Historia de Ady (12)
Nos esperaba impaciente. Nos saludamos con cierta familiaridad y una mujer emergió de la penumbra de la estancia. Pierre, nos la presentó...
CAPITULO XII
Nos esperaba impaciente. Nos saludamos con cierta familiaridad y una mujer emergió de la penumbra de la estancia. Pierre, nos la presentó :
- Dana, te presento a mi amigo Alex y su mujer Ady, que trabajará para nosotros durante un tiempo. Por las mañanas en la calle haciendo visitas y por las tardes en la tienda.
Saludó a Alex y a mí me dio un ligero beso. Parecía tener unos 35 años. Era una mujer alta, morena, elegante y sobre todo atractiva. Su seriedad era un rasgo que la hacía más inaccesible. Una vez hechas las presentaciones, tomó nuestros abrigos y nos sentamos. Y a continuación dijo :
Con relación al salario, Ud. lo concretará con Pierre. El horario será bastante flexible y cómodo. De 10 a 14 horas por la mañana y de 19 a 22 horas por la tarde. En cuanto al uniforme, tengo varios modelos que me gustaría probarla y espero que Ud. no se oponga al que elija.
En la tienda es toda suya. Tendrá plena libertad para vestirla como más le guste.
En ese caso, le anticiparé que no utilizará medias ni zapatos. Los vestidos, cuando los haya, siempre minifaldas, serán de una o dos piezas, semi transparentes y con amplias sisas y profundos escotes. En la tienda todas las dependientas están descalzas, no hay problema pues el suelo está enmoquetado y cálido. Y además suelen portar un collarín y algunas veces cadenas que parten del mismo hasta los grilletes en sus muñecas.
Me parece muy acertado, dado el tipo de clientes que deben tener en esos lugares. ¿Qué me dice en cuanto a la seguridad?.
En ese aspecto no debe preocuparse. Siempre hay 2 guardas jurados y otro camuflado. Sin embargo, surgirán situaciones especiales. Por ejemplo, algún cliente querrá palpar su cuerpo o querrá como queda un determinado artículo. ¿Hasta dónde me permite llegar con su esposa?.
En cuanto a que la manoseen o tenerse que probar artículos, sin límite. Es más, queda autorizada para poderla exhibir luciendo lencería u otros objetos cuando lo estime conveniente. ¡Eso sí!, que sea en un lugar más reservado. ¿Hay alguna actividad mas que pueda surgir?.
¡Pues sí!. No es frecuente, pero algunas veces determinados clientes desean probar el material sobre una de las dependientas. Ellas mismas, saben que deben dejarse manipular, azotar o atormentar, ya que tienen una gratificación. Y siempre se hace en un lugar privado.
Siempre que no haya daños irreparables y que no llegue a ser un tormento desmesurado, permitiré que mi esposa participe. Y deseo que en esos casos se la asigne una gratificación que Pierre y yo convendremos mas adelante.
Entonces, todo de acuerdo. Ahora, saldremos un par de horas para enseñarla las direcciones de los clientes más importantes y en donde y a que horas se les puede localizar. ¡Se me olvidaba!, por cada cliente nuevo que consigue una dependienta se la hace un regalo de cierto valor y además se le incrementa la gratificación.
No se cruzaron mas palabras y me despedí de Alex, dándole un beso en los labios. Después seguí a Dana que me dijo :
- Es un conjunto muy sugerente y me gusta. Elige modelos similares para las visitas, venderás mucho más.
Me sentí ligeramente halagada. La verdad es que me encontraba de lo más provocativa. Nos pusimos los abrigos y salimos en su coche.
Los barrios que recorrimos eran de muy alto nivel y además vigilados y tranquilos. Me fue mostrando cada una de las casas en las que teníamos clientes. Paramos unos minutos para contemplar una de las casas y aprovechó para decirme :
Mañana, echarás cierto tipo de información en los buzones de cada una de estas casas acompañada con una tarjeta que realizaremos esta tarde para tí. No te preocupes, la información no será agresiva y tu nombre será cambiado. Cuando te llamen a la tienda, deberás preguntarles si son clientes habituales o nuevos. En cualquier caso el ordenador te dará toda la información que necesites. Además, si lo deseas puedes enviar las fotos tuyas que desees si ese cliente tiene un medio para visualizarlas. ¿Alguna pregunta?.
No. Todo está claro y parece una tarea sencilla y cómoda.
En efecto. Lo más molesto pueden ser las pruebas que los clientes quieran hacer contigo, pero si no te importa demasiado éso o el estar medio desnuda en la tienda y encadenada, todo te parecerá una maravilla.
Estoy deseando empezar esta tarde.
