Hijo Morboso

“Hijo morboso, busca novio a su madre de 37 años, para que la satisfaga en todo sentido. Los interesados, mandar sus datos personales, junto con una foto de cuerpo entero desnudo, a mi mail”.

Me presento, me llamo Daniel y soy de Argentina, tengo 18 años, soy hijo único y vivo con mi mamá, de nombre Susana, ella tiene 37 años y es viuda, ya que mi papá, quien era 13 años mayor que ella, murió cuando yo era muy chico en un accidente de tránsito. Desde ese momento ella vivió para mí… bueno para mí y su trabajo, es médica especialista en traumatología pediátrica, y por consiguiente siempre está de guardia en algún sanatorio, o en su consultorio; trabaja tanto que casi no nos vemos.

Creo que por el fuerte golpe de perder a su marido (o sea mi papá), y tener que hacer de padre y madre, siendo solamente ella el sustento de la familia, la llevó un poco a aislarse del mundo; no va a bailar, no sale con sus amigas, no va al cine salvo que sea conmigo, en definitiva no tiene vida social, y para colmo siempre viste de ambo o guardapolvo, casi no se maquilla y frecuentemente lleva el pelo recogido.

Uy!, perdonen, me olvidé de decirles como es mamy; ella es una dulce y angelical morocha de pelo largo, tez blanca, 1.72 mts de altura, delgada (tipo normal, no anoréxica), buenas tetas, lindas piernas, y un culo que es un sueño por lo redondito y paradito, linda de cara, ojos de color marrón, y tiene un tatuaje en la pancita.

Después de la muerte de mi padre, solo recuerdo que tuvo un pretendiente, de nombre Ricardo, según él era el novio de mamá, y según ella eran solo amigos. Por aquel entonces yo tendría 6 años.

Ricardo jamás se quedó a dormir en casa, y nunca jugueteaban en mi presencia. Cuando él se ponía cariñoso, y quería besarla, o cuando le palmeaba el culito al pasar, que por cierto es algo habitual en una pareja, enseguida má le susurraba "Estate quieto que está el niño" . Y si no se calmaba, y redoblaba los esfuerzos, entonces ella tiernamente me decía " Amor, mamita y Ricardo van hablar cosas de adultos que los nenes buenos no deben escuchar, quedate acá un ratito viendo dibujitos que enseguida volvemos. No te muevas eh...!" , y acto seguido se encerraban en el dormitorio de mamá. Después de un rato, aparecía mamy algo fatigada, cansada y oliendo feo, pero eso si, muy contenta. Todo esto me provocaba una sensación rara de celos y gusto, además de un cosquilleo en la entrepierna.

Mi obsesión era espiarla mientras se cambiaba o bañaba. Me perdía cada vez que la veía en corpiño y bombacha, sobretodo porque usa bombachitas chiquitas, esas que muestran más el culo de lo que lo tapan, que empiezan con un pequeño triangulo y terminan con una tirita que se pierde entre los cachetes… ufff!

Como la veía muy sola, media tristona y enojada por todo, decidí buscarle un novio. Y cuando planeaba como realizar esa búsqueda, me asaltaron los recuerdos de ella con Ricardo, cuanto más recordaba, más me calentaba, me causaba mucho morbo imaginarla siendo cogida por uno o varios hombres, incluso fantaseaba con la idea de que la viole un vagabundo.

Me sentía muy perverso y sucio disfrutando esas fantasías, me sentía mal conmigo mismo por tener esos pensamientos tan viles, pero no podía detenerlos, eran como una droga, que me excitaba más y más y más… no se como describirla con palabras a esas sensaciones.

Navegando por Internet encontré una página de contactos sexuales de todo tipo, clasificados por categorías, y se me ocurrió la idea de cómo conseguirle pareja y saciar mis bajos instintos al mismo tiempo. En la sección contactos bizarros, publiqué una foto de mamá junto con un aviso que rezaba "Hijo morboso, busca novio a su madre de 37 años, para que la satisfaga en todo sentido.

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Los interesados, mandar sus datos personales, junto con una foto de cuerpo entero desnudo, a mi mail".

Conseguí que me escribieran varios interesados, gracias en cierta forma a que envié ésta foto de ella, la cual saqué un día en que jugaba con una cámara digital que me regalaron para navidad, y fue la musa inspiradora de mis múltiples masturbaciones.

De acuerdo a la foto que mandaron, seleccioné a quienes creía tenían mayores chances de conquistar a mamá. Con ellos mantuve varias conversaciones vía msn para conocerlos y explicarles mis pretensiones, que consistían en ayudar al "elegido" a enamorar a mi mamá (comentándole sus gustos, que la hace reír, o llorar, que es lo que espera de un hombre, que le apetece escuchar, etc.), pero a cambio, tendría que ser mi cómplice, permitiéndome que me ayudaría a observar cada encuentro amoroso que tuviera con ella, ya sea estando yo escondido en algún sitio, o mediante alguna filmación.

