Historia de sexo adolescente con mis Vecinos III

Mi primer trio con mis vecinos. Mamadas, pajas, sexo anal, besos negros, hermosa tarde de litros de leche sobre nuestros cuerpos, boca y cola.

Hola soy Ale, la historia que les voy a contar es la continuación de mis otros relatos de mi adolescencia donde era un chico flaco, de uno 1,60mts de alto un culito bien formado, una pija de buen tamaño y unos huevos muy grandes de toda le leche que acumulaba, pero lo más importante de todo es que me encantaba tener sexo con mis amigos.

Ya había tenido experiencias con un amigo de la escuela que se llama Martin, al cual se la había mamado, después con Ramiro y Bruno que son hermanos, ellos son los primos de mi vecino, a los cuales yo les digo mis vecinos.

Después de haber tenido una semana de mucho club, futbol y amigos, me estaba faltando mi cuota de pija. Tenía muchas ganas de volver a estar con Ramiro, fue el primer hombre que me la puso, fue el macho que me desvirgo la cola, hasta el día de hoy, siendo yo más grande tengo el recuerdo de él, (las primeras veces nunca se olvidan). Hoy por hoy sigo soñando que vuelvo a mi juventud y tengo encuentros amorosos con él.

Llego el fin de semana, era Sábado por la tarde  y sabiendo que Ramiro iba a dormir a la casa de mi vecino como todos los fines de semana, lo fui a buscar ansioso porque tenía ganas de chupársela, besarlo, quería volver a ser su puta. Cuando fui a buscarlo a la casa me dijeron que no habían venido ni Ramiro ni Bruno. Ese sábado me quede con las ganas, y pensé que no lo iba a ver en todo el fin de semana.

Al día siguiente y como todos los domingos, nos juntamos con mis hermanos, padres y abuelos a almorzar. Yo estaba mirando la TV esperando que se haga el mediodía para comer, cuando escucho gritos conocidos afuera, si era la voz de Ramiro. Apago la TV y salgo corriendo para afuera, cuando llego a la calle estaba Ramiro, Bruno, Ezequiel que son mis vecinos. (Ezequiel mi vecino, Ramiro y Bruno son sus primos) jugando al futbol.

Mi ojos no paraban de ver a Ramiro que estaba en cuero, con un pantalón de futbol y en pata, podía ver sus pectorales, su bulto a través del pantalón, y por otro lado a Bruno con su culo gigante el cual me había follado.

Ellos estaban jugando al futbol, así que me pongo a jugar con ellos, yo con Ezequiel contra Bruno y Ramiro. En cada momento aprovechaba para marcar bien de cerca a cualquiera de los dos hermanos pero con la intención de tocarlos y franelearlos. En algún momento la pelota se desinfla, así que yo voy a buscar la mía y le pido a Ramiro que me acompañe.

Entramos al lavadero donde follamos por primera vez, y no me canso de decirlo donde perdi la virginidad de mi colita porque me encanto, apenas entro me bajo un poco del pantalón, dejándole mi colita blanca, lampiña y paradita para que él se deleite, lo miro a los ojos invitándome que me apoye, sin dudarlo él se baja a penas el pantalón para dejar salir su verga que a pesar de estar dormidita tenía un buen tamaño, y algo peluda. Me acerca la pija sobre la raya de mi culo, la frota y de a poco se va moviendo, yo doy vuelta mi cara y le como la boca en un beso corto pero intenso, enseguida nos subimos los pantalones y salimos con la pelota, porque no estaban esperando y si tardábamos alguien nos podía descubrir.

Volvimos a la calle a seguir jugando al futbol, como en todo barrio jugamos en la calle, donde los arcos eran nuestras remeras, alguna botella, etc. Esta vez hice equipo con Ramiro, hacíamos muy buen equipo y metíamos muchos goles, cada gol que yo hacía salía corriendo y lo abrazaba, o saltaba arriba de él. No podía controlar mis ganas de tocarlo, estaba re caliente más todavía después de haber sentido su pija aunque dormida sobre la raja de mi cola, sumando a eso que nuestras lenguas se encontraron en un lindo beso.

Jugamos un rato hasta que nos llamaron nuestras familias para comer.