Me alegro que pienses así. Volvamos a casa de Pierre y te podrás ir con tu marido. Esta tarde nos veremos de nuevo en casa de Pierre a las 7 de la tarde.
Una vez ante Pierre y Alex, les comenté que me agradaba el trabajo y que mi nueva jefa me lo había explicado todo perfectamente y que me sentía motivada. Observé ciertas sonrisas en Pierre y Alex, pero no dijeron frase alguna.
Alex y yo, volvimos a nuestro palacio y le pregunté :
¿Sería posible que me hicieras el amor antes de comer?.
Me has quitado la idea. Sube al dormitorio, quítate la ropa y espérame a cuatro patas sobre el suelo. Antes de penetrarte te azotaré un poco las nalgas y la vagina.
Asentí y subí corriendo hasta la habitación. Me desnudé en dos segundos y busqué el látigo encerado de nudos y lo dejé detrás de mí. Y me puse en la postura requerida, separando muchos las piernas.
No tardó mas de dos minutos, aunque me parecieron una eternidad. Pude observar como se acercaba y se desnudaba, dejando la ropa sobre una silla. Luego se acercó a mis nalgas y cogiendo el látigo del suelo lo rozó contra mis carnes palpitantes.
Rápidamente, sentí el zumbido del látigo y el escalofriante golpe en mis caderas, que hizo que me tambaleara y exclamara de dolor. Arremetió contra mis nalgas en dos latigazos cruzados que me hicieron temblar de dolor y aflojaron un poco mis piernas.
El siguiente azote me llegó vertical desde abajo y se incrustó entre mis piernas. Los nudos se clavaron en mi vagina y mi ano y salí disparada hacia adelante a la vez que soltaba un desgarrador grito de dolor.
La sensación fue tan terrible, que tardé unos segundos en reaccionar mientras me retorcía de dolor. En cuanto fui consciente, recuperé la posición inicial para que Alex volviera a castigarme semejante zona.
Lo hizo con el siguiente golpe, pero conseguí aguantarme en la posición, aunque las piernas me temblaban excesivamente. Alex, aprovechó para fustigarme los temblantes muslos con dos pares de azotes cruzados.
Poco a poco perdía la firmeza de mi postura. Alex, debía de estar disfrutando viéndome hecha una piltrafa, sin embargo me siguió azotando las nalgas sin descanso.
Después de unos minutos y cuando ya mis rodillas tocaban el suelo, Alex terminó el castigo con un par de azotes sobre la vagina que terminaron por destrozarme. Entonces, me dijo :
- Ahora, estás preparada para el amor. Sube a la cama y quédate en esta misma postura.
Le obedecí, consiguiendo moverme a duras penas. Alex, se acopló sin esfuerzo en mi conducto anal. Entraba y salía sin descanso. Las sensaciones que sentía eran de auténtico tormento. En cuanto comencé a sentir el placer, cambió a mi vagina y éso me hizo enloquecer de dolor y angustia, ya que la tenía excesivamente sensibilizada por los nudos del látigo.
Al cabo de unos minutos, comencé a sentir el placer en la vagina y cuando Alex, cambió al ano, el placer aumentó. Poco a poco me fui sintiendo bien y terminé por soltar un sordo rugido de placer. Se separó de mi conducto anal y se introdujo en la vagina. Me hizo locuras con el pene y el placer fue subiendo a mayor velocidad de la que yo era capaz de soportar.
Como consecuencia un nuevo delirio de placer se apoderó de mi ser. Y Alex, cambió de nuevo a mi ano. Y sin descanso, comenzó a recorrer aquel angosto canal, hasta que me derretí en un super orgasmo, que hizo que me desplomara sobre la cama.
Me dejó descansar un minuto y acercó su pene a mi boca. Saqué fuerzas de mi interior y le atendí como debía. Me encantaba tener su pene en mi boca.
Después de varios escarceos, Alex ya no pudo controlar mas la sesión y ante un enorme rugido eyaculó en mi boca. Esta vez, tuve la suerte de no derramar gota alguna de su flujo de esperma.
En cuanto hube tragado todo el caudal, limpié suavemente con mi lengua los restos de esperma de su pene.
Y a continuación caímos rendidos los dos en la cama.
Trás descansar un poco, me dijo :
Ady, tenemos que comer. ¿Bajas así y luego te aseo, o lo hago ahora y comes sóla después?.
Te acompañaré a comer de este modo. Luego, todavía habrá un par de horas para asearme convenientemente. Y sobre todo, gracias por hacerme feliz.
Me dejó ponerme una bata de seda semi transparente y bajamos al salón.
Comimos con apetito, aunque yo notaba molestias en mis nalgas y en mis partes íntimas.
