Historia De Una Vida Confusa 7

La ultima oportunidad...

Ya habíamos avanzado un poco a través de esa carretera, pero no lo suficiente como para salir de la ciudad, habían  pasado ya dos horas desde que tomamos camino, subimos en una suburban negra y rápidamente dimos un acelerón, cuando me di cuenta estaba en un camino sin rumbo.

Tenía dos amigos que la verdad era mi mano derecha cuando asuntos o problemas de este tipo tenía, si bien el problema que tenía en este momento es que estaba secuestrando a una persona, y a parte e eso estaba corriendo en busca de una salida, claro estaba que los nervios y el miedo me estaban matando pero la maniobra ya la había comenzado…

“ahora solo me queda pedirte que me perdones “dreaming messing le fair i bairie all a dont”  te quiero mucho y no voy a dejar que nada te pase” recordaba que eso ultimo le había dicho, justo antes de que de un solo trago bebiera la copa de vino que unos momentos antes había llenado con un potente somnífero que estos amigos míos me habían conseguido, cuando callo desvanecida por el efecto lo único que hice fue cargarla y salir por la puerta trasera, de ahí lo que hasta este momento está pasando, puedo ver esa cara de ángel tan linda que se ve como duerme en este momento, y sin embargo siento un gran miedo ese presentimiento de varias noches y días se hace más intenso.

Eduardo: diana tenemos problemas, nos han estado siguiendo y ya vienen casi detrás de nosotros.

Yo: no es posible, ¿quién nos sigue?

Gerardo: pues nos sigue tú… “socio” y me miro con un poco de preocupación.

En ese momento cuando creí que las cosas no podrían ponerse peor, Melissa despertó.

Meli: (un poco confundida) mmm hay me duele la cabeza, ¡diana que haces hay y en donde estamos?

Eduardo: !agáchate¡ grito

De repente se escucho como unas detonaciones de arma pegaron en la parte trasera de la camioneta, no era posible ese tipo estaba dispuesto a conseguir su objetivo a como dé lugar.

Meli: qué demonios está pasando, y dime donde estamos, se supone que en estos momentos debería estar durmiendo por que mañana es el gran día.

Yo: estamos a punto de salir de la ciudad en un momento mas no habrá manera ni forma de que den contigo

Meli: pero te has vuelto loca, escuchas lo que estás diciendo… me tengo que casar no le puedo hacer esto, y menos siendo la persona que ha estado conmigo…

Yo: ¿que tú no le puedes hacer esto? ¿Y que ellos si te pueden hacer como ellos quieren y te pueden obligar a casarte?

Meli: pero que dices, a mí nadie me ha obligado a nada…

En eso estábamos cuando comienza a sonar mi móvil, al parecer un número privado, no estaba segura al cien de contestar, mas sin embargo  active el altavoz y conteste:

Yo: bueno

Voz Gonzalo: mira ya sé que tú te llevaste a mi mujer hace unas horas, mas te vale maldita que me la regreses si no…

Yo: ¿si no que?

Voz Gonzalo : te vas a arrepentir. Dicho esto me colgó.

Meli: ¿te das cuenta de cómo se ha puesto? Es lógico lo entiendo, olvida todas estas tonterías y regresemos de una buena vez.

Yo: ¡Gerardo¡ date la vuelta en este mismo momento regresamos. Le dije.

En ese momento dio un frenon  y  ambos se quedaron mirándome, en esta situación regresar era muy peligroso y luego frenar de esa manera lo era aun mas.

Eduardo:¿estás segura?

Yo: conduce ya sabes, yo se lo que hago.

Esta vez con el coraje en mis ojos voltie a ver a Melissa:

Yo: hay muchas cosas de las que tú no estás enterada, no sé si de verdad es cierto o solo te quieres poner una venda y hacer como que no pasa nada, de verdad esto que te he de preguntar me importa, ¿lo amas?

Meli: (volvió a bajar la mirada), si lo amo dijo con una voz apenas audible.

