Hilda mi cuñada, Adelaida mi novia y Yo.

Después de que hicimos el amor con Hilda mi cuñada en el hospital en el sillón de Odontología, fuimos a su casa y de paso salude a su hermana mi novia.

Hilda mi cuñada, Adelaida mi novia y Yo.

Como están es un placer nuevamente dejar en unas líneas momentos que valen la pena escribir.

Después de que hicimos el amor con Hilda mi cuñada en el hospital en el sillón de Odontología, fuimos a su casa y de paso salude a su hermana mi novia.

Nos saludamos con Adelaida y ella nos pregunto porque veníamos tan agitados a lo que solo respondimos que estaba obscura la calle y temamos que nos robaran. – Por eso ya no se preocupo y nos invito a tomar café con galletas.

Hilda después de la cena dijo que se retiraba a descansar y nos dejo en la sala charlando, al rato me grito y me dijo que fuera a su cuarto a acariciar sus cabellos para que le entrara sueño, Adelaida me dijo que fuera ya que nos teníamos mucha confianza y siempre lo hacia yo así con ella., mientras terminaba con su tarea de la escuela.

Entre a su habitación que compartían con mi novia y me acosté con ella a acariciar sus cabellos,- No puedo negar que linda se veía con su bata de seda blanca larga sin sostén, pero era tal su cansancio que se quedo dormida en mis brazos mientras jugaba yo con su cabello. Al rato llego Adelaida al ver que no hacíamos ruido note que se asomo con sigilo a la puerta pero como nos miro le lleno de ternura ya que miraba de mientras la televisión. Y me dijo, Mario ya es un poco tarde si quieres puedes irte ya termine de hacer la tarea me voy a descansar.

Me levante de la cama, pero Hilda me dijo que me quedara con ella y me abrazo por eso Ade me permitió quedarme e inclusive se acostó con nosotros para que la abrazara también, cuando se apago la luz le di gracias a los protectores del desierto del Sahara porque al fin tenia mi pequeño harem.

No pasaron ni cinco minutos cuando mi novia comenzó a besarme y a jugarme la pinga a lo que yo respondí que se daría cuanta mi cuñada pero ella se acostó en mi pecho y se soltó su sostén para que yo jugara con sus senos que comenzaron a ponerse duros. – Cada vez que jugaba con mi pene me ponía mas excitado. De pronto note que Hilda se empezó a mover solo que yo estaba de espaldas besando a su hermana, por eso note cuando me abrazo disimulando que estaba dormida y rodeo mi cintura por eso mi novia no me dijo nada y siguió jugándome la verga, yo agarre la cabeza de mi novia y la dirigí a mi falo, aunque con un poco de protesta accedió ya que podrid darse cuenta su hermana mayor. Que empezó por atrás a besarme la espalda y aruñarme que era su costumbre mientras ni novia besaba mi pene en la oscuridad de la habitación que realmente estaba muy obscura.

Hilda me jalo un brazo hacia atrás y dirigió mi mano izquierda a su rajada ya húmeda para que juguetera con su sexo, cuando termino Adelaida de besarme el palo se quito su Short y me dijo que se la metiera pero sin que se diera cuenta Hilda, que me di cuenta que aun no se había dado cuanta que también tenia a su hermana en plena excitación. Adelaida abrió sus piernas y de lado se la metí, estaba muy caliente y mi verga se acomodo rápidamente entre su vagina, tenia muchos vellos, mucho mas que su hermana a la cual le acariciaba su clítoris mientas se la metí lentamente a Adailde que se vino ahogando sus gritos en la almohada.

Se vistió rápidamente una vez que llego a su clímax y se durmió diciéndome que cuando ella roncara me fuera para que no me diera cuanta, pero que mientas la adormeciera con tiernas caricias.

Ya Hilda pegaba sus pechos en mi espalda exigiéndome que dejara de fajar a su hermana y la fajara a ella, ya que solo pensó que eso fue.

Cuando Adelaida ronco Hilda codeo mi costilla y se levanto su bata para montarse en mi nuevamente y sentir la penetración, rápida pero yo le hable al oído y le propuse hacer un 69, - esta sin reparar acepto y empezó a besar mi verga lentamente mientras jugué con su sexo, mientras con mi otra mano se me apeteció meter la mano por su trasero a ni novia que ya dormida solo se acomodo entre gemidos. Hilda celosa separo mis manos de Adelaida y se bajo a mi pene para hacerle una mamada de campeonato, parecía que hacían competencia para ver quien era la favorita.

Yo también le di una mamada a sus panocha y me la refregó en la cara cuando se venia, por eso cuando terminamos me acosté entre las dos y las abrasé en mi pecho, esta relación nos duro tres años, se que Adelaida no se dio cuanta y vi que cada vez Hilda peleaba mas con ella, yo cumplí con no lastimarlas sentimentalmente, a la vez que me esmeraba en satisfacerlas y siempre tenerlas con el corazón latiendo por la vida.-