Historias de jovencitas 3: Noemí y el vigilante

Otro relato de jovencitas trate de escribir algo distinto espero les guste y comenten lo subi en no consentido pero creo que tiene algo de dominacion

Historias de jovencitas 3: Noemí y el vigilante

Las empresas productoras de memorias extraíbles para computadoras “MEMORIES S.A. DE C.V.” estaban en su mejor momento, con ingresos elevados, nunca habían estado mejor, gracias al gran empresario y creador Don Emilio Garza, el tubo la idea de invertir en ellas, dejando de lado lo que hacía antes, él como director general reinaba en ese momento, junto con sus amigos y socios, que le dieron todo su apoyo y dinero para invertir.

El grupo se formaba por otros tres empresarios, que al igual que Emilio eran algo viejos a acepción de uno, el tenia 58 años, pero parecía que tenia mas, ya que la diabetes lo había acabado poco a poco, el creía que en cualquier momento, se terminaría su vida y que aunque tenía, el dinero suficiente para acudir al mejor medico del país o del extranjero, esa enfermedad no tiene cura.

Los otros tres socios, eran Don Jesús Lezama que era el segundo al mando, con el 25% de las acciones, este viejo de 57 años fue el primero en apoyar a Emilio, tanto en la empresa como en su enfermedad, él era el mejor amigo del dueño y creía que cuando el muriera, le pasaría todo el poder de mando, de estatura media, flaco como un palillo con una barba blanca y larga, que no se rasuraba en mucho tiempo, una cabellera larga con muchas canas, sin llegar a un blanco total, que aunque cuidaba su higiene, daba la impresión de que nunca se bañaba, siempre de trajes carísimos y muy bien educado en sociedad.

También de 58 años, Don Teodoro Peña llegado hace casi seis años de su pueblo, donde él era el más rico y tercero al mando de las empresas con el 15% de las acciones, era un ranchero que antiguamente tenía un rancho avícola, que lo había catapultado a tener el dinero suficiente, para entrar al negoció de memorias, al cual ahora pertenecía y que Don Jesús se había encargado de ayudar a entrar, al convencer a Don Emilio para que lo aceptara, ya que Emilio lo veía con malos ojos por el pasado humilde del que provenía, este tipo era alto y gordo como un oso, de bigotes prominentes, siempre andaba vestido de camisas de franela de cuadros, con pantalones vaqueros de mezclilla y nunca pero nunca, se olvidaba de usar sombrero y botas, tenía unos cachetotes que le hacían ver sus ojos más pequeños de lo que eran realmente, muy risueño y arduo visitante de prostitutas de buena calidad como decía él.

El último era un joven emprendedor llamado Antonio, que Emilio había escogido de entre muchos y que a Jesús, no le caía del todo bien, esto porque sus ideas algunas veces eran más innovadoras, además de que el muchacho era muy engreído, según el porqué venia de las mejores familias de la ciudad, Emilio se había cobrado el favor, por haber aceptado a Teodoro metiendo a la sociedad al joven, que tenía el ultimo 10% de las acciones, este chico de complexión delgada pero fornida, trataba de imitar en todo a Emilio, para él era un ejemplo a seguir, se compraba los trajes muy parecidos a los que su héroe usaba, de piel blanca, quizás hasta algo guapo, cabello rubio muy bien cortado, seguidor de los deportes extremos que también practicaba a sus 28 años, su padre le había prestado el dinero para que el entrara a la empresa, como el ultimo socio.

En la sala de juntas, se suscitaba algo extraño para todos, a excepción de Emilio que daba la noticia que se jubilaría, para descansar ya que su enfermedad avanzaba y quería descansar, para tener algunos años mas de vida, ya que el trabajo en parte era el culpable de se sintiera mal día con día, y a recomendación de su doctor había tomado esta decisión.

-pero Emilio, esto no puede ser, ahora las empresas están en buen momento, tú no puedes retirarte ahora-decía Jesús, que estaba feliz de que el viejo se retirara, para el tomar el poder, pero hábil como un viejo zorro, lo escondía con una imagen de tristeza en el rostro.

-si Jesús tiene razón, tu eres el alma del negocio sin ti esto se vendría abajo-afirmaba el joven Antonio, que estaba de verdad preocupado.

-siempre lo he dicho, la salud es primero si tú sientes que es la mejor decisión, adelante pero dinos ¿quien se quedara en tu lugar?-preguntaba el ranchero Don Teodoro, al cual no le importaba mucho lo que hiciera el dueño y poseedor del 50% de las empresas.

-muchas gracias por preocuparse, pero es una decisión irrevocable y en cuanto a tu pregunta Teodoro, te diré que ya e elegido a mi sucesor, por eso decidí llamarlos a junta, para hacérselos saber-Emilio se levanto de la mesa, se dirigió a la puerta de la sala abrirla y decir.

-les presento al nuevo dueño de las empresas MEMORIES S.A. DE C.V. la señorita Noemí Garza, que como sabrán es mi única hija, ella está muy bien preparada para seguir con lo que hemos creado hasta ahora-la noticia para Jesús cayó como un balde de agua fría, lo dejo helado, nunca creyó que Emilio, no lo tomara en cuenta para ser su sucesor y mucho menos, que eligiera a su hija, que se creía que era, ella no tenía ninguna experiencia en esto, echaría todo a perder.

-buenos días señores-la chica entro, su padre la sentó en el lugar que a él le correspondía como jefe de todo, ella era una pelirroja de 26 años, una belleza de ojos verdes adornados con unos lentes de rectángulos pequeños, de tez blanca, su cabello rizado caía debajo de sus hombros muy bien peinado, delgada, con una figura de reloj de arena, para la junta iba muy bien arreglada con un traje sastre color azul, el saco le llegaba a la cintura, y dentro de este se asomaba una camisa blanca con una corbata negra, esto escondía un par de tetas de tamaño normal, pero al ser la cintura tan estrecha daba la impresión de tener senos más grandes, su trasero respingón, lo tapaba con una falda azul a ¾ del muslo, muy bien ajustada a sus piernas enfundadas en unas medias negras, que por atrás dejaban ver una pequeña línea, que subía hasta perderse entre la falda, por último las zapatillas azules casi negras de tacón alto, todo esto hacia ver de la joven señorita, una hermosura para el que tuviera la dicha de encontrársela por su camino.

A pesar de ser una chica hermosa, Noemí era igual que su padre, siempre miraba por debajo a todos, era engreída, arrogante y caprichosa, nunca había trabajado hasta ahora, todo se lo había dado su padre, los mejores colegios, las mejores cosas, la chica había crecido sintiendo que todos le debían de servir, fuera quien fuera familiares, amigos, (que tenía pocos) de hecho era tan creída y mandona, que muchas personas la evitaban, ella no pedía las cosas por favor a nadie, todo lo pedía, como si cualquier gente le debiera servir, como si todo el mundo fuera su servidumbre.

Para Antonio, fue como ver a un ángel y levantándose de la mesa, regreso el saludo a lo que la chica ni siquiera noto, ya que no lo volteo a ver, incluso el chico bien educado y de una familia respetable, lo miraba poca cosa.

-¡buenos días preciosa!-dijo efusivamente Don Teodoro, al ver esas formas delicadas caminar por la alfombra de la sala de juntas, se imagino que la chica, de pronto subiría a la gran mesa a bailar y quitarse la ropa poco a poco, como cualquier teibolera, pero fue sacado de sus pensamientos, por la voz arrogante de la joven, que no le gusto nada que la llamara preciosa.

-¡mire señor como se llame! ¡Mi nombre es Noemí Garza, por si no escucho a mi padre! ¡y desde ahora seré su nueva jefa! ¡No permitiré que me falte al respeto, un ranchero maleducado! ¡diríjase a mí como señorita Noemí, y desde ahora hábleme lo menos posible!-Noemí enfurecida sin razón, porque el viejo ranchero le había dicho preciosa como un cumplido, sin nada de morbo, le gritoneo sin conocerlo y es que así era ella, su padre solo miro a Teodoro con una sonrisa desafiante, el viejo ranchero  estaba colorado como un tomate, la chica lo había regañado delante de todos sin siquiera conocerlo, Teodoro por debajo de la mesa solo apretó los puños molesto y humillado, en parte por lo que la chica había dicho, pero más molesto estaba por la sonrisa sínica de Emilio, que el sabia que nunca lo quiso por ser de rancho.

Por otro lado, Emilio quedo sorprendido de la actitud de su hija hacia Teodoro, el en todo estos años no había tenido el valor de decirle ranchero ni nada parecido, estaba seguro que su hija, poco a poco le obligaría al ranchero a retirarse de la sociedad y el compraría su parte, ya estaba arto de soportar al ranchero ese.

Don Jesús, que era el único que conocía a la joven Noemí, desde hace ya algunos años y conociendo como era la chica, ni el saludo devolvió conocía muy bien los alcances y groserías, que la chica les hacía a todos, parecía que ella estaba peleada con la vida, que no le gustaba nada, pero no era eso, simplemente se sentía muy superior a todos, Jesús molesto miro como la joven le gritoneaba a Teodoro, si ya sentía horrible porque ella seria la socia mayoritaria de las empresas, se sintió peor por lo que le sucedió a su gran amigo el ranchero, he interrumpiendo el regaño para rescatarlo dijo.

