Historia de Nelly

Me confieso y espero su opinión.

Tengo 44 años, casada desde hace 24, mi esposo es mayor a mi con apenas 2 años.  Nos casamos muy jóvenes y eso derivó en el desarrollo de nuestra vida, pertenecemos ambos a familias tradicionales, es decir con muchas apariencias que cuidar.  Nos conocimos muy jóvenes, el 18, yo 16, a los 3 meses de enamorados tuvimos relaciones, sin penetración y lo mantuvimos así hasta un año antes de casarnos, eran las fiestas de fin de año, tuvimos relaciones y me quedé embarazada, nos casamos en Abril y nuestro primer hijo nació en Septiembre, nos resolvimos a hacer matrimonio y ya cumplimos 24 años de casados y tenemos 3 hijos en total, ya todos mayores de edad. Poco antes de casarnos, el me fue infiel y estoy segura que al poco tiempo de habernos casado, también.  Con los problemas generados por nuestra juventud, nos llevamos bien, compartíamos muchas cosas, el me demostraba cariño, éramos casi una familia joven de modelo.  El trabajaba bien, salía adelante ya tenía su empresa propia, aunque para poder generar el dinero necesario, dejó de estudiar, cosa que me arrepiento de haberle permitido, nuestra posición económica no era holgada, pero íbamos viviendo.  Teníamos unos 8 años de casados, cuando mi esposo por su trabajo desarrolló amistad con un proveedor y un día le invitó a almorzar, en la tarde se tomaron unos tragos y luego vinieron a la casa, cuando yo llegué les encontré instalados bebiendo en mi sala, situación molesta para cualquier ama de casa, pero al entrar me causó tal impresión este señor, que se me fue cualquier mal humor, me pareció un hombre guapísimo, había mucha química, no tenía idea de lo que es desear, pero simplemente me gusto mucho, su físico, su personalidad, sus detalles, etc.  Mi esposo se dio cuenta, y lo conversamos después, le conté honestamente toda la verdad y mi marido me dijo que eso era "química", que así nos pasaba a todos los seres humanos, y no pasó a mas.  Durante los tres años siguientes, las familias nos hicimos muy amigos, su esposa y yo éramos buenas amigas, los niños también. Un día me contó mi esposo que su amigo le habían dado el pase a vivir en Cali, iniciaron la mudanza, con ella nos apenamos mucho y la relación de nuestros esposos se volvió nostálgica, se reunían, se tomaban los tragos, se hacían muchas despedidas. Ella ya se fue para recibir las cosas y armar la casa y el se quedó para acabar de empacar, despachar las cosas y entregar la oficina, era jueves, a eso de las 6 hablé con mi esposo y me dijo que estaba con su pana, ayudándole en la penosa tarea, y que nos invitaba a merendar, le dije que bueno que ya organizaba a los niños, dijo que me pasaban viendo en un rato mas.  Así fue, fuimos a su casa, le ayudamos un rato, después comimos y con la comida tomamos bastante vino y después continuamos con el vino.  Yo no bebo y ya iba como en la tercera copa, conversábamos y mi química con este amigo comenzó subir, nos pusimos a jugar cartas, las cosas iban subiendo de tono, yo estaba muy inquieta por mi esposo por el ambiente que sentía y en un momento en él que el fue al baño, le mire a mi esposo preocupada y su respuesta me movió el piso, me dijo que no pasaba nada, que le tenía gran aprecio a su amigo, que siempre supo cuanto me gustaba y que no me preocupe que era mi noche y que todo sería hasta donde yo quisiera y que ese era su regalo para mi por lo tanto que me quería.  Cuando nuestro amigo regresó continuamos jugando a las cartas, apostando y el que perdía entregaba una prenda, todos perdimos muchas prendas y yo mi ropa, esa noche tuve relaciones 2 veces con este amigo y después con mi marido, la imagen de mi esposo cambió esa noche totalmente para mí. Con este amigo nos continuamos viendo y teniendo relaciones entre dos y tres veces al año, en delante y a espaldas de mi esposo durante los siguientes 5 años, quería mucho a mi esposo pero era como si hubiera caído de su pedestal, en medio de esto mi esposo tuvo reveses económicos serios, hizo malos negocios y en lugar de ganar, le robaron, perdió mucho dinero  y tuvo que cerrar su negocio, se quedó sin trabajo, con deudas, yo no podía perdonarle que nos pusiera en aprietos, se puso a trabajar  en una constructora y a hacer  vida de campamento, literalmente se fue de la casa, venía 3 días cada 3 semanas, los acreedores molestaban, mis iras eran mayores.  Un día en un evento, conocí a un Sr. de Bogotá, mayor a mí con más de 15 años, divorciado con muy buena posición económica, esa misma noche, a la salida del evento, me fue a dejar en mi casa en un taxi, le dije que estaba separada....  