Entre los que aceptaron mis exigencias, elegí a Fernando, un hombre que superaba el 1.90 mts de altura, de 44 años, con una verga que parecía el brazo de un bebé, créanme, esa cosa daba miedo, de imaginarla dentro de mamá y todo el daño-placer que podría causarle, me ponía al palo y eyaculaba sin tocarme.

El sintonizaba mi misma frecuencia, era tan salido como yo, o más, me sugería las cosas que podríamos hacer con mi madre. Llegó a contarme en una confitería, a la cual acudimos para conocernos personalmente, que en caso de tener suerte y llegar a formar una relación estable con mi mamá, nada le daría más morbo, que dormirla y que yo me la garche hasta embarazarla. Cuando les digo que el tío es un salido, es porque realmente así es; jamás se me cruzó (hasta ese momento) tener sexo con ella. Mientras Fernando me contaba más detalles sobre ésta fantasía, él reía como un poseso y a cada momento me mostraba como se le paraba la pija bajo el pantalón con solo pensar en ella. Nada le causaba más placer que el incesto, tal es así que llegó a estar en prisión un año y medio por violar a su tía (la hermana de su madre), pero que lo terminaron largando por

falta de mérito

, y por

sobra de billetes

ya que su padre al morir le dejo dos concesionarias de automóviles cero kilómetros de marca alemana. Me repetía una y otra vez que sería lo máximo para él, que su mujer llevara en su vientre un hijo del incesto, un hijo de su hijo, y que ella no lo supiera.

Me daba miedo la idea que un malviviente estuviera con mamá, pero el morbo era incontrolable, no se por que quería tanto ver a mi madre vejada, y humillada sexualmente, ver como una poronga de esas dimensiones le parta en mil pedazos su hermoso culo. Mi perversión era lograr que mi mamy se convierta en una adicta a la verga, una puta descontrolada, y poderla observar en acción, y nadie mejor que Fernando para ese propósito.

Como mi mamá todos los días llegaba a casa pasadas las 19:00 hs, menos los días miércoles, en que llegaba alrededor del medio día; opte por que fuera un miércoles la gran presentación.

Y así fue, llegué a casa como a las 14:00 hs, cuando normalmente llego a las 13:00 / 13:15 hs; ni bien abrí la puerta mi madre me interrogó sobre a donde había estado, me dijo que mi retraso la tenía preocupada, a lo cual yo le respondí, que me demoré porque me intentaron asaltar a la salida del colegio, y que por suerte pasó un tipo por ese lugar y me ayudó.

  • Te hicierón algo?, Qué te sacaron?, Y quién es ese tipo, el que te ayudó?, Lo conocés? Me interrogó mi madre, como la mejor inspectora de la D.E.A.

No alcanzaron a sacarme ni hacerme nada, gracias a que justo pasó por el lugar un tipo gigante, que les gritó y corrió a los chorros, al ver que me intentaban sacar la mochila; Después que los delincuentes se escaparon, se ofreció a llevarme a un hospital o a una comisaría. Yo le dije que nada de eso, que estaba bien, que solo quería irme a mi casa, y éste me trajo en su auto hasta acá, y me dio su tarjeta, por si lo necesitaba para algo, tipo como de testigo en una denuncia policial, o algo así. Respondí astutamente, al tiempo que le entregaba la tarjeta de Fernando.

Mamá me dijo que lo iba a llamar para agradecerle.

BINGOOOOOOOOOO!!!! Se tragó el anzuelo (y pronto se iría a tragar la poronga de Fernando…), pensaba mientras me dirigía a mi habitación.

Al rato, mamá entró a mi recamara para expresarme que llamó telefónicamente a Fernando, que así se llamaba quien me ayudo, y que lo invitó a cenar esa noche a casa, a modo de gratitud por la buena acción.

Maquíllate y vestiste linda está noche, mirá que es fachero y tiene un auto que levanta el pavimento, es un buen partido para vos…, le manifesté a mamy, al tiempo que buscaba algo para cubrir mi erección, estaba como nunca, tenía tan parada la garcha que me dolía, al ver que todo estaba saliendo según mi plan, y que ya no había marcha atrás.

Cuando a la hora de la cena tocaron el timbre de casa, creía que se me paraba el corazón (pero creo que era la pija).

Fernando se presento impecable, con un traje negro Hugo Boss y camisa blanca, sin corbata, portando en sus manos un postre y un ramo de tulipanes (las flores que enloquecen a mamy jejejeje).

La cena transcurrió amena, mamá estaba encantada con él, no podía creer que sus gustos coincidieran tanto. Fernando se portó como todo un caballero, y cuando en la charla dejó entrever que era soltero, noté como ella se sonrío.

Al terminar la comida, él nos invitó a ir al cine en la semana, a ver una película europea, a lo que mamy, aceptó encantada porque moría de ganas de verla. Esa salida, condujo a muchas otras, y a medida que pasaban los días, los encuentros fueron aumentando.

Frecuentemente yo le decía a mamá que hacían linda pareja.

