Historia de una Noréxica
Personaje de un juego de rol.
Historia de una Noréxica (Versión libre de un alma inocente y que no se aclara mucho)
Hace muucho tiempoo, en una galaxia muy lejanaaa, ups, esta no es.
Hace mucho tiempo, en la tierra media, a principios de la tercera edad, un tal Antor, un montaraz joven, llegó a una aldea en .(no se donde). Cansado debido a ciertos asuntos oscuros que le traían del norte.
Las gentes de la aldea humildes y humanitarias, le acogieron a él y a su padre, que estaba enfermo y murió al poco.
Desconsolado por la muerte de su padre, cuando estuvo del todo recuperado, gracias a los cuidados de una enana sanadora y su marido que le acogieron en su casa, se dedicó a pasar el día en la taberna del lugar, emborrachándose para olvidar su dolor.
La hija de los taberneros, Límica, una elfa adoptada, que no sabía que era elfa ni adoptada, pero sentía que era diferente en aquella aldea donde todos eran humanos o enanos, al verlo tan abatido trató de consolarlo, él bastante ciego por la cerveza se dejaba consolar.
Un día ella trató de llevarlo a su habitación en la posada, porque apenas se mantenía en pie, al meterlo en su habitación él no se despegó de ella y tubo que pasar la noche allí.
Al despertar por la mañana, con resaca pero sin casi ceguera, vio lo hermosa que era Límica (la elfa más bella que había visto), la despertó con un beso, ella que era inocente se dejó llevar y acabaron con nada de ropa.
Y unos meses después (después de pasarse muchas noches, él en vez de en la taberna bebiendo y ella sirviendo, en el catre divirtiéndose) ella notó que algo pasaba, y sus padres también, ya que su tripa estaba muy hinchada.
El tabernero amenazó con matarlo si no se casaba con su hija, él que quería seguir disfrutando de la bella elfa y aceptó.
Siguieron disfrutando hasta el momento del parto, en que por desgracia hubieron complicaciones y la enana que asistió a Límica no pudo salvarla, pero de esa unión nació una bella semielfa, muy chiquitita.
El padre estaba desolado, pero no lloró, y al ver a la preciosa miniatura que había engendrado oyó en su cabeza "anoréxica" y dijo:
-Se llamara Noréxica.
Antor, decidió que debía volver a su vida de montaraz y salir de esa aldea, dejó a los taberneros el cuidado de su hija y dijo que pasadas 20 primaveras volvería a buscarla para llevarla con él.
Noréxica creció en un ambiente puebleril muy agradable, la tabernera se ocupó de cuidarla hasta que a los 10 años empezó a ayudar en la taberna como había hecho su madre.
De vez en cuando recibía un regalo de su padre, normalmente joyas, y una pequeña nota, que decía "espero que te guste".
Al cumplir viente años se veía que había heredado la belleza de su madre aun a pesar de ser muy delgada y de baja estatura.
La fiesta fue interrumpida por la llegada de su padre que al llegar insistió en llevársela cuanto antes.
La niña se despidió, con lágrimas en los ojos, de los taberneros que ya estaban muy mayores y apenas resisitirían un verano más.
Cuando se alejaban tuvieron que esconderse en unos matorrales porque una horda de orcos se acercaba al lugar, la niña trató de gritar para ir a alertarles, pero hubiera sido un suicido y Antor se lo impidió.
Se alejaron del lugar con el triste recuerdo y entonces empezaron largos años de aventuras en los que aprendió de su padre hasta que él creyó que ya estaba lista para afrontar el mundo por si misma (y se cansó de que fuera un bonito florero).