera por lo grandes de sus senos, dejaba libre su ombligo, agarro la falda de mezclilla que era parte del complemento, la subió por sus largas piernas carnosas, dejándosela a la cadera levantándole el trasero, no por que supiera que iba ahí, si no que ya no subió mas, tomo un cinturón de colores que a ella le pareció como si fuera un arcoíris, poniéndolo en su lugar, abajo en el suelo encontró unas botas blancas de gamuza, que tenían peluche arriba y como no había otros zapatos, se las puso en sus delicados pies, estas le llegaban un poco por debajo de las rodillas, iba a salir cuando miro en la mesa una diadema rosa, que a un lado tenia un moñito, sintió que era parte del atuendo, fue al espejo y se la coloco mirando su rostro maquillado, con sombras y labial rosa, era muy hermosa, sus ojos azules resaltaban mas –esa soy yo, soy muy linda, soy muy linda- pensó al momento que tocaban la puerta.
-señorita Martha, ya esta lista se le ofrece algo – dijo la señora que parecía muy atenta.
-¡no ahora salgo!-grito desde dentro y sin mas, abrió la puerta apenada, pues el atuendo era un poco alocado, ella nunca se había vestido así.
-¡dios mío! ¡Pero que cosita más encantadora! ¡Lo sabia eres muy linda pequeña Martha!-dijo el viejo eufórico, que terminaba de colocar unas luces.
-la verdad si se veía que eras una chiquilla, muy sexy y hermosa-dijo la señora apenando, todavía mas a la inocente jovencita, que se puso colorada.
-gra…gracias a los dos ¿se…señor Iván, para que es todo esto?-pregunto Martha, al mirar que la sala de junto estaba un poco cambiada, tenia luz, en la pared estaba pegado un trozo de tela blanco, a los lados habían luces colocadas en todas direcciones mirando hacia la tela, y un ventilador un poco grande a la izquierda.
-te seré sincero Martita, yo me dedico a conseguir talentos para el modelaje profesional y con esto, quiero decir que busco chicas hermosas y bellas, para después de unas pruebas, conseguirles empleos de eso, por ejemplo, en catálogos de ropa y zapatos-le dijo el viejo, acercándose a ella, para tomarla de la mano y guiarla hacia el centro de todas las luces, la chica desconcertada pregunto.
-¿y eso que tiene que ver conmigo? yo no quiero ser modelo, quiero ser doctora, para eso estoy estudiando- le dijo la jovencita que siguió al viejo saliendo de donde la había llevado, no quería ser fotografiada ni nada que ver con el modelaje.
-si entiendo, pero para eso te falta mucho, apenas vas en tercero de bachiller, mas la carrera que son mas o menos cinco años, te falta demasiado y ya sabes que a tu padre no le ha ido muy bien en su trabajo, puede que cuando salgas de la escuela, este tan endeudado que ya no tenga dinero, para seguirte pagando la universidad, yo le ofrecí mi ayuda pero el se niega, y pensé que si tu querías podías ganar dinero modelando, y así ayudarlo ¿Qué dices? ¿Te animas?-dijo el viejo, la chica que sabia que no les iba tan bien monetaria mente, pensaba en todo eso, no creía que fuera tan difícil su situación económica, ya que sus papas le trataban de ocultar las cosas.
-¿y usted cree que soy lo suficiente mente bonita para esto? ¿Yo no…no se…si pueda modelar? ¿Es difícil?-Martha preguntaba, por que sentía que solo se burlarían de ella, pero el viejo pensaba que la chiquilla, ya había caído en sus redes y le dio el ultimo empujón.
-no es difícil, claro que puedes, muchas chicas lo hacen y lo mejor, es que eres una jovencita demasiado hermosa, por eso te elegí y para que veas que va en serio esto, solo firma el contrato y por esta sesión fotográfica, te pagare cinco mil pesos ¿que dices? cinco mil, solo por pararte ahí un rato y dejarte tomar unas fotos-dijo el viejo sacando el contrato de un maletín que tenia a un lado, y le serbia para embaucar a todo tipo de jovencitas.
-Martha yo que tu aceptaba, el señor Iván no suele pagar en las primeras sesiones, anda acepta sin duda llegaras muy lejos, en este medio-dijo Carolina ayudando al viejo en sus propósitos.
-¡cinco mil pesos pero eso es mucho dinero! yo no se que decir, esta bien donde firmo-la chica nunca había tenido en sus manos tanto dinero, y ya quería empezar a ayudar a sus padres, así que se le hizo fácil aceptar, Iván le dio su pluma y la chica sin pensarlo dos veces firmo donde le dijo, sin leer lo que firmaba, en un error que gente inexperta suele cometer.
-pues ya esta, ahora si empecemos párate ahí enfrente de la tela-dijo el viejo que enseguida saco una cámara fotográfica de las mas caras que hay, prendió las luces y comenzó la sesión fotográfica, Iván le pedía a Martha que se relajara que siguiera sus indicaciones, le decía en que poses ponerse y ella lo hacia.
-así, muñeca así, la cámara te ama, mueve tu cabello, sonríe –seguía el viejo diciéndole que hacer, y ella se sentía muy linda posando, de pronto Iván paro un momento y le dijo.
-muy bien, es hora del segundo atuendo, vete a cambiar, en lo que yo cambio el rollo de la cámara-la chica se extraño un poco, ella pensó que solo le tomarían fotos con la ropa que estaba usando, pero no protesto, Carolina la llevo de vuelta al cuarto y le dio la nueva ropa, que era un lindo vestido de coctel, de esos para las fiestas, este vestido era color plata metálico muy delgado, y junto con el le dio unas zapatillas del mismo color, descubiertas de tacón muy alto.
-póntelo, recuerda que este va sin sostén, a y se me olvido, ten estos, van con el vestido-Carolina le dio una tanga de hilo dental pequeñísima negra, la chica la tomo entre sus dedos mirando la coqueta prenda interior, creyendo que la rompería si se la trataba de poner.
-es…esto no me va a quedar señora…me.. mejor uso los que tengo-pregunto inocentemente la chica, pero la verdad era que no se los quería poner.
-no mira son muy elásticos, yo te recomiendo estos, por que no se te notaran, si te dejas los que traes, se te verán por el vestido que usaras y las fotos saldrían mal-le dijo muy educadamente, saliendo del cuarto, dejando a una Martha pensativa.
La chica se desnudo de nuevo, esta vez se quito todo, tomo la tanga y la subió, esta enseguida se le metió en lo mas profundo de su trasero, la chica se sintió extraña pero supuso que eso pasaría, esa tanga despareció en las profundidades de su muy carnoso trasero, tomo el vestido era muy bonito, pero a la vez era muy pero muy sugestivo, lo subió por sus piernas, este le llego un poco por debajo de los muslos, la espalda le quedo descubierta en su totalidad, asta donde empezaba la curva de sus nalgas, dejando ver dos hoyuelos en la parte baja, y arriba no era distinto, las tetas casi se le salían, vio que solo tenia dos cordones, los tomo y los amarro en su cuello, acomodando de nuevo sus traviesos senos, que no se quería quedar en su lugar, se sentó en una silla para ponerse las zapatillas de tacón de aguja, las amarro de sus tobillos, pero a la hora de pararse, se dio cuenta que le costaría mucho caminar, despacio llego a la puerta la abrió dejándose ver por el viejo, que una vez mas quedaba maravillado por lo que veía.
-¡mírate eres una hermosura, digna de un concurso de belleza! a pero falta algo ¡Caro hazme el favor de pasarme la crema!-la señora se la dio con una sonrisa en la boca, el viejo tomo la crema y la esparció por sus manos, para colocársela a Martha en los brazos, le dio vuelta y tomando mas le froto otro poco en la espalda, la chica sintió cosquillas el viejo hacia círculos mas y mas grandes, pero sin ser mal intencionados, tomo un poco mas y se agacho, la chica de espaldas no miro esta acción, solo sintió las manos en sus tobillos y de inmediato se retiro de Iván, que se sorprendió por la acción.
-¡no Don Iván, que hace eso no!-dijo la chica que sintió un escalofrió, al sentir subir esas manos callosas por sus bien torneadas piernas, el viejo sonriendo dijo.
-te pongo crema para que salgas mejor pequeña Martha, solo es crema-dijo burlonamente.
-esta bien pero me hubiera dicho, deme la crema yo lo hago-la chica comenzaba a sentir algo raro en el viejo, pero no sabia que era, lo sentía en sus palabras, en su mirada, también lo sintió en la manera en la que le puso la crema en la espalda, sintió ganas de ya no seguir con eso.
-esta bien discúlpame, no te enojes Martita toma-Iván le estiro la mano, ofreciéndole el pomo de crema y la chiquilla se lo coloco esparciéndolo bien, el viejo no paro de mirar embelesado, el portento de niña-mujer que tenia enfrente, después y una vez mas la sesión comenzó.