Yo: ¿entonces por qué bajas la mirada y me lo dices así? Crees que no me he dado cuenta tus ojos ya no brillan, tu sonrisa no me engaña, sabes que no lo  puedes hacer, puedes mentir ante todo el mundo menos a mí.

Meli: pero el de verdad me quiere… se que en el fondo es una buena persona, además ellos me dijeron que si me casaba con el todo iba a cambiar.

Yo: escúchame bien Melissa te lo voy a volver a peguntar, ¿lo amas? Ya se que tus padres están detrás de todo esto ¿pero de verdad lo amas?

Meli: no

Yo: y entonces que estas esperando de todo esto, esta situación tan solo te está destruyendo, ¿así a donde quieres llegar o que quieres lograr?

Meli: la verdad es que a mí siempre me han gustado las mujeres, y si me tengo que casar es mas que nada para salvarle la vida a alguien.

Inevitablemente sabía que era yo quien en más peligro estaba, la amenaza de eliminarme si estorbaba en sus planes estaba hecha, sin embargo no le mencione nada.

Meli: la persona a quien debo salvar es…

Gerardo: ¡de prisa hemos llegado¡

Llegamos a una cabaña en medió del bosque que esta a los límites de la ciudad, una vez hay le di un chaleco antibalas, como no había otro tendría que cuidarme muy bien a partir de ese momento. Mis amigos no eran cualquier cosa, puesto que se dedicaban a cosas fuera de la ley, en eso me entregaron las llaves de un auto y me llamaron a parte.

Después de eso tome la mano de Melissa y le pedí que subiera al auto.

Salimos de inmediato a la pista, ese mini Cooper era lo más rápido que me pudieron conseguir, afortunadamente me habían enseñado a  manejar. Aun no era momento de cantar victoria en cualquier momento nos volvería a encontrar, aun con mi miedo y mis nervios, no me di por vencida, si algo estaba muy claro era que no iba a dejar a ese estúpido cerca de Melissa, era momento de jugarme todo hasta la vida de ser necesario, no iba a dejar que nadie ni el ni sus padres le arruinaran la vida.

Y de nuevo sonó mi móvil:

Voz Gonzalo: escúchame bien, vamos a hacer las cosas por la buena, entrégame a mi mujer y no habrá problemas ni consecuencias de por medio.

Yo: de verdad estás loco, jamás te la voy a entregar, es demasiado mujer para ti, además tú no eres nadie en su vida, entiéndelo no te quiere cerca… déjanos en paz.

Voz Gonzalo: ok maldita atente a las consecuencias.

Meli: ¿pero qué demonios les pasa, acaso sabes algo de lo que yo no esté enterada?

Yo: creo que hay varias cosas, pero ya es tiempo de enfrentarlo…

Me estacione, sabía que no tenía mucho tiempo antes de que llegara, como si fuera la última vez saque una botella de vodka y comencé a beber…

Meli: pero tú te has vuelto loca, mira que ponerte a tomar en el momento menos indicado no es lo que deberías hacer.

En ese momento sonó su móvil, el cual con el altavoz puesto contesto:

Meli: bueno

Voz Gonzalo: mi vida mi amor que  bueno que contestas, aquí conmigo están tus padres, están muy preocupados por ti.

Meli: ¿ellos, preocupados por mi? Debes estar bromeando, jamás lo han hecho, y ya no me digas mi amor, todo este tiempo te he mentido la verdad es que no te quiero cerca de mí.

Voz Gonzalo: de seguro esa maldita zorra ya te lavo el cerebro de nuevo verdad, Meli reacciona por favor estamos a punto de casarnos, de ser muy felices juntos, para siempre, de no ser por esa estúpida…

Meli: aquí los únicos estúpidos son tú y mis padres, si le puedo decir así, aunque pensándolo bien a eso no se le llama padres se les dice verdugos, pero eso es muy aparte,  por mi hagan lo que se les de la maldita gana, siempre hicieron conmigo lo que quisieron, pero eso ya se terminó.