Después de la comida, Alex me condujo hasta la biblioteca y me aplicó el bálsamo. Y después de unos 10 minutos, me duché en el cuarto de aseo de la biblioteca.
Me desmaquillé totalmente y me puse el mismo vestido de la mañana.
Alex, me dijo que me encontraba algo apagada y que debería animarme un poco.
Nos fuimos a casa de Pierre. Nada mas vernos se alegró. Dana, apareció a los pocos segundos y se acercó a mí y dijo :
- Alex, me alegro de volver a verle. Y a tí, también, Ady. Si te parece podríamos bajar al local. Se halla en un lateral de esta mansión.
Alex, hizo un gesto de asentimiento y seguí a Dana hasta el ascensor privado. Bajamos hasta el nivel de la calle y recorrimos un largo corredor, hasta llegar a la puerta trasera del local. Un guarda de seguridad nos dejó pasar al reconocer a Dana.
Como aún era pronto, el local estaba vacío y a oscuras. Dana lo iluminó para mí, al tiempo que decía :
Ady. Desnúdate y aprecia los productos de este local. He pensado en tenerte encadenada, pero prefiero que lo decidas tú.
¿Cuántas chicas seremos para atender a los clientes?.
Contigo, seréis 6 vendedoras.
¿Las otras 5 vendedoras estarán encadenadas?.
Todas, menos una. Se niega por el momento, pero es cuestión de tiempo. Ayer, sin ir mas lejos la permití que un cliente utilizara un látigo de nudos en su cuerpo. Y se sintió encantada.
Si la mayoría de mis compañeras están encadenadas, yo también quiero estarlo. Dana, ¿podría enseñarme la ropa que deberé vestir?.
Por supuesto. ¡Sígueme!.
Me llevó hasta un apartado en el mismo local. Era como un probador un poco grande, totalmente cubierto de espejos. Dana me entregó una cajita algo más grande que un cartón de cigarrillos. La abrí y vacié su contenido.
Era un vestido dos piezas muy poco transparente. Un top y una minifalda. Me probé el top y sentí que flotaba sobre mis pechos. Me llegaba hasta la cintura, pero era muy amplio. Además el escote delantero era muy profundo y las sisas muy amplias. Cuando me puse la faldita me observé en el espejo.
Me sentía excesivamente provocativa, pero me gustaba el diseño. Y así se lo hice saber a Dana. Observé como se alegraba su semblante. Me indicó que la siguiera y ella misma me maquilló a conveniencia de la casa. Mas o menos como yo lo hacía para Alex.
A continuación me hizo pasar a otro cuarto en donde me mostró toda una estantería de collarines, dogales, pulseras y grilletes. Y me dijo :
- Por el momento, elige el dogal que más te apetezca y después busca los grilletes que hagan juego con la elección.
Encontré un dogal que me llamó la atención y lo cogí en mis manos. Noté que era suave al cuello y le dije a Dana que deseaba ése. Busqué los grilletes correspondientes y me dejé colocar todo el conjunto por Dana.
Después me puse aquel vestido y Dana, completó el conjunto sujetando dos cadenas muy finas y brillantes desde mis grilletes hasta la parte trasera del dogal.
Cuando me miré al espejo, me sentí provocativa. Pero me sentía bien y con ganas de probar aquel mundo. Y reconocí que Alex había hecho muy bien en no consultarme si permitía o no participar en aquella tienda.
A los pocos minutos, llegaron las dos primeras dependientas. Dana, me presentó y ellas se sintieron agradecidas y sonrientes.
Una de ellas, dijo :
- He sido la nueva durante mas de dos meses. He tenido que sufrir los sarcasmos de mas de un cliente y dejarme utilizar para las pruebas de látigos. Ahora, Ady, llega para relevarme. Le cedo ese mostrador.
Dana, accedió y mientras se estaban vistiendo, me dijo :
Ady. Ocuparás el mostrador de los látigos, fustas, vergajos y cadenillas. ¿Te parece bien?.
Perfectamente. Tengo que empezar en algún lugar. ¿Hay muchos clientes en este mostrador?.
Depende de los días. Sobre todo, déjate manosear. Y cuando te pidan algo extraño a la venta, deberás decirles que hablen con la jefa, que soy yo. De todos modos, los clientes de ese mostrador son poco exigentes y no te molestarán demasiado.
Y mientras no haya clientes, ¿qué podemos hacer?.
Existen juegos recreativos en cada uno de los mostradores de la sala con los que os podéis entretener. También podéis hablar entre vosotras.
De acuerdo. Estoy dispuesta a vivir la experiencia.
Pues, salgamos a la sala. El local se abrirá dentro de poco.