-¡pero qué sorpresa nos tenias preparada! La señorita Noemí, será una gran sucesora tuya, pero vamos cuando tomara las riendas de la empresa-tragándose el orgullo, el sabia que padre e hija se sentían cómodos viendo algo serviciales a los demás, así que actuó como si no pasara nada, aunque por dentro quería hasta matarlos.

-tomare el cargo ahora mismo, cuando llegue el notario para que se haga conforme a la ley-la chica contestaba, mirando los papeles y contratos que darían por hecho su entrada a la sociedad, era como si ignorara a los que la rodeaban, su padre parado a un lado le tomaba el hombro orgulloso de su hija, no había duda su decisión era la mejor, por unos minutos solo hubo silencio en la sala, Antonio se sentía ignorado, Teodoro humillado y Jesús molesto por no ser el sucesor, de pronto la secretaria abrió la puerta, indicando que el notario ya había llegado haciéndolo pasar.

Como era de esperarse, la chica exploto en regaños hacia el notario por llegar tarde, diciéndole que era un impuntual, el notario solo se extrañaba de la actitud de la chica, pensaba que solo habían sido cinco minutos de su retraso, pero Noemí se sentía bien gritoneando y humillando a todos, un rato después la chica firmaba los papeles que le daban el 50% de la compañía, ya se imaginaba mandando desde al intendente más insignificante, hasta al socio que seguía en acciones que era precisamente Don Jesús, se sentiría como pez en el agua, la junta termino, Noemí sin despedirse salió con su padre que desde ahora quedaría fuera, al pasar por donde estaba Teodoro, la chica se tapo la nariz como si algo oliera mal.

Antonio salió detrás de ellos, esperando un poco a que se alejaran, la verdad es que también a él le había caído muy mal la actitud de la jovencita, su padre era más accesible pensaba él.

Jesús y Teodoro se quedaron sentados, esperando que todos desaparecieran del lugar, y una vez solos  estallaron el reclamos maldecían al viejo y a la chica, pensando en que si así seria siempre, terminarían por renunciar, ya estaban muy viejos para que una chiquilla los viniera a mandar.

-¡Maldito Emilio ojala y te pudras en el inferno! ¡Cuando te mueras! dejar todo a cargo de esa pendeja chamaca es un desgraciado-decía Jesús encolerizado a un no menos enojado Teodoro

-¡maldita me humillo, yo que solo quería ser amable con ella! Y luego eso que hizo con la nariz, que humillante-decía Teodoro que se sentía mal por todo, tenía tiempo que no lo trataban tan mal.

-tienes razón mi buen amigo, tienes razón esa Noemí merece que le den unas nalgadas para que aprenda a respetar a sus mayores pero la culpa la tiene el padre por enseñarle a tratar así a la gente ven te invito una cerveza conozco un bar buenísimo-y así con esas palabras salieron pero el viejo Teodoro no sentía ánimos de salir con las putas.

En el bar las chicas iban y venían desnudas atendiendo mesas, Teodoro se animo y así conversando se emborracharon, Jesús le daba ideas de como vengarse y Teodoro hacia lo mismo, pero no era en serio, simplemente era el dolor de lo vivido recientemente, pero alguien de otra mesa, un viejo que visitaba el lugar, escuchaba con atención las quejas de los dos pobres hombres, y al escuchar que se trataba de una chica, se acerco a ellos para tomar un poco y saber bien de que se trataba todo esto.

-¿hola como es encuentran? ¿Les puedo hacer compañía?-les dijo el hombre

-¿y tu quien chingados eres? ¡Lárgate a tu mesa!-Teodoro no quería visitantes, y ya borracho contesto algo golpeado.

-mi nombre es Luis,  soy el vigilante de la empresa que manejan, y sin querer escuche de lo que se quejan, les quiero proponer algo que nos convendrá a todos-contesto con un aire de misterio.

-¡ya te dije que te largues pendejo!-Teodoro lo volvió a correr, pero Jesús un poco más sobrio contesto.

-espera Teodoro, quiero saber de que está hablando este pendejo ¡habla o lárgate cabrón!-dijo seguro de sí mismo, también quería saber de qué se trataba el disque plan, que tenia y así Luis comenzó a platicar el plan benéfico para todos, al principio los dos empresarios no les gusto la idea, pero conforme el plan se formaba se convencían mas y mas, les gustaba la idea loca del viejo vigilante, he incluso entraron a cambiar partes del plan.

-así que si aceptan, yo me encargo de todo, ustedes solo me apoyaran con dinero, y si la chamaca me denuncia no los nombrare, he incluso iré a la cárcel no me importa que me dejen adentro, pero si resulta ustedes me darán la suma de dinero acordada, y desapareceré para siempre-dijo para terminar el viejo Luis, esperando una respuesta.

-sabes, que a mí me gusta el plan del viejo este, yo si le entro-dijo Teodoro, que como buen ranchero se lanzaba a todo sin medir las consecuencias.

-es muy riesgoso, pero si tu juras que no nos delataras, me parece bien a mi también-dijo Don Jesús, un poco mas sigiloso.

-muy bien pues a brindar, yo les juro que de mi cuenta corre, domar a esa chamaca, la voy a ser ver su suerte !Jejejeje!-dijo riendo el viejo vigilante.

-solo que nosotros te avisaremos cuando empieces a actuar no te adelantes de verdad que ya me emocione jajajaja-y así riendo se dispusieron a tomar alcohol y a recibir el cariño comprado de las putas del lugar.

Una semana había pasado desde la reunión en la sala de juntas, donde la hija de Emilio Garza la pelirroja Noemí, había tomado el poder de la empresa, y también de la pequeña junta en el putero que tuvieron los tres viejos desgraciados, para la chica fue como entrar al paraíso, en su primera semana despidió a mas de 8 gentes, para contratar a supuestos mejores empleados, y a los que sobraban o se salvaban del despido, los trataba con la punta del pie, no se tentaba el corazón, para hacer llorar a las secretarias y ayudantes, el pobre socio Antonio se había convertido ya en su secretario, el no se quejaba por respeto a la chica y a su padre, mientras que a Teodoro no le iba mejor, entre ofensas y maltratos se la pasaba cada que había juntas, mientras que a Jesús ni lo volteaba a ver, para la chica era otro viejo que ya necesitaba retirarse, era increíble que una chica, tuviera el poder de controlar a tres hombres, Noemí se sentía poderosa, segura, toda una empresaria ,se sentía feliz tan solo de ver la cara de miedo, que tenían al verla entrar a las oficinas, pero todo cambiaria y seria pronto.

-¡ya cuando se hará eso del plan! no me digas que ya te echaste para atrás, ya no soporto a esa vieja altanera, un día de estos voy a traer mi revolver y le voy a dar unos tiros en sus tetas, ya me tiene hasta la madre y mira al pobre Antonio, pobre menso como se deja tratar-Teodoro le reclamaba a Jesús, el no mandar la vigilante a comenzar lo pactado.

-¡si pinche vieja ya se paso! está corriendo a todo el personal de confianza, solo estaba esperando a que el desgraciado de Emilio la dejara sola, y parece que ya no vendrá-marcando su celular solo dijo.

-mañana comienzas estés listo o no, recuerda nosotros no sabemos nada de ti-dijo el viejo colgando sin esperar una respuesta.

Al día siguiente Noemí, llegaba al trabajo como siempre, con sus traje sastre, preparada a cumplir sus horarios de trabajo, en el elevador se encontró con un viejo feo, que nunca había visto este viejo llevaba el uniforme de vigilante, la camisa se le pegaba a su panza, parecía que los botones saldrían volando en cualquier momento, en su cabeza traía una gorra que tapaba su calvicie y su barba blanca de candado mal recortada, hacia que se viera mugroso, a lo que la chica le resulto asqueroso y sin pensarlo le dijo.

-si mañana no vienes bien rasurado, estas despedido viejo, habrá jóvenes que cumplan bien su trabajo, y no te quiero ver cerca de mi ¡entendiste!-dijo la chica sin mirarlo, pegada a la puerta esperando a que llegara el elevador, al último piso donde se encontraba su oficina.

-tu debes ser la hija del viejo Emilio, te diré que tu no me vas a correr, le se muchas cosas a tu padre y a la cárcel lo mando, así que más vale que conmigo te comportes chamaca, tus aires de grandeza conmigo no resultaran-la respuesta dejo helada a la chica, nadie desde que había entrado la había enfrentado como el viejo lo hizo, Luis avanzo hacia ella tomándola de la cintura atrayéndola hacia él, recargando su bulto del pantalón en las nalgas respingonas, cubiertas por la falda blanca del traje que llevaba ese día, la chica sintió la panza y el bulto recargarse en su esbelto cuerpo, e inmediatamente reacciono.

-¡que se ha creído esta despedido! ¡Largase de aquí en este instante! ¡Cerdo pervertido!-pero el viejo no se separo, incluso la tomo de las tetas repegándose mas a su cuerpo.

-tú lo que necesitas es una buena verga ¡puta desgraciada! veamos que tienes aquí adentro-bajando una de sus manos, le metió los dedos entre las piernas tocando la vagina de la chica, que se retorció y con fuerza logro empujarlo aventando al viejo.

