Historias de cuarentena: Tino

Llegué el sábado 14 de marzo y me impresioné mucho al ver a Tino, eran las 3 de la tarde y lo encontré durmiendo muy borracho en un sofá de cuero en una de las terrazas que daba al jardín. Se veía enorme tirado boca abajo, se notaba que había dejado de cuidarse...

No Mamama! No ha pasado nada malo, solo que la operación en la que estaba trabajado dejó de ser segura y nos comunicaron que debíamos volver a Lima hasta que se solucione el asunto de la epidemia.

Entonces debes ir a ver a Tino.

Pero no hablo con él hace por lo menos 2 años, nunca contestó mis llamadas y estoy seguro de que no quiere verme.

Oye Tino es nuestro hermano mayor y está pasando por un mal momento, no le contesta el teléfono a nadie… ¿No sabes que es muy probable que entremos en cuarentena?... Tu eres el único soltero y no lo podemos dejar solo.

Maldición pensé para mis adentros, seguro llegando Tino no querrá hablar conmigo o me dará un tremendo sermón de varias horas.

Está bien Mamama, iré para allá, pero si me bota tendrás que recibirme y me engreirás más que nunca. Mi departamento no está listo y por ahora no tengo donde vivir.

Eres un sinvergüenza… ¡¡Te amo!!... ¡Cuida a tu hermano!

Tino era es en efecto mi hermano mayor, ahora tiene 57 años y yo que tengo 38, soy el menor de 12. Nuestros padres murieron en un accidente un mes después de que nací y mis hermanos más grandes tuvieron que hacerse cargo. Sobre todo, Tino que se convirtió de la noche a la mañana en nuestro tutor. Desde los 19 años solo se dedicó a trabajar y no tuvo juventud, estudio la universidad después de los 30 pero para esa época ya había hecho mucho dinero. Él y mi hermana de 18 años nos cuidaron y además hicieron una fortuna enorme a partir del pequeño negocio de la familia.

Por ser el más pequeño era el engreído de mi hermana mayor y para mí todo fue fácil, estudié en un buen colegio, en una buena universidad, pude viajar y divertirme. Mi hermana Esther, a la que le decimos Mamama, nos cuidó con cariño y se encargó de nosotros, así que la familia prosperó y se hizo muy grande, pero Tino fue siempre quien tuvo que afrontar los problemas y responsabilidades por llevar tremenda carga. No era muy cariñoso y por la diferencia de edades no tuve mucho que ver con él. Nuestros padres eran de origen árabe y la familia era muy cerrada, todos mis otros hermanos estudiaron carreras relacionadas al negocio familiar de textiles, se casaron y tuvieron hijos, pero yo me convertí en geólogo y fotógrafo profesional, viajaba mucho, soy escalador y muy aventurero, tengo buenos hábitos, pero también debo admitir que de la familia soy el que vive con más libertad y a su manera.

Tino se casó porque embarazó a su novia y como siempre debía cumplir. Tuvo dos hijas, pero el matrimonio no duro mucho. Le fue muy fue bien en lo profesional, sin embargo, tuvo que sacrificar todo lo personal por nosotros y quizás por eso le molestaba tanto que yo hiciera lo que me gustaba y que no quisiera trabajar para la empresa familiar. He vivido intermitentemente en muchos lugares del mundo y hace 5 años que volví al Perú, pero me fui a trabajar a la selva. Nunca me casé ni me até a nadie porque sentía que eso no era para mí. Soy un tipo bien masculino y aunque en general me he vinculado sentimentalmente solo con mujeres, siempre he sido muy abierto en el sexo y he tenido relaciones ocasionales y otras más estables con algunos hombres.

La última vez que vi a Tino estaba muy molesto conmigo porque no quise quedarme a trabajar con él, me dijo que era un irresponsable y egoísta y muchas cosas más. De cierta forma tenía razón, pero no me sentía capaz de quedarme aun en un solo sitio. No me gustaba vivir en medio de tantas reglas y solo me fui y casi no me hablaba desde entonces.

Sin embargo, no puedo quejarme, pues puntualmente cada año en mi cuenta bancaria ingresaba el monto que me correspondía del reparto de utilidades por el porcentaje de acciones que tenía de la empresa. Eso era muchísimo dinero que estaba ahorrando o invirtiendo en propiedades para cuando estuviese mayor, pero por el momento vivía disfrutando la vida, podía programar buenas vacaciones y viajes. Tengo un buen estudio fotográfico y todo lo que un hombre joven pueda desear.