Cuando terminamos de comer me pongo a ver TV hasta que me quedo dormido, al poco tiempo cuando me despierto me doy cuenta que estoy solo en la casa, voy a comedor y encuentro una nota que  dice, Ale nos fuimos a pasear volvemos tarde.

Aprovechando que estoy solo, voy a buscar a Ramiro. Como es vecino me asome al tapial que divide las dos casas, veo al padre y le digo si le puede decir a su hijo que salga y venga a mi casa (este dato que le digo que venga el hijo y no Ramiro es importante para más adelante).

Salgo hacia la calle a buscarlo porque estaba muy ansioso tenía muchas ganas de chupársela, cuando salgo lo veo sentado en la calle solo, lo saludo y lo invito a pasar, al principio se negó un poco, pero como la otra vez cuando le dije que estaba solo se levantó y fuimos para adentro.

Entramos rápido a mi casa, no nos dimos cuenta de ni cerrar la puerta de las ganas que nos teniamos. Llegamos a mi pieza el me agarra de la cintura y me apoya todo su miembro en mi cola mientras me besa el cuello. Se acuesta en la cama, y me sienta en sus piernas cara a cara con él, y nos empezamos a besar, mientras nos comíamos la boca, le acariciaba su pelo, y él me tocaba el culo.

Yo estaba decidido a no tener sexo rápido con él, quería hacer el amor toda la tarde.

Me bajo de arriba de él, y le saco la remera. Le empiezo a pasar a la lengua por sus pectorales y voy bajando hasta su panza mientras le acariciaba su pija por arriba del short, hasta que le bajo de a poco su short para ver esa hermosa pija frente a mi. Con mi mayor esfuerzo no la meto en mi boca, sino que le paso la lengua por sus alrededores, mientras con mis dos manos ahora le acaricio sus piernas, su abdomen, sus pectorales. Hasta que mi lengua llega a su pija, con una lamida la meto en mi boca, me encantaba que las pijas se paren dentro de mi boca.

Ahora sí, él estaba acostado en la cama, con su pija poniéndose cada vez más dura en mi boca, yo ya estaba con la pija al palo, me encantaba. Solo sacaba la pija de mi boca para chuparle los huevos, y volvía a lamerle en forma de tornado toda la punta de la pija, como le había hecho a Martin.

Se la segui chupando despacio porque no quería que se venga rápido, aparte quería disfrutarla. Después de habérsela mamado un buen rato, me saco la pija de mi boca y me siento arriba de sus piernas, le rodeo con mis manos su cara busque sus labios para darle un beso de lengua, mirándolo a los ojos muy cerca de su cara con nuestra narices pegadas, mientras le daba piquitos le pregunte:

Yo: ¿y ahora que me queres hacer?

Ramiro: te la quiero poner sin ropa

Sin mediar más palabras, el me saca mi remera y nos volvimos a fundir en un beso. Como yo estaba sentado arriba de sus piernas, me paro para poder bajarme los pantalones. Ramiro me terminar de desvestirme, agarra de la cintura me da vuelta dejando mi culito sobre su cara. Comienzo a sentir sus manos sobre mi colita, hasta que me da un beso en cada cachete de mi cola, su lengua va buscando mi culo el lame por unos pocos segundos. Le pido que se pare, yo ya estaba agitado, desnudo con la pija re parada, le termino se bajar su short y aprovecho para volver a chuparle su pija.

Ramiro estaba parado en el borde mi cama, y yo sentado chupándole su enorme pija, mientras le acariciaba sus huevos. Me acuesto boca abajo en mi cama y saco el culito para arriba invitándolo a que me la ponga, él se acuesta arriba mío y empieza a pasar la punta de su pija sobre mi cola, de arriba para abajo, pasando buscando mi agujerito. Apoya la punta de su pija y va punteando para que poco a poco entre, ya tenía la cola un poco abierta de la última vez que había tenido relaciones con él. No pude contenerme y se me escapo un gemido de placer, me empieza a bombear con ritmo, y yo saco cada vez más cola para que me pueda penetrar mejor, doy vuelta mi cara y busco su boca para que me bese, nos empezamos a besas. El me saca la pija de mi culo, y me da vuelta.