-¡maldito viejo! ahorita mismo le hablo a la policía, para que venga por usted, ya lo verá se arrepentirá de haberme tratado así-dijo la chica gritando dentro del elevador.

-a mi no me engañas, estas deseosa de una verga mira como estabas de mojada, con tan solo tocarte un poquito, esto es para ti si lo deseas-el viejo bajo el cierre de su pantalón y se saco la verga, era enorme llena de venas, negra como la noche, con la cabeza casi morada, estaba lista apuntando hacia la jovencita, que se quedo fría nunca había visto una verga tan grande en su vida.

-¡es un asqueroso repugnante! ¡Lo voy a echar! ¡Le juro que se arrepentirá de esto!-Noemí lo decía sin dejar de ver la morena verga, no sabía qué hacer, su arrogancia al parecer no funcionaba con ese hombre.

El elevador llego a su destino, la chica casi corriendo, salió dejando al viejo riendo dentro del elevador, este volvía a enfundar su verga, para luego apretar el botón de bajada, solo quedaba esperar la reacción de la chica para volver a atacar.

Noemí llego a su oficina, estaba asqueada ese viejo era repugnante, tomo el teléfono y levanto el auricular marcando el numero de la policía, del otro lado se escuchaba que contestaban, pero ella no decía nada y en una reacción sorpresiva para ella, volvió a colgar sin decir nada, todo el día la chica intento hablar con la policía, pero no sabía porque se detenía –que te pasa Noemí, llama a la policía llama ahora, es momento de pedir ayuda-la arrogante chica, se debatía en que ella podía controlar la situación como siempre lo hacía, y convencida de que el viejo se iría por la amenaza de la cárcel, dejo pasar el momento.

En la tarde la chica salía rumbo a su casa, llego al estacionamiento subterráneo que tenían las instalaciones y que era exclusivo para los cuatro socios, noto que como siempre era la última en irse y no dándole importancia, camino rumbo a su auto, al llegar y sacar sus llaves para abrir la puerta, sintió como si una persona estuviera detrás de ella, al voltear se sobresalto al ver que era el viejo vigilante de la mañana, el viejo con una sonrisa, rápidamente la tomo de las nalgas apretándoselas, Noemí al sentirlo le soltó tremendas cachetadas.

-¡maldito desgraciado a mi no me vas a acosar infeliz! ya te dije que estas despedido ¡largo! fuera de las instalaciones de la empresa o le hablare a la policía-la chica gritoneo tirando golpes y aventando al viejo y gordo vigilante

-¡jejeje! o sea que no le has hablado a la policía putita, apuesto que es porque quieres ver de nuevo mi verga ¿te impresiono no es así? Todas dicen que la tengo bien grandota, mira la tengo parada por tu culpa, es para ti-el viejo ya traía la verga de fuera y se la masajeaba enfrente de la chica, ella la miro, la puerta del carro estaba abierta, Noemí retrocediendo se sentó en el asiento del conductor, y lo que contesto dejo al viejo con la boca abierta.

-la verdad si es grande y gruesa-ella lo dijo con una voz lo más sensual que pudo, mirando siempre el trozo de carne que tenía enfrente.

-¡Jajaja! yo sabía que te gustaría y no te culpo a todas les gusta, ahora tócala hazme una paja, tómala con tus manitas chamaca-el viejo acerco mas la verga a la chica, y ella sin dejar de verla la tomo y la apretó con todas sus fuerza haciendo que el viejo diera un grito de dolor, cayendo de rodillas al suelo.

-¡haaaayyy haaayyy! ¡Desgraciada suéltame! ¡hhaaayyyy!-grito el viejo, ya retorciéndose en el suelo, la chica le hacía daño y no lo soltaba, incluso se lo apretó mas, se lo quería arrancar con sus propias manos.

-¡maldito viejo asqueroso! Escúchame bien, mañana no te quiero ver por aquí estas despedido oíste ¡despedido!- Noemí por fin lo soltó, el viejo adolorido tomo su verga sobándosela, sintiendo que había ganado y que no volvería a ver al viejo, le puso un pie en el pecho enterrándole el tacón de la zapatilla, diciéndole.

-¡te vuelvo a ver y te lo arranco! después se lo echo a los perros, te sentías que podías conmigo, pero yo soy la empresaria Noemí Garza, escogiste mal a tu victima infeliz, dime que se siente pasar de victimario a víctima, quien es la puta ahora-decía la chica apretando la zapatilla contra el pecho del viejo, esperando una respuesta, el viejo juntando fuerzas respondió.

-¡hhhaaayyy desgraciada! tienes una manitas muy ricas, nnnggg me dolió y desde aquí veo que traes calzones azules, nnngghhh que sabroso ¿me los regalas?-ahora la chica era la que se sorprendía con la respuesta del viejo –este no entiende-pensó, antes de retirar su pie y dar la vuelta para subir a su carro y salir del lugar, dejando al viejo tirado y adolorido.

-vas a caer puta y me vengare de esto, pero ahora necesito una bolsa de hielos, cabrona como apretó-dijo incorporándose, para también salir del lugar.

En el carro la chica manejaba rumbo a su casa, el cuerpo temblaba, se miraba la mano con la que tomo la verga del viejo, que tenia puesta en el volante y miraba como esta temblaba más fuerte, en algún momento, la comparo con el tubo del volante y creyó que el miembro de carne era más grueso, sorprendida por lo que pensaba detuvo el carro para calmarse.

-¡jajaja! en serio te hizo eso viejo, esa chamaca es una verdadera fiera ¡jajajaja!-reía Don Teodoro, al escuchar lo que le contaba el vigilante.

-si salió muy leona, pero vamos a lo más importante ¿crees poder con ella Luis?-le preguntaba, Jesús a un todavía adolorido señor.

-claro a mi ninguna vieja me lastima la verga, se la voy a meter esa Noemí va a ser mía, le voy a demostrar quién manda, por lo pronto seguiré con lo planeado, esta es la última vez que nos reunimos, ustedes sabrán de mi en cuanto la leona pase a ser una dócil gatita-el viejo se paró de la mesa del bar, tomo la botella de cerveza y se la tomo de un trago, para después retirarse a su casa, dejando a los otros con muchas preguntas.

Sola en su departamento, Noemí pensaba en lo que le había sucedido, se sentía una vez más victoriosa y que si podía con esto podía con cualquier cosa, se lavo como diez veces la mano con diferentes tipos de productos, pero no sabía porque se la miraba constantemente y la ponía en forma como si estuviera agarrándola, recordaba el grosor y la negrura de este, le daban escalofríos con tan solo recordarlo, en sus pensamientos insultaba al viejo, pensando en que era la mejor y así se quedo profundamente dormida.

Una vez mas Noemí llegaba a su empresa, miro la caseta del vigilante que estaba justo en la entrada y la vio vacía, en el elevador sonreía, el viejo ya no había vuelto, llego a su oficina y al abrir lo primero que vio, fue al viejo gordo con los pantalones abajo, masturbándose con la manga del saco sastre que la chica dejaba ahí por si necesitaba un cambio de ropa, sorprendida miro al viejo sonriente, estaba parado ahí desafiándola nuevamente, jugándose la verga con su ropa, esto era demasiado la chica exploto encolerizada.

-¡qué demonios hace aquí viejo asqueroso! ¡Largo! ¡Largo de aquí! ¡Se lo ha ganado lo meteré a la cárcel por el resto de su vida!-gritaba eufórica, ya estaba harta de esas cochinadas y sacando su celular, llamo a la policía, el teléfono sonó el viejo acercándose a ella, saco un pañuelo y un frasco con cloroformo, la chica que no sabía que iba a ser, escucho que contestaban del otro lado del teléfono, y antes de que pudiera contestar sintió que Luis le bajaba la mano con fuerza, la giraba y le ponía el pañuelo entre la boca y la nariz, la chica forcejeando comenzó a sentirse soñolienta, el vigilante no la soltaba y sentía a la jovencita mas y mas dormida .

-así duerme bien, que cuando despiertes comenzara la fiesta-fue lo último que alcanzo a escuchar, antes de que se desmallara.

8 horas más tarde, Noemí despertaba de su sueño, se sentía algo adolorida sus mejillas las sentía hinchadas, abrió poco a poco los ojos, sintiendo que estaba acostada en algo que parecía ser una cama, también sentía algo de frio, estaba completamente a oscuras y solo se escuchaba el sonido de una gota cayendo constantemente, trato de moverse pero sus brazos y piernas estaban bien amarradas en forma de equis, en su boca tenía una especie de mordaza, de repente escucho un timbrazo, para después escuchar una voz con un poco de interferencia, como si le hablaran desde un radio.

-veo que ya despertaste puta, ya era hora tardaste mucho, esto es lo que pasara, te quedaras ahí hasta que yo lo decida, no habrá comida ni agua, si quieres orinar o cagar, tendrás que aguantarte o hacerlo así como estas, nos vemos  luego ¡jejeje! que la pases bien-la voz no era clara, pero la chica alcanzo a oír el mensaje.