Llegando a Lima, tenía que hacer otro viaje para llegar donde Tino, Tenemos una propiedad muy grande al sur de la ciudad, una hermosa casa de campo muy moderna, de piedra y vidrio con todas las comodidades sobre una colina en medio de un huerto de frutales en la que regularmente se reunía toda la familia. Digo que se reunía porque las hijas de Tino se casaron y se fueron a vivir fuera y eso lo puso muy mal, parece que estaba pasando por una fuerte depresión, no paraba nunca de trabajar y si lo hacía bebía más de la cuenta, él solo se distanció y no quería ver a nadie, tomaba pastillas para dormir y esas combinaciones no estaban llevándolo por buen camino.

Mamama hablaba muy seguido conmigo y me contaba, ella lo iba a visitar y estaba muy preocupada, mis otros hermanos estaban para ayudar, pero la situación con Tino se estaba haciendo inmanejable para la familia.

En camino desde el aeropuerto pensaba en que diría al verme, la situación general era bien complicada, todos ya sabíamos que por la pandemia del Covid - 19 iban a declarar una cuarentena obligatoria antes de terminar el fin de semana... Cómo haría estar con alguien con quien tengo tan poco en común durante las dos semanas, que se supone iba a durar esta cuestión.

Llegué el sábado 14 de marzo y me impresioné mucho al ver a Tino, eran las 3 de la tarde y lo encontré durmiendo muy borracho en un sofá de cuero en una de las terrazas que daba al jardín. Se veía enorme tirado boca abajo, se notaba que había dejado de cuidarse, tenía el cabello y la barba de color gris, todo muy crecido y desordenado. Marcela, que era una de las personas a cargo de la casa, lo había tapado con una manta y me contó que desde hace dos días había estado bebiendo y que no había querido comer. Hablé con ella y el otro empleado para decirles de la cuarentena y decidieron que debían irse, que sus familias los esperaban y que estaba muy agradecidos de que hubiese llegado.

Tuvieron la amabilidad de dejarme algunas cosas preparadas, hable con el encargado del huerto y le pedí que nos deje cosas frescas para dos personas en las mañanas en el portón del costado. No tenía por qué faltarnos nada, la casa estaba muy bien equipada y podríamos ir a comprar víveres alguna vez si se hacía necesario.

Me instalé en una habitación mientras reunía fuerzas para despertar a Tino, eran las 9 de la noche y seguía dormido, había estado tomando Clonazepam y eso mezclado con el alcohol puede tumbar un elefante. Le preparé un té de menta y fui a donde estaba.

Oye Tino… Tino… Tino despierta…

Le dije mientras levantaba la manta que lo cubría, tenía puesto solo un calzoncillo blanco y unas medias cortas muy sucias. Tino es un tipo muy grande mide como 1,90 mts y debe pesar casi 100 kg. Había practicado remo desde muy joven, por eso no me sorprendió que a su edad siga tan grueso y se mantuviera en tan buena forma. Era además el más peludo de 7 los hermanos hombres, pero como todos los nosotros, tenía calva la parte superior de la cabeza.

Tino hermano… Despierta… Vamos despierta.

Le dije, tratando de darle la vuelta.

Déjame, déjame…

Tino despierta soy Eduardo… Vamos hermano no puedes quedarte as…

Edu, Eduuu eres tú?... Eres tú?

Tino se incorporó un poco y me miro fijo… Sus ojos se llenaron de lágrimas y me abrazó muy fuerte. Se notaba que estaba había tomado mucho alcohol. Olía mal y yo estaba muy sorprendido de su reacción.

Has venido a verme?... Todos me han dejado solo.

Vamos Tino eso no es verdad, toma una poco de este té… No es bueno que te quedes aquí afuera, ya hace frio y además creo que debes darte un baño.

Tino casi no podía pararse, había dormido muchas horas, pero seguro que también se había pasado con las pastillas. La terraza en la que estábamos daba a una piscina muy bonita y al lado había una tinaja de madera con estufa junto a un pequeño bar. Pensé que a lo mejor era más fácil meterlo ahí un rato. Fui por unas batas, unas sales y un poco de jabón líquido. Prendí la estufa y luego de un rato solo le quité las medias y lo metí conmigo a la enorme tinaja. Ahí se relajó y sentado en el agua caliente se volvió a quedar dormido. En ningún momento se negó a hacer caso y solo hizo todo lo que le pedí.