Iván prendió el ventilador y esto hizo que a la chica, se le alborotara el cabello, el viejo seguía toma que toma fotos sin importar que la chica no supiera nada del mundo del modelaje fotográfico, al sentir frio, los pezones de sus senos se comenzaron a parar, esto no lo noto la chica a la cual le gustaba, como le quedaba ese atuendo.
-bien ya solo falta uno – dijo el viejo, Carolina paso al set y tomo de la mano a Martha, que obediente la siguió.
-¡ahora solo es esto!-pregunto muy enojada la chiquilla, por el “atuendo” que le entregaba la asistente de Iván, que era un sujetador blanco de encaje, una tanga blanca con su triangulito transparente, y una bata de dormir larga casi a los tobillos, que al igual que todo era blanca y transparente.
.!No, no, no, no! yo no me voy a poner eso delante de don Iván, se me vera todo-la señora Carolina solo salió de cuarto regresando en el instante, llevando a Iván con ella.
-a ver que pasa Martha-dijo el viejo, entrando a la habitación.
-yo…señor no quiero, ponerme esto por favor-dijo la chica bajando la cabeza.
-te lo tienes que poner es parte del trabajo, tienes que convencer a las personas a las que les mandare las fotos, tengo jefes de trabajo ¿sabes? y es elemental que poses con esto, si quieres el dinero que te ofrecí, ahora póntelo te espero afuera-el viejo dio un portazo dejando a la chica nerviosa y apenada, tomo el atuendo resignada y se comenzó a desnudar, sin ver que la puerta no se cerro, el viejo miro por una pequeña rendija como la jovencita se encueraba, para colocarse los interiores que la hacían avergonzar.
Martha salió del cuarto una vez mas, el tercer atuendo dejaba ver casi en su totalidad su anatomía, se sentía desnuda con sus brazos tapaba sus senos y rajita, caminaba muy despacio pues las zapatillas blancas, al igual que las anteriores, eran muy altas de esas que solo tienen descubierta la punta de los pies, miro el lugar, que en donde ella iba a posar estaba una cama grande, con un cobertor rojo y muchas almohadas.
-hay niña, esto va así-dijo Carolina que enseguida le acomodo los senos, para que le quedaran juntos y parados, rápidamente metió sus manos en el pequeño triangulito de la tanga, para meterle los pelos vaginales, que le habían quedado de fuera, Martha se sorprendió por la acción de esa señora ruborizándose, al mismo tiempo que la señora le ofrecía una sonrisa perversa.
-ahora si acuéstate en la cama, vamos a usar tomas así –dijo el viejo que tomaba fotos, con la luz de las lámparas era mas evidente lo que la chica escondía abajo, le tomaron fotos acostada de frente de espaldas y otras poses.
-ábrete la bata para que salgan mejor-dijo el viejo, Martha protesto por primera vez en el día.
-no esto es demasiado, ya no quiero seguir con esto-Iván entonces se acerco a ella y le quito las manos de su cuerpo, para desatar la bata y abrírsela, la chica quedo petrificada el viejo no pidió permiso, simplemente lo hizo y se dedico nuevamente a sacar fotos, los pezones y los pelos de su zona intima se le notaba muchísimo, el viejo le dijo que se hincara el la cama tomándose los senos mientras veía a la cámara, traviesa, sonriendo, ella lo hizo sin protestar, quería que terminara todo el viejo paro y le dijo.
-ya casi se termina el rollo estas ultimas fotos, las harás sin la bata ándale quítatela y ponte de espaldas con tus nalgas bien paradas, con la cara volteando a la cámara.
-Don Iván no quiero por favor, esto es impúdico, no sabia que esto iba a ser así, creo que con esas fotos es mas que suficiente-dijo la chica, queriendo llorar por lo que le pedía hacer.
-ahora resulta que tu me vas a enseñar mi trabajo, anda hazlo o no te pago anda, rápido solo me queda rollo para dos o tres fotos-Martha no tubo mas remedio, pensó que de todas formas ya había enseñado mas de lo debido, así que tremendamente apenada se volteo poniéndose en cuatro patas, mostrando todo el trasero y esas grandes caderas, el viejo entonces se despacho sacado dos docenas de fotos, mientras que le decía a Martha que lo hacia bien, la sesión por fin termino diciéndole a la chica que se podía ir a cambiar, Martha se levanto de la cama y salió corriendo a buscar su ropa cerrando la puerta.
-Y ASÍ ES COMO UNA PRINCIPIANTE, POSA COMO UNA VERDADERA PUTA, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL VIDEO, SOLO RECUERDO A TODOS LOS SUSCRIPTORES, QUE YA PUEDEN HACER LOS PAGOS PARA EL PRÓXIMO EVENTO, YO AVISARE EL DÍA, TAMBIÉN LA FOLLADA A LA CHICA DE TIERNOS 17 AÑOS, MARTINA PEÑA SERÁ MAÑANA ENTRE LA UNA Y TRES DE LA MAÑANA, EL ACTOR SERÁ MI GRAN AMIGO OCTAVIO SANTOS, DE 60 AÑOS, AQUEL QUE TANTOS BUENOS VIDEOS NOS DIO CON SU HIJASTRA MÓNICA, CONÉCTENSE DESDE SU COMPUTADORA PARA VERLO EN VIVO, O COMPREN EL DVD ASTA LUEGO-este viejo si que pensaba en todo, tenia su pagina de internet, donde pasaban sesiones completas de cogidas en vivo, esto no auguraba nada bueno para la inocente chiquilla Martha Barrientos, que terminaba de vestirse del otro lado de la habitación.
-no te pongas así pequeña Martha, esta sesión es de lo mas normal del mundo, tu eres muy hermosa y seguro que convencerás a mis jefes, para que te den un contrato para modelar, arriba esos ánimos muñeca, toma lo que te prometí-le decía el viejo en el auto camino a casa, estirándole la mano para darle el dinero que le había prometido.
-es que yo…no sabia que usted…me tomaría casi desnuda, sus jefes las verán ¿y si las suben a internet? no quiero que alguien que me conozca las vea, ¡salgo casi desnuda!-le dijo la chica con un poco de desesperación, nunca hubiera aceptado hacer esas fotos, que no sabia donde llegarían a parar.
.no esta es una empresa seria, nunca harían eso, cálmate recuerda que tu firmaste un contrato-le dijo en la puerta de su casa, habían llegado y se disponían a salir del auto, eran alrededor de las ocho de la noche, su madre en la puerta los miraba llegar sonriendo, el viejo por las fotos tomadas y la chica ya mas calmada, pensando en el dinero que había ganado sin esfuerzo.
los días pasaron normales en la casa, el papa se iba a trabajar como siempre, la señora iba y veía por su hija, que seguía vistiéndose como siempre y lo de la sesión de fotos había quedado en el olvido, en la escuela la chica se compraba todo lo que alguna vez quiso para almorzar y que por la falta de dinero le era imposible, también se compro programas para computadora, ya que eso era su distracción, pensó en comprarse maquillaje ya que le gusto la manera en la que se vio el día de la sesión, pero su padre se lo impidió y ella no tuvo mas que obedecer.
Iván ya se había ganado a toda la familia y en ocasiones, la señora Cintia le pedía de favor que pasara por su hija, todo esto sin que Esteban su esposo se diera cuenta, el seguía un poco distante con el inquilino y no bajaba del todo la guardia, Iván en dos o tres ocasiones le había pedido permiso a la señora para que dejara salir a su hija una vez mas, pero Cintia se negaba diciendo que eso no se volvería a repetir, así que Iván salía con las dos, esto claro sin que el esposo se diera cuenta.
un día en la sala, Iván estaba jugando JENGA (juego de mesa) con Martha, mientras que la señora veía su telenovela de las siete, y miraba como la chica se divertía mucho con ese señor, pelón, gordo y lleno de tatuajes, la chica reía de que el viejo por tener los dedos gordos, no podía o le costaba trabajo sacar las fichas de la torre, y cuando le tocaba su turno a ella, el señor la empujaba un poco o la desconcentraba haciendo que la chica protestara risueña, llego a la conclusión que esto le haría bien a su hija, para alejarse de los malos pensamientos.
-señor Iván, no gusta un café en lo que juega-dijo la señora que estaba feliz por que el viejo trataba de distraer a su hija, ya que ella siempre la veía aburrida en la casa.
-claro que si señora, solo si usted me acompaña-le contesto el viejo educadamente.
-si pero solo que sea con pura leche, ya ve que el café me quita el sueño-contesto la señora levantándose para ir a la cocina a preparar las cosas.
- mama ¿me puedo tomar uno también?-pregunta Martha, desde su lugar en el suelo.
-ya sabes que no Martita, las niñas no toman café, además creo que ya es hora de que te duermas-contesto la señora desde la cocina, la chica algo molesta por la negativa de su madre, hizo un puchero que detecto el viejo acariciándole la cabeza y diciéndole en voz baja que no se enojara.