En mi cama yo estaba acostado boca arriba y Ramiro encima mío. Me pone las patitas en el hombro y me empieza a penetrar mi colita, mientras nos mirábamos a los ojos, no había nada más en el mundo que su pija dándome placer por mi cola, y su mirada. Podía sentir con mi culito se abría sin problema a su pija, mientras me follaba mira sus ojos negros, podía sentir su respiración sobre mi cuerpo, cada vez me la metía con más y más fuerza, yo no podía más del placer, no se cuánto habré gritado del placer, estaba perdido en su mirada, su envestidas de pija sobre mi cola, para los que están leyendo y tuvieron la oportunidad de ser penetrados saben lo lindo que es.

Yo estaba perdido no había nada más en el mundo que Ramiro y yo. Estábamos tan compenetrados en lo nuestro que no nos dimos cuenta que Bruno no estaba mirando.

Cuando lo vemos, nos separamos rápido, pero ya era tarde.

Ramiro: que haces acá

Bruno: me dijo mi papá que Ale me estaba buscando y que venga (tenía razón yo dije decile a tu hijo, no a Ramiro, habíamos dejado las puertas de la casa abierta el entro)

Ramiro: ándate

Bruno: no es tu casa es la de Ale, que me eche el

Yo: bue….heee (yo no sabía que decir)

Bruno: si no queres que le cuente a nadie déjame mirar.

Teníamos público, yo busco de nuevo con mi boca la pija de Ramiro que ya de los nervios no la tenía parada, y se la empiezo a chupar algo incómodo. Pero lo veo a Bruno masturbándose mientas nos miraba. La pija de Ramiro poco a poco iba poniéndose de nuevo dura en mi boca, mientras me tragaba toda su verga lo miraba a Bruno a los ojos

Bruno: Ale, déjame participar sino le cuento a todos

Ramiro: no, ándate

Yo: bueno dale, veni… puedo con los dos

Lo miro fijo a sus ojos color miel, y le hago señas para que se desnude. Bruno, se baja los pantalones y quedándose solo con la remeta puesta, mientras Ramiro y yo estábamos completamente desnudos y transpirados sobre mi cama. Cuando Bruno se acerca va directo hacia mi pija y se la lleva a su boca, yo hago lo mismo con Ramiro.

Sobre mi cama, estaba yo sentado, Bruno arrodillado contra el piso chupándome la pija y Ramiro de rodillas sobre la cama con su pedazo de pija en mi boca.

Yo estaba como loca, tenía la pija de Ramiro en mi boca, la cual chupaba, lamia, con pasión me encantaba y a Bruno chupándome la verga, mi ojos se turnaban para admiran el cariño de Bruno cuando me chupaba la pija, y la cara de placer de Ramiro mientras yo se la chupaba a el.

Estuvimos así nose cuanto tiempo, era un placer tremendo. Bruno me apretaba la punta de mi pija son sus labios bajaba y subia, con los ojos cerrados. Ramiro en cambio me miraba de arriba fijo, mientras yo le chupaba la pija como si fuese un helado, trataba de metérmela completa pero no podía porque era muy larga. Disfrutaba lamerle la punta de su verga, mis manos iban de acariciarle los huevos a Ramiro y acariciándole el pelo castaño a bruno. Bruno deja de chuparme la pija, me mira a los ojos.

Bruno: Ale quiero que me folles

Yo: dale, como te gusta la pija

Bruno: como queres que me ponga (se sonroja)

Yo tenía que devolverle el favor, así que le agarro de la cadera, aclaro que él es muy caderon. Y me llevo su pija, debió tener unos 10cm y nada gruesa, pero no importa una pija es una pija y placer me da igual. Como les contaba lo agarro de la cintura y me acerco su pija a mi cara, para pasarle mi lengua por la punta su verga y poco a poco mermársela, mientras le lengüeteo la pija, con mis manos voy buscando su cola, acariciando sus cachetes grandes, y metiéndole de a poco un dedo en la cola para ir preparando el terreno. Ramiro que estaba mirando se para al lado de el y me pone también su pija frente a mi. Y me agarra de la cabeza invitándome a que también, se la chupe.