Un viernes, mamá me preguntó si no me enojaba si ella salía con Fer el sábado por la noche. No terminaba de formularme la pregunta, cuando exhalé un "Nooooo, cómo me va a molestar?" , al contrario, me pone muy contento (y como!). Ella estaba contenta porque él le había prometido que la iba a llevar a cenar a Puerto Madero y luego a bailar; hacia muchos años que ella no tenía un plan como ese.

Llegó el día de la cita, y ella se vistió a pedido mío con un vestido negro, que marcaba muy bien su silueta, y dejaba una buena parte de su espalda y los hombros al descubierto. Elegí ese vestido porque sabía que se usaba sin corpiño, era muy insinuante, la hacia ver muy sexy, marcándole bien el culo, y cada vez que se reclinaba hacia delante o se agachaba, ofrecía generosamente un inmejorable plano de sus tetas, y si a todo eso le sumamos los zapatos de tacos altos, y que se maquillo… mmmm. Que fuerte que estaba, nunca la había visto así.

Cuando la pasó a buscar Fernando, se despidieron de mí; mamá con un beso, y él guiñándome un ojo, y apretándose la poronga cuando ella no lo veía.

Ni bien se fueron, empecé a hacerme una paja, pero sin acabar, pues no quería que todas las emociones mezcladas que sentía, terminaran tan pronto, quería estirarlas hasta saber el desenlace.

Bien entrada la noche, esperando al lado de la ventana de mi cuarto que da a la calle el regreso de mi madre, vi como se estacionaba al frente de casa el auto de Fernando, eso solo, bastó para tener un orgasmo. Observé como se besaron de lengua y como le sobaba las tetas con una mano y con la otra jugaba con el cabello de ella. Después de tanto tiempo de estar sin un hombre, calculaba que con eso solo bastaría para que se mojara de la excitación. El sujeto no solo la besaba en la boca, también en la cara, en el cuello, le apretaba las tetas como queriéndole sacar leche, se las mordía, mamá estaba como estática, solo estiraba la cabeza hacia atrás. Esta escena duró como media hora.

Cuando ella bajó del auto, me metí inmediatamente en mi cama y con una mano bajo las sábanas apreté mi pija contra el estómago para que no note que estaba al palo, al rato de entrar a casa, mientras fingía estar durmiendo, ella ingresó a mi habitación, me besó en la frente y se retiró a dormir a su cuarto. Al sentir su beso en mi frente, y saber que esos labios fueron chupados y mordidos unos minutos atrás, sirvió para que eyaculara como nunca.

Al otro día, me contó Fernando que en la cena y en la disco, le hizo beber bastante alcohol, para desinhibirla, y poder meterle mano a gusto; ahora entendía porque mamá estaba como paralizada en el auto, dejándose hacer. Me describió lo empapada que estaba su bombacha, de lo fácil que entraron sus dedos en la vagina, y de lo dulzón de su flujo.

No sabes pibe lo estrecha que es esa concha, como se nota que solo la usa para mear jajaja. Me la podría haber cogido esa noche, pero preferí dejarla con ganas, para que la próxima no la tenga que emborrachar. Ya vas a ver como ella solita va a pedirme que la garche, me dijo.

Fernando debió hacer lo correcto porque mamá no paraba de hablar de él, se la notaba feliz, plena. Prestaba más atención a su vestimenta, se compraba ropa, zapatos, se maquillaba hasta para ir al supermercado.

El nos invitó a pasar el fin de semana siguiente a su quinta de Pilar. Si todo salía como lo planeamos, ese fin de semana se la garcharía.

El sábado por la mañana nos paso a buscar para llevarnos a la quinta, la cual era inmensa, contaba con dos plantas, varias habitaciones, biblioteca, playroom, un parque con arboleda, parrilla, pileta de natación, solarium.

Luego de acomodarnos y ubicarnos en nuestras respectivas habitaciones asignadas por él (mamy y yo en diferentes cuartos), y dado que hacía mucho calor por suerte, decidimos meternos a la pileta. Podríamos ver a mamá en malla. Y no nos defraudó, porque pelo una bikini, la cual me dejó ver una leve marca que tenía en la teta derecha, producto de una de las mordidas que le propino Fernando en el auto. Cuando se lo hice notar a él, me contestó con un " y no sabes como le va a quedar la argolla ésta noche, la voy a matar a pijazos. A vos te acomodé en la habitación que está al lado de la mía, porque compartimos el placard empotrado; fijate que mande a sacar la división del compartimiento que está al lado de la pared, para que se comunique el mio con el tuyo, y te puedas meter en el, y por entremedio de las rendijas de mi puerta no te pierdas los detalles. Te puse un sillón para que estés cómodo y te puedas pajear tranquilo. Acordate pendejo de cerrar esa puerta con llave y tenela siempre encima, a ver si la tetona abre la puerta y nos caga la fiesta".

El hijo de puta había pensado en todo. Después de escuchar lo expuesto, salí corriendo a tirarme a la pileta, para que nuestra "tetoncita" no vea mi erección.