-bueno entonces ya me voy, asta mañana Don Iván, asta mañana mama-dijo la chiquilla que en verdad le molesto que no la dejaran tomar un poco de café, Iván la miro como hizo un berrinche levantándose y caminando rápido, Martha llego a su habitación dando un portazo, los dos señores se quedaron mirando, no creían que a su edad la chica todavía hiciera berrinches, Cintia se disculpo con el viejo por la acción cometida por su hija, y se dedicaron a saborear su pequeña cena.
-hay que tonta soy se me olvido el pan, ahora lo traigo-dijo la señora levantándose para traerlo, cosa que el viejo aprovecho y sacando de su bolsa del pantalón dos pequeñas pastillas, las vertió en la leche de la señora, metiendo el dedo para darle vueltas y así las pastillas se disolvieran mas rápido, cuando la señora llego la sustancia ya estaba en el vaso, ahora era solo esperar a que hicieran efecto.
Diez minutos habían pasado cuando la señora se comenzó a sentir algo soñolienta trataba de seguir la platica del viejo pero los ojos ya le pesaban y no sabia por que si hace poco no tenia nada de sueño –seguro fue la leche-pensaba bostezando la pobre señora que no sabia como quitarse esa pesadez en los ojos y no aguantando mas se levanto del sillón y dijo.
- discúlpeme señor Iván, la estoy pasando bien pero me entro un sueño que no puedo quitármelo, con su permiso me voy a dormir-la señora se paro y caminando lentamente se dirigió a su habitación.
-si a mi también, lo que pasa es que estamos viejos jejeje y ya no aguantamos las desveladas, no se preocupe yo apago y me voy a mi cuarto-Iván se levantó apago la tele y la luz de la sala, acompañando a la señora a su alcoba, esta en cuanto toco la cama se quedo profundamente dormida.
-jejeje no se vaya a despertar señora, ahorita vengo voy a discutir unos asuntos con su hija jejeje-le dijo el viejo en la cara saliendo de la habitación.
Como rayo, el viejo puso tres cámaras en su cuarto bien acomodadas en distintos ángulos, las conecto a su laptop, entro a su pagina de internet y mando un mensaje –LA FUNCION DE ESTA NOCHE CON LA SEÑORITA MARTHA BARRIENTOS, VA A COMENSAR VALOR 3000 PESOS FORMA DE PAGO CON TARJETA DE CREDITO-en seguida comenzaron a llegar pagos de las gentes conectadas en ese momento, en pocos minutos ya eran 600 gentes y seguía subiendo, el viejo fue a la habitación de Martha y toco despacio.
-que pasa mama, que quieres, ya estoy dormida-dijo la chiquilla, que todavía estaba enojada con su madre por lo del café.
-soy yo Iván, necesito hablar contigo pequeña Martha-dijo el viejo que abrió la puerta sin importarle nada, asustando a la chica que enseguida se cubrió con las cobijas a la altura de la boca, no creyendo lo que pasaba, Iván nunca había entrado a su cuarto en la noche.
-no entre señor, que pasa que quiere, donde esta mi mama ya es tarde, mañana tengo que ir a la escuela-dijo la chiquilla demasiado nerviosa y pensando por que su mama no venia a detener al viejo.
-no te asustes niña, solo te quiero hacer un anuncio, mira lo que pasa es que mis jefes te acaban de aprobar para que empieces a trabajar, ya vieron tus fotos y te quieren incluso para que te haga unas pruebas haber que tan buena actriz eres, si funcionas te darán un contrato y te inscribirán en una escuela de actuación ¿Qué dices? es una buena oportunidad no te parece-Iván ya estaba sentado en la cama de la chiquilla, esta estaba en la esquina mirándolo confundida, asustada, por tenerlo tan de cerca, pero le gusto eso de ser actriz, así que contesto.
-que bueno que les gusto y si es una buena oportunidad, las pruebas las podemos hacer el sábado, cuando mi mama se vaya a traer la comida al mercado-dijo la chica, que ya se había calmado con una sonrisa en la cara.
-no, no, no tu no entiendes, las pruebas las esperan a mas tardar mañana en la mañana, tenemos que hacerlas ahorita mismo, ten párate ponte esto, te espero en mi cuarto-le dijo el hombre apurándola saliendo de la habitación.
la chica se quedo pensativa, mirando la ropa que le dejo el viejo, que era un vestido negro a la rodilla muy elegante, de arriba le quedaría pegado y de abajo era de vuelo sin mangas, también le dejo una tanga de encaje negra, y unas zapatillas de tacón de charol negras, creía que en verdad era una buena oportunidad y así ayudaría mas a su familia, también pensó que como el viejo vivía en estados unidos, tal vez llegaría asta HOLLYWOOD para convertirse en una gran actriz, como Selena Gómez, Hilary Duff o Kristen Steward la idea le agrado al momento y parándose se quito el pijama de algodón que normalmente usaba para dormir poniéndose la ropa que el viejo le había dado.
cinco minutos tenia la chica en el pasillo, no sabia si entrar estaba nerviosa de las pruebas que tendría que realizar –debo hacerlo bien, debo esforzarme para que todo me salga a la perfección, y si mi mama se levanta, y me ve en su cuarto que hago-pensaba la chica y acercándose a la habitación de su madre, abrió la puerta la luz estaba apagada entro y miro que la señora roncaba en los brazos de Morfeo, la movió un poco llamándola para después moverla mas fuerte, se le hizo extraño que la señora no despertara y mas tranquila salió para tocar en el cuarto de Iván.
-pasa, pasa pequeña Martha es hora de empezar-el viejo miro a la chiquilla que se veía muy sensual enfundada en ese vestido, que de arriba se pegaba a su cuerpo mostrando la mitad de ese par de tetas que se cargaba, de abajo el vestido era levantado por su gran trasero ayudado por las caderotas haciendo contraste con esa piel blanca.
-perdón que no me haya maquillado, pero es que no tengo mas que este labial, que me puse espero que no sea impedimento-dijo la chiquilla ingenua, mostrándole los labios color rosa, al viejo que se moría de ganas de empezar la función.
-no te preocupes, es mejor que vean tu belleza natural, vamos a comenzar, lo primero que me piden es una escena de amor, donde tu serás una novia muy enamorada de su novio, que en este caso seré yo por que no hay tiempo de buscar un actor, el llega ella lo ve y se saludan con un beso muy apasionado ¡vamos adelante, entre mas rápido mejor!-dijo el viejo emocionado, pero la chica al oír eso, se dio media vuelta para salir del cuarto definitivamente no haría eso.
-gracias por la oportunidad, pero no lo hare, disculpe por haberle echo perder su tiempo-le dijo muy seria, el viejo sintió en sus palabras el enojo, tenia que hacer algo ya había avisado por internet y sabia que tendría muchos problemas, si no hacia que la chica regresara.
-tu no te puedes ir, déjame decirte que esto también esta en tu contrato, el compromiso esta echo y si no lo haces, tendrás muchos problemas-la chica que ya tenia la mano en la perilla de la puerta, se quedo helada eso no lo quería hacer por nada del mundo.
-¡que no usted me engaño, yo no firme para esto! yo solo…. usted dijo que solo tenia que posar para unas fotos ¡no quiero no quiero hacer esto! no me obligue-dijo la chica, sin voltear a ver al viejo, que se acerco tomándola de las caderas.
-solo será un beso, una toma y te podrás ir, no pasara nada pequeña Martha, nada-el viejo se acerco, posando su miembro en el trasero de la chica, que al sentirlo se volteo rápido con la vista abajo nerviosa, triste, poniendo sus manos en la panza de Iván diciendo.
-es que yo…nunca he besado a nadie, yo no se como hacerlo, me da pena con usted-le dijo con una voz entrecortada, pensando que tal vez el viejo se apiadaría de ella, lo cual no ocurrió.
-esto será parte de tu trabajo Martha, si llegas a ser actriz besaras a un sinfín de actores, piensa que esto no es real, ven mi pequeña ven, solo déjate llevar, tu cuerpo sabrá que hacer-el viejo le hablaba bajito con una voz relajante, tomándola de su mentón levantó su rostro, los dos se miraron, los ojos azules de la chica estaban llenos de lagrimas, por lo que debía hacer, apenada sintió como el viejo se acercó mas y mas, su dedo gordo que tomaba su mentón, hizo un movimiento hacia abajo abriéndole la boca, para después juntar los labios con los de ella, en un beso que al instante derritió a la chica inexperta.
Iván entonces, tomo los brazos de ella y los dirigió a sus hombros, la chica solo se dejo llevar justo como el viejo le había dicho, sintiendo por primera vez las babas de un hombre en sus pequeños labios color rosa, el viejo la tomo de la cintura atrayéndola, sintiendo su delgadez su sabor primerizo, la chica de puntitas empezó a buscar la lengua de el, enredándose sintiendo como el viejo entraba en su boca.