Y colgó.

Yo: ¿estás  bien?

Meli: si lo estoy pero apenas viene lo bueno…

Yo: ok, todo estará bien… aunque hay algo que quiero contarte antes de que lleguen…

Me sentía morir cuando le dije el por qué se casaría, de que yo ya sabía que era yo de quien planeaban deshacerse, y del dinero que el conseguiría con este matrimonio, mientras que de la mochila sacaba la pruebas para demostrarlo.

Con una mirada llena de rencor, como jamás la había visto, me miro, después de unos minutos se fue transformando en una de cruel tristeza y desilusión.

Meli: sabía que mis padres eran unos homofóbicos de lo peor, pero de ahí a hacer esta clase de tonterías y querer casarme a la fuerza, no es justo, pero más injusto son todos los problemas que te he causado, nada de esto es justo, nada. (Y comenzó a llorar con tristeza y coraje a la vez) ahora entiendo todo y no fui capaz de darme cuenta de nada. Ya se me termino la paciencia ahora todo va a cambiar…

Al terminar de decir esto, voltio y me sonrió, esta vez ya no fue como lo solía hacer, esta vez sus ojitos brillaban y me dijo:

Meli: perdón, no quería que esto pasara, lo siento mucho.

En ese momento recordé mi sueño, era la misma frase, ahora sabía que esa voz si era de Melissa, y ahora la podía ver, no es posible ¿acaso mi sueño había presagiado esto?

Lo que me saco de mis reflexiones fue el coche que se estacione en frente de ambas, con miedo vi como descendían sus padres, pero con terror a lo peor vi como Gonzalo descendía, con un arma en la mano.

Mentalmente me prepare para todo, estaba dispuesta a dar la vida con tal de que dejaran de hacerla sufrir, en ese momento Meli se me adelanto:

Meli: cómo es posible que  solo me hayas visto como la gran inversión de tu vida, debí imaginarme que esto era solo un plan y chantaje de esos señores que están contigo.

Gonzalo: no mi amor, esa mujer te lleno la cabeza de mentiras, ya sabes que te amo demasiado como para pensar en esas tonterías.

Meli: no Gonzalo, quiero que te largues y no quiero volver a saber nada de ti. En ese momento le aventó los papeles que le había enseñado.

Sra.: ya Melissa, en este momento vienes con nosotros y nos vamos, ya estoy cansada de tus estupideces, tú te vas a casar con él, con eso vas a salvar el orgullo de la familia que por tus tonterías ahora está en los suelos, además sin nosotros tu no serias nada.

Melissa: mira…señora, ya no soy una escuincla, mi futuro solo yo lo decido, me voy a casar con quien yo quiera, ya solo me faltan dos meses para la mayoría de edad, de ahora en adelante ni tú, ni él ni nadie serán nada en mi vida, renuncio a ser su hija.

Gonzalo: mira Melissa, ya me estoy cansando, en cuanto nos casemos nos vamos a ir muy lejos de este lugar, nadie me lo va impedir, ni siquiera esa zorra que esta hay contigo, si interfiere, la única salida es matarla.

Meli: a diana la dejas en paz, ella no te ha hecho nada, mejor lárgate.

En ese momento el me apunto con el arma, ella trato de ponerse en frente de mi, pero yo la quite, le dije que se metiera de nuevo al auto.

Yo: Melissa metete de una buena vez que de esto yo me arreglo, todo esto fue mi culpa al sacarte así de la casa de tu amiga.

Meli: pero diana…

Yo: tranquila todo estará bien. Le guiñe el ojo y le di un objeto en las manos.

Voltie hacia Gonzalo una vez más:

Yo: ok Gonzalo, esa mujer te interesa tanto como a mí, ambos la queremos aunque sea para diferentes situaciones, que esto sea justo, luchemos limpio y que sea lo que la suerte decida.

Gonzalo: yo contigo no tengo nada que decidir, y menos contigo, ella será solo mía y punto.