Mamá y Fernando decidieron tomar sol, ubicaron las reposeras a un costado de la pileta; me sorprendí al ver como él le colocaba bronceador en la espalda, en la panza, en los hombros, en la cadera, por las piernas, y se detuvo especialmente en culo; no le untaba bronceador en el orto, se lo toqueteaba directamente. Valiendo que estaba detrás de ella, se incorporó, con el brazo izquierdo abrazaba a mamá a la altura del abdomen, y con la mano diestra le pasaba bronceador por los pechos, tocándole disimuladamente con el dedo meñique los pezones, que a ésta altura estaban erectos y del tamaño de una frutilla. La aspirante a putita se mordía el labio inferior y tenía los ojos cerrados, al volverlos a abrir y notar que los estaba mirando, tomó distancia de él y se acostó en la reposera boca abajo, aplastando sus senos contra la toalla, los cuales desbordaban por los costados, y se desató la parte superior del bikini, para que no se le marcara las tiras en la espalda.

Mucho más tarde le solicitó al dueño de casa que le atara el bikini, se pusieron de pie y se metieron a la pileta, haciéndome compañía. Jugamos con una pelota inflable una versión libre de waterpolo. Hay que ver como toda la mañana manoseó a mi madre, con la excusa de evitar que ella agarre la pelota, llegó incluso a apretarle una teta por equivocación, mamá se hizo la disimulada para que no me diera cuenta del hecho.

Después de cierto tiempo, salimos del agua y tomamos sol para secarnos.

Pasado el mediodía, Fernando le pidió ayuda para preparar el asado; una vez puesta la carne a la parrilla, vi como la tomo de la mano y llevándola a la arboleda, la apoyo de espalda contra un árbol. Yo ni tonto, ni perezoso comencé a seguirlos con disimulo, de mi posición advertía como entre besos le desataba el corpiño, para chuparle vigorosamente las tetas; se oían los quejidos de ella y los chupeteos.

Por Dios! Controlate que nos puede ver Dany.

Me tenés muy caliente Susy. Contestó llevando sus manos a la tanga de mi madre.

No, por favor. Suplicaba entre jadeos al reaccionar a la caricia.

Dejame que te bese la concha. Y dicho esto, le bajó la tanga hasta las piernas, se arrodillo y empezó a chuparle la almeja.

Abrió sus labios mayores, pasando su lengua por toda la superficie de esa raja, la besaba suavemente al principio y después más fuerte. Con su lengua abría sus labios vaginales y la hacía correr arriba y abajo entre las capas de carne de la concha. Suavemente separó más las piernas de mamy, con sus manos. La estaba cogiendo con la lengua, eso la excitaba hasta la hostia. El clítoris estaba tan duro que sobresalía de su cubierta; Llevó su lengua hasta la parte superior de su concha y chupaba fuerte, presionándola. Jugaba con su lengua sobre el clítoris, la movía rápidamente, esto le provocaba que sus piernas se estremecieran. Mamá estaba alcanzando el orgasmo. El puso sus labios en forma de O y tomó el clítoris con su boca. Chupaba suavemente y observaba las reacciones de la cara de nuestra chica. Chupaba más, y más fuerte.

NO PARES!, NO PAREEEEEES!, SEGUIIIIII!!!, SI, ASI…… ASIIIIIIIII

MAS, MAS, SIIIIIIIIIII! Gritaba mamá, levantando la pelvis en el aire con la tensión del orgasmo viniéndole, y un chorro cristalino resbalando por sus muslos y mojando la cara de su amante.

El se meneaba con ella, le lamía los labios, jugaba con su botoncito, le tiraba de los pelos de la concha, Se ensalivo el pulgar, y mientras introducía su lengua en lo más profundo de ella, le dedeaba el clítoris con el dedo mojado.

Sus pezones se endurecieron, se veían espectaculares de gruesos.

AHHHH!!! Volvió a gritar apagadamente.

El presionaba su lengua contra la zona inferior del clítoris, dejando que su labio superior cubriese el resto. Movía su lengua hacia adentro y hacia afuera de su cueva. Algunos de sus dedos estaban dentro de esa concha, moviéndose un poco, suavemente.

Mamá para no caerse, se agarraba del árbol que tenia tras su espalda.

Después de hacerla correr y llegar al orgasmo varias veces, se consagro a sus tetas, con fuerza se las apretaba, mientras le daba un chupón al pezón de la teta que estrujaba, al otro lo pellizcaba, lo jalaba vilmente, y ella no hacía nada.

Fernando se levantó, y le situó una de las manos en su verga que escapaba por arriba del short. Mamá al verla quedó como petrificada, era terrible ver a ese monstruo en erección, el glande parecía un hongo del infierno, y no solamente era gruesa, de largo mediría como 30 cm. Se la pasaba por los labios de ella, pero no reaccionaba.

Mamá tenía los ojos como el 2 de oro.