Iván comenzó a hacer círculos en su espalda, ella lo tomo de sus brazos sintiendo su musculatura, los sentía fuertes duros como una piedra, los quería apretar pero sus pequeñas manos no los abarcaban, se sentía bien besando a ese hombre mayor que podría ser su abuelo, Iván trato de separarse, pero era ella la que seguía besándolo, no quería que ese beso terminara.
El viejo le comenzó a besar su cuello, sentía que la chica se derretía en sus brazos.
–Iván, Iván que rico se siente, tengo mucho calor-le escucho decir como un susurro, mientras le besaba los hombros, para bajar un poco mas y comenzar a sentir en su boca, el principio de los senos de la chiquilla, que solo murmuraba cosas al oído del viejo, que camino jalándola de puntitas, la chica se abrazaba mas fuerte a el dejándose llevar al centro de la habitación-esta chamaca ya esta caliente, serás muy buena actriz Martita sin duda lo serás-pensaba el viejo, que no dejaba que la chica se repusiera.
El viejo entonces, tomo el vestido y metió su dedo en medio de los senos, bajando lentamente la parte de arriba, los pechos de Martha salieron de su escondite, estaban firmes, duros, carnosos, la chica que respiraba aceleradamente, los movía como si ellos tuvieran vida propia, Iván se agacho mas y los probo, su boca tomo el pezón derecho, la chica al sentir que le succionaban sus pezones, echo su cuerpo para atrás tomando de la cabeza al viejo, soltando un gemido.
-¡aaaahhhh dddiiooossss queeee es esto! ¡Que me pasa! ¡Siento que estoy ardiendo! ¡Se siente tan bien! ¡aaaahhhhhh!-ella lo tomo de la cabeza acercándolo mas, el viejo se paseaba de seno en seno chupándolos, mamándolos, ensalivándolos, sabia que era la primera vez que a la chica le saboreaban los senos de esa manera, quería volverla loca para que se entregara por completo.
-¡aaahhhh! Don Iván por favor yo….yo…nunca he… ¡aaaahhhhhh!-decía la chica, que no terminaba de decir frases, solo se retorcía en esos brazos que la sujetaban fuertemente sin hacerle daño, Iván se sentó en la cama, con la chica arriba de el con las piernas a los lados de las suyas, la chica que se agarraba fuertemente de su cabeza, sintió como el viejo metía su mano por debajo de la falda para tomar su trasero, de forma muy suave hacia círculos conociéndolos con sus manos, para después adentrarse y con su dedo de en medio tocar por primera vez la vagina virgen de la jovencita, la tanga que traía estaba empapada de fluidos, ella era una inexperta se calentó rapidísimo, con el toqueteo del hombre mucho mayor y mas experimentado.
-¡aaahhhhh! ¡aaahhhh! me esta tocando mis partes privadas, yo…no se que hacer, que debo hacer, por favor dígame ¡aaahhhh!-extrañamente la chica quería cooperar, no se oponía al contrario sentía tan ricas esas manos en su cuerpo y esa boca en sus senos, que pedía que le dijeran como participar en el encuentro de cuerpos, el viejo al oír estas palabras paro separándose de ella, levantándola y mirando que su cuerpo estaba totalmente sudado y caliente.
-híncate te voy a mostrar algo que nunca as visto, pequeña Martha-le dijo, la chica lo hizo quedando justo enfrente de el, viendo como se desabrochaba el pantalón y comenzarlo a bajar por sus gordas piernas asta los tobillos, Martha no podía ver que había ahí por la camisa que lo tapaba, el viejo la levantó para mostrarle su verga llena de venas, toda gruesa y larga, en la punta ya se veía el liquido pre-seminal haciéndola brillar, la chica quedo impactada nunca había visto el miembro de un hombre, en un reflejo se tapo la cara con sus manos, Iván miro a la chiquilla le pareció graciosa su actitud infantil al ver su garrote, se levantó de la cama estirando su mano para quitar las de ella, la chica no tubo mas remedio que abrir los ojos para ver, que ya tenia enfrente de su nariz la herramienta masculina.
-tómalo así con tus manitas ¡aaahhhh! mi niña que rico se siente-Iván guio las manos de Martha, la chiquilla tomo la verga del viejo y la apretó, este comenzó a bajar y subir las manos de ella enseñándole como debía hacerlo, Martha no podía dejar de mirar lo que sus manos le hacían a ese grueso mástil de carne, el viejo soltó sus manos levantando el rostro de ella, que lo miro mientras lo masturbaba.
-dale unos besitos en la punta no seas tímida, salúdalo el esta contento de conocerte-le dijo acercando su cara a su verga, la chica paro la boca para darle un beso de piquito, el viejo suspiro ella probo el liquido que se encontraba ahí, degustándolo con la lengua para después volver a darle besitos uno detrás de otro.
-habré tu boca Martita, déjalo entrar pruébalo como si de una paleta se tratara, lámelo así, así muñeca-la chica entonces abrió la boca lo mas que pudo, y de un bocado se le metió asta la mitad, era difícil pensar que ella se prestara para hacer eso, pero la inocencia perdió la batalla en contra de la seducción.
Iván la tomo de las orejas y comenzó a hacer movimientos despacio, como cogiéndole la boca, la verga se introducía mas y mas haciendo que Martha soltara babas, ella que no se explicaba como le daba masajes con la lengua y lo miraba desde abajo, le gustaba ver el rictus de placer que tenia el viejo, le gustaba pensar que hacia un buen trabajo, entonces sucedió la verga estaba toda adentro, los testículos del viejo estaban justo el la barbilla de ella, este al ver que la chica logro meterse toda la verga, la dejo adentro unos momentos haciendo que se atragantara, –aagggghhh aaagggghhhhh-se escuchaban ruidos que salían de su boca babeada, el viejo la soltó, Martha se separo necesitaba aire, una vez que lo tomo volvió a meterse parte de la verga, sorprendiendo a Iván que con gusto se dejo hacer lo que la chica quería.
Unos minutos después, Iván la levanto mientras el se sentaba nuevamente en la cama, tomo su vestido que estaba en su cintura todo enrollado, y lo bajo por esas piernas carnosas que tenia la muchacha, para dejarla caer al suelo, la chica dio un paso al frente y con su otra pierna aventó el vestido para otro lado, quedándose así solo en tanga.
-muy bien mamacita, quítate tu tanguita y pásamela quiero guardarla de recuerdo-Martha bajo su tanga zafándosela del cuerpo, se agacho la tomo del suelo y se la entrego a Iván, que se la guardo en la bolsa de su camisa, que después se quito dejando ver todos la tatuajes que tenia marcados en su cuerpo, para Martha ver a un hombre totalmente desnudo, fue de lo mejor ese señor era todo un macho, le gusto ver os tatuajes que adornaban su piel, quería tocarlo pero seguía con un poco de pena.
-ven Martita sube a la cama conmigo, nos esta esperando-el viejo le estiro la mano y ella la tomo dejándose arrastrar para caer en la cama, el viejo la abrazo una vez mas sintiendo a la chica completamente desnuda, temblando de miedo, de nervios y también de placer, notando esto el viejo la comenzó a besar acariciando todo lo que podía de ese cuerpo, que gracias a sus mañas en pocos momentos iba a ser suyo.
-señor yo…me da vergüenza yo….no he compartido algo así con nadie…..sea bueno conmigo ¡aaaahhhhhhhhh!-suspiro la chica, que sentía como de nueva cuenta, le devoraban las tetas mientras le acariciaban su asta hace unos momentos virgen cuerpo.
-no te preocupes, te tratare como si fuera nuestra luna de miel, como si fuéramos recién casados-le decía el viejo, a la chica le agrado el comentario, así que sin mas se abrazo fuerte a el y así se comenzaron a revolcar en la cama, dando vueltas en el centro, primero el quedaba arriba y enseguida ella ahora era la que estaba trepada en la barriga tatuada, sintiendo la verga de viejo jugar entre sus piernas, parecían dos enamorados jugando.
El viejo entonces tomo unas almohadas y colocándolas en su espalda, la miro tomándola de las piernas para poner los tobillos de la chica en sus hombros, y comenzar a frotar su verga en la pequeña hendidura de la chica, que lo miro nerviosa, con miedo, pero a la vez ansiosa de sentir por primera vez a un hombre entrar en ella.
-ahora si mi amor, a llegado la hora de que te conviertas en mujer-dijo el viejo, acariciando los senos, la cintura, las caderas y las piernas, provocándole escalofríos, mientras le besaba los pies con una sonrisa de oreja a oreja.
-por favor mi amor despacio, despacio es mi primera vez, y tengo miedo- le contesto la chica, mirándolo, suplicando, entregándose olvidando por completo por que se encontraba ahí, solo quería dejar de sentir la necesidad de tener algo dentro ella.