Yo: ok si eso es lo que quieres, adelante mátame, pero que sea en frente de ella, y de esos padres entre comillas que tiene, para que a los tres los termine de aborrecer.

Gonzalo: (con sonrisa burlona se acercó a mi) no, sería muy sencillo matarte así, lo hare más divertido te daré lo que te mereces por meterte en mis planes, en mi felicidad.

En ese momento se detuvo, se guardó el arma, y continuo avanzando, esto último me lleno de miedo, por lo que al auto le puse seguro  para que no pudiera salir.

Después de eso Gonzalo comenzó a jalarme del cabello, y me dio un sonoro golpe en el estómago, sentí como me quedaba sin aire, y espere lo siguiente. De pronto de entre la oscuridad de la madrugada, llego la camioneta en la que inicialmente viajamos, mis amigos amagaron a mis padres con la intención de que el desistiera de su decisión de matarme, pero lejos de hacer eso saco de nuevo el arma y me apunto en la cabeza. Si bien algo había comprendido es que ese era mi final, ya no había nada que hacer. Mil imágenes habían en mi mente, todas me pasaron como si fuera la última y más bella función de cine, en mi cabeza, hasta el último cuando paso la imagen de Melissa con esa gran sonrisa y ojos brillantes  a los 14 años… justamente cuando sentí apretaría el gatillo, cerré los ojos y a mí misma me murmure, esperando que ella se diera cuenta, una frase que en ese momento no me abandono: “te amo Melissa Junoth”

De pronto sentí como el arma de Gonzalo caía al suelo, abrí bien los ojos y me di cuenta d que en medio de un gran charco caía al suelo sin hacer ruido, detrás de él estaba Melissa sosteniendo un bate que había dentro del coche, al parecer si se dio cuenta de que lo que le di a parte del radio eran las llaves del auto, sin hacer ruido en medio de la distracción salió del auto y con toda su fuerza había apuntado a la cabeza del tipo que me tenía encañonada. En seguida de que ella hizo esta acción, me abrazo con tal fuerza que por poco me asfixia.

Meli: ¿estás bien?

Yo: perfectamente, de no ser por ti en estos momentos yo…

Meli: cállate te lo suplico, ni siquiera se te ocurra mencionarlo… y comenzó  a llorar.

Después de reponerme un momento de la impresión y de la adrenalina que estaba envolviendo mi corazón, avance a donde los padres de ella se encontraban:

Yo: la verdad es que yo no soy una persona que le guste ir amenazando a la gente, es más yo no soy así, pero lo que ustedes han hecho se ha pasado de los límites para cualquier persona. Quiero que miren bien a estos chicos, ellos son amigos míos y créanme en las buenas y en las malas estarán apoyándome, no quiero que olviden sus caras, por que donde me entere que ustedes dijeron algo de lo acontecido, ellos se encargaran de que ya no la cuenten de nuevo, y sobre todo si a ustedes se les ocurre ponerle de nuevo una mano encima a Melissa se las verán conmigo pues mucho ha sufrido con sus estupideces, desde ahora las cosas van a cambiar…

Terminado de decir esto volvieron a subir al auto que supongo era de Gonzalo, no muy de acuerdo asintieron a lo que yo les había dicho, mis mismos amigos se los llevaron, mientras yo me quede con Melissa la cual aún no se podía calmar, mientras miraba a Gonzalo tirado en medio de mucha sangre. Tome sus signos, al parecer el golpe fue mortal, creo que para evitar problemas lo dejaríamos hay, era mejor que pensaran que había sido atropellado, por algún auto o camión la verdad me daba igual, subí a meli al coche y de nuevo arranque.

En el camino mis pensamientos me habían hecho una pregunta: ¿Cómo era posible que habíamos llegado a esto? Las emociones fueron demasiadas en tan pocos días, me sentía realmente cansada, pero había algo que me preocupaba ahora, era la cara y el semblante de Melissa, no sé por qué eso me desato un presentimiento todavía peor que el anterior. Detuve el auto y le pregunte:

Yo: ¿Qué es lo que te sucede, te dije que todo estaría bien no?