Había pasado un tiempo, donde la chica trato de desatarse, forcejeaba con los amarres, pero esto solo le provocaba el rasparse las muñecas, dejándoselas rojas y un poco ensangrentadas, la falta de alimento y bebida la debilitaba, haciendo que ya no pensara en como liberarse, de su boca salía constante baba al estar amordazada, sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad y podía ver que estaba en una especie de cuartucho, que enfrente de ella había cajas y bolsas como de basura, algunas veces sentía con si le caminaran cucarachas por todo su cuerpo desnudo, sus ojos se había cansado de llorar, estaba en las peores condiciones, pero cuando ella pensó en que ya no podía mas, escucho que se abría la puerta, la luz del cuartucho se prendió haciéndole daño en los ojos.

-¿cómo se encuentra la señorita arrogante? ¿Descanso bien? mira nada mas estas toda orinada, hueles a mugre, pero que modales son esos, si aquí junto tienes un baño ¡jejeje!-Noemí no podía abrir los ojos, la luz le lastimaba, sintió que alguien se sentaba junto a ella, para después retirar la mordaza de la boca.

-aaaa…agua…agua..da..dame..agua-fue lo primero que balbuceo

-no se te quita lo mandona, ni porque estas en estas condiciones, bien quieres agua te la daré-el tipo se dirigió a la llave, de la cual caía constantemente una gota, tomo una manguera y se la coloco, abrió la llave y dirigió el chorro a la chica mojándola completamente.

-¡aquí tiene su majestad jajaja! y sirve que también te baño de una vez ¡apestas!-ya totalmente “bañada” el tipo la desato,  mirando el daño que se había hecho en las muñecas, la chica repuesta de la vista, miro que se trataba del viejo vigilante, la había secuestrado y quien sabe que le iba a hacer, el viejo Luis tomo una colchoneta y la estiro en otro lado del cuartucho, la chica que estaba en posición fetal, trato de pararse pero el cuerpo le dolía y no le respondía, Luis la cargo llevándola a la nueva colchoneta dejándola caer, para después volver a amararla en la misma posición en la que estaba antes.

-yo creo que con un día más, aprenderás a pedir las cosas por favor mugrosa pelirroja, ahí te dejare espero que no te muerdan las ratas o que mueras de pulmonía, en todo caso sería lo mejor para ti, porque si sobrevives desearas morirte ¡Jajajaja!-el viejo volvió a amordazar a la chica, para después salir apagando la luz.

Noemí ahora sabia quien la tenia encerrada en su contra, se culpaba por no hablarle a la policía cuando tuvo la oportunidad, ya que si lo hubiera hecho no estuviera en esta situación, era de noche y la temperatura bajaba rápidamente, los sonidos de patitas de las ratas moviéndose por la tubería del cuarto, no la dejaban descansar sentía que los brazos se le desprenderían de los hombros, su cabello sucio y enmarañado sobre su cara, le dificultaba la respiración lloraba como una chiquilla, pero ya no salían lagrimas sus ojos se habían secado de tanto hacerlo, el frio pegaba con más fuerza haciendo que sus pezones rosas se pararan, apretaba los puños furiosa y aterrorizada, no pensó que a una chica con tanto poder y dinero le pasaran estas cosas, pensaba en la vez que su padre, le comento que contratara guardaespaldas y ella se negó, que tonta por engreída y arrogante ahora estaba sufriendo.

En la sala de la misma casa, Luis miraba la televisión pensando en que el castigo sería suficiente, para hacer entender a Noemí y también en que tenía que ser cuidadoso, ya que si moría o quedaba loca, sus colegas lo podrían traicionar y meterlo a la cárcel, se tendría que ir con cuidado y no sobrepasar el castigo.

La luz del cuarto se prendió de nuevo, la chica casi morada por el frio y con una expresión de desesperación, vio como el viejo se acercaba a ella y la desamarraba, ya no sentía los brazos su espalda le dolía por estar horas plasmada en la colchoneta, Luis la tomo y levantándola como un bulto, se la echo al hombro camino hacia otra habitación y la acostó en una mejor cama, al soltarla la chica con la poca fuerza que tenia, se encogió en la esquina y rápidamente se tapo con una cobija vieja y rota, tenia frio, hambre y sed, el viejo le aventó un trozo de pollo rostizado a medio comer, ella lo tomo y no importándole nada se lo llevo a la boca, no había comunicación entre ellos, la chica no levantaba la vista le daba miedo, parecía una cría de conejo perdida a merced del lobo, el viejo Luis rompiendo el silencio le dijo.

-te dejare aquí por un rato, báñate, come y bebe lo que quieras, el agua está caliente, al rato vendré por ti, no intentes huir ya que estamos en una cabaña en el bosque, te perderás si sales, no hay nada cerca que te ayude, aprovecha esta oportunidad para pensar en lo que eras, para después cambiar tus actitudes, ya que ahora serás mi esclava y puta personal, ya no habrá trabajo, ni lujos, ni vestidos bonitos, puedes tomar lo que quieras para taparte, debajo de la cama hay trapos, ¡entendiste estúpida!-la chica solo movió la cabeza afirmando que lo dicho había quedado claro, para ver que el viejo se retiraba.

Lo primero que trato de hacer fue alcanzar la comida, pero le dolía todo haciendo que solo esto fuera un gran trabajo, llegando pensó en no comer todo, en parte porque no sabía cuando regresaría el viejo y por otro lado, tal vez le caería mal si se atragantaba comió y bebió lo suficiente, para después ir al baño y darse una ducha, el viejo no había mentido el agua estaba caliente, eso la ayudo a reponerse un poco más rápido, miro debajo de la cama y saco muchos trapos, tomando el más caliente le hizo un hoy yo en medio y se lo puso como si fuera un poncho, para después sacar más y usarlos como cobijas, después de esto y por el cansancio se quedo dormida.

-¡despierta zorra esto no es un hotel! –dijo el viejo moviéndola del hombro, a la chica le cayó bien el descanso estaba casi repuesta, también se dio cuenta de que durmió mucho, ya que la luz estaba prendida, dedujo que ya era de noche.

-porque me tiene aquí, porque me hace todo esto, yo no he hecho nada malo, ¡libéreme libéreme! quiere dinero le daré lo que quiera ¡pero déjeme ir!-fueron sus palabras, que seguían sonando en un tono un poco exigente, y eso no le gustaba al viejo Luis.

-el problema de ustedes los ricos, es que piensan que todo se resuelve con dinero, ya vez al tarado de tu padre, ni con todo su dinero se puede curar, y tu ni con todo tu dinero podrías salir de aquí-decía el viejo acercándose a la chica, que ya estaba sentada en la cama envuelta en las cobijas.

-¡entonces que quiere de mi! ¡Quieres tomarme que me acueste contigo! ¡Lo hago! pero sácame de este lugar inmundo ¡ya no quiero estar aquí!-otra vez reincidía en querer dar órdenes, el viejo entonces le dijo.

-¿yo cogerte? ¡jajaja si eres horrorosa! mejores putas me he cogido, tú no eres nadie pendeja, solo eres una pelirroja flaca, que ni tetas, ni nalgas tiene porque te querría coger, hay miles de viejas mejores que tu-esto era un mentira, el viejo vigilante soñaba con cogerse a la chica, desde hace ya mucho tiempo, recordaba las veces que la veía llegar con su padre, a visitar la empresa, después de la escuela con su uniforme era una lindura, se masturbaba con ella la deseaba, pero antes que todo los negocios eran los negocios, la chica extrañada no sabía la razón de su secuestro, no quería dinero, ni sexo que era lo que quería.

-yo…yo no entiendo que quieres entonces ¡déjame ir ya!-desesperada y enojada, seguía exigiendo no comprendía que ese era el problema.

El viejo le soltó un par de cachetadas las cuales la hicieron sangrar, tomándola de las muñecas le puso unos grilletes los cuales se juntaban con unas cadenas, ella solo se quedo esperando, una vez amarrada la levanto, la chica se resisto un poco pero al ver que el viejo volvía a levantarle la mano, se quedo quieta todo esto era nuevo para ella, nadie la había tratado así, de su boca y nariz salían pequeñas gotitas de sangre por los golpes recibidos, Luis la llevo al centro de la habitación y levantándole los brazos, coloco la cadena en un gancho de hierro que colgaba del techo, Noemí quedo de puntitas casi como las bailarinas de ballet.

El viejo salió de la habitación, la chica ahí colgada miro como el viejo regresaba desnudo, se veía horrible con una cara seria le mostro a Noemí algo que traía en la mano, que no era más que un cable azul, que en una punta tenía una bola de plástico como de cinco centímetros, y del otro lado tenía una especie de pinzas también de plástico, parecida a las trampas para osos solo que en miniatura, la miro y le dijo.

-esto sacara la puta que llevas dentro pelirroja-la chica una vez más protesto, esto ya era demasiado abuso.

-¡no ya basta! ¡Te juro que si salgo de aquí acabare con tu vida! ¡Maldito desgraciado!-pero el viejo importándole poco le metió la bola en la vagina, para después abrir la pincitas y colocárselas en el clítoris, haciendo que la chica se retorciera de dolor.

-¡jejeje! Vez este pequeño control, es el que te dará placer cuando lo active, ahora si a gemir y disfrutar ¡perra pelirroja!-diciendo esto el viejo apretó el primer botón del control, que enseguida dio la orden para que la bola y la pinza comenzaran a vibrar, al hacerlo la chica sintió que el alma le salía por el cuerpo retorciéndose.

