Historia de nuestro noviazgo: I-Como nos conocimos

Gracias a un amigo mio y una amiga de mi novia nos conocimos.

Hace años mi amigo de toda la vida se casaba y me invitó a su boda.

Era principios de mayo, un día soleado, y como yo estaba soltero me tocó ir solo a la boda. Cogí mi coche y me dirigí hasta un pueblecito de Burgos.

Al llegar me registré en el hotel, era un hotel rural muy chulo en medio de la montaña mucha vegetación, un lugar precioso para que los fotógrafos hicieran magia con sus cámaras.

La boda fue de lo más normal, sin sobresaltos. Las mujeres demasiado elegantes con sus largos vestidos.

Y allí estaba Silvia, tenía por aquel entonces casi 22 añitos, pelo castaño liso, media melena, ojos color miel tirando a castaños, llevaba un vestido verde claro largo de palabra de honor y unas sandalias a juego con el bolso que llevaba.

Por lo que dejaba ver el vestido que llevaba puesto tenía un buen cuerpo no extravagante pero estaba bastante buena. El pecho no era abundante pero no parecía ser pequeño, al ser tan ajustado de la parte superior yo quise pensar que tendría más pecho de lo que aparentaba tener.

Se me olvidaba, yo tenía por aquel entonces 24 años y no era ningún playboy, lo que destaca de mí son mis ojos azules claritos.

La boda transcurrió como cualquier otra boda, pero entre ella y yo empezó a surgir algo bonito o eso me parecía a mí. Hicimos buenas migas, hablábamos de todo. Incluso se interesaba por temas que luego me confesó que no le interesaban, solo escuchaba con tal de estar cerca mía.

Salí fuera a fumar cuando de repente la veo salir con el móvil en una mano y un cigarro en la otra, la estaban llamando y salió a hablar para escuchar mejor.

La conversación que tuvieron fue más o menos así, según lo que me contó más tarde ella que le contestaba él.

Silvia: Hola andalucito!! ¿Qué te cuentas?

Andaluz: Hola cielo, ¿qué tal lo estás pasando en la boda? ¿Has ligado?

Silvia: La verdad es que bastante bien, encima hacia bastante que no veía a la novia.

Andaluz: Me alegro, seguro que estas más guapa que la novia.

Silvia: Bueno siempre se dice que la novia esta preciosa, pero si estoy bien. jijiji

Andaluz: Ya me lo imaginaba, mejor cuerpazo que el tuyo es difícil encontrar. Te llamaba porque me han dado una semana libre en el trabajo y me preguntaba si querías que fuera a pasar unos días a Madrid contigo. ¿Te parece bien?

Silvia: Ehh, ¿unos días libres? ¿Y eso?  ¿Y cuándo vendrías?

Andaluz: Salgo de madrugada, llego a Madrid a media mañana, ¿tú me podrías recoger en la estación de atocha y nos vamos juntos para tu casa o cojo el metro?

Silvia: Bueno… yo te puedo recoger pero no sé si voy a llegar a la hora que tú ya estés allí. Estoy de boda y no sé cuándo acabaré.

Andaluz: No hay problema yo te espero allí el tiempo que haga falta. Con tal de estar contigo una semana entera solitos merece la pena.

Silvia: Ok, pues nos vemos mañana entonces. Un beso.

Andaluz: Un besazo preciosa donde tú lo quieras recibir. Disfruta de la boda y no vayas a ligar durante la noche, no sea que me vayas a dejar a pan y agua. Jejeje

Silvia: Ya veremos a ambas cosas. Hasta mañana.

Cuando colgó me vio allí y comenzamos a hablar de nuevo mientras terminábamos de fumar.

Había ternura en el ambiente, yo esperaba que esto no fuera por el andaluz que le llamo y fuera por mí. Como por aquel entonces no había whatsapp ni internet en el móvil, nos dimos el número de móvil, Messenger y nuestra cuenta de tuenti.

