Historia de un jabón

De como un jabón muere de placer...

Historia de un jabón.

Referirme a mi como jabón, es lo lógico y normal, si no fuera por que soy de esa especie de elemento de higiene con forma variopinta, de distintos colores y olores, con más o menos aditivos para generar mas o menos espuma incluso, elementos que arrancan pieles muertas; se preguntarán por qué me considero especial, no es cuestión baladí esta que en las siguientes líneas les desgrano…

Nací como todos mis hermanos en una fábrica química dedicada al ramo de la higiene, algo que me enorgullece, es el de ser sólido pero maleable, por virtud de la glicerina que me forma, que junto con aromas especiales y aceites de oriente me confieren esa suavidad que mi propietaria tanto estima y que descubriera ¿Por casualidad, por curiosidad o por amistad? Siendo este aspecto no tan influyente pero si reseñable.

Decir de mi dueña que es una mujer al uso, de mediana edad, con un cuerpo normal desde el punto de vista de la moda, se por recorrerlos de forma continuada que sus pechos son muy abundantes, no soy útil de medición pero si pueden rondar los ciento veinte cm, de uno abultados senos, carnoso y firmes culminados por una aureola que se ve rodeada de dos pequeñas cordilleras de puntiagudas crestas, que defienden sendos pezones, estos robustos destacan sobre su oscurecida piel, dando una rotundidad por su tamaño, mas que sobrado por el tipo de roce que me ofertan en la ducha y que yo jabón VII de la dinastía sufro con verdadera pasión, haciendo que se rodeen de abundante espuma.

Decir que aunque sólidamente viril, también juego con su melena rizada y sobradamente larga que para mi suelta cuanto entra en la ducha, su rostro sereno de carnosos labios y cerrados ojos hacen que par mi suave y ciega piel sea la más hermosas de las hembras.

Bajo ese abultado busto, se halla un espacio algo combado por la edad, abultado lo justo con una tersa globulosidad de la mujer madura, plena de experiencia y de refinado gusto…

De piernas robustas con el contorno justo y de musculación cotidiana, no al al gimnasio trabaja de dependienta en unos afamados almacenes de la ciudad, sufre y por ello las masaje de forma larga y serena los días que el baño sustituye a la rápida ducha, son esos días pletóricos de tranquilidad, de tibia agua, de sales y de pétalos cuando llega del trabajo, y se quita la ropa, ese uniforme que cubre sus preciosas curvas, retira con elegancia su chaqueta dejando a la vista una blusa blanca que ciñe su pecho y cubre sus femeninas formas, con la falda a juego que como una artista abre su cremallera para con uno suave contoneo de caderas, hacer que esta se deslicen por sus piernas gracias a las medias que la preciosa coqueta porta, normalmente de tipo completo lo que llaman panty, que ciñe sobre su braga que se aprieta cobre su pubis y nalgas, la braga cómoda pero sexy de bonitos encajes y en ocasiones la muy picarona, de transparencias sutiles, los camales altos con cinturilla estrecha, moldean con rotundidad su figura; mi privilegiada atalaya de jabonera en la altura me permite ver esos momentos deliciosos.

La delicia continua cuando con lentitud baja para no romper el panty que cubre sus piernas, baja enrollando la cintura deslizándola con cuidado por sus nalgas redondeando las redondeces, el momento de ver sus dedos con la palma extendida sobre su pubis para bajar hasta la piernas empieza a conmocionar mi estructura molecular, poco a poco siguen sus manos bajando la prenda por las nalgas hasta la rodillas, casi de manera obscena siento sus ojos como recorren mi estructura, con unos suaves tirones saca de las pantorrillas por los pies la piel de nailon que la cubría, ahora sus piernas libres brillan la visión de su braga cesa por unos momentos, cuando pudorosa la blusa cae tapándolas, pero solo es un amago de vergüenza, las manos ya en los botones uno a uno van haciendo una abertura desde el pecho al abdomen, quedando sus elevados senos cubiertos por una fina blonda blanca que apenas contiene su volumen, sus pezones ya con una incipiente erección se marcan y se muestran al caer de los hombros al suelo la blusa, mientras avanza pronunciandoles más, al llevar sus manos al cierre que salta y deja en plenitud de libertad esas hermosas formas que comienzan a bambolear por el paso magistral que las hace seductoras.