Al siguiente día se regresó, pero comenzó a llamarme, y comenzamos a conversar, era como si me transportara a otro mundo, lleno de comodidades, era un sueño y él se portaba súper bien, un día me mandó los pasajes y me dijo que vaya a Bogotá.  Mientras tanto parecía que mi esposo sentía lo que pasaba, se volvía mas posesivo, y yo veía como sufría el tener que irse tantos días a trabajar, ya casi acababa a pagar las deudas. Resolví mentir, le dije que tenía que irme por una oportunidad de trabajo y me fui a Bogotá, Cuando esa tarde me llevó a una habitación del Hotel Oro Verde, todo fue un desastre, el no tuvo una buena erección y yo me sentí sucia, termine encerrada en el baño llorando.  El se mostró sumamente comprensivo y cuando me llevó al aeropuerto, nos besamos muy tiernamente y eso me llegó de una manera reconfortante.  Llegue a casa toda asustada, mi mente era confusión total, aprovechando que era vacaciones me armé de valor y fuimos con los hijos a vivir tres meses en el campamento con mi esposo.  Al poco tiempo el amigo de Bogotá consiguió el número de teléfono y comenzó a llamarme, me convenció, hicimos planes y varias veces salí del campamento inventando alguna escusa y tuvimos relaciones, estaba bien, las escapadas me proporcionaban la energía para lidiar con mi esposo, su papel de víctima y todo ello de estar metidos en el fin del mundo.  Al final de las vacaciones, mi esposo había pagado sus deudas, dejó el campamento y regresamos todos a vivir en la ciudad, no teníamos deudas, ni dinero, mi esposo no tenía  ni trabajo, me parecía que no ponía empeño en buscar, eso me molestaba. consiguió  trabajo, yo seguía viéndome con mi amante cada cierto tiempo, la mayor parte hablábamos por teléfono, un día comenzó mi marido a sospechar algo, la relación con mi amante no tenía futuro, varias veces me invitó que dejará todo, que él se haría cargo de la educar a mis hijos y que me fuera con él a Bogotá.  Tal vez hubiera sido lo mejor, pero no pude hacerlo, tuve miedo, quizás pena, no se.  Como mi esposo comenzó a sospechar y nuestra vida se volvía un infierno, un día en una discusión por qué me encontró al teléfono, le confesé todo, fue el drama, se volvió medio loco, dijo que se quería matar, que me odiaba, creo que le faltó coraje para dejarme, tal vez por lo golpeado que estaba por todo lo sucedido en su vida.  Es un excelente padre y se adoran mutuamente con los hijos, un ejemplo de papá.  Me perdonó y resolvimos seguir, la poco tiempo volví a tener relaciones con mi amigo de Bogotá, la siguiente vez que pasó, le confesé a mi esposo, me dijo que no importaba lo que yo hiciera, con tal que no le mintiera. Un tiempo después un amigo de mi esposo y de mi, que se había divorciado poco tiempo antes me encontró y me trajo a la casa, en medio de la conversación me contó que se había comprado una computadora y como yo conozco del tema, me pido que le de poniendo al día, me atrajo la idea y aprovechando que mi esposo estaba de viaje, le dije que en la noche organizaría a mis niños para poder ir a darle viendo me pasó viendo a las 9, me llevó a comprar un botella de vino, fuimos a su casa a ver el computador, en el camino nos tomamos una buena dosis de vino, entramos a la casa, al cerrar la puerta me besó y nos pasamos en la cama, muy satisfactoriamente, como hasta las tres de la mañana. Al día siguiente, el no fue al trabajo y pasamos en su cama toda la mañana, en la noche nos vimos de nuevo, yo había quedado en encontrarme con mi esposo en Guayaquil, se ofreció a llevarme al aeropuerto y en realidad me llevó a su casa, perdí el vuelo, dejé a mi marido plantado en el aeropuerto de Cali, un caos.  Al reunirme con mi esposo, haciendo honor a nuestra palabra, le conté todo, dijo que me comprendía, y que me agradecía mi sinceridad, y que por eso no pasaba nada, que me quede tranquila.  Luego me llamo mi amigo a decir que mi esposo le había ido a ver y reclamar y que no quería volverme a ver, que soy muy tonta y que le hecho pasar el peor momento de su vida, ahí terminó.  