Al día siguiente cuando llegué a casa tenía una solicitud de amistad de tuenti y otra de Messenger. Era ella, me había buscado nada más llegar aunque tuviese visita en casa se había acordado de mí.

Estuvimos hablando todos los días durante horas, parecía que no le importara que estuviera allí con el otro.

Un día la llame por teléfono para ver que tal la vuelta y cuando íbamos a colgar se oyó al andaluz decir que colgara ya para que terminaran de ver la peli. Y yo por no molestar la corté inmediatamente.

Ya habían pasado unos días y era viernes y al conectarme se me abrió una ventana emergente, me estaba hablando y parecía que me estaba esperando.

Silvia: ¡Hola principito!!

Yo: Hola (un poco cortante)

Silvia: ¿Te pasa algo? Hoy no te has conectado en todo el día y no me has contestado a los mensajes que te enviado.

Yo: Ya… es que el domingo cuando hablamos me chocó un poco la voz que escuché por detrás y por eso me despedí tan rápido, no quiero que tengas problemas por hablar conmigo. Pensé que no tenías pareja, de haberlo sabido no me hubiera acercado tanto a ti.

Silvia: No, no, si él no es mi pareja.

Yo: Ya… eso no es creíble. La verdad es que me había ilusionado contigo, parecías diferente a todas las personas

Silvia: Espera un momento y deja que te explique. Este tipo no es mi pareja, como te dije lo dejé con mi novio hace algunos meses y me fui una semana con mis tíos a Almuñécar para despejarme y a Roberto le conocía desde hace bastante tiempo. Nos enrollamos allí un par de veces, pero nada serio. El otro día cuando estábamos en la boda me llamó para decirme que ya había cogido unos billetes para venir a pasar unos días aquí. ¿Cómo le iba a decir que no viniera si ya tenía pagados los billetes? Es por eso que está aquí, pero estoy deseando que se vaya.

Yo: Pues sino querías que fuese ¿Por qué no le dijiste que no? En el fondo te apetecía que fuese a verte.

Silvia: La verdad es que me dió pena decirle que no viniera después de que hubiera pagado los billetes, y pensé que no pasaba nada porque viniera unos días, no esperaba que buscara nada más que estar de vacaciones, pero me he equivocado por eso estoy deseando que se vaya.

Yo: Como que te has equivocado explícate bien.

Silvia: Pues que el vino con intenciones de estar follándome todo el día.

Yo: Y tú has cumplido hasta ahora y ya estas saciada, por eso quieres que se vaya, ¿verdad?

Silvia: No es así, tampoco te voy a negar que no quisiera haber follado, pero no follamos, por suerte me vino la regla ese mismo día.

Yo: No me creo que si va con esas intenciones siga ahí sin recibir nada a cambio, por lo que cuentas de ese tipo sino le cuadra te traiciona y te manda a paseo. Así que algo más tendría. Sé sincera que sino paso de tí y tú de mí.

Silvia: Bueno vale, total ya me he sincerado demasiado contigo, no a todo el mundo le cuento que tengo ganas de follar con alguien. Yo desde que vi sus intenciones ese día no quería hacer nada con él, porque estoy solo pensando en el día de la boda. Y el miércoles por la noche cuando salí de la ducha, estaba desnudo en el salón esperándome así. Yo le dije que tenía la regla y no iba a hacer nada y él me dijo que no pasaba nada por la regla que tenía dos agujeros más y que eligiera cuál de los dos iba a follarme.

Yo: Encima te dio por culo!!

Silvia: No, por el culo no, bobo. Nunca lo he hecho por detrás y menos lo haría con él. Entonces después de ponerse muy pesado me quitó el pijama y me puso de rodillas para que se la chupara y lo hice lo más rápido que pude para acabar lo antes posible. Y ya no ha pasado nada más, me siento avergonzada por haberte contado estas cosas, lo siento. Entiendo que no quieras hablarme más.

Yo: Al contrario me alegra que me lo hayas contado. Tenía pensado decirte que si querías que fuera este fin de a verte pero estando ese individuo mejor no iré.