Para que vuelva en sí, le retorció un pezón como queriéndolo arrancar, haciéndole pegar un grito ahogado.

Me vas a lastimar con eso, no quiero. Le dijo mamá.

Cómo que no? Me vas a dejar así?

No me va a entrar.

No solo te va a entrar, sino que no te vas a cansar de pedirla. Tenés miedo porque hace mucho que no te peinan por dentro.

Me vas a desgarrar la concha.

Esta noche con paciencia vas a volver a ser mujer. Ahora chupamela, mirá si tu hijo me ve así

Con miedo paseaba su lengua por todo el miembro, le daba mordisquitos, con una mano lo masturbaba y con la otra se llevaba sus huevos a la boca, se los lamía, esta acción lo enloqueció.

Mamá tomo la pija con sus dos manos y abrió bien su boca para comerla, pero se notaba que le costaba engullirla. El comenzó a mover su pelvis rítmicamente, introduciéndole más barra de carne con cada movimiento de sus caderas, creo que esto ahogaba a mamy, porque tenía los ojos llorosos y tosía. Por momentos se la sacaba para respirar y le hacia la viborita con su lengua en la punta de su pija, para luego agarrarla bien de la base y tragar lo más posible. Gemía, movía la cabeza, con sus uñas cosquilleaba sus huevos y los tironeaba, meneaba el cuerpo como si se la estuvieran culeando, le chupaba la poronga de costado como si estuviera tocando una harmónica.

Se cacheteaba las tetas con la verga, mientras lo miraba sonriente, aprisionaba un pezón entre sus dedos y lo refregaba con el glande. Lamía esa pija de abajo hacia arriba, comenzando desde el escroto, y al tiempo empinaba bien su culo.

Sacame la leche putita. Apurate que estamos tardando mucho, tu hijo nos debe estar buscando.

Al escuchar estas palabras, aceleró sus acciones y se prendió del falo como si su vida dependiera de eso. Por entre las piernas de él deslizo un brazo y le metió un dedo en el culo a Fernando, moviendo la mano como si estuviera electrificada.

El lejos de enojarse, la tomó con una mano del pelo, y con la otra se agarraba la poronga mientras eyaculaba sobre su cara una buena cantidad de semen viscoso, que permanecía colgando en su rostro.

Se sacudió varias veces la manguera y la volvió a guardar en el short.

Fer dame algo para limpiarme, no puedo volver así.

No tengo nada amor.

Y ahora que hago?

El con una sonrisa sarcástica, le esparcío la guasca por toda la cara y las tetas.

Hace de cuenta que es crema.

Dany se va a dar cuenta por el olor! Decía mientras se subía la tanguita.

No se va avivar. El perfume del bronceador que tenés, la va a cubrir.

La levantó, sujetándola por la cintura, la atrajo fuertemente contra si y la beso hurgándole toda la boca con su lengua, sin importarle que lo ensucie con la leche. Ella respondió enroscando sus piernas alrededor de él, y acariciándole la cara.

Eso me dio tiempo para salir velozmente, en dirección a la pileta.

Cuando aparecieron, me encontraron nadando, y excusaron su ausencia, alegando que fueron a comprar carbón.

Fernando siguió en dirección a la parrilla, y mamá puso la mesa.

Como estaba solo en la pileta y algo alejado del resto, me saque la verga y me hice una paja de novela, recordando el cuerpo de mi madre. Al eyacular sentí como si me apretaron los huevos, por unos segundos se me nubló la vista.

Se me había cumplido el sueño y todo prometía que eso era solamente el prólogo de la que vendría.

Cuando me llamaron para comer, salí de la piscina dejando la gusca flotando.

Comimos al aire libre, me senté al lado de Fernando y frente a mamy, quién tenía en los globos las marcas del "anfitrión", estaban tan maltratados que parecían más grandes. Sus pezones se endurecieron, por los chupones se veían espectaculares de gruesos, saltaban a la vista como queriendo romper la fina tela que los cubría.

El semen se secó en su piel formando costras, y emanando un aroma a prepucio vencido, que la hacían ver exquisitamente putisima.

Pasé casi toda la tarde rozando "accidentalmente" esos pechos, sacando con cada toque un leve gemido de dolor; los debería tener muy sensible.

Para no perder detalle de lo que acontecería en la noche, dormí una siesta.

Serían como las 20:00 hs, cuando me despertó Fernando, diciéndome que en diez minutos sin hacer ruido me dirija a la cocina.