-¡aaahhhh! ¡que…que es esto! ¡aaahhhh!-Noemí sintió que su carne se calentaba, miro el techo se quería soltar, encogió una de sus piernas rozando la otra, quería sacarse la bola y destrabar la pinza pero esta estaba bien sujeta a su clítoris, el peso de su cuerpo en sus dedos le los pies hacían la tarea más difícil, su vagina comenzó a soltar líquidos desde lo más profundo, ella pataleaba sintiendo y escuchando la vibración del extraño aparatito.

-se siente rico no es así ¡correte…. correte puta! esto te enseñara a no lastimar la verga de tu macho-le decía el viejo sentado en una silla justo enfrente de ella, que seguía retorciéndose sin parar entonces, el viejo vigilante apretó el segundo botón haciendo que las vibraciones se hicieran más intensas.

-¡haaaayyyyy! ¡aaahhhh! ¡diiooosss miiiooo queeee mee estassss hacciiiendoooo! ¡oooohh dios oooohh! ¡aaaahhhh!-gritaba sin parar, la sensaciones eran fuertes por momentos levantaba una pierna y la estiraba de lado, para después hacer lo mismo con la otra, esto ocasionaba que se balanceara sin parar, el viejo estaba embelesado con lo que veía, mientras de la boca de la chica salían babas y gemidos, no podía mas con eso.

-viene lo mejor puta, es delicioso verte disfrutando, que te parece si ponemos la ultima velocidad-diciendo esto el viejo apretó el ultimo botón, la tercera velocidad fue el mayor placer que la chica sintió, sudada con la mirada perdida, pidió que lo apagara que ya no siguiera con el castigo tan delicioso.

-¡uuuuffff!! ¡nnnnnn! ¡aaa…apágalo apágalo! ¡nnnnngggg!-grito Noemí desesperada, nunca creyó que esto se sintiera tan bien.

-¡haaaaaaa! ¡hhhaaaa!!siiiiii!!mmmnnnggghhh!!hhhhaaaaa!!no….no…soporto más! ¡Lo quiero lo necesito sacar de mi!!aaarrrgghhh!-gritaba ya descontrolada, fue mucho castigo para una chica que no practicaba mucho el sexo, sus ojos los tenía en blanco gimiendo como una loca, creía que moriría ahí mismo de tanto placer, el viejo sentado en una silla no dejaba de apretar el botón, viendo como la chica con la cara desencajada, se retorcía gimiendo desesperada.

-ahora di que serás mi esclava, perra anda dilo-le decía el viejo, ya desnudo con la verga erecta.

-se….seré tu esclava ¡aaaahhhh! ¡mmmmm! ¡Hare lo que quieras! ¡Que ricoooo¡-ella no pensaba en nada, el aparatito en sus piernas la había derrotado, orgasmos parecían haberse juntado en su cuerpo, queriendo salir.

-¡mmmmmnnnggghhhh! ¡aaaahhhh! ¡deliciosoooooo!-Noemí soltó el orgasmo mas fuerte sentido alguna vez por una mujer, chorros de liquido salían de su pequeña vagina, expulsando la bola con fuerza, el liquido corría por sus blancas piernas para llegar al suelo y dejar un pequeño charquito, se convulsionaba toda sudorosa sintiendo que pequeños restos de orgasmo salían sin parar seguidos, había sido demasiado para ella, la pincita en su clítoris seguía ahí bien agarrada, ella sintió que el viejo se levanto y la tomo de las piernas abriéndoselas, se coloco entre ellas y le dijo a una casi desmayada chica.

-pídeme por favor que te ensarte, que te meta mi verga, se que lo deseas, te vez tan hermosa así, toda mojada anda se mi perra, mi hembra, mi mujer, mi esclava sexual, te prometo que ya no pensaras en lastimar, molestar y despedir gente, se que lo hacías porque estabas frustrada sexualmente, pero ya encontraste quien te atienda como te mereces, pequeña puta-Luis le decía moviendo su herramienta en la entrada de Noemí, que lo escuchaba caliente, quería sexo y no le importaba ya que fuera con ese viejo repugnante, que la había secuestrado, quería sentir una verga dentro y cual más que la que tenia lista entre sus piernas, acariciando la entrada de su rajita, recordó que el viejo tenía una verga gorda, larga, morena y llena de venas así que contesto.

-por favor Don Luisito, métame su verga, quiero sentirla dentro, seré lo que usted quiera, pero por favor no me deje vacía - la chica lo dijo susurrándole al oído, sintiendo que la gran verga se situaba justo en medio de ella y comenzaba a empujar hacia adentro, los dos se miraron ella con una expresión de dolor y el con un rostro lleno de lujuria, sentían que la cabeza se perdía mas y mas en la pequeña entrada, haciendo esfuerzos el viejo solo pudo meter la mitad de su tronco, así parado como estaba, comenzó un leve mete saca, su verga salía brillosa de jugos vaginales, entre mas arremetía mas se incrustaba.

De pronto dio una arremetida rápida metiendo todo su aparato, la chica que solo se sostenía de la punta de sus pies, sintió como la verga la había abierto, la copulación estaba completa el viejo continuo metiéndole la verga entera sin parar, por momentos levantaba del suelo a la amarrada chamaca que gemía y gemía sin parar, sintiendo que la partían, para el viejo era un sueño hecho realidad, la tomaba de las tetas y se las apachurraba jalaba los pezones jugando con ellos, para después bajar a sus nalgas y abrírselas y darle nalgadas, ella solo aguantaba el magreo y la cogida sus brazos se entumieron por estar todo el tiempo en la misma posición.

Luis metió sus manos por debajo de sus piernas y la levanto, aprovechando que ella estaba amarrada la remataba con vigor, con furia, esa furia acumulada de años de ver como Noemí había crecido, convirtiéndose en la mujer que era ahora.

-¡toma toma toma puta! eso así debes apretar a tu macho y no como la vez pasada-decía el viejo ya fuera de sí, quería que la chamaca y lo recordara para siempre.

-¡aaaahhh! ¡mas…mas…métemelo todo ¡aaahhh! ¡Me…me voy a correr de nuevo en tu verga! ¡aaahhhh!-Noemí se corrió, esa noche se convirtió en una maquina de orgasmos, uno tras de otro salían anunciados por los gemidos de su boca, el placer que sentía era inmenso.

El viejo entonces satisfecho por lo que oía, le lamia el cuello y las orejas dejándola toda babeada, pero a ella no le importaba, al contrario también comenzó a lamerle la cara en una señal de satisfacción.

-haber que tenemos aquí atrás, que agujerito tan chiquito, aguanta que ahí te va el primer dedo-le dijo y así fue como Luis mientras seguía el mete-saca, le comenzó a introducir un dedo en el ano, la chica dio un pequeño aullido de dolor por la acción, pero encontró el dedo tan reconfortante que no dijo nada y tampoco trato de impedirlo.

El dedo entraba más y más, el viejo entonces metió otro y otro, haciendo que la chica se retorciera trepada en el, las sensaciones en se ano eran fascinantes para ella, que en ningún momento sintió dolor, el viejo sudaba literalmente la gota gorda como pulpo no dejaba de mover su mano dentro del culo y con la otra, le trataba de dar pequeñas palmaditas en su nalga, un poco cansado le saco la verga y la mano, la chica que también sudaba a chorros se quería desplomar, pero al estar colgada como cerdo en matadero no podía, el viejo tomándola de la cintura la giro quedando detrás de ella, apuntando su verga en el agujero posterior diciéndole.

-desde que te veía con tu uniforme de la escuela católica, tenía ganas de cogerte, pero siempre me imagine que tu culo seria una delicia, ¡dame tu culo dámelo! y te hare ver las estrellas putita arrogante-se lo decía jalándola de los cabellos, la chica con la espalda arqueada, sentía que el viejo era el mejor cogedor del mundo, abandonada a las sensaciones contesto.

-por favor Luis desflórame el culo, es tuyo te lo ganaste ¡aaaahhhh que…que rico es esto!-el viejo sin piedad le metió media verga el ano, estaba totalmente dilatado los jugos de la vagina y el sudor de sus nalgas lo lubricaban bien, tanto que la chica en vez de dolor, sintió un gran placer al ser sodomizada de la manera como lo hacia el viejo vigilante.

-¡aaaaahhhh! lu…Luis que…qué grande es…. siento que me abres toda ¡aaaaahhh!-gritaba la chica, sintiendo que la verga quería entrar mas y mas rompiendo las paredes de su ano, que se encontraba enrojecido, por abrirle la puerta a ese grueso invasor de carne y venas.

-y te falta la mitad así que prepárate porque ahí te va ¡tooooommmaaaa!-con un grito el viejo se lo mando a guardar de otro golpe, Noemí sintió que los ojos se le salían de las cuencas, sintiéndose totalmente enculada ya, el viejo no le dio tregua y enseguida se la saco casi hasta la punta, para volver a arremeter con fuerza, los dos sentían sensaciones nunca antes sentidas, la chica pensaba que no era normal, que un viejo de su edad aguantara tanta pelea folladora, se sentía cada vez mas fascinada con el hombre, que ella creía un inútil se quería mover para demostrarle que ella quería poner de su parte, los palazos de carne en su culo la hacían gritar y ella, los aumentaba para hacerle saber a su macho, que en este momento pasaba a ser de su propiedad.