Utilicé un balde de madera para lavarle la cabeza, la barba y le quité el calzoncillo, estaba un poco oscuro así que al salir solo lo sequé un poco, le puse una bata y la toalla alrededor del cuello, yo hice lo mismo y me lo llevé andando a su habitación. En el camino Tino decía cosas un poco incoherentes, pero estaba tranquilo.

Cuando se sentó en la cama se tumbó hacía a tras de inmediato con los brazos abiertos, con eso su bata también se abrió y al prender la luz lo pude ver con más claridad. Todo su cuerpo estaba cubierto de mucho vello, era de seguro el más peludo de los hombres que había visto. Al ser de edades tan diferentes y por las circunstancias familiares, de pequeño no compartí mucho con él, éramos de dos generaciones distintas y el me trataba como a un niño al que hay que decirle que hacer y por eso nunca compartimos momentos tan íntimos como este. Ni siquiera recuerdo haber estado en la playa con él. Creo que solo pasábamos juntos las navidades y lo veía más en velorios y cosas como esas que en nuestro día a día.

Como sus pies quedaron en el suelo, tuve que hacer un gran esfuerzo para terminar de acostarlo en la cama, Su cuerpo estaba húmedo y traje una toalla pequeña para terminar de secarlo y al hacerlo no puede evitar sentir un poco de morbo por estar tocando a alguien de esa forma. Cómo no sentir algo al contacto con un hombre tan grande y fuerte. Yo mismo soy solo un poco más bajo que Tino, mido 1,80 mt y peso 78 kg e igual tengo un cuerpo atlético y velludo, pero a su lado me veo más bien delgado.

No parecía darse cuenta así que seguí explorando, separé sus piernas y pasé la toalla por sus bolas que colgaban enormes junto a su verga que flácida se veía grande y gruesa. Ya les conté que he tenido varias experiencias, pero en general siempre he sido más activo y no me siento muy atraído por chupar pingas, pero no había tenido sexo hace unas semanas y en ese momento estaba tan excitado que tuve ganas de probar con él y me metí su aparato en la boca. Tino no se movió mucho, pero se puso muy duro en poco tiempo. Tiene una verga hermosa de unos impresionantes 22 centímetros, gruesa y curva en forma de banano, con un prepucio oscuro que en erección solo llega a cubrir su glande hasta la mitad.

Yo también estaba desnudo y muy erecto, me paré un momento y me quedé extasiado viéndolo dormir. Fui a donde estaba mi equipaje y traje mi cámara y le tomé algunas fotos desde varias perspectivas mientras se la mamaba, lo olfateaba y tocaba todo su cuerpo tan peludo. Me tomé más fotos usando su pecho como fondo y salieron espectaculares, qué puede ser mejor que unas imágenes de dos tipos fuertes y muy peludos. Me sobé un rato contra su cuerpo y lo abracé. Solo ahí reaccionó un poco y también me abrazo como un oso. Murmuro algunas palabras y enterró mi cabeza contra su pecho. Estaba tan excitado que me costó mucho dormir. Luego me desperté entrada la madrugada, me levanté de la cama con mucho cuidado, lo abrigué y me fui a dormir a la habitación del lado donde me había instalado al llegar.

Uduuuu…. Edddduuuu…. EDUUU!!

Marcelaaa… Marcelaaa… Dónde está Eduuu!!??

Dónde… Eduuu!!

Me desperté de repente escuchando a Tino gritar mi nombre y fui a verlo, estaba sentado en la cama desnudo, desconcertado y mirando alrededor.

Aquí estoy… Hey Tino aquí estoy… Tranquilo.

Pensé que había soñado… No quería estar solo.

Tranquilo hombre… Tranquilo aquí estoy contigo.

No te vayas!

No… No me voy a ir.

Vamos que estás calato… Ponte algo y te haré un buen desayuno.

Y Marcela?

Marcela se fue a ver a su familia… Hay una epidemia y debemos estar aislados un par de semanas.

Y Mamama?

Ella está bien, pero preocupada por ti… Más tarde vamos a llamarla, pero no puede verte así. Nuestros hermanos también están preocupados, todos queremos que estés bien.

Has tomado muchas medicinas y necesitamos que te recuperes Ok?

