Historia de Q 7

Una mujer casada encuentra lo que ¿quizás buscaba?

Estaba sentada sobre "Q" y con el cuerpo relajado pero, al mismo tiempo, mi mente se mantenía alerta, mi cara reposaba en su pecho mientras una de mis manos acariciaba su espeso vello púbico, quería dormirme así y despertar en la cama con sus caricias. La noche era esplendida y aún estando desnuda, no sentía frío; "Q" comenzó a mover lentamente sus manos, una de ellas subía y bajaba por una de mis caderas, mientras la otra se entretenía con mi vientre, le besé el pecho y me removí en su regazo. Él continuaba, impasible, con el mismo movimiento. Respiró profundamente y preguntó:

¿Quién te gustaría que te follara esta noche?

Di un respingo y levanté la mirada, él tenía los ojos fijos en el cielo, esperando mi respuesta,

Espero y deseo que tú – respondí.

Sabes perfectamente lo que pregunto, contesta – dijo en un murmullo.

No sabía que responder, en ese momento solo quería permanecer en brazos de "Q" y mi mente no estaba preparada para imaginar una situación como la que el pretendía iniciar.

Estoy muy a gusto contigo, creo que podríamos dejar esos juegos para otra ocasión – le dije.

Las manos de "Q" no paraban de sobarme, pero no me excitaba, eran unas caricias suaves que lo que estaban consiguiendo era relajarme y amodorrarme, empecé a plantearme si mi cuerpo había llegado a su límite de recepción de placer.

  • Hemos venido a practicar esos "juegos" como tu los llamas, para hacer el amor tenemos a nuestras parejas. Al parecer ya no recuerdas lo que hemos vivido, pero si te paras a pensarlo no dejarás de reconocer que has actuado como nunca hubieras imaginado, incluso puede que pienses que lo has hecho como una puta, pero yo te digo que una puta llega mucho mas lejos de lo que tu lo has hecho y se que tu quieres que te lleve mas allá del límite. Eres caliente, te gusta el sexo y has comprobado que el morbo es el complemento ideal para aquél… no es el roce de una polla en tu vagina lo que te ha hecho disfrutar, han sido las situaciones que he preparado, mi mente ha hecho despertar a la tuya y ya no quieres parar

Mientras hablaba con voz ronca había empezado a recorrer la hendidura de mi coño con el canto de su mano, subía y bajaba sin pausa y esto, junto a las cosas que me decía me iban derritiendo poco a poco, le besaba el pecho y comencé a mover las caderas para notar su polla. Su voz me llegaba y me llenaba y noté como la temperatura de mi cuerpo subía poco a poco. El continuaba hablando

No puedes ni quieres resistirte, tu cuerpo está cansado pero tu mente pide sexo, pero fuerte

Mi calentura iba en aumento, mi boca se secaba de deseo y mi respiración se iba agitando, sentía como mi sexo se iba mojando sin remisión

necesitas una polla, una polla de un macho que te someta, – continuaba como una letanía – que te haga suplicarle por mas, que te haga pedirle su semen en tu vientre, que te haga jurarle que te tendrá cuando quiera

Mi pecho ya era un hervidero, había bajado mi mano y acompañaba a la de "Q" en la conquista de mi coño, notaba mi flujo ardiente y, de fondo, oía la voz de él

porque tú sabes que aquél que te haga vibrar de placer es el dueño de tu cuerpo, puede hacer contigo lo que quiera y le perteneces

Yo gemía sin parar, notaba mi mano y la suya mojadas e inquietas, sin parar de buscar rincones de mi sexo que palpitaba incontroladamente, me cogió el clítoris entre dos dedos, un latigazo recorrió mi cuerpo y le mordí en el pecho, bajó la mano e introdujo de golpe dos o tres dedos en mi vagina, me corrí como la zorra en que me había convertido, continuaba con sus dedos muy adentro y mis flujos manaban sin cesar, todo mi cuerpo se movía convulsamente

ves, esto es lo que gusta, lo necesitas, vacíate, déjate ir, disfruta, –"Q" seguía hablando – eres insaciable, aprenderás a pedirlo

En ese momento sacó los dedos de mí y sentí un vacío infinito, unas lágrimas cayeron por mis mejillas, busqué su boca con la mía, le besé con pasión y, cuando me retiré de él lo miré y le pedí,

No me dejes nunca por favor –

"Q" sonrió, metió su lengua en mi boca y la recorrió por entero, luego, con un poco de tristeza, me dijo,

Se que no seré el único al que le pidas eso –

Me abracé a él y le besé mil veces en la boca mientras le decía que se equivocaba, pero de pronto, vi en mi mente a "A", como le había dicho que sería yo quien lo llamara para follar e, incluso, me imaginé como lo haría, sabía que me iba a matar de placer. Mi coño se estremeció, probablemente "Q" tenía razón.

