Historia de una curiosa sexual

Siempre fui muy curiosa en los temas sexuales, pero mi marido no, simplemente lo aguantaba

HISTORIA DE UNA CURIOSA SEXUAL

He de reconocer que siempre fui lo que mi marido llama una "curiosa sexual", es decir, cosa de sexo extraño que veo, escucho, miro, me atrae. Carlos se ríe mucho de mi afición y más cuando sabe que en la cama no soy precisamente una mujer lanzada ni mis experiencias sexuales dignas de remarcar, eso sí, no me pierdo ningún programa que hable de estos temas.

Un día estábamos desayunando con los compañeros de trabajo y uno de ellos, Juan, comentó algo de "intercambio de parejas", automáticamente mis oídos enfocaron su boca y pude escuchar que habían abierto cerca de la empresa un local de este tipo, el encontrar la dirección exacta tardé lo que se trata en abrir internet y a partir de aquel día modifiqué el recorrido de ir y volver del trabajo para pasar por delante, por la mañana estaba cerrado pero por la tarde algunas veces veía hombres y parejas que entraban y salían, era tan discreto que de no saberlo no hubiese deducido nunca de que se trataba.

Cada noche le comentaba a Carlos si había visto alguien, como eran, etc, también saque información de cómo funcionaba por internet con lo que aumenté mis conocimientos en este tema.

Carlos está acostumbrado a estas actividades mías por lo que no le da importancia, yo se lo cuento todo y él escucha porque al casarnos el cura nos dijo que teníamos que aguantarnos el uno al otro, pero nada más, no le interesa en absoluto.

Un día saliendo del trabajo, Juan me acompañó porque tenía el coche aparcado cerca del mío, cuando pasamos por delante del local me comentó que era el que nos había explicado, me hice la despistada como si ni recordara la conversación pero no pude reprimir intentar saber que conocía, le dije:

Pero que se hace en estos sitios?

Si quieres que te lo cuente, invítame a un café

Encantada, le dije

Buscamos un bar que nos permitiera tener esta conversación sin montar un escándalo, nos sentamos y me dijo:

Pues mira, allí van las parejas como a cualquier bar, hablan, se conocen y si se gustan hay unos reservados para estar lo cuatro

Y tienen sexo los cuatro juntos?

Depende, algunas parejas prefieren intercambiarse, otras hacerlo juntos, otras solo son ellas.

Pero he visto entrar chicos solos

Si, también hay chicos solos por si alguna pareja quiere hacer un trío, dos hombres y una mujer

Yo me hice la asombrada en todo, no quería que se enterara que sabía perfectamente como funcionaba

Pero hay más cosas, algunas parejas se meten en un cuarto oscuro y se tocan unas a las otras, también hay una cama muy grande para tener sexo en grupo.

Y tu como sabes tanto?

Una vez fui a uno

Con tu mujer?

Mi ex, la actual no quiere

Y como fue?

Solo queríamos mirar y no pasó nada, vimos aquello pero no participamos

Y se puede hacer?

Sin problemas, como nuevos no te ponen ningún problema que lo hagas

Y nadie se insinuó?

Si, varias veces, pero les dices que no y ya está.

Pero si entras en este cuarto oscuro o en la cama grande?

En estos sitios ya sabes, si no quieres que te toquen, no entres.

Entrasteis?

Quieres saber mucho, jeje, pero no, ella no quiso

Cuando llegué a casa se lo conté todo a mi marido que escuchaba pacientemente mi monólogo.

Durante un mes no pasó nada pero otro día coincidí con Juan y por el camino me dijo:

Ya has ido al local ese?

Al de intercambio de parejas?

No, porque?

Como te vi tan interesada pensé que irías con tu marido a verlo

No, mi marido no creo que quisiera

Y tú, irías?

La respuesta la di sin pensar.

Yo sí, pero Carlos no creo que le hiciera mucha gracia acompañarme

Y si te acompaño yo?

Uf, no creo que sea correcto, además, que le digo a Carlos, no, pero te lo agradezco, puede llevar a malas interpretaciones que no serían positivas.

Ya sabes, si quieres, vamos los dos solo para verlo.

