Hipnotizando a Marta (4)
Nuevas perversiones y una orgía
Hipnotizando a Marta (4)
Marta revisó la página web donde estaban publicadas sus fotos eróticas. Leyó los comentarios y respondió un par de veces. Lo hacía mecánicamente según las indicaciones que le había dado Alvaro.
Ya estaba cambiada para salir. Tenía puesto un microvestido sin nada debajo. Para evitar que la molesten por la calle, se puso un sacón encima antes de pisar la vereda.
Cogió un taxi. Se dirigió a un bar para solteros donde causó sensación por la ropa que usaba. No era la mujer con el mejor cuerpo pero sí la que vestía provocativamente.
Se acercaron un par de hombres pero ella los rechazó amablemente. Suspiró de alivio cuando llegó Alvaro. De inmediato él le señaló a uno de los que le pareció que tenía más dinero. Media hora después salían los tres rumbo a un hotel.
Era la tercera vez que hacían eso. Alvaro escogía con quien pasaría Marta unas noches de sexo. El varón escogido pagaba el hotel y debía aceptar la participación de Alvaro como mirón y tomar algunas fotos. Marta tenía un antifaz en su cartera por si el varón quería ocultar su identidad.
Mientras el hombre escogido esa noche le rompía el culo a Marta, Alvaro pensaba en nuevas perversiones. Ya toda la facultad sabía que la antes circunspecta Marta era una loba del sexo. Sus fotos y videos porno circulaban en móviles y correos. Pero Alvaro quería llevarla a un nuevo nivel.
Después que el hombre se fue, Alvaro ató a Marta a la cama y se dedicó a torturarla con hielo y cera derretida de velas. Mediante la hipnosis Marta sufrió dolor incrementado por lo que debió amordazarla.
A la mañana siguiente, se dirigieron al departamento de Alvaro. Este era minúsculo pero necesitaba algo de limpieza. Marta quedó a cargo. Luego desayunaron y llamaron a Susana, que a esa hora quedaba desocupada de sus tareas domésticas.
Ni bien llegó Susana, Alvaro la puso en modo esclavo y procedió a sodomizarla con diversos instrumentos. Marta tomaba las fotos. Más tarde ella misma se encargaría de subirlas a su página web.
Luego del almuerzo, Alvaro hizo que sus esclavas le prodigaran un show lésbico que también grabó y subió a la web. Ya empezaba a tener suscriptores y así ganaría algo de pasta. Definitivamente le estaba yendo bien.
Por la noche puso la cámara web y fue seleccionando a los desesperados hombres que entraban a ver a mujeres desnudas. Rápidamente seleccionó a tres. Cada uno pagaría una fuerte suma por pasar la noche con las dos mujeres.
La reunión fue en un hotel del centro. Los varones llegaron puntualmente y luego del saludo protocolar, pagaron y subieron a la habitación donde los esperaban Susana y Marta desnudas.
Alvaro también participó y la cámara estuvo a cargo de todos los varones que se la turnaban mientras follaban a las dos mujeres.
Las dejaron bañadas en semen. Uno de ellos resultó realmente pervertido ya que les practicó el beso negro a ambas y no paraba de darles nalgadas. Ellas resistieron las embestidas de este tipo y la de los otros.
A la mañana siguiente Alvaro las llevó a la casa de Susana. Vacía para la ocasión. Actualizó la página web con la orgía de la noche anterior mientras ellas dormían.