Cuando llegué, la puerta estaba entre abierta lo cual me permitió ver a mamá de espaldas a mí, tenía puesto un vestido floreado de hilo que le llegaba por arriba de las rodillas, estaba con sandalias de tacón y el pelo mojado; se notaba que hacia poco había terminado de bañarse. El estaba a su lado vistiendo solamente un jeans, ayudándola a preparar la cena, cuando giró su cabeza en dirección a la puerta como buscándome, le hice una seña desde mi escondite, al verla sonrió malignamente, se ubicó tras de ella y comenzó a masajear sus hombros, a besar tiernamente su cuello hasta hacerla ronronear, apoyó su pelvis contra el culo de ella y la movía en círculos. Ella se giró y con ayuda de él se sentó en la mesada, se besaron, sus manos recorrían sus cuerpos. El tomó distancia de ella, la descalzó, besó sus pies por las plantas, los talones, los empeines, pasó su lengua entre los dedos de ella, chupándolos bien, ensalivándolos bien, los masajeaba, los pasaba por su nariz, su cara, su pecho, y siguió descendiendo hasta llegar a su entre pierna, con la cual jugó un buen rato. Se desabrochó el pantalón, sacó su choto bien parado y lo roció con aceite, volvió a tomar a mamá por sus tobillos, los juntó hasta que sus arcos formaran una especie de vagina (), la cual penetró incansablemente mientras mamy se pajeaba corriendo su braguita. El extrañamente guardó su herramienta en el pantalón y la ayudó con su paja, luego de unos minutos, sacó de unos de los cajones de la cocina dos objetos: un pequeño tubito de plástico de escasos 5 centímetros más o menos, colgando de una de sus extremidades un hilo, y algo así como un diminuto llavero, el cual apretó uno de sus botones y el tubito comenzó a vibrar, haciéndola delirar de placer al apoyárselo en el clítoris. La conchita de mamy se veía brillosa de tan mojada que estaba. Después que ella llegó al orgasmo, le insertó profundamente el tubito hasta que solo se veía el hilo, y le acomodó la tanguita.

Amor me dejaste algo adentro. Dijo ella.

Es un pequeño vibrador a distancia, y con esto que parece un llavero le regulo la velocidad. Le contestó al tiempo que subía al máximo la potencia del aparato logrando que mamá se arrodille de goce.

Parááááááááá, pará, pará, no puedo más…. agggggggg, no me hagas esto.

Lo puse al máximo para explicarte, pero solo lo voy a dejar al mínimo. Es para que te vayas acostumbrando al placer, estuviste mucho tiempo sin un hombre y yo la tengo muy grande, no quiero lastimarte. De esta forma vas a llegar muy mojadita y dilatada, te va a ser más fácil.

Vos sos loco, mirá si Dany se entera?, Qué va a pensar de su madre?

De la única forma que se entere es que vos le muestres la concha. El aparato no hace ruido.

Y si se me va adentro?

Tiene una soguita de protección. Y cuando quieras que lo apague me haces una seña y listo. Hasta que te acostumbres a el lo dejo apagado, hace de cuenta que es un es un tampón.

Para evitar que siga con sus argumentaciones, entré a la cocina con mi mejor cara de dormido preguntando que había para comer.

Nada mi amorcito, con Fer estamos preparando la cena, sentate un reatito y mirá la tele.

Ni en pedo me iba a ir por miedo a que se lo saque. Me quedé apoyando a mi socio con la excusa de ayudarlos en la preparación del alimento. Mi idea era distraerla lo más posible para que se olvide del vibrador que llevaba puesto.

Cuando estábamos promediando la cena, Fernando me pego una patada por debajo de la mesa, y en segundos la cara de nuestra chica cambió; el vibrador, pensé! Mamá se puso tensa, mirándolo a él a la cara, disimuladamente empezó a hacerle señas, al verlas le pregunté si le pasaba algo, y ella me respondió "me duele el estomago" ; "seguí comiendo, puede ser porque no comiste nada" , respondió él en forma sarcástica.

Era un delirio verla retorcer, arquearse, cruzar las piernas, estirarlas, mover la cabeza en círculos, y por momentos oírla dar pequeños gemidos casi imperceptibles, mordiéndose fuertemente el labio inferior.

Al terminar de cenar, mamá ya vencida por el placer, levantó la mesa y nos sirvió café en la sala. Verla caminar con las piernas bien pegadas nos dejo la verga apuntando al techo.

Pendejo mirá como se le mojo el vestido a la altura del culo.

No sé como disimular que tengo parada la verga.

Cuando llegué decile que te vas a torrar, así te acomodas bien en el placard y me la garcho cuanto antes. Si la ves llorar o patalear, no te asustes, es que le estoy rompiendo bien la argolla a pijasos hasta que los huevos me duelan, una puta hermosa como ella es lo menos que se merece. Me expreso al mismo tiempo que subió de nivel la velocidad del vibrador.

Dicho y hecho, al ratito que se sentó mamy, le dije que estaba muy cansado y me iba a dormir. Ella estaba sentada con las piernas y los brazos cruzados, la cara enrojecida y los ojos cerrados. Al darle el beso de buenas noches noté que estaba caliente y sentí sus pechos turgentes contra el mió.

Que duermas bien corazón, nos vemos mañana. Yo subo al rato. Me contestó mi madre al acariciarme.

Al llegar a mi habitación, me puse en bolas, fui al baño a mear (me sentí Tom Cruise porque fue una "misión imposible" de lo parada que estaba), y lleve la toalla al "mirador", sabia que me iba a ser útil.