Cuando llegué a casa le solté otra vez el discurso de mi conversación con Juan, después de decirle que se había ofrecido a acompañarme me dijo:

Porque no lo aceptas?, así sabrás como es de primera mano

No voy porque tú eres mi pareja y un sitio de estos es para ir con tu pareja

Pero creía que solo querías saber cómo era, nada mas

Si claro, pero ir con Juan, puede ser extraño.

Serás tonta si alguien se ofrece a acompañarte y no lo aceptas

En el fondo tenía razón, porque no aceptarlo?, era entrar, mirar y ya está, pero me daba mucha vergüenza decirle que sí a Juan, Carlos dijo que no me preocupara, que seguro estaría contento de acompañarme.

Comentamos esto varias veces y Carlos me animaba a que se lo dijera y al fin me convenció, tuve que hacerme la encontradiza con Juan, no me costó mucho y se lo dije a bocajarro, me pidió que quedáramos después del trabajos y así lo hicimos, nos sentamos en el mismo bar que la otra vez y le dije:

Me he convencido, quiero que me acompañes

Muy bien, tu marido lo sabe?

SIIII. Le dije, él ha sido quién me ha convencido.

Perfecto

Supongo que entiendes que solo iremos a mirar

Evidentemente, que día quieres ir?

Supongo que lo mejor será un sábado por la noche, habrá más gente

Creo que será lo mejor, hoy es lunes, como te va este sábado?

Bien, no tenemos ningún compromiso

Como quedamos?

Te voy a buscar a tu casa a las 9, te invito a cenar y lo hacemos

Invitarme a cenar?, gracias pero no hace falta

Estaré encantado, además, no puedo decirle a mi mujer que me voy de casa a las 12 de la noche, le diré que tengo una cena de trabajo

Está bien, y como tengo que vestir?

En estos sitios tienes que llevar falda y vestida sexy, ten en cuenta que allí la gente va a ligar

Pero no quiero ligar

Es igual, pero no puedes desentonar

Tenía razón, era necesario no desentonar, además, por la gente que entraba y salía ya había visto que se vestían muy sexys. Se lo conté a mi marido que estuvo encantado, de lo que no me libré es de bromas durante toda la semana, el sábado hacia las 6 empecé a prepararme, me tomé un baño relajante, preparé la ropa, una falda cortita de piel negra con una blusa blanca muy sexy que trasparentaba un poco, un conjunto de bragas y sujetador muy normales, medias y zapatos pero Carlos me dijo que no, que la ropa interior era la base sobre la que se construye el vestuario y si me ponía sexy tenía que ser partiendo de las bragas, él mismo me buscó un conjunto de tanga y sujetador muy erótico, el tanga simplemente estaba construido por un hilo que la parte de delante se ensanchaba lo justo y una goma para rodear la cintura y el sujetador realzaba mi pecho quedando la parte superior descubierta, me sacó el liguero de mi boda y que no me había puesto desde aquel día y medias que se enganchaban a él, porque no?, pensé.

Me lo puse y me miré al espejo, oí un silbido, mi marido me piropeaba por lo guapa que estaba y tenía razón, me sentía muy atractiva y con la falda, blusa y zapatos de tacón estaba impresionante.

Cuando llegó Juan estaba peinándome y maquillándome, Carlos le hizo pasar y se sirvieron bebidas, cuando aparecí los dos me silbaban y decían que estaba impresionante, me di la vuelta para que me vieran.

Me puse el abrigo y nos fuimos, Juan había reservado mesa en un restaurante muy bonito, me dio la mano para entra diciendo:

Así ensayamos para cuando entremos en el local

No le di importancia pero esperaba no encontrar nadie conocido. En la cena hablamos de los dos y acabé por confesarle lo curiosa que era por los temas de sexo, afición que no compartía con mi marido, pero también le dejé claro que solo era un tema teórico y no práctico, supongo que el ambiente era propicio ya que acabé diciéndole que en la cama era de lo más normal. Juan quiso interrogar pero no le dije nada más.