Meli: nada creo que el día de hoy fue bastante agotador y necesito dormir.

Yo: ok creo que tienes razón, yo también quiero dormir.

Llegamos al campus, la verdad no habían  pasado muchas horas, eran las 4 de la mañana, ya en la tarde se darían cuenta de lo que paso, pero por mientras lo mejor sería dormir un rato, fuimos a la habitación y nos dispusimos a dormir.

“perdón no quería que esto pasara, lo siento mucho”

¿Pero de qué demonios estás hablando y qué demonios es este lugar, me estas escuchando?

“perdón no quería que esto pasara”

Oye pero a que te refieres, a donde vas espera, espera….

“Pero qué demonios…” de nuevo desperté, eran las 4:30 ¿por qué otra vez que no se supone que todo había acabado?

Me levante de la cama, esto me había puesto nerviosa, prendí la luz, y me di cuenta de que Melissa jamás se durmió, y no estaba hay.

Con terror Salí del campus nuevamente, estaba demasiado cansada, no aguantaría mucho, pero a manera de magia Salí corriendo, me dirigí al parque de esa ciudad.

Si bien lo que me había hecho correr hacia esa dirección fue un presentimiento, pero no estaba segura del todo. Llegue a ese lugar, como todavía era de madrugada no se podía ver bien, lo que si era claro es que no había ni un alma a esa hora de la noche. Seguí caminando, ese parque estaba justamente donde había un  pequeño rio, para cruzar era necesario pasar un puente, pero este en el medio era demasiado alto, la altura eran más de diez metros. No entiendo ahora el por qué era así ¬¬ pero mi intuición me decía que hay era donde debía ir.

Ahora que lo pensaba ese lugar era idéntico al de mis sueños, la oscuridad de la noche lo envolvía todo, ahora que lo pensaba bien no podía ver bien a meli, la sombra no me lo permitía.

A 5 metros estaba de donde melisa se encontraba, vi como cerro sus ojos y se aventó al vacío. No entiendo de donde saque la velocidad y fuerza  suficiente para correr y todavía tomarla del brazo.

Melissa: ¿qué? ¡Hug! Diana que haces, suéltame de una buena vez, deja termino con este asunto por favor, ya no quiero que los demás me vean como un juguete del que pueden disponer a su vil ocio, nadie es mi dueño y yo ya quiero que esto se acabe.

Yo: eres una grandísima idiota, de verdad crees que te voy a soltar, estas equivocada, hemos pasado situaciones peores como para que en este momento todo termine así, no te voy a soltar, no lo hare.

Meli: ¿dime porque, porque te aferras a salvar a alguien tan cobarde como yo, Alguien que no vale la pena? Dime que la verdad no entiendo nada. Perdón, no quería que esto pasara, lo siento mucho.

Yo: pero qué demonios dices, estás loca nada de esto es tu culpa y yo por esto no te voy a perder, si te he cuidado y te he protegido es porque…

No termine de decir la frase puesto que el barandal del puente con el peso de ambas no resistió, rompiéndose y provoco que las dos cayéramos, alcance a sostenerme del mismo empiedro, pero la fuerza se me terminaba ya no soportaría más.

Con un brazo sostenía a meli, con el otro hacia un esfuerzo sobrehumano para no caer. En eso escuche como ella me pedía de nuevo que la soltara, pero yo no lo quería hacer, bien sabía que dentro de poco ninguna de las dos la libraría, así que mientras se me terminaban las fuerzas me puse a rezar, y a pedir a dios un milagro que nos sacara de esta, después de esto yo renunciaría a ella de ser preciso, si encontraba la manera de ayudarla.

De pronto, como si mis ruegos hubieran sido escuchados dos personas nos encontraron, al parecer escucharon los gritos que teníamos. Rápidamente nos ayudaron a subir, Melissa no muy convencida de eso también subió. Después de eso me puse a llorar y le dije que ya no quería más tonterías mientras tomaba su mano.