Consulté por teléfono con su doctor y me dijo que estaba así porque seguro estuvo tomando más pastillas de las que le habían recetado, que le dé mucho líquido, que coma bien y que lo mantenga ocupado en algo, que la compañía le iba a caer muy bien. Mientras yo hacía un poco de limpieza y preparaba algunas cosas se durmió otra vez en uno de los sillones.

Me sentía un poco mal por lo que había pasado la noche anterior, sin embargo, no podía dejar de verlo y sentirme excitado, pero pensé que en esas condiciones lo mejor era no perturbarlo más. Preparé algo de almuerzo, envié uno correos y acomodé mi equipaje mientras él dormía, cuidando de que no se fuera a tomar más pastillas de las que debía, el doctor me dijo que no debía dejar de tomarlas, pero le bajó la dosis y me pidió que evite que tome más trago.

Así pasaron los primeros días, mientras se desintoxicaba se iba poniendo más consciente y conversamos un poco. Mamama nos llamaba todos los días y estaba feliz de que estuviese con él, las noticias no eran nada alentadoras y la epidemia se estaba esparciendo muy rápido por todo el país. Instalé mi laptop en la mesa del comedor que era muy grande y lo hacía levantarse de la cama para comer y estar un poco en el jardín, quería estar acompañado así que luego se recostaba en un sofá muy grande a leer o ver un poco de televisión mientras yo avanzaba con mis cosas o cocinaba algo para comer.

En la noche igual debía darle sus medicinas para dejarlo descansar y me iba a mi habitación, pero no podía dejar de pensar en lo que paso el primer día. Le gustaba estar siempre medio desnudo. En calzoncillos y unas medias. Tenía que obligarlo a usar una camiseta o algo porque ya estaba frio en las tardes y de verdad me daba mucho morbo. En mi habitación veía las fotos que tomé y no pude evitar hacerme varias y tremendas pajas.

El domingo siguiente en la mañana me levanté temprano, entré a verlo y estaba todavía dormido, fui a la cocina a preparar un desayuno con frutas, yogurt y miel. Una buena taza de café y pan árabe tostado con unos huevos revueltos con hiervas. Tino salió al rato solo en calzoncillos y tuve que ir a su habitación por una chompa y unas sandalias. Parecía un niño y se dejó poner la ropa sonriendo mientras se la acomodaba y tomó tranquilo su desayuno, pero no habló mucho.

Así pasamos casi todo el día, comimos algo ligero y como a las ocho de la noche y luego de eso traje mis cosas de cuidado personal y aproveché para recortarle las uñas mientras conversábamos:

Hey amigote debemos arreglarte un poco, no puedes estar así… Cómo te sientes?

Estoy bien pero no te vayas…

Ya te dije que no me voy a ir, ok?

Siéntate en esa silla que te voy a recortar el cabello y la barba. Esas orejas y la nariz parecen unas escobillas, no te preocupes ok… Lo haré con mucho cuidado.

Gracias por venir a cuidarme…

Tino se sentó muy tranquilo, le quité la chompa y con mi máquina eléctrica le recorté el cabello casi a cero pues no tenía mucho, pero largo solo abajo no se veía muy bien, Le di forma a su barba, le perfilé las mejillas y con otro accesorio le recorté los vellos de la nariz y las orejas.

Le pase la máquina por el cuello y la nuca, fascinado de lo peludo que es… Los vellos se le extienden por los hombros y la espalda tan fuerte que tiene.

Mira que guapo te ves…

Le dije mientras le quitaba el resto de los cabellos de los hombros y el pecho. Me di cuenta de que al igual que yo, tenía unos remolinos en sobre los pectorales, pero los suyos son mucho más notorios.

No me acordaba de que tienes unos ojos verdes tan bonitos.

Tino me miró fijo, sonrió y me dijo:

Cuándo nos vamos a bañar juntos como el otro día? Lo que hiciste después fue muy rico…

Mi reacción fue quedarme mudo y él me volvió a abrazar por la cintura. Pegando su cara con mi estómago. estaba muy sorprendido, pero de verdad me sentí muy bien y solo le pude decir:

Pensé que no te habías dado cuenta…

Me gustó mucho que te quedaras a dormir un rato conmigo y que me abraces, hace tiempo que nadie lo hacía y nunca había dormido desnudo con otro hombre.