Me dio poca tregua, quería mantenerme caliente y en tensión, a pesar de mi último y cercano orgasmo no le iba ser difícil conseguirlo estaba ardiendo y necesitaba que me follaran, que me destrozarán el coño, el culo, todo. Volvió a poner una mano en mi sexo, y empezó a manosearlo con rudeza, me preguntó,

¿Quién te gustaría que te cogiera en brazos y te llevara a la cama?

Lo miré con lujuria y le contesté:

Tú, pero no para follar contigo –

Se le encendieron los ojos, me tomó en brazos y mientras se dirigía a la cama, nos besábamos con pasión, teníamos los labios ardiendo, una de sus manos la había puesto encima del coño y la restregaba contra el, nos mordíamos los labios y temblábamos de excitación. Llegamos a la cama y me tiró en ella, me abrí de piernas y le ofrecí mi sexo rosado y mojado, se agachó y me lo besó, yo lo miraba con media sonrisa, por primera vez desde que llegué al Parador, sentía que era la que mandaba, lo tenía rendido, lamía la cara interna de mis muslos, las ingles… preguntó,

¿Quien te va follar? –

Aún no lo se, pero quiero que tu me prepares para que otro me folle – contesté

¿Te apetece alguien en particular? – estaba rojo

Mi marido sería una buena opción, pero aun es pronto, ya lo iré preparando – repuse.

No sabía como había dicho eso, "Q" me miraba congestionado, me fijé en su polla y me sorprendió, la llevaba viendo continuamente las últimas veintinueve o treinta horas, pero nunca como esa vez, estaba tersa y erecta, hasta parecía mas grande.

¿Entonces? – volvió a preguntar

Un "macho" que me haga botar en la cama, que me domine, que me cabalgue, que me haga sentirme una puta, cualquiera…menos tú – no comprendía como podía decir esas cosas, pero me salían sin esfuerzo.

¡Zorra! ¿Crees que vas a encontrar un semental para que te monte? – masculló mirándome desde mi entrepierna –

Sentía su caliente aliento en el coño, él continuaba sus caricias en muslos e ingles mientras mordisqueaba mis labios externos y me lamía el clítoris, no podía más, alzaba el pubis para buscar mas contacto, quería que me follara ya, necesitaba su polla llegándome hasta el útero, pero el me había enseñado el camino, iba a aguantar por encima de todo. Le dije en voz baja,

No, no voy a buscar a nadie, tú lo harás por mí, me traerás a quién me folle y mirarás mientras lo hace, y lo harás porque te pone caliente, quieres verme atravesada por otra polla, deseas que este cuerpo que has preparado tú, sea usado por otro, ¿serás capaz de hacerlo?, yo estoy dispuesta.

Recordaba los jueguecitos con mi esposo y la excitación a la que me llevaban, pero esto era diferente, era una fantasía con un hombre que no era mi marido y le pedía que me trajera un hombre para que me follara. Estaba a punto de estallar pero me contenía, esta vez era yo la que había preparado la situación y estaba dispuesta a provocarle hasta que me rogara que le dejara follarme. "Q" en silencio me escuchaba sin dejar de acariciarme, mojó sus dedos en mis jugos y me los llevó a la boca, los lamí con ansia, después se levantó y fue hacia un armario, regresó y me puso unas pequeñísimas braguitas y unas medias con ligas a medio muslo, yo me dejaba manejar como una muñeca, solo miraba fijamente a "Q" y mantenía abiertas mis piernas, seguía caliente, mi cuerpo era un horno y pedía interiormente que el juego acabara pronto. "Q" pareció leerme el pensamiento, se agachó sobre mí, tomó un pecho en cada mano y mirándome a los ojos, habló

¿Estás segura de lo que has dicho? –

De nuevo el juego, quería recuperar la iniciativa, pero yo no quería perderla, mantuve el tipo

Sí – musité sosteniéndole la mirada.

Sonrió, me acarició los labios que me ardían y dijo,

Ya no hay marcha atrás -

Me sobresalté, sinceramente no pensaba que pudiera traer a alguien, era nuestro primer encuentro y, además, el reloj señalaba las cuatro de la mañana, me tranquilicé, seguía el juego pero ya estaba tan segura de ser yo quién lo manejaba. "Q" se levantó y desapareció.

A los pocos minutos volvió, yo seguía en la misma posición, tendida boca arriba y con las piernas abiertas, traía algo en las manos al acercarse vi que era un pañuelo negro, cuidadosamente me vendó los ojos cerciorándose de que no viera nada, el inicio me pareció sugerente y mi vientre comenzó a adquirir vida propia. Después sentí como me ponía un cojín debajo del culo y otra vez mi sexo, en cuanto me quitara la braguita, se encontraría expuesto, esta vez no estaba atada pero no me movería por nada del mundo, allí estaba ofrecida por mi propia voluntad. "Q" me quitó lentamente las medias.