Yo le perdí la confianza a mi marido, al poco tiempo le descubrí a él en una aventura, le pegué a la tipa,  Para completar mi hermana que vive en otra ciudad, me contó que tuvo un desliz con un amigo de la familia, al poco tiempo el vino a Cartagena, de vista y le invité a cenar en casa, no estaban nuestros hijos, sin alargar el cuento me dio ganas y terminamos la velada los 3 en nuestra cama matrimonial, no me gustó hacerlo con él. Un tiempo después, de no mucho, tuvimos un huésped extranjero en nuestra casa y una noche cuando no estaban nuestros hijos, con la ayuda y complicidad de mi esposo, me pasé a la cama del huésped, y tuvimos relaciones, la ventana estaba abierta y mi esposo escuchó todo. Pasó el tiempo y se me presentó la oportunidad de entrar a trabajar en una empresa importante, el gerente que me brindó la oportunidad, me cortejó y engañando a mi esposo me llevo dos veces a la cama de un hotel.  No me pareció correcto y le pedí que no mas. Al poco tiempo se cambió el gerente y vino un señor de Bogotá a ese puesto, no tardó mucho en llevarme a la cama y nos hicimos amantes, hablábamos, andábamos juntos con la escusa del trabajo y un día en que mintiendo me fui al departamento de él, sonó la puerta y llegó mi esposo, nos había descubierto.  Se armó la grande, comenzamos a vivir una guerra con mi esposo, nos amenazó que si la cosa no terminaba habría serios problemas, se enteró su esposa y el obligó a renunciar, se fue, con mi esposo después de mucha guerra alcanzamos la paz, me perdonó, han pasado 7 años, hasta la fecha seguimos hablando por teléfono con él y nos hemos visto algunas veces, la última vez que hicimos el amor fue hace unos tres años. En mi trabajo tengo relación con clientes, hay uno, menor a mí con unos 10 años un día en una visita el rato de salir me atrancó la puerta y yo no pude decir que no, llevamos 3 años, muy claramente entendido que lo nuestro es netamente sexual, le visito en su trabajo, más o menos una vez al mes y tenemos relaciones, muy satisfactorias por cierto a pesar que lo hacemos en la incomodidad de su oficina, algunas veces hemos ido al motel, ayer me llamó nuevamente, la última vez que estuvimos fue hace un mes, pero ya no quiero más, al menos en este momento. Por otros motivos, mi esposo se enteró, y me ha permitido ir a las citas, aunque después le tengo que pasar cuentas, dice que es una sensación especial sentirme después de haber tenido otro encuentro, para mí no es tan agradable. He tenido un par de deslices cuando he estado de viaje.  Mi esposo me presentó un día a un chico, me dijo que lo conocía por trabajo, pero no creo, salimos una noche, y terminamos en el motel, haciéndolo en delante de mi esposo, lo repetimos como 3 veces.  Luego pasó lo mismo con otro señor.  Me contrataron para una consultoría y termine en la cama con el contratante, a escondidas, dos veces. Pero antes de eso, hace 2 años conocí un día a un señor que debe tener como 60, divorciado, vive solo, comenzamos a chatear y al poco tiempo me tenía excitada y con ganas de tenerlo en la cama y así pasó, nos vemos cada cierto tiempo, hemos estado juntos unas 10 veces en este tiempo.  Hace poco conocí a un  europeo, estamos chateando y tengo ganas de tenerlo en la cama, me ha ofrecido venir al país en febrero. Hace un mes, mi esposo me dijo que sospechaba de mi comportamiento, me pidió la verdad y yo no podía contársela, le dije que no pasaba nada, me respondió que si no le decía la verdad me atenga a las consecuencias, no le hice caso, me investigó, un día que yo no estaba, extrajo la información a mi computador, y se enteró de todo. Se ha armado la grande, me dijo que me vaya de la casa, le he pedido que me perdone, nunca le he visto tan enojado, pero estamos en el empeño, noto que pone empeño pero no logra perdonarme, yo le quiero y no quisiera por nada del mundo dañar el hogar de mis hijos.  Hace poco me preguntó por qué lo había hecho, yo le respondí sin pensar que había sido por placer, creo que le dolió, nuestras relaciones intimas no son malas, aunque desde hace tiempo no son buenas tampoco, hace poco, a los tiempos, alcancé un orgasmo con él. Al momento tengo 3 amantes, con permiso de mi esposo, me he acostado con ellos indistintamente, hasta en una semana con 2 y después regreso a casa donde me espera mi esposo, le cuento lo que vengo haciendo, mientras me penetra en mi dilatado y mojado sexo.  Al principio no me gustaba, paro últimamente he alcanzado sendos orgasmos mientras me hace y le cuento como me habían hecho apenas poco tiempo antes. He tenido 17 amantes a lo largo de estos últimos 10 años de matrimonio, he tratado de ser lo más explícita, si hay algún detalle que no está claro, me indica y le aclaro, por favor deme su opinión, y consejos. Por demás está decir que confío en su discreción profesional.

Espero sus comentarios., Nelly