Noemí entonces sintió otro orgasmo, su boca ronca de tanto grito se lo hizo saber, al viejo Luis que ya también se quería correr y como era de esperarse, los vertió en el virgen ano enrojecido.

-¡aaaahhhh luissssss! ¡aaaahhhh! ¡Me…me corro por el cu…culo! ¡aaaahhhhh!-grito la chica, de su boca salían babas, cansada de tanto recibir verga y de estar colgada, aflojo todo el cuerpo que todavía sentía las ultimas arremetidas del viejo Luis.

-¡aaarrrggggg! ¡aaarrrgggg! ¡Toma…toma….toma ¡i mi perrita sucia!-el viejo soltó varios chorros de semen, que se incrustaron en lo más profundo del ano de Noemí, para después separarse y mirar que la jovencita, colgaba balanceándose sin mover un solo musculo.

El viejo satisfecho libero a Noemí, que se encontraba en la peores condiciones, la acostó en la cama la miro y al verla así tan lastimada, sintió algo de piedad tomo una cobijas y la tapo, para que no sintiera frio, la chica que no se movía sintió que el viejo se alejaba, para salir de la habitación y como pudo balbuceo.

-no….no te…vayas…que…quédate con…conmigo esta no…noche…por favor-el viejo de espaldas sonrió, la chica no exigió esta vez y sin esperar más, se metió a la pequeña cama con ella abrazándola, le dio un pequeño beso en los hombros para quedar profundamente dormidos.

El sol entraba por una pequeña ventana del otro lado de la habitación, el canto de los pájaros despertaba a una adolorida Noemí, que habría los ojos para darse cuenta que dormía junto a su captor abrazada a él, ya que por la noche habían cambiado de posición, lo miro pensó que realmente era feo, pero algo extraño le pasaba, no sentía ganas de separarse de los brazos fuertes que la tenían sujeta, con cuidado saco una mano y comenzó a acariciar la cabeza del viejo, se sentía bien dormir junto al viejo que por el movimiento despertaba.

-¿cómo amaneció la perrita arrogante y creída? Espero que con esto hayas comprendido y te olvides, de esas pendejadas de mandar-le dijo el viejo, que la miraba de frente muy juntito a ella.

-estoy un poco adolorida, me duelen los brazos y las piernas y también el….-la chica hizo una pausa, se sentía algo incomoda por estar en esa situación, el viejo noto que ella platicaba de otra manera, con una voz suave y también lo miraba de una manera distinta, desconocida para él.

-¿el qué? el culo ¡jejeje! es que ayer te lo rompí por primera vez ya te acostumbraras a esto-le dijo riendo, a lo que la chica con una sonrisa, le contesto para sorpresa del viejo.

-eso espero, porque me gusto mucho lo que me hiciste ayer, solo que no me amarres por favor-el viejo tomo la cara de ella y la acerco a su pecho, para después abrazarla diciéndole.

-ya lo veremos, todo depende de tu comportamiento como hembra, veo que estas cambiando tu actitud, pero esto no es suficiente y yo me asegurare, de que seas una buena hembra-la chica escuchaba, pensó que no la liberaría todavía, pero ella sintió que no debía de protestar así que dijo.

-tratare, pero solo ten un poco de paciencia, llevo mucho tiempo siendo como soy, pero te prometo que por ti cambiare-y así abrazada a su macho, serró los ojos para quedar dormida de nuevo.

Los siguientes días fueron parecidos, el viejo amarraba a la joven para cogérsela y golpearla, a la chica ya no le importaba tanto sentir dolor, se había acostumbrado a ese trato rápidamente, en ocasiones pensaba que tal vez había nacido para ser tratada de esa manera, y que estaba en buenas manos pues Luis nunca sobrepasaba los castigos, la chica no tenia permitido usar ropa, si a lo mucho el viejo le permitía, utilizar un pequeño bikini rojo que combinaba con su cabello y unas sandalias, esto era porque al viejo Luis le gustaba estar viendo su cuerpo pecoso todo el tiempo, Noemí se encargaba de preparar los alimentos que el viejo ingería, también aprendió a pedirle todo por favor a su ahora macho, y a permanecer siempre sumisa para él, ya que el viejo le había prometido que si seguía todas las reglas pensaría dejarla libre, los cambios en el carácter de la chica cada día eran más evidentes, ella ya no estaba segura de querer ser liberada, ni de querer regresar a su antigua vida, tal vez empezaba a sufrir de síndrome de Estocolmo, ya que ella sentía que su captor ahora su macho, no la trataba mal, sino que la trataba como ella se merecía, como una perrita y si él quería que ella fuera una perrita, lo seria para él.

Cuatro meses habían pasado desde el secuestro de su hija, el empresario Emilio Garza poco a poco perdía las esperanzas de encontrarla viva o de siquiera encontrar su cuerpo, su enfermedad empeoro a raíz de esto, le costaba respirar, el mandaba día con día a investigadores en busca de nuevas pistas, pero la diabetes lo atacaba con mas y mas fuerza, dejándolo postrado en una cama, Antonio el socio de la empresa, lo cuidaba como si fuera su propio padre, el también buscaba a Noemí con la esperanza de que si la encontraba, el señor mejoraría ya que a él le daba la impresión, que Emilio se estaba dejando morir poco a poco.

Para Teodoro y Jesús las cosas eran distintas, ya que al principio la policía pensó que uno de ellos la había matado y desaparecido su cuerpo, ya que Antonio platico a la policía como los trataba la chica, sobre todo a Teodoro pero al ver que ellos no sabían nada los dejaron libres, y es que ni ellos sabían dónde se  encontraba la chica, Jesús se preguntaba si habían hecho bien, el solo quería el dinero y las acciones de la joven, nunca pensó que Luis la desaparecería del mapa, para Teodoro la cosa iba mas o menos igual, se culpaba asegurando la muerte de la joven, estaba desesperado y cada día mas nervioso.

En la cabaña, el viejo le enseñaba las ultimas clases a su “perrita pelirroja” como él le llamaba, sentado en la cama tomaba la cabeza de la chica, le sambutía el palo vergal en su boca, en ocasiones anteriores la chica no se había tragado toda la verga, y Luis quería que lo hiciera era como su prueba final, ella sin saberlo se esmeraba en tragar el palo de carne engullendo, tratando de llegar a tocar con sus labios la parte final de la verga, pero nada de su boca salían babas pegajosas, el viejo de vez en vez le sacaba el pito para limpiar las babas abundantes en su cara y pelo, la chica de rodillas no podía hacer más que estar hincada, sus brazos los tenia amarrados en la espalda desde los codos hasta las muñecas, ya que el viejo decía que una buena mamada es solo con la boca.

El viejo le tomaba la cabeza y la movía de atrás para adelante cogiéndole la boca, la chica sentía que se ahogaba pero él  le dejo mas de la mitad de la verga dentro, viendo que era imposible meter más pensó que ella nunca podría meterse toda, tenía una boquita muy pequeña y ya bastante se había comido, la chica levanto la vista y vio que el viejo disfrutaba el masaje que le daba con la lengua, sentía que una vez más decepcionaba a su macho, ella de verdad se la quería tragar toda, pero no sabía porque siempre se quedaba a medias, enfurecida decidió que ya no le importaba hacerse daño, se comería todo el garrote del viejo ahora mismo, y sin más que esperar, se comenzó a mover como lo hacen las serpientes cuando están comiendo, la acción dejo perplejo al viejo que la comenzó a animar.

-bien perrita tu puedes comértelo todo ¡aaahhh! Qué rica boquita como se mueve mételo, mételo más ¡aaahhhh aasssii! ¡Es delicioso!-le decía acariciándole la cabeza, ella solita seguía avanzando sentía que la mandíbula se le dislocaría, pero no le importaba lo que quería era tener dentro toda la verga de su macho, y moviendo los labios lo consiguió, por fin la tenía toda dentro feliz levanto la vista hacia el viejo Luis, que la miraba orgulloso y en ese momento lo decidió, la regresaría a su casa pero antes le daría como premio la leche de su verga.

Sin sacarle la verga, la comenzó a arremeter con velocidad, tomándola fuertemente de la nuca, ella solo aflojaba el cuello para no ser lastimada, estaba cansada pero soportaría todo.

-¡aaaahhhhh! ¡Aquí viene! ¡Comételos todos! ¡Que no se derrame nada cachorrita!-ella sentía como el semen salía he iba directo a su estomago, lamia sin parar para que no se callera nada, el viejo cayó en la cama cansado se había corrido por tercera vez esa noche, ella como siempre siguió mamando hasta que el pene de su macho quedo flácido, para después subir a su cama para ser desatada por el viejo vigilante.

La chica totalmente domada, se ponía la ropa con la que había llegado a la cabaña hace ya más de cuatro meses, el viejo la dejaría libre con la condición de que siguiera siendo su perra sumisa, ella sin pensarlo lo acepto y él como prueba, le dijo que debía darle todas sus acciones de la empresa a Jesús, fue tanto el cambio en Noemí que ya no le importaba eso, así que le dijo que se haría como el dijera.

