Historia inedita pero real

Esta historia me sucedio hace algún tiempo y me ayudo a reafirmar mi lado femenino.

Hola me llamo Sonia, Hace mucho tiempo que no escribo nada pero hoy me he animado a escribir algo que me sucedió ya hace algún tiempo. Todo lo femenino desde muy pequeñ@ siempre me ha atraído muchísimo ya con 6 años a escondidas de todo el mundo, encerad@ en el lavabo de casa me probaba la ropa interior de mi madre. eran juego inocentes que alguna vez ya he relatado por aquí, pero en fin eso es otra historia. Pasado los años fui crecido y a pesar de que mi espíritu siempre a sido un alma femenina adopte el papel de hombre. Uno de los motivos principales creo que han sido mis facciones masculinas, muy marcadas por cierto, y lo socialmente correcto. Con el tiempo yo había renunciado a lo que realmente siempre a querido mi alma. Salí con chicas, en fin una vida aparentemente normal. Mientras estudiaba busque trabajos que me permitieran compaginar los estudios.

Encontré un perfecto, guarda de seguridad en unos grandes almacenes, no pagan mucho pero el servicio era por la noche, trabajaba con un grupo de 7 guardas mas, uno en la sala de monitores exteriores y el resto paseando por las diferentes plantas, y cada 2 horas nos juntábamos para hacer un café. Yo normalmente estaba en la sala de monitores, puesto que por cierto no quería nadie por ser muy aburrido, pero para mi era perfecto ya que me permitía estudiar y así mataba dos pájaros de un tiro, estudiar y trabajar al tiempo. Cuando ya llevaba casi un año, compartiendo con los mismos compañeros, Juan el mas veterano se puso enfermo, la empresa envió una persona para sustituir a Juan. Al entrar el jefe nos la presento, Silvia, una mujer de unos 35 años que ya llevaba muchos años en la empresa pero que trabajaba en otro centro, no presentamos uno a uno, le di la mano y le dije Silvia soy Simón, reorganizamos nuestras rutas. Esa noche yo saldría por planta y dejaría la sala de monitores para Silvia por ser mueva en este centro. A mi me toco la planta de Señoras y complementos. Empezamos las rondas como cada noche, durante la primera hora iba paseando por toda la planta admirando los maniquíes con toda la libertad del mundo, y sin vergüenza a que nadie me viera hacerlo, normalmente durante el día al estar lleno de gente me da mucho apuro hacerlo. Pero esa noche era perfecta incluso podía tocar la ropa con toda la libertad del mundo. Empecé a recordar cuando era pequeñ@ y me enceraba en el lavabo a probarme la ropa de mama. Todo era muy tentador, toda la ropa a mi alcance y para mi sol@, todos los colores del mundo, todas las tallas, todos los últimos modelos de la temporada en fin un paraíso para una mujer como yo.

Fui capaz de retenerme la hora que me faltaba para el Primer café con mis compañeros. Creo que ya estaba decidid@ a probarme toda la ropa del mundo en mi segunda ronda y si esperaba tendría 2 horas para poder hacerlo tranquilamente.

Nos juntamos tomamos el café, habamos de banalidades como cada noche, le pregunte a Silvia que tal lo llevaba, me contesto que bien me ofrecí a ayudarle si tenia algún problema, ella me contesto que en principio que todo iba bien. Después del café volvimos cada uno a su puesto.

Fui directo a mi planta, a la sección de lencería, elegí un corsé rojo con bordados de puntilla negros y con liguero incorporado una medias de fantasía rojas, un conjunto de tanga y sostén rojos, un viso de seda rojo, unos zapatos de tacón alto rojos y como un vestido de noche precioso de color rojo. No hacia mucho tiempo que había visto la mujer de rojo y quería probar como me veía tod@ de rojo. Con todo mi vestuario a cuestas me fui al cambiador, el sitio perfecto con todos los espejos de mundo a mi disposición y poderme ver de una pieza. de camino cogí unos rellenos para el pecho, era todo perfecto. Ya en el probador empecé mi ritual como había hecho antaño de pequeñ@. Comprobé la hora en mi reloj para saber de cuanto tiempo disponía, me quedaba 1 hora y 45 min. Me quité toda la ropa de varón y una vez como mi madre me había traído al mundo empecé a vestirme. Primero el tanga y el sostén y siempre mirando como me quedaba, coloque el relleno en su sitio como estaba delgadita me veía muy bien, me introduje en el corsé, este afinaba mi torso, realmente parecía el cuerpo de tod@ una mujer, me puse las medias y viso de seda. sentir el taco de todas esta ropa en mi cuerpo era delicioso me hacia volver loc@ de placer me introduje en el vestido de noche y me calce los zapatos. empecé a caminar por el probador mirando mi figura, en un principio creía que los zapatos que había elegido con un tacón tan alto me costaría caminar pero para mi sorpresa caminaba con toda naturalidad, fue como una reafirmación de mi feminidad, me sentía la mujer mas feliz del mundo. Miré mi reloj que estaba encima de mi ropa el la banqueta, aun me quedaba una hora y media, y durante todo ese tiempo me había propuesto no quitarme para nada toda esta ropa maravillosa que me hacia sentir tan bien. Cuando ya llevaba 10 min. mirando al espejo encerada en mi pequeño habitáculo, pensé que una peluca me quedaría perfecta y mejoraría muchísimo mi aspecto. Con un poco de miedo abrí la puerta de probador por si alguien me pudiera ver, pero luego pensé, eso es imposible todo deben de estar en su puesto y normalmente nunca se cambiaba el puesto asignado. Ya mas decidid@ salí de probador, tenia que cruzar toda la planta para llegar a las pelucas así lo hice caminado con paso decidido por una moqueta morada que cubría los pasillos principales de la planta. Cuando pasaba cerca de los espejos mi vista no podía remedia admirar el vuelo del vestido que hacia al caminar. Llegué donde estaban las pelucas y como no sabia cual elegir cogí tres diferentes una rubia una castaña y otra pelirroja volví al probador ya sin el temor de antes. Una vez allí con toda la calma del mundo me las fui probanado una a una, me las volví a probar una y otra vez, hasta que elegí la pelirroja. Ahora si que me veía mucha mas hermosa que antes..... pero me faltaba algo mas. Recordé el mostrador de bisutería que estaba al lado de las escaleras, y esta vez sin pensármelo dos veces con paso decidido me dirigí hacia allí, volví ha hacer como antes caminando por la moqueta y mirándome en los espejos. al llegar al mostrador, me quede Helad@, allí estaba Silvia, me miro con unos ojos de par en par y empezó a balbucear y me dijo

"Si....Simón .....eres tu?"

Asentí con la cabeza avergonzado no por lo que estaba haciendo sino por que me viera ella, intente justificarme no sabia bien que decirle pero algo debía decir muy nervios@ empecé casi a suplicar que no dijera nada a nadie

"Por favor.... no se lo cuentes ....... a.... na....die?

Antes de que pudiera seguir hablando se acercó a mi, me puso su dedo índice en mis labios, y dijo.

"Chiii....... no digas nada mas, estate tranquila no se lo voy ha decir a nadie, creo que te comprendo mucho mas de lo que te puedas imaginar "

Se dirigía a mi como a una chica no sabia que hacer le pregunte.

"Porque me tratas tan bien ......que quieres decir que me comprendes mucho mas de lo que me puedo imaginar"

No dijo nada se acerco a mi, me beso en los labios, yo no sabia que hacer, después me susurro al oído hoy vas a ser tu mi mujer y yo tu hombre.

Continuara.