Historia del amo
Un viaje a travez de los recuerdos de un Amo. De como descubre su verdadera naturaleza.
Recuerdo desde mi infancia mi carácter dominante, intransigente, dirían algunos. Ahora, a mis 25 años, escribiendo estas líneas en pago por lo mucho disfrutado de esta pagina y con mi esclava hincada a mis pies, masajeándolos y besándolos, veo lo que soy, lo que siempre he sido; Para lo que nací.
Ahora sé porque nunca toleré ordenes, y por que a pesar de las mas altas calificaciones no ingresé al ejercito. No sabes recibir ordenes, me dijo un capitán.
Siendo un chico no mal parecido, de 1.80 mts. Y muy pasional, mis experiencias sexuales son ya, incontables; De todo he tenido, (que talvez les cuente algún día) pero invariablemente, mi espíritu dominante y protector siempre predominó en mi.
Me viene a la mente esa primera mujer que tuve a los 19(no que fuera mi primera experiencia, si no la primera mujer que todos me conocieron en una relación duradera), como ella con sus 27 años apenas y pudo satisfacer mis intensos deseos. Nos conocimos en una fiesta, donde un par de amigas suyas se me insinuaban claramente, a pesar de ser morena (a comparación de una de sus amigas, rubia y de ojos verdes) me encantó su hermoso trasero. Ella me peleó como una fiera con sus rivales, y me sentí complacido de ver en sus ojos el orgullo de haber ganado al hombre que quería. Por primera vez me di cuenta que mi mayor placer con una mujer era hacerla sentir especial al tenerme, aunque hasta ese entonces, me limitaba a ser protector, el típico hombre fuerte con el que toda mujer femenina y frágil se sentía segura. Con ella descubrí algo en mi, que había reprimido desde mi niñez.
Salimos de esa fiesta directos a mi cuarto de estudiante (en ese entonces universitario) e iniciamos un intercambio salvaje de caricias y besos, me complacía sentir como ella se excitaba al ser manejada como una muñeca a mi antojo. Ahí salió en mi el amo que reprimido estaba, tomé conciencia de mi naturaleza, y la hice gozar como a ninguna mujer antes había complacido. Ya casi desnuda, en la cama, pasó del jugueteo sexual al ruego. Bajó a mi entrepierna queriendo devorarse mi pene, sentada en la orilla de la cama. No se lo permití, " hincada, de rodillas, en el suelo" -le dije-. Fue mi primera orden directa. Me quedó viendo un poco desconcertada, pero por la excitación que tenia, obedeció al instante. Mas que disfrutar aquella boca maravillosa, y ver como entraba y salía un tercio de mi pene de su boca; Sentía placer al ver dominada y complacida a mi amante. Ella seguía acariciándome hincada, agregando a su labor una deliciosa maniobra con la lengua cada que sacaba y metía de su boca mi hinchado pene. Hizo por tragarlo todo, pero solo consiguió una arcada a la mitad. La paré tomándola por los cabellos, que eran negros y largos, y la deposité en la cama, empecé a pasar mi mano por su rostro, sorprendido de descubrir la gran excitación que podía causar en una mujer el control del hombre sobre el deseo de penetrar de forma inmediata. Ella gemía y con sus largas uñas como garfios me atraía hacia su cuerpo, que con las piernas abiertas me ofrecía su lubricada vagina. "hazme tuya" "hazme tuya" repetía entre suspiros y gemidos. Me tomé unos minutos mas saboreando sus deliciosos pechos, sus caderas firmes y nalgas redondas. Ella parecía estar en trance, tanto que no se percató de la bofetada que le di, cuando en un movimiento involuntario paso a rozar mis testículos con una rodilla. Casi al mismo tiempo de recibir la cachetada, recibió de un solo golpe mi pene entero en su vagina. Sus ojos se abrieron y sus uñas se clavaron en mis espalda; al tiempo que escuchaba los mas dulces y sensuales gemidos en mi oído. Ella pasaba de los gritos al ahogo; de aferrarse a mi con tal fuerza, que casi me asfixiaba a morderse los labios y cerrar los ojos. Estuve dentro de ella, 30 minutos o mas, no recuerdo; hasta que aceleré sintiendo venir mi primer orgasmo. Ella notó esto y mi intención de salirme ya que no utilizaba preservativo. "no papito, déjamela toda, tengo dispositivo, déjamela toda" me gemía. "mi vida, mi hombre" repetía al tiempo que sentía como mi esperma se incrustaba en lo mas profundo de su ser. Fue uno de los mejores orgasmos de mi vida (salvo ese que tuve con la chica virgen de 13 años en la preparatoria).
Nos quedamos un par de minutos si movernos, sintiendo como mi pene perdía la dureza dentro suyo. Ella volteo a mi, abrazándome con una sonrisa inmensa, "papito chulo" me dijo al tiempo que enroscaba sus brazos alrededor de mi cuello y cerraba los ojos descansando su cabeza en mi pecho.