-¡aaahhhh! ¡aaahhh! cuidado, con cuidado-decía la chica que ya sentía la punta de la verga entrar en su hendidura virgen, el viejo estaba que no se la creía, fue tan fácil calentar a la chica, fue tan sencillo tenerla en su cama.
y así sin mas el viejo empujo poco a poco, la verga entraba en la chica que tenia el dolor reflejado en su cara, pero aguantaba todo se sentía tan bien estar así con un hombre, sentía tan rico que le tomara los senos apretándoselos, y esa lengua lamiendo las plantas de sus pies, el viejo empujo mas y mirando como ella se comenzaba a retorcer y a respirar mas rápidamente, ansiosa y deseosa.
-ya esta adentro mi amor, te la comiste toda pequeña Martha, ahora comenzare a cogerte como se debe-diciendo esto, el viejo se comenzó a mover el mete-saca comenzaba, la chica apretaba las sabanas con sus manos, soportando el dolor de las arremetidas que cada vez eran mas rápidas y firmes, los dos comenzaron a sudar, ella gemía y gemía cada vez mas fuerte, no importando que fuera a despertar a su mama, que dormía en el cuarto contiguo.
cogiendo como un toro, el viejo la levanto un poco y la jalo, quería que su publico de las cámaras mirara la cara de la chica, ella se dejo llevar por todos los lugares de la cama, que el viejo eligiera y este sacaba provecho de esto, con tomas de cámara realmente buenas, la chica parecía muñeca de látex en los brazos del hombrón, que en estos momentos le metía la verga con fuerza, haciéndola delirar de placer y deseo, ella ya no sentía dolor desde hace tiempo, levanto un poco su espalda y tomo al viejo del cuello, quería que se acostara encima de ella quería sentir a un hombre a su hombre, el viejo se dejo llevar para fundirse en un beso desesperado, la chica comenzó a mover sus caderas haciendo círculos, esteba entregada desde hace mucho tiempo atrás.
-te voy a poner encima de mi, para que me montes mi reina-le dijo el viejo, que la levanto cayendo de espaldas en la cama con la chica arriba de su panza sudorosa, ella sin esperar indicaciones se acomodo la verga del viejo en su hendidura y comenzó a bajar, moviendo las caderas.
-¡aaaahhhh! es tan ricoooo ¡aaahhhhh! se siente tan bien la quiero, la quiero toda adentro-dijo sin pensar lo que decía, solo hablaba la calentura experimentada por primera vez y esto hacia que no la supiera manejar.
Martha comenzó a cabalgar al viejo, que no hacia nada solo la tomaba de las tetas y la alentaba a seguir sentándose en su verga, ella de momentos paraba para dar movimientos caderales con el miembro bien adentro de ella.
-si, si así siéntate mas ¡aaaarrrgggghhh! eres buena para esto, naciste para estar en la cama haciendo felices a los hombres, y yo me voy a encargar de que lo hagas ¡aaaahhhh! chiquita como te mueves, si ni pareces nueva tienes un talento natural-le decía con su vista bien puesta en sus tetas, que las veía rebotar de un lado a otro, Martha con su cabello todo enmarañado sudaba por todos sus poros, estaba un poco cansada pero oír al viejo decirle todas esas cosas, la enardecían, la motivaban, el viejo la tomo de las nalgas apretándoselas, para comenzar a subirla y bajarla rematándola fuertemente, la chica solo gemía sintiendo como el miembro viril, entraba y salía de ella.
-¡aaahhhh! ¡aaaahhh! señor me vuelve loca, esto es demasiado yo…yo siento que me quemo ¡aaaahhhhhhh!-grito Martha, que sin saberlo sentía el primer orgasmo de su vida, sudada, cansada, penetrada, cogida como dios manda, le entregaba su orgasmo en medio de gritos de placer, el viejo sintió que se corría y sabia que no podía hacerlo dentro de ella, o podría embarazarla y seria malo para el negocio.
-ven aquí chamaca, siento que me corro-el viejo la bajo rápidamente, ella quedo acostada en la cama retorciéndose por el orgasmo, el viejo se comenzó a masturbar encima del cuerpo de ella.
-¡aaarrggghhh! ¡Ahí vienen! ¡Ahí viene tu lechita!-el viejo se corrió en sus tetas, dejándoselas todas embarradas de semen cayendo en la cama, ella solo serró los ojos quedando satisfecha.
Pasaron diez minutos, donde ni ella ni el se movían el esfuerzo había sido mucho, el viejo recordando que tenia publico, se levanto dándole un beso a la chica en el hombro.
-levántate es hora de ir a tu cuarto estuviste genial mi reina, mañana mando el video-le dijo la chica se levanto extrañada, por que sintió que el viejo la corrió y así desnuda, salió del cuarto cerrando la puerta.
Martha llego a su cuarto prendió la lámpara que tenia en su buro, le dolía la vagina y revisando se aterro al ver restos de sangre en ella, recordó que en la clase de higiene un día tomaron el tema de la virginidad, y comprobó que ella ya no lo era, el semen en sus senos ya se había secado estaba muy cansada y olía a sexo, pero así como estaba se metió en las cobijas para dormir, pensando en el error que había cometido al dejarse grabar, quiso levantarse para decirle al viejo que no lo mostrara todo, pero el sueño y el cansancio la vencieron el esfuerzo fue mucho esa noche.
-MUY BIEN ESPERO QUE SE HAYAN DIVERTIDO CON ESTA MUCHACHA, QUE RESULTO SER UNA REVERENDA PUTA, DENTRO DE OCHO DIAS REGRESAREMOS CON ELLA EN UNA NUEVA FOLLADA, RECORDANDO QUE LA COGIDA A LA ESPECTACULAR GEMELA NATALIA DEL VALLE, CON EL VIEJO CHOFER CAMILO, SERA MAÑANA ENTRE LAS 10 Y 12 DEL DIA ESTEN PENDIENTES ASTA LUEGO – el viejo cerro la computadora, estaba echo Martha había caído en las redes de Iván y faltaba lo mejor.
Por la mañana, Martha se despertaba toda desnuda, sentía que no era la misma chiquilla de siempre, se levanto llego al espejo que tenia en su cuarto se sentía bien así desnuda, su rostro había cambiado de una carita inocente a un rostro pícaro, travieso, le gustaba sentirse una mujer fue al cajón donde guardaba su ropa, y miro que toda su ropa era muy grande y ya no se la quería poner, ahora quería atuendos como con los que poso esa ocasión, cuando salió a solas con Don Iván, resignada tomo su uniforme dos tallas mas grande y se lo puso para salir a desayunar, estaba algo molesta de no tener otro uniforme mas acuerdo con ella, llego a la cocina donde su mama ya había servido el desayuno para su hija y para el viejo, que llegaba en ese mismo momento.
-buenos días señora Cintia, buenos días Martha ¿dormiste bien jejeje?-saludo el viejo, que veía a la chica con una sonrisa depravada.
-si Don Iván dormí muy bien gracias ¿y usted?-respondió Martha, que estaba contenta de ver al señor feliz.
-si fue una noche fantástica-dijo para después, llevarse a la boca un buen trago de café
-me alegro que los dos descansaran, a mi no se que me paso no desperté en toda la noche, Don Iván me disculpo por dejarlo con la platica, pero no resistí el sueño de echo me costo mucho levantarme hoy-dijo la señora, que no sospechaba nada de lo ocurrido.
y así pasaron unos días, en los que Don Iván ni siquiera volteaba a ver a Martha, mientras que la señora ajena a lo que había pasado entre su pequeña y el viejo, miraba que la chica estaba algo cambiada, se la pasaba muy pensativa o mirando al viejo mas de la cuenta, también noto que cuando conversaban, Martha reía como chiquilla enamorada y trataba de seguirlo a todas partes, la señora se dio cuenta que subió su falda por arriba de la rodilla, y que estaba muy inquieta cada que se sentaba se movía mucho en su lugar, o se paseaba por la casa algo desesperada, pero pensó que era el crecimiento y no le dio importancia.
una noche la chiquilla en verdad estaba inquieta, sentía un calor intenso que provenía de su entrepierna, no podía dormir se daba de vueltas en su cama, no sabiendo que hacer se destapo tirando las cobijas al suelo, pero el calor seguía el pijama de algodón no ayudaba, al contrario elevaba el calor sentido –no lo soporto necesito quitármelo- pensó la joven, y así desabotono la camisa, sus senos salieron de entre el algodón enfundados en un sujetador blanco, levanto su espalda y se saco la camisa del pijama, pero seguía ese calor insoportable así que de una vez tomo el chichero y lo retiro, saliendo un par de pechos con los pezones parados duros, la chica respiraba con sus manitas en su abdomen sintiendo que sus pechos ya liberados se movían con el respirar, no sabia que hacer-y si me los toco un poquito no creo que sea malo, después de lo que ya hice jijiji-se dijo, poco a poco la manita derecha subió haciendo un caminito asta llegar a su pezón rozándolo -¡mmmmmm! ¡aaahhhh!-se escucho en la oscuridad de su cuarto, Martha se tomo el otro y comenzó a jugar con sus globos de carne, los movía, los juntaba y los soltaba, para verlos separarse, se tomaba los pezones y los apretaba para después jalárselos y volverlos a soltar, gotas de sudor comenzaron a salir de su frente, el ardor que sentía al pellizcárselos era delicioso, pero el calor no se sofocaba al contrario se acrecentaba con cada toque a sus montañas.