Después de los postres y chupitos me sugirió que me desabrochara un botón de la blusa para estar más sexy, le dije que enseñaría el sujetador pero insistió diciendo que estaría más guapa y lo hice, aquella blusa quedaba abierta de tal forma que enseñaba la parte superior de los pechos ya de por sí realzados por el sujetador, vamos, estaba impresionante.

A medida que se acercaba la hora estaba mas nerviosa, siempre había vivido estos temas desde la barrera, por primera vez me introducía dentro y hasta aquel momento no me había dado cuenta y se lo dije a Juan que me calmó diciendo que si bien era verdad que nos introduciríamos por una noche en el ambiente, no pasaría nada, me tranquilicé.

Cuando al fin llegamos estaba muy nerviosa, por el camino en el coche Juan miraba mis piernas y pechos y no me tranquilizaba aquello, además, como la falda era tan corta se dio cuenta que llevaba medias y liguero porque me lo dijo y no tuve más remedio que admitirlo y explicarle lo que me había dicho mi marido.

Llamamos a la puerta, nos dimos la mano para simular que éramos una pareja "de toda la vida", nos abrió una chica muy mona que llevaba una blusa negra transparente y sin sujetador, se le marcaban claramente los pezones, nos preguntó si era la primera vez y le dijimos que sí, entramos a una especie de barra de bar donde habían varias parejas y un par de chicos, todos hablaban muy cordialmente y la chica nos dijo:

Estaros tranquilos que aquí no pasará nada que no queráis

Solo hemos venido a mirar, dije

Evidentemente, la primera vez siempre es así, no te preocupes, sentaros aquí y os traeré unas bebidas, dentro de un rato os enseñaré todo el local y decidís, os parece bien?

Perfecto, dije

Sentados pudimos ver que las mujeres llevaban vestidos mucho más atrevidos que el mío, incluso apareció una mujer totalmente desnuda que venía de dentro, Juan me preguntó que me parecía aquello y le dije que estaba muy nerviosa pero que me encantaba, comentamos cosas de la gente, como se movían, de la manare que vestían hasta que regresó al chica, primero se sentó a nuestro lado y nos dijo:

Lo primero que tenéis que saber es como funciona esto, aquí las parejas vienen a pasarlo bien, no queremos malos rollos, celos ni nada parecido, si alguien se comporta mal lo sacamos y no vuelve a entra, además, si decís no a algo, os respetarán sin preguntar porque, nunca nadie insiste, se considera de mala educación, claro que aquí no vale lo de "decir no queriendo decir si" porque os quedareis con las ganas.

Y como se dice no?, dije

Si una pareja se insinúa lo más normal es que empiece a acariciar el brazo o la mano, si queréis que continúen podéis no hacer nada o imitarlos, si no queréis, un simple no o apartar la mano es suficiente

Y en cualquier parte del local?

Mira, si, pero hay sitios que si no buscas no te metas, si entras en el cuarto oscuro no pretendas que no te toquen el culo o las tetas, y si estáis en la cama general, igual.

Nos enseñó el local, lo primero una zona llena de sofás con parejas hablando, allí ya vimos las primeras escaramuzas sexuales, una mujer le chupaba la polla a su pareja, otra, con las tetas al aire se las repartían entre dos hombres y una mujer.

Lo siguiente que nos enseñó era el cuarto oscuro del que solo arrinconó la cortina de entrada y no vimos nada más que algunas siluetas de gente pero si oímos muchos gemidos, a continuación "el pasillo francés", no fue necesario que nos explicara de que se trataba, había una mujer que chupaba una polla que salía por un agujero, solo nos dijo que detrás de la pared estaba la zona que podían ir los chicos solos, lo entendimos enseguida, también nos mostró dos reservados, habitaciones con una cama grande y que se podían cerrar y la cama grande, muy grande pero no había nadie, según nos dijo se animaba mas tarde.

Para finalizar nos enseñó los vestuarios, había varias duchas y taquillas, de una de ellas nos dio la llave diciendo que podíamos poner los objetos personales, la ropa o lo que quisiéramos y que dentro estaban las toallas.

