Historia De Una Vida Confusa (H.D.U.V.C) 3

Desconocida: haaaaaa tu eres la mugrosita de pueblo verdad, déjame decirte que ella es mía solamente para mí y no voy a dejar que un mugrosita como tu

De verdad estaba demasiado cansada como para ver  si de verdad me estaban tocando las mejillas o tan solo todo era producto de mi imaginación por el gran cansancio que sentía. No hice nada para averiguarlo pues esa sensación cálida me hacía sentir segura, eso aunado al sueño ya no supe de mí.

-voz lejana: oye meli, meli despierta preciosa, meli, meli….

-yo: Mmmm ¿quién me habla, seguiré soñando? ¡Mmmm hayyyy¡

-Angie: hay niña siempre es lo mismo contigo abecés tus reacciones son tan raras, trate de despertarte lo más tranquila que pude y mira te das de narices debajo de la cama, ¿que no recuerdas acaso que traes lastimada esa rodilla?

-yo: hay ya pues no me regañes. De verdad me siento un poco mejor pero si esto si lastima un poco.¬¬

-Angie: ok, dame la mano te voy a ayudar a que te levantes, por lo menos eso sí puedo hacer por ti

En ese preciso instante al momento de querer levantarme me fallo la fuerza en esa pierna cayendo al suelo de nuevo pero esta vez como tenía la mano de angélica sostenida cayó al piso conmigo, yo cerré los ojos por el estruendo que hicimos, pero al volverlos a abrir frente a mi tenía la vista de una carita de ángel llena de ternura que me miraba fijamente, no pude evitar quedar embobada con esa vista que tenía en ese momento, pero al darme cuenta de lo que estaba haciendo voltee la vista, y el color rojo comenzó  subir a mi cara.

-yo: ha mira discúlpame es que se me fue la fuerza y como te tenía sostenida, no pude evitar la caída.

-Angie: mmm  no te preocupes, deja me levanto, aunque pude notar que tienes una mirada muy bonita debajo de esas lindas pestañas que te cubren… hay pero que estoy diciendo…. (Pude notar como también se ponía roja) mira ya cámbiate y bajas a desayunar pues este día lo tomaremos para que visitemos la ciudad no quiero que te vuelva a pasar lo de ayer, en serio me tenías muy preocupada...

-yo: Mmm ok ya me apurare, en un momento bajo ¿me puedes esperar?

-Angie: ok linda pero no te tardes, debes saber que soy muy impaciente.

Dicho esto salió de la habitación, mientras a mí me giraba un torbellino de preguntas en la cabeza, la más importante de estas era el por qué se preocupaba tanto por mí, el por qué tuvo esa reacción al mirarme a los ojos, y entre eso muchas otras cosas más.

Entre todos mis pensamientos me di cuenta de que solo había salido con la ropa para uno o dos días, entre esa era la que tenia del día anterior, que por cierto de tanto hacer y deshacer ya estaba completamente lista para la lavandería. Qué remedio, no me quedaba más que decirle a Angélica que si no tenía algo que prestarme, lo que fuera estaba bien, pero de verdad ¿quisiera prestarle algo a alguien que acababa de conocer?.

Me dirigí a donde se encontraba, al parecer estaba hablando con una chava, muy linda por cierto, pero al acercarme más me di cuenta de que no hablaban, más bien discutían, no sé cuál era el trama de la pelea pero al parecer no se había dado cuenta de que estaba cerca, sin querer escuche lo que le decía:

-desconocida: oye cómo es posible que este aquí, yo tanto tiempo tratando de que salgas con migo y de la noche a la mañana me entero que estas vagando en la soledad de la calle, buscando a una completa desconocida, ¿pues qué pasa contigo con una coña?

-Angie: mira deja de estar peleando por tonterías hace mucho te dije que no tenía intenciones de volver a salir contigo, que ya olvidaste la última vez como me trataste, como tu payaso de circo en frente de tus amigas, y para colmo me restregaste a tu nueva noviecita, que esperabas ¿qué te recibiera con los brazos abiertos?, no linda con migo te equivocaste.

-desconocida: mira Angélica (vi como la tomaba del brazo bruscamente) tu siempre serás mía, ningún tontita de pueblo me va a quitar lo que es mío, ¿me entendiste?