inconscientemente sus dos manos comenzaron a bajar, para tomar el pantalón del pijama y retirarlo lentamente con todo y sus calzones, levantando las piernas se lo quito ahí se encontraba Martha, la que asta hace unos días era una dulce chiquilla, se preparaba para lo que seguro iba a ser su primera masturbada, con las piernas apretaba su entrepierna, mientras seguía tocándose los senos, se movía de un lado para otro y lo que tenia que pasar paso, poco a poco fue abriendo sus piernas, mientras su mano bajaba alcanzando por fin la hendidura, que al contacto le hizo sentir un chispazo -¡aaaahhhhh! ¡aaaahhhh!-gimió muy leve, cuando sus dedos ingresaron en su rajita provocándole placer.
los dedos suaves entraban y salían de Martha, al ritmo que ella decía sus piernas dobladas de las rodillas bien abiertas, mostraban muy bien la vagina que brillaba de jugos, la chica movía las caderas sin parar, dándose vuelta sin sacarse los dedos mordía la almohada para no gritar tan fuerte, su cabello ya estaba todo revuelto, levanto su trasero enterrando su cara en el colchón, para después comenzarlo a mover haciendo círculos metiendo y sacando mas y mas rápido -¡mas, mas Don Iván deme mas fuerte no se detenga! ¡aaaahhhh!-gemía la chica, que ya tenia la mano llena de sus jugos, que corrían por sus muslos -¡aaaahhhhh! ¡Voy a terminar! ¡Démelos señor démelos! ¡deme su semen!-grito no importando si su madre la escuchaba, se sentía bien hacer eso que ya necesitaba desde hace días, y así con su mano dentro de su vagina jugosa se acomodo para caer en el sueño.
-ESPERO LES HAYA GUSTADO ESTO, PERDON POR LA POCA CALIDAD DE IMAGEN, PERO FUE CON UNA CAMARA ESPIA, MUCHAS GRACIAS POR SINTONISARNOS, EN BREVE MAS CHIQUILLAS TONTAS COMO ESTA-Iván desde su cuarto y con ayuda de la cámara-cuadro, logro subir la sesión masturbadora de Martha en su página web.
Por la mañana, Martha se encontró con Iván en el pasillo, se miraron y ella con una cara de suplica, le dijo antes de que el viejo se retirara.
-Iván yo me siento extraña ¿por que ya no me miras? ¿Ya no te gusto? ¿No hice bien las cosas esa noche? dime algo por favor, yo quiero estar contigo-el viejo la miro sin impórtale giro para irse, ella lo tomo de la mano para no dejarlo ir.
-mira niña, lo que pasa es que no me atraes con esas ropas que usas, no siento la necesidad de buscarte no me interesas para nada, yo no salgo con chavitas-dijo el viejo mañoso, ella lo soltó triste por que creía que la seguiría buscando, molesta se miro en el espejo de su cuarto, con las ropas usadas y a su mente llego una idea.
-mama, papa yo ya no quiero vestirme así, no me gusta por favor déjenme comprarme ropa que me quede, se los suplico-decía la chica en la mesa, sus padres la miraban pensando en por que ese cambio tan repentino.
-no Martita, tu eres una señorita y no puedes andar como se te de la gana, tienes que cubrirte si no podrían aprovecharse de ti-decía el señor, que era su día de descanso, impidiéndole a la chica un cambio en su guardarropa.
-no, no es cierto nadie se aprovechara de mi, es mentira por favor mama, dile que me deje por favor-decía Martha, que estaba desesperada por un cambio, al madre muy seria le dijo.
-mira esa ropa cuesta mucho dinero y ni tu padre ni yo lo tenemos, así que no y ya cálmate que no conseguirás nada-dijo tajante, dejando a la chiquilla triste y molesta por la negativa.
-yo tengo dinero, que junte de lo que me dan en la escuela, solo iré al tianguis donde esta todo barato, por unos pantalones, unas playeras y unas faldas, por favor déjenme ya no soy una niña-pero los dos padres se negaron, haciendo llorar de desesperación a la pobre Martha.
Esa noche la pareja descansaba en sus aposentos matrimoniales, conversando de la actitud de su hija y de los cambios ocurridos últimamente en ella, llegando a la conclusión de que era peor prohibirle, ya que eso atraería malos hábitos en ella y los dos estuvieron de acuerdo en dejarla vestirse como ella quisiera, y darle un poco de confianza, al fin que todo este tiempo había echo lo que ellos le ordenaban sin oponerse a nada, y ya iba siendo hora de soltarla un poco.
-ayer tu padre y yo platicamos, estamos de acuerdo en que te compres la ropa que tu quieras mi amor-le hacia saber la señora Cintia, una feliz Martha que ya quería salirse a comprar pero la señora le dijo que ella no podía en estos momentos, Martha insistió en ir sola ya que el tianguis quedaba a quedaba a unas calles de su casa, la señora acepto con la promesa de que no tardar y así la chica fue a comprarse ropa, con el dinero pagado por la cogida que había recibido unos días atrás.
Sábado en la mañana, Esteban, Cintia e Iván estaban charlando en la sala cuando escucharon detrás de ellos.
-dis…disculpen, que tal me veo-los tres voltearon al mismo tiempo y ante ellos apareció la chiquilla totalmente cambiada, llevaba puesto un pantalón de mezclilla que le llegaba por debajo de las rodillas, sin bolsas, azul, a la cadera que enseguida y a varios metros, dejaba ver esas tremendas caderas y por atrás el gran trasero que se cargaba, una playera roja un poco escotada, con unas pequeñas mangas que casi reventaba de lo grandes que eran sus senos, y unos zapatos de piso con unos moñitos enfrente, su rostro bien maquillado, dejaba ver a la hembra que llevaba dentro y pedía salir a gritos, Esteban enseguida quiso protestar, pero la señora que era mas prudente, no lo dejo felicitando a su hija por lo bien que se veía, Iván guardando las apariencias solo le dijo que se veía bien, volteándose para seguir viendo la tele, algo que extraño a la chiquilla, por que ella lo había echo por el.
Los siguientes días fueron iguales, Martha se había comprado mucha ropa del tianguis barato, incluso se compro un uniforme que le quedaba muy bien, pegado al cuerpo con una falda mas corta, en la escuela los chicos la notaron enseguida, y le hablaban quería salir con ella, pero la chica les decía que no podía por sus padres, sus compañeritas unas la felicitaban por el cambio de actitud, mientras que otras la odiaban, por ser una chica hermosa y con un cuerpo de lujo, que muchas de ellas quería tener.
-Martha, puedo hablar contigo-le dijo el viejo, parado en la puerta del cuarto de la chica, mientras la señora Cintia cocinaba, Martha al instante contesto.
-si dígame, Don Iván, que desea-la chica se levanto de la cama descalza camino hacia el, que al tener enfrente a la chica la tomo de la cadera, atrayéndola a su cuerpo.
-Martha, Martita ya eres toda una mujer, dime que te vistes así por mi, para agradarme que rico se siente tocar tus nalgas, por enzima de tu falda del uniforme que es tan cortita, tus piernas son hermosas así, con tus pies descalzos, te vez divina, muy sexy, mi amor-le decía al oído, mientras le besaba el cuello tomándola de las nalgas, Martha ya tenia una pierna enredada en la del viejo, tomada del cuello se dejaba besar.
-si yo cambie por ti, para estar contigo, bésame, Iván bésame- los dos se besaron en el pasillo, con el peligro de ser descubiertos por la señora Cintia, que solo a unos metros estaba preparando la comida, el viejo recordando esto, se separo del beso mirando a Martha que quería seguir.
-mi amor, mañana no vayas a la escuela, ven conmigo quiero estar junto a ti, mi vida-le hizo saber la chica enseguida acepto.
-si llévame a donde tu quieras, mañana espérame afuera de la escuela yo saldré, te prometo que saldré-y así con esa promesa, los dos se separaron para regresar a lo que estaban haciendo.
en la escuela, Martha fingió sentirse mal y cuando le dijeron que hablarían a su casa por teléfono, ella les dijo que su tío ya la esperaba afuera para llevarla a su casa, dos de los profesores salieron para asegurarse y viendo al viejo esperando en el carro, quedaron satisfechos dejándola ir, en el carro la chica iba recargada en el hombro del viejo, mientras el tenia una sonría rara en la cara, viajaron al mismo lugar donde Martha se tomo las fotos, bajaron del carro para entrar y por fin estar a solas.