Nos dejó sentados en un sofá, Juan me preguntó enseguida que pensaba de aquello, le dije:

Es maravillosos poderlo ver tan de cerca, me encanta, te agradezco mucho que me hayas acompañado

No hay de que, lo he hecho encantado.

Qué hacemos?

Si te parece bien, nos quedamos un rato mirando eso y decidimos

Me parece perfecto.

Pero mejor será que nos abracemos, mira, todos lo hacen y se pensarán que no somos pareja

Bueno, dije tímidamente

Juan puso el brazo detrás del cuello, me recosté en su pecho, me sentía rara estar abrazada a un hombre que no era mi marido, de hecho no pasaba desde que le conocí hace más de quince años. Mi falda se subía y tenía que ir recomponer la vestimenta, Juan me dijo que lo dejara, total lo que mostraría no llamaría la atención a la gente ya que allí se empezaba a formar algunos espectáculos de película porno y lo más cercano a nosotros fue cuando las dos parejas que teníamos al lado se cambiaron de sitio invirtiendo el orden, nos fijamos atentamente y comentábamos los acontecimientos:

Mira, se han cambiado y ahora se morrean, dije

Si pero una pareja él ya le tiene la mano dentro de la falda

Pues la otra ya le ha abierto la blusa y le chupa la teta

Mira, le ha sacado la falda y no lleva bragas

Y el coño depilado, ves

Si, lo veo, es impresionante

Mira como le ha sacado la blusa, ya está en pelotas

A esta se la follará en menos de un minuto

Ta has quedado corto, ya se pone el condón

Si, la está follando, y sus parejas aún están acariciándose

Cada uno va a su ritmo

Si, te gusta?

Mucho, y a ti?

Me encanta, pero te excita?

Un poco, pero a ti mucho, ya me he dado cuenta

No disimules, no puede ser que tener esto delante no te excite tanto como a mi

Es verdad, me excita mucho, dije avergonzada.

No me violes, dijo Juan

A la que te descuides, le dije riendo

Después de bastante rato decidimos dar una vuelta por el local, del cuarto oscuro entraban parejas vestidas y salían con la ropa mal puesta, los reservados estaban todos ocupados, el pasillo francés lo ocupaban tres mujeres y la cama grande me dejó sin palabras, diez o doce parejas follando descontroladamente, intenté emparejarlas pero fue imposible, no creo que ni ellos supieran quien les hacía que.

Volvimos al sofá, el ambiente era igual, Juan volvió a preguntarme si estaba excitada, le dije sin disimulos que sí.

Suerte que llevas bragas, si no lo dejas todo mojado, me dijo

Aquel comentario era muy fuerte, supongo que el alcohol de la cena más lo que ya habíamos tomado allí hacía que no sonaran tanto, y además motivaba mi respuesta

No creo que las bragas que me he puesto sean capaces de absorber demasiado

Vaya, no llevas?

Si que llevo, pero que son escasísimas, casi un solo hilo

Pues mojarás la falda

Ya lo he hecho, le dije

Jajaja, que bien.

Y tu no revientes los pantalones….

Jajaja

Juan sugirió que si quería ver aquello desde dentro tendríamos que ir al cuarto oscuro, dije:

No, me tocarán

Sacas la mano y ya está

Pero la chica nos ha dicho que allí no valía eso

No, ha dicho que allí quizás te tocarían sin preguntar, pero sacas la mano y ya está

Tengo que sacar una mano de mi culo o mis tetas?, un poco fuerte no?

Sí, pero si quieres saber cómo es eso, es lo que hay que hacer

Evidentemente no quería irme sin conocerlo todo, total, si alguien me tocaba le sacaba la mano y ya está. Le dije que iba al lavabo y después lo haríamos.

Me fui, cuando me encerré, me subí la falda y bajé el mini tanga fui consciente de la realidad, mi coño era un charco de jugos de la pasión, no me lo pensé dos veces, deslicé mis dedos en él y me corrí con solo dos meneos, era la primera vez que me masturbaba en muchos años, de hecho, desde que era adolescente no lo había hecho.

Salí algo más tranquila por el orgasmo, cuando llegué a su lado le dije de irnos al cuarto oscuro pero me pidió que me sentara un momento y me dijo:

Estas segura de querer entrar?

