Hipnotizando secretarias (1)
Jimmy es un programador que vivía frustrado sexualmente hasta que empezó a leer sobre la hipnosis y sus efectos espectaculares en la libido femenina. En el lugar donde trabajaba lo que más abundaban eran las secretarias. Mujeres jóvenes y atractivas.
Hipnotizando secretarias Primera parte
Guillermo o simplemente Jimmy es un programador que lleva trabajando más de dos años en la empresa de exportación Sekami y la verdad vivía frustrado sexualmente hasta que empezó a leer sobre la hipnosis y sus efectos espectaculares en la libido femenina. Era delgado y no muy alto, un tipo común y corriente que pasaba fácilmente desapercibido entre los centenares de trabajadores de la empresa.
En el lugar donde trabajaba lo que más abundaban eran las secretarias. Mujeres jóvenes y atractivas que ganaban un sueldo mayor que el suyo a pesar de haber estudiado la mitad del tiempo que él le había dedicado a obtener un título que de nada le servía para ascender en la empresa. La verdad es que veía postergadas eternamente sus aspiraciones de incrementar su sueldo y su estatus social.
Decidido a todo se dedicó a estudiar sobre el tema de la hipnosis y esperó con paciencia la oportunidad para hacer gala de sus nuevos conocimientos. Haciendo gala de una gran inventiva creó una versión tridimensional del logotipo de la empresa, un mapamundi con un rayo en diagonal. Le costó casi medio sueldo pero logró que un joyero lograse hacer realidad su idea. Cuando la tuvo en sus manos y empezó a oscilar la esfera como un péndulo supo que el éxito estaba cerca.
Decidió hacer una pequeña prueba y para eso escogió a la potencial víctima que tenía más a la mano: la secretaria de la unidad de soporte técnico. Ella se llamaba Rosa, todos le decían Rosita, tenía 29 años y vivía con sus padres. Una muchacha silenciosa y con cara de no ser muy lista. Ni fea ni bonita.
Un viernes por la tarde Rosita se afanaba para terminar de ingresar los últimos reportes antes de poder irse a casa. Jimmy se ofreció amablemente a ayudarla. El digitaba mucho más rápido y pudieron terminar antes de las ocho. Como agradecimiento ella le sirvió una taza de café mientras ella tomaba una bebida dietética.
¿Qué harás mañana en la noche? le preguntó él, - ¿saldrás con tu novio?
No lo sé dijo ella. Llevaba saliendo siete años con uno de los encargados de la parte de ventas al menudeo y el tipo parecía no querer formalizar su relación. Probablemente me quede en casa descansando, esta semana ha sido agotadora.
Deberías salir más y para descansar nada mejor que una buena sesión de hipnosis.
¿Hipnosis? dijo ella entre sorprendida y divertida - ¿Tú te relajas mediante la hipnosis?
Claro que sí dijo él. La hipnosis es una técnica que es muy útil para descansar y despertarse completamente renovado. Si quieres podemos intentarlo.
¿Tú sabes hipnotizar? preguntó ella escéptica.
He hipnotizado a varios amigos y si quieres lo intentamos.
Quizás no sea una buena idea dijo ella, indecisa - ¿y si nos interrumpen?
Pues si quieres lo dejamos para otro día pero hoy es viernes y casi todos se han ido dijo él, como si perdieses el interés.
Hagamos el intento dijo Rosita luego de pensarlo por unos segundos.
Muy bien dijo él, mientras sus ojos brillaban frotándose las manos sin que ella lo viese. Ponté cómoda y déjame usar esta cadenita.
Sacó la esfera del logotipo de la empresa y le indicó que se relajase. Rosita se recostó en el sillón más cómodo de la oficina y siguió las indicaciones de Jimmy, ella no sospechaba lo que él estaba tramando.
- Mira con mucha atención la esfera, Rosita dijo él con un tono levemente autoritario en la voz. - Sólo mantén tu mirada fija en la esfera, mírala fijamente, cada vez más y más. Sólo sigue mirándola. Mírala y poco a poco sientes que todo el cansancio del día te agobia. Te sientes cansada, muy cansada, el trabajo es agobiador. Jimmy bajó un poco el tono de voz y empezó a usar pequeñas pausas. - Mientras miras profundamente, comienzas a sentirte cansada... muy cansada... Mantén tu mirada fija en la esfera y sintiéndote muy cansada... Todo lo que quieres hacer es descansar... descansar... Estás muy cansada y quieres cerrar los ojos... Solo mantén tu mirada cansada más y más tiempo mirando... te sientes más y más cansada... sólo quieres dormir... Te sentirás muy bien si cierras los ojos... cierrar los ojos... confía en mí... cierra los ojos... confía en mí y cierra tus ojos... dormir... estás dormida...