En la tarde, una chica pelirroja tocaba a la puerta de la mansión Garza, su madre al abrir la puerta no podía creer lo que veía, así como desapareció así regreso inesperadamente, la brazo llorando de alegría a la chica que también estaba feliz de regresar, el joven Antonio que se había encargado de cuidar a su padre, la bajo a recibir ella lo miro con una sonrisa, todo volvía a la normalidad pensaba ella, que ya quería regresar al trabajo a cumplir la promesa y firmar los papeles, para que Jesús se convirtiera en el dueño total de las empresas.

Pero algo pasaba porque su padre no estaba ahí con ellos, su madre le hacía saber que Emilio había muerto por la pena de perder a su amada hija, ella llorando no lo podía creer su padre ya no estaba y era su culpa, Antonio la consolaba diciéndole que todo era culpa del maldito secuestro, al que estuvo sujeta y que su padre nunca la dejo de buscar.

-¿estás segura de lo que vas a hacer Noemí? ¿no será muy arriesgado?-habían pasado dos semanas desde que regreso Noemí,  Antonio que se había convertido en su confidente, en parte por el apoyo que le dio, desde que llego y en parte porque ella se sentía agradecida por los cuidados que tubo hacia su padre.

-si estoy segura Antonio, no hay problema con todo lo que pase encerrada, esto es poco también te quería ofrecer una disculpa, por lo mal que te trate en el pasado-el joven empresario no lo podía creer, donde había quedado la Noemí que ni una mirada te brindaba, en verdad que estaba muy cambiada.

-no te preocupes no paso nada, borrón y cuenta nueva pero sigo pensando que es arriesgado-dijo sentado en el sillón de la casa.

-¡tú solo ocúpate de lo que te dije….!perdón lo siento si quieres ayudarme, ya sabes lo que tienes que hacer-la chica se levanto del sillón y camino hacia la chimenea de la sala, y fue alcanzada por el joven Antonio que le dijo al oído.

-te ayudare no te preocupes, se hará como usted diga jefa-y así se retiro del lugar, en su mente pensaba que era una tontería darle todo a Jesús, pero esa era su decisión y el no interferiría.

A la mañana siguiente, la chica se levanto se miro al espejo, hacía mucho tiempo que no lo hacía, pero esta mañana era especial, así que se lizo su rizos rojizos dejándolos bien planchados, para después hacerse una coleta, se maquillo tratando de no ocultar sus pecas demasiado, sabía que encontraría al viejo Luis ahí y a él le gustaban mucho, el labial color azul oscuro le hacían resaltar sus mejillas blancas, miro la ropa que se pondría que estaban en la cama, lo primero que tomo fue una tanga negra la subió por sus largas piernas, después tomo un corset negro lo acomodo en su vientre para ir cerrando los broches uno por uno, para darle vuelta y acomodar las copas en sus pechos de pezones rosas, miro el ligero el cual también subió dejándolo en la cadera, para sentarse tomar una de la medias y comenzarla a subir, al terminar hizo lo mismo con la otra, para así quedar totalmente vestida con una lencería negra muy sensual, se miro una vez más al espejo le gustaba ver como el negro de las prendas, hacia resaltar la blancura de sus hombros y cara.

Giro a la cama, ahora para tomar la blusa blanca que llevaría ese día, se coloco la falda que al igual que la lencería era negra, esta se le pegaba al cuerpo, pero al final tenía una hilera de holanes pequeños que la hacían ver como una ejecutiva, esta le llegaba un poco arriba de las rodillas, las zapatillas negras de charol brillaban en sus pies, haciendo que como a todas las chicas le parara el trasero.

Salió de su casa manejando rumbo al trabajo, pensando en que si no se le había olvidado nada y en qué cara pondría el viejo Luis, de la lencería que llevaba y que él sería el único que la podría arrancar de su cuerpo, llego a la empresa los que la conocían se asombraron al escuchar el saludo de buenos días de parte de ella, susurraban en lo bueno que fue que la secuestraran, así ellos se beneficiarían con el cambio de actitud, otros solo la saludaban sin remordimiento, para ellos ya había pagado lo suficiente, subió por el elevador que llevaba directo a su oficina, lo primero que vio al abrirse la puertas del elevador, fue al viejo vigilante una vez más con su uniforme, ese mismo de los botones casi a punto de reventar, con el que lo vio la primera vez.

-pero mira nada más que mamasota te vez, eres una ricura, no puedo creer que esas la misma que me culie estos últimos cuatro meses, estas radiante-le dijo el viejo asombrado.

-y eso que no ha visto lo que traigo abajo, es solo para usted mi amor-la chica se lo dijo al oído, el viejo hasta sudo de la emoción.

-sí pero ya apúrate, recuerda que estas aquí para firmar los papeles de traspaso de poder empresarial, para después huir juntos, Don Jesús ya te esta esperando-Luis la tomo del brazo guiándola a su antigua oficina.

Al entrar la chica vio que todo estaba igual que siempre, sentados en la sala de juntas estaban Don Jesús, Don Teodoro y su ahora amigo Antonio, la chica entro saludando muy educadamente, casi sumisa evidenciando mas el cambio, al que estuvo obligada a hacer en su vida.

-¿Cómo se encuentra Don Teodoro? se le ve tan guapo como siempre, con ese bigote y ese sombrero-le pregunto agachándose para darle un beso en la mejilla, a un extrañado ranchero.

-me encuentro muy bien Noemí, al igual que tú que te vez encantadora, toda una reina ¡jejejeje!-el ranchero le contesto con un piropo a la que la chica contesto.

  • hay como será usted de galante Don-la chica tenía una sonrisa en la cara, el viejo por debajo de la mesa le acaricio un muslo por encima de la falda, ella al sentir la caricia solo sonrió mas, no hizo escándalo, la chica después saludo a Antonio, al igual que a Teodoro con un beso en la mejilla.

-¿cómo está usted Don Jesús? listo para ser el dueño mayoritario de esta empresa-la chica camino adonde se encontraba el viejo, para saludarlo de beso al viejo que no se sentía atraído a ella, al verla así de mamasota y sin aires de arrogancia, por primera vez sintió que se le paraba la verga al ver su cuerpo.

-¡claro que sí! ¡Estoy más que listo hermosa! si quieres cuando sea el dueño, te puedo dar un puesto de secretaria, ahora que tu padre no está, necesitaras dinero para comprarte tus cosas, te pagare bien-Jesús que ya se sentía el dueño, no podía ocultar la felicidad la chica acercándose al sillón central dijo.

-no estaré bien, ya tengo planes ¿verdad Luis?-se acerco al viejo poniéndole una mano en el hombro y darle un beso en la mejilla, la chica se quedo mirando que ya no había sillas donde se sentara su amante, así que lo invito a sentarse en su silla, Luis se sentó a sus anchas, Antonio que estaba igual de extrañado que los demás, no podía creer lo que veía, la chica estaba coqueteando con el viejo vigilante.

-claro que ya tenemos planes, pero no estaría de más ponerte a trabajar, para que lleves el pan a nuestra mesa, pero que haces ahí parada, ven siéntate en mis piernas-le dijo pegándose en una de sus piernas, la chica sin pensarlo se sentó, estaba algo sonrojada por las miradas de los dos viejo lujurioso y de Antonio, no podían creer lo que veían hacer a la joven ex empresaria.

Jesús saco los papeles, la chica los comenzó a leer en silencio para cerciorarse que todo estuviera en orden, sentada con las piernas cruzadas encima del viejo Luis, que en un momento la tomo de las caderas y la coloco en su entrepierna, la chica solo lo volteo a ver regalándole una sonrisa, los tres socios veían que por momentos el viejo vigilante, le sobaba las nalgas y ella disfrutaba estar así con su macho, Don Teodoro se masajeaba la verga, mientras que Antonio se rascaba los ojos incrédulo, Don Jesús un poco desesperado, se tronaba los dedos mirando como su sueño de ser el líder único, por fin se estaba volviendo realidad.

-me parece que esta todo en orden-Noemí sacando un lapicero, firmo los papeles otorgándole así su 50% de acciones a Jesús, que ahora tenía el 75% se sentía el líder supremo.

-pues muy bien chamaca, ahora solo queda festejar el negocio ¿qué dices?-Jesús guardando los papeles en su maletín, la miraba con lujuria ya se sentía el más grande y poderoso de todos, y no le importaban las apariencias.

-si hay que brindar, por esto ¿qué dices Antonio?-dijo Teodoro a un joven que no podía creer, lo fácil que la chica se comportaba, pero como le dijo una vez la apoyaría en todo.

-es…está bien por…por mí no hay problema…festejemos-el chico lo dijo pensando, que solo brindarían y después se irían para terminar el negocio farsante, que se acababa de realizar.

-muy bien bridemos con unas cervezas, el vino y el alcohol me caen mal ¡jajajaja! y tu mamasota que dices-dijo Luis que tomaba a la chica de la cintura, abrazándola enfrente de todos como si fuera de su propiedad.

-por mí no hay ningún problema, díganme que hago para amenizar la fiesta-sonriendo por las caricias de Luis, Noemí les hablaba a todos esperando ordenes, Jesús que ya estaba muy emocionado dijo.