Si, por qué no?

Sabes que es casi seguro que alguno de estos hombres te tocarán el culo por lo menos

Si, lo sé, pero si queremos ver lo que hay allí, no queda más remedio, además, total solo es eso

Pues entonces quiero pedirte algo, si estas dispuesta a dejarte tocar el culo, déjame ser yo el primero.

No sabía que contestar, su argumento era aplastante, si estaba dispuesta, porque él no podía hacerlo, después de unos segundos de duda le dije:

Muy bien, te dejo hacerlo, pero donde?

Ponte de pié

Ok

Me levanté y le pedí que me dijera como hacerlo, hizo que me acercara, puso su cabeza reclinada en mi vientre y me abrazó, lentamente fue bajando y acariciaba mi culo por encima de la falda, me dejaba hacer pacientemente pero ello no significa que no me gustara, todo lo contrario, claro que no le di pistas para que se diera cuenta. Fue bajando las manos después de magrearme un buen rato el culo llegando al fin de la falda y tocando los muslos pero después hizo algo con lo que no contaba, subió las manos pero por dentro de la falda, estuve a punto de sepárame pero, porque?, total, dentro de un rato seguro que algún hombre lo haría. Dejé que llegara a mi culo desnudo con el que jugó tanto como quiso, lo agarraba, lo acariciaba, me hizo dar la vuelta y subiendo la falda lo besó.

Lo que más me costaba era no mostrar mi calentura, con un leve roce en el coño me hubiese corrido otra vez.

Al fin lo dejó, suerte, de haber seguido no se como acaba aquello, nos fuimos al cuarto oscuro, me puse muy agarrada a Juan para evitar que pudieran tocarme, enseguida noté que su polla se clavaba en mi estómago, estuvimos un rato y enseguida noto una mano en mi culo, se lo dije, él me respondió que el suyo también se lo tocaban, solo acerté a decir:

Yo no he sido la primera

Puedes ser la segunda

Bajé las manos sin separarme una pizca, mientras alguien jugaba con mi culo yo se lo tocaba, éramos cuatro manos acariciándolo, pero solo podía ser la primera de hacerlo sin ropa así que entré las por los pantalones, no llevaba calzoncillos, vaya sorpresa, se lo acaricié directamente, un culo muy firme.

En el mío no sé cuantas manos debía haber, pero muchas, de repente noto una mano que intenta llegar a mi coño, saqué rápidamente las manos del culo de Juan y la aparté sin problemas pero acto seguido una mano se dirige a mis pechos, esta vez Juan me socorrió, le di las gracias pero me dijo que era solo porque si me las dejaba tocar quería ser el primero, lo miré a los ojos separándome un poco y le dije:

A qué esperas

Y no esperó, abandonó el culo y puso sus manos en mis pechos por encima de la blusa y el sujetador las acariciaba, buscaba los pezones, yo le dejaba y disfrutaba de aquellas caricias, me desabrochó la blusa y levantó el sujetador, ya no había obstáculos, me los tocaba muy bien, ya no disimulaba de lo mucho que me gustaba aquello, gemía en cada caricia, cuando me pellizcaba suavemente los pezones me deshacía de placer, le dije:

Hay una mano que quiere llegar al coño, si no te das prisa no serás el primero

Abandonó rápidamente las tetas dejándolas libres a un montón de manos, las puso bajo la falda y apartando el mini tanga me tocó el coño, introdujo dos dedos dentro a la vez que acariciaba el clítoris, y así entre manos en mis tetas, culo y las caricias en el coño de Juan me corrí por segunda vez aquella noche, y lo hice entre fuertes gritos que no hizo más que atraer la atención y más personas me tocaban y acariciaban, sus caricias hacían que siguiera corriéndome, que orgasmo!, el mejor de mi vida.

Necesitaba un descanso, pero Juan me dijo:

Una mano intenta tocarme la polla, quieres adelantarte?