Tino se puso de pie, le había sacado el suéter para cortarle el cabello así que solo tenía puesto el calzoncillo, nos abrazamos de una forma muy cálida, apoyó su cara en mi hombro. Nos quedamos así un buen rato moviéndonos un poco como si estuviéramos bailando y nos excitamos mucho. Podía sentir sus gemidos contenidos cuando mis manos tocaban toda su espalda, estaba extasiado por la sensación de su piel tan peluda las palmas de las manos… El momento fue realmente increíble.

Busqué su boca y lo besé, muy despacio usando mi lengua dentro suyo, él solo bufaba abrumado por algo que nunca había hecho, intentando detenerme, pero al mismo tiempo dándome acceso total a todo su cuerpo. Metí mis manos debajo de su trusa y apreté fuerte sus nalgas, Tino brincó sorprendido. Él se retorcía y yo ya no podía parar

Vamos

A dónde?

Vamos a darnos a la ducha?

Lo llevé al baño de su habitación halándolo de sus manazos y bajo el chorro de agua caliente se desataron con furia todos mis deseos, lo besé y pude meter una de sus tetillas en mi boca haciéndolo gruñir de placer. Tino resoplaba y me tomaba de la cabeza mientras succionaba y lamia sus pezones al tiempo que lo tenía bien cogido de las bolas, lo hice levantar los brazos y también lo ataqué en las axilas y el cuello. Lo tenía atrapado y lo besé mientras mantenía sus brazos hacia arriba tomándolos de las muñecas, le lamí las orejas y los hombros mientras él no dejaba de aullar y de temblar.

Me entretuve un buen rato en su pecho gris, recorrí todo su estómago para finalmente engullir otra vez su herramienta que estaba muy tiesa, mientras que le acariciaba los muslos y las bolas.

Date vuelta!!

No, para qué… Qué vas a hacer!?

Vamos date vuelta…

Tino se dio la vuelta, pero no estaba muy convencido y antes de que pudiera decidir lo contrario, separé sus nalgas redondas y peludas con las dos manos y le pasé la lengua por el ano. El ataque fue muy preciso, me embriagué con el sabor de su orificio, me movía de arriba hacia abajo y luego en círculos sobre su peludo agujero haciendo que pierda el control. Su cuerpo temblaba y su trasero se sacudía de una forma muy violenta, gritaba y gemía, trababa de quitar mi cabeza para que lo dejara, pero luego la empujaba contra su culo. Yo estaba de rodillas y lo tenía atrapado contra la pared empujando por la espalda con una mano y sujetándolo firme de la verga con la otra mientras tenía la cara metida entre sus nalgas.

Qué haces… Qué haces…. Noo… Mierda qué… Qué es esto?... Ahhhh!

Oyeeee!.... Oyeee… Despacioooo…. Ohhh!!

Ahhhh… Ohhh mierdaaaa!!...Ohhh!

Tino se dejó dominar y mis caricias hicieron que se dilatara tanto que podía sentir su esfínter convulsionando sobre mi lengua.

Te lo quiero meter, quiero clavarte la verga…

Le dije levantándome y dándole la vuelta para besarlo.

No sé, no sé si eso me guste…

Te voy a preparar bien, dame permiso… Quiero que me sientas dentro de ti, que sientas mi leche dentro.

Estábamos muy excitados, los teníamos la verga muy dura y yo las tomé entre mis manos para sentir esa energía frotándose juntas. De hecho, mi verga no es tan grande como la de Tino, pero sí de buen tamaño. No me dijo nada, pero levanto los brazos y cerró los ojos, dándome el permiso que le había pedido.

Me ocupé de él con mucha dedicación mientras solo me observaba, cuando llegué hasta su verga se la mamé duro, apretándola con una mano desde la base para mantenerla muy tiesa, mientras con los dedos de la otra iba revisando su culo y él solo chillaba y gemía mientras me llenaba la boca con su tremenda tranca. Lo obligué a levantar una pierna para poder lamer sus bolas y de ahí pasar a su ano desde abajo. Su culo se cerraba bruscamente y Tino perdía cada vez más el control, solo gritaba y gemia.

Me di cuenta de que estaba listo, me puse de pie y le di vuelta. Todo su cuerpo enorme y mojado tembló cuando sintió mi verga dura rozando sus nalgas peludas.

Muéstrame el culo

Cómo?