Los ojos de Rosita pestañearon varias veces antes de cerrarse por completo. Ella se deslizó un poco sobre el respaldo del sillón, estaba dormida.
Jimmy sonrió, hasta el momento todo era un éxito. Se levantó y aseguró la puerta de la oficina y apagó todas las luces excepto la del escritorio. Delante suyo tenía a una secretaria hipnotizada y lista para ser usada como su juguete sexual.
Rosita, estás dormida pero me escuchas claramente dijo él con voz de mando.
Sí dijo ella, vacilante. Te escucho.
Escúchame con atención, Rosita. Estás bajo mi control y ahora harás lo que yo te ordene, ¿entendido?
Sí respondió ella con mayor seguridad.
Muy bien, ahora escúchame con atención. Cuando te diga que abras los ojos no me verás a mí sino a tu novio. Quieres hacerle sexo oral y lo harás hasta dejarlo satisfecho ¿entendiste?
Sí dijo ella por tercera vez. Ahora en su voz no había la menor duda.
Despierta Rosita dijo él chasqueando los dedos.- Ya sabes qué hacer.
La secretaria abrió los ojos. Su mirada estaba levemente extraviada pero se arrodilló sin vacilación y le bajó la cremallera. El pene de Jimmy estaba erecto desde hace buen rato. Sin dudarlo Rosia se metió el glande en la boca y empezó a chuparlo con suavidad.
- Así, muy bien la guió él lo haces muy bien Rosita. Recuerda que soy tu novio y te quiero mucho.
La lengua de Rosita se movía hábilmente sobre el erecto pene del muchacho, prodigándole un delicioso latigueo que lo impulsaba a eyacular con velocidad.
Cuando la eyaculación era inevitable Jimmy cogió ambas orejas de Rosita y cogiéndola con rudeza le ordenó: "trágatelo todo, trágalo". Ella obedeció casi atorándose con el semen que brotaba de la verga enrojecida. Jimmy soltó un rugido mientras se vaciaba en la boca de la secretaria.
Ella bebió hasta la última gota. Cuando terminó regresó a su posición inicial. Una gota de semen se escurría por la comisura de sus labios. Jimmy se la limpió con una mano.
- Ahora voy a darte por el culo dijo él.- Quíate la ropa y ponte en posición contra el escritorio.
Nuevamente Rosita obedeció sin protestar. Ella se había convertido en una autómata que recibía órdenes de su amo. Jimmy era el dueño de su voluntad. Se quitó la falda y la truza y se acomodó apoyando sus hombros en el escritorio de la oficina.
A Jimmy no le costó mucho recobrar la erección. Rosita poseía un culo blanco y fofo, no era algo impresionante pero sí lo suficiente para excitar a un hombre. Él se acomodó detrás de ella y separando las nalgas con ambas manos buscó el orificio posterior.
- Respira hondo le ordenó mientras entraba sin más preámbulo en la zona vedada para muchos otros.
Ella se puso tensa cuando el pene del muchacho la ensartó por el culo, pero no fue más que un respingo. Todo estaba bajo control. Jimmy empujó un poco más y luego empezó a moverse rítmicamente.
No pasaron más de unos minutos antes que nuevamente eyaculase inundando la ampolla rectal de la mujer.
Jimmy se limpió y le ordenó a Rosita que se vistiese.
- Cuando cuente hasta tres, despertarás y no recordarás nada de lo que ha sucedido aquí, - le instruyó Jimmy. Te sentirás completamente renovada y descansada. Cuando cuente tres, ya estás despertando uno, ya abres tus ojos dos, ya estás despierta, tres!!.
Rosita abrió los ojos y sonrió, se sentía muy a gusto. No creía mucho en la hipnosis antes de esa experiencia pero ahora estaba convencida de sus beneficios. Se despidió cariñosamente de Jimmy. Mientras bajaba por el ascensor sintió un sabor peculiar en su boca que no conseguía identificar, asimismo tuvo que admitir para sí misma que le dolía un poco el culo.
Ya en su casa, Jimmy se felicitó por el éxito de su primera incursión. Todo estaba listo para empezar a asediar las fortalezas más apetecibles de la empresa.