Claro que quise, le desabroché los pantalones y como si en ello me fuera la vida me agarré a aquella polla, me agaché y me la puse en la boca, algo que casi nunca hago a mi marido a pesar de sus constantes peticiones pero lo deseaba, se la chupé con todas las técnicas que había leído y supongo que le gustó, cuando estaba a punto de correrse me lo dijo pero seguí chupando, por primera vez un hombre se corría en mi boca, nunca había tenido leche de hombre en mi boca y en aquel momento deseaba tragarme todo lo que fuera capaz de sacar.

Y todo lo hice entre manos que nos tocaban, que maravilla!!!!!!

Ya más tranquilos le propuse salir pero me suplicó que estuviéramos un rato mas para tocar a otra gente, le dije que quería asearme y que ya volveríamos.

Lo dejé en un sofá y me fui al lavabo, tenía leche de Juan por todas partes, recompuse mi sujetador, la blusa, no podía dejar de pensar en Carlos que estaba en casa dormido creyendo que su fiel mujercita solo miraba aquello, acabé de peinarme y regresé junto a Juan, me senté a su lado, nos miramos a los ojos y nuestros labios se fueron juntando para al final acabando jugando nuestras lenguas, las manos de cada uno recorrían el cuerpo del otro, enseguida palpé su polla y volvía a estar dura.

Volvimos al cuarto oscuro, esta vez estábamos decididos a jugar con más gente y sí fue, no paré de tocar pollas y algún coño, llegamos a perdernos el uno del otro, es difícil contar por cuanta gente pasé pero si los orgasmos que fueron por lo menos cinco. Cuando al final recuperé a mi pareja ocasional salimos del cuarto de perversión que tanto nos había hecho disfrutar y descansamos un ratito comentando lo bien que había salido aquello, entre tanto nuestras manos no estaban quietas y nos tocábamos.

Le propuse ir a la cama grande, el me dijo:

Allí se folla, lo hacemos con las mismas condiciones de antes?

Evidentemente.

No le di mucho tiempo a pensar mi respuesta, me saqué el tanga, recogí la falda, saqué la polla de sus pantalones y me puse encima, notaba como aquella carne dura y palpitante taladraba mi coño, entraba muy lubricada, antes de moverme quise sentir el placer de tenerla dentro, Juan me sacó la blusa y el sujetador, una pareja se acercó a nosotros, los dos se pusieron a tocarme las tetas, aquello era la gloria, Juan me penetraba con la furia exacta que necesitaba, al mujer me tocaba el clítoris y el hombre se alternaba con Juan en los pechos, acerqué la mano a la mujer, se sacó el jersey para que tuviéramos mejor acceso a sus tetas, con la otra mano cogí la polla del hombre, tirando de ella me la puse en la boca, me corrí así, además, coincidí con Juan que me llenó el coño de leche.

Estaba destrozada pero sentía un placer muy superior a cualquiera que haya sentido nunca, nos dirigimos a los vestuarios, me desnudé y me duché, Juan entró con migo y nos enjabonamos el uno al otro y envueltos en toallas nos metimos a la cama grande, sin que nadie me pidiera permiso un hombre me acariciaba las tetas, a Juan le perdí instantáneamente por que dos chicas muy monas le atacaron y puso poca resistencia, por mi parte no me quedé corta, me paseaba entre hombres, cada uno estaba empeñado en hacerme sentir placer, tres me follaron, evidentemente con condón, incluso me atreví a chupar un coño hasta que la hice correr.

Muy agotados abandonamos aquel sitio, Juan estaba escurrido totalmente, como dijo él.

Salimos hacia las 5 de la madrugada, me acompañó a casa, a pesar de todo lo que habíamos vivido, nos pasamos el camino metiéndonos mano, al llegar me pidió repetir, le dije que evidentemente cuando has conocido esto no quieres dejarlo y que cuento con él para hacerlo.

Entre en casa, Carlos estaba durmiendo, sin hacer ruido me desnudé, se desveló un poco y me dijo:

Que tal ha ido cariño?

Muy bien, ya te contaré mañana

Si, mejor, durmamos

Y al día siguiente le explique cómo era aquello, sin que prestara mucha atención, claro que yo solo había ido a mirar, que ingenuo!