Agáchate un poco…

Le dije mientras me acercaba desde atrás pegando mi cuerpo al suyo y lo abrazaba fuerte, besándole la nuca y mordisqueándole una de las orejas…

Ahhhh…. Ahhhh…. Ahhhh… Ahhhh!!... Qué haces?.... Qué haces Eduuu?

Lo obligué a pegar la cara contra la pared y así pude controlarlo desde atrás, empujándolo con firmeza, utilizando mi antebrazo izquierdo para inmovilizarlo, al tiempo que le clavaba el dedo medio de la mano derecha en el recto. Mi lengua le había dejado el ano bien lubricado así que podía meterlo y sacarlo sin problema, lo hice repetidas veces girando la mano como taladrándolo y el pobre no podía hacer más que retorcerse y empezó a temblar muchísimo cuando le metí dos dedos juntos. Tino se quedó solo en la misma posición mientras seguía trabajando en su ano, besándole las nalgas o acariciando sus muslos enormes y sus gruesas pantorrillas. Solo podía escuchar que gemía y su cuerpo daba brincos repentinos de cuando en cuando. Yo también estaba al palo y muy excitado, su verga estaba también muy dura, pero igual pude halarla hacia atrás por el costado de sus huevos para lamer su glande y de ahí pasar rápidamente a su ano otra vez.

Con esas maniobras los dos nos pusimos a punto, mi verga estaba durísima y su culo dilatado. Encendí todos los aspersores y un rocío tibio invadió la cabina de baño en la que estábamos. Le metí la pieza despacio, pero de una sola vez, empujando sin detenerme hasta que lo llené por completo.

Eduuu… Auu… Depacio… Es muy grande, muy grande…. Ahh me duele… Me duele!

Tranquilo, tranquilo… No te muevas…

Es mucho, es mucho… Auu.. Por favor, por favor!

No te muevas y relájate… Vamos… Tranquilo!

Le decía mientras estaba empinado detrás suyo para mantener toda mi verga dentro de su recto. Lo estaba abrazando fuerte, acariciaba su estómago y le besaba la nuca. Hablándole con cariño y tratando de calmarlo. Tino empezó a estremecerse y a temblar y si me movía un poco se le escapaban suaves gemidos. Por eso decidí mover mi verga, se la sacaba un poco y se la volvía a meter. La hinchaba haciendo fuerza con los músculos de mi culo y eso lo hacía Brincar… Ya no reclamaba, solo gemía y sollozaba.

Auuu Eduuu… Qué me estás haciendo… Auuu…Ahhh!

Vamos… No te gusta?

No lo sé… Si pero… No séee… Auuu… Es muy grande… Muy grande…

Sollozaba Tino mientras yo me movía dentro suyo. Lo estaba barrenando lento, pero sin detenerme y tomé su pieza que estaba muy dura, estrujándola con fuerza al ritmo de mis embestidas. Tino es un hombre enorme y muy peludo y la excitación que me provocaba culearlo es algo que no puedo describir.

La escena parecía irreal. El agua caliente nos caía encima y por el vapor había una atmosfera húmeda y nebulosa. Tomé a Tino de ambos hombros y empecé a bombearlo con mucha fuerza, mi pelvis golpeaba fuerte sus nalgas y mis bolas se estrellaban con las suyas en cada empujón…

Ahhhh…. Ahhhhhhh… Eduuuuu… Eduuuuuuuu… Auuu… Ahhhh…

Ohhh que rico culo… Que rico culo Tino!

Nooo… Nooo… Auu… Ahhh… Ahhh….

Los dos gritábamos y nos sacudíamos violentamente. Sentí que Tino se estremecía y empezó a arquear la espalda. Al principio hizo mucho esfuerzo para comerse mi verga, pero su ano empezó a dilatarse por el ritmo de la culeada y la penetración nos estaba dando mucho placer a los dos. Sus nalgas peludas se cerraban con fuerza sobre mi herramienta y los músculos de toda su espalda se marcaban cada vez que mi glande acariciaba su próstata. Se sometió por completo…

Tino te gusta?... Te gusta mi verga?

Auu… AHHH… AHHHhhh…Umffffff… Umhhhh!!

TE GUSTA?

Auuu… Si, Siiii… Que ricooo… Siii… Ahí, ahiií… Ahhhhhhhhh!!