Disimule en la cama que estaba dormido, por si pasaba a verme mi madre.

Los segundos de espera parecieron minutos, los minutos horas, no sé cuanto tardaron en subir, pero mientras esperaba mi corazón parecía querer salir de mi cuerpo, me costaba contener la emoción.

Al escuchar un cuchicheo, entrecerré mis ojos, me acomode de costado mirando a la puerta y recé que ella no escuche mis latidos.

Entró, mencionó mi nombre y levemente me movió para cerciorarse que estaba dormido, convencida de ello, se inclinó para acariciarme el pelo, Fernando se acomodo tras de ella, bajándose los calzoncillos y tomándola de la cintura le apoyó bien la poronga contra el culo. Le recriminó a él la acción, pero Fer asiéndola más fuerte contra él, le contestó que estaba bien dormido, que no se preocupe.

Mamy se incorporó y tomándolo de la verga salieron de la habitación. Al escuchar la puerta cerrarse, salté de la cama y me metí al armario, me senté y traté de acostumbrar mi vista a las rendijas tipo persiana de la puerta.

Al entrar en la habitación se besaron, y al desnudarse mamá le hizo prometer que la iba a tratar con cariño.

Fernando posó sus manos sobre los hombros de ella, se agachó ligeramente y empezó a pasar su lengua por las tetas, provocándole un espasmo que balanceó las redondas tetas de mi madre. La levantó en vilo, la apoyó sobre la cama, terminó de sacarle la tanga y bebió todos los jugos que quedaron atrapados en ella, paso seguido, tiró suavemente del hilo que salía de su vagina, hasta retirarle el vibrador.

Que chupada de concha le pegó, mi mamá se mordía los labios para no gritar y él hundía su cabeza entre las piernas como queriendo enterrársela dentro suyo, su concha se mojaba, sus labios vaginales se hinchaban. El se subió arriba de ella para entrelazar nuevamente sus lenguas, abriendo al máximo sus bocas, le restregaba salvajemente el porongón por toda la rajita, bajó sus manos hasta las tetas sobándolas con fuerza, arrancándole un grito porque sus pechos estaban ya muy sensibles por el mal trato sufrido anteriormente; eran dos bolas que terminaban en punta.

Mi corazón latía con mucho más fuerza. La sangre hervía en mi pija al ver como ambos se revolcaban en la cama abrazándose, besándose, gimiendo.

El se sentó en la cama apoyando su espalda en el respaldo, ella se subió arriba apoyándose en sus rodillas y moviendo su concha para adelante y para atrás, tomando su poronga como riel.

Sus tetas eran besadas suavemente, la lengua masculina recorría las aureolas, sus pezones eran absorbidos. Las manos de él jugaban con su culo, al tiempo que un dedo hurgaba su ogete.

Mamy suspiraba de placer y acompañaba el desplazamiento sobre la verga, con dos dedos dentro de la concha.

Ver ese orto manoseado, cacheteado al tiempo que le reventaba las tetas me hizo acabar, me limpie la guasca con la toalla y continué con mi paja; mi pito se negaba a no estar erecto.

Ni cientos de bebés hambrientos podrían chupar esos pechos mejor que él.

De tanto chupetones y mordiscos, un hilo de sangre se desprendió de una teta. Al notarlo, mamy se dio vuelta dejándole su culo en pompa a la altura de la cara.

El se deslizó debajo de ella, y la obligó a sentarse sobre su cara, para lengüetearle la cotorra y el ogete.

Chupame la pija que no puedo más. Le rogó.

Ella complaciente, acató el ruego pasándose la pija por los tetones morados, y dejando un rastro de sangre en el glande, al tiempo que la miraba con preocupación por su monstruoso tamaño, pensaría que le causaría mucho daño en sus entrañas. Le comió el miembro mirándolo siempre a los ojos, sacándosela de la boca solo para preguntarle si le gustaba como se lo estaba haciendo su nena; inconcientemente quería retrasar la penetración el mayor tiempo posible. "No aguanto más, me vas hacer acabar!" fue lo único que pudo articular él.

Llegó la hora, abrité bien el tajo, que te la voy a meter hasta el útero.

Me vas hacer mierda hijo de puta.

Por esa concha sacaste un pibe, y me jodés con que te voy a romper?

Estuve sola mucho tiempo.

Por eso te puse el vibrador, ya debe estar bien abierta.

Sin esperar más, la sentó sobre la cabeza de su pija, y la dejo caer lentamente, mientras la penetraba, me pareció escuchar que mamy lloraba, verdaderamente la verga de Fernando era descomunal. Ella intentaba agarrarse de lo que fuera, gritaba de dolor sin importarle que yo la escuchara.

Que estrechita que sos! Siento que me estoy cogiendo a una virgen

Me duele la concha, pará por favor.

Te duele la conchita? Ahora te va a doler la teta… Y le retorció el pezón que sangraba.

Hayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy! Bastardo! Hijo de puta mal parido!