-Angélica: suéltame me estas lastimando…

Al escuchar esto último algo dentro de mí se rebeló, abrí la puerta con cierta brusquedad, le dije:

-yo: !déjala¡ ¿acaso no te dijo que la soltaras?

-desconocida: haaaaaa tu eres la mugrosita de pueblo verdad, déjame decirte que ella es mía solamente para mí y no voy a dejar que un mugrosita como tu…

En el sonido del aire se escucho el estruendo de la cachetada que angélica le había puesto a la susodicha. Después de eso volteo hacia a mí y me miro de forma extraña, antes de que pudiera reaccionar, me tenia sostenida por el cuello y la cintura, me miro a los ojos con una dulzura que ¡por dios¡ acabaría con cualquiera, y pude sentir el calor de sus labios posarse en los míos.

En ese momento mis pensamientos me abandonaron, todas las cosas que tenía en mente me dejaron para dar paso a esta sensación nueva que sentía, me daba un poco de temor pues al inicio fue muy tranquilo pero conforme avanzaba se hacia un beso más desesperado, fue cuando esta chava que estaba contemplando nuestro espectáculo nos separo de un jalón y le dijo con una voz casi al borde del llanto:

-desconocida: en verdad me estas cambiando por esta… (Y me miro de arriba abajo)

-Angie: no es que te cambie, es que tú ya no eres nada en mí,  así que hazme el favor de irte y no vuelvas mas,  en mi vida ya no hay lugar para ti…

Dicho esto la susodicha se retiró, de verdad era así como iba a terminar esto, dentro de mí bastantes  ideas me daban vueltas, lo único que se me ocurrió fue voltear a ver a angélica la cual también me miraba, pero pude darme cuenta de que su expresión cambio conmigo, parecía tener miedo y hasta un poco de coraje, trato de emitir alguna palabra pero no pudo, quiso echarse a correr pero la alcance a detener, le abrace y le dije:

-yo: tranquila vamos a hablar, no te puedes quedar con esto en el pecho.

Y me la lleve a mi habitación.

Una vez dentro de ella, tratando de disimular mi sorpresa le pregunte, que es lo que estaba pasando, todo esto se me había hecho muy raro y por qué tomarme de esa manera y propinarme un beso y de esa magnitud.

-Angie: perdóname de verdad, no quiero que pienses que solo te he utilizado, pero de momento fue lo único que se me ocurrió, no pude pensar en otra cosa.

-yo: si a eso no se le dice usar entonces dime como se le llama, además no se te pudo ocurrir otra cosa, apenas te acabo de conocer y eso se me hace injusto además recuerda que eres dos  años mayor que yo, y por eso me encuentro en desventaja.

-Angie: jajajajajajajaja

-yo: ¿qué? ¿De qué te ríes? a esto de verdad no le encuentro la gracia. (Le dije con un signo ya visible de molestia)

-Angie: no, ya, está bien perdón, perdóname pero pensé  que tu reacción seria otra no que me reprocharas la edad, todavía eres una cría, jajajajajaja además no me dejas mentir ese beso te ha gustado tanto como a mí y no te atrevas a negarlo.

En ese momento lejos de sentir molestia, comencé a sentir caliente la cara, de seguro el color rojo estaba subiendo por mi rostro como hormigas hasta darle un color muy parecido a los jitomates cuando están maduros, en seguida baje la mirada a piso y hay la clave, pues a pesar de todos los argumentos que se me pudieran ocurrir no pude pronunciar palabra alguna, aparte de todo jamás en mi vida había besado a una chica, jamás.  ese habría sido mi primer beso, y la verdad es que no estaba del todo mal, aunque hubiera querido que fuera diana la que me besara…

Diana…de nuevo en medio de mi...