Yo me encontraba desnudo, con mi pija a punto de estallar, si me la tocaba acababa tenia a mis dos vecinos, los dos hermanos chupándole la pija a uno y al otro, hasta que Bruno me pide que se la ponga.

Bruno: Ale me la queres poner, ahora

Yo: si, te gusta ¿no?

Bruno: si se siente rico, como queres que me ponga en 4 como la otra vez.

Ramiro, suelta una carcajada se dio cuenta que también fallábamos

Yo: No te ponga en 4, acóstate en la cama boca abajo, y levanta la cola

Bruno se acuesta sobre la cama como le dije, boquita abajo y levanta su culote dejándome una perspectiva perfecta para fallármelo, me subo a la cama y pongo una rodilla a cada lado de él, me mojo con saliva un poco mi pija, y voy derecho sobre su culo, y le meto la pija hasta el fondo, estaba vez no me costó como la primera vez que lo folle, se ve que le quedo abierta de la otra vez, o estuvo metiéndose cosas.

Lo empiezo a follar despacio porque en cualquier momento me venía, estaba muy caliente yo. Agarro más ritmo y lo empiezo a follar más fuerte, ya se volvía a sentir el pla pla pla pla, y sus gemidos diciéndome mi nombre, con la respiración agitada, no tarde mucho en venirme. Siento el cosquilleo, trato de acabar tan rápido.  De nuevo le tiro todo la leche dentro de su cola, pero no le saco la pija de adentro me seguí moviendo después de acabar un tiempo más. Por su cola empezaba a salir toda la leche que le había tirado, ya con mi pija semi erecta hasta que después de un rato se la saco, para ir con Ramiro que estaba sentado mirando con la pija, re parada pajeandose, tenía miedo que se viniera y de perderme su semen.

Voy directo a la pija de Ramiro le doy un chupon con mucha saliva sobre su pija para lubricarla, lo siento a Ramiro en la cama, y dándole la espalda me siento arriba de su pija, esta vez le agarro su pija con mi mano, busco el agujerito de mi cola y me siento arriba, entrando por completo su pija en mi cola. El placer era terrible.

Sobre mi cama estaba Ramiro que me estaba penetrando con su hermosa pija, yo sentado arriba de él dándole la espalda y Bruno masturbándose.

Yo: Bru, veni a pajearte aca asi te la chupo.

Bruno: ¿Cómo?

Yo: si dale, veni y acábame en mi boca.

El se pajea mientras yo le lengueteo la punta de la pija, mientras Ramiro se empieza a retorcer y hacer gemidos de placer, mientras yo cabalgaba arriba de el con mis gemidos ahogados porque mi boca ocupada. Ramiro empieza a venirse adentro mío llenándome de leche mi cola, pero yo no estaba dispuesta a sacar su pija de mi cola, tenía que hacer venir a Bruno. Le empecé a acariciar los huevos con una mano, hasta que finalmente se vino, me aviso que se estaba por venir, yo saque bien la lengua para que depositara toda su leche en mi boca, la cual me tome con gusto. No tenía el mismo gusto que la leche de Ramiro, que ni de la leche de Martin. Luego me pare y le beso en la boca, el medio que se sorprendió pero me correspondiendo con otro beso.

Ahora me tocaba limpiar a Ramiro, me tire sobre él y me encargue de tomar la leche que había quedado sobre su pija, y sus huevos, después de eso, me acerque lo mire a los ojos y nos fundimos en un beso muy largo. Mientras nos besábamos y yo acariciaba su cuerpo el me pajeaba con una mano, hasta que me hizo venir, esta vez no tanta leche porque ya había largado casi toda en la cola de Bruno.

Nos pusimos la malla y nos tiramos rápido en la pileta para sacarnos el sudor y el olor a sexo, estaba anocheciendo por lo cual salimos a la calle con la pelota, para que cuando llegue mi familia no sospechen de lo que estuvimos haciendo.

Sin saberlo ese día, era mi última vez que tuve relaciones con Bruno, de lo único que me arrepiento es no haberlo hecho más veces con él, pero no era la última vez con Ramiro.