Silvia: Siii ven por favor, quizás así se da por aludido y se marcha.

Yo: ¿Estas segura? No quiero ir y que se la estés chupando conmigo durmiendo en el sofá.

Silvia: Que no, que no. Te aseguro que no va a pasar nada con él. Ahora cuando terminemos le digo que viene un amigo a verme este fin de semana. Ya te contaré.

Yo: Ok, un beso, nos vemos mañana. Mándame tu dirección.

Silvia: Un besazo principito. Mi dirección es calle…….. Nº….

Yo: Tomado nota, mañana nos vemos.

Me dispuse a preparar la maleta y no sabía que llevarme, hacía mucho tiempo que no ligaba con ninguna chica así que estaba desentrenado, no sabía cómo se ligaba aunque pareciera que estaba deseando tenerme entre sus brazos no lo tenía del todo claro, para esto del amor soy algo pesimista.

Al día siguiente salí de camino, escribí a Silvia para que lo supiera. “Hola gordita salgo ya para allá espero que cumplas y no me dejes a un lado o de sujeta velas. Un beso”

Al momento suena mi móvil y recibo contestación de Silvia:

“Hola principito, no te preocupes que vamos a tener todo el fin de semana para nosotros solos porque Roberto se fue ayer”

Y al momento suena otro:

“Le dije que venias hoy y que ayer por la tarde noche quede con unas amigas para cenar y tomar algo y me dijo que para hacer planes con más gente que mejor adelantaba la vuelta, así que mejor”

Mi contestación fue: “Claro no ha conseguido lo que quería, pues se va a buscarlo a su tierra, en fin, en unas 4 horas nos vemos”

El viaje se hizo largo por los nervios de llegar. Cuando entré en Madrid cogí el teléfono y llamé a Silvia para avisarla que ya estaba por allí, más tarde la dije donde había aparcado y vino a buscarme.

En cuanto la vi aparecer, me empecé a poner nervioso, cogí como pude mis cosas y me dirigí hacia ella.

Yo: ¡Hola guapa!! ¡Qué ganas de llegar!! Parece que tienes mala cara.

Silvia: ¡Hola principito!! Bueno es que no he dormido mucho que digamos hoy, como te dije ayer salí con unas amigas y llegué un poquito tarde a casa.

Yo: ¿Llegaste sola a casa o con alguien?

Silvia: Que bobito, sola solísima.

Nos dirigimos a su casa, mientras íbamos hablando sin parar, bueno más bien yo, porque si yo estaba nervioso ella estaba más todavía, pero alguna cosa me decía. Los dos muy cortados.

Cuando subimos a su piso, me enseñó el piso y deje mi maleta en la habitación de al lado de la suya, no quería parecer tan directo dejando la bolsa en su habitación y tampoco quería que me rechazara nada más llegar.

Nos fuimos a comer a una cervecería que ponen tapas.

Seguimos hablando, riendo, y pasándolo en grande como hacia muchísimo tiempo no lo había pasado.

Me dijo que si no me importaba que quedáramos a cenar con dos amigas suyas lesbianas.

Después de comer fuimos a su casa, y me dijo que, si quería tomar alguna copita, y le dije que sí, el problema era que ella no tenía Ginebra que es lo que yo bebía y me dijo que solo tenía Vodka. Así que no me quedó más remedio que tomar eso. Por supuesto yo a ella no la dije que no me gustaba el vodka. Me dijo que si quería jugar un rato a la consola que a sus amigos de aquí no les gustaba mucho estos tipos de juegos. Yo no había jugado nunca pero me explicó cómo se jugaba y no tardamos en ponernos a jugar y seguir bebiendo. Nos tiramos toda la tarde jugando el alcohol ya empezaba a notarse en los dos. Cada vez nos acercábamos más el uno al otro mientras jugábamos.

Eran ya casi las 9 de la tarde/noche y después de 4 copas cada uno en la última partida que echamos la gané yo y de la euforia de haber ganado sin tener ni idea (seguro que se dejó ganar) en un acto reflejo la di un beso en la boca a modo de celebración.