-antes de hacer algo quiero que firmes este nuevo contrato, es lo mismo que el anterior solo que este es para pagarte mas, ya que mis jefes me han dicho que eres la chica ideal para convertirte en una gran actriz, ¿que dices aceptas?-el viejo le entrego el contrato Martha, sin pensarlo dos veces firmo, confiaba en el viejo sabia que no la engañaría otra vez.
-si esta bien lo que tu quieras, mientras estés a mi lado-la chica le hablaba como si fuera su novio, el sentimiento que sentía por el, era un cariño que nunca había sentido por un hombre, y así plasmo en el contrato su firma, el viejo guardando el contrato continuo.
-muy bien ya esta listo, ahora quiero que te pongas esto, te amarres una coleta y te maquilles con colores fuertes, así me gustan las hembras ¿lo aras verdad?-el viejo le entrego un atuendo negro de látex, que se veía muy pequeño pero debía estirar para envolver todo el cuerpo, este traje era una sola pieza que iba de los hombros a los tobillos, también le dio unas botas negras que le llegaban a las rodillas con muchos broches para ajustarla y quedaran pegadas a la piel, la chica los tomo y fue al cuarto a cambiarse sin protestar, tenia que obedecer a su hombre.
-LA FUNCION ESTA A PUNTO DE COMENZAR, UNA DISCULPA POR SER TAN TEMPRANO, PERO LA PUTA NO PUEDE MAS TARDE, ES AHORA O NUNCA, NO SE ARREPENTIRAN COSTO 5000 PESOS, FORMA DE PAGO TARJETA DE CREDITO-escribió el viejo, que ya tenia todo listo para dar la función en línea de la chica, que en estos momentos trataba de subir el extraño atuendo por sus senos, metiéndolo en sus brazos para quedar este adherido como una calcomanía a su cuerpo, sintiendo como si no se hubiera puesto nada, después se puso las botas ajustándolas para amarrarse la coleta, de maquillaje eligió un negro para los ojos y labios, todo esto la hacían irreconocible, de la chiquilla tierna he inocente no quedaba nada.
-¿me veo bien mi amor?-pregunto la chica, con una sonrisa coqueta, caminando hacia donde se encontraba el viejo ya desnudo, todos los tatuajes se le notaban, al igual que la panzota y la verga parada, lista para la chica que llegaba a su lado.
-¡te vez como una reverenda puta! ¡Ven aquí desgraciada, te voy a coger!-le dijo el viejo, tomándola de la coleta fuertemente para aventarla al colchón, a la chica le asusto la manera en que el viejo la trato, y no le gustaron las vulgaridades que le dijo.
-¡mi amor, que estas haciendo! ¡Me lastimas! ¡No hagas eso por favor!-dijo la chica nerviosa, acostada en el colchón mirando como la cara del viejo había cambiado, se le veía que lo que iba a hacer no le gustaría a Martha.
-¡que mi amor ni que la chingada! ¡Eres una puta mal parida! ¡y ahora te voy a meter la verga como debí metértela la primera vez! ¡Prepárate zorra por que me vas a conocer!-diciendo esto, el viejo la volteo quedando la chica asustada con el culo para arriba, el viejo levanto una mano y tomando vuelo le soltó una nalgada, que a la chica le acalambro el glúteo ¡SPLASH! se escucho el eco en todo el cuarto.
-¡hhhaaaaayyyy nnooo! ¡No mi amor hhhhhayaaayyyy! ¡Por que haces eso! ¡Duele, duele muchooooo!-¡SPLASH! ¡SPLASH! ¡SPLASH! grito al sentir una serie de diez nalgadas, dadas con toda la fuerza de la mano gorda del viejo Iván, que le pisaba las rodillas de la chica con las suyas, mientras que con la otra mano le apretaba la espalda, inmovilizándola por completo.
-¡Ya te dije que no soy tu amor! ¡Tu solo eres una puta mas desgraciada! ¡y ahora te voy a arreglar las cuentas! ¡Vas a terminar con el culo floreado jajajaja!-gritaba el viejo mientras la tomaba de la coleta, para levantarle la cara ¡SPLASH! ¡SPLASH! ¡SPLASH! seguían sonando las nalgadas, la chica lloraba desconsoladamente debajo del hombre, que parecía no cansarse de destrozar a manotazos las nalgas carnosas que se cargaba, la joven Martha Barrientos.
¡No así no yo…yo te quiero! ¡hhhaaayyyy dioooss mío dueleeeeee!-grito la chica aterrada, por los golpes y por el cambio de actitud, que tubo el viejo.
¡Tu lo que quieres, es que te meta la verga por el hocico, perra come vergas!-diciendo esto el viejo trepo por el cuerpo de la chica, dándole vuelta para poner su verga en la carita de la joven y restregársela, mientras le metía cachetadas dejándole las mejillas rojas, los huevos habían quedado en su boca, Iván entonces se la abrió de golpe metiendo su mástil de carne, en la pequeña boca que no la recibió toda.
La chica pataleaba, pues el viejo estaba sentado en sus senos, haciéndole daño no podía respirar, ni pensar, solo ponía sus manos en la barriga, tratando de quitárselo de encima para poder escapar, Iván le tomo los brazos y los acomodo a los lados de su cuerpo aplastándolos con las rodillas, dejándoselos inmóviles mientras le tomaba la cabeza para cogerle la boca, metía y sacaba todo su instrumento vergal, entre babas abundantes que salían del interior de Martha, que sentía que se sofocaba.
-¡así, así puta de mierda! ¡Solo así se debe mamar una verga! ¡Cuidado con los dientes! ¡Hazlo bien putona!-Iván le decía, con la verga dentro en su totalidad, metiéndole cachetadas por todo su rostro bañado en lagrimas y babas, no permitía que ella se la sacara la tenia por ratos sin moverla, para después tomarla de la cabeza asiendo movimientos de mete-saca.
-no puede ser, que le pasa, esto no debería ser así-pensaba la chica, sintiendo su garganta llena de carne parada, sintiendo la cabeza y el tronco muy dentro de ella.
-¡mira tu pinche cara de puta que tienes jajajaj! ¡Masajéala con tu lengua si no quieres más chingadasos! ¡Quieres paga pues a trabajar pendeja!-Iván le gritaba asustándola, sintiendo como la chica movía la lengua dándole masaje, a la vez que sentía como las tetas hacían contacto con sus nalgas aplastándolas.
Y así estuvo como diez minutos, en los que Martha movía las piernas de un lado a otro, sentía que no podía mas, si seguía así moriría de asfixia pero el viejo no se detenía, entre insultos y risotadas le daba verga a la chica que sentía la mandíbula dormida, el rímel de sus ojos ya se había corrido por las lagrimas y babas, su cara estaba echa un asco, el olor a verga no se le iría por mas que lo lavara.
-¡ahora si puta! ¡esto fue solo el principio! prepara tu raja por que voy a entrar!-el viejo la movió para que la cámara captara el momento, tomando el traje de la parte del trasero, ¡CRASH! lo jaloneo para abrirlo y dejar todo el culo de la chica al descubierto, para después y de una sola estocada mandarle a guardar la verga, en su hendidura vaginal para sacarle un grito de dolor a la chiquilla, que estaba impresionada por el cambio del viejo, que antes la había tratado como a una princesa.
-¡hhhaaayyy! ¡dueeelee nooo por favooorr! ¡hhhaaayy!-la chica sintió, como el miembro le hacia daño el ardor fue tremendo, ella no estaba preparada el viejo estaba enzima de ella metiéndole la verga inmisericordemente, tomándola de las greñas en embestidas brutales que a el también le dolían, pero ese era el verdadero Iván fuerte, destrozador de vaginas, así le gustaba a el y le enseñaría a aguantar de todo.
-¡me vale madres que te duela perra! ¡Mientras yo lo disfrute tu no importas jejeje!-le decía el viejo que la jaloneaba de un lado a otro de la cama, todo sudado la chica no podía mas le dolía mucho, se lamentaba de haberle permitido todo a ese señor, ahora que lo pensaba no quería estar mas cerca de el.
-¡ya no ya no! ¡Don Iván no lo soporto! ¡aaarrrggghhhh!-gritaba con cada metida de verga, de pronto la chica sintió que el viejo le metió su dedo pulgar en la boca, lo movía para todos lados ensalivándolo, ella no comprendía por que lo hacia, pero no tardaría en averiguarlo
Iván saco el pulgar de la boca para sin ningún reparo, incrustarlo en el pequeño agujero posterior de Martha, que dio un respingón al sentir al invasor que se movía dentro de ella.
-¡que…que esta haciendoooo! ¡aaahhhhh aaaahhhhh! ¡sueltemeeee dejemeeee! ¡No quierroooo nooooo!-grito una vez mas al sentir dentro dos dedos, el viejo los movía salvajemente riendo al sentir que la chica soltaba varios gases en su mano.
-¡jajajaja cabrona! ¡Que pedotes te echaste! ¡Ahora que te la meta con suerte y hago que te zurres jajaja!-rio el viejo ya con tres dedos adentro, Martha al escucharlo comprendió que el viejo quería entrar con su barra de carne, por la puerta de atrás aterrándola.