Me crucé con las rezagadas y Dana me las presentó. Salieron al cabo de 5 minutos, ataviadas de forma similar a la mía. Y algo que me llamó la atención. La joven que se negaba a portar las cadenas, las exigió para estar a la altura de sus compañeras.
Observé a Dana exultante de placer. Y la colocó un par de cadenas como las llevábamos todas las demás.
En el local había siete mostradores. El más importante lo ocupaba Dana, que se encargaba de cobrar o anotar pedidos.
Cada mostrador, tenía un cometido, según se detallan :
Alquiler Todo tipo de películas eróticas, porno o porno-sádicas.
Objetos Diferentes tipos de penes de látex y vibradores.
Aparatos Todos los tamaños medios y pequeños para el tormento.
Lencería Cantidad de combinaciones de ropa interior (Ero y Sado).
Contactos Anotación de necesidades del cliente, para inmediatos contactos. Intercambio de parejas. Alquiler de esclavas. Y cualquier otro tipo de actividades relacionadas con el sexo.
Material Todo tipo de objetos de tormento. Fustas, cadenillas, vergajos, látigos, grilletes, dogales, etc. y también revistas de todo tipo.
Todas mis compañeras eran jóvenes y muy atractivas. Eramos tres rubias y tres morenas. Todas con la piel muy blanca, a excepción de una que era mulata y tenía la piel más morena y aterciopelada.
El mostrador más tranquilo, físicamente hablando, era el de Contactos. Le seguía el de Alquiler y a continuación el de Lencería. Los mas complicados y penosos eran el de Material, Objetos y Aparatos. En estos tres últimos se podía pedir una demostración. Y las tres jóvenes que atendíamos dichos mostradores nos teníamos que ayudar para satisfacer la demanda de los clientes.
A mí, me había gustado desde el primer momento el mostrador que al parecer era el mas odiado entre mis compañeras. Cierto, que la mayoría de los clientes pasaban por el mismo y algunos exigían demostraciones. Pero éso a mí me entusiasmaba. Una regla impuesta por Dana, decía que sólo se podía utilizar un azote específico, con diez azotes como prueba. Pero me estoy adelantando en el tiempo y creo que desearéis saber lo que aconteció aquella tarde.
Antes de comenzar con este relato, debo decir que las séis dependientas vestíamos de forma similar y que a cada movimiento que hacíamos, nuestros pechos oscilaban en el interior de nuestro top agrediendo sico-sexualmente a los clientes.
El primer cliente de aquella tarde era un hombre maduro. Bien parecido y con ganas de encontrar algo que le agradara. Se acercó a mi mostrador, después de comerse con la mirada a mis compañeras. Personalmente, no se lo reproché.
Le dejé que observara las distintas revistas sin molestarle. Observé como se fijaba en mí y en los látigos que tenía a mi espalda. Supe, que en pocos instantes se aproximaría a mí y me pediría que le mostrase alguno de ellos.
Comprobé con la mirada que mis compañeras estaban desconectadas con la actividad del cliente. Y me sentí más tranquila. Salí del mostrador y mis pechos moviéndose bajo el top, fueron inmediatamente descubiertos por el cliente, para después fijarse en mis piernas desnudas.
Consiguió mirarme a los ojos y entonces le dije :
Si me comenta lo que está buscando, quizá pueda ayudarle.
Busco una revista que creo que se titula "Journey of the pain".
Pues no. Esa revista es antigua y ya no la tenemos en catálogo, pero hay otras muy similares que quizá le interesarán.
Me gustaría saber de que van.
Hay una de ellas que se titula "Pain's week" y otra menos agresiva y parecida a la que busca "Pain's whip".
¿Me podría dar una idea de lo que acontece en cada una?.
Por supuesto. La primera es mas fuerte. Una joven es sometida a toda clase de escarnio durante una semana completa por 4 hombres y una mujer. En la segunda, un hombre se encarga de castigar a dos mujeres jóvenes durante día y medio.
Aquel varón estaba indeciso ante mis exposiciones, pero no quitaba ojo a mis pechos que podía apreciarlos cuando estaba de perfil. Quise seguir atendiéndole, pero otro nuevo cliente se había acercado a mi mostrador. Y me pidió un catálogo de revistas.
Se lo entregué y me pidió ver la portada de una revista del catálogo. Esa revista estaba en el cuarto estante. Empleé la escalera y subí tres escalones, sabiendo que los dos clientes se fijarían en mis nalgas desnudas.
Bajé con la revista y se la entregué al cliente. El otro, que no se decidía por una u otra de las revistas, se situó a un lado del mostrador desde donde podía verme las piernas.