Trato de apretar su pinga mientras gritaba, pero ya no pudo hacer nada y disparó varios chorros de lechada espesa mientras su esfínter me ajustaba el pito como pidiendo que le suelte toda mi lefa dentro.  Todavía pude bombearle el hoyo unas cuantas veces antes de venirme. Lo clave con fuerza mientras lo llenaba con mi esperma y lo abracé por el cuello para dejarle todo con un último espasmo, mientras los dos jadeábamos y él temblaba sin control entre mis brazos, con mi falo todavía dentro del culo.

Estuvimos así un par de minutos hasta que le saqué la pinga y le di vuelta para poder besarlo. Lo hice tomándolo con las dos manos, le lamí toda la cara y froté todo mi rostro con el suyo. Nuestras barbas mojadas se mezclaron y usé mi lengua en sus orejas y su cuello. Tino seguía temblando y luego de calmarnos un poco terminé de bañarlo, lo jaboné todo y lavé bien su culo abierto, metiéndole los dedos para dejar su recto bien limpio y sin residuos.

Me dejó hacerlo sin decir nada. Salimos de la ducha, puse una toalla grande sobre la cama y acosté encima para secarlo como si fuera un bebé, su cuerpo todavía se estremecía cuando lo frotaba, exacto como lo hice la primera vez que lo bañe y creía que estaba inconsciente. Lo iba besando despacio en el cuello, las tetillas o las axilas y él solo ronroneaba y me veía fijo con sus ojos verdes enormes y llorosos. Levante sus piernas una a una y lo toqué muy íntimamente, acaricié su todavía magullado y sensible agujero, sus muslos y sus pantorrillas muy peludas. Le cepillé la barba, le pasé una loción muy suave y un poco de talco para que quede bien fresco. Me ocupé también de mí y me acosté a su lado, nos abrazamos y nos besamos por un largo rato, creo que para Tino eso era más placentero que el sexo. Nos quedamos mucho tiempo viéndonos a los ojos sin hablar, no podía dejar de acariciarlo, pero ya era muy tarde y nos quedamos dormidos abrigándonos el uno al otro.

Nos despertamos con las piernas entrelazadas, Los muslos y los pies de dos hombres peludos eran el primer plano perfecto para la vista que se tenía del campo desde la cama. Los dos habíamos dormido muy bien luego del sexo y de toda la acción de la noche anterior.

Hola Edu!

Hola Grandote!... Cómo te sientes?

Muy bien… Mejor que nunca.

Anoche no tomaste tus medicinas…

Ya no quiero tomarlas más…

No puedes hacer eso, desde ahora tu las tomarás solo, ok?

No pero de verdad no quie…

Tino debes tomarlas, tu medico nos dirá cuando puedes dejar de hacerlo, ok?

Si ok… Pero promete que no me dejaras solo nunca más.

No grandote… No te voy a deja solo.

No podía evitar abrazarlo o besarlo, estaba muy excitado con su cuerpo enorme tan cálido y mi verga junto a la suya se puso muy dura otra vez. No le pedí permiso y me volvía a aprovechar, le mamé el banano y las bolas. Lo besé y luego lo obligué a ponerse con el culo arriba y la cara pegada a la cama para divertirme un rato lamiéndole el agujero, eso fue suficiente para hacer que se coma mi verga entera sin problema. Su conducto se acomodó pronto a mis dimensiones y produjo moco muy rápido por a la excitación. Con lo que el culeo se hizo muy placentero para ambos y puedo decir, sin equivocarme, que fue uno de los encuentros sexuales más intensos que he tenido en la vida. Tino rugía mientras mi verga entraba y salía de él y yo no podía dejar de moverme. A ratos nos besábamos mientras cambiábamos de posición para penetrarlo desde otro ángulo, desde su costado, encima o debajo suyo, viéndolo gozar por completo del asedio de mi herramienta. Su verga enorme se puso extremadamente dura y parecía que iba a estallar. A ratos Tino me miraba con los ojos muy abiertos y movía la cabeza de un lado al otro como negando lo que estaba sintiendo y luego se tapaba los ojos para no verme mientras gruñía de placer.