Ya frente a la puerta espero yo ansioso, con mis moléculas superficiales listas para el roce, pero antes veo ese espectáculo cargado de armonía, ver sus manos deslizar la cintura de sus bragas. Hoy de blonda blanca transparente y entrepierna de seda, de altos camales y seda… Su vello púbico rizado pero bien recortado muestra su esplendido monte de venos, cual selva tropical sobre un volcán listo para su erupción.

Veo desde mi alta posición su desnudez con plenitud extrema, que enardecería al mas frio gel de baño… Cielos hoy es viernes día de libranza, veo como abre el agua caliente, siento subir los vapores, abre ahora el agua fría y mira su temperatura, cierra el desagüe y se introduce en la bañera, deja que el nivel suba mientras con lentitud presiona el mando que oscurece la estancia, se agacha con esbeltez, dobla sus rodillas mientras se apoya en los bordes y ¡Santo cielo! Me otorga el privilegio de ver su vulva recortarse entre sus ingles mientras desciende hasta tomar asiento, veo como el agua la va cubriendo poco a poco, los vapores hacen que mi piel química se prepare, siento sus dedos como me extraen de la jabonera y con delicadeza, soy sumergido en el baño, es el momento, los instantes que ahora vienen hacen que me derrita, que mis componentes fluyan en el agua en cada roce sobre su piel, que comienza a estar suave, resbaladiza, recorro sus pies, sus dedos, sus pantorrillas, me roza sobre sus muslos y recibo la primera caricia del vello púbico que toma mi piel para hacer una abundante nube de espuma, empieza la verdadera diversión siento como me desliza entre sus labios, adoro su vulva, llego desde adelante rozando su clítoris escondido, bajando entre su verticalidad hasta sus nalgas, percibo su ano también, se entretiene unos breves instantes, para volver al monte de venus y con círculos llegar a sus pechos, entro por su mitad, separo ambos y recorro completamente uno de ellos, mi cuerpo se va derritiendo mi piel se pega a su piel, fluye la suavidad de la espuma que tapa el erecto pezón, con igual diligencia se dirige hacia el otro y en ese momento resbalo de su mano quedando entre ambos, atrapado mientras sus turgentes carnes me aprietan.

Siento como sus manos tomando desde su base aprietan de forma rítmica los hermosos senos, con suavidad entre y salgo de esas hermosas masas de preciosa y turgente carne, de repente siento como soy dejado caer por su vientre para ir de su mano de nuevo al monte de venus, volver a enredarme en su vello y sentir como se abren sus muslos, como si de unos pétalos se tratar, ahora si empiezo a sentir a ese clítoris ponerse en forma, tomar cuerpo mientras sus labios se abren a mi paso rítmicamente, poco a poco se van acelerando los pasos y haciendo cada vez mas profunda le penetración en su caliente oquedad, su vagina empieza a ser percibida por mi piel, que la inunda de suavidad, veo como de nuevo soy conducido entre espasmos y suspiros a los senos que me esperan, para renovar su piel de espuma, sus ojos cerrados, sus coloreadas orejas calientes a mi paso me dicen que hoy seré el protagonista, la presión se incrementa y de nuevo me conduce a su vulva, donde juego en todo su ancho, largo y profundo ser, llego a su agujero menos acariciado y hoy siento que también juega son mi suavidad sobre el, su ano se dilata mientras los movimientos, de sus nalgas se incrementan, vuelvo a la vulva y soy literalmente introducido para mi fortuna en su vagina, siento que soy apretado, su calor me reblandece, me hace mas suave, soy expulsado en un convulsivo movimiento y liberado en el agua, las antes bruscas sacudidas, van transformándose en mas ligeros menos violentos, mas suaves y agradables, hasta llegar a una pausa relajada mientras, mi estructura, se va diluyendo en el agua y añora los senos y la vulva que en otro instante hicieron que mi cuerpo quedara reducido a la mitad, se que de hoy no pasaré pues no es mas que una tregua cuando siento los dedos sobre mi que me arrastran de nuevo, me afina y suaviza para sentir como penetro de nuevo su perfumada vulva, sus labios mayores se abren con suavidad mientras los menores, me abrazan como a un amigo que saciará su sed de placer, el convulsivo movimiento comienza, sigo deshaciéndome de forma placentera mientras de placer se deshace mi amiga, inundo de mi perfume su caliente gruta del placer y siento los espasmos del orgamo…

Con vaivenes mas y mas rápidos mas y mas me deshago, su enjabonada entraña me consume y muero en un tibio placer de prodigiosos movimientos… Sé que jabón IX llenará este hueco con igual placer y suavidad...