En ese momento nos abrazamos y nos empezamos a comer y a sobar de arriba abajo.

Pasados unos minutos llama una de sus amigas al móvil para decirnos que en 10 min estaban en la puerta de casa de Silvia. Así que no nos quedó más remedio que parar.

Silvia: Jooo, ahora ya no quiero ir a cenar con ellas, llevo todo el día esperando este momento.

Yo: No pasa nada, luego después de cenar continuamos que no hay prisa.

Me dio otro largo beso y fuimos rápidamente a cambiarnos de ropa para salir. En cuanto bajamos ahí estaban las dos chicas esperándonos. Yo un poco cortado por la situación, seguramente ella las había hablado de mí ya que no paraban de cuchichear mientras nos acercábamos.

Las amigas se llamaban Saray, yo según la vi pensé que era la dominante en la pareja, se la veía mas machorrona, no destacaba mucho llevaba unas mallas negras y una camisa a cuadros ajustadita y Alba, al contrario que su pareja esta chica se hacía notar, era bastante más guapa, pelo largo moreno con ojos verdes, un cuerpo trabajado en el gimnasio, llevaba un vestido ajustado que dejaba marcar un buen culo y unas tetas que a simple vista parecían operadas pero de tamaño normal.

Procedimos a las presentaciones y de camino al restaurante donde cenaríamos íbamos hablando como si nos conociéramos todos de toda la vida. Me parecieron muy agradables.

La cena transcurrió normalmente y cuando acabamos de cenar las chicas dijeron que se iban que mañana tenían que madrugar. Yo pienso que fue una excusa obligada por Silvia para que nos fuésemos porque cuando volví del baño las vi hablar y fue llegar yo y se callaron hasta que cambiaron de tema.

Me llevó a tomar unas copas por los bares de la zona, la verdad es que todos los bares donde fuimos estaban bastante bien.

Cuando ya llevábamos otras 3 copas sumadas a las 4 de la tarde más el vino y la cerveza durante la cena, ya íbamos un poco tocados de más, así que decidimos irnos a casa ya que allí dejamos algo pendiente.

Nada más cerrar la puerta de casa, soltamos las cosas y nos empezamos a comer a besos.

La quité la chaqueta y la camiseta de tirantes que llevaba tirando la ropa por el suelo del salón, ella hizo lo mismo con mi camisa, estaba tan ansiosa por quitármela que casi me arranca los botones de golpe. Antes de llegar a la habitación ya estábamos casi desnudos, ella solo me había dejado mi bóxer puesto y yo ya la tenía en ropa interior, un conjuntado diminuto tanga de encaje con su sujetador rojo a juego.

El cuerpo que escondía bajo la ropa era mejor de lo que me imaginaba, un cuerpazo diría yo. Antes de turbarnos en la cama la quité el sujetador y por fin pude ver sus dos tetas bien firmes y redonditas para nada caídas, eran perfectas no eran grandes melones pero tampoco eran pequeñas, debería llevar una 90B.

Al tumbarnos en la cama yo me fui directo a sus tetas a sobarlas como si nunca hubiera tocado unas en mi vida. Ella enseguida me quitó el bóxer y he de decir que lo agradecí bastante ya que mi polla estaba deseando ser liberada.

Me empezó a hacer la paja de mi vida, cuando de repente noto como empieza a besarme por el pecho y continúa bajando. Estaba muy cachondo y cuando por fin se la metió en la boca fue un placer indescriptible.

Yo me incorporé quería ver como mi polla salía y entraba de su boca sin parar, y buscando con su lengua la punta de mi polla. Y ya de paso seguía sobándole un poco las tetas.

Estaba tan cachonda que la empecé a sobar el coño mientras me la chupaba y estaba chorreando flujos como si fuera un volcán en erupción.