Olí el aroma dulzón del líquido que tanto me turbaba, sentí como sus manos comenzaban a untármelo repartiéndolo con fuerza por cada centímetro cuadrado de mi cuerpo, otra vez se había apoderado de mí, yo jadeaba sin freno y "Q" seguía manoseándome. Como la primera vez se detuvo en ingles, coño y en la suave piel del interior de mis muslos, yo movía el vientre incontroladamente y gemía como una perra, estaba caliente, quería polla y se la pedí, me calló poniéndome un dedo en los labios y musitó en mi oído

Si no te callas te amordazo, ¿es eso lo que quieres?-

Negué con la cabeza mientras él continuaba con la boca pegada a mi cara

Solo hablarás cuando yo te pregunte y contestarás a todo –

Asentí mientras el seguía con sus enervantes caricias, intenté juntar las piernas para frotar mis muslos, "Q" me lo impidió, separó mis muslos y me preguntó,

  • ¿Cómo estás? –

Más caliente que en toda mi vida – respondí.

¿Quieres follar?

Siiii…le necesito –

¿Quién quieres que lo haga?

Tú, por favor, hazme lo quieras, métela por donde quieras –

Cualquiera… menos tú – me recordó mis palabras.

"Q" impertérrito, continuaba sobándome, sacudí la cabeza e intenté bajar las manos al coño, nuevamente lo impidió, gemí, todo mi cuerpo se retorcía, pedía sexo, todo mi ser quería ser poseído, pero "Q" lo impedía, me martirizaba, me cogió el clítoris entre sus dedos y comenzó a retorcerlo, mi culo botaba encima del cojín. De nuevo oí su voz,

¿Estás lista para tu follador?

Me quedé helada, ¿habría llamado a alguien?, me dije que era imposible, seguía jugando conmigo. Repitió la pregunta elevando la voz y apretándome más el clítoris, gemí y lagrimas resbalaron por mi rostro, respondí

Yo quiero que tú seas mi follador, pero si es tu deseo, entrégame a quien quieras.

Se levantó y durante uno o dos minutos no oí nada, de pronto me pareció que se cerraba una puerta, ¡¡había llamado a alguien!! , no lo podía creer pero mi vientre se contraía creo que mas de placer que de miedo. Sentí la presencia de alguien en la habitación

¿Eres tú? – pregunté.

Con un invitado – contestó –

Bromeas ¿verdad?

En absoluto, está aquí, a mi lado mirándote, por cierto tienes las piernas abiertas.

Fui a cerrarlas, pero no lo hice, en un segundo pensé que si era mentira nadie me veía, y si era verdad, para que ocultar lo que en poco tiempo utilizaría a su antojo. La situación me excitaba, sentí como nuevos flujos bañaban mis muslos, oí como "Q" se dirigía a alguien,

¿Ves como le gusta?

Enrojecí, me di cuenta de que nunca tuve el dominio de la situación, de nuevo era él quién había montado el escenario, estaba todo preparado, era imposible improvisar lo que estaba ocurriendo y lo que iba a ocurrir. Ya estaba segura, en pocos minutos mi cuerpo sería de un nuevo hombre, un gemido de placer escapó de mis labios.

Alguien se sentó a mi lado en la cama, permanecí inmóvil, noté unas manos que ajustaban el cojín de bajo de mi culo, después me acariciaba el sexo por encima de las bragas y, finalmente, las bajaba hasta quitármelas, me cerró las piernas pero, yo, bruscamente las abrí de nuevo. Las manos separaron los labios externos del coño, estaba totalmente expuesta ante los ojos de un hombre que no conocía, mi pecho se agitaba sin control. Sentí como la persona que manipulaba mis partes íntimas, subía y se sentaba de nuevo junto a mí. Me besó en la cara y dijo,

¿Satisfecha? –

Era "Q", busqué su boca y lo besé, me devolvió el beso y bajó a mis pechos, me besó los pezones y, después, levantó mis brazos y lamió mis axilas, nunca me lo habían hecho, pero se me erizó el vello. Ya no sabía si la otra persona era real o no, pero estaba muy caliente, le dije a "Q"

Quiero follar.

Pídeselo a tu semental – contestó.

Estás mintiendo, no hay nadie – repuse.

