Hijastra (1)
Veronica llega a la sala en minifalda y no resisto su petición.
Sus piernas blancas estaban frente a mi juntas.
La falda tan corta que parecia un pedazo de trapo me
permitia apreciar su muslos morenos, dulces como la miel.
Sabía que su madre no volveria hasta despues de dos horas y se vistio así para tentarme.
Mi garganta estaba seca, Veronica me estaba invitando a poseerla.
Su mirada picara me deseaba, ya podia sentir la presion en el pantalon y como era corto de futbal.
Me resulto facil sacar mi verga, hinchada, erecta.
Abrio la boca haciendo la forma de O. Sorprendida.
Abrio las piernas su ropa interior rosada casi transparte, dibujaba sus labios hinchados y una mancha de sexo se hacia más grande.
Ella estaba excitada. Levanto los pies, los abria y los cerraba.
El coño sin vello y su pequeño asterisco anal jovenes me poseyeron.
Su cadera generosa, amplia, para tocarla y apoayrme mientras la penetro era ideal.
Paso sus dedos por el coño pegandose un poco. Se quito la ropa interior.
Rosados labios humedos dejaban escapar gotas de su vagina. Lami una y otra vez mientras me tocaba la verga.
"Ay, ay, sí, me gusta" decia
Mi lengua dibujaba circulos en su clitoris y yo evitaba que se escapara sus liquidos.
Un nectar de una flor no explorada, ya madura.
Sus pechos pequeños, rosado, erectos.
Lami todo su sexo, uno de los mejores que he probado.
Coloque mi verga y vi como se abria su coño recibiendola, entraba lentamente con dificultad.
El aire se escapada de los pulmones de Veronica, que asenti diciendo que queri más.
Caliente, calientito, humedo. Presionaba mi verga con su juventud.
Lentamente me introducia en ella en un ir y venir. Se puso hinchado sus labios.
Aproveche para pasar mi lengua por sus pechos firmes.
Queria congelar el momento para revivirlo luego, lo mejor que he probado.
"AH, AAH, AAAHH" sus gemidos aumentaban con mi aceleracion en las penetraciones.
Sentia mi verga estallar. Sus caderas rellenas de carnes me volvian loco.
Me sente y le pedi que memontara, quedando frente a frente hasta corrernos.
Así fue la primera vez que lo hice con mi hijastra, Veronica.