Hipnotizando a Marta (7)
Los dos hijos de Susana, tambien son dominados mentalmente.
Hipnotizando a Marta (7)
Los dos hijos de Susana eran Luana y Martín. Y el pervertido del Dr. Frenex tenía planes para ellos también. Sobre todo con Luana que era una bella jovencita en la flor de su vida, con poca experiencia sexual pero con un cuerpo que interrumpía el tráfico.
Martín era delgado y musculoso pues practicaba muchos deportes. Su enamorada era Claudia, una delgada estudiante de modelaje sin mucho seso pero con amplia experiencia sexual.
A los muchachos les pareció raro que la mejor amiga de su madre se hubiera convertido en una servicial mucama con un minivestido mientras su madre, Susana se paseaba de brazo con su nuevo novio, un tal Dr. Frenex. El tipo no parecía interesante cuando llegó a casa ese día pero con el transcurso de las horas les llamó la atención que fuese un hipnotizador.
- Quisiera aprender a hipnotizar - dijo Luana
- Pues yo puedo enseñarte – dijo Frenex mientras miraba como al descuido los generosos muslos de la joven que su faldita dejaba ver en toda su plenitud.
- Que bien, que bien – palmoteó Luana, muy alegre - ¿Cuándo empezamos?
- Pues ahora mismo si deseas – dijo Frenex.
- ¡Wow! ¿A quien hipnotizaré primero? – preguntó Luana.
El Dr. Frenex llamó a Marta y le enseñó algunos pasos básicos a la joven. Pronto Luana hipnotizaba a la amiga de su madre con total facilidad. Y sentía como se humedecía su conchita. Definitivamente la excitaba tener el poder de dormir a una persona.
Martín no parecía tan entusiasmado pero el también estaba interesado en hipnotizar a su enamorada y sonsacarle sus experiencias previas de su amplio prontuario sexual. La joven Claudia no se resistió mucho a la manipulación mental y pronto estuvo cantando como una magdalena sobre sus ex novios. Al joven le excitaba sobremanera escuchar sobre ellos mientras la penetraba vaginal y analmente.
Pero el depravado Dr. Frenex no les enseñó a hipnotizar por ser buena gente. Al contrario. Una vez que sus nuevos discípulos estaban más interesados en el tema, procedió a convertirlos en sus esclavos mentales mediante poderosas técnicas de hipnosis que jamás les enseñaría. Pronto la sensual Luana le lamía todo el cuerpo mientras Martín se convertía en un eunuco que le entregaba en bandeja de plata a su promiscua novia.
El Dr. Frenex disponía ahora de cuatro esclavas sexuales y un vasallo que procedían a satisfacer todos sus caprichos libidinosos. Obviamente lo primero que hizo fue un trío con madre e hija. Le excitó mucho ver a las dos mujeres de diferente edad disputándose el derecho a lamer su miembro viril. Para divertirse, hizo que Martín sodomizase a Marta mientras Claudia filmaba todo con una minicam que guardaba la orgía para la posteridad.
Luego de divertirse con ellos por varias horas, los “apagó” y mientras todos dormían profundamente, el Dr. Frenex se dedicó a navegar por internet, buscando algunas ideas para llevarlas a la práctica con sus nuevas mascotas.