Se me antojó fumar un cigarrillo, y en vez de pararme al escritorio por ellos, la nueva parte emergida de mi, hizo dar la orden: "tráeme un cigarro" le dije. Ella sonrió, que mandón es mi hombre. Me quedé serio, por lo que vio que no era broma. Si mi vida respondió- me acarició la mejilla y fue por el. Aquí tienes mi vida, entregándome el cigarro. Después de unos minutos, recuperamos fuerza y reiniciamos las caricias y nuevamente la penetré, pero esta vez no me fue suficiente su vagina. Voltéate dije- ella adivinó mi intención y me dijo: "esta reservado para quien se case conmigo". Me sonreí, y con una mano le puse la cara contra la cama al tiempo que dejaba su hermoso culo enfrente mío. Nooooo me dijo- al sentir la punta de mi pene en su ano. Pude haberla penetrado fácilmente por la diferencia de fuerza, pero a pesar de mi excitación, sentí un enojo mas grande, que me hizo aventarla, cayendo al suelo. Vístete y lárgate! ordené-. No seas así mi vida, entiéndeme-dijo- es algo que quiero reservar. Me importa poco! contesté- la mujer que esta en mi cama tiene como única finalidad servirme y complacerme, si tú no puedes, alguna de tus dos amigas lo hará.
Bueno, ya les contaré como fue lo demás, como hice de ella una mujer sumisa y obediente, de cómo satisfacía hasta el ultimo deseo con su cuerpo y como llegó a sentir verdadero placer al saber que existía solo para mi servicio y que su vida era mía. Eso me costó un poco, ya que al principio, le ponía en la cabeza mi pistola 9mm, diciéndole "tu vida es mía" y de ti tomo lo que quiera. Con el tiempo, ella misma llegó a ponerse esa pistola en la sien para pedirme perdón por algunos errores y suplicarme que no la dejara, que la castigara, que hiciera con ella lo que quisiera, pero que no la dejara.
Cambié de ciudad, y en la actualidad, a veces la visito, aunque no es lo mismo. Después de ella, vinieron un puñado mas de mujeres, que me permitieron experimentar lo que realmente era, y lo que me gustaba.
Desde el sadomasoquismo hasta el fetichismo, todo hice con mis esclavas, algunas cosas me gustaron, otras, no.
Por eso, ya con algunos años de experimentar, sé que tipo de amo soy, lo mas importante, sé ahora que esa es mi naturaleza, que nací amo, un hombre para ser servido y complacido. Y me he quitado esa sensación de culpabilidad inculcada por la moral, respecto al supuesto respeto que se le debe dar a las mujeres.
Así, que llegué, en mis muchas experiencias, a concluir que:
1.- Un verdadero amo, no es sadomasoquista. Tiene el poder y el derecho de corregir a sus esclavas, pero evitando el uso de fuerza extrema. La finalidad de los castigos o las correcciones no es causar dolor en la esclava, si no reafirmar la autoridad del amo. Al menos, en mi caso, mis esclavas sufren mil veces mas castigadas con mi desprecio, hincadas toda una noche en el suelo, de espaldas a mi cama, sabiendo que no pueden hacer feliz a su señor y que no tendrán la felicidad de servirlo; A que si las azotara con un látigo.
2.- La finalidad del amo es proteger y darle sentido a la vida de una mujer que necesita sentirse segura, protegida, guiada y corregida. La esclava siente la felicidad de saber la simplicidad de su vida y su misión. Lo demás, esta en manos del amo.
3.- Lo que recibe un amo, es el verdadero amor, resignado, sin esperar nada a cambio. Cuando haces de una mujer una esclava, haces que sienta el amor en su forma mas pura, mas elevada. Olvidándose de su persona y de sus deseos, para ser feliz sirviendo, sirviendo a su amo. Se olvida de los celos, del egoísmo. Una esclava para mi, es convertir una mujer, con todos sus vicios y defectos, en una niña dulce e inocente, que esta plenamente confiada del amor de su amo y señor. que se siente protegida, plena y orgullosa de ser la esclava de su amo.
Bueno, es mi primera contribución a esta pagina, no quise escribir un episodio especifico de mi vida sexual, porque han sido tantos que tendría que hacer una serie de relatos muy extensa. Mas bien compartir con ustedes, de una manera breve mi forma de ser y de ver la vida.
Espero poder contarles posteriormente como fui perfeccionando las reglas de la casa, los castigos y correcciones que aplico a mis esclavas y demás detalles.
Desafortunadamente no he podido recibir mi contraseña, por lo cual no tengo acceso al panel de control, así que enviaré este primer relato en la modalidad anónima; aquí mi correo para las que gusten escribir o agregarme a su msn, ok?... leviatanrojo@hotmail.com .....Saludos.