Pasaron algunos meses después de estos incidentes. Sus padres jamás volvieron a meterse con ella de hecho jamás regresaba a su casa, siempre permanecía en el campus.

Los años pasaron, yo me convertí en una abogada reconocida por todos en esa ciudad, ella pues termino por convertirse en policía no se qué fue lo que paso con ese incidente, pero pues si le gustaba no la iba a detener.

Lo que nunca me gusto fue esa tristeza que sus ojos destellaban, en un rato de ocio me puse a investigar sobre ella un poco más, al parecer su familia residía en la ciudad de México. Sin que ella supiera investigue un poco pero jamás di con ellos, de lo que si estaba segura era de que vivían y habían sido silenciados por sus padres, me daba tanto coraje, pero pues tan lejos no podía hacer nada.

Más o menos tarde unos 6 meses en volver a conseguir sus papeles de nacimiento, un pasaporte y algunas cosas más que podría necesitar en el viaje. Era por demás decir que no quería que se fuera de mi lado, porque ya no la iba poder seguir cuidando, pero tal como lo prometí renunciaría a ella un tiempo, mientras encontraba la verdad de todo.

Hice algunas llamadas a los hoteles de la ciudad de México, casi todos tenían lugares ocupados para la fecha del viaje, después de muchas llamadas encontré uno donde una señorita, que por cierto es la dueña del hotel, me atendió muy amable y me dio hasta un poco de confianza, le pedí que le guardara la habitación más linda que encontrara y que la acomodara como si yo hubiese sido, le mande una cantidad considerable de dinero, para su estancia, y le dije que en un promedio de tres meses estaría por allá.

¿Por qué tres meses? es el tiempo que me daría para poder juntar más dinero y que se fuera sin preocupaciones.

El último día decidí escribirle una carta donde le declaraba todo mi amor, la verdad no era capaz de decírselo de frente, y aunque ya me había dado cuenta de que también me amaba, quería que resolviera toda esta situación, solo así en el futuro podríamos ser felices. Metí el dinero, los papeles y la carta en un sobre con su nombre y llore como una niña toda la noche…

Al día siguiente, no estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, pero ya todo estaba listo ya no me podía echar para atrás, a ver sus ojos llenos de tristeza algo en mis adentros me movió y con toda mi fuerza y voluntad le dije:

Yo: ¿será acaso que para que recuperes a esa niña tan linda que conocí debas volver al lugar donde todo inicio?

Meli: ¿a qué te refieres? (Pregunto un poco confundida)

Yo: regresa por favor te estaré esperando el tiempo necesario pero ahora solo vuelve y olvídate de toda esta tontería, de tus padres yo me encargo les diré que estás conmigo y después ya veré que inventare solo vete por favor…

Me miro un poco triste, se ve que quería preguntarme mil cosas, pero no lo hizo, me alegre que no lo hubiera hecho, no hubiera sabido como contestar.

Al último vi como despegaba el avión, las lagrimas me querían hacer una mala jugada, pero no debía llorar, ahora debería ser fuerte, y pedirle a dios que la cuidara.

Han pasado ya dos días, no sé qué es lo que esté pasando, espero que este bien…

Ringggggggg……

Yo: bueno

Voz teléfono: a ti te quería encontrar maldita…

Yo: no pude ser ¿tu?....

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hay disculpenme de verdad que esta historia este separada en dos cuentas, la verdad es que tuve un problema, las primeras partes estan en yulianaspy

bueno pues muchas gracias por leer mis continuaciones, yo se que esto no es nada comparado cono lo que la señorita peke escribe, pero es una manera de deshaogarme, ultimamente me he sentido mal y antes de que empeore por lo menos voy a termiar este relato y ya despues dios haber que dira.. de antemano gracias por leerme.

saludos, besos y abrazos desde mexico...

yuliana. n.n