Aprovechó las puteadas, para soltarla y clavársela toda de un saque. Ella parecía muerta, quedó en blanco.

La hizo rodar sin sacársela, para que quede mamá abajo, y comenzó a bombearla en forma salvaje, sin importarle el placer o el dolor de ella. Se la sacaba y se la metía entera. Las tetas se movían para todos lados; él se aferró a ellas y el mete-saca fue más bruto.

Pasó como media hora, cuando con un "Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!", mamy pareció reaccionar, y disfrutar placenteramente la cabalgata. Colgó sus piernas en la cintura de él, y acompañaba el ritmo de la garchada.

Mamá le clavaba las uñas en la espalda, golpeaba la cama.

El ritmo pélvico de él fue convirtiéndose más lento pero más profundo, como queriendo metérsela hasta el páncreas.

Báñame toda por dentro!!!

Esté grito me dio a entender que Fer estaba acabándole.

Mamá se cuidaría?, Tomaría anticonceptivos? Un temblor frío me recorrió la columna.

Al sacársela quedo tendida con las piernas abiertas, y el busco su tanga mojada, para limpiarle la gran cantidad de leche que salía de la concha.

Cuando ella fue al baño, él abrió la puerta del placard y me dio la bombachita sucia de flujo y guasca:

Que rico huele la conchita de la putita de tu mamita. Entretenete con este trapo que ahora le voy a romper el culito

Al salir del baño, mamá se tendió en la cama fusilada de tanto trajeteo; él besaba todo su cuerpo y ella se dejaba hacer.

La acomodó boca abajo y le puso una almohada en su zona pélvica.

Fernando volvió a chuparle la concha y sus lamidas se estiraron hasta el ano de ella, al cual le dedicó una atención mayor. Algunos de sus dedos se introdujeron con facilidad gracias a la lubricación.

Que haces? Ni se te ocurra!

Vos relajate.

Relajate, tres pelotas. Y sacame los dedos del orto.

No me digas que el pelotudo de tu marido nunca te lo hizo?

Eso es para enfermos, y él no lo era.

Sos virgen! No era enfermo, era un boludo de mierda. Dijo riéndose.

Mamy intentó levantarse, pero él se colocó sobre ella mordiéndole la nuca, e intentando puntería con la cabeza de su pija.

Al ponerse más violenta la escena, él la sujeto por la cintura para que no pueda escaparse, y la hizo arquear cayendo con todo su peso sobre ella. Ahora con la ayuda de su mano, apuntó el glande sobre su ogete, y con un fuerte movimiento, logró enterrarlo.

Relajate mamita, porque te va a doler mucho sino. Ya te metí la puntita.

Andate a la concha de tu hermana hijo de puta y sacamela!

Callate forra de mierda que vas a despertar a tu hijo. Esté quien esté, tu culo no se salva.

No por favor, te lo rugo.

El presionaba más fuerte.

Recién cuando tuvo adentro del orto la mitad de la verga, se detuvo varios minutos. Y de la nada la pistoneó sin calma.

Con cada mete-saca, ese culo hermoso comía más carne, hasta que las pelotas de Fernando hicieron tope.

Te la metí toda, sentila bien. Cuando termine con vos, te va a quedar el upite tan abierto, que vas a tener que comer papas con hilo, para no cagarte encima.

Se la metía y se la sacaba como una fiera en celo.

Mamá jadeaba como una perra, sus tetas colgando se movían para todos lados, ante los pijasos que le daban en el culo.

Al borde del paroxismo, me llevé la bombacha a mi cara para aspirar ese olor de hembra bien cogida.

Cuando se la sacó para darla vuelta y garcharla patitas al hombro, un fuerte pedo se le escapó a nuestra putona.

Transcurrió más de una hora, y seguía perforándole el culo con potencia y violencia

Mamá ya no oponía resistencia, estaba muy dañada. Ya había aflojado, no sólo el orto, sino su voluntad, hacía todo lo que él le ordenaba.

Mamy se encontraba desbordada de pija, jamás en la vida la clavaron tanto.

Fernando continuó traqueteándola, hasta que en uno de los movimientos, la clavó hasta el fondo y la llenó de leche.

Al acabar le estrujaba una teta como si su mano fuese una morza.

Cuando se la sacó, el orto lo tenía abierto como una flor; estaba tan roto que no podía contener los grumos de guasca, mierda y sangre.

Mamá se la chupó hasta dejársela limpia, sin que él se lo hubiera pedido.

Lo beso en la boca y se acomodó sobre su pecho para dormir.

Acabé por enésima vez, mi fantasía se había hecho realidad como jamás la soñé.

Luego de ver todo esto, daba vueltas en la cama y no podía dormir.

Sin pensar mis actos, ingresé en la habitación de ellos, la vista de esas tetas moradas e inflamadas, eran lo más, me agaché hasta su culo y le refregué por la raja mi pija parada hasta eyacular.

Me limpié la pija en ella, y me fui a dormir.

A la mañana siguiente