Haz la prueba, pídeselo -

No me atrevía y "Q" comenzó a susurrarme en el oído, -Te mira con deseo- ; - Solo espera que se lo pidas- ; - Una seña tuya y se desnudará - ; - Está empalmado, tiene un buen paquete- ; -No te resistas, estás deseando - … Sus caricias y sus palabras me hacían temblar, perdí el poco pudor que me quedaba y supliqué

No se quien eres pero te necesito, quiero que me folles… no me negaré a nada de lo que intentes solo te pido que me des placer, tómame del modo que quieras pero hazlo ya… te quiero dentro de mí

Noté movimiento frente a la cama y me tensé, busqué las manos de "Q" que las tomó y me estiró los brazos por encima de la cabeza, el flujo continuaba manando lentamente de mi sexo que esperaba, abierto y anhelante, que lo tomaran. Yo seguía en la misma postura y esperaba acontecimientos, de repente, unas manos comenzaron acariciar mis muslos mientras una caliente lengua empezaba a lamerme el coño, apreté las manos de "Q", las otras, las del "desconocido" subieron acariciando pubis, vientre, pechos… Mi cuerpo respondía cada vez con más fuerza. Su boca abandonó mi sexo y subió por el mismo camino de las manos, besaron mis pechos y buscaron mi boca, su lengua intentaba abrirla, pero yo la mantenía firmemente cerrada, mi cuerpo estaba entregado se movía de un lado para otro, pero no quería darle la boca. En una de mis convulsiones noté su polla tocando mi vagina, me quedé quieta, mi nuevo amante comenzó a moverla por todo mi encharcado coño, lentamente mis caderas empezaron a buscar que aquello entrara en mi cueva, la notaba muy larga y mis contracciones aumentaban, empecé a luchar para que me la metiera pero el continuaba su ritmo, yo la quería dentro, la necesitaba… abrí la boca para tomar aire y grité:

¡¡¡Follame!!!

En ese momento "Q" me soltó las manos, yo me incorporé y abracé a mi nuevo amante y este me atravesó con su polla, no necesité más, mi corrida fue instantánea, mojé el cojín, la cama, todo… Comenzó a follarme lentamente, me sentía llena y quería que me llenara más, paulatinamente iba incrementando el ritmo, yo, agarrada a su cuello, jadeaba, gemía y repetía – Follame, no pares, así, así, dame más … El seguía su ritmo animado por mis palabras. Le rodeé la cintura con mis piernas y le susurré – Ahora dámelo todo – Se transformó en un segundo, su polla era un taladro, entraba y salía a toda velocidad y su roce en las paredes de mi vagina me quemaban, sentía como me corría sin parar, mis brazos cayeron a mis costados y mi cabeza cayó hacia atrás, estábamos unidos por el pubis, yo estaba desmadejada y él me destrozaba con su polla, hice un esfuerzo, incorporé mi cuerpo y me abracé de nuevo a él, me rozó los labios con la lengua y, ahora sí, abrí mi boca para él, era mi rendición incondicional, nuestras lenguas se buscaron, invadieron todos los rincones de la boca del otro, jugaron y mezclaron sus salivas.

¿Quién eres? – le pregunté

El que te está haciendo gozar – dijo en un susurro mientras me machacaba con golpes hondos y secos.

¿Donde quieres mi semen? – dijo

Yo me sentía exultante, me estaba follando hacía rato y aguantaba su dureza y su ritmo, mi cuerpo estaba en sus manos, era territorio conquistado y, en ese momento, yo le pertenecía, el mandaba, le contesté

Soy tuya, tu eliges -

Quiero tu boca, pero prométeme que la próxima vez será en tu vientre.

Esbocé una media sonrisa, ya daba por sentado que volvería tenerme, le respondí,

Entonces volveré a ser tuya y otra vez elegirás –

Le mordí los labios, me apretó contra él y volvió a meterla y sacarla salvajemente, volví abandonarme, emitió un gemido y se incorporó, tiró de mi y me arrodilló delante de él y me llevó la mano a su polla, la tomé y me la introduje en la boca, efectivamente no era muy gorda pero si muy larga, lo abracé por el culo y con una mano, le acaricié los testículos, mientras que con un dedo de la otra, jugaba con su ano. Mi lengua lamía la parte de polla que me cabía en la boca, cuando sentí los latidos previos a la eyaculación, apreté los testículos, le metí el dedo en el culo y recibí su descarga en la boca, él se mantuvo erguido mientras yo le seguía lamiendo, cuando la saqué oí como se derrumbaba en la cama. Yo también me deje caer y, al hacerlo, rocé con la cabeza a "Q", entonces me di cuenta de que no había pensado en el mientras el desconocido me follaba y él se había mantenido como un espectador silencioso, ¿qué estaría pensando?, ¿se habría dado cuenta de mi total entrega al otro?, subí una mano por sus piernas y le cogí la polla, noté que estaba fláccida y pringosa… se había masturbado mientras a mi me follaban, la metí en la boca y la chupé lentamente, noté la diferencia de sabor de su semen con el del desconocido, "Q" me acarició la cabeza

(CONTINUARA)