Me di cuenta de que ella me miraba un poco extrañada pues al parecer se había dado cuenta de que mi mente ya había viajado muchos kilómetros a la lejanía, estaba segura de que lo mejor  era contarle la verdad del porque estaba presente en esa ciudad y de que es lo que buscaba y porque, aun así ese beso se quedo muy en mis adentros, no estaba segura de que hacer, mas sin embargo estando a punto de hablar me gano la  palabra:

-Angie: quiero pedirte, antes de que digas nada, que me perdones he sido yo quien de la nada te ha robado un beso, me da un poco de miedo, a pesar de que apenas te conozco, me da miedo  perder tu amistad, cuando te conocí no planeaba esto, pero debo decirte que esa sonrisa tuya me trae de cabeza, por eso de nuevo te pido que me perdones…

-yo: ok si vamos a dejarlo como una situación que se salió de control y sigamos como estábamos. De repente tú también eres importante para mí y debo agradecerte que sin ti quien sabe donde hubiera amanecido hoy…mmm haaaaaa si es cierto…

-Angie: por cierto y tu ¿para que me buscabas en ese preciso mo1mento?

-yo: es cierto lo olvide…jijiji  lo que pasa es que no tengo nada que ponerme para salir hoy, y quería preguntarte que si ¿no habría forma de que me prestaras algo de tu ropa? por favor de verdad te prometo no maltratarla, en cerio que vengo en ceros, sin nada, le dije haciendo pucheros para tratar de convencerla.

-Angie: mmm está bien nada más porque me caes bien y casi somos de la misma talla, ven  te mostrare todo lo que tengo.

Acto seguido salimos de mi habitación y entramos en otra un poco más grande que la mía, la decoración me gustaba, casi todo estaba decorado en un color blanco y alguna que otra cosa en un color perla que me encanto, de hecho aquella habitación no lo parecía, más bien parecía un pequeño departamento en el cual ella vivía, la verdad no sabía si vivía hay solo me había dicho que era hija del dueño pero en si no sabía nada mas, algo dentro de mi me preguntaba el misterio que encerraba esa chica, y para qué negarlo a pesar de que diana era para mí la mujer perfecta, esta chica tenía algo en su mirada y en su sonrisa que me gustaba mucho, pero por dios en que estaba pensando, la acabo de conocer cómo es posible que ya esté pensando en cosas así, aunque más que nada lo que le tenía era un profundo agradecimiento.

Una vez dentro me abrió la puerta del closet, y una considerable cantidad de ropa apareció frente de mi, mmm esto se me hacía muy confuso porque casi toda esta tenia colores muy fuertes, podríamos decir entre el rosa y el morado claro, que para colmo como odiaba estos colores, casi siempre visto de negro, según yo es para pasar desapercibida, pero en este lugar no encontré nada así, gracias a dios encontré un pantalón color azul marino y una blusa blanca que pude combinar muy bien con unos zapatos que tenía en mi habitación, acto seguido después de acomodarme el cabello, que no era muy fácil que digamos, Salí después de unos cuantos minutos y espere su aprobación.

Al parecer le había gustado bastante, lo pude percibir por el brillo de sus ojos, y esa mirada tan dulce que en el momento me estaba mostrando, eso me hizo sentir un poco más tranquila y me dispuse a salir con ella a que me mostrara la ciudad.

Una vez fuera, los nervios me estaban matando, de noche era una cosa pero de día el bullicio de la gente, el ruido de los coches, el exceso de gente por algunas avenidas, comenzaban a sacarme de mis casillas, de mi bolsa saque un par de pastillas para el dolor de cabeza y me las tome, al poco rato al parecer ese dolor había mermado.

Cuando paso eso, y mi atención comenzó a enfocarse a lo que visitábamos pude comprobar que era una ciudad muy bonita, angélica me mostraba cada uno de los rincones que conocía, al parecer había vivido toda su vida aquí, a cada lugar que visitábamos parecía que su emoción aumentaba, la mía también era muy divertido poder salir con alguien que le gustara tu compañía, como me divertí en ese momento, a pesar de lo que había tomado el dolor en mi rodilla no parecía que se me quisiera quitar, con todo y eso seguí  adelante, pero a unos minutos después el dolor aumento y le pedí a Angie que nos detuviéramos a descansar, para esto fuimos a un restaurant, donde me pareció muy bueno el ambiente para comer.

-Angie: ¿y bien como te lo has pasado?

-yo: perfectamente, a pesar del dolor que siento en esta pierna, todo marcha de maravilla, he estado muy a gusto y contigo se me ha hecho muy ameno el día. Le dije esto con una gran sonrisa.

-Angie: que bueno, me parece perfecto que en estos momentos estés así de feliz, no cabe duda de que ver feliz a las personas cercanas a mi es lo que más me gusta.