Estaba agarrando sus tobillos con mis dos manos cuando vi su grueso pene expulsar tres chorros gruesos de leche sobre la espesa pelambrera que tiene en su pecho y solo lo seguí bombeando con mucha fuerza un buen rato más mientras se retorcía y brincaba al sentir cómo mi pieza le removía las entrañas. Su verga es tan grande que su glande subía y bajaba con mis embates golpeando el límite entre su estómago y tórax, más allá del ombligo. Ver su cara y sus gestos de placer, incredulidad y descontrol es algo que me excita tremendamente y me vine dentro de él con un orgasmo muy violento. Recuerdo que grité muy fuerte mientras le empujaba toda la verga y lo escuchaba gritar también a él.

Estaba todo mojado y fuera de mí, me abalancé sobre Tino, lamí todo el semen que tenía encima y le mamé la pinga que estaba muy sensible por la reciente venida, haciéndolo brincar y rogar para que me detenga, pero no me importó y seguí por mucho rato mientras el pobre hombre se retorcía y su pene perdía dureza.

Eduuu, Eduuu… Qué haces, Auuu Eduuu…. Ufffff!!

Ya por favor para, para… Por favor!... Por…. Porr fav…

Eduu por favooor!

No podía dejar de lamerlo, le besé las bolas y los muslos. Metí mi lengua en su ombligo, lo volteé y bese sus nalgas redondas y peludas, la espalda y me sobé encima de su cuerpo fuerte y desnudo.

Eduu… Ya por favor me vuelves loco, me vuelves loco!

Repetía Tino estremeciéndose debajo mío. Me quedé mucho rato sobre su espalda, abrazándolo y besando su nuca húmeda muy despacio, oliéndolo, saboreándolo…

Ese día después de bañarnos juntos, solo me puse una bata y pantuflas para ir a recoger los víveres que nos dejaban todas las mañanas en la puerta lateral de la propiedad a unos 200 mts de la casa, luego los dos estuvimos desnudos acariciándonos y besándonos. Tomamos un buen desayuno, cocinamos, nadamos un rato y en la tarde nos arreglamos un poco y nos pusimos camisa solo para hablar con Mamama por video llamada. Empezamos también a tener reuniones con los encargados de la empresa, ya se había reiniciado la producción de varios de nuestros productos para el sector médico y se necesitaba su aprobación para adaptar todo a los nuevos protocolos y con eso Tino se reincorporó al trabajo.

La cuarentena se extendió por más tiempo del que se podía prever y yo me quedé ahí con Tino.  Nadie podía creerlo, se le veía hermoso y fuerte otra vez. Trabajando desde la casa y tomado el control de todo otra vez. Yo además me sentía feliz y luego de eso teníamos todo el tiempo para nosotros, para culear como condenados y para darnos mucho cariño. En cuanto al sexo yo me convertí en su hombre, si se trata de penetración soy solo activo, pero siempre le mamo la verga, es algo que me gusta mucho hacer pues es increíble tomar en mi boca su pingaza y sentir como hierve y palpita en mi garganta y cómo el pierde el aliento.

Nos divertimos mucho tomándonos fotos juntos, desnudos o haciéndonos videos cuando tenemos sexo para verlos mientras volvemos a culear. A él le encanta que me lo tire dentro del agua caliente de la poza que hay en la terraza o que lo someta en algún rincón de la casa. Yo que soy el más pequeño, disfruto mucho durmiendo encima suyo o metido entre sus brazos y piernas. Han pasado varios meses que estamos encerrados juntos y la intensidad de nuestros encuentros no ha disminuido, no dejamos de probar cosas ni de disfrutar de nosotros, pero desde hace un par de días Tino está muy resentido conmigo porque le he dicho que debo ir a terminar mi trabajo, me llamarón y les dije que iría pero que solo a dejar todo listo y que no renovaría mi contrato.

Le he prometido que en un mes volveré a quedarme a vivir y trabajar con él, que lo llamaré todos los días, que le mandaré fotos todo el tiempo y que no dejaré de pensar en lo que compartimos, pero sigue poniéndose triste cuando recuerda que me voy a ir.

Lo encontré sentado en una silla fumando un cigarro, se lo quité de la boca y me lo puse entre los labios fumando mientras me sentaba sobre sus piernas con los brazos alrededor de su cuello mirándolo.

Qué pasa Tino?

No quiero que te vayas... No entiendo porque quieres dejarme…

No te estoy dejando, te prometo que volveré muy pronto, ok?

No me dejes solo otra vez… Te amo!

Me dijo con la voz a punto de quebrarse…

No grandote, no creo que de ahora en adelante pueda vivir sin estar contigo… Ya deberías saber que yo también TE AMO!

Adolfh