-¡no, no, no por ahí no! ¡Por lo que mas quiera por ahí no!-a Iván no le importo poniendo dos almohadas debajo de ella, hizo que parara el trasero mientras la apretaba de la espalda, coloco su mástil en el agujero de Martha, que a pesar de que los dedos lo habían dilatado, todavía se veía pequeño incapaz de albergar el palo que se cargaba el hombre.
-¡aaaarrrggghhh aaaarrrgghhh! ¡Ya entro la cabeza aaarrggghhh! ¡Aquí tienes cabrona, justo en el culo!-le dijo mientras entraba mas y mas, la chica solo bajo la cabeza mordiendo las sabanas, soportando la intromisión que poco a poco le desfloraban el ano, dejándoselo rojo y adolorido.
-ya esta todo adentro, tranquila puta que viene lo mejor-le dijo completamente acostado sobre ella, que sentía al hombre corpulento muy pesado, el ardor en su ano era insoportable se quería morir cuando sintió que Iván se comenzó a mover lentamente, sentía que al sacar la verga se traía con el los pliegues de su agujerito, para después volvérselos a acomodar con su herramienta.
Con una mano, el viejo la levanto de los cabellos y a la mirada de todos los espectadores de internet, llego un rictus de dolor y lagrimas que les gustaba mucho, mientras que Martha ahí abajo sintió de nueva cuenta las nalgadas a su cola desnuda, ¡SPLASH! ¡SPLASH! se oía mientras que su trasero quedaba rojo y tembloroso.
-¡aaarrggghh! ¡Hija de la chingada! ¡Que trasero tienes bien cerradito! ¡Ven acá te toca sentarte!-y diciendo esto el viejo la tomo de las tetas rompiendo el traje, y la atrajo a el cayendo de espaldas con la chica encima toda abierta de patas, para empezarla a bajar y subir, ella se apoyo en su panza para no caer, mientras el viejo la remataba con fuerza a la vez que le pellizcaba los pezones, haciendo mas dolorosa la acción.
-¡siéntate puta, siéntate duro! ¡aaarrgghhh! ¡Aquí voy justo en tu culo aaarrgghhh!-el viejo se corrió, la chica por primera vez sintió la corrida de un hombre dentro de ella, esta vez no hubo amor, deseo, ni orgasmos, solo fue el objeto de un desgraciado, que la usaba para ganar un dinero rompiéndole su agujero.
Iván la bajo, de su culo resbalaba una hilera de semen, la chica casi desmayada se quedo de lado asustada, triste, adolorida, nunca creyó que el viejo la tratara de esa manera.
-MUY BIEN ESTO ES TODO, RECUERDEN QUE EL DVD TENDRA MAS DURACION, ESTO FUE SOLO UNA PROBADITA DE LA PERRA ESTA QUE PRONTO REGRESARA, CON MAS VIDEOS ONLINE-Iván termino apagando la computadora para después voltear a ver a la chica, que en estos momentos se trataba de parar para salir de ahí como sea, siendo tomada de nueva cuenta por el viejo.
¡Adonde vas putita! esto solo fue para el negocio, falta mi parte-el viejo la tiro a la cama le zafo las botas y le arranco lo que quedaba del el traje de látex, dejándola desnuda con parte de el colgando de sus tobillos, se volvió a tirar encima mordiendo sus senos y metiendo los dedos de forma desesperada en su vagina, Martha solo gritaba de dolor.
-¡ya no ya no ¡ dejemmeee irrr! ¡Es horrible me lastimaaaa!-y así paso un buen rato, donde el viejo le hizo muchas cosas llenas de dolor, su cuerpo quedo todo amoratado y mordido mientras que las cámaras seguían grabando, para lo que vendría en el DVD.
-recuerda piruja, debes caminar como si nada te doliera, te disculparas y te iras a tu cuarto, mañana me esperas afuera de la escuela como hoy, que el avión al norte sale muy temprano-Iván le decía a la chica en el carro en la esquina de su casa, Martha que ya estaba bañada con su uniforme y lagrimas queriendo salir contesto.
-yo…yo…yo no me quiero ir con…con usted, ya no quiero ser actriz, quiero estar con mi familia, por favor Don Iván yo…-¡FLAPS! la chica fue silenciada por el viejo con una cachetada, que sonó muy duro.
-no tienes opción, firmaste un contrato por tres años para trabajar conmigo, así que o cumples o te meto a la cárcel por incumplimiento, así que recuerda echas tu ropa en tu mochila y nos vamos mañana, ya tengo tu visa y tus papeles en regla, ahora lárgate de aquí yo me voy a despedir de mis amigos-Iván la saco del carro a empujones, eran las tres de la tarde cuando Martha toco la puerta, Cintia su mama que la fue a buscar a la escuela como siempre, estaba furiosa de que su hija echara mentiras para no asistir, la señora la castigo mandándola a su cuarto, la chica llego cerrando con llave, para caer al suelo y volver a llorar.
8 de la mañana, la señora Cintia dejaba a su hija en la entrada, Martha en cuanto vio que la señora se perdió de su vista, salió a la misma esquina donde un día antes la espero el viejo y ahí estaba recargado en el carro.
-por favor señor, por favor no quiero ir, no quiero ir-le decía parada en la acera, jalándolo del brazo.
-no estés chingando, súbete que ya nos vamos-el viejo subió al carro abriendo la puerta, la chica subió y así se despidió de su familia, que no la volvería a ver en mucho tiempo.
-mira te presento a Martina Peña a Teresa Romero y a Anahi Torres, chicas ella es Martha Barrientos va a viajar con ustedes, recuerden les espera el sueño Americano, Martha aquí esta tu pasaporte y tu visa en cuanto lleguen suban al vuelo 46 hacia las vegas, yo llegare en una semana nos vemos-las chicas se despidieron del viejo, dos de ellas a diferencia de Martha, iban felices pero Martina también se veía un poco preocupada.
Y así paso un mes, donde los padres de Martha, el señor Esteban y la señora Cintia la buscaban y la buscaban junto con la policía por todos lados, pero ella no había dejado pistas por ningún lado, sus padres estaban desesperados a Iván lo interrogaron muchas veces impidiéndole salir del país, pero al final no le encontraron vinculo con la desaparición de la chiquilla.
Iván en cuanto alcanzo a Martha se puso a trabajar con ella, llevándoles videos a diferentes productoras porno, que en realidad ese era su trabajo, lo de la pagina web solo era por el gusto de cogerse a las chamacas y envolverlas, para que terminaran como Martha obligadas a llegar al ambiente porno.
Un año mas tarde, un compañero de trabajo del hermano de Martha, Felipe, llegaba con la revista PLAYBOY que dedicaba la portada a la actriz porno revelación del año, Jennifer Starr que en ese mismo mes había ganado varios premios por sus películas XXX, ya que ella hacia de todo desde sexo normal, pasando por hardcore, lesbianismo, tríos, en fin hacia de todo y ahora se estrenaba como conejita de dicha revista.
-oye Felipe, hazme el favor de guardarme esta revista, es que yo no traigo mochila-le dijo el chico y Felipe no se negó.
-esta bien pero no se te olvide pedírmela al salir del trabajo, si no me la quedo jajaja-esto lo decía de broma, ya que a le no le gustaban esas cosas.
y como era de esperarse por las prisas de salir al terminar su turno, olvidaron la revista que Felipe al llegar se dio cuenta que la traía, y pensando en echarle una miradita haber que chica salía, a sus ojos llego el rostro de su hermana perdida, la portada decía Jennifer Starr presentando a una chica rubia, muy exuberante, pero esto no quería decir que su hermano no la reconociera, desesperado rompió la envoltura de celofán, buscando las fotos mientras mas miraba mas se convencía que era su hermana perdida, comenzó a leer la entrevista que decía que era de Venezuela, que tenia 19 años y demás cosas, pero el estaba seguro que era su hermana, salió corriendo del cuarto llamando a su hermano mayor, este salió pensando que a Felipe le había pasado algo malo.
Felipe le mostro la revista Esteban, enseguida la reconoció esa tal Jennifer Star, era nada mas y nada menos que su hermana perdida Martha, molestos por que según ellos su hermana trabajaba como una prostituta, juraron no decirles nada a sus padres, era mejor que la creyeran muerta a que pasaran la pena que su hija les aria pasar.
Jennifer Star o mejor dicho Martha Barrientos, que desde hace mucho tiempo se había deslindado de Iván conociendo mas gente, y gracias a su belleza consiguió jugosos contratos con productoras XXX, ahora era la porn star latina mas reconocida en el mundo de las películas para adultos, era muy feliz y pensaba que regresaría con su familia para contarles todo, solo que necesitaba ahorrar mas dinero (que ya tenia mucho), para ayudar a sus padres que nunca dejarían de buscarla.
FIN