Dejó de mamarme la polla y sin dejarme hacer nada, me tumbó de nuevo en la cama y se ensartó mi polla de un solo golpe que al estar tan chorreante entró sin ningún impedimento.

Empezó a cabalgar encima como si no hubiera un mañana, parece que al final era cierto que estaba necesitada desde hacía algún tiempo de polla, no paraba de gritar “AHHHH, dame más polla cariño, AHHHH SIIIIII ASIIIIIIIII hasta el fondoooo”

Pasados unos minutos que gemía y gritaba sin parar dijo Silvia: “ME CORRO, SIGUE ASIIIII QUE ME VOY A CORRER”

En ese momento me acordé de que no tenía puesto ningún condón e intenté decirla que parara que me corría fuera “Cariño no tengo condón puesto” a lo que ella me contestó eufórica perdida porque se iba a correr “NOOOOOOO NO PARES DA IGUAL, NO ME CORTES AHORA CORRETE DENTRO DE MI COÑOOOOO, LLENAMEEEEE DE LECHEEEEE, VAMOSSSSS DALE LECHE A TU PUTITAAAAA”

“ME CORROOOOOOOOOO” dijo ella a lo que yo le contesté “TOMA TODA LECHE DENTRO DE TU COÑO DE PUTAAAA, AHHHH”

Ella cayó rendida encima de mí y nos quedamos los dos abrazados durante un rato, cuando se bajó y se tumbó al lado de mi se tocaba el coñito chorreante de sus flujos y mi leche, era una imagen que debía recordar toda la vida así que saqué el móvil y la hice unas fotos tocándose y jugueteando con mi leche en su coñito.

Yo: ¿Te ha gustado?

Silvia: Buff, me ha encantado, llevaba deseando que pasara esto desde el día de la boda.

Yo: Y yo, pero lo bueno se hace esperar, había que quitarse a los moscones de encima.

Silvia: ¿No estas enfadado por lo que pasó con Roberto esta semana?

Yo: No al contrario, si fuiste capaz de contarme eso sé que esta mamada de hoy no será la última que me hagas, disfrutaré tanto o más que con esta. Por cierto, ¿dónde se corrió el andaluz, en que parte te echó la corrida?

Silvia: En una zona cualquiera, ¿porque me preguntas estas cosas? ¿De verdad quieres saberlo?

Yo: Si claro me gusta saber que has hecho durante esta semana.

Silvia: Vale pues se corrió en mi cara y en mi boca, el muy cabrón no me avisó cuando se iba a correr y no me dio tiempo de quitarme de encima.

Yo: Que putita estas hecha, así que también se corren en tu boca y cara, eso está bien saberlo.

Silvia: Es la primera vez que me lo hacían y encima sin avisar, casi vómito, lo escupí al instante.

Yo: Bueno espero que la mía no la escupas, yo si quieres te avisaré, pero no será la única zona superior de tu cuerpo que reciba una corrida.

Silvia: Que malo eres, pero bueno si disfrutas no tengo inconveniente en tragarme tu corrida o que me bañes en leche.

Caímos los dos rendidos, dormimos abrazados lo que quedaba de noche.

Ella se despertó antes y parece que no quería que me fuera con los huevos llenos de leche, así que se metió bajo la cama y me empezó a hacer una buena mamada, al sentirla yo desperté, la destapé y ahí estaba ella con mi polla en la boca, estaba ya apunto de correrme y la avisé de que me corría ya “CARIÑO ME VOY A CORRER, PARA SI QUIERES, ME CORRO EN LAS TETAS SI LO PREFIERES” a lo que ella me contestó “QUIERO SABER COMO SABE TU CORRIDA ASI QUE ECHAMELA TODA EN LA BOQUITA” eso me hizo explotar en su boca, que salieron varios chorros.

Silvia: No está mal. No se vaya a ir mi novio con los huevos cargados de leche a su casa no vaya a ser que haya alguna zorrona que quiera de tu polla.

Yo: Será toda tuya.

Así fue nuestro primer fin de semana juntos, espero que les haya gustado.

…CONTINUARÁ