-yo: oye ¿puedo hacerte una pregunta?

-Angie: ¿pues ya me la estás haciendo no?

-yo: huy ya pégame, jajaja, no lo que quería saber es que si nos es mucho meterme en tu vida, ya cuanto tiempo tienes estando en ese hotel, me has dicho que eres hija del dueño ¿no?

-Angie: no te preocupes me has dado la suficiente confianza para contarte.  Lo que pasa es que él es el dueño de esta gran cadena de hoteles, pero pues como también tiene varios alrededor del mundo, sale mucho de viaje, y mientras eso pasa yo estoy de encargada de este, la verdad es que a mi no se me da mucho eso de administrar esta clase de lugares, pues la verdad es que me aburro bastante, y déjame decirte que fue por eso que ya sabía cuándo y a qué hora ibas a llegar, pero a todo esto también quisiera que me contaras ¿qué es lo que pasa contigo, porque  esa desesperación por hacer este viaje donde no sabes ni a donde ir?

-yo: está bien, es una larga historia…

Y fue así como comencé a contarle  todo lo que había pasado cuando yo era todavía una niña, todo lo que paso con mis padres, y cuando por casualidad del destino conocí a diana cuando éramos unas niñas de secundaria, y como por miedo a perderla me calle tanto tiempo que la amaba.

-Angie: Mmm ahora entiendo tantas cosas, ya se me hacía bastante raro que llegaras así nada más y con una suma bastante considerable de dinero. De todos modos no te preocupes que yo no te voy a cobrar la estancia en donde estamos, eres una buena persona y como fuiste tan amable en ayudarme es lo menos que puedo hacer por ti, pero eso si como no me gusta  prestar mi ropa es mejor que ahorita saliendo de comer compremos algo para que lleves puesto, no toda la vida vas a depender de mi.

-yo: si mama como tú digas…

Le dije guiñándole el ojo, cosa que no sé como haya tomado por que se volteo con la cara roja, pero ya no quise preguntar nada.

Salimos del restaurant donde nos encontramos, y nos metimos en una tienda de ropa, la verdad era que no estaba muy entusiasmada por comprar algo, pero ella ya se había adelantado, y me escogió, varios modelos que, según ella se me verían divinos, y me metí al probador con ella.

Una vez dentro, le dije que, me esperara y al parecer así fue me espero pero al no poderme poner las cosas le dije que si podía ayudarme, cosa que accedió. Una vez dentro, pude notar que el espacio era muy estrecho, y podía ver como en su mirada se encendía esa llama de la lujuria al verme así, algo dentro de mí se rebeló y en ese momento me dieron unas tremendas ganas de volver a probar sus labios, de repetir lo que sucedió esta mañana, no me contuve, la tome por la espalda  con un giro un poco brusco la jale hacia mí y  comencé a besarla muy despacio….

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CREO QUE ESTA VEZ NO ESTA MUY INTERESANTE, PERO ESTOY HACIENDO MI ESFUERZO, LA VERDAD NO ES FACIL, AHORA POR ESO ADMIRO MAS A AQUELLAS PERSONAS QUE LOGRAN PLASMAR SUS IDEAS CON CIERTA FACILIDAD, QUIERO AGRADECER A LOS QUE ME HA LEIDO Y A LOS QUE ME HAN HECHO UNA CRITICA YA SEA BUENA O MALA, Y SIGO ESPERANDO PARA ESTA TAMBIEN LO QUE USTEDES ME QUIERAN DECIR, Y SI ESTOY TRATANDO DE MEJORAR LAS FALTAS QUE HE TENIDO, ¬¬ ES QUE AVESES ME TIENEN AQUI ESCRIBIENDO A LAS TRES DE LA MAÑANA Y LA VERDAD NO ALCANZO A DARME CUENTA CUANDO LA ESTOY REGANDO, PERO LES PROMETO PONER MAS ATENCION.

COMO SIEMPRE ESPERO SUAS COMENTARIOS BUENOS, MALOS, PESIMOS,Y ENVIENME A LA HORCA POR FAVOR JAJAJAJA, NO EN CERIO GRACIAS QUE CON ESTO ME AYUDARAN A SER MEJOR....

SAUDOS Y BESOS DESDE MEXICO.....