-que te parece si te subes a la mesa y nos haces un baile erótico, quítate tus trapitos, queremos ver tu cuerpo mami-la chica volteo a ver al viejo vigilante como pidiéndole permiso, lo cual no paso desapercibido por Teodoro.

-vamos Luis dale permiso a tu bizcochito, para que baile ya me urge verla encuerada ¡jajaja!-Luis le dio permiso, la chica se levanto, el viejo puso una silla como escalón y le ofreció su mano, para que se apoyara y poder subir, Jesús prendió su computadora portátil y selecciono una canción.

La chica ya trepada en la mesa, comenzó a mover las caderas en forma circular, de una manera sexi, Luis le decía que se moviera como lo hacía cuando estaban en la cabaña, y la chica le hacía caso se tomaba el cabello y se lo alborotaba, se agachaba con las piernas rectas mostrando el trasero a los expectantes señores, que no podían creer que la chica estuviera haciendo eso, les mandaba besitos se movía mas y mas, contoneando las nalgas al ritmo de la música, comenzó a subir su falda para después regresarla a su posición.

-¡tetas! ¡Tetas! Sácate la camisa- Grito Teodoro complacido, por lo sexy que se veía la jovencita

-¡mamasita queremos ver piel! ¡Venga encuérate!-gritaba y aplaudía Jesús, que pensaba en que había echo Luis, para que la chica tuviera ese cambio tan radical, mientras que Antonio veía sorprendido de que Nohemí, se prestara para hacer semejante baile.

la chica empezó a mover las caderas, tomándose el cabello girando en su propio eje, se quería ver sexy y lo estaba logrando, los machos alrededor de la mesa, la veían nalguearse a ella misma para seguir moviendo las nalgas en forma giratoria, para así agacharse y volverse a levantar, mandando besos de manera sensual, al compas de la música y aplausos de las miradas de los viejos pervertidos, Nohemí tomo su camisa blanca y se la abrió de golpe, los botones salieron volando por donde quiera, dejando ver el corset negro que hacia que sus pechos se vieran parados y mas voluminosos de lo que realmente eran, la chica termino de retirar la camisa y jugo un poco con ella pasándola por detrás de su espalda, para después tomarla y aventársela al viejo Luis, que la tomo aspirando el olor al perfume de la jovencita bailarina.

La chica seguía moviéndose ya sin camisa, acercándose un poco al viejo Teodoro, le dijo que le ayudara con el cierre de la falda, el viejo poso su mano en la nalga y con la otra, bajo poco a poco el cierre, para después tomar la falda de los holanes para comenzar a desprenderla del cuerpo de la joven Nohemí, para así mostrar el ligero, las medias y la pequeña tanga, los viejos se querían morir de la impresión.

-¡esto es un abuso! ¡Ya no quiero ver esto me voy!-dijo Antonio levantándose de su lugar, para salir de la sala, la chica dejo de bailar mientras veía como el chico, salía enojado dando un portazo, de pronto Nohemí sintió que la jalaban tomándola de la cintura, para bajarla de la mesa.

-¡espere que hace don Teodoro suélteme! ¡Esto solo es un baile déjeme! ¡Luis ayúdame Luis!-grito la chica, que se sentía indefensa en los brazos del viejo gordo, que la sostenía sin ninguna dificultad.

-¡ya no me aguanto!! Te quiero meter la verga mamasota! ¡Quiero atravesarte con mi fierro!-le decía, mientras la chica se retorcía en sus brazos, mirando que el viejo flaco Don Jesús, se acercaba para tomarle las piernas y abrírselas.

-¡no…no…no Don Jesús que hace! ¡Auxilio Luis haga algo!-pero Luis no se movía, solo se carcajeaba de las suplicas de Nohemí, que sitio un dolor tremendo, cuando el viejo le arrebato la pequeña tanga de un tirón y decirle.

-¡desde ahora tu serás nuestra puta personal ¡ te quedaras aquí en el baño de esta sala, ahí comerás y vivirás, lo que te queda de vida y cuando nos plazca, te cogeremos esta será tu primera vez con dos vergas dentro jejeje-el viejo se desabrocho el pantalón dejándolo caer, para después sacarse la camisa y el saco juntos, apunto a la rajita de la joven y de un golpe se la mando a guardar entera, haciendo que la chica se retorciera de dolor, por tan dura acción.

-¡aaaahhhhh hhhhaaaayyyy nooooo! ¡dueeeleee noooo!-Luis soy tu mujer, has algo-pero la respuesta de Luis, no fue lo que esperaba la pobre jovencita.

-tu no eres mi mujer, eres una puta cualquiera, te entrene para esto ahora afloja bien el culo, que ahí te va la segunda verga jajaja-la chica quedo en shock al escuchar al que según era su macho, comprendió al fin que este fue el plan de los tres desde el principio, tomo a Jesús de los hombros sintiendo que la penetraba y al mismo tiempo, Teodoro desabrochaba su pantalón con una mano sin soltarla, para sacarse su instrumento y comenzar a tratar de penetrarla por detrás, la chica se quejaba en medio de los dos asquerosos y repugnantes socios, sintiendo que sin ninguna piedad, Teodoro la penetraba casi de golpe, a lo que la chica volvió a estallar en un grito de dolor, cuando sintió media verga en su orificio posterior.

-¡haaayyyy nooooo! ¡assii noooo duuueleee! duuuueeeeleee mmuuuchhooo!-gritaba desaforada los viejos la tenían bien sujeta, se la sacaban y se la volvían a enterrar con furia.

poco a poco, fueron caminando sin despegarse hacia la mesa grande de madera, que servía para las juntas, Teodoro se recostó de espaldas con la chica enculada, mientras que Jesús subía a la mesa para quedar arriba de la jovencita toda abierta de patas, para después enterarle la verga y seguir con la follada brutal, entre gemidos de machos y gritos de dolor, seguían metiéndosela los dos viejos lamian lo que podían de su cuerpo, mientras que Teodoro le desabrochaba el corset de una manera desesperada, mordía los hombros y cuello por detrás, faltaban unos cuantos broches, cuando Nohemí sintió otro tirón de parte de Jesús, arrancándole el corset muy dolorosamente, para enseguida aferrarse a las tetas de la chamaca mordiéndolas, dejándole marcas de dientes por todas partes, ella con un rictus de dolor pedía que no la trataran así, pero los viejos no la escuchaban.

La follada estaba a punto de terminar, los dos viejos sentían las ganas de expulsar el chorro de semen, saliéndose de ella la colocaron en la mesa y se hincaron cada quien a un lado de la jovencita, para empezarse a masturbar llegando así a la eyaculación.

-¡ahí te van mamasota, justo en tu cara aaaahhhhh!-grito Teodoro-¡si así en tus tetas de puta mal parida aaahhhhh!-gruño Jesús, la chica quedo totalmente cubierta por el semen de los dos viejos, que bajaron felices de la mesa.

Varios minutos habían pasado, donde Nohemí no se podía ni mover de la posición donde la habían dejado, su boca, su nariz estaban cubiertas de semen, que resbalaba por sus mejillas, mientras que en sus dos senos, se secaba el semen de la segunda corrida haciéndolos brillar, ella podía escuchar la conversación de los tres viejos, del plan que había salido a la perfección y de lo que la esperaba a la pobre chica, que no bastaba con que Luis la hubiera secuestrado, haciendo de ella una puta, ni la muerte de su padre, que no pudo llorar como ella hubiera querido, ni la follada que le habían puesto hace unos momentos los dos viejos abusadores, los tres querían mas.

Los viejos ya vestidos se dispusieron a salir del lugar, no sin antes amordazar y amarrar en el baño a Nohemí, que como había dicho Jesús, ahora ese seria su hogar.

-Ahí te quedas y cuidadito con querer escapar, mañana será un día muy atareado para ti, puta jejeje-se disponían a salir cuando un portazo los asusto.

-¡que carajos pasa! ¡Maldición!-dijo Teodoro, que veía como varios agentes de la policía entraban con armas en mano, Antonio había ido por ellos, no permitiría que abusaran de ella, aunque ya era demasiado tarde, el abuso había terminado ya.

Como era de esperarse los tres viejos cayeron el la cárcel, por chantaje, secuestro y abuso sexual, Luis que le rogo a Nohemí que lo ayudara, la chica hizo todo lo posible por que el viejo fuera el que pagara mas, pero todo estaba echo el juez inmisericorde, les dio cadena perpetua a todos.

Nohemí sentía que lo que le paso fue una lección, por el maltrato que les daba a la gente, se prometió que desde ahora y en adelante, jamás volvería a ser así, por supuesto que los papeles de la empresa ya no tenían validez, Antonio engaño a Teodoro y a Jesús diciéndoles que los ayudaría, si le cedían a el sus acciones, cuando las tubo en su poder nunca mas volvieron a saber de el.

Nohemí y Antonio sentados en la sala de juntas con el notario, sonreían felices porque al fin los maleantes habían recibido su merecido, firmando ahora la sociedad por partes iguales 50%-50%, para segur con sus vidas, al frente de las empresas de memorias, que su padre alguna vez manejo de una buena manera.

FIN